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La Pandemia Covid19: Desigualdad Social Como Verdadero Problema De Base

Resulta basic asegurar el acceso a productos frescos y saludables, con precios planificados para el acceso de la población. Esto no solo apoya a los campesinos chilenos, sino que también scale back la huella de carbono asociada al transporte de alimentos, promueve una economía y alimentación más justa y equitativa, y nos prepara para escenarios catastróficos, no tan lejanos, generados por pandemias, guerras o la crisis climática. Un estudio de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) evidenció que el bienestar urbano de aproximadamente 1,6 millones de personas, correspondiente al 23% de la población del Gran Santiago, se vio significativamente mermado tras los eventos del estallido social de 2019 y la pandemia de Covid-19.

Sin embargo, la ayuda a los ingresos podría ampliarse mediante un plan de seguridad social no contributivo o con los programas de ayudas de efectivo vigentes. Como trabajadores de la economía informal, muchas de estas personas afrontan el mismo dilema de “trabajar o perder sus ingresos”. Para pagar los alimentos y otros gastos básicos, siguen trabajando hasta que las medidas para limitar el contagio del virus los obligan a dejar de hacerlo. Incluso si en última instancia se recuperan, la ausencia de prestaciones de sustitución de los ingresos los expone a una situación de mayor pobreza.

En Brasil, por ejemplo, las mujeres de clase baja que no usan ningún método anticonceptivo han llegado a duplicar a las de poder adquisitivo alto23. Teniendo en cuenta que además la principal vía de acceso a los anticonceptivos en la región continúa siendo el mercado, la regresividad se refuerza. Si nos detenemos en los embarazos adolescentes, América Latina y el Caribe ocupa el segundo lugar en el mundo, solo superado por África subsahariana. Mientras que a escala global el embarazo adolescente representa 11% del whole de los nacimientos, en América Latina y el Caribe esa cifra asciende a 19%24.

desigualdad durante la pandemia

El informe hace hincapié en que el desarrollo que no tenga en cuenta los riesgos que existen no será sostenible, y presenta la respuesta a la disaster provocada por la pandemia como una oportunidad para restablecer y «preparar los sistemas mundiales para el futuro». La inversión sostenible e inteligente, por ejemplo, en infraestructura, reduciría los riesgos y haría que el mundo fuera más resistente a las crisis futuras. Crearía crecimiento; permitiría una vida mejor para millones de personas; y combatiría desigualdad durante la pandemia el cambio climático. Zhenmin indicó que “se debe ayudar a los países no solo a mantenerse a flote financieramente, sino también a invertir en su propio desarrollo. Para reconstruir mejor, tanto el sector público como el privado deben invertir en capital humano, protección social e infraestructura y tecnología sostenibles”. El experto en digitalización cree que las instituciones públicas deben colaborar con las las grandes empresas de telecomunicaciones para facilitar el acceso a Internet a cualquier parte del país.

Si bien hace unos años se desarrollaron políticas de inclusión digital en el marco de las cuales se repartieron computadoras, la herramienta digital más distribuida es el celular, como se indicó, esta distribución se hizo con la lógica del mercado, por lo cual refleja profundas desigualdades (Cabello, 2018). Actualmente, se está reanudando la política de distribución de netbooks en las escuelas secundarias, que había tenido lugar entre 2010 y 2018, pero recién en 2022 comenzaron a ser repartidas. Por lo tanto, durante la pandemia no se pudo resolver a nivel macro el problema de la falta de dispositivos. Los recursos necesarios para sostener el derecho a la educación suelen estar determinados por el lugar ocupado en la estructura social. El alumnado en riesgo educativo habita hogares con alta vulnerabilidad social, sin acceso a dispositivos ni conexión, sin acompañamiento adecuado de las familias, por las propias situaciones económicas y socioculturales que las atraviesan.

