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¿qué Para Quiénes? Desigualdades, Políticas De Terminalidad Educativa Y Derecho A La Educación En Argentina Revista Educación Las Américas

El proceso de emancipación, a instancias de las ideas ilustradas, llegadas también desde España, impulsa la fundación de un Estado Nacional Republicano, en cuyo desarrollo tiene gran influencia la educación, concebida como un deber primordial del Gobierno encargado de fundar una moral común (Chile 1833 Constitución Política de la República de Chile). Así se desarrolla una educación nacional, al amparo de la ley que regula la responsabilidad del Estado en materias educacionales. Las sociedades capitalistas producen, como resultado de su lógica interna, diversas formas de desigualdad de poder. Por ejemplo, la concentración de las decisiones de inversión en una pequeña elite le entrega a esta última una capacidad de veto sobre la política económica, sobrerrepresentando sus intereses en el debate público. Por ello es esperable que Chile, con su forma de capitalismo extremo, tenga también una concentración extrema del poder, a pesar de que su democracia cumple con los estándares mínimos para considerarla como tal. En síntesis, en Chile tenemos una desigualdad alarmante en cuanto a la seguridad con que ciertos grupos sociales pueden enfrentar los riesgos propios de la vida y del mercado laboral.

Estas desigualdades políticas son las que posibilitan la segregación económica y social de la gente común y, también, son las responsables de la discriminación histórica contra los pueblos indígenas en Chile (PNUD, 2014). Este punto es de máxima importancia y se transforma en uno de los la desigualdad social y la concentración de la riqueza principales desafíos de la democracia, a propósito de la actual discusión sobre una nueva Constitución. Se trata de evitar las diferencias abismales que se establecen entre los ciudadanos, respecto de su capacidad de influir, de ser escuchados y representados en las decisiones públicas.

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Abordar el tema de la corrupción requiere de un trabajo teórico, análisis político, evaluación ética y un compromiso práctico. Un segundo obstáculo para la integración de la democracia y el desarrollo, es la tendencia de varias instituciones financieras internacionales y gobiernos nacionales de enfrentar los problemas mencionados anteriormente con una solución de sondeo neutral, una «buena gobernanza», en vez de una forma de democracia inclusiva y profunda. Y esa gobernanza, basada en el cumplimiento de la ley y la competencia electoral es compatible con una «democracia dirigida» o un «autoritarismo competitivo» (Levitsky & Way, 2010).

¿Acaso no es cierto que cobrar impuestos a los ricos y ayudar a los pobres reduce el incentivo de ganar dinero? Bueno, sí, pero los incentivos no son lo único que importa para el crecimiento económico. Y la desigualdad extrema priva a muchas personas de tener la oportunidad para alcanzar su potencial. ¿Tienen los niños norteamericanos que son talentosos pero de familias con bajos ingresos, las mismas oportunidades de utilizar su talento ―para tener una educación adecuada, para continuar con una carrera profesional adecuada― que tienen los niños que nacen más arriba en la escalera?

Sin pretender hacer una reflexión académica, los hechos demuestran que esos grupos privilegiados nunca han pretendido ceder un milímetro de esas ventajas de las que gozan y se han esforzado siempre en preservarlas de generación en generación. Esta “monarquía hereditaria” de facto, ha operado con rigurosa sistematicidad, pero guardando las formas y nunca confesando sus verdaderas intenciones y sus métodos subyacentes. Tus datos personales se utilizarán para procesar tu pedido, mejorar tu experiencia en esta internet, gestionar el acceso a tu cuenta y otros propósitos descritos en nuestra política de privacidad. Aun cuando caracterizar y cuantificar la desigualdad de poder es una tarea más compleja, tal desigualdad puede tener expresiones muy concretas en el funcionamiento de las democracias. Los orígenes, cambios y desafíos de las brechas sociales en Chile se analizan en el libro “Desiguales”, publicación que coordinó Osvaldo Larrañaga cuando estaba a cargo del área de equidad del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y que ahora lidera la Escuela de Gobierno de la Universidad Católica.

Las desigualdades también están aumentando para las poblaciones vulnerables en países con sistemas sanitarios más deficientes y en países que se enfrentan a crisis humanitarias existentes. Los refugiados y los migrantes, así como los pueblos indígenas, los ancianos, las personas con discapacidad y los niños se encuentran especialmente en riesgo de ser excluidos. La COVID-19 también pone en riesgo los escasos avances que se han conseguido en materia de igualdad de género y derechos de las mujeres durante las últimas décadas. Prácticamente en todos los ámbitos, desde la salud hasta la economía, desde la seguridad hasta la protección social, los efectos de la COVID-19 han agravado la situación de las mujeres y las niñas simplemente como consecuencia de su sexo.

