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L Valenzuela: Segregación Espacial, Hacinamiento Y Desigualdad Socioespacial En Pandemia

10.three Garantizar la igualdad de oportunidades y reducir la desigualdad de resultados, incluso eliminando las leyes, políticas y prácticas discriminatorias y promoviendo legislaciones, políticas y medidas adecuadas a ese respecto. 10.2 De aquí a 2030, potenciar y promover la inclusión social, económica y política de todas las personas, independientemente de su edad, sexo, discapacidad, raza, etnia, origen, religión o situación económica u otra condición. En entrevista con el programa Palabra Pública de la radio Universidad de Chile, Carlos Ruiz, presidente de la Fundación Nodo XXI, reflexiona sobre la actual disaster sanitaria que azota al mundo, en el marco de la publicación de su último libro «Octubre chileno, la irrupción de un nuevo pueblo».

En los últimos deciles (9 y 10), no existe una mejora sustancial de los ingresos monetarios producto de las ayudas entregadas en el año 2021, respecto de los resultados CASEN 2020. Indicadores de pobreza y desigualdad, según inclusión de beneficios Covid-19 al ingreso monetario corregido del hogar. En el caso de los beneficiarios del Bono Covid, es decir, aquellos hogares que se encontraban en fase de preparación o apertura inicial, se identificaron a los beneficiarios del SUF y del Subsistema Seguridades y Oportunidades según información declarada en la CASEN 2020 para imputar el Bono Covid los meses de enero a marzo de 2021. Por su parte, las ayudas que fueron directamente a los hogares en los años 2020 y 2021, tales como el IFE universal desigualdad social a nivel mundial y laboral, los bonos a la clase media y transportista, entre otros, se contabilizan en alrededor de 28,5 millones de dólares, según se detalla en la siguiente tabla.

En el frente económico, la pandemia de la COVID-19 ha aumentado significativamente el desempleo mundial y ha recortado drásticamente los ingresos de los trabajadores. La tasa de desocupación informada, para septiembre-noviembre de 2020, es de un 10,8% según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE). “Nacer con cierto colour de piel o crecer en determinado barrio no debe determinar las posibilidades que una persona tiene de morir a causa de enfermedades infecciosas como la COVID-19. Dos años después del comienzo de la pandemia, los gobiernos de América Latina siguen sin entender la urgencia de implementar un enfoque basado en los derechos humanos destinado a recuperarse de la pandemia y afrontar la desigualdad”, ha afirmado Erika Guevara Rosas, directora para las Américas de Amnistía Internacional. Aunque muchos países latinoamericanos efectuaron transferencias monetarias durante la pandemia, ninguno de ellos amplió el seguro médico ni tomó suficientes medidas para implementar mecanismos de seguridad social common o ampliar las coberturas a fin de garantizar que las personas más desfavorecidas estuvieran atendidas. Al mismo tiempo, los ingresos del 99% de la población mundial empeoraron por la misma causa, llevando a la pobreza a más de one hundred sixty millones de personas.

Y, de igual forma, generar un sistema económico menos vulnerable ante shocks mundiales como el que hoy se sufre. 10.6 Asegurar una mayor representación e intervención de los países en desarrollo en las decisiones adoptadas por las instituciones económicas y financieras internacionales para aumentar la eficacia, fiabilidad, rendición de cuentas y legitimidad de esas instituciones. En Chile “entramos a una situación de pandemia en un momento en que la sociedad está mucho más movilizada y se ha vuelto pilar clave para enfrentar esta situación de crisis”, comenta el sociólogo. Por el contrario, en Chile “tenemos la experiencia de casi medio siglo de neoliberalismo ininterrumpido. En temas de género, las cifras respecto al desempleo se agudizaron porque las mujeres disminuyeron su participación laboral a sólo un forty seven,3%, su nivel más bajo en 10 años en nuestro país, según datos del Ministerio de la Mujer y Equidad de Género.

Elemento related se observa en la Tabla 10, al comparar los índices de desigualdad de los últimos quince años, observándose nuevamente una notable mejoría el año 2021 al incluir los beneficios asociados a la pandemia. Otro aspecto relevante es la diferencia existente entre lo reportado por el MDSF durante el año 2020 y la estimación realizada para el año 2021. En la primera instancia se observó un fuerte aumento de la desigualdad en todos sus ámbitos, superando todo registro de estos indicadores para los últimos quince años. Con la intensidad del nuevo paquete fiscal para el año 2021 se logra revertir esa situación, consiguiendo que la desigualdad alcance mínimos históricos de forma momentánea. Las remesas de los trabajadores latinoamericanos desde fuera de la región se redujeron un 19,3% en 2020 según el Banco Mundial.

