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Una Experiencia De Intervención Organizacional En El Vector Comunicación Ferreyra, Natalia Orgaz, María Del Pilar Escuela De Psicología Grupal Enrique Pichón Riviere

organizaron en una matriz de análisis distinguiéndolas según convocaran a participar en la etapa inicial5 o desarrollaran los mecanismos participativos en las etapas de ejecución y evaluación. La experiencia del Banco permite concluir que la participación es un componente importante y valioso en sus actividades. El Banco enfrenta entonces

Se toma la categoría de subjetividades plusmodernas para sintetizar los procesos de articulación subjetiva frente a los discursos sociales en general y del neo-management en particular, cuyos elementos y significantes ordenadores se caracterizan por el borramiento de los límites, el no reconocimiento de la falta y la primacía del goce superyoico tendiente a sobrecargar y consumir al sujeto. Para ello se realizó un estudio cualitativo de análisis de discurso, por medio de entrevistas semiestructuradas, utilizando dimensiones de observación establecidas a partir del marco de investigación previo y categorías conceptuales introducidas en el presente artículo. La selección de participantes se realizó mediante un muestreo no probabilístico de tipo intencional. La muestra constó de 10 personas que se encontraban trabajando en jornada completa en organizaciones de Córdoba, Argentina. Para describir el funcionamiento integrado de los tres subsistemas podemos tomar, en un ejemplo de funcionamiento más rígido, el conjunto de procesos antiguamente asociado a la noción de «neurosis histérica». En esta noción una persona experimentaba la imposibilidad de procesar información que le resultaba emocionalmente perturbadora.

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Al mismo tiempo, profundiza en cómo los mandatos de maternidad y trabajo son significados y resueltos de formas distintas por mujeres de clase media y de clase trabajadora. Una segunda implicancia es la necesidad de considerar el ajuste en la orientación de los distintos modelos o técnicas utilizados. Así, siguiendo con el ejemplo anterior, si el objetivo de un programa es aumentar la flexibilidad estructural y se está trabajando a partir de un formato desarrollo de equipos o negociación, sería necesario incluir actividades congruentes, tales como desarrollo de sistemas de management de gestión y desarrollo de competencias. Deberían evitarse, al mismo tiempo, actividades asociadas al polo conservador, tales como refuerzo de discursos que validen diferencias entre identidades profesionales o unidades funcionales; estandarización de procesos y supervisión. Esto al menos en los ámbitos en los que se desea facilitar el desarrollo de innovaciones.

se ponen a votación las propuestas priorizadas en los pequeños grupos mediante el uso de los mismos naipes. El método permite una gran flexibilidad en función de la cantidad de

Esto obviamente genera mayores posibilidades de fragmentación e inhibición del desarrollo. Un segundo elemento que se asume sobre el self es que su funcionamiento integra los procesos atribucionales, incluyendo la auto observación, con otros múltiples procesos psicofísicos que sostienen a los anteriores y el resto de la actividad. Esta fue enunciada por Williams James (Linville y Carlston, 1994) y nos permite comprender al self como un sistema dinámico, en continuo incremento de su complejidad y, en condiciones favorables, en continua autodeterminación (Mischel y Morf, 2005). El artículo busca ser un aporte a la inclusión del género en las organizaciones laborales y a la comprensión del mundo del trabajo, mostrando cómo la esfera productiva se encuentra y entrelaza con la esfera reproductiva y llegan a ser indisociables en las representaciones de las mujeres.

Imaginemos, por ejemplo, una intervención para mejorar la coordinación entre dos sujetos en la cual se modifiquen los discursos sobre el conflicto pero no sus respuestas emocionales o las redes de influencia en que participa. Lo más possible es que a menos que haya un refuerzo constante, el nuevo discurso se desgaste muy rápidamente, volviéndose a la situación inicial con la adición de una pérdida en la confianza en las intervenciones. Lo mismo ocurriría en el caso de un trabajo que sólo incluyera impacto en el estado emocional o la asignación de mentores. Una extensión de esta idea es la necesidad de focalizarse en vínculos más que en supuestos individuos aislados, reconociendo que el desgaste de creencias y emociones es inversamente proporcional al nivel de ajuste entre individuos, lo que además está asociado a las necesidades de ajuste contextual.

