Schneider lo ha bautizado como “capitalismo jerárquico” y cube que Chile es el caso clásico. Dado que estas grandes empresas están controladas por unas pocas familias, el académico del MIT piensa que este “capitalismo familiar”, como también llama al modelo chileno, “difícilmente puede ser defendido por los partidarios del libre mercado”. De la misma forma, en el otro extremo, en el extremo de los privilegiados, el capitalismo genera también deformaciones monstruosas. El desarrollo superlativo de las comodidades materiales autores que hablen de la pobreza y la tecnología ha permitido para unos pocos un desarrollo completamente desproporcionado, y a la larga inútil. Las grandes empresas (propiedad de un grupo muy reducido de personas, que se apodera gradualmente del mundo), intentan convencernos de que para satisfacer nuestras necesidades requerimos productos que ya han perdido hace rato cualquier utilidad práctica. Hoy, hasta el Fondo Monetario Internacional (FMI), usualmente enfocado en el crecimiento, lanza miradas inquietas ante el crecimiento de la desigualdad.
En la época de Marx, más del 80% de la humanidad vivía en la pobreza extrema. Las vidas de la gran mayoría eran cortas, plagadas de enfermedades y lastradas por el analfabetismo, la desnutrición y la falta de libertad. Atkinson argumentaba que lo que le está faltando a los más pobres y a las clases medias, es lo que los más ricos se están llevando cada vez en mayor cantidad. Y que la mala distribución está empobreciendo a todo el sistema, porque “la producción complete está influida por cómo se distribuye la riqueza”. La Encuesta de Caracterización Económica (Casen) mostró una disminución de la pobreza por ingresos en el país.
No obstante, advirtió que los empleos aún no se han recuperado tras la pandemia. “Me alegro mucho por la baja en la pobreza, porque había un riesgo que se llamaba inflación. Pero ojo, porque la caída en pobreza es por los subsidios monetarios, no es por el mercado laboral, porque esto todavía no se ha recuperado 100 percent después de la pandemia. En paralelo a la reducción de los ingresos autónomos, los subsidios comenzaron a subir en forma acelerada.
Frente a los economistas que sostienen que la desigualdad no debe importar ni a la política ni a las personas (pues es un tema irrelevante, al lado del problema de la pobreza y el crecimiento económico), Atkinson argumentaba que la distribución debía estar en el corazón de la investigación económica. Entre otras cosas, porque a las familias y a los individuos sí les importa. Con todo, los factores que generan un incremento en la desigualdad son múltiples e incluso hay algunos consecuencia de evoluciones deseables en la sociedad. El acceso extendido de la mujer al mundo del trabajo y la educación universitaria se encuentra entre estos. Como expone Branko Milanovic, hombres y mujeres acostumbran a emparejarse con personas de un estatus comparable al suyo. Hasta hace algunas décadas, en la medida en que los hombres contaban con mayores recursos, era menos possible que sus esposas trabajaran y tuvieran sus propios ingresos.
“Sí importa que algunas personas puedan comprar tickets para un viaje al espacio mientras que muchos otros hacen fila en los bancos de comida. Una sociedad en la que nadie puede comprar tickets para la Luna, pero todos pueden ir a comprar su alimento a tiendas normales, tiene una grado mayor de cohesión y de intereses compartidos”, escribió. «Frente a la demostración teórica de que la intervención del Estado es perjudicial, la solución que propondrán los colectivistas no es mayor libertad, sino mayor regulación hasta que seamos más pobres y todo dependa de un burócrata sentado en una oficina de lujo».