Quienes tienen una mayor fragilidad financiera y han sido más fuertemente afectados económicamente -jóvenes, mujeres y hogares de menores ingresos- son quienes, en mayor medida están experimentando un deterioro de su salud psychological. La heterogeneidad exhibida en la fragilidad financiera durante eventos inesperados -como esta pandemia- está asociada a la desigual capacidad de ahorro y acceso a crédito formal de los distintos segmentos de la población. Los integrantes de los hogares de mayores ingresos manifestaron que si su hogar pierde su principal fuente de ingresos tendrían ahorros suficientes para cubrir sus necesidades básicas por 5,2 meses, en comparación con 1,7 meses en el caso de los hogares de más bajos ingresos. Por ejemplo, en el segmento de hogares de más bajos ingresos -encabezados por jefas de hogar-, el 36% de las mujeres manifestaron que no tendrían ahorros suficientes para cubrir sus necesidades básicas durante un mes. Los resultados anteriores muestran que, si bien ha habido grandes progresos en los últimos años, la carencia de un sistema de seguridad social que permita dar apropiados niveles de protección a toda la población significa una vulnerabilidad en tanto que nos deja a la merced de ‘shocks’ o eventos inesperados externos, como lo es en este caso una pandemia.

Los efectos de la pandemia y de las restricciones de movilidad afectaron en mayor medida a los más vulnerables, de manera transversal a los distintos países. En este contexto, los sistemas de seguridad social jugaron un rol fundamental en proteger los ingresos de las familias. Así fue como la Ley de Protección al Empleo en Chile fue una de las medidas que permitió mitigar la caída de ingresos de los hogares que dependiesen principalmente de trabajos formales, sin requerir de la inyección de recursos adicionales. Uno de los principales problemas de Chile al momento de identificar a los grupos más vulnerables fue la alta tasa de informalidad existente en el país. De hecho, según la ENE del trimestre octubre-diciembre del año 2021, los ocupados informales son alrededor de dos millones de trabajadores, lo que representa alrededor del 28,3% de los ocupados a nivel nacional.

Este trabajo tiene por objetivo ir más allá de la descripción estadística sobre el incremento de la desigualdad e intenta explicar el origen de las desigualdades como un proceso causado por la ideología imperante acerca del funcionamiento económico y el proceso de desregulación que comenzó en los años de 1970. Además, se plantea un carácter dual de los apoyos gubernamentales implementados durante la pandemia a fin de evitar el desplome de la economía. Considerando que Chile ha sido señalado como caso emblemático de instalación de este tipo de políticas, esta investigación analiza la actuación y efectos en la organización del trabajo en dos campos específicos -educación y políticas de protección de niños, niñas y adolescentes-, en el contexto de la Pandemia COVID-19, a partir de los relatos de sus trabajadores. Los resultados muestran que los participantes relevan un sentido y organización del trabajo vinculada a lo que otros investigadores han denominado ética del trabajo público, denunciando la poca pertinencia de las prescripciones propias de los instrumentos del NMP. Los actores relevan orientación al otro y trabajo colaborativo bajo normas construidas colectivamente, como sostén de una acción pública pertinente.

desigualdad social en la pandemia

Agrega que por un lado, “hay sectores que pueden retornar a la pobreza, por otro, van a favorecer la concentración patrimonial y de oportunidades. Es muy peligroso que se use la pandemia como oportunidad para que los que más tienen aumenten más sus caudales. La desigualdad es un problema arraigado por años y desde cada vereda en la que nos toca transitar reconocemos diversas manifestaciones de ella. Existe desigualdad económica, acceso a la educación, cultura, religión, acceso a la salud y temas de género. El reporte advierte también sobre los fuertes impactos de la crisis del COVID-19 sobre el mercado laboral. La tasa de desocupación regional se ubicó en 10,7% al cierre de 2020, lo que representa un incremento de 2,6 puntos porcentuales respecto del valor registrado en 2019 (8,1%).