Frente a esa realidad fuimos planteando diversas maneras de intervención que fueron ayudando a “desocultar” lo que había detrás de esos “indicadores”. [newline]Cada uno de ellos tenía un trasfondo latente que fuimos descifrando e interviniendo a fin de generar cambios en favor de la tarea. Generalmente terminamos evidenciando lo que Pichón llama “matrices de aprendizaje”, formas aprendidas de ser y actuar en el mundo, maneras de vincularnos aprendidas en nuestra historia vincular. Estas matrices de aprendizaje configuran – a nuestro entender- representaciones subjetivas sobre cómo comportarse comunicacionalmente. La primera establece que para abordar cualquier demanda organizacional interviene el vector comunicacional facilitando procesos de cambio. Así, si en una organización se quiere lograr una mejora en el trabajo en equipo, que las personas asuman determinadas responsabilidades, que desarrollen nuevas habilidades vinculadas a su trabajo, por ejemplo, siempre será esencial operar sobre la comunicación.

Ansoleaga y Godoy (2013) destacan la importancia de la continuidad de la carrera profesional en las estrategias de mujeres madres de grupos medios en Chile, y Johnston y Swanson (2007) destacan cómo el éxito profesional se ha agregado a la categoría de “madre integral” en mujeres profesionales de Estados Unidos. Cada integrante manifiesta su opinión respecto al tema a tratarse por escrito, luego, se discuten las opiniones en pequeños grupos. Se priorizan utilizando un sistema de naipes de colores, y por último se desarrolla un plenario donde nuevamente

territorio por parte de un sector (político y/o económico), sino, precisamente lo contrario. Éstas dan la palabra a todos los involucrados, más allá de su ubicación social, jerárquica o política, y toman en cuenta como posibilidad -dentro de las estrategias a planificar- la confrontación o

como agentes activos, en realizar diagnósticos situacionales, sabiendo que son relativos y que dependen de percepciones sesgadas de la realidad. Tales diagnósticos pueden modificarse en el tiempo, y deben incluir el cálculo político para que los proyectos a diseñar sean viables. A partir de esta

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Podemos tener personas con mucha pertenencia a la organización pero con poca pertenencia al grupo y sus fines, y viceversa. En este sentido si bien el grupo nos permite leer la trama organizacional no es un espejo exacto. Tiene un límite y potencialidad, porque justamente esa diferencia es la que nos permite introducir cambios.

La primera hace alusión a una modalidad de intervención en lo grupal que apunta a potencializar su eficacia o recuperar la operatividad esencial del proceso grupal. Mientras que el grupo calificado como operativo, se refiere a la cualidad intrínseca que tiene para operar, causar efectos; una noción ligada a la eficacia. Llamamos grupo operativo aquel que logra desarrollar una tarea abordando las ansiedades y obstáculos que pudieran frenar el alcance de sus objetivos. Sin embargo como los conflictos comunitarios son la antesala de los de naturaleza penal, que generalmente dan pie a una posterior y obligatoria intervención del Derecho Penal, como el aborto con consecuencias de muere de la madre, parece indispensable usar esta forma colaborativa de prevenir y resolver este conflicto de una forma más humana como es la propuesta restaurativa. Entre las emociones que se identifican en víctima y ofensor, destaca la vergüenza, regulador crítico del comportamiento social humano Nathanson (2011).

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Incluye catálogos, tutoriales, libros, capítulos de libros, revistas, artículos de revistas, tesis, videos, repositorios, directorios, crónicas, memorias, actas, misales,  entre otros. Bustos Ramírez, Juan, Hormazábal Malaree, Hernán (2005), Nuevo sistema de Derecho Penal, Editorial Trotta, Madrid, España. 5 Referente al otorgamiento por parte del Estado, a protección igualitaria a todas las personas ante la ley. Así parece que este complejo problema se trata con criterios cronológicos propios de nuestra cultura, situándose en los extremos de la vida su gestación y vejez, la mayor de las desprotecciones que da el Derecho a las personas. En el continente asiático, el aborto es permitido en China, donde debido a su contexto político y demográfico se considera imprescindible por el gobierno de China para la estabilidad de la población y alcanzar la política de hijo único evitando la superpoblación.

