La región de La Araucanía, siendo la más desigual en el año 2009, no es la que más ha reducido sus niveles de desigualdad, pero se encuentra dentro de las tres mejores. Las tres regiones del norte, Tarapacá, Antofagasta y Atacama, efectivamente fueron las regiones que iniciaron con los índices de Gini más bajos, logrando menores reducciones de desigualdad en el tiempo. Si bien el crecimiento es un fenómeno relativo al mercado y al aumento del PIB, como se ha mencionado, el desarrollo suma a esto el bienestar social, el cual se observa en la calidad de vida de la población, en el desarrollo de competitividad y capital humano, en la mayor calidad y acceso a educación y salud, entre otros factores. En esta oportunidad se estudiaran el índice de desarrollo humano (IDH) y el índice de desarrollo regional (IDERE).
Esto implica que cuentan con información valiosa para enriquecer la mirada del comité y dar rumbo a su trabajo. Paulina Quezada y Paula Sepúlveda, jefa y analista, respectivamente, de la División de Servicios y Atención al Usuario (DASU), se sumaron al Comité de Género de la Superintendencia de Pensiones a partir de julio. De esta forma se completó la conformación de esta instancia, que fue creada en marzo de este año para planificar y gestionar el avance de la institución hacia la equidad entre hombres y mujeres. La violencia de género suele conceptualizarse desde una perspectiva de poder y management del hombre respecto de la mujer. La evidencia científica y también la experiencia humana nos han llevado a conocer y enfrentar el machismo como la expresión más evidente de la construcción social que, durante generaciones, ha situado a la mujer en una posición de inferioridad respecto del hombre.
Es preciso advertir que incluso los países más igualitarios exhiben algún grado basal de desigualdad vinculado a la división del trabajo, la que requiere pagos diferenciados acorde a la complejidad de las ocupaciones o para el fomento de actividades que están sujetas a un appreciable nivel de riesgo, como la innovación y la labor empresarial. Asimismo, la búsqueda de la igualdad no supone eliminar la diversidad de valores, preferencias y capacidades que nos distinguen como personas. Los niños y jóvenes de diferentes niveles socioeconómicos no se encuentran, no conviven, no se conocen, al estar radicalmente separados territorialmente y según niveles de ingreso de sus familias. Cuando se focaliza en los estudiantes en el 5% más alto de los puntajes, 21% de estudiantes de colegios pagados, 2% de subvencionados y 1% de los públicos están en ese rango de puntuaciones. Es incorrecto atribuir las brechas de logro promedio entre escuelas de diferentes dependencias administrativas de las escuelas a diferencias en la calidad de la enseñanza.
Si bien la herramienta fue lanzada en junio pasado, se trata de un sitio permanente que está pensado para que las y los jóvenes puedan calcular la mencionada brecha en el sector económico en el que desean trabajar. Calcular la brecha salarial de género es lo que permite la plataforma interactiva NiMásNiMenos, iniciativa creada por la Universidad de Talca (U. de Talca) en conjunto con la Universidad Adolfo Ibáñez (UAI) y en la que nuestra Superintendencia es una de las instituciones asociadas. En términos de propuestas para el futuro, los libros de Piketty, Stiglitz y Collier son generosos, aunque de todos los autores referidos en este artículo, solo Piketty es quien habla de una “superación del capitalismo”.
Junto con eso, se pretende estimar el parámetro de aversión a la desigualdad con una muestra en Chile y explorar las diferencias en sus niveles por grupo socioeconómico. Entendemos la cohesión social como un proceso multidimensional y dinámico, referido a la calidad de las interacciones entre miembros de una comunidad, definida en términos geográficos, basada en relaciones sociales resilientes y en una conexión social positiva a la comunidad y el bien común (Social Cohesion Radar, 2013). Dentro de su estudio, se incluyen variables como vínculos, pertenencia social, respeto y tolerancia, confianza interpersonal e institucional, percepciones de justicia social, orientaciones sociales compartidas, participación cívica, entre otras. El tema de la desigualdad es importante porque no solo tiene efectos en la economía, en especial en el crecimiento, sino afecta la democracia y la convivencia social. Aunque conceptualmente la igualdad y la movilidad (o igualdad de oportunidades) son distintos -una se da en un momento del tiempo, la otra conecta padres e hijos, o sea, la persistencia intergeneracional de la desigualdad-, lo que se observa es que están muy correlacionados. La Convención sobre los derechos del niño/a ha sido ratificada por 196 Estados Parte de la Convención.