El debate profundo ha sido reemplazado por la descalificación ruda e irracional. Una condición necesaria para que se produzcan efectos duraderos en el tiempo es el tránsito a una cultura de respeto por la persona, por la igualdad de dignidad y respeto, y por los valores de justicia y solidaridad social. Bajo su alero surgieron grandes fortunas, cuyo origen se centra en la minería, las finanzas y el comercio. Hacia fines de esa centuria se inició un periodo de inestabilidad en el marco de la “cuestión social”, que culminó con la elección de Arturo Alessandri en 1920 y el inicio del Estado benefactor. A este ciclo se le asigna cierto bienestar de la emergente clase media y de los trabajadores asalariados.

“La intolerancia respecto a desigualdades en salud y educación ha aumentado”, señaló el director de la Escuela de Gobierno. Entre las razones más mencionadas por las que se recibe mal trato está la clase social, ser mujer y el lugar en el que vive. A poco más de cuatro meses de asumir el presidente Gabriel Boric, la promesa de construir un nuevo pacto social sigue en deuda. Había algarabía en los miles de rostros y la esperanza de que se daban los primeros pasos en un camino por construir.

Sin embargo, la democracia y la disminución de la desigualdad coinciden con una mayor politización de la persistente naturaleza desigual de las sociedades latinoamericanas. Dicha politización podría tardar en aparecer en nuestras evaluaciones objetivas respecto a las características de la gobernanza democrática y podría no aparecer en absoluto. Sin embargo, creemos que las evaluaciones subjetivas de cómo la promesa democrática se traduce native e individualmente en las experiencias cotidianas de los derechos básicos de la ciudadanía son cruciales para dar sentido al debate contemporáneo sobre la crisis democrática.

La democracia, en todos los niveles, requiere un desarrollo equitativo; y un desarrollo sturdy y centrado en el ser humano, una democracia amplia y profunda que haga una diferencia. Pero, sin embargo, es cada vez más evidente no solo que los agentes pueden ejercer su agencia en maneras que reducen e incluso acaban con su propio bienestar, sino que además, en maneras que agreden o terminan con el bienestar de otros. Una manera de entender el perfect de empoderamiento, entonces, es que individuos y grupos empoderados son agentes que tienen el poder en cuanto agentes, tienen la capacidad de trabajar en pos de su bienestar y el de otros, y hacerlo luchando y superando las desigualdades de poder que limitan su agencia y bienestar (Drydyk, 2013).

La historiografía muestra diferentes interpretaciones sobre la resolución del conflicto mientras, por ejemplo, para Amanda Labarca (1939) el Partido Conservador logró, en los años 1872 y 1873, quebrantar al Estado Docente; para Sol Serrano (1993) ello representa un triunfo liberal, pues el Estado permanece en su fiscalización a la enseñanza particular. Con todo, los conservadores logran algunas prerrogativas para la enseñanza explicit, como la autorización de algunos colegios particulares a dar exámenes en sus mismos establecimientos. La campaña del plebiscito cobra voltaje y la miseria sigue mostrando la fractura. La pobreza, aumentó por primera vez en veinte años, amenaza con seguir creciendo (10,8% y four,3% en extrema pobreza). La contrapartida de la concentración en el tope son los bajos sueldos que obtiene la mitad de los asalariados, cuya remuneración es inferior al ingreso que necesita un hogar promedio para cubrir sus necesidades básicas (línea de pobreza).

El estudio de Flores, Sanhueza, Atria y Mayer encuentra una concentración en torno al 24% usando datos tabulados. Fairfield y Jorrat usan microdatos administrativos de 2005 al 2010 y, ajustando por evasión y elusión, encuentran cifras en torno al la desigualdad y pobreza 33%. El estudio del Banco Mundial que citamos previamente calcula un 33% para el 2013. Todos los estudios son relativamente consistentes y sugieren que los individuos en el 1% más rico reciben entre un cuarto y un tercio del ingreso nacional.

En cualquier análisis sobre Chile es necesario considerar su condición colonial, impronta de su historia; para el caso de la política educativa, parece válida la pregunta respecto de si esta condición constituye una estela o, más bien, se trata de un estigma para su posterior desenvolvimiento. Invasión, Encuentro, Descubrimiento, constituyen tres conceptos que desde diferentes ideologías han caracterizado el vínculo que entre dominadores y dominados se establece en Chile, tras la llegada de los españoles. Entre las desigualdades que más molestan a los chilenos está que algunos accedan a mejor salud que otras, que algunos accedan a mejor educación y que algunos reciban un mejor trato.