El conflicto entre las hortaliceras y Carabineros en medio de la pandemia se suma a la situación de inequidad «tremenda” en la que se encuentran las mismas comunidades mapuche, que cuentan con altos índices de diabetes e hipertensión arterial, producto de cambios alimenticios forzados por la reducción territorial. Para Andrés Cuyul Soto, académico del departamento de Salud Pública de la Universidad de la Frontera y Doctorando en Ciencias en Salud Colectiva de Universidad Autónoma Metropolitana (México), existe un desigualdad por regiones abandono de las autoridades encargadas de llevar adelante las estrategias ante la pandemia desatada por el Covid-19. Dentro de ese abandono, según el experto, se encuentran las hortaliceras mapuche, que negocian sus productos desde la fundación de Temuco, y que actualmente «siguen siendo perseguidas y solo intentan sobrevivir en un contexto de pandemia». «Tengo que alimentar a mis hijos», gritó una hortalicera mapuche, tratando de rescatar el canasto que le arrebataba un carabinero en pleno centro de Temuco.

La académica UC fue la encargada de abrir la conversación señalando que “las desigualdades territoriales han jugado un rol claro en esta disaster socio sanitaria, pero son una suma de desigualdades de distinto tipo. Lo primero es que hay enormes diferencias en los estándares de vivienda, en términos de metros cuadrados y hacinamiento, pero también hay temas de calidad, de confort térmico, de condiciones de ventilación, entre otros. Además se vive un confinamiento más problemático, porque hay competencias respecto de los espacios de la vivienda”. La reciente entrega de los resultados de la Encuesta Casen 2020 (aplicada en medio de la pandemia) nos han permitido ver la brecha de ingresos entre el 10% con mayores  ingresos y el 10% más pobre de mayor tamaño que jamás habíamos visto en Chile, desde que existen registros disponibles. El conocimiento que hemos obtenido trabajando en conjunto con Chile, ha sido compartido con diversos países del mundo que enfrentan desafíos de desarrollo similares. El proyecto para el Fortalecimiento de las Universidades Estatales culminó en junio de 2023, consiguiendo importantes logros en términos de mejoras en la calidad y equidad, pese al difícil contexto como resultado de la pandemia.

Afortunadamente, no hemos llegado a ese punto, pero la actual ausencia de datos fiables que existe en muchos países para analizar la desigualdad parece acercarnos a ello. Un gran número de análisis científicos ha mostrado cómo las clases más vulnerables, las mujeres, migrantes, infantes, mayores y residentes en territorios pobres mueren y enferman más por causas injustas y evitables. La COVID-19 ha intensificado las desigualdades existentes y ha afectado más que nadie a los pobres y las comunidades más vulnerables.

De la absurda búsqueda del crecimiento económico eterno sin tener en cuenta que habitamos un planeta de recursos finitos. Gracias al carácter internacional y multidisciplinario del estudio, se podrá trazar una comparabilidad de carácter longitudinal sobre las significaciones y respuestas de las familias —respecto a las medidas de sociosanitarias— en diversos contextos nacionales, y una sensibilidad tanto para las comunidades globales como para las variaciones locales. Un total de seis universidades del país serán parte del trabajo, el que cuenta con un alcance internacional al ser sus resultados comparados con los de otros diez países. Precisamente países como Brasil o Chile, afectados duramente por el virus, han visto a sus respectivas élites económicas, libres de todo management estatal lucrando con las desgracias de su población. Esto se traduce en una explosión del desempleo, que llegaría a forty four,1 millones de personas en la región, lo que representa un aumento cercano a 18 millones con respecto al año 2019. Pero también en un aumento de la mendicidad o extrema pobreza la cual se incrementara en 28,5 millones personas en solo un año, pasando de sixty seven,7 millones de personas en 2019 a 96,2 millones de personas en 2020.

Desigualdad Y Procesos De Exclusión Social Concentración Socioespacial De Desventajas En El Gran Buenos Aires Y La Ciudad De México

Hasta el 30 % de la desigualdad de los ingresos tiene su origen en la desigualdad existente en los hogares. Si bien las desigualdades de género han ido disminuyendo —por ejemplo, se ha reducido la disparidad salarial por razón de género en los últimos veinte años—, las mujeres aún padecen disparidades económicas, jurídicas, políticas y sociales importantes. La exclusión social se define como la ausencia de participación y oportunidad de grupos de individuos dentro de las dinámicas cotidianas y básicas de la vida social, económica, laboral, cultural, authorized o política de un país o sociedad. 20 La reflexión la estamos haciendo, en este nivel de generalidad, en términos de la concepción clásica de mercado de trabajo, o sea, limitándonos a empleo y trabajo asalariado. En términos de mercados heterogéneos de trabajo, como los latinoamericanos, es necesario incorporar el fenómeno del autoempleo.