En dicho contexto, el personal docente debió adaptarse a las trayectorias educativas transitadas durante la no presencialidad, las cuales variaron según las posibilidades tecnológicas de sus estudiantes (EXPÓSITO y MARSOLLIER, 2021). Por su parte, las escuelas debieron adaptarse a los protocolos dispuestos por el Ministerio de Educación, con el fin de lograr un regreso seguro a las aulas, disminuyendo lo máximo posible el riesgo de contagio. Comparativamente, las mujeres insertas en el empleo formal, aun estando bajo los «techos de cristal», pudieron acceder a un número de medidas de empleo y seguridad social con mayores beneficios y que atienden en cierta medida a la sobrecarga de cuidado acquainted. En muchos casos, pudieron continuar trabajando bajo la modalidad del teletrabajo o acceder a licencias (a menudo pagas) por embarazo, enfermedad, parentales o para el cuidado de parientes cercanos que lo requieran.

En esta prevención, atender tanto los aspectos de la vulnerabilidad estructural previa, como las vulnerabilidades emergentes de cada desastre, resulta central para disminuir los riesgos. Esta mirada estratégica está directamente vinculada con los procesos de desarrollo que son competencia de las instituciones del Estado, incluyendo en ello la consulta a aquellos que están en riesgo y el grado de participación permitido en los procesos decisorios democráticos de cada país. La pandemia del COVID-19 ha dejado más claro que nunca que el trabajo doméstico no remunerado de las mujeres está subvencionando tanto los servicios públicos como los beneficios privados. Todos saldremos ganando si existen mecanismos laborales que reconozcan las responsabilidades relacionadas con el cuidado de las personas y modelos económicos inclusivos que valoren el trabajo en el hogar.

Para revertir los fenómenos que han generado una disminución en el bienestar en las ciudades se deben abordar en conjunto múltiples aspectos y un trabajo colaborativo entre el sector público, el privado, las organizaciones de la sociedad civil y las comunidades, explicó. De acuerdo con White (2020), existe un fuerte vínculo entre la pobreza y los altos niveles de mortalidad, especialmente en etnias no blancas de Inglaterra, que representan 62% de todos los pacientes varones en cuidados intensivos que viven en los dos quintiles más bajos de privación (en comparación con forty four.7% de la etnia blanca). América Latina está luchando por contener las crecientes infecciones por COVID-19 mientras enfrenta una recesión casi cierta y los impactos relacionados, pero las políticas que priorizan a las personas pobres y vulnerables pueden ayudar a mitigar la pobreza y la desigualdad ya extremas de la región, asegura otro estudio del PNUD. Por ejemplo, en África Subsahariana, el fifty five % de la población (558 millones de personas) se encuentra en situación de pobreza multidimensional. De estas, el 98 % (547 millones) no tienen acceso a combustible de cocina limpio, el 84 % (470 millones) carece de electricidad, y el sixty six % (366 millones) no tiene acceso a agua potable.

Una epidemia es más que un número regular de casos de enfermedad, el comportamiento específico relacionado con la salud u otros eventos relacionados con la salud en una comunidad o región. En una entrevista exclusiva con Noticias ONU en septiembre, Guterres protestó contundentemente contra la falta desigualdad economica en estados unidos de solidaridad que han mostrado los países más ricos en la búsqueda de una vacuna. Mucho antes de que la vacuna estuviera lista, el líder de la ONU, António Guterres, insistió en junio en que las vacunas COVID-19 deben estar disponibles para todos, no solo para los habitantes de los países más ricos.

La vulnerabilidad y desigualdad de las mujeres se incrementa tanto por las características propias de las pandemias como por algunas de las drásticas medidas que conlleva su control. En el ámbito internacional, la Organización Mundial de la Salud (OMS), ONU-Mujeres y otras instituciones de salud global como Women in Global Health han publicado guías e informes para orientar la adopción de medidas sociosanitarias y económicas con una perspectiva feminista. Es elementary que las medidas de desconfinamiento, transición a la nueva normalidad y prevención de futuras disaster tengan en cuenta la brecha de género, intenten reducirla y paliar su impacto. El Gobierno estadounidense ha invertido mil millones de dólares de sus contribuyentes en la farmacéutica Moderna para apoyar el desarrollo de una vacuna contra la COVID-19. A pesar de que la empresa únicamente tiene capacidad para producir vacunas para menos del 7 % de la población mundial de cara a finales de 2021, se niega a compartir tecnología e información que podrían permitir que otros fabricantes produjeran la vacuna.