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Se puede afirmar que ese modelo ha sido más bien el reflejo de la subordinación a las agencias internacionales y la ignorancia, deliberada o no, del margen con que cuenta cada país para reaccionar frente a sus problemas. Esta mirada está siendo fuertemente cuestionada y abundan los ejemplos donde las políticas sociales se han transformado finalmente en reproductoras de condiciones de pobreza en lugar de aportar a su superación. El texto de Cuadriello Olivos ofrecen pistas que pueden ser claves para comprender el recorrido de las desigualdades y las respuestas que han emergido en los países considerados, como así también permite calibrar la fuerza con la que se instaló el modelo de políticas sociales focalizadas. Ahora bien, cabría preguntarse si esta consideración sigue vigente en la presente década.

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Esto se traduce en una explosión del desempleo, que llegaría a 44,1 millones de personas en la región, lo que representa un aumento cercano a 18 millones con respecto al año 2019. Pero también en un aumento de la mendicidad o extrema pobreza la cual se incrementara en 28,5 millones personas en solo un año, pasando de sixty seven,7 millones de personas en 2019 a 96,2 millones de personas en 2020. El contenido de los artículos y reseñas que se publican en cada número de Urbano, es responsabilidad exclusiva de los autores y no representan necesariamente el pensamiento ni comprometen la opinión de la Universidad del Bío-Bío.Las/os autoras/es conservarán sus derechos de autor, sin embargo, garantizarán a la revista el derecho de primera publicación y difusión de su obra. La trata de mujeres, el crimen organizado y el inmenso crecimiento de la corrupción en la región. Sendos informes del Banco Mundial y la CEPAL, actualizados al 30 de junio del 2020, dan cuenta de oscuro horizonte para las economías latinoamericanas, en el contexto de la pandemia mundial de Covid 19, que ha dejado a esta región del mundo como la más afectada. El 8 de octubre 2019 en el programa matinal Mucho Gusto, el presidente Sebastián Piñera expresaba que «en medio de esta América Latina convulsionada veamos a Chile, nuestro país, es un verdadero oasis con una democracia estable, el país está creciendo».

Este libro compila algunos de los trabajos de Rubén Kaztman sobre pobreza, vulnerabilidad y segregación residencial y social en América Latina. Muestra el arte y el método de construir teoría desde la investigación social empírica y una inmensa creatividad para medir conceptos complejos. Así, el marco de activos y estructura de oportunidades es una poderosa forma de acercarse a una estructura social cambiante reconociendo la heterogeneidad de sus grupos sociales, y de comprenderla en su complejidad, más allá del mercado de trabajo. Esta obra contribuye a entender la profunda fragmentación social de nuestras sociedades latinoamericanas, más allá de vaivenes en los niveles de desigualdad de ingresos, así como las variaciones al inside de nuestra región. Su proyección es aún más amplia pues aporta a la teoría social sobre la relación entre desigualdad e integración social.

El énfasis en lo urbano dado por la Nueva Agenda Urbana (NAU) se complementa con una apuesta por una integración entre las ciudades y su entorno que busca fomentar un desarrollo territorial equitativo y equilibrado, sin embargo, se ofrecen en ella pocos detalles sobre cómo puede llevarse a cabo dicha integración. Esta es una cuestión de especial relevancia en el contexto latinoamericano, donde la desigualdad territorial constituye un elemento central en cualquier discusión sobre el desarrollo. A partir de una revisión de las implicaciones teóricas de la equidad y el equilibrio planteados en la NAU y de su contraste con los distintos planteamientos teóricos y propuestas conceptuales sobre desarrollo territorial, se desigualdad entre paises desarrollados y subdesarrollados expone aquí un análisis del caso colombiano. En este estudio se emplean indicadores a escala municipal que muestran cómo la relación entre las grandes ciudades y su entorno no son tan unívocas como propone la NAU, y que la prosperidad urbana puede en muchas ocasiones generar desequilibrios territoriales que deben ser atendidos específicamente. La investigación subnacional en América Latina ha establecido que en los países de la región las condiciones de vida están fuertemente determinadas por el lugar de residencia. Pero a pesar de estos avances, sabemos muy poco sobre cómo lo subnacional interactúa con otros atributos como género, raza y ruralidad para producir un paisaje diverso de desventajas y privilegios.