Es evidente la necesidad de lograr un crecimiento inclusivo, equitativo y sostenible, que garantice el equilibrio entre las dimensiones económica, social y ambiental del desarrollo sostenible. Por ejemplo, los índices actuales sobre la situación de las personas pertenecientes a los pueblos indígenas en las prisiones reflejan los desafíos que impone el tema del acceso a la justicia para este sector de la población. En ciertos países la sobrerrepresentación de indígenas en las cárceles y las paupérrimas condiciones en que se hallan estas personas detenidas, viola incluso principios reconocidos internacionalmente. Un estudio presentado por el Mecanismo de Expertos de las Naciones Unidas en el atlas de las desigualdades el año 2013 confirma dichos datos, señalando que en algunos países la población indígena en las cárceles es cinco veces mayor al porcentaje de detenidos de otros sectores de la ciudadanía (ACNUDH, 2013). Para el Relator Especial de Naciones Unidas sobre los Pueblos Indígenas, la excesiva presencia de indígenas en las cárceles encuentra su explicación, en muchos casos, en el uso de lenguas no indígenas durante el proceso judicial, sin la presencia de intérpretes o defensores indígenas de oficio o frente a funcionarios con prejuicios o estereotipos negativos contra ellos. Al observar los procesos de migración intrametropolitana percibimos que estas desventajas se refuerzan y potencian.

La Agencia de la ONU para las personas refugiadas señalaba, hace unos años, que existe una relación directa entre causas ambientales, originadas por cuestiones como el cambio climático y el desplazamiento forzoso de población. Para mitigar los efectos de esta situación, los países desarrollados pueden acoger y atender a las personas refugiadas o desplazadas. Por ejemplo, el reasentamiento es una de las herramientas para garantizar una vía segura y authorized a la población que se ve obligada a huir de su país y refugiarse en un país vecino, y evita que estas personas se encuentren en una situación aún más susceptible. Por lo general, la guerra no solo es una manifestación de la falta de convivencia, tolerancia y respeto por los distintos grupos sociales que interactúan dentro de un mismo espacio. También se usa como un método para reforzar el poderío de ciertos grupos sociales sobre otros, bien sea por razones religiosas, culturales, ideológicas, étnicas, raciales o de origen. Quienes ganan las guerras, además, son casi siempre los que se apoderan del derecho de acceder a los recursos y las fuentes de ingresos que en principio tienen una naturaleza común.

Pero esas ventajas no podrán sostenerse si no se scale back la desigualdad, asegura el informe. Marta Roig, autora del informe, señaló en una entrevista con Noticias ONU que más allá de la globalización o la revolución tecnológica, “la causa mayor de la tendencia hacia la desigualdad son las políticas de los Gobiernos”. El informe da pruebas de cómo la innovación tecnológica, el cambio climático, la urbanización y la migración internacional están afectando la tendencia de la desigualdad. ensayo sobre pobreza y desigualdad En el prólogo al informe, el Secretario General destaca la oportunidad de su publicación cuando “tanto en el norte como en el sur, han surgido protestas masivas, alimentadas por una combinación de problemas económicos, crecientes desigualdades e inseguridad laboral”. El efecto de la desigualdad de oportunidades y la discriminación en la legitimidad política y la participación. En Azpuru, Dinorah y Pira, Juan Pablo (Eds.) Cultura política de la democracia en Guatemala y en las Américas.

De igual forma, en materia de democratización y ejercicio de los derechos políticos, se han dado progresos considerables en los últimos quince años. Como resultado, hoy los países de Latinoamérica y el Caribe son más estables, cuentan con instituciones más sólidas y, a pesar de algunos retrocesos, gobiernos más democráticos. Bajo este proceso de consolidación, la celebración periódica de elecciones ha sido un factor important por medio del cual se expresa y legitima la voluntad in style.