La agencia de la ONU encargada de velar por la salud mundial denuncia que muchos países ahora están vacunando a personas más jóvenes y sanas con bajo riesgo frente a la enfermedad a costa de la vida de los trabajadores de la salud, las personas mayores y otros grupos de riesgo en otros países. A corto plaza esto puede dar una sensación de seguridad, a largo puede ser contraproducente tanto económica como epidemiológicamente. Segundo, se recomienda invertir en Atención Primaria, la gran abandonada, a juzgar por las reivindicaciones continuas de este colectivo sanitario, que se ha exacerbado en esta crisis de la Covid 19, A medida que los países vayan superando la disaster de la COVID-19, será elementary evitar todo recorte en el gasto público de salud y de otros servicios sociales. Los gobiernos deberían cumplir el objetivo recomendado por la OMS de destinar un 1% adicional del PIB a la Atención Primaria. Se estima que esta inversión salvaría en los países con menor desarrollo al menos 60 millones de vida y la esperanza de vida media en estos países subiría en 3,7 años en 2030. A falta de datos desagregados, las primeras estimaciones apuntan a casi 435 millones de mujeres pobres en 2021 (un 11% más que si no hubiera habido pandemia), más carga de trabajo en los hogares y el riesgo de perder presencia al mando de instituciones y empresas.

Gracias en gran medida al trabajo comunitario de mujeres pobres, periféricas y/o afrodescendientes, se organizan comedores populares y servicios de cuidado comunitarios, se asiste a víctimas de violencia de género, se suple la desinformación, en parte compensando deficiencias estatales, en parte abogando por mayor justicia de género, social y racial. Para que la pandemia verdaderamente se vuelva una oportunidad de transformación, se deben escuchar estas voces en la construcción de un Estado social activo. Por otro lado, los roles de género que definen los cuidados como una tarea casi exclusivamente de mujeres hacen que sean ellas quienes sustentan el peso fundamental del sistema de cuidados. Tanto en los trabajos formales (salud, limpieza, trabajo social y sector servicios, entre otros) como en los informales (tareas domésticas y cuidados de personas dependientes), la responsabilidad recae mayoritariamente en las mujeres.

Reducción De La Pobreza: Éxito Retórico O Verdadero

Por ello abogamos por una aplicación de la focalización en una perspectiva más matizada. Chile ha logrado con mucha fuerza bases institucionales, económicas y sociales que permitirán en el futuro erradicar la pobreza. Tenemos un país equilibrado económicamente; hay programas sociales perfectibles e importantes cambios en los mecanismos de financiamiento. En los sistemas de entrega de subsidios y beneficios hubo descentralización de la salud y la educación y la incorporación del sector privado en la prestación de muchos servicios sociales.

Esta es una política que busca desarrollar la iniciativa privada well-liked en el campo productivo donde ya existen muchas experiencias como las que acabamos de visualizar. El sustrato básico que reivindicaremos es el del valor educativo y formador del trabajo que genera ventajas que no se limitan a la economía. La pobreza se distribuye de manera diferente entre diversos grupos de nuestra sociedad, afectando de modo más agudo a grupos vulnerables en las poblaciones urbanas y sectores rurales, como los niños, los jóvenes, las mujeres jefas de hogar y los adultos mayores. La pregunta que tratamos de responder es ¿Qué pasa con aquellas decathlon fundación familias donde, sistemáticamente, los padre y los hijos carecen de empleo o están subempleados; donde los hijos desertan del colegio o se mantienen en los niveles de rendimientos más bajos; qué pasa cuando esta familia se inserta en una población que tiene problemas similares, qué pasa, en fin, cuando se es pobre? Podríamos problema tizar más la situación si uno agrega ¿Qué pasa si la sociedad eleva cada vez más las medidas de realización social a través de un propaganda moderna y efectiva cuyo objetivo es provocar la compra de objetos como un medio de comparar posiciones sociales y, en último término, de medir el éxito y el fracaso en la sociedad?.