Este artículo utiliza el enfoque de la interseccionalidad para mostrar las enormes diferencias en analfabetismo e inasistencia a escuela entre grupos compuestos por distintas combinaciones de dichos atributos en Perú, Colombia y Chile. Para entender mejor el efecto de la dimensión subnacional en esas diferencias, el artículo aplica la descomposición Oaxaca-Blinder e identifica qué porción de las brechas regionales se debe a distintas composiciones demográficas entre las regiones. Los anteriores análisis motivan una reflexión teórica sobre la naturaleza de la desigualdad subnacional que se basa en distinguir un componente composicional y otro interseccional e identificar posibles causales de ambos. Para comenzar hoy en día es por lo menos cuestionable que “la base de la matriz de riesgo formulada por el Banco Mundial” sobre la cual se ha construido el modelo de intervención social en Chile y en gran parte de Latinoamérica, esté reducido a la eficacia en la entrega de bienes y servicios, tal como se propone en el artículo sobre “Chile Crece Contigo”.

Los «modelos económicos» de estos dos países se derrumbaron a las semanas de la llegada de la crisis sanitaria, la privatización de la salud y los derechos sociales, unidos a la precarización laboral, fueron el caldo de cultivo para la propagación del virus en poblaciones indefensas y abandonadas por sus autoridades. En la mayoría de los países el aborto está permitido sólo con causales muy específicos o totalmente prohibido. La situación legal de personas LGTTBIQ (Lesbianas, Gays, Transsexuales, Travestis, Bisexuales, Intersexuales, Queer) ha mejorado claramente en los últimos 20 años. Sin embargo, discriminación y violencia e incluso asesinatos por odio siguen siendo en muchos países extremadamente frecuentes. En tres artículos se presentan diferentes aspectos de los derechos sexuales y reproductivos (DDSSRR).

Esta obra está bajo una licencia internacional Creative Commons Atribución-CompartirIgual 4 desigualdad etica.0.

En pocos casos se considera la problemática de la maternidad subrogada como una cuestión de los derechos reproductivos de las mujeres. El artículo sobre este tema pone en claro que el debate al respecto está muy subdesarrollado y la importancia que tendría regular este fenómeno para impedir la explotación de mujeres de bajos ingresos como madres subrogadas. Otros artículos tratan temas seleccionados sobre la situación actual de las mujeres en el continente, como la cultura del cuerpo en el Brasil o los efectos de la violencia de las pandillas y del crimen organizado sobre las mujeres en El Salvador. Otro artículo analiza críticamente la relación entre el “feminismo de lo posible” y el neoliberalismo.

Diez días después ocurre el popularmente llamado “estallido social”, siendo una de las principales banderas de lucha la desigualdad social. Para esta ONG «las élites latinoamericanas no se han destacado por su compromiso por sus países», al contrario en muchos de los países de América Latina, no existe impuesto al patrimonio o los impuestos al lujo son bajísimos. Precisamente países como Brasil o Chile, afectados duramente por el virus, han visto a sus respectivas élites económicas, libres de todo control estatal lucrando con las desgracias de su población. Sin embargo, en este escenario dantesco, los súper ricos siguen creciendo, desde iniciada la pandemia Latinoamérica cuenta con otros eight supermillonarios, es decir un nuevo mil millonarios cada dos semanas, según el informe de la ONG Oxfam conocido durante esta semana. Las del organismo para América Latina son dramáticas, las caídas del Producto Interno Bruto (PIB) en la región serán en promedio de un 9,1% este 2020, con disminuciones del 9,4% en América del Sur, el eight,4% en Centroamérica y México, y el 7,9% en el Caribe.

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«La pandemia es una oportunidad histórica para construir un nuevo pacto social. Ahora vienen años de menor crecimiento económico y, si no se mantienen los esfuerzos, serán mayores los aumentos en pobreza y desigualdad», concluyó. «La recuperación económica de 2021 no ha sido suficiente para mitigar los profundos efectos sociales y laborales de la disaster sanitaria», lamentó Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Cepal, durante la presentación digital del informe desde Santiago de Chile. El segundo año de la pandemia del COVID-19 disparó la pobreza extrema en Latinoamérica hasta alcanzar a 86 millones de personas, cinco millones más que en 2020 y la mayor cifra en 27 años, apuntó este jueves un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal). En definitiva, la pandemia está teniendo un fuerte impacto económico y social en América Latina. Se ha incrementado el desempleo y se han cerrado empresas, se han deteriorado las cuentas públicas y han aumentado la pobreza y la desigualdad. La recuperación dependerá de la evolución de la economía mundial y del dinamismo de los flujos internacionales en comercio y finanzas hacia la región.

Ana Natalucci, quien realizó una radiografía al mercado laboral latinoamericano desde la perspectiva del trabajo femenino y cómo la participación de las mujeres se ve afectada por varios factores que se dan en éste. Al borde de un año prometedor y con tanta urgencia por formar talento local con eficiencia y agilidad ¿qué tendencias traerá la educación tecnológica? Esta actividad busca reflexionar sobre el papel que desempeña el acceso a los servicios de energía en los hogares de América Latina ante la pandemia del COVID-19.

