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Desigualdad Socioeconómica Y Su Asociación Con Accidentes De Tránsito En El Gran Santiago, Chile Universidad Andrés Bello

Dicha situación nos lleva a la conformación de la sociedad de la información y del conocimiento, donde en el presente da lugar a  la aparición de nuevas fuentes de desigualdades. El acceso a las tecnologías de la información y la comunicación no se produce a la misma velocidad, ni con la misma intensidad, entre personas de diferentes sectores sociales, ni entre países o regiones del mundo. Pero esto no significa que los grupos sociales y países desigualdad extrema que no están en la vanguardia tecnológica deban aceptar mantenerse en un segundo plano, y mucho menos al margen, en la configuración del tipo de sociedad que emerge empujada por la fuerza expansiva de las tecnologías digitales (Levis, 1999). Chile ha informado en la OCDE sobre la mejora las condiciones de enseñanza y se comprometió a suministrar administradores y docentes escolares competentes a las escuelas para implementar mejoras.

desigualdad global

En un contexto de innovaciones tecnológicas combinadas con los cambios en las regulaciones, derechos y protecciones del trabajo a nivel global, la cuestión de la empleabilidad y la juventud se vuelve aún más compleja. La misma cobró forma en la mayoría de los países del denominado Sur Global a partir de las últimas reformas constitucionales. Allí se vio emerger un cuerpo de litigios orientados por el Interés Público y tendentes a dar vigencia a los derechos sociales prometidos en las constituciones, pero vulnerados en la práctica. Sin embargo, el fenómeno no es privativo de dichos países y comenzamos a ver indicios de esto en el denominado litigio por el cambio climático. Estos datos se combinaron en un Índice de Sueño Problemático, lo que permitió cuantificar la influencia particular person y combinada de una amplia gama de características que se cruzaron con la riqueza personal, incluidos los ingresos del hogar y la propiedad, el grupo étnico, el empleo, la educación y la información sobre la privación social. También debemos poner atención al auge del populismo, porque la promesa de soluciones rápidas a problemas complejos, socava y erosiona los controles y equilibrios institucionales necesarios para una democracia duradera.

El Organismo Multilateral de Garantía de Inversiones (MIGA) amplía su participación en el país trabajando con empresas estatales en el diseño de soluciones de mejoramiento del crédito para atraer inversiones transfronterizas, con especial énfasis en el fomento de la descarbonización de sectores clave de la economía chilena. Tradicionalmente, los trabajadores migrantes han sido clave para la recuperación posterior a las disaster tanto en sus países de acogida como de origen, y el ADB estima que las remesas desigualdad en la sociedad en 2022 aumentarán otros US$31.000 millones. Los trabajadores que se quedaron en el extranjero se beneficiaron de las medidas de estímulo fiscal de los gobiernos. El ADB estimó que las remesas globales crecieron US$34.000 millones en 2021, compensando con creces la pérdida del año anterior. Al principio, parecía obvio que el costo económico —la pérdida de empleos, la erosión de la riqueza, incluso la pérdida de vidas— recaería desproporcionadamente sobre los pobres y los dejaría en una situación peor.

Diversos estudios concluyen que la desigualdad educativa está directamente relacionada con la clase socioeconómica y al nivel de acceso a oportunidades (ante condiciones socioeconómicas deprimidas, menores oportunidades y viceversa). Así, la educación perpetúa las desigualdades que surgen con la clase social, el género, y el origen étnico. Un desafío global que, en Latinoamérica, ha hecho que más de 7,7 millones de venezolanos y venezolanas hayan abandonado su país desde 2018. La migración es un derecho humano, pero cuando los países no están preparados, ejerce una enorme presión sobre los sistemas sociales locales, como la educación y la salud.

Hasta 1990 la visión del Banco era tener una misión únicamente económica y técnica y, en ningún modo, infringiendo en los asuntos internos del país. Sin embargo, el Banco, llegó a darse cuenta eventualmente, que la corrupción impedía los logros propios del Banco, los cuales respondían a metas de crecimiento económico para países en desarrollo. En consecuencia, es necesario pensar lo anterior bajo la lógica del juego tetralémico que se sustenta en la complementariedad del consenso dualista del dominante – dominado como única explicación causal de los problemas que enfrentan los países en desarrollo frente al sistema mundial de comunicación. Según un análisis de Oxfam, de acuerdo con datos de la UNESCO, en los países en desarrollo, niñas y niños de familias pobres tienen siete veces menos probabilidades de terminar la escuela secundaria (media) que niños de familias ricas. Además, en los países desarrollados, solo un 75% de niñas y niños de familias más pobres se gradúan de las instituciones de educación secundaria, mientras que un 90% de los niños de familias ricas se gradúan.

La TFGBV debe reconocerse como una violación de los derechos humanos enraizada en el género, que requiere una protección integral de todos los derechos dentro de un marco authorized. No hacerlo podría suponer un riesgo significativo de socavar el potencial de expresión libre y segura de los mismos grupos que la legislación pretende proteger. Las iniciativas legislativas en materia de violencia sexual y por motivos de género deben integrarse en los marcos y las políticas establecidos sobre la violencia de género. Esto garantiza la coherencia y la sinergia a la hora de abordar las diversas formas de violencia de género. La violencia de género facilitada por las tecnologías digitales está arraigada profundamente en sistemas patriarcales. No es un fenómeno aislado sino un continuo de la violencia de género en la sociedad, donde las manifestaciones en línea y fuera de línea se complementan y reflejan mutuamente.

Por el contrario, una política que empeora la distribución del ingreso se define como regresiva. El escenario más optimista de acuerdo a las estimaciones para Chile, nos deja como el país más desigual entre países ricos y como el sexto más desigual a nivel global. Para Chile, existen diferentes estimaciones de la porción de los ingresos que se lleva el 1% más rico, que varían dependiendo de los datos disponibles, supuestos metodológicos, y correcciones hechas por evasión y elusión. El estudio de Flores, Sanhueza, Atria y Mayer encuentra una concentración en torno al 24% usando datos tabulados. Fairfield y Jorrat usan microdatos administrativos de 2005 al 2010 y, ajustando por evasión y elusión, encuentran cifras en torno al 33%. Todos los estudios son relativamente consistentes y sugieren que los individuos en el 1% más rico reciben entre un cuarto y un tercio del ingreso nacional.

En easy, éste consiste en que las personas paguen todos los años una proporción determinada de sus ingresos. Considerando que los ingresos totales provienen de distintas fuentes con distintas particularidades (trabajo, empresas, mercado financiero, and so forth.), su diseño es complejo y varía mucho entre países. El motivo es que el Gini reportado periódicamente por los organismos internacionales no captura correctamente los ingresos de los individuos de más altos ingresos. Estos indicadores se basan exclusivamente en datos provenientes de encuestas de hogares (en el caso chileno, la encuesta CASEN), que no son representativas para los percentiles de más altos ingresos (es decir, muy rara vez una persona de altos ingresos aparece encuestada en la CASEN). Además, las personas de altos ingresos que sí son encuestadas, subreportan sus ingresos, ya sea porque no los conocen con exactitud o porque no desean hacerlos públicos.

Pese a los intentos de resolver los problemas económicos globales hoy en el Foro Económico Mundial (FEM) de esta ciudad sobresale la desigualdad global y lo difícil de paliar situaciones como la del hambre. Por su parte, Marcela Bravo, Gerenta General de Acción Empresas, instó al mundo empresarial a trabajar en pos de “una prosperidad colectiva, destacando la importancia de abordar la disaster de desigualdad de manera conjunta y coordinada entre distintos actores”. En un contexto exterior incierto, la economía de Chile se está reajustando después de la extraordinaria expansión de 2021. El crecimiento del PIB real disminuyó a 2,4 por ciento en 2022 a medida que el consumo se normalizó en medio de una fuerte contracción de la política fiscal y monetaria. «El auge multimillonario no es un signo de una economía próspera, sino un síntoma de un sistema económico fallido», dijo Winnie Byanyima, directora ejecutiva de Oxfam International. «Las personas que fabrican nuestra ropa, ensamblan nuestros teléfonos y cultivan nuestros alimentos están siendo explotadas».

Suscríbase aquí a la e-newsletter de EL PAÍS Chile y reciba todas las claves informativas de la actualidad del país. El concepto de TFGBV va más allá de la idea de violencia en línea,  en tanto se manifesta no sólo en espacios digitales, sino también a través de diferentes tecnologías. Esto incluye teléfonos, dispositivos de localización GPS, drones, dispositivos de grabación, entre muchos otros. Puede, por lo tanto, afectar a personas que están conectadas a web, pero también las que lo están. Eso significa que para algunas personas, la experiencia de violencia facilitada por tecnologías puede incluso preceder su posibilidad de acceder y beneficiarse de ellas, especialmente en contextos de exclusión.