Arechaga, Patricia, Brandoni, Florencia y Risolia, Matilde (comps) (2005), La Trama de Papel. Como autora del hecho ha sufrido un grave quiebre con la comunidad, en el sentido que ha realizado un hecho que gran parte de la comunidad no aprueba en el aspecto ethical y por lo que la discriminan del resto de su género, sintiéndose rechazada. Pero también ella percibe que esa sociedad no le ha ofrecido a ella las oportunidades y acogida que ella necesitaba, lo que causo se encontrara en la situación de abortar. Es este quiebre de dolor, arrepentimiento, rencor y vergüenza el que requiere ser reparado mediante medidas de mitigación reales y oportuna, que se ofrecen mutuamente la sociedad a la mujer, que son mutuamente víctimas y ofensores, tales como reconocimiento de su falta de oportunidades de su dolor, inclusión laboral y terapia y ésta a la sociedad, participando en terapia, orientación sexual, ofreciendo su testimonio y aporte o trabajo comunitario. La víctima por su parte, representada por la familia y comunidad es acogida en su dimensión personal y humana, permitiendo a las partes desarrollar habilidades en la resolución del conflicto de manera no violenta, disminuyendo la probabilidad de reincidencia y aportando a prevenir nuevas situaciones como estas. Por otro lado, las prácticas formales involucran a más personas, requiriendo para ello, mayor tiempo de planificación, así como una estructura más formal y completa.

En esta línea, es la comunidad la que debe responsabilizarse, mediante la aplicación de mecanismos restaurativos, que permitan a la mujer y a la sociedad restablecer el quiebre producido, reinsertando socialmente a la mujer, la que necesita ser reparada y acogida por su comunidad cercana debido a sus carencias y a su vez reparar a la comunidad, la que tampoco deseaba que se afectara la vida humana de ninguna manera. Sin embargo, uno de los riesgos de la despenalización es que se invisibiliza el fenómeno del aborto. Siendo así, no puede usarse esta política  como excusa del Estado y la comunidad para limitar la procreación de los sectores más vulnerables ni para ignorar sus consecuencias, dejando a la mujer abandonada a su suerte. Se ha mostrado como la cultura separa ficticiamente por etapas cronológicas la vida de un ser humano, en su tránsito de embrión a feto, infante, adolescente, adulto y anciano, sin considerar que estamos frente a la misma persona. Donde si bien el feto no tiene todo el desarrollo de un niño, tampoco el niño lo tiene respecto del adolescente, ni éste del adulto, pero nadie pensaría por eso desconocer los derechos del niño o adolecente, o plantear que uno tiene más derechos a la vida que otro, sino al contrario, entre menor desarrollo y más indefenso más se protegen sus derechos, (niños y ancianos) (Soto; Román; Rojas, 2009). Por otra parte, otro de los argumentos a favor de despenalizar el aborto dice relación con los efectos psicológicos, a los que se ha hecho referencia, los que no demuestran que el aborto cause peores efectos psicológicos que las depresiones submit parto, los abortos espontáneos o los partos en condiciones forzadas para la mujer y que las circunstancias psicológicas negativas más bien se refieren al temor por las consecuencias del entorno.

Lo que requiere de límites bien definidos y exigencia en el cumplimiento de las normas y en el caso del management, la asistencia permanente e interés centrado en el bienestar y apoyo del infractor. Permitiéndose que se confronte y desapruebe la infracción, pero logrando al mismo tiempo, el reconocimiento de los valores del infractor. Mirada reintegradora que resignifica el hecho y compromete al infractor, propiciando una participación colaborativa y reflexiva de los involucrados para establecer procesos de sanación y aceptación de responsabilidad.