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Estas disparidades abarcan aquellas que se dan entre los países desarrollados y aquellos en desarrollo, como las que surgen al interior de grupos sociales en los países, entre hombres y mujeres o entre los grupos más ricos y los que están en condición de pobreza. La brecha digital de género se refiere a la diferencia en el uso y acceso a las TICS entre mujeres y hombres, pero incluye también la desigualdad en cuanto a la creación y publicación de contenidos, la participación y la presencia en la red. Para lograr un mayor crecimiento económico habrá que llevar adelante una larga, variada y a menudo poco glamorosa lista de reformas, como reducir la burocracia e impulsar la inversión en energías limpias y otras infraestructuras verdes.

Para ver la charla completa del oficial superior de asuntos sociales de la División de Desarrollo Social de la CEPAL, hacer CLIC AQUÍ. El pasado miércoles 28 de octubre el oficial senior de Asuntos Sociales de la División de Desarrollo Social de la CEPAL, Simone Cecchini, fue el invitado del Círculo de Café Alumni, para realizar su presentación denominada «Cepal, Modelo de desarrollo, recesión e igualdad social». Entonces, para hacer frente a desafíos que devela la Covid-19, la funcionaria mencionó la necesidad de que América Latina y el Caribe retomen la integración regional. La directiva reconoció que prima en la región una débil infraestructura en materia sanitaria incapaz de hacer frente a la situación. Así, se calcula que para América Latina el retroceso económico de la región sería de un 1,8 desigualdad en américa latina 2022 por ciento, aunque no se descarte que pueda llegar a caer aún más, quizás hasta un tres por ciento. Es decir, consideró, es un impacto muy fuerte en los hogares, en las personas, en las pequeñas y medianas empresas y en quienes trabajan por cuenta propia.

Se puede teorizar que parte de las brechas regionales tienen una naturaleza composicional y otra parte tiene una naturaleza interseccional y el peso de cada una varía de país en país y a lo largo del tiempo. Para ambos componentes existe una fuerza causal subyacente a lo subnacional que –aunque es independiente– actúa en interacción con la raza, el sexo, y el género en la producción de desigualdades. Otra parte de la brecha o de la desigualdad regional responde a la forma como la interacción explicit desigualdad en la alimentación entre etnia, la condición urbana-rural, el género, y otras características, producen efectos diferenciados en cada región. En otras palabras, parte de la desigualdad regional se da porque unas regiones acentúan el sexismo, el racismo y el sesgo rural y sus interacciones.

Pero si sigue creciendo cuando hay gente de la parte baja o media que está perdiendo, probablemente se crea gran resentimiento”, aseveró. “En los últimos treinta años, la desigualdad en América Latina se redujo, cuando la medimos con el instrumento que más se utiliza para esto, que son las encuestas de hogares”, dijo la académica para iniciar. El Foro NESI Chile se crea como una organización pionera en el ámbito en Latinoamérica para convocar a las y los principales actores de la nueva economía y de esta manera ayudar en la articulación de estos y, de esta manera, aportar en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030.

¿O, por el contrario, la región no tiene una fuerza causal propia, sino que es un espacio donde simplemente se expresan las discriminaciones existentes y la magnitud de la brecha es función del tamaño de las minorías, los campesinos y las mujeres? No obstante, mi invitación es que incluso cuando casi toda la desigualdad subnacional se explica por la composición de las regiones, existe una fuerza causal regional en acción. Los hallazgos obtenidos con la descomposición Oaxaca-Blinder están alineados con los de la sección anterior. El hecho de que sea Colombia el país con mayor proporción de la brecha no explicada, seguido por Chile y Perú nos remite a lo observado en cuando a que las brechas étnicas y urbano-rurales y de género tenían mucha más variación regional en Colombia, seguido por Chile, y menor en Perú. Como se recordará, parte de esta porción no explicada se explica por diferencias en los efectos (o los coeficientes) que tiene ser mujer, ser campesino o ser minoría indígena en las regiones desventajadas. Es decir, tiene que ver con la forma como dentro de la región interactúan de forma explicit los atributos de género, ruralidad y etnia.

Según un estudio publicado en 2019 en la revista médica The Lancet, una mujer nacida en una zona pobre de Santiago tiene una expectativa de vida 17,7 años menor que una mujer nacida en una zona rica de la capital chilena. También quedó claro que, no obstante la tremenda expansión de la educación superior en los últimos 20 años, la movilidad social sigue siendo extremadamente esquiva, tanto en Chile como en otros países de la región. Un estudio publicado en el 2018 por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) examinó datos de decenas de países para calcular cuánto tiempo les toma a las personas pobres ascender a la clase media. En países nórdicos como Dinamarca y Suecia, por lo general les toma dos o tres generaciones. El promedio para países miembros de la OCDE (en su mayoría, industrializados) es de cuatro generaciones y media. Además, numerosos organismos internacionales han determinado que la región se enfrenta a la pandemia en una posición más débil que el resto del mundo.