Mientras tales esfuerzos son, en muchos casos, aun insuficientes, investigaciones recientes revelan importantes deficiencias en los sistemas jurídicos locales para ofrecer una protección adecuada a las mujeres y las personas LGBTQIA+. Las dinámicas de poder históricamente desequilibradas, unidas a la discriminación sistémica por razón de género, han generado cada vez más atención a nivel global. Sin embargo, a pesar de que la igualdad de género está reconocida en muchos instrumentos internacionales y regionales de derechos humanos, la violencia de género sigue siendo uno de los problemas estructurales más persistentes que afecta a todas las culturas y países. Es importante destacar que los expertos en ética del desarrollo no estaban solos en este fracaso de ocuparse de la corrupción.

[3] Los datos tributarios, si bien representan una mejora sustantiva en relación a las encuestas de hogares, tampoco son perfectos. En contextos en donde existe mucha evasión y elusión, éstos también subestiman los ingresos de las personas de más altos ingresos. Este número nos sitúa en el lugar 24 en términos de desigualdad sobre el complete de 159 países con datos disponibles, y nos corona como el país más desigual de la OCDE.

Desde el punto de vista regional, en Latinoamérica el 10% más rico consigue el 55% de las rentas, solo superada por Medio Oriente y Norte de África, región en la que el 10% más rico concentra el 58% de las rentas. 10.7 Facilitar la migración y la movilidad ordenadas, seguras, regulares y responsables de las personas, incluso mediante la aplicación de políticas migratorias planificadas y bien gestionadas. 10.four Adoptar políticas, especialmente fiscales, salariales y de protección social, y lograr progresivamente una mayor igualdad. Reducir las desigualdades y garantizar que nadie se queda atrás forma parte integral de la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Es factible asumir a estas alturas que dicho fenómeno surge en un inicio con la consolidación del mercantilismo del siglo XVII, se articula a través de la industrialización del siglo XVIII, por medio del proceso de colonización y la división internacional del trabajo y, por último, se reafirma con la revolución tecnológica de la década de los ochenta y noventa.

Inclusión, Igualdad Y Asimilacionismo En Escuelas Con Diversidad Socioeconómica Mendoza-horvitz

Según esta perspectiva, el conflicto es parte de la vida, por lo que no apunta a eliminarlo sino a revertir la violencia estructural asociada a la distribución inequitativa de recursos (Ascorra et al., 2021). El estudio sobre la inclusión social escolar en Chile se alinea con la evidencia internacional, mostrando la prevalencia de la homofilia en las elecciones de escuela de las familias y la homogeneidad social interna de las escuelas (Bellei et al., 2020; Carrasco et al., 2021; Córdoba et al., 2020). También se observa que los procesos de inclusión en las escuelas tienden a asociarse con la existencia de mecanismos de admisión no discriminatorios -es decir, con la apertura a recibir estudiantes de distinta proveniencia social y con habilidades diferenciales-, antes que con estrategias de inclusión en términos de trabajo cotidiano pedagógico (Rojas et al., 2021).

“La investigación realizada da cuenta, por una parte, de la contundente evidencia respecto de las consecuencias dañinas y duraderas que tiene la pobreza y la vulnerabilidad en la etapa de desarrollo en que se encuentran niños, niñas y adolescentes”. Asimismo, la demanda de participación y el freno de las comunidades al desarrollo de proyectos de alto impacto ambiental o urbano, ilustran la relevancia de la sociedad civil en la producción. Proyectos recientes de reconstrucción, priorización municipal e innovación social en Chile en que las comunidades, autoridades locales y actores productivos identifican prioridades y un plan local desigualdades e inequidades en salud de desarrollo, muestran también el potencial de la organización productiva de comunidades y colaboración entre empresa, sociedad civil y Estado. El éxito de una empresa depende crucialmente de la existencia o ausencia de bienes públicos que viabilizan o potencian la inversión. Es así que, a modo de ejemplo, el acceso a mercados internacionales se ve afectado por los tratados y relaciones internacionales. La tramitación más o menos eficaz de permisos y la competencia de las Cortes para resolver disputas contractuales son otro ejemplo del impacto directo de instituciones públicas en la producción.

Aunque era de esperar que las regiones más pobres sean las que más rápido crezcan, no es obvio el comportamiento de la desigualdad. Por su lado, la Región Metropolitana, como no es de extrañar, ostenta los mejores resultados junto con regiones del norte como Antofagasta y Tarapacá. Las regiones que más han mejorado su nivel de escolaridad promedio son Los Ríos, Aysén y Coquimbo, mientras que las regiones de menor avance han sido Atacama, la Región Metropolitana y Antofagasta. En common, las regiones con menores años de escolaridad al comienzo del período, son aquellas que han tendido a mejorar más este indicador. Chile es un país largo y angosto, ubicado al sudoeste de América Latina, limita al norte con Perú, al noreste con Bolivia y al este con Argentina.

En este sentido, la dimensión ex-post, que hace referencia a los resultados e ingresos, sí se encuentra presente en las políticas analizadas, sin embargo, no es la única dimensión que se considera en ellas. Por lo tanto, al menos en cuanto al trabajo presentado para este objetivo específico, se puede identificar la multidimensionalidad de las disparidades que se planteó en el primer apartado de este trabajo, donde no solo se concentran los esfuerzos en cuanto a las diferencias de ingresos, sino que también se ha buscado “nivelar el punto de partida” de los/as ciudadanos/ as del país. No obstante, el plan muestra un enfoque en la dimensión ex-ante, por sobre la otra dimensión, y dentro de esta, en aquellas acciones dirigidas principalmente a reducir las brechas que se generan por las variaciones en el contexto social. Además, respecto de la Agenda 2030, las acciones públicas responden a seis de las diez metas presentadas, 10.1, 10.2, 10.3, 10.4, 10.5 y 10.7. Asimismo, la temporalidad anterior de estas acciones respecto de la agenda podría explicarse debido a que Chile aún se encuentra en una etapa de implementación de la misma.

ISA Interchile en alianza con United Way participan de un programa de voluntariado que busca reducir la brecha a través de un diseño metodológico innovador, en que los voluntarios de la empresa, a través de 6 Sesiones (1-1), desarrollan un plan -de mentoría con alumnos de un liceo vulnerable de la región metropolitana. En ese contexto, la mentoría es un programa que se desenvuelve en un ambiente de vulnerabilidad social, en donde se brinda apoyo personalizado a estudiantes de tercero medio a través de mentor (colaborador/ora), el cual, a través de su experiencia profesional y de vida, orienta y aconseja a los jóvenes en distintas áreas vocacionales, laborales, académicas y personales, entre otras.

Chile fue, para mí, la experiencia más brutal de un libre mercado dogmático y oligárquico, del cual fui una víctima más -como muchos otros chilenos-, especialmente de aquellos que pertenecen a los sectores socialmente más vulnerables. Al menos yo tuve la oportunidad de escapar con una mano adelante y otra atrás, pero una gran mayoría de mi sector social se quedó en el baile de los que sobran. Paulatinamente mis caprichos personales ya no fueron suficientes y quise estudiar en la Universidad Española, cuya tasa de matrícula anual costaba de promedio el equivalente a un mes del sueldo mínimo español. Pude trabajar y estudiar al mismo tiempo y comer muy bien y barato en los comedores universitarios, cuyos potajes y  postres españoles mentalmente aún  saboreo y profundamente agradezco.

Realizar sensibilizaciones y talleres en Los Héroes y en nuestras empresas afiliadas, en distintas materias relacionadas con la Equidad, como por ejemplo las establecidas en la malla de formación. En su edición 2021, la campaña recolectó más de eight.000 aparatos electrónicos, entregados tanto por la ciudadanía como por distintas empresas. De estos, 1.359 equipos (589 celulares, 20 tablets, 176 CPU y 574 notebooks) fueron reparados y donados a diferentes instituciones educacionales a lo largo de Chile, como el Colegio Patricio Mekis, ubicado en Maipú; la Escuela Ignacio Domeyko, en Chañaral; la Escuela Italia, de los Niches, en Curicó; la Fundación Niño y Patria y la Fundación Levantemos Chile, entre otros. Por otra parte, los equipos que no se pudieron reparar fueron reciclados, evitando que más de 16 desigualdad social y pobreza en el mundo toneladas de residuos electrónicos llegaran a rellenos sanitarios.

