Además, se encontró una relación moderada positiva entre el nivel de felicidad y la satisfacción important. Sobre esta base se puede considerar que la promoción, la protección y el restablecimiento de la salud psychological son preocupaciones vitales de las personas, las comunidades y las sociedades de todo el mundo. En referencia a la salud psychological, la OMS indica que se trata de “un estado de bienestar en el cual el individuo es consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera, y es capaz de hacer una contribución a su comunidad”. En Chile, de acuerdo a la última medición del Termómetro de Salud Mental (ACHS/UC, 2022) se observa un alza importante en los problemas de salud mental y de depresión en mujeres; mientras que se reporta la tendencia contraria en el caso de los hombres, lo que evidencia un aumento de la brecha de género en problemas de salud mental. Con la Pandemia también quedó demostrado que en las interrupciones en los servicios de salud influyeron la insuficiente disponibilidad de private, la exposición de los trabajadores de la salud a contagio, fatiga, estrés, burnout, problemas físicos y violencia psicológica, todo lo cual aún no ha sido evaluado en forma completa. Al mismo tiempo, la Pandemia transparentó bajos salarios, condiciones laborales precarias, escasez y mala distribución del private, lo que puso en entredicho la sostenibilidad del propio Sistema de Salud (4).
Estos hallazgos se mantuvieron incluso después de controlar factores sociodemográficos y de salud, lo que sugiere que el efecto beneficioso de las artes va más allá de las características individuales. Además, el estudio reveló que los beneficios se extienden a lo largo de toda la vida, desde la infancia hasta la vejez. La salud psychological se construye entre todos y todas porque es un Derecho Humano common, capitalismo y desigualdad social así reza el eslogan y ese debe ser nuestro mantra para alcanzar la meta. La invención de la bomba nuclear, a mediados del siglo pasado, dejó en evidencia sus terribles y mortíferos efectos, no solo el día de la explosión en Hiroshima y Nagasaki (terminando así con la II Guerra Mundial), sino en las consecuencias en la salud de las personas que sobrevivieron al ataque debido a la radiación a que fueron expuestas (1).
El 7 de abril de 2024 fue definido por las Organizaciones Mundial y Panamericana de la Salud como el día mundial de la salud, con el lema “Mi salud, mi derecho”. Este año destacan estas organizaciones, el tema se eligió para defender el derecho de todos a servicios de salud, educación e información de calidad, así como a agua potable, aire limpio, buena nutrición, vivienda de calidad, condiciones ambientales y de trabajo decentes y libres de discriminación. Para abordar esta problemática, diversos expertos y organizaciones han propuesto estrategias innovadoras, como las “recetas artísticas” o “recetas culturales”. Este enfoque, que ya tiene un recorrido en el Reino Unido y está cobrando fuerza en países nórdicos, consiste en que los profesionales de la salud elaboran un plan en colaboración con recursos comunitarios, recomendando a los pacientes su participación en actividades artísticas y culturales como complemento o alternativa a los tratamientos tradicionales. La OMS afirma que la salud en common es “un estado de completo bienestar, físico, psychological y social”, vamos a comprender primero a qué nos referimos con salud mental, física y espiritual y segundo identificaremos puntos clave para saber cuándo tenemos salud en estas tres distinciones y cómo mejorar la misma.
Es decir, las personas perciben globalmente su vida de modo positivo, pero cuando deben realizar la valoración en relación a ciertos parámetros un poco másacotados aparecen diferencias, particularmente según sexo y estado civil. Esto va en apoyo a que se trata de dos conceptos distintos, felicidad por un lado y satisfacción very important por otro, de modo que el tratamiento de estos dos conceptos debiera ser siempre distinto. Tanto en Europa como en Latinoamérica, se están desarrollando iniciativas inspiradoras que demuestran cómo la integración del arte y la cultura en el sistema de salud puede transformar la vida de las personas, mejorando integralmente su bienestar físico, psychological y social. Estas experiencias nos invitan a ampliar nuestra visión y a aprovechar el poder sanador de las artes para construir comunidades más sanas y resilientes. Por otro lado, la “Encuesta Bienestar, trabajo y familia” (Caja La Araucana-Universidad Andrés Bello), incluyó entre sus conclusiones que “la pandemia tuvo un efecto desfavorable en el bienestar de los trabajadores más jóvenes, lo que se manifiesta en la satisfacción very important, laboral y familiar”.