En este artículo realizamos un steadiness de los efectos provocados por el coronavirus en nuestra región durante 2020, identificamos los principales desafíos y amenazas que América Latina enfrenta y proponemos una agenda pragmática que ponga acento en las oportunidades para una respuesta oportuna y eficaz a esta profunda e inédita disaster. Uno de los métodos preferidos para lograr esto es la inclusión de interacciones en los modelos de regresión. Esta metodología permite determinar cómo el impacto de una variable explicativa (X1) en una variable dependiente (Y) cambia como resultado de la variación en una tercera variable (X2) (Scott y Siltanen 2012). La profundización de la desigualdad ocasionada por la pandemia se refleja en terrenos como el educativo, donde existe un acceso inequitativo. «Hay sectores que no han podido mantenerse al día con la educación y eso va a tener un costo enorme a futuro en términos de pérdida de capital humano», agregó Santibañes. “Es fascinante esto porque quiere decir que la desigualdad cayó en países con tasa de crecimiento alta y con tasa de crecimiento baja; en países que tenían el auge de materias primas y aquellos que eran importadores netos de materias primas, en países gobernados por la izquierda y países gobernados por la derecha.

Además llama a ir más allá de las personas más pobres y llegar a amplios estratos de la población muy vulnerables, lo que permitiría avanzar hacia un ingreso básico universal, para asegurar el derecho a la sobrevivencia. La desigualdad -medida por el Índice de Gini- también se vería agudizada por el coronavirus, aumentando desde 1,5% hasta 2,9% en 2020 a nivel local, en el rango medio de la región. «La desigualdad en la región es estructural y está asentada e n una matriz productiva altamente heterogénea y en una cultura del privilegio», señaló Cecchini.

También aumentó la cantidad de proyectos de investigación adjudicados por estas universidades y la cantidad de profesores con doctorado. Desde que Chile recibió en 1948 el primer préstamo para el desarrollo del Banco Mundial a un país fuera de Europa, ha continuado un proceso de aprendizaje conjunto para abordar los mayores desafíos del desarrollo. La apertura de la primera oficina en Santiago, en diciembre del 2017, ha permitido continuar fortaleciendo la colaboración con el país. El Grupo del Banco Mundial (GBM) ha respaldado el proceso de desarrollo de Chile durante más de seventy five años, con una variedad de instrumentos que incluyen préstamos, seguros, donaciones, asistencia técnica e intercambio de conocimiento. Por ello, necesitamos avanzar de la cultura de los privilegios a la cultura de igualdad y la inclusión social, afirmó Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), en la reunión del Foro Económico Mundial 2020 que culminó este viernes en Davos, Suiza. La secretaria ejecutiva del organismo, Alicia Bárcena, señaló que las protestas en la región pueden convertirse en una oportunidad para el cambio social.

Es por esto que los países de América Latina deberán construir una estrategia de desarrollo coherente con el nuevo contexto mundial. Más importante aún, es que la buena década de crecimiento económico que se observó entre 2003 y 2013, permitió una disminución de la pobreza y desigualdad. La pobreza disminuyó de 43% a 25% entre 2003 y 2013 en la región, y la desigualdad de ingresos, medida como el coeficiente de GINI, pasó de 0,564 en 2000 a 0,505 en 2016, lo cual implica una caída cercana al 10%.

El estudio halló que la política de aumentar el salario mínimo ayudó a incrementar los ingresos en general en Brasil pero no en Perú. En contraste, el estudio encontró que lo más eficaz para aumentar los salarios es el crecimiento económico, liso y llano. “Pese a la recuperación económica experimentada en 2021, los niveles relativos y absolutos estimados de pobreza y de pobreza extrema se han mantenido por encima de los registrados en 2019, lo que refleja la continuación de la crisis social.