La señora Matte interviene nuevamente para decir que ella ha dado una visión positiva del futuro; cree que los dos millones de pobres ameritan un tratamiento distinto del resto; para estos últimos la solución de largo plazo es el crecimiento y la generación de riqueza, impedir que éstos caigan en el grupo de los dos millones. Para ambos grupos es importante que haya crecimiento en forma sostenida y para más adelante ponernos de acuerdo sobre el destino que se le dará al gasto social. En su opinión, de alguna manera se ha focalizado el gasto; con la misma plata se ha aliviado a los sectores más pobres, sin sacrificar los niveles de desarrollo. Se refiere a cifras sobre analfabetismo y su incidencia en los sectores urbano y rural, en los tramos por edad y porcentajes de acceso a la educación. El gasto en educación, cube que tiene buenos niveles en la pre-escolar, básica y media y es regresivo en educación superior. El 20% de mayor ingreso recibía en 1985 el 52% de los recursos, el que se ha reducido al 43% y el quintil más alto estaría recibiendo el 8%.

Moral porque el establecimiento de los criterios empíricos y cuantificables necesarios para determinar qué falta y cuánto, siempre pone en juego -y no puede ser de otra manera el problema de la concepción del Hombre, remitiendo a la ve? Y es político porque ella remite, por su parte, al problema de los históricamente posibles a la voluntad humana. El señor Montes (Presidente).Hemos llegado al final de esta audiencia que para nosotros era un paso muy importante, en función del informe que tenemos que realizar. Este tiene propósitos limitados, queremos establecer la magnitud la diversidad, la severidad que la pobreza tiene en este país, así como, opinar sobre lo que han sido las políticas, históricamente, de los Estados, respecto a las situaciones de pobreza.

Existe un gran mercado sin explorar al cual las compañías pueden atender, que no solo tiene sentido comercial, sino que también puede constituir un liderazgo en el ODS 1 al mejorar la calidad de vida y ayudar a las comunidades vulnerables. El respeto y el apoyo a los Derechos Humanos se encuentran en el centro de la reducción de la pobreza. Un requisito clave es que las empresas cuenten con procedimientos sólidos para identificar, prevenir, monitorear, mitigar y, si es necesario, tomar medidas correctivas contra cualquier actividad que contribuya a la pobreza en sus propias operaciones y cadena de suministro. Existe un sólido argumento comercial para tomar medidas para acabar con la pobreza.

Hemos hablado de dos formas distintas y hasta opuestas de entender la pobreza, sea como problema o sea como virtud. Estos problemas, que han existido desde siempre en las economías, no son de fácil ni rápida solución, pues están totalmente relacionados con la fluctuante actividad económica. Sin embargo, lo que sí sabemos es que disminuir la pobreza debe ser una de las principales preocupaciones de los gobiernos en todos los países. Partiendo de la premisa de la necesidad del país de pasar a una nueva y tercera fase en la historia de la política social estatal chilena, se proponen como elementos fundantes de ella los conceptos de una desarrollo de la pobreza «concepción de la política social integral y con equidad», de un «modelo de participación» y de una «estrategia de descentralización». Entendemos que un compromiso nacional frente a la pobreza no puede dejar de pronunciarse sobre estas dos cuestiones esenciales. Y, entendemos, que es en el intercambio y debate colectivo en el cual ambas deben ser resueltas, entregando los criterios políticos que permitan orientar la elaboración técnica de las futuras políticas gubernamentales que se diseñen para enfrentar en la problema de la pobreza en Chile, en el marco de una política de crecimiento económico y de desarrollo con justicia social.

Esto permitiría aplicar soluciones a las comunas de las cuales provienen y mejorar las condiciones de trabajo de algunos de sus empleos. La Comisión Investigadora de la Pobreza, para la información de ustedes, viene trabajando hace aproximadamente cuatro meses. Surgió de un acuerdo de la Sala de la Cámara, y su propósito es entregarle al conjunto de la Cámara de Diputados, un informe sobre las condiciones en que está el país al respecto. En la educación superior, se constata que la matrícula de jóvenes entre 20 y 24 años en las universidades era en 1989 inferior a la de 1973.

Señores, ya estamos en octubre y, ¿dónde están las ninety mil casas que el Gobierno prometió construir este año?. Y no me digan que todavía falta para que termine el año, porque han demostrado que no son magos y las casas que se han entregado, son las que dejó terminadas el Gobierno anterior, de las cuales, el actual Gobierno, hace propia su entrega, pero, afortunadamente, la gente se está dando cuenta de esta situación. La señora Anita, ella es de la Coordinadora Villa O’Higgins y la que sigue, representa a la Coordinadora Villa O’Higgins, pero en Talleres Productivos.

de la pobreza al poder

Señala a continuación cómo estos conceptos están descritos en los cuadros insertos en el libro que conduce su intervención, indicando como conclusión que, en general, en la redistribución de ingreso, la red social es redistributiva. Hay que reconocer que no es posible pensar solamente en el crecimiento; la interdependencia de las dos políticas es muy importante. Es importante saber el nivel de educación y económico de los padres, para saber el aporte que pueden hacer y ayudarles, en su caso.