Orquesta Sonidos de Luz se ha convertido en parte de la agenda musical de nuestros centros comerciales con más de 21 conciertos en los últimos dos años, como una oportunidad para potenciar la música y la inclusión en oportunidades laborales nuestros activos, sensibilizando al público que los conoce a través de la cultura inclusiva. Esta orquesta está compuesta por músicos con discapacidad visual, quienes dan a conocer su talento abriendo con la música oportunidades laborales y sensibilizando al público que los conoce a través de la cultura inclusiva. La geografía de Chile se caracteriza por su territorio de extremos y contrastes, lo que deriva en la existencia de localidades con dificultades de conectividad y el acceso a bienes y servicios. En BancoEstado nos hacemos cargo de esta brecha, buscando soluciones que fomenten la descentralización y la inclusión financiera de todas y todos, llegando a todos los rincones del país. Hasta la fecha hemos alcanzado 3.924 estudiantes de 21 instituciones educacionales de la región de Valparaíso y Metropolitana (el programa aun esta en curso).

En relación con las estrategias utilizadas, en el caso chileno el énfasis se ha puesto en prestar asistencia una vez que las situaciones de violencia han ocurrido. Es decir, se trabaja ex-post las situaciones de violencia, lo cual evidencia ausencia de trabajo desde la educación y promoción de derechos. Algunas excepciones se hallan en el Programa Mejoramiento de la Gestión (que knowledge de 1998), compuesto por subsistemas como el Enfoque de Género (incluido en el año 2002), que permite de manera exploratoria conocer cómo se comportan las distintas aristas de la gestión territorial al introducir la variable de género. Para ello, en el año 2008 se realizó el Primer Seminario sobre Protección Social y Género, cuyo objetivo obedeció a la necesidad de debatir sobre desafíos y propósitos de la perspectiva de género en función de las acciones de inclusión social que se promueven desde el Sistema de Protección Social y sus distintos componentes. En consideración de la disaster que las ideas meritocráticas exhiben en las sociedades actuales, particularmente en la segregación entre clases y en la intensificación o persistencia de desigualdades, pareciera que la evidencia es mucho más clara en torno a los fallos de la igualdad de oportunidades que a los de la igualdad de posiciones o resultados. Esto no ha sido abordado con la misma profundidad que el debate filosófico sobre el mérito y la meritocracia y debería encararse con mayor precisión en los próximos años.

A su vez, afirmó que en la mayor parte del mundo “estamos viendo una disminución de la pobreza extrema, pero la clase media se está empobreciendo y la brecha entre los más pobres y los más ricos está aumentando. Las políticas neoliberales han acelerado las desigualdades sociales; hemos logrado establecer políticas sociales básicas y a cambio hemos reducido las ambiciones de redistribución de la riqueza. Por lo tanto, es importante observar no sólo la idea de justicia, sino también el sentimiento de injusticia, que se relaciona con una emoción experimentada en reacción a formas de opresión y abuso”.

A solicitud de la presidenta del Partido Socialista, Isabel Allende, con la aprobación de la mesa directiva y comisión política, se convocó a un equipo para coordinar el inicio de una reflexión estratégica de desarrollo para Chile en las próximas décadas. Dicho equipo, conformado por Alvaro Díaz, Alvaro Elizalde, Clarisa Hardy y Carlos Montes, desarrolló talleres regulares de debate y reflexión entre los meses de septiembre y diciembre del 2015. Fruto de ese ejercicio participativo en el que colaboraron más de una treintena de destacados profesionales e intelectuales, militantes y afines al socialismo chileno, se elaboró este documento cuyos editores son Alvaro Díaz, Clarisa Hardy y Daniel Hojman.

desigualdades socioeconómicas ejemplos

Por su parte, la filósofa Nancy Fraser habla de la paridad participativa y postula que la justicia exige unos acuerdos que permitan que todos los miembros de la sociedad interactúen en pie de igualdad, tanto a nivel de redistribución como de reconocimiento. Incluso los países más equitativos exhiben algún grado basal de desigualdad vinculado a la división del trabajo, la que requiere pagos diferenciados acorde a la complejidad de las ocupaciones o para el fomento de actividades que están sujetas a un considerable nivel de riesgo, como la innovación y la labor empresarial. Los cambios vertiginosos impuestos por la pandemia hacen que estos resultados sean orientativos en relación a una primera aproximación a las debilidades que se encontrarán ante la reapertura de las instituciones escolares.

Nada del ineficiente abordaje de los problemas y tensiones provocados en la post pandemia por el mundo docente. Nada se habla entonces para medir esa realidad paralela de la desigualdad educativa porque para profundizar en esos factores se requiere hablar de DESIGUALDAD y de eso nadie quiere hablar. Por otra parte, en términos de violencia estructural se puede constatar que en Chile existen niveles sostenidos más altos de desocupación femenina desde 1998 a 2011, y, si bien las mujeres representan un 60% de la fuerza laboral, tan solo constituyen un 39,2% de la tasa de ocupación desagregada (Pnud, 2014). Por otra parte, las mujeres en Chile tienen niveles menores de cobertura de pensiones, pese a tener una esperanza de vida mayor que los hombres, situación que no se ha visto suficientemente regulada. Para ello revisa la conceptualización unique de Young y examina su evolución, interpretación y contextualización a través de autores como Rawls, Khan, Dubet y otros. También Atria contextualiza para Chile el concepto del mérito, su justificación y consecuencias a partir de la historia de nuestro país y evidencia reciente de varios estudios al respecto.

Análisis De Las Desigualdades En Salud General Y Bucal En Adultos Utilizando Diferentes Indicadores De Posición Socioeconómica, Según Datos De La Encuesta Nacional De Salud 2016 2017

Con voluntad política, con conocimiento, con arduo trabajo y con solidaridad hacia el otro como declara el Papa Francisco al referirse sobre el deber de la solidaridad que «nos obliga a buscar modos justos de compartir, para que no exista esa dramática desigualdad entre quien tiene demasiado y quien no tiene nada, entre el que descarta y el descartado». “Pan, techo y abrigo” period una expresión desigualdad economica entre paises que en tiempos pretéritos parecía sintetizar las carencias sociales básicas de la población. Con el tiempo, y a medida que la sociedad se complejizó y los Estados asumieron más responsabilidades, se agregaron otras, como educación, salud y previsión. Para la académica estas dos son las principales causas de desigualdad en salud que afectan a la mujer, junto al tiempo que toma el cuidado del hogar.

Esto genera estrés y frustración y el deseo de escalar socialmente con el fin de ser reconocido y pertenecer a aquel grupo que sí tiene acceso a los beneficios y reconocimiento social. Los medios de comunicación, especialmente el acceso a web, permite a aquellos de bajos ingresos ver cómo viven aquellos con mayores ingresos. Los medios además favorecen y fomentan la ilusión de que el acceso a una mayor cantidad de bienes y servicios traerá consigo éxito, belleza y mayor bienestar. Las investigaciones muestran que el impacto de esto en la salud física y mental es inmensamente negativo.

El análisis de las Figuras N°s 8, 9 y 10 muestra la evolución en la cantidad de pacientes en espera y el tiempo promedio de espera según el tipo de servicio requerido, durante el periodo comprendido entre 2017 y 2023, para el mes de junio de cada año. A principios de noviembre de 2023, el gobierno ingresó indicaciones a la Ley Corta en base a las recomendaciones de la Comisión Técnica Asesora. No obstante, estas modificaciones no abordaron un componente esencial conocido como mutualización, que reducía los pagos retroactivos de las ISAPREs en forma importante, de cerca de US$ 1.450 millones a US$ 451 millones (cifra que, aunque menor, corresponde al complete de utilidades acumuladas entre 2012 y 2020 de estas instituciones).

La última Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional (Casen) 2017, muestra que la desigualdad en Chile sigue igual o peor en términos de distribución de ingresos. «La actitud y la competencia de los trabajadores de salud, por ejemplo, pueden ser bastante negativas y repercutir en los resultados sanitarios de las personas con discapacidad», dijo Barrett. Estos riesgos son producto de “factores evitables, injustos y poco equitativos” y no por las condiciones de discapacidad de cada persona, dice desigualdad economica entre paises el informe. El Informe Mundial sobre la Equidad Sanitaria para las Personas con Discapacidad asegura, también, que existe un mayor riesgo de presentar enfermedades crónicas, con hasta el doble de riesgo de tener asma, depresión, diabetes, obesidad, enfermedades bucodentales, de transmisión sexual y los accidentes cerebrovasculares.

desigualdad de salud

Asimismo, está el caso de las personas que se encuentran desempleadas, lo que tiene consecuencias económicas para la familia e implicancias para el bienestar, la tranquilidad, la salud física y mental. Lo segundo, es cuando existen territorios muy homogéneos en donde solo viven personas de niveles socioeconómicos bajos, las oportunidades económicas y laborales son mucho más limitadas. Por tanto, existen muy pocas oportunidades de mejora en la situación socioeconómica, con todas las implicancias que esto tiene para la salud, desde la perspectiva de los patrones de consumo familiar. Y esto tiende a reproducir la pobreza inicial, sobre todo en los territorios donde se ha distribuido la vivienda social, en el caso de Santiago. En el caso de Chile, el análisis territorial fue a través de sus comunas, pues representan las unidades administrativas para las cuales existen datos de mortalidad y natalidad, entre otros. Lo que se hizo, fue realizar una comparación entre las comunas que tenían la esperanza de vida más corta y larga en cada ciudad para ver cuál period la brecha.