La incidencia de la informalidad en el ámbito laboral en América Latina y el Caribe es una de las más altas a nivel mundial, reconoció desde hace tiempo la Organización Internacional del Trabajo. A la hora de ahondar en los detalles por edad, Chile también es un reflejo de la realidad regional, dónde los jóvenes son los que más han padecido. Esa cifra comienza a descender conforme la edad, a 15% entre las personas de 15 a 39 años; a 13% entre 40 a sixty four años y a 6% entre los de sixty five y más años. Por otra parte, Bárcena destacó que “la pandemia ocasionó una salida contúndete de las mujeres del mercado laboral o precariedad con pérdida de ingresos y aumento en la sobrecarga de cuidados”, fenómeno del que no queda ajeno Chile. En materia de pobreza extrema el salto en Chile es algo menor, de three,1 puntos porcentuales, pero igualmente preocupante, pues se pasa de un mínimo de 1,4% hasta un four,5%. En este caso, la tasa es la tercera más baja en América Latina, después de Uruguay y Costa Rica con 0,3% y 4%, respectivamente.

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Los gobiernos suelen reprimir esas protestas, y eso es horrible de por sí, porque la olla social sigue estando a presión. Sería bueno que el malestar lleve a concretar políticas que nos ayuden a reducir la desigualdad. Adicionalmente, la convivencia en burbujas sociales lleva también a profundizar la desigualdad con las personas menos favorecidas dentro de la casa, como las mujeres, quienes no sólo tienen el mandato de hacer las tareas domésticas y de cuidado, sino también acompañar a los niños y las niñas en las clases virtuales y sus tareas. Empezó a trabajar en la Universidad de Costa Rica y después volvió a Granada para realizar su doctorado. Enfocó su análisis en la percepción de la desigualdad en la vida cotidiana y cómo motivar a luchar por tener sociedades más equitativas.

Creo que deberíamos estudiar más la desigualdad y que la gente entienda por qué piensa como piensa, por qué avala la desigualdad y así luchar para cambiarla. Nos convertimos en la región más desigual, porque el modelo de acumulación tenía la concept de despojar todos los recursos posibles y enviar esas riquezas a otros países. En la Universidad conocí la Psicología Social, un campo que me permitía profundizar mis análisis y ver cómo afectaba la vida de las personas. De niño, le enseñaron que Santa Claus (también llamado, “Papá Noel”) regalaba juguetes a los niños que se portaban bien. Sin embargo, ese pequeño no entendía cómo había niños que aun portándose mal recibían tan grandes regalos.

El estudio busca analizar comparativamente el nivel de participación de los padres, madres y tutores en la formación escolar de sus hijos, al inicio y al ultimate de la implementación del programa Estrategias Prácticas e Innovadoras para Familias Nuevas, Integradas y Activas (EPIFANIA), durante el período enero-septiembre del año 2021. Entre los dolores de la sociedad chilena están las alzas de los precios de las viviendas, la dificultad para acceder a créditos que no sobre endeuden a las familias, las esperas de postulantes a subsidios habitacionales del Estado y la percepción de que el acceso a la casa propia no es igual para todas las personas. Está claro que hay protestas por la desigualdad y el malestar social, el FMI y la ONU también lo dicen. Organismos internacionales que no son precisamente de izquierda llaman la atención de que el recrudecimiento de las condiciones de vida lleva a las personas a protestar. Hay una gran brecha en el acceso digital, los más golpeados son los sectores más desfavorecidos. En Costa Rica, por ejemplo, los colegios privados seguían funcionando, pero los públicos no, porque no podían garantizar el acceso a la educación.

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El incremento más importante es, sin embargo, para el 10% de los estudiantes con familias de mayor nivel, en ese caso el incremento casi llega a 10 centésimas y una pendiente que duplica las anteriores, de 0,026. Durante los últimos años, América Latina experimentó un fenomenal aumento en la cantidad de alumnos que ingresan a la educación superior. Asociada al crecimiento económico y a las efectivas políticas sociales desarrolladas en la región, la tasa de personas que estudian en el nivel universitario pasó del 10% en 1970 al 40% en 2011, según datos de la UNESCO.

Estas desigualdades educativas impactarán en el futuro exactamente en esas condiciones sociales, políticas, económicas y culturales que iniciarán un nuevo ciclo de desigualdades. He ahí la importancia de plantear la discusión educativa en nuestra gran región sobre las posibilidades y limitaciones de las políticas educativas y no solo sobre los aprendizajes específicos. Esta entrada es una oportunidad que nos permite mirar las finalidades de la educación, a la vez que los procedimientos para alcanzarlas. Con la discusión centrada en las políticas es posible identificar la manera directa o indirecta en que estas generan desigualdades. En las comunas investigadas, la expansión de las oportunidades educacionales y el aumento de la cobertura educacional ha sido desarrollada