“Por empezar, uno se da cuenta de la responsabilidad que tiene, de hacerse valer al respecto, sentir el peso político que tenemos sin necesidad de ser ingeniero. En “el juego del tabú” pudimos trabajar sus definiciones y – por lo tanto- sus representaciones. Estas definiciones, se caracterizaban por ser cortas, simples y concretas y lo más significativo era que no eran discutidas ni ampliadas por otros integrantes. Cabe aclarar que los indicadores comunicacionales se fueron evidenciando y reforzando a través del análisis de los otros vectores arriba mencionados, sin ellos hubiera sido imposible intervenir en el “vector comunicación”.

El aunar criterios para obtener una visión uniforme sobre la aceptación o rechazo de la despenalización del aborto o sobre su libertad de determinación, sin regulación normativa, no es hoy ni será nunca una cuestión tan fácil de resolver, es entonces prudente detenerse a reflexionar sobre las condiciones y factores previos a la decisión que una mujer pueda adoptar sobre la interrupción anticipada de su embarazo. Desde lo que resulta elementary, más allá de las regulaciones legislativas, profundizar sobre la necesidad de políticas públicas que permitan tomar  decisiones antes del aborto, en base a condiciones mínimas  de las mujeres tendientes al  respeto de ciertas garantías fundamentales. Ahora considerando que uno de los mecanismos más utilizados en nuestra realidad latinoamericana, es el de la mediación penal, es válido analizar si sirve como posible tratamiento del aborto. Dejando la mediación para situaciones en que el aborto involucre intereses contrapuestos que sea necesario tratar en forma directa entre la mujer y el padre o familia de la criatura. Experiencia que parece ser buena práctica de protección de la vida prenatal a través de políticas activas de apoyo a las mujeres embarazadas y a la maternidad. Así tutelando el bien jurídico al inicio de la gestación, su protección se articula a través de la voluntad de la mujer, y no contra ella.

Al ir finalizando los encuentros,- y por las ansiedades que despierta el cierre-, un consejero que no había participado del proceso de aprendizaje comenzó repetidamente a sugerir que “preguntemos a la gente que piensan de ellos”, trayendo nuevamente las ansiedades de la “acreditación”, ansiedades que ya resueltas por el grupo. Sin embargo, el grupo pudo “tomarse” de lo aprendido para devolver una nueva manera de ver su realidad, mas compleja y menos cargada de “temores”. Primero se presentaban desde el saber cotidiano y luego se iban complejizando con preguntas al estilo “abogado del diablo”. Forzamos –apoyados en reglas de juego- la expresión de definiciones, la toma de decisiones, el ejercicio de esgrimir argumentos, imaginar situaciones extremas e intermedias, entre otras. La confianza entre los integrantes del Consejo fue una característica determinante en los roles comunicativos, que podría haber sido valorada como positiva para el desarrollo del rol. Pero, a lo largo de los encuentros esta valoración mutó; era más bien un obstáculo para que los participantes asumieran un rol institucional porque imprimía principios de funcionamiento ajenos a un órgano de dirección.

El monto[9] de la conversación (o de la discusión) no era directamente proporcional a la “importancia relativa al tema” (en términos de impacto en desarrollo, inversión económica e impacto social o empresarial). Los temas en los que participaban con comentarios, preguntas, propuestas y sugerencias eran cuestiones vinculadas más a su área de conocimiento y se inscriben dentro de su “espectro cultural de interés”. Presentaban mayor dificultad en integrarse a conversaciones sobre temas vinculados a las nuevas tecnologías, vinculación con otras empresas e instituciones, política, desarrollo empresarial, and so forth. La primera intervención que realizamos fue la observación de una reunión ordinaria de Consejo. Esta primera observación nos debeló pautas de comunicación que serían recurrentes, marcando un estilo comunicacional propio.

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Un grupo en tanto operativo puede ser visualizado como un proceso en espiral, en donde abordando sus contradicciones internas (tarea implícita) da saltos cualitativos en la realidad grupal orientados a la consecución de un objetivo (tarea explícita). Desde esta teoría, grupo debe ser entendido como “un conjunto restringido de personas ligadas por constantes de tiempo y espacio articuladas por su mutua representación interna que se proponen en forma explícita o implícita una tarea que constituye su finalidad. Estas personas interactúan a través de complejos mecanismo de adjudicación y asunción de roles”[1].

