Michael Kremer es profesor del Departamento de Economía de la Universidad de Harvard y es el pionero en los estudios de pobreza. A mediados de la década de los ‘90 realizó estudios de campo para explorar los problemas en Kenia, y con la colaboración de una ONG, comprobó que ni regalar textos ni comida ayudaba a mejorar los resultados. La investigación sobre nuevas aproximaciones para combatir la pobreza international se quedó con el Premio Nobel de Economía 2019. Abhijit Banerjee, Esther Duflo y Michael Kremer fueron los académicos galardonados con el argumento de haber desarrollado nuevos métodos de investigación experimentales para identificar las intervenciones políticas más eficaces y utilizarlas en la lucha en contra de la pobreza, a través de estudios de campo. Claudia Martínez, investigadora de J-PAL, explica la metodología experimental que utilizan para evaluar distintas políticas públicas.
Duflo es profesora del Departamento de Economía del MIT, y hace eleven años, junto con Abhijit Banerjee, fundó J-PAL, un centro de investigación que busca reducir la pobreza promoviendo que las políticas públicas sean informadas por evidencia científica. Al día de hoy J-PAL tiene 6 oficinas, más de 583 evaluaciones y 111 académicos afiliados alrededor del mundo. Las oficinas de J-PAL para América Latina y el Caribe están alojadas en la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad Católica de Chile. En definitiva, lo que hicieron Banerjee, Duflo y Kremer fue poner en práctica un esquema de razonamiento empírico causal que probó ser suficientemente robusto como para dudar de nuestras propias teorías y, de paso, poner presión a la profesión respecto a la capacidad predictiva de los modelos existentes. En ese sentido, una consecuencia interesante de la popularización de los experimentos aleatorios fue que pasamos de una profesión con un problema grave de credibilidad empírica a una con un problema grave de credibilidad teórica.
Que antes de hacer economía y hablar de mecanismos había que garantizar los hechos. Y este es el precio que ha debido pagar la ciencia económica para recuperar su credibilidad. Profesora del Departamento de Economía del MIT, Esther Duflo fundó -junto con Abhijit Banerjee- el J-PAL, centro de investigación que busca reducir la pobreza promoviendo que las políticas públicas sean conducidas por evidencia científica. Duflo es la segunda mujer en la historia en obtener este galardón, además de ser la primera en recibirlo con tan sólo forty six años. El comité que otorgó el reconocimiento dijo que su enfoque había «reformado completamente» la economía del desarrollo y había tenido un claro impacto en las políticas para combatir la pobreza extrema en todo el mundo. En el libro Good Economics for Hard Times («Buena economía para tiempos duros», en traducción libre), los profesores Duflo y Banerjee abordan algunos de los mayores desafíos del siglo XXI y argumentan que los economistas son más importantes que nunca en el mundo polarizado de hoy.
«Creo que los tres hablaremos juntos y descubriremos cuál es nuestro gramo de radio», dijo. «A menos que tengamos una respuesta exitosa a esta cuestión, simplemente cobrar impuestos a los ricos no va a ayudar porque no hará que quienes perdieron su trabajo estén menos enfadados». China se ha forjado una reputación como país que puede fabricar de manera barata, rápida y fiable. «La verdad es que si Estados Unidos dejara de comerciar capitalismo desigualdad con otros países sería más pobre. Pero no mucho más pobre». Por ejemplo, cuando Estados Unidos impuso miles de aranceles a los bienes en la década de 1930, más de 1.000 economistas escribieron al presidente Hoover pidiéndole que vetara el proyecto de ley. «Esa es la razón de que la gente siempre esté buscando un economista de ‘solo un lado'», bromea, citando el reputado comentario del expresidente de Estados Unidos Harry Truman.
¿Por qué los microcréditos resultan útiles pero no son el milagro que algunos esperaban? ¿Porqué los pobres dejan pasar las campañas de vacunación gratuita peropagan por medicinas que a menudo no necesitan? ¿Por qué sus hijospueden ir a la escuela año tras año y no aprender nada? ¿Por qué nosiempre invierten en obtener más calorías, sino calorías que sabenmejor?
Ha centrado su investigación en causas benéficas en un esfuerzo por ayudar a las personas que sufren en todo el mundo. Es un Fellow de investigación en Innovations for Poverty Action, y miembro de Giving What We Can, una sociedad internacional para la promoción del alivio de la pobreza. Los tres recibieron el premio por desarrollar un método para identificar las causas de la pobreza, y analizar los costos y beneficios de las intervenciones políticas a través de estudios de campo.
Banerjee es un economista indio-estadounidense, cofundador de J-PAL y afiliado de investigación de Innovations for Poverty Action, además de miembro del Consorcio de Sistemas Financieros y Pobreza. En su libro, los profesores Duflo y Banerjee citan un ejemplo de EE.UU. Cuando los líderes republicanos en Kansas aprobaron profundos recortes de impuestos en 2012 con la esperanza de que esto impulsara la economía. La profesora Duflo cube que mientras que países como China se han beneficiado enormemente del comercio, los resultados en otros lugares es variado. El indio Banerjee, el estadounidense Kremer y la francesa Duflot han jugado un rol «decisivo» en reformular la investigación en economía de desarrollo en las últimas dos décadas, señaló en su fallo la Real Academia de las Ciencias sueca. Abhijit Banerjee, Esther Duflot y Michael Kremer fueron reconocidos por «su enfoque experimental para aliviar la pobreza international».