Por su parte, el sociólogo afirmó que la gente antes del estallido social estaba menos tolerante o eran menos capaces de justificar una desigualdad de ingreso. Pero cuando hay mucha desigualdad la mayor parte de las personas que gana menos que el promedio, se moviliza. A pesar de desigualdad en paises la existencia de algunos indicios positivos hacia la reducción de la desigualdad en algunas dimensiones, como la reducción de la desigualdad de ingresos en algunos países y el estatus comercial preferente que beneficia a los países de bajos ingresos, la desigualdad aún continúa.
De acuerdo a la Unesco, la desigualdad debe ser considerada un tema de gran seriedad, pues su falta de tratamiento puede poner en peligro la sostenibilidad de las economías, sociedades y comunidades. La publicación científica en América Latina respecto al tema es insuficiente, nuestra producción es de las más bajas del globo, a pesar de la evidente necesidad de superar dificultades en cuanto a equidad, pobreza, salud, educación, trabajo, género, and so on. que vive nuestro continente. Según un análisis de Oxfam, de acuerdo con datos de la UNESCO, en los países en desarrollo, niñas y niños de familias pobres tienen siete veces menos probabilidades de terminar la escuela secundaria (media) que niños de familias ricas. Además, en los países desarrollados, solo un 75% de niñas y niños de familias más pobres se gradúan de las instituciones de educación secundaria, mientras que un 90% de los niños de familias ricas se gradúan. Entonces, para las capas medias esto fue muy difícil, y para las capas más pobres lo que ocurre es que fueron saliendo de la extrema pobreza, del 40% de pobres en el año 1990 se pasó a un 8% en el año 2017. En la mayoría de esa serie estamos hablando de pobreza de ingresos, es decir, la capacidad que tiene la gente de consumir alimentación y bienes básicos.
A su vez, en los rangos de densidad superiores al 70% se concentra el 31,3% de las mujeres versus el 43,6% de los hombres, proporciones que aumentaron 2% respecto de un año atrás. Tras obtener el 51,6% de los votos en las elecciones del pasado 12 de mayo, la bioquímica se convirtió en la primera mujer en ocupar el cargo más alto de la casa de estudios en 180 años. Con el lenguaje inclusivo de género evitamos reproducir la noción de que hay comportamientos, valores, trabajos, actitudes, espacios, etc. que son propios y exclusivos de algunas personas y no de otras. Es decir, el lenguaje contribuye a la eliminación de estereotipos y sesgos que limitan tanto a mujeres como a hombres, y con ello, la construcción de una sociedad más igualitaria. En Chile, al igual que en gran parte del mundo, sino en el planeta completo, los estereotipos de género, los sesgos sexistas y las formas de discriminación contra la mujer han sido la base de la desigualdad. Un hecho que marcó la historia de la violencia que sufren mujeres y niñas desde siempre y hasta hoy, en el mundo entero.
Para 2015 se observa un buen progreso en las personas del área rural, ya que un menor 7,8% no sabe leer ni escribir, así como un 3% de las personas de la ciudad; este año, hay un 3,3% de mujeres analfabetas, seguidas muy de cerca por un 3% de los hombres. Mientras en regiones como Tarapacá y Magallanes, el analfabetismo no alcanzó al 1% de la población, en Los Ríos, La Araucanía y el Maule, superó el 4%, develando una tarea pendiente en estas regiones, principalmente con su población rural. Para la mayoría de las regiones, hay un mayor porcentaje de mujeres analfabetas que de hombres, a excepción de las regiones de Tarapacá y O’Higgins. Respecto a la tasa de crecimiento, en 2016, La Araucanía es la región con mayor crecimiento a nivel real, a pesar de los bajos indicadores socioeconómicos que se darán a conocer más adelante. Mientras tanto, la menor variación se observó en el norte, en la región de Antofagasta, cuyo PIB disminuyó un 2,9% respecto al año anterior, sin embargo, sigue siendo una de las regiones que más aporta al PIB nacional (9,7%), gracias al producto minero de esta zona. La Región Metropolitana es por excelencia la región que más produce en el país, por sí sola aporta el 42% al PIB nacional, sus principales ingresos provienen del sector de servicios financieros y empresariales y del comercio (Ver Anexo B).
