Por último, el patrimonio es en buena medida la herencia que se traspasa a la siguiente generación y, por lo tanto, es una de las razones de por qué algunos apellidos prosperan y dirigen políticamente por décadas. Dicho de otro modo, el alto patrimonio que reciben unos y la carencia completa de herencia para otros, tiende a mantener o incrementar los niveles de desigualdad tanto económica como de influencia política. Eso puede explicar, por ejemplo, por qué tanto la extrema riqueza como la pobreza son lugares “pegajosos”, como los outline la OCDE, es decir situaciones de las que es difícil salir. En el caso de Chile, la misma OCDE ha dicho que las desigualdad de clase familias pobres necesitan seis generaciones para que uno de sus descendientes llegue a la clase media (ver nota BBC). Durante milenios, las ruedas del cambio, la interacción reforzada entre el progreso tecnológico y el tamaño y la composición de la población humana giraron a un ritmo cada vez mayor hasta que, finalmente, se alcanzó un punto de inflexión que desató el rápido progreso tecnológico de la Revolución Industrial. La creciente demanda de trabajadores calificados y educados que pudieran navegar en este entorno tecnológico que cambia rápidamente incentivó a los padres a invertir en la educación de sus hijos y, por lo tanto, a tener menos hijos.
Siguiendo al texto Desiguales y a la OECD (2012), se necesita reducir las brechas que existen en la estructura productiva de la economía chilena, que se expresan en circuitos diferenciados de productividad, competencias laborales, salarios y estabilidad en los empleos. Entre las políticas a considerar destacan las que mejoran la productividad vía capacitación, aumentan la participación laboral femenina y reducen las prácticas discriminatorias en el mercado del trabajo; así como un fortalecimiento de todos los niveles del sistema educativo. Estos ciclos de alza y baja pueden observarse a través de la evolución del coeficiente de Gini, el cual es un indicador que se encuentra entre 0 y 1, donde un mayor número indica más desigualdad en la dimensión de los ingresos. Llama la atención que en ningún período de nuestra historia el coeficiente haya estado en un nivel comparable a los que muestran los países actualmente más desarrollados (figura 1).
Cuando nos enfrentamos a la tarea de definir el concepto de desigualdad económica, la primera pregunta que surge es ¿desigualdad de qué? En otras palabras, hay que determinar a qué nos referimos cuando hablamos de desigualdad económica y aquí es donde nos encontramos con dos perspectivas, ex-ante y ex-post 1 . Atkinson (2015) afirma que la literatura se encuentra, generalmente, dividida sobre si comprender la desigualdad como una de oportunidades o de resultados.
Si los tipos de cambio se hubieran mantenido igual que en 2019, la riqueza total habría crecido un four,1% y la riqueza por adulto un 2,7%. Un estudio demuestra que sixty two personas concentran la mismo riqueza de más de 3 mil millones en el mundo. “Finlandia tiene la distribución del ingreso idéntica a la chilena, la misma, antes de que sucedan los impuestos y antes de la transferencia desigualdad capitalismo monetaria es idéntica. ”, expresó Valenzuela, quien concluyó que “los que ganan más dinero de la sociedad, pagan muchos más recursos”. El investigador resaltó que estos aspectos de diseño muestran que, “si bien debemos tratar de aprender de los fracasos de los impuestos sobre el patrimonio europeos, no está claro que las propuestas modernas de impuestos sobre el patrimonio en otros países también fracasen.
Si bien es cierto que bajo las políticas neoliberales impulsadas en dictadura y mantenidas en su mayoría durante los 30 años de democracia se ha reducido la pobreza por ingresos, también es cierto que ese mismo modelo ha generado que en Chile la riqueza esté muy mal distribuida y altamente concentrada. En una década el país logró reducir sustancialmente la pobreza por ingresos, si en 2006 el 29,1% de quienes vivían en el país estaban en situación de pobreza, esta cifra bajó a eight,6% en 2017, según la Encuesta de Caracterización Socioeconómica (Casen). Sin embargo, la desigualdad no ha seguido el mismo curso, si en 2006 la diferencia de ingresos del trabajo entre el 10% más rico y el 10% más pobre era de 30,8 veces, en 2017 el 10% más rico ganaba 39,1 veces más que el decil más pobre, según la Encuesta Casen. Aún más, si se mira la pobreza multidimensional que es aquélla que considera el acceso a la salud, educación, trabajo y seguridad social, la vivienda y entorno, y las redes y cohesión social, en Chile el 20% de sus habitantes es pobre. Por una parte, como se puede observar en la Tabla 2, este ODS no contempla en ninguna parte las causas de las desigualdades económicas.
desigualdad económica y así, avanzar para acabar con la pobreza y dar paso a un mundo mejor. Cuando
Así, nuestro gasto social se ha expandido a una velocidad que casi dobla a nuestro crecimiento. Este gasto social en aumento debe evaluarse además junto con la expansión del Estado chileno. Chile es el cuarto país con mayor desigualdad de ingreso en la región más inequitativa del planeta. Increíblemente, el problema no ha sido materia de política pública desde el retorno a la democracia, y la tendencia general ha sido a quedarse muy satisfechos, y sentir que hemos hecho la tarea porque efectivamente se ha reducido la pobreza en un grado importante. Sin duda la igualdad de oportunidades en materia de educación es uno de los grandes cimientos de las sociedades más equitativas (y, no casualmente, más desarrolladas) del planeta, como es el caso de los países nórdicos. Mientras que Brasil, Chile y Colombia parten de una desigualdad de ingreso de mercado related, en este último país la desigualdad de ingreso final es mucho más alta.