En contraste, la región del Libertador General Bernardo O’Higgins también presenta una mediana de espera elevada de 406 días, y es notable por tener la mayor proporción de su población en espera, con 32,495 pacientes, o un three,19% del complete regional. El desglose de los tiempos de espera para intervenciones quirúrgicas a nivel regional en Chile muestra diferencias significativas en la cantidad de pacientes en listas de espera y en la duración media que los pacientes deben esperar para ser intervenidos. A nivel nacional, la mediana de espera para cirugías es de 283 días, sin embargo, algunas regiones enfrentan períodos de espera considerablemente más extensos. En 2012, el entonces presidente de la Corte Suprema, Rubén Ballestero, al abordar al “sustantivo incremento” de los recursos de protección, mencionó por primera vez que estos correspondían, en su mayoría, a acciones presentadas en contra de las ISAPREs (Presidencia Corte Suprema 2012, 4). Esta referencia se ha vuelto una constante en los discursos inaugurales del año judicial, y desde 2015 ha venido acompañada por un llamado a la creación de una nueva regulación o política pública que aborde la problemática subyacente.

Dentro de los autores se encuentran los doctores Jorge Ramírez y Rubén Alvarado, académicos de la Escuela de Salud Pública de los programas de Salud Global y Salud Mental, respectivamente. Los hallazgos, sugieren que entre los trabajadores sanitarios, las mujeres pueden haber estado expuestas de manera desproporcionada a factores estresantes relevantes del COVID-19 a nivel individual y nacional. Esto resalta la importancia de considerar el género en los esfuerzos de respuesta a emergencias. Agregó que respecto a la prevención de Infecciones de Transmisión sexual y VIH, “las mujeres han demostrado ser muy efectivas, según las cifras entregadas por la Plataforma Sur VIH del Departamento de Epidemiología del Ministerio de Salud. El año 2020, el eighty three,3% de los casos confirmados VIH positivo correspondieron a hombres, superando en 5 veces los casos confirmados en mujeres; en Sífilis, la infección en hombres representa un 67%, con una relación de 2,1 hombre por cada mujer. Respecto a la Gonorrea la notificación durante el año 2020, correspondió a eighty four,8% en hombres, con una relación de 5,6 hombres por cada mujer”.

La región de Ñuble, con una mediana de espera de 206 días y el 2,18% de su población en espera, también se encuentra entre las regiones con mejor desempeño en este ámbito. En la década de 1990, dado que la Constitución no incluye el derecho a la protección de la salud entre los garantizados por el recurso de protección (artículo 20 de la Constitución), se observó una escasa judicialización de los contratos de salud entre particulares y las ISAPREs. Se interpretó que el núcleo esencial de este derecho no period exigible, ni podía ser reclamado o protegido a través de dicho recurso. Hoy, Día Internacional de la Mujer, queremos conmemorar este día especial, recordando la importancia de cuidar de su salud y promover su bienestar integral. €œConsejo Asesor Presidencial para la reforma de las políticas de infanciaâ€, junio 2006. Esto facilita el riesgo de infección, lo que se suma a las dificultades para realizar una adecuada cuarentena.

Lo anteriormente descrito exacerba de forma no virtuosa el problema, pues un paciente que percibe malos tratos en salud tiende a discontinuar su tratamiento y de paso empeorar la progresión de su enfermedad. Bajo este panorama, es fundamental desarrollar intervenciones y políticas con enfoque de género que mitiguen el efecto de la pandemia en la situación económica y el bienestar psicológico, y asimismo aumentar el acceso a servicios de salud mental. La pesquisa precoz se realiza tanto a nivel particular person (con el autoexamen de mamas) como en las prestaciones de salud disponibles en los programas ministeriales de cáncer que se desarrollan en los controles ginecológicos a cargo de matronas y matrones del nivel primario de atención en salud”. En Chile, Salud Un Derecho hizo un respetable esfuerzo de sistematización de cifras que están disponibles públicamente por parte de entidades como la OCDE. Lo que nos muestran estas cifras es que países como el nuestro tienen un gran desafío por delante en materia de reformas estructurales en salud para que las políticas que se apliquen no vayan en la dirección de soluciones privatizadoras, sino en la dirección de resguardar los derechos fundamentales de las personas.

Existen diversas teorías que explicarían de qué manera la inequidad afecta los índices de salud mental de un país. Según un grupo de investigadores de la escuela de Salud Pública de Harvard y la Universidad de California (Berkman, Kawachi, & Glymour, 2014), en una sociedad desigual existen más personas con malas condiciones de vida y mal acceso a la salud, lo que hace que disminuyan los índices de salud física y mental del país. Además de este efecto absoluto del ingreso, también existe un efecto relativo del ingreso. Aunque las personas en common tengan cubiertas sus necesidades básicas, el hecho de no poder pagar por bienes y servicios a los que otros sí tienen acceso lleva a una sensación de injusticia y a la percepción de tener una posición social inferior.

Docentes de la Facultad de Ciencias de la Salud detallan algunas de las desventajas que enfrentan las mujeres en esta área y hacen un llamado al autocuidado y la prevención de enfermedades. La suma de estos financiamientos representa aproximadamente el 7% del PIB de Chile, y el informe concluye que la principal fuente de financiamiento de la salud proviene del gasto de las familias. El consultor de la Oficina Panamericana de la Salud, César Gattini, señaló, entrevistado para el informe, que “el punto de la formación, si lo concentramos sólo en las especialidades médicas, es una brecha que no se puede resolver, aunque gastemos lo que gastemos en PIB nacional, porque no es una discusión de recursos, es una discusión de modelo”.

La falta de apoyo social y la erosión de la confianza entre los miembros de la comunidad agravan aún más los efectos adversos de la desigualdad de ingresos en el bienestar mental, y reducen las tasas de éxito de la psicoterapia y otros tratamientos. Cuando oímos la frase “desigualdad de ingresos”, a menudo se despiertan preocupaciones acerca de la equidad, justicia, género y calidad de vida. Sin embargo, este fenómeno no solamente es un asunto económico, sino que también tiene ramificaciones profundas en el área de la salud mental. Es esencial, que los profesionales de la psicología entiendan y profundicen en este asunto, ya que es una realidad presente en muchos individuos. La discusión sobre el derecho a la salud ha continuado formando parte del debate público, sobre todo cuando se abordan las deficiencias del sistema público de atención.

Segregación Residencial Socioeconómica Y Desigualdad En Las Ciudades Chilenas Programa De Las Naciones Unidas Para El Desarrollo

Entre 2006 y 2007, los habitantes del sector enfrentaron al municipio sobre la propuesta de un ordenamiento territorial que hubiera permitido el ensanche de avenidas y la desregulación de alturas y normas constructivas para incentivar la inversión inmobiliaria (López, 2011). Es believable suponer que la menor proporción de empleos formales con altos niveles de cualificación concentren altos salarios con prestaciones sociales que conducen a altas asignaciones de pensiones en la ciudad, a largo plazo, a la par que se registra una mayoritaria proporción de la población con menor cualificación que requiera de ayudas para enfrentar choques constantes que afectarían su ingreso. Crecen relativamente más aquellas regiones que son atractivas para el gran capital, sea por la dotación de recursos de que disponen o por las ventajas para la exportación y por el crecimiento de mercado que ofrecen o por sus playas y lugares atractivos para el turismo.

Esta thought preliminar manifiesta desde ya algunas de las dificultades y problemáticas que ocurren cuando un concepto desarrollado en otras geografías y en diferentes contextos se intenta adaptar y trasladar a las realidades urbanas en América Latina. Estas cifras evidencian que la desigualdad territorial es producto de estructuras sociales y de reglas formales e informales que interactúan, perpetuando las diferencias. Esto implica que tanto en Chile como a nivel global, el destino de las personas no depende de sus capacidades y esfuerzo, sino que muchas veces está determinado por el lugar donde se nace. La desigualdad territorial es producto de estructuras sociales y de reglas formales e informales que interactúan, perpetuando las diferencias. El Estado debe actuar e instrumentar políticas macroeconómicas que configuren los niveles de desarrollo tecnológico para incrementar el valor agregado interno de nuestras exportaciones y así potenciar el desarrollo de nuestras regiones y del país, como para contar con mano de obra altamente calificada y remunerada en beneficio de los ciudadanos. Para que se incremente la productividad, la competitividad, la producción y el empleo en todas las regiones, la política macroeconómica debe responder a ello y el problema es que los objetivos que prioriza han sido los de baja inflación, estabilidad cambiaria y disciplina fiscal; lo que atenta sobre las condiciones de desarrollo regional y nacional.

desigualdad en las ciudades

En primer lugar, las zonas urbanas de América Latina contribuyen a la discusión de interesantes perspectivas en las nuevas geografías de la gentrificación basadas en la creación de nuevos mercados inmobiliarios (Janoschka et al., 2013). En este sentido, Álvarez-Rivadulla (2007) reúne las geografías de la fragmentación, de la privatización y de la proliferación de las urbanizaciones cerradas bajo el discurso de la gentrificación. La propagación de urbanizaciones cerradas en la periferia metropolitana ha sido ampliamente reconocida como una de las principales desigualdad estructural ejemplos características de la inserción de las metrópolis de América Latina en un modelo de producción globalizada del espacio urbano (Janoschka, 2002). Basado en un estudio en Montevideo, Álvarez-Rivadulla identifica además las significativas trayectorias de clase entre los colonos suburbanos y las articula con los procesos de gentrificación. Con relación a este argumento, es necesario destacar que los procesos de urbanización suburbana en los países de América Latina exponen un conflicto de clase mucho más agudo del observado en Europa y América del Norte.

