Para el caso que nos ocupa, destaca la fractura en el espacio público, en la propia educación como bien público; la trasgresión de los valores jurídicos de justicia, bien común y seguridad jurídica; la mutación desde un valor consagrado a la educación como un bien público a su transformación en un producto de mercado. Su mecanismo, el principio de subsidia-riedad, inherente de una concepción del hombre que se sustenta en el derecho pure. Este es, para el caso, uno de los posteriores brotes y ramificaciones de esa primaria y originaria significación del conflicto entre Estado Docente y Libertad de Enseñanza. El proceso de emancipación, a instancias de las concepts ilustradas, llegadas también desde España, impulsa la fundación de un Estado Nacional Republicano, en cuyo desarrollo tiene gran influencia la educación, concebida como un deber primordial del Gobierno encargado de fundar una ethical común (Chile 1833 Constitución Política de la República de Chile).
Es lo ocurrido con el Liceo Augusto D’Halmar de la comuna de Ñuñoa, el cual es de los pocos colegios públicos que aparece en el ranking de los a hundred con mayor puntaje en la prueba PAES, ocupando el lugar 15 nada menos, pero que su director, Jaime Andrade, se encuentra suspendido de sus funciones, precisamente por denuncias por generar mecanismos de selección, lo que estaría violando así la ley de inclusión (2). “Se espera que las pérdidas de aprendizaje se traduzcan en costos económicos agregados por ingresos no percibidos por un complete de 1.seven-hundred millones de dólares, considerando un cierre de escuelas de diez meses”, concluye el organismo financiero. A mediano y largo plazo, y con una disaster económica que está afectando gravemente a la región, los países podrían experimentar pérdidas significativas de capital humano y productividad. “Los empresarios chilenos vienen de los mismos 3 o four colegios, de dos universidades, de los mismos apellidos y tienen dificultades para relacionarse con los que no pertenecen a su mundo.
Y aunque éstos han ido disminuyendo en los últimos años, de acuerdo a cifras de 2018, el 50% de las escolares embarazadas no sigue estudiando. Apoyamos que todos los niños y niñas reciban el conocimiento y habilidades necesarias en derechos humanos, igualdad de género, paz, diversidad cultural (ODS 4), y protección del medioambiente, para que puedan convertirse en actores principales del desarrollo sostenible. En explicit, y con el fin de eliminar las barreras de género, promovemos los derechos educativos desde la igualdad de oportunidades y contribuimos a crear entornos educativos en que prima la equidad (ODS 5), estableciendo acciones concretas para subsanar posibles desventajas. Las desigualdades sociales contribuyen a las desigualdades educativas porque restringen la habilidad cognitiva y no cognitiva.
El acceso a educación de calidad y el entorno crean diferencias desde el primer día de clases, que pueden persistir toda la vida de una persona, “marcando” socialmente a cada niña o niño afectando los conocimientos, relaciones sociales, el lenguaje, el desarrollo de habilidades y oportunidades, que se traducirán en empleabilidad, éxito profesional y movilidad social. Las grandes brechas y desigualdades sociales son una parte integral de la cultura actual, pero no son imposibles de reducir y de desarticular. Es necesario voluntad, esfuerzo y dedicación de todos los actores de la sociedad para erradicar la exclusión educativa.
Además, más de la mitad de todos los niños y adolescentes de todo el mundo no están alcanzando los estándares mínimos de competencia en lectura y matemáticas. La actividad tuvo como objetivo visibilizar las problemáticas y necesidades básicas no cubiertas en sectores vulnerables de la población, además de hacer presente aspectos relevantes en la educación de los niños, niñas y adolescentes en situación de pobreza en el sistema educacional. Estos recursos también han sido útiles para algunas escuelas ante la pérdida de alumnos y/o el cambio en la composición social pobreza en adultos mayores y académica de sus estudiantes. Por ejemplo, la Escuela Melecia Tocornal, de San Enrique (comuna de Chimbarongo, Región del Libertador General Bernardo O’Higgins), ha aprovechado el PIE como una herramienta para reforzar sus estrategias de enseñanza; sus alumnos disminuyeron por estar ubicada en una zona rural y varios de ellos tienen necesidades educativas especiales. Por el otro lado, los colegios municipales a lo largo de Chile no cuentan dentro de sus planes educativos con más horas pedagógicas destinadas a la preparación de la prueba, ni ensayos constantes.