LEVITT, autor de FreakonomicsEl libro que cambiará nuestra manera de pensar sobre la pobreza y loque debemos hacer para aliviarla. ¿Por qué los pobres dejan pasar las campañas de vacunación gratuita pero pagan por medicinas que a menudo no necesitan? ¿Por qué sus hijos pueden ir a la escuela año tras año y no aprender nada? ¿Por qué no siempre invierten en obtener más calorías, sino calorías que saben mejor? Nuestra tendencia a reducir a los pobres a un conjunto de clichés nos ha impedido hasta ahora comprender los problemas a los que se enfrentan a diario. Las políticas gubernamentales destinadas a ayudarles muchas veces fracasan porque se fundamentan en suposiciones erradas con respecto a sus circunstancias y su conducta.Repensar la pobreza supone un revolucionario giro en el modo de abordar la lucha international contra la pobreza.
El trabajo de los premiados es novedoso porque huyen de grandes soluciones y proyectos para combatir la pobreza y se basa en actuar de forma más específica en cada una de sus dimensiones. La decisión de la academia sueca al conceder a Banerjee, Duflo y Kremer el Nobel de Economía 2019 es muy significativa, más allá de la doble anomalía de que haya recaído sobre Esther Duflo, mujer y además joven (46). “El Premio Nobel de Economía tiene una característica especial en comparación con otros premios, y es que refleja un cambio en el ámbito económico, y que generalmente lleva tiempo” antes de que la teoría se ponga en práctica, agregó, entrevistada en inglés por la Academia. Sus trabajos le valieron en 2013 ser elegida por la Casa Blanca para asesorar al presidente Barack Obama en temas de desarrollo, como miembro del nuevo Comité para el Desarrollo Mundial. Ganadora de la medalla John Bates Clark 2010, se convierte en la segunda mujer en ganar el Premio Nobel de Economía en sus 50 años de existencia, tras Elinor Ostro, en 2009. También es miembro de Guggenheim y de Alfred P. Sloan, y forma parte del directorio asesor académica de la Universidad Plaksha, en India.
El Nobel de Economía reconoció este lunes el trabajo de Esther Duflot, Michael Kremer y Abhijit Banerjee, tres expertos en el campo del desarrollo que han transformado los estudios sobre pobreza con un enfoque experimental y que han tenido influencia directa en las políticas en ese área. A mediados de los años 1990, Kremer, de fifty four años, profesor de la Universidad de Harvard, “demostró cuán poderoso puede ser este enfoque utilizando experiencias de campo para probar diversas intervenciones que pueden mejorar los resultados escolares en el oeste de Kenia “, explica la Academia. Estudió y ha forjado su carrera en estudios que permitan descubrir las mejores metodologías para ayudar a las personas con menos recursos, especialmente a la población de India y África.
La realidad es que la ciencia económica y el mundo de las políticas públicas perviven en distancias territoriales y de lenguaje que han sido inconmensurables hasta hoy. Esther es profesora del Departamento de Economía del MIT, y fundó , junto con Abhijit Banerjee, J-PAL, un centro de investigación que busca reducir la pobreza promoviendo que las políticas públicas sean informadas por evidencia científica. Cuando a finales de los eighty hablar de desarrollo económico era hablar de los factores macroeconómicos que explicaban el crecimiento económico, Michael Kremer iniciaba sus primeros viajes a Kenya. Primero como un joven inquieto por los destinos del mundo que buscaba comprender in situ la realidad de un pueblo africano azotado por la hambruna y la desesperanza; pronto después con propósitos académicos orientados a entender científicamente el origen de la pobreza y sus posibles soluciones. Lo hizo no desde una mirada macroeconómica que compara países pobres y ricos en función del capital, trabajo, o tecnología de una economía, sino desde una mirada microeconómica busca comprender por qué las personas toman las decisiones que toman.
La tarea pendiente, y de eso se trata la ciencia económica moderna, es poder utilizar la evidencia experimental para producir modelos holísticos que permitan explicar de mejor manera el comportamiento económico de los seres humanos. Pero esos modelos holísticos son, en esencia, modelos económicos con un fundamento teórico. En el camino hubo randomistas extremos (y los siguen habiendo) que no contentos con las bondades de los experimentos aleatorios se convencieron de que el mundo no period predecible, que los modelos económicos no sirven y que, banco frances fundación por tanto, la nueva ciencia económica debiese ser simplemente una ciencia de ensayo y error. Lo cierto es que no hay economía sin teoría, no hay economía sin hipótesis respecto de los mecanismos que explican un determinado resultado. El triunfo de Banerjee, Duflo, y Kremer no fue haber popularizado los experimentos, sino lo que explica su popularización. La victoria es que a través de estos autores comenzó a exigírsele a la profesión no atribuir juicios de costo-efectividad de un hecho económico sin antes haber resuelto el problema de causalidad.