La contradicción entre la posición económica y social y su marginación política hizo que se sintieran con la suficiente fuerza como para pedir los mismos derechos que los peninsulares. 5Se entiende por carencias en servicios básicos cuando el agua se obtiene de un pozo, río, lago, arroyo, pipa; o bien, si el agua entubada se adquiere por acarreo de otra vivienda, o de la llave pública o hidrante. Asimismo, si no se cuenta con servicio de drenaje, o el desagüe tiene conexión a una tubería que va a dar aun río, lago, mar, barranca o grieta. También si no se dispone de energía eléctrica y si el flamable que se usa para cocinar o calentar los alimentos es leña o carbón sin chimenea (Coneval, 2010).

Aunque en nuestro país haya más excepciones que normas, en todo el planeta existen “muchas redes de lo que se llama iniciativas lideradas por la comunidad”, muy centradas en aspectos como la transición ecológica. Eso mismo, explica, lo hizo también Ciudad del Cabo (Sudáfrica), una urbe “superavanzada”, según el experto. Y es que, a raíz de una “famosa” y peligrosa sequía, el 22 de abril de 2018 el país alcanzó su “día cero”.

¿Cómo la vivienda y el mercado de suelo son lugares estratégicos para la acumulación de capital y reproductores de un régimen de desigualdad? ¿Cómo el Estado enfrenta -a través de programas, políticas y formas de intervención sobre el espacio urbano- las tendencias de persistencia de desigualdades y de injusticia espacial? ¿Cuáles son las distintas formas, mecanismos y escalas de resistencia a la acumulación por desposesión, a la cristalización de exclusión y espacios de relegación urbana, y a las acciones que afectan directamente las condiciones de vida de los residentes en la ciudad? ¿Cómo los regímenes de desigualdad urbana se articulan con formas de socialización en el espacio urbano, de interacción inter grupos y clases, y pautas de interacción social? En fin, múltiples preguntas que organizan un campo de estudio sobre las desigualdades urbanas y para lo cual este dossier busca generar una humilde contribución.

Con más del 90 por ciento de los casos confirmados provenientes de áreas urbanas, las ciudades han sufrido la peor parte del COVID-19. En primer lugar, es importante resaltar que la política urbana neoliberal consolida y fortalece la asimetría de poderes en la pugna por la renta del suelo. Bajo términos como rehabilitación, revitalización o renovación urbana, se propicia y potencia una creciente mercantilización de las ciudades, cuyo producto de consumo prima sobre la satisfacción de las necesidades colectivas.

Huajuapan, al ser una ciudad grande, su mismo crecimiento y magnitud ha dificultado el logro de un desarrollo sustentable y equilibrado. Los resultados obtenidos para el año 2010 confirman el aumento de la desigualdad, ya que cinco ciudades se encontraron catalogadas con una distribución equitativa, once con presencia de desigualdades y una con distribución gravemente inequitativa o alta desigualdad. Destaca el caso de Teotitlán con un incremento constante de su desigualdad, pues llega a tener el índice de Gini más alto de todas las ciudades y en todo el período analizado. Territorialmente puede observarse que, de forma general, la desigualdad intraurbana en las ciudades de Oaxaca tiene una tendencia al incremento ( Figura 2 ). Cuando hablamos de pobreza, se tiende a generalizar y lo asociamos únicamente en la escasez de dinero.

Este método de aproximación del radio de la distancia a pie, conocido como radio “a vuelo de pájaro”, puede diferir enormemente del acceso peatonal real que permite una red de calles, pues las personas deben rodear edificios y cercos. El área complete a la que se puede acceder dentro de una distancia determinada se conoce como pedestrian shed o pedshed. Las urbes que habitamos en el país no aseguran una convivencia armónica, con acceso a beneficios iguales para todos. Tres expertos ayudan a dibujar el mapa que habitamos en Chile y a detectar las posibles causas de esta condición.

Una perspectiva de género en el urbanismo permitiría, expuso Muxí, abordar la necesidad de la proximidad de los servicios básicos de una forma más concreta. Estos ejemplos nos demuestran que, al situar a las comunidades en el centro y promover la toma de decisiones colectiva, se empodera a las personas para que cuiden unas de otras. Dejan de ser receptores pasivos de ayuda para convertirse en actores integrales de cambio y progreso.

De conformidad con la Nueva Agenda Urbana, se debe garantizar a las mujeres la igualdad de derechos en todas las dimensiones que afectan a las ciudades. Con este libro se procura indagar sobre quiénes cuidan en la ciudad y cómo esta puede planificarse y gestionarse para responder a las necesidades de las mujeres, a quienes tradicionalmente se han asignado las tareas de cuidado, de manera que puedan ejercer sus derechos y ampliar su autonomía económica. El objetivo, a partir de estudios sobre distintas ciudades latinoamericanas, es ampliar el debate y hacer aportes desigualdad en la infancia que contribuyan a que mujeres y hombres usen y disfruten del espacio y del tiempo en la ciudad en condiciones de igualdad. En el libro se plantea avanzar hacia una ciudad cuidadora, que propicie que las mujeres superen las barreras de inclusión que las afectan y se apropien del derecho a la ciudad. En países como Uganda, Liberia o Túnez, la coalición, que reagrupa organismos multilaterales, Estados miembros, sociedad civil y asociaciones de gobiernos locales, trabaja de la mano con las comunidades más pobres para definir prioridades de desarrollo urbano.

Al mismo tiempo, compartir una visión sobre la ciudad que sea sostenible en el largo plazo, compacta, con un centro histórico very important, pluricentralidades y un sistema de transporte y espacio público que integre distintas formas de habitabilidad constituye un imperativo categórico. La segregación en la educación, originada con el proceso de municipalización y la desregulación urbana, ambas promovidas durante la dictadura cívico-militar, dieron origen a una profunda brecha social y cultural. El estado ha tenido la mayor responsabilidad en estas, por favorecer un patrón de segregación urbana en gran parte de las grandes ciudades en Chile, especialmente en santiago. Desde todo punto de vista, la mixtura social y cultural en barrios debe ser considerada un atributo de la ciudad, no un defecto, para lo cual es urgente avanzar en educar a la ciudadanía con ese propósito. A pesar de la hermosa teoría, aplicar este concepto a la práctica demuestra lo utópico que puede llegar a ser.

La equidad, condiciones y calidad de vida urbana están directamente relacionados con proyectos urbanos integrales, imbricados con políticas de densificación variable y límite al crecimiento en el territorio, donde el sistema de parques, espacios públicos y colectivos promuevan la integración social. Esta se debe combinar con una oferta de transporte integrado, eficiente, no segregado y directamente asociado con usos mixtos del suelo. Ante los actuales desafíos que enfrenta América Latina, los instrumentos acordados en el marco de las Naciones Unidas ofrecen una base importante para la implementación de políticas públicas innovadoras. En la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible se reconocen la igualdad de género y la autonomía de las mujeres como factores fundamentales para avanzar hacia el desarrollo sostenible.

Luego de un periodo de alto crecimiento urbano debido a razones demográficas y migratorias, las tasas de crecimiento urbano se han reducido pese a que la extensión territorial de las aglomeraciones urbanas sigue creciente. Estamos frente a un nuevo patrón de urbanización en la región caracterizado por dinámicas de consolidación urbana, mayor crecimiento de ciudades intermedias, consolidación de áreas metropolitanas y grandes conurbaciones urbanas, cambios en la base económica de las ciudades, de las actividades productivas a las actividades de servicios, entre otros. La ciudad continúa creciendo y expandiendo, pero bajo nuevas modalidades como la predominancia de los mecanismos irregulares asociados al tráfico de terrenos, la relevancia de las políticas de vivienda como modelo económico, las políticas de vivienda social -precarias y adquiridas a través de créditos habitacionales- que llevan a sectores de la población a las periferias. Lo nuevo trae consigo también el carácter persistente de la pobreza urbana y de áreas de relegación y acumulación de desventajas estructurales. Las miradas centradas en la dualidad de mercados y de formas de producción urbana (asociados a los términos authorized e ilegal), implosionan y se expresan en márgenes de legalidad en la producción de la ciudad y en un continuum que articula lo ilegal, authorized y delictivo.