Las tasas de fertilidad comenzaron a disminuir y los niveles de vida mejoraron sin ser contrarrestados rápidamente por el crecimiento de la población, y así comenzó un aumento a largo plazo en la prosperidad humana que el mundo ha experimentado en los últimos dos siglos. Doctorado en Columbia, Galor concilia su interés en la historia con su preocupación por la desigualdad y el crecimiento económico. Desde la Universidad de Brown comenzó sus investigaciones en torno a esos temas hace más de 30 años. Galor profundizó su exploración empíricamente, desarrolló modelos matemáticos y dio forma a una Teoría del Crecimiento Unificado. Así, el término ‘vivienda social’, común en Europa y conocido en todo el mundo, rara vez ha sido utilizado en los Estados Unidos.
La mantención de la desigualdad económica no solo atenta contra derechos fundamentales de las personas, sino que, deteriora moralmente a los pueblos, y permite que la captura de la política por parte de quienes controlan la mayor parte de la riqueza debilite las democracias al hacerle perder sentido a las personas. Los modelos económicos del siglo pasado claramente no tomaron en cuenta la distribución de la riqueza, y es aquí donde se está mejorando hoy hacia el futuro, incorporando la igualdad como issue de crecimiento económico de los países, relacionados de manera proporcional.
Y eso significará que “la riqueza de China por adulto en 2025 lo calificará como un país de ‘alta riqueza’ en nuestro esquema de clasificación. China comenzó este siglo con una riqueza promedio de $ 4.250 por adulto, en la categoría de riqueza más baja de nuestra clasificación por países. Ascender a la categoría más alta en un período de tiempo de 25 años es un logro extraordinario desde cualquier punto de vista». Chile ha sido tremendamente exitoso en disminuir los niveles de pobreza en las últimas décadas, y es importante que la nueva Constitución preserve y potencie la instituciones que han sido efectivas en ese propósito y que permitan implementar los cambios necesarios para seguir avanzando en esa dirección. Políticas que reduzcan la desigualdad también son importantes, e idealmente complementarias a las que están enfocadas en reducir la pobreza, pero el sentido de urgencia de las últimas parece ser mayor.
Una investigación académica revisó 29 años de compras y ventas de terrenos en Aysén y mapeó cómo sus bosques y reservas de agua únicas pasaron, a precio de huevo, a inversionistas santiaguinos. Algunos lotean y venden; otros piensan negociar con bonos de carbono; y otros simplemente esperan porque esa riqueza, en medio del calentamiento global, es el oro del futuro. El abogado Francisco Saffie explica aquí cómo se expandió en Chile la elusión de impuestos y cómo la industria tributaria se resistió y se resiste a la Cláusula Antielusión. Piensa que así como se estudió a los Chicago Boys, habría que estudiar a los tributaristas que se formaron en Estados Unidos, pues trajeron muchas estrategias de elusión y una forma de entender el derechos tributario que aún nos pesa. Usando el concepto de “la industria de la defensa de la riqueza” el autor analiza a algunos de los “soldados” que la elite chilena usa para mantener sus privilegios.
Considerando que los ingresos totales provienen de distintas fuentes con distintas particularidades (trabajo, empresas, mercado financiero, and so on.), su diseño es complejo y varía mucho entre países. La desigualdad es un desafío ético porque implica una injusticia, ya que todos tenemos una dignidad por ser personas y el derecho a participar de los bienes y servicios que se producen en la sociedad; y es injusta porque esta realidad podría ser distinta mediante políticas públicas. Desde la tradición del pensamiento social cristiano, san Alberto Hurtado define la justicia social como “aquella virtud por la que la sociedad, por sí o por sus miembros, satisface el derecho de todo hombre a lo que le es debido por su dignidad de persona humana”. Entre 1930 y 1970, hubo una moderación del fenómeno en el contexto de una creciente democratización del país, revertida durante la dictadura militar, cuando grandes transformaciones domésticas y de la economía mundial generaron innovaciones tecnológicas y de otro tipo que impactaron sobre la desigualdad de ingresos. Rodríguez, quien es physician en historia económica, cree que la desigualdad fue uno d elos factores que hizo estallar al páis el 18 de octubre de 2019 y que seguirá siendo un factor importante en el devenir del país.