Si bien las fuentes de capital social (amigos, vecinos, familiares) no desaparecen, las redes sociales, dada su composición, pueden no resultar útiles para proveer los recursos que se necesitan o buscan (tales como las oportunidades de empleo). En los espacios signados por la concentración de la pobreza, el desempleo y el empleo precario, los contactos y las redes disponibles se vuelven poco efectivos y así contribuyen al entrampamiento en circuitos empobrecedores. Además de lidiar con los problemas relacionados con la insuficiencia de ingresos, de manera creciente los pobres deben enfrentar los efectos sociales de un ambiente en el cual la mayoría de sus vecinos son también pobres (Massey, 1996). Aunque con expresiones e intensidades propias en cada contexto, el nuevo escenario evidencia, con más fuerza que nunca, la constitución y cristalización de ámbitos diferenciados y homogéneos de sociabilidad donde los puntos de “encuentro” entre diversos sectores sociales son cada vez más escasos. El progresivo debilitamiento de espacios pluriclasistas (particularmente donde éstos tuvieron una presencia importante), como las escuelas y los hospitales, el transporte y las plazas, en tanto que fuentes de altruismo, solidaridad y actitudes de aversión a la desigualdad, provoca importantes consecuencias sobre la integración social (Kaztman, 2001). El momento de modernización de orientación nacional se caracterizó, en primer lugar, por la importancia que tuvieron las dinámicas secundarias de generación de exclusión laboral junto a las de orden principal.

En el contexto de un mercado de trabajo dinámico, y con servicios públicos subsidiados, su ubicación geográfica no sólo no representaba una desventaja para obtener empleos, sino que abría la oportunidad de acceder a viviendas. Sin embargo las transformaciones que ocurrieron en los noventa y la crisis de 2001 alteraron radicalmente la estructura de oportunidades, y su ubicación, junto con muchas otras desventajas, condujo a un progresivo aislamiento. La escasez de oportunidades locales se vio agudizada por la imposibilidad de afrontar los costos que conlleva la búsqueda de empleo en la Ciudad de Buenos Aires. eight La zona fue cayendo de manera creciente no sólo en la concentración de pobreza, sino en la combinación de pobreza y desempleo. En los contextos de pobreza homogénea se agrega a tales desventajas el problema de vacuidad o inefectividad de las redes existentes.

Con esta publicación, el PNUD reitera su compromiso con la generación y difusión de conocimiento que sirva como base de discusiones informadas para la construcción de consensos respecto de los cambios que el país requiere. Aspiramos a que todos los ciudadanos, especialmente aquellos en los grupos menos aventajados, tengan mayor control sobre sus propias vidas para perseguir los objetivos que ellos mismos consideren valiosos, integrándose de manera efectiva y participativa al proceso de desarrollo humano inclusivo y sostenible. La desigualdad perjudica al desarrollo, dificulta el progreso económico, debilita la vida democrática, afecta la convivencia y amenaza la cohesión social. Reducirla no es solo un imperativo ético, es también una exigencia para la sostenibilidad del desarrollo de los países. Además, la pobreza afecta tanto a las perspectivas de salud a largo plazo de las personas como a sus perspectivas económicas, debido a sus repercusiones en el desarrollo del niño. Colombia es la segunda sociedad con mayor desigualdad en el ingreso en Latinoamérica después de Brasil, en un continente quizá con la mayor desigualdad en el mundo, pues el 20% de los hogares más ricos concentra el 56% de los ingresos, y el quintil con mayores ingresos devenga 28,3 veces más que el quintil más pobre.

La experta también propone invertir “en una seguridad social que pueda proteger a los individuos cuando haya una situación de desempleo, cuando se jubila o cuando hay una discapacidad”. Las emisiones de carbono crecen y las temperaturas suben, pero el impacto del cambio climático no se siente de forma igual alrededor del mundo, siendo los países tropicales lo más afectados. Un ejemplo de cómo la inequidad inclina la balanza política en beneficio de los más ricos se refleja en cómo han decaído los impuestos a las clases más altas tanto en los países desarrollados como en los en desarrollo. En estos últimos, las tasas de ingresos por impuestos a los estratos sociales más altos cayeron del 66% en 1981 al 43% en 2018. La desigualdad entre países llevará inevitablemente a la migración pero, si está se gestiona de forma adecuada, no solo beneficiará a los migrantes sino que también ayudará a reducir la pobreza y las diferencias sociales y económicas.

exclusion y desigualdad

La lucha contra la desigualdad social ha transcurrido paralelamente a la aparición de los derechos fundamentales. La Declaración de los Derechos del Hombre, en 1789, y la aprobación de la Carta de los Derechos Humanos, en 1948, son dos acontecimientos esenciales en este sentido. “Los avances tecnológicos pueden exacerbar las desigualdades dando una ventaja a quienes tienen un acceso a ellas antes y creando una diferencias mayores en educación si ayudan de manera desproporcionada a los niños más ricos”, señala el informe. Otro de los hallazgos del informe se refiere al hecho de que las desigualdades concentran la influencia política entre quienes tienen mejores condiciones de vida, lo que tiende a preservar e, incluso, agrandar las diferencias. Hacemos campaña para influir en los Gobiernos locales y nacionales, los actores del sector privado y aquellas instituciones cuyas decisiones, políticas y prácticas pueden poner fin a la desigualdad, la pobreza y la injusticia. El cambio a gran escala es posible si nos solidarizamos y amplificamos las voces de las personas en situación de pobreza, injusticia, exclusión y crisis.