Considerando estos antecedentes, realizamos una indagación cualitativa en una escuela básica, en la que el 100% de los estudiantes acreditaban condiciones de vulnerabilidad social y educativa. El objetivo fue conocer los significados construidos respecto de la violencia y su gestión en la escuela. Los resultados refieren a una experiencia cotidiana de aburrimiento en el aula, ante la cual algunos estudiantes se conformaban, en tanto que otros buscaban fugarse de clases o interrumpirlas a través de peleas o destrucción de mobiliario. Quienes protagonizaban estas acciones eran atendidos por profesores y profesionales de apoyo, a diferencia de aquellos que observaban o recibían agresiones.
La pandemia sí ha colocado a la vida misma en riego y por ello es urgente la consideración de asuntos de salud, tanto emocional como física, dos ámbitos muchas veces olvidados en los procesos educativos pretendidamente solventados sólo desde la razón. Incluir al cuerpo, a las relaciones colectivas entre las personas y con el medio ambiente es impostergable a riesgo de perder la propia humanidad. La EPJA como derecho very important se inserta en las polémicas del derecho a la educación como humano y social en los proyectos que lo sostienen y que se disputan el orden social y la formación de sujetos.
Los estudios al respecto advierten que no existe un gen que explique la indisciplina ni la violencia en la escuela (Kaplán, 1992; Kaplán & Szapu, 2019; Sáez, 2017). Es decir, tales fenómenos no responden únicamente a características individuales intrínsecas de los estudiantes, sino que deben comprenderse en su relación con las personas, organizaciones y culturas que los enmarcan (Carrasco-Aguilar et al., 2016; Fierro, 2007; Mutchinick, 2018). En esta línea, estudiar las perspectivas y culturas de los niños, niñas y jóvenes resulta no solo interesante sino también necesario para la producción de conocimientos, diseños e intervenciones en la escuela. Ello, toda vez que la literatura muestra que la investigación y desarrollo en estas materias se han basado de manera hegemónica en instrumentos planteados por adultos y expertos (Argos et al., 2011; Pacheco-Salazar, 2018). Estos cambios y preguntas dan contenido a las formas en que, en tiempos de pandemia, la educación escolar se desarrolla y coloca cara a cara a personas cuyo ejercicio del derecho a la sociedad es necesario de manera individual, colectiva y social. Lo cierto es que los procesos educativos y las instituciones como la familia y la escuela se encuentran a la vista en términos de un diálogo crítico en torno a qué sucede con cada una de ellas, y aún más, entre ellas.
Análisis de la situación de pobreza infantil y el Programa CaixaProinfancia en once territorios del estado español. En su presentación, Andrés Millar abordó la concepción de la pobreza desde una mirada multifactorial, considerando qué elementos inciden en que una persona caiga en situación de pobreza, las causas que impiden salir de esa situación, y las consecuencias que tiene en la vida de las personas. La cultura escolar es alimentada por el capital simbólico que acumulan los establecimientos educativos y ese capital proviene no sólo de los logros académicos, sino también de otras fuentes como la participación en concursos de literatura o folklore.
Un documento redactado bajo el alero de un consenso mundial, asociado a la eliminación de sesgos discriminatorios y excluyentes en la trayectoria formativa de las y los estudiantes. Fija normas para determinar los alumnos con necesidades educativas especiales que serán beneficiados de las subvenciones para educación especial. Cuando falta educación, faltan las herramientas necesarias para el crecimiento humano, ethical y social de la persona, así como las condiciones necesarias para romper el círculo vicioso de la pobreza. En el campo de la educación el papel de los padres es insustituible e inalienable, “no puede ser totalmente delegado o usurpado por otros”. En su intervención ante la Asamblea General de la ONU en Nueva York, el observador permanente de la Santa Sede, el arzobispo Gabriele Caccia, habló sobre el tema de la educación, “un factor pobreza economica basic para el desarrollo sostenible que permite a todo ser humano adquirir las competencias necesarias para participar plenamente en la sociedad”. Un niño con alto índice de vulnerabilidad escolar vive en la pobreza o pobreza extrema y muchas veces tiene problemas de fracaso escolar como un bajo rendimiento, baja asistencia y una alta probabilidad de deserción escolar.