La segregación para el P10 aumenta en zero,16, para Q1 en zero,thirteen, para Q4 en 0.04 y para P90 en 0,02. El presente artículo se desprende de la investigación “La pedagogía del cuidado en el marco de la pandemia y la pospandemia como aporte a la formación de licenciadas en educación”, de la Fundación Universitaria los Libertadores, a fin de evidenciar la necesidad que tiene la humanidad de reconstruir nuevas maneras de relacionarse con la vida del planeta. La pandemia del COVID-19 y, posteriormente, la guerra entre Ucrania y Rusia agudizaron la desigualdad social en el mundo, generando una serie de afectaciones en los niños y las niñas que obliga a repensar nuevas visiones de una educación global que contribuya a salir de la disaster desigualdades pdf.

con mayor fuerza la diferenciación social y el desigual ejercicio de derechos es en la educación primaria y secundaria. Los jóvenes chilenos, según la prueba PISA 2009, exhiben una de las mayores tasas de desigualdad educativa en América Latina. Por la vía de la municipalización y expansión del sector privado, se convierte a la educación en un bien mercantil que persigue un afán de lucro en todos los niveles de enseñanza.

La segregación escolar, fenómeno por el cual los estudiantes se concentran de forma desigual en las escuelas en función de sus características o condiciones, es un factor que impide que todos los estudiantes reciban una educación equitativa y de calidad. El cambio de siglo nos encuentra reinaugurando la polémica que denuncia la profunda desigualdad educativa existente en el Chile de hoy, y son, precisamente, uno de sus protagonistas, los estudiantes de Enseñanza Media, quienes desnudan la crisis de la educación mostrando a su paso el déficit democrático de la sociedad. El impacto del movimiento estudiantil es significativo al situar en el centro del debate nacional lo que podríamos considerar una versión renovada del problema nacional, esto es, la desigualdad educativa como una de las manifestaciones de la desigualdad social. Baste observar la fractura que en el espacio público produce la institucionalización del rol subsidiario del Estado. La movilización estudiantil precipita la creación de un Consejo Asesor Presidencial para la Calidad de la Educación, cuyo trabajo aporta antecedentes para que la Presidenta de la República en su Mensaje de inauguración del actual período legislativo presente un Proyecto de Ley General de Educación, que revisa aspectos neurálgicos de la política educativa heredada del tiempo de dictadura. Interesa destacar, cómo en dicho Proyecto se refuerza el derecho a la educación, se vela por la igualdad de oportunidades, estableciendo medidas de discriminación positivas o compensatorias para reducir las desigualdades y se considera que la educación es un bien público y que, en ningún caso, puede ser un negocio, entre otros (CHILE Mensaje de S.E. la Presidenta de la República 2007).

Así, se ha visto que en los establecimientos seleccionados para el presente estudio, la distribución de los recursos educacionales y las oportunidades no están en relación al mérito de las personas, sino en directa correspondencia con la clase social de cada estudiante. De tal forma, teniendo en cuenta los rendimientos diferenciados

Principalmente, por la injusticia social, las emociones negativas y los sentimientos de privación. No es solo cuando te sientes enojado, sino cuando te das cuenta de que también lo están tu familia, vecinos y amigos, hay un contagio emocional que provoca que la gente salga a la calle. A su vez, enfatizó que estas temáticas “fundamentan el trabajo colaborativo del IESED y de las Universidades del Estado en su conjunto, en desplazar la lógica de competencia y asumir siempre un rol de colaboración al servicio del país, al desarrollo regional y a la profundización de la democracia”. El prólogo estuvo a cargo del Director General del IESED-Chile y Vicerrector de Investigación y Posgrado de la UTEM, Dr. Daniel López, y en complete fueron 17 autores/as quienes redactaron 11 capítulos con “el propósito de repensar aspectos centrales de nuestra educación y de nuestro país en esta nueva etapa que comienza”, de acuerdo a lo señalado en la introducción de la obra.

Los “vestibulares” son procesos selectivos institucionales, mientras que el ENEM establece un puntaje basic, para todo el país, mediante el cual las universidades (públicas y privadas) que adhieren al examen pueden seleccionar a sus alumnos. El análisis revela que las brechas entre establecimientos educativos se vinculan principalmente a desigualdades socioeconómicas, y mejorar procesos escolares solo reduce desigualdades raymundo campos pdf las brechas en un 12%. Con esto, se resalta la fuerte influencia del nivel socioeconómico en el logro estudiantil, tanto entre escuelas como dentro de estas.

a esto, se observa que en los tramos superiores de clase social, ambos géneros presentaron puntajes altos. De hecho, las niñas poseen en algunos casos una

este trabajo, para niños fue de 9 puntos, mientras que para niñas solo alcanzó los 5 puntos, lo que demuestra la diferenciación por género que opera en la realidad educativa de las zonas investigadas. En la distribución desigual de las posibilidades educativas de acuerdo con la clase social, se puede ver inicialmente que varones y mujeres