Nuestra propuesta no puede separar el momento del diagnóstico del de la intervención porque es en el mismo espacio grupal en donde los sujetos alcanzan a visualizar la manera en que se comunican, reflexionan sobre ella y la modifican. Si la comunicación organizacional se da entre personas en relación, es en la misma interacción en donde puede ser modificada. Nunca de manera individual y tampoco como modelo impuesto a seguir, como normas a las cuales ajustarse. En una organización hay que diferenciar el sentido de pertenencia con respecto a la organización y con respecto al grupo de trabajo en el que se está interviniendo. Podemos tener personas con mucha pertenencia a la organización pero con poca pertenencia al grupo y sus fines, y viceversa. En este sentido si bien el grupo nos permite leer la trama organizacional no es un espejo exacto.

Los que en un procedimiento restaurativo podrían convertirse en comunidades de apoyo, además de manifestar sus propias necesidades facilitando la subsanación y restauración del daño ocasionado. Por ello, en la actualidad se desarrollan en los Estados mecanismo a través de los cuales se otorga reconocimiento a la autonomía de los sujetos, lo que significa reafirmar su libre elección de establecer planes personales en pos del desarrollo de valores anhelados, elección que no debería ser interferida por la facultad del Estado, estableciendo sistemas de persecución que nieguen la autodeterminación de las mujeres en materias de procreación. África por su parte, mantiene una política restrictiva respecto al aborto, con la excepción de Sudáfrica, donde existe la ley del año 1997 de “Libre Elección respecto a la Interrupción del Embarazo”, que permite el aborto sin ninguna restricción durante las primeras doce semanas de gestación.

Un denominador común de esta permanente discusión es la tensión que se produce entre la valoración socio-histórica y políticamente condicionada de la maternidad, y el carácter subjetivo de un proceso que ocurre –en concreto– en el espacio íntimo-sexual y, en el cuerpo humano femenino. Dicha tensión, según Claudia Dides (2006), es un aspecto que trasciende a las prácticas de salud, porque devela de qué manera la reproducción humana y sus consecuencias a pesar de constituir asuntos del ámbito privado y vida afectiva de las personas, se transforman temas políticos cuando requiere crear políticas públicas. El aunar criterios para obtener una visión uniforme sobre la aceptación o rechazo de la despenalización del aborto o sobre su libertad de determinación, sin regulación normativa, no es hoy ni será nunca una cuestión tan fácil de resolver, es entonces prudente detenerse a reflexionar sobre las condiciones y factores previos a la decisión que una mujer pueda adoptar sobre la interrupción anticipada de su embarazo. Desde lo que resulta basic, más allá de las regulaciones legislativas, profundizar sobre la necesidad de políticas públicas que permitan tomar  decisiones antes del aborto, en base a condiciones mínimas  de las mujeres tendientes al  respeto de ciertas garantías fundamentales.

Se plantea entonces un intercambio verbal, en un pensar acerca de, en función de los objetivos y las necesidades de sus integrantes[2]”. En esta línea, es la comunidad la que debe responsabilizarse, mediante la aplicación de mecanismos restaurativos, que permitan a la mujer y a la sociedad restablecer el quiebre producido, reinsertando socialmente a la mujer, la que necesita ser reparada y acogida por su comunidad cercana debido a sus carencias y a su vez reparar a la comunidad, la que tampoco deseaba que se afectara la vida humana de ninguna manera. Sin embargo, uno de los riesgos de la despenalización es que se invisibiliza el fenómeno del aborto. Siendo así, no puede usarse esta política  como excusa del Estado y la comunidad para limitar la procreación de los sectores más vulnerables ni para ignorar sus consecuencias, dejando a la mujer abandonada a su suerte. Se ha mostrado como la cultura separa ficticiamente por etapas cronológicas la vida de un ser humano, en su tránsito de embrión a feto, infante, adolescente, adulto y anciano, sin considerar que estamos frente a la misma persona. Donde si bien el feto no tiene todo el desarrollo de un niño, tampoco el niño lo tiene respecto del adolescente, ni éste del adulto, pero nadie pensaría por eso desconocer los derechos del niño o adolecente, o plantear que uno tiene más derechos a la vida que otro, sino al contrario, entre menor desarrollo y más indefenso más se protegen sus derechos, (niños y ancianos) (Soto; Román; Rojas, 2009).