Inclusión, Igualdad Y Asimilacionismo En Escuelas Con Diversidad Socioeconómica Mendoza-horvitz

Ahora bien, muchos de estos factores, ex-ante o ex-post, que influyen en la desigualdad económica, pueden ser aumentados o disminuidos por las acciones públicas de los gobiernos 2 . Sachs (2015) concluye firmemente que el rol de estos mismos es elementary a la hora de fomentar o mermar la desigualdad. Por ejemplo, si los gobiernos utilizan los ingresos públicos para beneficiar a una pequeña porción más aventajada de su población, entonces estarían fomentando la desigualdad económica, pero si, por el contrario, utilizan estos mismos para dar acceso a la educación o salud a quienes más lo necesitan, entonces estarían potenciando la reducción de estas disparidades. Afortunadamente, evidencia reciente provista por Bernardo Candia y Eduardo Engel nos permite responder esta pregunta. Los autores muestran que el coeficiente de Gini de mercado calculado con los datos de la encuesta CASEN y registros tributarios es zero desigualdad un análisis de la in felicidad colectiva,fifty nine.

En los últimos 15 años ha habido una reducción de la desigualdad de los ingresos, aunque el coeficiente de Gini de zero.48 en la última medición disponible para Chile (2017) está lejos aún del promedio de las economías desarrolladas (figura 2). Es preciso advertir que incluso los países más igualitarios exhiben algún grado basal de desigualdad vinculado a la división del trabajo, la que requiere pagos diferenciados acorde a la complejidad de las ocupaciones o para el fomento de actividades que están sujetas a un considerable nivel de riesgo, como la innovación y la labor empresarial. Asimismo, la búsqueda de la igualdad no supone eliminar la diversidad de valores, preferencias y capacidades que nos distinguen como personas.

El objetivo period comprender qué elementos del habitus institucional escolar pueden estar aportando a la convivencia democrática (Carbajal-Padilla, 2013), a fin de dar luces sobre el potencial que escuelas socioeconómicamente diversas tienen para promover dicha convivencia. Además, algunas personas entrevistadas en ambas escuelas destacan que la convivencia con estudiantes desaventajados socioeconómicamente es basic para el desarrollo de disposiciones igualitarias entre los estudiantes más acomodados, pues “les hace desigualdades socio territoriales tomar consciencia de que son privilegiados” (Psicóloga PIE, Inti) y “empatizan más con los compañeros, los ayudan más, son más caritativos” (Encargada PIE, Rodríguez). De este modo, la mixtura con compañeras y compañeros con menos recursos económicos se percibe como un catalizador de una mayor consciencia de los privilegios y de la importancia de preocuparse por quienes no los tienen. El estudio se realizó siguiendo las guías éticas del Comité Ético de la institución patrocinante, a saber, el University College London – Institute of Education.

desigualdades de la globalización ejemplos

Se concluye discutiendo algunos elementos clave a considerar para la promoción de una inclusión escolar no asimilacionista y de la convivencia democrática. En definitiva, los procesos de descentralización regional en Chile se han visto tensionados por la tendencia a la aglomeración de la economía global. Aunque el cuarto de los ejes programáticos plasmados por el MIDEPLAN (2002) especificaba que las políticas de descentralización regional podían tener “capacidad de respuesta ante el proceso de globalización” (MIDEPLAN, 2002, p. 10), no todas las regiones han conseguido crecer al mismo nivel o reducir sus desigualdades (Arredondo, 2010).

La que más rechazo provoca en la población es la disparidad en el trato y dignidad que, por ejemplo, se materializa en la atención de salud. La sociedad se fragmenta en grupos sociales que viven como si habitaran en naciones de nivel de desarrollo opuesto. Así, hay personas que son denigradas y discriminadas, en tanto otras desarrollan una actitud de superioridad fundada en la posesión de cargos o tenencia de dinero. Tanto es así, que un estudio del Banco Mundial indica que un tercio del ingreso generado por la economía chilena en 2013 fue captado por el 1% más rico. Por ello, es relevante considerar este aspecto como una verdadera traba al desarrollo, cuando se bloquean las oportunidades y se traduce en un acceso poco equitativo al poder político y económico.

La inversión extranjera en Chile estuvo vinculada a ciertos sectores económicos, concentrándose al comienzo en proyectos mineros en las regiones del norte por parte esencialmente de empresas canadienses y estadounidenses. Esto fue lo que permitió un aumento appreciable del PIB en Atacama, Antofagasta y Tarapacá, a pesar de que la inversión pública efectiva complete en estas regiones tuvo una participación relativamente baja, de entre un 3% y un 4% del total en cada una durante la década de 1990 (MIDEPLAN, 2001). Posteriormente, la inversión extranjera directa llegada al país se realizó principalmente por parte de empresas europeas, mayoritariamente españolas, en los sectores de servicios (telecomunicaciones y banca) y electricidad, agua y gas (CIE, 2013). En el caso de la RMS, además de recibir una buena parte de la inversión extranjera directa, un 24,9% del complete acumulado desde 1990 a 2008 (Silva, Riffo y González, 2012), fue la región que más inversión pública recibió de 1990 a 1999, con un promedio del 26,45% de la inversión pública efectiva whole. Sin embargo, disminuyó paulatinamente, puesto que a comienzos de la década la región representaba un 30,3% del whole y en 1999 un 21,08% (MIDEPLAN, 2001). También en la década del 2000 se mantuvo una mayor inversión pública efectiva complete en la región, siendo en promedio de un 27,41% en el periodo y evolucionando desde un 22,10% en el año 2000 a un 34,46% en 2005 y un 24,55% en 2010 (MIDEPLAN, 2011).

[3] Los datos tributarios, si bien representan una mejora sustantiva en relación a las encuestas de hogares, tampoco son perfectos. En contextos en donde existe mucha evasión y elusión, éstos también subestiman los ingresos de las personas de más altos ingresos. Existen múltiples razones que explican el aumento sostenido de la desigualdad en Estados Unidos, todas ellas decisiones de política. En estos textos hemos extensamente discutido el rol de los impuestos en esta tendencia, pero el problema es más complejo.

Una de las principales críticas que se le ha hecho a este ODS se relaciona con la forma en que este fue concebido. Si bien los 193 países resolvieron en conjunto los objetivos que esta Agenda 2030 contemplaría, aún así hay quienes abogaron por no incluir un apartado especialmente dedicado a las desigualdades al momento de las negociaciones, principalmente debido a que este implica, de una forma u otra, un problema redistributivo ( Donald, 2017; Oestreich, 2018 ). Por lo tanto, haber aprobado la Agenda 2030 indica voluntad, pero aún así objetivos como el 10, tendrán que superar barreras y resistencias políticas a nivel internacional y nacional para poder ser implementado y realmente exitoso (Donald & Lusiani, 2016). No obstante, aunque con varios resultados positivos, esos quince años dejaron bastantes lecciones respecto del desarrollo y cómo debía enfrentarse. En otras palabras, “[e]n muchos lugares, el progreso no fue lo suficientemente sostenible ni equitativo para lograr las metas; en otros, el progreso se frenó o revirtió debido a desastres, conflictos, degradación ambiental o inestabilidad económica o climática” ( UNDP, 2016, p. 18).

Una primera opción son los impuestos a los bienes de consumo, como por ejemplo el Impuesto al Valor Agregado (IVA). Este es un impuesto donde todos los individuos, independiente de sus ingresos, pagan el mismo porcentaje por cada compra que realizan. Sin entrar en los detalles de su cálculo, hay que saber que éste toma valores entre 0 y 1, y que un mayor Gini implica una distribución de ingresos más desigual. En los casos extremos, 0 implica que todos los individuos tienen los mismos ingresos, y 1 que sólo una persona recibe todos los ingresos.