El primero, sólo pone énfasis en el nivel distributivo, el de necesidades básicas, se preocupa exclusivamente de los sectores más pobres de la población. Quienes están sobre los niveles mínimos no son candidatos a ningún subsidio. El criterio distributivo acepta ciertos grados de distorsiones en la asignación de recursos. Dijo que se referiría al gasto social y a su inserción en las políticas para reducir pobreza, señalando que hay 2 tipos de políticas, las que tienden a aumentar el crecimiento económico con lo que se generan empleo y se suben las remuneraciones, con lo que se integra a un grupo importante de trabajadores a los beneficios del progreso. Explica el objetivo de los mapas de extrema pobreza, que tratan de ubicar geográficamente a familias de muy bajo nivel de bienestar, sobre la base de estimar que la extrema pobreza es permanente y no transitoria.

Mientras que el valor bruto de la producción por activo agrícola era de 9.0. Las comunas menos minifundistas, señalaban promedio para salud sixty one.6, para educación sixty six.1 y valor bruto de la producción por activo agrícola ,35.0. «El porcentaje whole de hogares pobres, incluyendo indigentes y no indigentes, se mantiene en un nivel cercano al 50 por ciento de los hogares a partir de 1984, y hasta 1987, último año para el cual se dispone de información». Estas diferencias entre ambos ámbitos pueden ser vistas desde muchos puntos de vista, pero como señalan algunos estudios en el Gran Santiago, gran centro urbano, los niveles de pobreza varían entre 1982 y 1984 en 31.2 y forty eight.5% respectivamente (17). En el año 1983 Rodríguez (14), señalaba que en las áreas rurales la cantidad de pobres abarcaba al 55% de los hogares, en tanto que en las áreas urbanas llegaba a un 27%. Para superar este período de carencias la población más necesitada se vio en la obligación de generar sus propios ingresos, ya que la ayuda proveniente del aparato estatal no era suficiente para solucionar sus problemas más básicos.

Pero una de las características de esta problemática es su persistencia. Incluso los países más equitativos exhiben algún grado basal de desigualdad vinculado a la división del trabajo, la que requiere pagos diferenciados acorde a la complejidad de las ocupaciones o para el fomento de actividades que están sujetas a un appreciable nivel de riesgo, como la innovación y la labor empresarial. Para Mazzucato la moraleja de esta historia es que es el Estado el que mueve, en gran medida, las fronteras del conocimiento.

Existen varias razones para medir la pobreza, la primera es que sirve para evaluar el número de personas que deben ser consideradas como pobres y poder, así, asignar más eficientemente los recursos que se destinen al sector. Antes de adentramos más en el tema, es preciso definir algunos términos. Por necesidad se entiende no sólo los bienes que son indispensables para la vida, sino que también cualquier cosa que si no se puede tener, resulte indigno o inhumano para la persona, según los patrones culturales del país en cuestión. Se entiende por necesidad básica los niveles de satisfacción mínimos aceptables para la vida humana. Todas las personas tienen necesidades materiales y no materiales, esto sucede en todas las culturas y en todos los grupos sociales que las componen.

Estas múltiples dimensiones de la pobreza –cuando se miden adecuadamente – transmiten una imagen más completa que la proporcionada únicamente por el de indicador de ingresos. El rol de las empresas en la erradicación de la pobreza también debería abordar el marco de las condiciones de la pobreza, por ejemplo, participando en un diálogo de políticas para el suministro de bienes y servicios básicos en donde operan. La debilidad estatal no sólo se ha visto reflejada en la carencia de un sistema de atención de salud primaria que permita una cobertura adecuada para toda la población, sino también en la ausencia de espacios de protección. Se trata de una situación que ha consolidado espacios grises, donde grupos informales o criminales cumplen roles de protección y asistencia dirigidos a personas de alta vulnerabilidad.