Por otra, está el desafío de superar la barrera tecnológica que hay en la región, donde menos del 43% de las escuelas primarias y menos del 62% de los colegios secundarios tienen acceso a web con fines pedagógicos. Esto, en el contexto de garantizar una educación bajo el modelo híbrido que mezcla clases presenciales y on-line, asumiendo la incertidumbre que impone la evolución de la pandemia en cada país. Estos actos posiblemente simbolicen una disputa del poder vertical ejercido desde los docentes hacia los estudiantes en el aula, en la cual los niños y las niñas se volvían parcialmente conscientes de la posición construida sobre ellos (Grinberg et al., 2014; Kaplán et al., 2012) e intentaban una salida (im)posible y efímera. Estos actos corresponderían no a estudiantes aislados causando problemas, sino a situaciones de violencia en la escuela, en tanto los actos de disrupción y agresión tomaban forma y sentido dentro de ella. También implicarían violencia hacia la escuela, pues intentarían romper con los diseños y regímenes sostenidos por la gestión de la convivencia. Las últimas citas muestran que los estudiantes han aprendido que quienes reciben o son testigos de agresiones por parte de sus pares no son atendidos por el personal de la escuela.
Una educación sin equidad educativa no tiene valor, la educación no puede estar secuestrada por las políticas de gobierno. El daño que se le hace a la educación por no ser tenida como una política de estado, nos condenará siempre a incrementar la pobreza, a formar alumnos rehenes, condenados más bien, de los gobiernos de turno. La injusticia educativa reproduce desigualdades sociales, los países con la distribución más equitativa de la riqueza son los que logran mayor justicia educativa, o como le hemos llamado aquí equidad educativa. A estos países, sí les importa que no haya pobres en sus calles, que no haya «rehenes» de la mala (pésima) política. Hoy, UNESCO define la Inclusión Educativa como “un proceso de abordaje y respuesta a la diversidad de las necesidades de todos los alumnos, a través de la creciente participación en el aprendizaje, las culturas y comunidades, promoviendo la reducción de la exclusión dentro y desde la educación”.
Entre los resultados, se encontró que Flor enfrenta retos y cuestiones críticas vinculados a temas como la pobreza, la presión académica y expectativas familiares, la migración y acceso a la educación, cuestiones de género en la familia e ingenierías “para mujeres”, la calidad de la educación rural, así como la influencia de modelos para la formación académica y en investigación. Los resultados pueden ser tomados como base para futuras investigaciones, que estudien las cuestiones críticas que emergen con poblaciones más amplias de jóvenes originarios de comunidades rurales en Yucatán, particularmente aquellos estudiantes que cursan carreras relacionadas con la ciencia y tecnología en la región maya de México. La exclusión educativa en muchísimos casos provoca de forma inmediata la exclusión social, y así se incrementa la pobreza y las probabilidades de conductas de riesgo de esos jóvenes que se alejan de la escuela. Daniel Johnson, quien es director ejecutivo de Paz Ciudadana, fue certero en una reciente entrevista dada a T13 Radio y declaró sin tapujos que los estudiantes excluidos del sistema escolar están más expuestos a vulneraciones y a ser reclutados por organizaciones delictuales. Sostuvo que el Estado tiene el deber de ir a buscar a esos jóvenes, pues sabe dónde están, y una vez encontrados, ofrecerles un programa efectivo de reingreso escolar, cuestión que hoy ocurre muy por debajo de lo esperado. Definir a la EPJA desde la informalidad, sigue fortaleciendo los saberes, espacios, tiempos, sujetos y procesos determinados desde el parámetro de la escolaridad “formal” con lo que se potencia justamente su carácter secundario, no formal, cuando en realidad es no escolar.