Obviamente, los diferentes tipos de exclusiones sociales deben ser abordadas en su especificidad, pero la reflexión acerca de la exclusión laboral queda como un referente para evitar la dispersión analítica. La reducción de la desigualdad es uno de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ods) a los que Chile adhirió en el marco de la Agenda 2030 acordada por los países reunidos en las Naciones Unidas. Esto implica el compromiso de lograr un crecimiento económico inclusivo y la reducción de la desigualdad en todas sus dimensiones, de modo de cumplir con el mandato de “no dejar a nadie atrás”. Abordar el desafío de reducir las desigualdades y la exclusión requiere, en primer lugar, entender sus causas, sus raíces históricas, sus formas de reproducción y sus consecuencias sobre la vida de las personas. Esto influye en la calidad de la educación de sus estudiantes del nivel secundario, afectando especialmente sus logros. De esta forma, el presente estudio indaga la segregación educativa socioeconómica desde el análisis espacial, a partir de un estudio de la autocorrelación espacial del Índice Socioeconómico y los resultados educativos de los estudiantes a partir de la Evaluación Censal a Estudiantes.

Por consiguiente, a partir de lo argumentado en los párrafos precedentes, podemos postular que se estaría configurando un nuevo excedente laboral constituido por el autoempleo de subsistencia, el desempleo estructural y el fenómeno migratorio internacional. Pero para determinar su grado de exclusión, es importante entender los cambios en la funcionalidad del excedente laboral en lo tocante al modelo acumulativo. Nos referimos a la exclusión que, al afectar a amplios sectores subalternos, parecería estar reflejando sociedades dualizadas que hacen que el viejo tema de la marginalidad adquiera una relevancia inquietante.1 El presente trabajo se centra, justamente, sobre este tercer fenómeno, el cual parte de dos premisas analíticas. En primer lugar, se quiere entender a la exclusión social como un fenómeno histórico-estructural relacionado con el proceso acumulativo vigente; y segundo, se postula que esta relación viene mediada por las desigualdades sociales generadas por tal proceso, siendo la exclusión su manifestación más extrema. En términos de salud, las personas que viven en situaciones de desigualdad social suelen tener una esperanza de vida más baja y una mayor incidencia de enfermedades crónicas.

Desigualdad Y Procesos De Exclusión Social Concentración Socioespacial De Desventajas En El Gran Buenos Aires Y La Ciudad De México

Esto es lo que Carlos Julio Báez Evertsz (CJBE) nos ofrece en su monumental Desigualdad y clases sociales, una interesante . Este es un libro que busca identificar el sujeto del cambio social en nuestro tiempo, uno que tiene el potencial de sustituir el capitalismo neoliberal y que podría comenzar a construir el socialismo participativo o la democracia igualitaria. La desigualdad social se refiere a la existencia de diferencias significativas en el acceso a recursos, oportunidades y derechos entre diferentes grupos en una sociedad. Yo trabajo sobre clases medias y lo que trato es cómo estamos todo el tiempo actuan- do lo que significa pertenecer a este estrato, es adecuación de las normas porque no hay nada tan hipernormalizado como las clases medias. Lo microsocial tiene que ver con lo macrosocial, por ejemplo, las actividades de belleza están muy ligadas con la circulación de discursos a nivel global. La blanquidad es un discurso que circula globalmente, no solo en América Latina, sino también en Oriente y por supuesto en Estados Unidos y Europa.