A pesar de estas diferencias, son muy informativos y nos permiten hacer comparaciones entre los distintos territorios del país y su evolución en el tiempo. Acorde con la CASEN, los años de escolaridad promedio del país son eleven, con una leve diferencia por género, eleven,2 años para los hombres y 10,9 en el caso de las mujeres. Esta diferencia, aunque pequeña, se ha mantenido en el tiempo y es el mismo comportamiento presentado por Barro y Lee (2010).
CIPER/Académico es un espacio abierto a toda aquella investigación académica nacional e internacional que busca enriquecer la discusión sobre la realidad social y económica. A pesar de que estas cifras pueden ser informativas, siguen escondiendo una heterogeneidad territorial de la que pocas veces se habla. La reflexión respecto a las especificidades de los territorios es basic para comprender la profundidad de la centralización en Chile, y asimismo para explorar la relación existente entre conflicto social y concentración de la riqueza. Fernández, por último, realizó una narrativa descripción de modos de desigualdad y criticó “el frenesí de la barbarie neoliberal”. Destacó que “hemos acordado que los seres humanos tenemos una misma dignidad, y aun así hay lugares en que no lo tienen claro.
Comprender esta conexión nos proporciona una nueva perspectiva sobre cómo las políticas y la sociedad influyen en el cerebro y en la salud. Es un recordatorio de que la lucha contra la desigualdad y una sociedad más justa no solo es un asunto social y político, sino que también tiene un impacto profundo en nuestra salud cerebral, mental y en nuestro bienestar a largo plazo. Las desigualdades también están aumentando para las poblaciones vulnerables en países con sistemas sanitarios más deficientes y en países que se enfrentan a disaster humanitarias existentes. Los refugiados y los migrantes, así como los pueblos indígenas, los ancianos, las personas con discapacidad y los niños se encuentran especialmente en riesgo de ser excluidos. En el presente texto se presenta el problema de la desigualdad social en el contexto de la teoría de sistemas sociales.
La sociedad hoy reconoce y valora la equidad de género como un imperativo ético para construir un Chile más justo. Pero aún resta mucho camino para asegurar la plena igualdad de derechos y oportunidades entre mujeres y hombres. Scuro también expuso sobre la evidencia internacional en materia de discriminación en los sistemas de pensiones de los distintos países y cómo este fenómeno se relaciona con el funcionamiento del mercado laboral. «La región está avanzando en reconocer que el financiamiento contributivo no tiene que estar asociado desigualdad entre paises ricos y pobres únicamente al estatus laboral de las personas», sostuvo. Agrega que el movimiento es replicado en América del Norte, cuando una declaración del Partido Socialista de los Estados Unidos de América, el 28 de febrero de 1909, celebra en todo el país el primer Día Nacional de la Mujer, festejo que continúa el último domingo de febrero de cada año hasta 1913. Pero al igual que la OIT establece como hito del movimiento femenino en Estados Unidos la lucha por mejores condiciones de trabajo y derechos similares a los de los hombres.
También están las diferencias en el acceso a una salud oportuna y a una educación de calidad, y la vivencia de malos tratos y discriminación debido a causas que están fuera del control de las personas (el aspecto físico, el origen socioeconómico, el género y el lugar de residencia, entre otros). Puede ser wise, particularmente para quienes no son las grandes fortunas, sino los sectores profesionales de altos ingresos. Ahora, los países que han logrado niveles muy bajos de desigualdad y más altos de movilidad tienen sistemas tributarios que recaudan más, especialmente en sectores de más altos ingresos, y tienen niveles de gasto social público más elevados. Si ocurre que jóvenes de familias más pobres, con poco conocimiento y experiencia en educación superior, reciben educación de peor calidad y poco apoyo en su paso por la educación superior, esto cut back sus oportunidades laborales y de movilidad. Un gran desafío para países que expanden su educación superior e invitan, por primera vez, a sectores tradicionalmente excluidos, es apoyar, con recursos económicos pero también extraeconómicos, a los jóvenes más vulnerables. La persistencia intergeneracional de la riqueza se asocia a una alta concentración de ingresos en el grupo de ingresos más altos en Chile.