Las variables predictoras consideradas fueron Polimorbilidad, Funcionalidad, Salud General auto percibida (considerada en su nivel de medición unique de la ENS, cd2), Participación social, Controles de salud del último año, e Ingreso económico del hogar (en adelante Ingreso). En nuestro país, las mediciones y análisis sobre bienestar laboral se han visto influenciados por la pandemia. De acuerdo con el “Estudio Bienestar y Felicidad Laboral en Empresas Chilenas”, realizado por la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS) y Merlin Research, “el 53% de trabajadores dice sentirse ‘feliz’ en su ocupación laboral, pero bienestar era mayor antes de pandemia”, según destacó Emol.com.
Por ejemplo, se encontró que aquellas personas que asistían con frecuencia a museos, galerías de arte, conciertos o espectáculos teatrales, presentaban menores índices de depresión, ansiedad y aislamiento social, en comparación con quienes no participaban en este tipo de actividades. Asimismo, la práctica activa de alguna disciplina artística, como tocar un instrumento musical, cantar en un coro o participar en talleres de pintura, se relacionó con mejoras significativas en la función cognitiva, el management emocional y la calidad de vida. La Organización Mundial de Salud, OMS, define el concepto de salud psychological como “un estado de bienestar psychological que permite a las personas hacer frente a los momentos de estrés de la vida, desarrollar todas sus habilidades, poder aprender y trabajar adecuadamente y contribuir a la mejora de su comunidad”. Asimismo, señala que “es parte basic de la salud y el bienestar que sustenta nuestras capacidades individuales y colectivas para tomar decisiones, establecer relaciones y dar forma al mundo en el que vivimos”. Afirma que la salud mental es “un derecho humano basic y un elemento esencial para el desarrollo personal, comunitario y socioeconómico”.
En Latinoamérica, el caso de Chile, donde Fundación Teatro del Lago, el Hospital de Frutillar y el Servicio de Salud del Reloncaví han unido esfuerzos para promover el bienestar psicológico y social a través del arte y la cultura. En mayo de este año, estas instituciones firmaron un convenio de colaboración con el objetivo de impulsar proyectos conjuntos que aprovechen el enorme potencial del arte para mejorar la salud y el bienestar de la comunidad. Uno de los proyectos contemplados es dar continuidad a las “Recetas Culturales”, donde se proporcionan recomendaciones artísticas a los pacientes como complemento a los tratamientos tradicionales. Através de nuestro programa de salud mental, las empresas reducen la pérdida de trabajo debido a demandas emocionales.
Cuando en la Declaración de Alma-Ata (1978) se propuso la meta de “salud para todos en el año 2000”, aparecía como algo ambicioso pero alcanzable. Esta definición, profunda y de gran alcance, en un inicio para algunos pareció excesiva, demasiado amplia y abarcadora. Las personas y la sociedad en su conjunto se preguntaban si entonces debíamos hacernos cargo no solo de las enfermedades sino de “un completo estado de bienestar, físico, mental y social”; no parecía posible ni realista, más todavía saliendo de una guerra mundial devastadora. Sin embargo, 75 años después, esta definición toma más sentido que nunca en un contexto de amenazas globales que hacen peligrar la supervivencia de la vida humana en el planeta. Dicho en palabras simples hoy nos parece evidente, obvio, que cuando hablamos de sostenibilidad, la salud de las personas (término que según la OMS incluye su bienestar) es algo que debemos considerar necesariamente.