Así las cosas, en términos reales el ingreso autónomo se redujo entre 2017 y 2022, asociado a una caída de su principal componente, el ingreso laboral, fenómeno que se explica por la mayor prevalencia de empleo por cuenta propia y que crece en el segmento de ocupados pobres. Así, mientras en 2017, el 39% de los ocupados pobres period trabajador por cuenta propia, en 2022 esa proporción ha subido a 44%. Actualmente, los movimientos populistas sacan provecho a ese sentido de pertenencia que sobrevive en los sectores empobrecidos, articulando un discurso de odio contra otros que viven en el mismo país. El gran desafío de nuestro tiempo, cube Collier, es encontrar otra vez un vínculo lo suficientemente amplio que regenere las confianzas y las responsabilidades mutuas. A propósito de esta variedad, planteamos dos puntos importantes de tener en cuenta para quienes estamos interesadas en tener una conversación feminista anti-capitalista este eight de marzo.
Al contrario, países donde el high 1% obtiene proporcionalmente menos riqueza -como Suecia, Dinamarca, Finlandia o Francia-, el nivel de pobreza está bajo la media del grupo. De entre los más prósperos, solo Suiza parece haber conseguido que sus más ricos tengan mucho del PIB y, a la vez, la pobreza sea reducida. Durante las últimas décadas, siguiendo la receta de Lucas, muchos países priorizaron la lucha contra la pobreza y dieron la espalda a la desigualdad. Por ejemplo, en Estados Unidos, la pobreza cayó entre 1948 y 1960 desde el 33% al 19%. Pero desde entonces, no ha habido variación y hoy son forty five millones los estadounidenses que están bajo la línea de la pobreza.
En el otro extremo, en el décimo decil, la variable corresponde en promedio a eight,9% de los ingresos totales. La pobreza no ha sido reducida por el capitalismo, sino a pesar y en contra de la oposición de los capitalistas. Entonces, no es solo que el capitalismo no soluciona la pobreza, sino que sumerge a más y más personas en la desesperación, para que el sistema pueda sobrevivir. A ese ritmo, los expertos proyectan que se necesitarían más de 200 años para estar cerca de eliminar la pobreza.
No es difícil entender porqué estos ilusos ganan elecciones, ni porqué dejan arruinados a los países que gobiernan. Quien lo dude puede mirar la España de José Luis Rodríguez Zapatero o la Francia de François Hollande, si es que no quiere volver la mirada hacia el Chile de hoy. Para Atkinson, es la norma antimonopolio efectiva, entre otras regulaciones, la que permite que haya libertad de mercado. Dos convicciones fundamentales empujaron su trabajo en las últimas décadas. Cuando el modelo falla, no hay que enojarse con la realidad, hay que cambiar el modelo». El Estado se financia a través de la coacción y, a mayor carga, mayor coacción y menor libertad».
Y eso es solo si nunca más hay recesiones y la economía world logra alcanzar 173 veces su tamaño precise. Hasta el año a thousand de nuestra period, el promedio de ingreso de los habitantes de distintas regiones del mundo period acción ciudadana frente a la pobreza cerca de 450 dólares por año, en dólares de 1990. Eso significa que nuestros antepasados vivían con un poco más de un dólar por día y que en Europa el nivel de ingreso period related a América Latina y África.
Más aún, el desafío de superar la pobreza no tiene sólo que ver con una mejor distribución de recursos materiales, tiene más que ver con mejorar las vías de integración y participación social, con superar la exclusión social y cultural que divide y hiende nuestra sociedad y marginaliza a un grupo de ella. Como respuesta a estos indicadores, suele decirse que el problema no es que los ingresos sean muy desiguales, sino que hay demasiadas personas pobres. También se argumenta que la desigualdad period baja en los regímenes comunistas ruso y chino en 1980 y que su posterior aumento contribuyó a estimular la innovación y el crecimiento en beneficio de todos.
Esas propuestas no se limitan a la estrategia clásica de aumentar los impuestos. Atkinson argumenta en su libro que atacar la desigualdad con impuestos implica actuar al last del proceso de creación de riqueza, cuando los contratos se han hecho, los salarios ya se han pagado y la riqueza ya se repartió. En ese sentido, los impuestos tratan de corregir ingresos que se distribuyen cada vez peor.