En este sentido, la dimensión ex-post, que hace referencia a los resultados e ingresos, sí se encuentra presente en las políticas analizadas, sin embargo, no es la única dimensión que se considera en ellas. Por lo tanto, al menos en cuanto al trabajo presentado para este objetivo específico, se puede identificar la multidimensionalidad de las disparidades que se planteó en el primer apartado de este trabajo, donde no solo se concentran los esfuerzos en cuanto a las diferencias de ingresos, sino que también se ha buscado “nivelar el punto de partida” de los/as ciudadanos/ as del país. Por otra parte, y como también se mencionó al comienzo de este artículo, el Coeficiente de Gini es uno de los indicadores más utilizados a nivel internacional a la hora de medir la desigualdad ( Medina, 2001 ; Goubin, 2018 ) y Chile no es la excepción. Si bien se reconoce la utilidad de este índice, existen críticas al mismo, como las planteadas por Atkinson (1970 ) sobre la proporcionalidad de las transferencias, otorgando más peso a las transferencias en el centro de la dis-tribución que en las colas, lo que no necesariamente refleja los valores sociales tras un indicador de desigualdad. El autor examina también las propiedades de utilizar varianzas y la desviación relativa de la media, encontrando que cada una de ellas tiene sus propias limitaciones. Sin embargo, tomando en consideración las críticas que ha establecido la literatura, el Índice de Gini continúa siendo un indicador ampliamente utilizado para la medición de la desigualdad y la formulación de políticas públicas (Liu & Gastwirth, 2020; Furman, Kye & Su, 2019).

Periodos más largos de trabajo de campo podrían abrir oportunidades para explorar procesos de construcción subjetiva y cómo las diferentes actividades que se desarrollan en las escuelas a lo largo del año se relacionan con determinadas disposiciones institucionales hacia la diferencia. Sin embargo, los casos de estudio analizados también advierten que el college mix no garantiza el reconocimiento simétrico y aprendizaje mutuo entre personas de distinto origen social (por ejemplo, que las clases altas adopten modos de ser de las clases bajas). Ello no solo es problemático desde una perspectiva ethical (¿por qué unos seres humanos son dotados de mayor valor que otros?) sino también porque pone en riesgo el desarrollo de disposiciones igualitarias entre todos las y los estudiantes y dificulta la convivencia democrática. En efecto, el potencial para que la mixtura social promueva disposiciones igualitarias se ve amenazado por el hecho que superar los modos de sentir, pensar y actuar de la clase baja -y asimilar aquellos de la clase alta- es presentado como una buena alternativa para mejorar las condiciones futuras de vida. Este artículo exploró el habitus institucional (Ingram, 2009) de dos escuelas con diversidad socioeconómica en la ciudad de Santiago, Chile. Para ello se analizaron entrevistas con personas que trabajan en estas escuelas, con foco en sus visiones respecto a la diferencia socioeconómica y la mezcla social.

Al igual que otras naciones de América Latina, su origen se remite a la Colonia, cuando se constituyeron las instituciones que la inician, como la concentración en la propiedad de la tierra y la relación jerárquica entre la clase alta y el bajo pueblo. Incluso los países más equitativos exhiben algún grado basal de desigualdad vinculado a la división del trabajo, la que requiere pagos diferenciados acorde a la complejidad de las ocupaciones o para el fomento de actividades que están sujetas a un appreciable nivel de riesgo, como la innovación y la labor empresarial. El 1% más rico de Chile aparece concentrando consistentemente al menos 10 puntos porcentuales más que el resto de las elites.

Esto para el caso de las patentes comerciales y los bienes raíces, pero también en el caso de los permisos de circulación, puesto que en las comunas con mayor poder adquisitivo existen más automóviles por hogar y los mismos son más caros, permitiendo mayor recaudación municipal al respecto. A pesar del apoyo del FCM en este tipo de comunas, la falta de ingresos permanentes propios genera que sean las que menor ingreso municipal per cápita tienen de las analizadas. La concentración de la actividad económica también impacta en el valor de los bienes raíces de la ciudad y, por tanto, también en los impuestos recaudados por las municipalidades, que aumentan según sea mayor el precio de los inmuebles. Como en otras ciudades con alta concentración de población, como Río de Janeiro o Nueva York, las personas con mayores ingresos prefieren situarse más cerca de su lugar de trabajo o de las zonas donde realizan sus negocios. Como ha destacado Edward Glaeser (2011), las personas “con sueldos más altos pierden más ingresos cuando pasan más tiempo viajando y menos trabajando. En consecuencia, suelen estar dispuestos a pagar más por ir a trabajar de forma más rápida” (Glaeser, 2011, p. 122), lo que supone que los precios de las viviendas sean más caras en los lugares más próximos a las zonas de negocio en donde mejor se paga a los profesionales.

¿cómo Ha Cambiado La Desigualdad Socioeconómica En Chile?

Con el propósito de brindar a Chile protección financiera para mitigar posibles impactos económicos negativos de terremotos y los tsunamis que ocasionen, el BM apoyó a Chile para emitir un bono catastrófico y swap de USD 630 millones, la cual es la mayor operación en un solo país. Con ello, Chile contará con fondos de rápida disposición en caso de desastre, lo que le permitirá proteger su presupuesto fiscal y reducir la necesidad potencial de movilizar deuda después de un evento. Chile recibió el primer préstamo del BM a nivel global para promover el hidrógeno verde y apoyar los esfuerzos de mitigación del cambio climático. desigualdad en las ciudades El proyecto busca incentivar la inversión en proyectos de hidrógeno verde en Chile, lo que permitirá acelerar el crecimiento verde del país, su transición energética y apoyar su compromiso de neutralidad de carbono en 2050. La Corporación Financiera Internacional (IFC) ha apoyado activamente al sector privado de Chile para aumentar la productividad, promover la inclusión y lograr avances en materia de sostenibilidad. En el país se están llevando a cabo algunos de los proyectos más innovadores de IFC, que incluyen autobuses eléctricos, productos especiales diseñados para promover la inclusión financiera, e hidrógeno verde.

Sin embargo, el número total de casos expandidos es diferente del número total de casos observados (número de hogares o población en la muestra). Una estimación realizada con un número pequeño de casos es menos confiable que una estimación sustentada en un gran número de observaciones muestrales. Luego, en 2017, la Fundación a través de su propuesta de política social «Umbrales Sociales para Chile», señaló que tras dos décadas de experiencia con Servicio País, y realizando estudios periódicamente se concluye que la pobreza tiene una marcada dimensión relacional. «La pobreza se ve como falta de oportunidades y se vive con impotencia. No poder cumplir con las obligaciones que la sociedad establece a los jefes de hogar, genera sentimientos de dolor y la angustia, de no poder responder a los hijos y darles lo que requieren para proyectar una vida diferente a la que ellos han tenido», señala Littin.

Al igual que otras naciones de América Latina, su origen se remite a la Colonia, cuando se constituyeron las instituciones que la inician, como la concentración en la propiedad de la tierra y la relación jerárquica entre la clase alta y el bajo pueblo. Incluso los países más equitativos exhiben algún grado basal de desigualdad vinculado a la división del trabajo, la que requiere pagos diferenciados acorde a la complejidad de las ocupaciones o para el fomento de actividades que están sujetas a un appreciable nivel de riesgo, como la innovación y la labor empresarial. La disaster del sistema de acreditación de la Enseñanza Superior presenta un gravísimo dilema a la Educación chilena, plantea un tema moral muy profundo y daña seriamente la credibilidad de la institucionalidad política ante la ciudadanía. Muchas revistas académicas han publicado números especiales sobre el COVID-19, algunos de ellos en una etapa muy inicial de la pandemia, con énfasis en la envergadura del impacto de la pandemia en la sociedad desde el punto de vista epidemiológico y en las consecuencias de esta sobre los grupos de mayor riesgo.

Son conductas tales como el hipercontrol, el falso apoyo, la resistencia pasiva y el distanciamiento emocional, además de rehuir la crítica y evitar la negociación, prometer y hacer méritos, victimización y la búsqueda de compasión. Aquellos que implican la retención del poder, en que se utiliza la fuerza física, económica o la personalidad, con el objetivo de convencer a las mujeres de su error, negligencia o falta. Este tipo de conductas generan un sentimiento de derrota posterior al comprobar la ineficacia, pérdida, debilidad e incapacidad para defender las propias decisiones o razones. Ejemplos nítidos de este tipo de micromachismo son el control del dinero o los sabotajes a la comunicación, el uso expansivo y abusivo del espacio y el tiempo para si, insistencia abusiva y la imposición de intimidad, entre otros. Esas trampas son ideas, expresiones, gestos, actitudes y comportamientos cotidianos, interiorizados y justificados como naturales, que condicionan el día a día de la mujer y que se conocen como micromachismo.