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Se diferencia de la interacción porque en ésta el otro no es significativo para mí, ni condicionante para transformar la realidad. Por el contrario, la comunicación implica el intercambio de mensajes no solo verbales y la existencia y construcción de un código en común. Permite el ajuste recíproco de las partes para desarrollar una tarea specific, por medio de un análisis multidimensional de los hechos, enriquecido por cada sujeto. En resumen, lo que vemos en el grupo…, no es sólo del grupo; la organización se “cuela” en él permitiéndonos visualizar “con pinzas” lo que allí sucede. Es nuestra tarea confirmar las hipótesis construidas a partir del trabajo grupal mediante intervenciones en esa realidad organizacional; y operar luego en el grupo, entendido éste como espacio de transformación. La técnica de grupo operativo parte del para qué, para analizar el cómo y el porqué generando estrategias de acción al respecto.

Finalmente, una razón argumentada a favor de legalizar el aborto, es que reduciría el riesgo para la vida y la salud de las mujeres permitiendo el management de las condiciones en que estas prácticas abortivas se ejecutan, limitándose además la comercialización de prácticas abortivas clandestinas de numerosas clínicas. La cuestión sobre si la mujer tiene o no derecho a interrumpir el embarazo, por tener autonomía y libertad para decidirlo, es un tema actual, que vino con la defensa de los derechos de la mujer, en la segunda mitad del siglo XX, donde se plantean posturas de despenalización del aborto basadas en el derecho a la autonomía de la mujer y a los derechos sobre su propio cuerpo, donde solo ella debe decidir sobre su concepción. En países sudamericanos como Paraguay y Brasil, el aborto sólo puede ser considerado cuando peligre la salud de la mujer, lo que en Chile se permite en la práctica, pero no bajo una autorización normativa expresa, ya que el Código Penal no contempla la hipótesis del aborto terapéutico, como lo hacía antes en el código sanitario, pero por medio de la analogía legal, se ha podido considerar estado de necesidad exculpante, al colisionar derechos fundamentales2.

Cabe aclarar que los indicadores comunicacionales se fueron evidenciando y reforzando a través del análisis de los otros vectores arriba mencionados, sin ellos hubiera sido imposible intervenir en el “vector comunicación”.

Nuestra ponencia tiene como objetivo mostrar en un caso una metodología de abordaje de la comunicación organizacional basada en los aportes de Enrique Pichón Rivière sobre la conformación de grupos operativos. Arechaga, Patricia, Brandoni, Florencia y Risolia, Matilde (comps) (2005), La Trama de Papel. Como autora del hecho ha sufrido un grave quiebre con la comunidad, en el sentido que ha realizado un hecho que gran parte de la comunidad no aprueba en el aspecto ethical y por lo que la discriminan del resto de su género, sintiéndose rechazada. Pero también ella percibe que esa sociedad no le ha ofrecido a ella las oportunidades y acogida que ella necesitaba, lo que causo se encontrara en la situación de abortar. Es este quiebre de dolor, arrepentimiento, rencor y vergüenza el que requiere ser reparado mediante medidas de mitigación reales y oportuna, que se ofrecen mutuamente la sociedad a la mujer, que son mutuamente víctimas y ofensores, tales como reconocimiento de su falta de oportunidades de su dolor, inclusión laboral y terapia y ésta a la sociedad, participando en terapia, orientación sexual, ofreciendo su testimonio y aporte o trabajo comunitario.