En síntesis, la “OMS se ha comprometido a garantizar que todas las personas, en cualquier lugar, puedan ejercer su derecho a la buena salud”. El tradicional modelo de atención en salud centrado en la labor del médico debe ampliarse, para incluir no solo al resto del equipo de salud, sino también a factores socio-ambientales y económicos. El Servicio de Bienestar del Personal tiene por misión, en la medida que sus recursos lo permitan, propender al mejoramiento de las condiciones de vida y de trabajo de sus afiliados y cargas familiares, proporcionándoles asistencia médica, social, económica, cultural y recreativa. “Se expresa, por un lado, como algo personal e individual, pero también con un significado social, político, cultural y comercial. Se puede ser feliz ante situaciones adversas, pero también se puede ser infeliz en situaciones de éxito y de logros.
La urgencia en la incorporación de nuevas profesiones al Código Sanitario, debido a las actuales problemáticas que enfrenta el sistema de salud en Chile, quedó de manifiesto por unanimidad en un panel conformado por ex autoridades y expertos del… Además, muchos países registran altos niveles de alcoholismo y drogadicción adolescentes y la incidencia de trastornos alimenticios también es preocupante. Aunque no se pueden desconocer las barreras que gran parte de la población de Chile tiene para acceder a una atención odontológica de calidad y según lo recomendado, porque hay brechas en la cobertura desde el sistema público y los tratamientos son de alto costo en el sistema privado. Para saber dónde están los mayores riesgos el nutricionista Samuel Meza, académico de la Ucsc, explicó que “alimentos con altas cantidades de hidratos de carbono simple y con consistencia pastosa son considerados en la dieta cariogénica o que favorece la aparición de caries”.
Esto significa que los riesgos de salud mental están presentes a diario, muchos de ellos lejanos a nuestro control, como la pandemia sufrida recientemente. Ante esta situación el análisis e intervención multidisciplinaria sobre el nivel de satisfacción que sienten las personas tanto con sus vidas a nivel private (bienestar individual) y social (bienestar con la sociedad) se hace necesario, pues afecta directamente en la capacidad de actuar en el marco de sus condiciones sociales con el fin de conseguir sus objetivos y metas de vida. Respecto de la satisfacción important (ESV) y corroborando la hipótesis propuesta, las mujeres aparecen más satisfechas que los hombres, y, según estado civil, las personas casadas obtienen puntajes en promedio significativamente superiores que las personas solteras. Este resultado es particularmente interesante, ya que si bien respecto de la felicidad las personas no se diferencian (componente afectivo del bienestar) si lo hacen respecto de lasatisfacción important (componente cognitivo del bienestar).
Considerado de esta forma, promover una vida sana y el bienestar de las personas en todas las edades, incluida la del private de salud, es esencial para un desarrollo sostenible. Sin lugar a dudas, el juego es un indicador de salud, definida por la OMS como un completo estado de bienestar físico, psicológico y social, y no solo como la ausencia de enfermedad. La OMS afirmó que existe una evidencia creciente de que la promoción y protección de la salud mental amartya sen pobreza no sólo beneficia a los adolescentes, sino que ayuda a que las economías y las sociedades en general se desarrollen más al contar con adultos sanos integrados a los mercados de trabajo, al igual que a sus familias y comunidades.
Diversas y numerosas son las definiciones dependiendo de las distintas áreas del conocimiento que nos acercan y confunden a la vez sobre el concepto de salud. Más aun, se la tiende a definir como una división de estados tal como salud física, salud laboral, salud integral, salud psychological. Al enfrentar esta pandemia, ha quedado de manifiesto que hemos fallado en muchos de los principales indicadores de prevención en salud, por lo que es necesario volver a enfatizar la necesidad de un modelo de atención centrado en las personas y comunidades, organizados en redes integradas de servicios de salud, siendo la atención primaria el eje articulador del esfuerzo sanitario. Al comienzo de la pandemia, al menos en nuestro país, se hizo evidente que sin la labor de la atención primaria y el trabajo comunitario no sería posible avanzar en algo tan básico como testeo y trazabilidad y mucho menos en el programa de vacunación.