Esta perspectiva también tomó como best y como supuesto el funcionamiento autorregulado del mercado, una suposición que ya había sido criticada y descartada hace décadas por Karl Polanyi. El acento estuvo puesto en el plano de los individuos, y fue una ideología (o una utopía) dominante durante un tiempo, por encima de interpretaciones ancladas en estructuras sociales y en relaciones de poder, ya sean locales o globales. De ahí que en estas décadas se haya hablado más de pobreza que de desigualdad y que las políticas sociales –allí donde se implementaron– hayan estado orientadas hacia la reducción de la pobreza más que hacia la redistribución de la riqueza. También que se haya opacado, si no perdido, el lenguaje de clases y de lucha de clases, así como el rol del Estado como regulador, más allá de la implementación de políticas compensatorias –en particular, las políticas sociales focalizadas–. La igualdad es una preocupación que, implícita o explícitamente, ha estado y continúa estando en el centro de las luchas sociales. Estos debates no son solo teóricos; tienen consecuencias directas para las luchas y las demandas sociales en distintos niveles y en diferentes lugares alrededor del mundo.

desigualdad por clase social

5De la misma manera que las categorías EGP fueron reunidas para formar tres estratos sociales, las categorías de “raza/color” de ”negros” y pardos fueron unificadas en la categoría “negros”, con el propósito de obtener resultados más significativos en la medición de la segregación. En el año 2000 era superior al 40% la proporción de la población que no había concluido el primer ciclo educacional, la enseñanza básica. Sin embargo, en este mismo año 45.3% de la población de São Paulo había concluido el bachillerato, distinto al 31% del año 2000. Es possible que los datos estén asociados a la edad de los individuos, ya que se nota una baja escolaridad en los rangos de edad más altos, a pesar de la conclusión del bachillerato y entrada a la universidad de las nuevas generaciones.

La justicia, la libertad, la fraternidad, el respeto constituyen valores universales que sostienen una democracia. Sin embargo, las diferencias relacionadas con diversos factores tales como la clase social, el nivel de educación, la edad, el género, el origen étnico, la religión, entre otros; son determinantes en la aparición de la desigualdad social. Para algunos, las desigualdades sociales son aceptables et no hay necesidad de corregirlas ya que lejos de contribuir a la calidad de vida del individuo, implicaría una nivelación hacia abajo. Para otros, la desigualdad social es la consecuencia de la dominación económica, política o social y por lo tanto, deben ser corregidas o al menos, reducidas. El segundo y tercer componente del concepto de equidad en salud, indicados anteriormente, comparten una dinámica related desigualdad social en el mundo, en la medida en que constituyen el objeto de las políticas públicas de salud.

con las discusiones teóricas pertinentes. La producción más ortodoxa de teoría sociológica acerca de la estructura de clases se enmarcó en los parámetros del estructuralismo clásico, tanto marxista como funcionalista (Szymanski, 1972). Por ende, la formulación de elementos teóricos obedeció a la intención de construir esquemas conceptuales generales

España presenta, a escala internacional, niveles preocupantes de desigualdad económica, y niveles bajos de movilidad social. Además, las personas que proceden de familias de clase social alta siguen accediendo a estudios, ocupaciones y rentas elevadas, mientras que quienes provienen de clases trabajadoras son las más afectadas por el desempleo y la pobreza. La clase social parental, incluso entre jóvenes licenciados universitarios, sigue teniendo un peso significativo en la ocupación obtenida. La evidencia empírica de nuestro artículo no sólo es crucial para informar en debates públicos. Esta evidencia debe tenerse en cuenta para el desarrollo de políticas que reduzcan la desigualdad social y fomenten la igualdad de oportunidades en España.

Es debido a esta continuidad de sus tareas en el mundo urbano que las mujeres negras corren el riesgo de convertirse en el único medio de subsistencia para los hombres, pero sin la protección complementaria de una familia estable e integrada. Los resultados de todas estas condiciones son la anomia y la desorganización social de la vida private y social de los negros. Así, en este punto de su análisis, Fernandes incorpora una consideración explícita de las relaciones de género, y cómo estas interactúan con la clase y la «raza» en un contexto específico.

Por ejemplo, sólo four de cada 10 mujeres de 18 a 70 años tienen alguna cuenta de ahorro (desde nómina hasta de apoyos de gobierno). En las últimas cuatro décadas, la participación laboral de las mujeres se ha incrementado de manera importante; pero esto no se ha traducido en una reducción del tiempo que dedican las mujeres al trabajo dentro de casa que no se paga. Esto representa una problemática que se profundizó con la ola inflacionaria que se vivió en 2022, debido a que el poder adquisitivo de los salarios se vio golpeado por los incrementos generalizados en los precios. Las familias del decil X (de ingresos más altos) perciben, en promedio fifty four,427 pesos mensuales mientras que las del decil I (de ingresos más bajos) ingresan three,313 pesos mensuales. Piedras de papel es un blog en el que un grupo de sociólogos y politólogos tratamos de dar una visión rigurosa sobre las cuestiones de actualidad. Nuestras herramientas son el análisis de datos, los hechos contrastados y los argumentos abiertos a la crítica.