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Permitiéndole adoptar su decisión en un plazo razonable, tras haber sido informada clara y objetivamente de todas las prestaciones y derechos a los que puede acceder durante el embarazo, sus consecuencias y las de la interrupción del mismo. Adelantando propuestas, por las características propias del aborto, y  la necesidad de incorporar a la comunidad al tratamiento de este fenómeno, el mecanismo que parece más adecuado es la Conferencia del Grupo Familiar, que consiste en que frente a una infracción o delito, se desarrolla un proceso de diálogo, con el objetivo de discutir la conducta de los actores y los hechos acontecidos antes y durante la infracción o delito, proponiendo un plan para el futuro. Este procedimiento usa una metodología definida por un funcionario público, quien convoca; al infractor, su familia, la víctima, un trabajador social, un representante del Ministerio de Salud, de la Policía y  otros representantes de la comunidad. Desde los argumentos en contra de aceptar el aborto como una práctica libre y sin regulación legal, Parecen contradictorios los planteamientos legislativos que atenúan la protección del que está por nacer y sancionan con severidad los atentados contra la vida, ya que estamos frente al mismo ser que en unos meses será un niño/a, sujeto de derecho y centro principal de protección de los derechos humanos, por ser más indefenso que otros. Para abordar este fenómeno, no solo se reflexionara sobre el aborto consentido como un hecho social, sino que también se analizaran los fundamentos y resultados de aplicar políticas públicas tendientes a su despenalización y aquellas con tendencias divergentes, contrarias a su libre aplicación, que cuestionan que el Derecho no se haga cargo de este fenómeno y lo considere sin más una faculta que depende de una decisión individual.

Si bien sus primeros aportes fueron en el campo de la salud mental, la mirada sobre la realidad vincular permitió pensar e intervenir en otros espacios no tan íntimamente ligados a este campo específico. Aunque el criterio de salud -entendida como la capacidad de las personas de desarrollar una adaptación activa a la realidad para transformarla y transformarse- sería issue de observación e intervención en todos los contextos de abordaje (educación, arte, trabajo, planificación comunitaria, entre otros). El aprendizaje –como apropiación de la realidad para transformarla- y la comunicación mediarían para desarrollar esta adaptación activa transformadora y “saludable”.

Por otra parte, otro de los argumentos a favor de despenalizar el aborto cube relación con los efectos psicológicos, a los que se ha hecho referencia, los que no demuestran que el aborto trigger peores efectos psicológicos que las depresiones publish parto, los abortos espontáneos o los partos en condiciones forzadas para la mujer y que las circunstancias psicológicas negativas más bien se refieren al temor por las consecuencias del entorno. Comentario aparte merece Estados Unidos, donde a raíz del caso Rode vs. Wade3 y de Doe vs. Bolton4, en 1973 se declaró ilegal la prohibición del aborto por la Suprema Corte norteamericana, acogiendo la concept de que viola la 14 enmienda de la Constitución. Revirtiéndose decisiones judiciales en torno a la penalización del aborto y convirtiéndose en un referente a nivel mundial, al determinar que todas las leyes federales y estatales de EEUU debían ser modificadas, en cuanto proscribían o  restringían el aborto, bajo el amparo del derecho a la privacidad, enmarcado en el debido proceso de la 14° enmienda5. Al respecto se puede observar que cada Estado establece su normativa en base a elementos propios de su cultura, demografía, desarrollo e ideología política. Así por ejemplo, la realidad europea y norteamericana dista mucho de lo que acontece en países africanos y en los sudamericanos, donde las posibilidades de abortar amparadas por la legislación nacional son nulas o muy restrictivas, viviéndose en éstos países hoy, un importante debate en cuanto a las posibilidades de incorporar en su normativa un derecho más amplio a la mujer para decidir sobre su propio cuerpo y la interrupción del embarazo. Una de las consecuencias sociales vinculadas a las psico-jurídicas que produce el aborto, son las que operan en ciudades conservadoras, o con fuertes tintes ideológicos, esto es la discriminación social, que produce la sanción moral y el desarraigo social, que sufren las mujeres que se practican un aborto, las que sin perjuicio del dolor por su perdida y la sensación de culpa, padecen una exclusión social, enfrentadas a una pena (Casas L.; 1996).

Por eso, cualquier intervención grupal debe estar orientada a favorecer el logro de esta tarea. Es el leitmotiv de la conformación de grupo (constelación necesidad-objetivo-tarea; organizador interno de la conformación de grupo). Entre los beneficios de un sistema retributivo se ha podido corroborar que permite al desjudicializar, destinar recursos focalizadamente, ofrece mayores oportunidades para iniciar un proceso educativo y socializante, donde el infractor en este caso los participes del aborto, asumen más responsabilidades y se enfrenta a lo dañino de su acción. La forma de participación de los interesados dependerá de la tipología de prácticas restaurativas usada, las que son formales e informales. Las informales permiten manifestaciones emocionales y toma de conciencia a partir de la comunicación entre partes.

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Conforme a lo anterior, es posible reforzar la hipótesis de que el aborto no presentaría mayores consecuencias emocionales de las que representa el parto para una mujer. Situación que se atenuaría aún más, cuando se realiza tempranamente el procedimiento de aborto, que cuando se da de manera espontánea, situación que tiene consecuencias psicológicas más traumatizantes, al no contar con preparación y apoyo psicológico. Por otro lado, existen otras investigaciones que demuestran una mayor incidencia de depresión, en mujeres en situación de post parto, que en aquellas que se encuentran en periodo publish aborto. Así también, se aprecian mayores consecuencias emocionales en  mujeres a las que se les ha denegado el aborto y se las ha forzado a una maternidad (Ibid). En el Reino Unido el aborto es authorized debido a la existencia de la Abortion Act de 1967, autorizado bajo los supuestos de evitar lesiones graves permanentes a la integridad física o salud psychological de la mujer; hasta las 24 semanas de gestación; y supuestos en que el embrión o feto puede ser afectado por discapacidad física o mental. Acta con la incorporación 1990 de la HFE Act, Ley sobre Fertilización Humana y Embriología.

Dencialidad en la toma de decisiones referidas a la salud sexual y reproductiva, derechos que el Estado tiene la responsabilidad de no transgredir y adoptar las medidas que sean necesarias para asegurar su ejercicio (Dides, 2006). Conforme a ello, es que en países de mayor desarrollo, donde se ha  despenalización el aborto, se han adoptado medidas de educación temprana en esta materia, creación de redes de cuidado significativas para las mujeres. Es así como es posible apreciar que a nivel internacional, existen países donde además de legislar favorablemente sobre el aborto, han debido desarrollar políticas públicas que permiten evitar las situaciones en las que una decisión de tal naturaleza deba adoptarse, a partir de la facilitación de recursos de prevención, información y otorgamiento de condiciones que eviten el aborto o le ofrezcan buenas condiciones sanitarias básicas.

Si bien sus aportes son de una riqueza inabordable, para los fines de este trabajo, nuestra mirada sobre las organizaciones y la comunicación que circula en ellas, está fuertemente influenciada por el ECRO Pichoniano. En este trabajo sólo nos remitiremos a especificar cómo sus aportes sobre grupos operativos sirvieron para diseñar una metodología de intervención innovadora en el campo de la comunicación organizacional. Entendemos la comunicación como un sistema complejo de intercambios que genera y sostiene todo vínculo. Se trata de una acción que posibilita la construcción social de sentidos, asegurando la posibilidad de intercambio, base para el accionar colectivo sobre la realidad.

B) Generar espacios de comunicación implica abrir un “campo de posibilidades” para el aprendizaje organizacional, romper con patrones instalados y mostrar otras maneras de ver, hacer y estar en la organización. Para impactar en la comunicación fue necesario “poner en cuestión” y desnaturalizar la manera instalada de comunicarse y esto se logra en acción, en contexto, en situación. Se presenta a continuación los indicadores comunicacionales que fueron emergiendo en las dinámicas grupales y que considerábamos significativos en la medida en que actuaban obstaculizando o facilitando el aprendizaje en el ejercicio del rol.