Los datos presentados en el índice de pobreza multidimensional de 2019 revelaron una escasa relación entre la pobreza y el grado de desigualdad económica, y que dos tercios de los pobres del mundo viven en países de ingreso mediano. Según Oxfam, si se mantiene el grado actual de desigualdad, la economía mundial tendría que crecer 175 veces para que todos ganaran más de 5 dólares al día. Es evidente la necesidad de lograr un crecimiento inclusivo, equitativo y sostenible, que garantice el equilibrio entre las dimensiones económica, social y ambiental del desarrollo sostenible. Si bien algunos indicadores socioeconómicos ubican a esta área en una posición “privilegiada” dentro del país -no así en el mundo-, aquí se pretende destacar la profunda heterogeneidad propia de dicho espacio urbano, con especial atención en el proceso de consolidación de áreas homogéneamente pobres. No se trata simplemente de un centro rico en términos de niveles de ingreso e infraestructura, y una periferia pobre, sino de una marcada diferenciación entre las localidades accesibles y seguras, donde habitan básicamente los sectores de clases media alta y alta, y localidades pobres que frecuentemente están contiguas a las anteriores (idem). Eso ocurrió a pesar […] de un consenso creciente entre especialistas de que los niveles actuales de desigualdad son indeseables y hasta peligrosos.

Además, puede afectar la cohesión social e impedir el pleno ejercicio de los derechos humanos. Como consecuencia de la revisión crítica de la epistemología ortodoxa estructuralista se desarrollaron las perspectivas analíticas.

Los tipos de desigualdad social incluyen desigualdad económica, desigualdad de género, desigualdad racial, desigualdad de acceso a la educación y muchas otras formas de disparidades en la sociedad. No obstante, para mí es difícil distinguir cuándo estoy hablando de normas de clase, de género o raciales. Por ejemplo, cuando una mujer se presenta de determinada forma estilizada y es cuidadosa en su manera de hablar tratando de ser prudente en el espacio público, yo no sé si ese comportamiento corresponde a normas de clase o si es una cuestión de género que tiene que ver con la feminidad o si es una cuestión también de blanquidad. Este ejemplo evidencia que es difícil leer un comportamiento en una escala multidimensional, porque la presentación de sí mismo no se puede entender sino se leen todas estas variables. La disaster sanitaria provocada por la Covid-19 ha acentuado las desigualdades que impiden a la juventud continuar estudiando y ha hecho crecer el riesgo de abandono escolar prematuro en la etapa de educación secundaria obligatoria y postobligatoria, un riesgo que ya existía anteriormente. La falta de conexión a la red, la ausencia de dispositivos con conexión en determinadas familias o el estrés que sufren los hogares más vulnerables (bajo nivel de ingresos, problemas de vivienda, and so forth.) ha acrecentado el absentismo digital.

Si bien no podemos decir que todas las élites son de piel clara ni que todos los grupos subalternos son de piel oscura, en términos generales es así. En términos generales, se termina por asociar la clase con cierta tonalidad de la piel, de manera desigualdad social en américa latina que la discriminación por razones fenotípicas no puede ser entendida sino después de una lectura interseccional. Así como el género tiene una dimensión performativa, la raza también la tiene, todo el tiempo estamos actuando y repitiendo el guión.

A partir de la entrada en el TLCAN, y como producto de la disaster de 1995 y sus secuelas, no sólo se redujo el dinamismo del crecimiento del poder adquisitivo de los mexicanos, sino que sólo favoreció a 10%, los más ricos, a costa del deterioro de las percepciones reales del resto de los hogares, especialmente del 30% más pobre de la población. Así, hacia el año 2000 la desigualdad period semejante a la de los años sesenta (Hernández Laos, 2003). La desigualdad económica se contempla como la distribución desigual de bienes y servicios; esta se da cuando dos individuos efectúan el mismo trabajo, pero la ganancia monetaria no es igual para ambos. Para Hunt y Colander[18]​ el issue más importante son las diferencias en las ganancias de los individuos. Estas diferencias se basan en parte a la ocupación y a las cualidades personales de las personas involucradas. El issue más básico que determina las variaciones de ingreso entre los grupos ocupacionales es la demanda y la oferta.