Por un lado, estudios internacionales han encontrado diferencias en el grado de homogeneidad de la elite, niveles de coordinación y probabilidad de que grupos específicos conserven posiciones de poder a lo largo de varias generaciones, limitando la rotación y diversidad de sus integrantes. Por otro lado, varias investigaciones plantean que en las sociedades actuales las elites tienden a distanciarse en sus percepciones y preferencias del resto de la población (e.g. Page et al., 2013), diferenciándose en temas clave relacionados con cómo debe funcionar la democracia y la economía, entre otros. “El caso chileno muestra una débil capacidad redistributiva del Estado, un sistema poco progresivo, es decir, que se apega poco a la capacidad distributiva de cada ciudadano. Es tremendamente inefectivo para reducir desigualdades y presenta muchos vacíos legales que facilitan la evasión. Y finalmente, un modelo que prueba efectividad para reducir la pobreza, pero incapaz de modificar el orden distributivo actual”. Si bien estas mediciones son independientes entre sí (estar en situación de pobreza por ingresos no supone, necesariamente, encontrarse en situación de pobreza multidimensional y viceversa), en conjunto, ayudan a construir un diagnóstico global en torno a la magnitud y características de los hogares y personas que se encuentran en situación de pobreza en el país.

Mientras que bajan de posición relativa las regiones de Tarapacá (aunque continúa dentro de las con mayores logros de desarrollo humano), Atacama, O’Higgins y Valparaíso. En el período 1990 y 2013, la desigualdad del ingreso en Chile12, medida a través del índice de Gini, evolucionó de una forma related a una U invertida (ver Gráfico 6), crece a partir de 1992 para luego descender desde 2003 y de manera constante desde 2009. La nueva metodología13 da como resultado un índice menor, posiblemente porque las familias más vulnerables suelen ser más numerosas, luego al evaluar la distribución del ingreso total de los hogares, es esperable que sea más igualitario que al medirlo a nivel per cápita. En los últimos años la reducción de la desigualdad ha sido mínima, llegando a ser el índice de 0,495 en 2015. Para reducir la pobreza que aún afecta a Chile, así como la desigualdad, se requiere de buenos instrumentos que puedan identificar, cuantificar y caracterizar, de una forma precisa, a la población más vulnerable del país, de manera de poder aplicar la política pública eficientemente.

Y los emparejamientos, siguiendo la lógica de selección por similitud, suelen darse entre personas de un mismo nivel educacional y de ingresos. Es decir, los hombres educados y ricos, que antes por lo general eran la única fuente de ingresos de sus hogares, se casan hoy con mujeres igualmente educadas y ricas. La desigualdad social es un problema en Chile, ya que según estudios del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), el 28.6% de las personas adultas en Chile carecen de educación primaria y secundaria y según la Encuesta Nacional de Hogares del INE, sólo el 47.3% de las personas mayores de 18 años tienen educación universitaria. Por lo tanto, existe una brecha entre quienes tienen un nivel educativo bajo y las personas que cuentan con educación media o universitaria.

La deserción en el tercer año entre los estudiantes más vulnerables se redujo en casi 10%, pasando del 36,6 por ciento en 2018 al 26.8 por ciento en 2022. También aumentó la cantidad de proyectos de investigación adjudicados por estas universidades y la cantidad de profesores con doctorado. La sociedad hoy reconoce y valora la equidad de género como un imperativo ético para construir un Chile más justo. Pero aún resta mucho camino para asegurar la plena igualdad de derechos y oportunidades entre mujeres y hombres.

desigualdad en la sociedad actual

El reporte da cuenta que mientras los hombres registraron a junio de este año una densidad promedio de cotización desde su afiliación al sistema de pensiones de fifty eight,1%, en el caso de las mujeres alcanzó el forty seven,7%. Asimismo, revela que la mediana de densidad de cotizaciones para los hombres fue de sixty three,4% y para las mujeres llegó a 45,3%. Respecto de los saldos acumulados, a junio de 2020 las mujeres registran un saldo promedio de 663 UF, en tanto que el de los hombres es de 1.842 UF, lo que indica una brecha de -64,0%. En esto incide, además de las densidades de cotizaciones, el período de acumulación de ahorros, a su vez, determinado por las diferencias en las edades legales de jubilación por sexo (60 años para las mujeres y sixty five años para los hombres), lo cual resulta en un menor período de acumulación en el caso de las mujeres. Estudios realizados por consultoras internacionales y por el Banco Mundial dejan al descubierto cómo el coronavirus ha contribuido a incrementar las diferencias entre hombres y mujeres, y cómo con la crisis sanitaria se han creado nuevos desafíos mundiales en materia de salud y seguridad económica.

Pero cuando hay mucha desigualdad la mayor parte de las personas que gana menos que el promedio, se moviliza. Los sistemas educativos deben procurar recursos financieros y no financieros para los alumnos de menores recursos para asegurar que todos los alumnos gocen de altos niveles de aprendizaje. En adición, es igualmente importante responsabilizar a las escuelas por sus resultados académicos.

«Llevamos décadas diciendo que Chile en términos de distribución de ingresos, tenemos una alta desigualdad y no mejora incluso después de algunas medidas redistributivas. Del punto de vista de la desigualdad material, está claro que no la hemos logrado podido revertir eso», detalla Méndez. «Uno podría decir que las desigualdades desigualdad en la salud ejemplos son diferencias que se consideran injustas, porque vulneran una norma de equidad entre los seres humanos», explica. La desigualdad, dicen académicos, tiene que resolverse multidimensionalmente, lo que incluye no solo equiparar ingresos, sino privilegios territoriales, las diferencias de género, étnicas y culturales.

Paradojalmente, si bien señalamos las dificultades de investigadores asociadas al confinamiento, también hemos observado cómo la producción académica en términos de artículos científicos ha ido en aumento. Para algunos investigadores, la pandemia también ha permitido tener un mayor tiempo para socializar los resultados de investigaciones a través de publicaciones. En relación a esto hemos podido constatar un crecimiento notable en la recepción de artículos de nuestra revista, no solo para esta sección temática de COVID-19 sino que también en la recepción de artículos libres y otras secciones temáticas.

Sin embargo, ni las desigualdades ni los estallidos sociales son nuevos en la historia de la humanidad. Este trabajo, luego de dar cuenta de algunos estudios sociales recientes en torno a las desigualdades que dañan a las personas y a las sociedades, realiza una aproximación teológica y magisterial a este drama, se hace cargo nuevamente de los valores evangélicos como la justicia y equidad. Termina ofreciendo algunas conclusiones o reflexiones finales que contribuyan al debate y al curso de la acción transformadora que demanda el presente. El trabajo del PNUD destaca que un punto de partida en esta desigualdad, en cierta forma fue la asignación de tierras realizada en la colonia a españoles y sus descendientes blancos, el inicio de la clase alta chilena. «Estructura social que se perpetuó a través de la hacienda, la cual dividió a la sociedad en patrones, empleados, inquilinos y peones con diferencias de recursos y poder muy significativas. Desde entonces la brecha de ingresos ha oscilado en distintos momentos, pero a la larga se ha mantenido bastante estable desde mediados del siglo XIX», dijo el documento. Un dato elocuente en relación a la importancia de la desigualdad nacional es el porcentaje del complete de los ingresos que perciben las personas que se encuentran al tope de la distribución.

El trabajo expone los elementosque articulan la construcción narrativa de estas mujeresen torno a la identidad de género, entendiendo que ésta se enmarcaen un proceso de transformación en el cual los actos delhabla y las prácticas performativas encarnan la fuerza transformadorade dichos procesos. «Hay un reduccionismo conceptual horrible en eso. Es impresionante y la falta de profundidad del tema, es decir, tener una sociedad más igualitaria contribuye a la paz social, contribuye al crecimiento económico, contribuye al desarrollo económico». Entre las desigualdades que más molestan a los chilenos está que algunos accedan a mejor salud que otras, que algunos accedan a mejor educación y que algunos reciban un mejor trato. “La intolerancia respecto a desigualdades en salud y educación ha aumentado”, señaló el director de la Escuela de Gobierno.

Mirada Constituyente: Desigualdad Socioeconómica Utalcatv

Es decir, las regiones más perjudicadas convergen buscando alcanzar a los territorios más favorecidos del país. Lo que marca la desigualdad en Chile, es el aún elevado nivel de desigualdad y su persistencia, a pesar de la mencionada convergencia. Las causas de estas inequidades son múltiples, con factores que van desde la gran brecha de oportunidades que existe en el país, a su estructura productiva e incluso el rol del Estado (PNUD, 2017). No obstante, el objetivo de este artículo no es el de determinar los orígenes y fundamentos de la desigualdad en Chile 5 , sino que examinar qué concepto de desigualdad está justificando el plan de acción del país respecto del ODS 10 sobre desigualdad en el país y entre los países. Ahora bien, la desigualdad de resultados, de acuerdo a Atkinson (2015), tiene que ver con aquello que los individuos logran a pesar de sus circunstancias.

Al parecer se cumple el principio de convergencia, ya que algunas de las regiones con menor índice, son de las que más mejoran, mientras que las de mayor desarrollo tienen un progreso más lento (Metropolitana, Antofagasta, Valparaíso y Magallanes). La excepción a este comportamiento ha sido Arica y Parinacota, que a pesar de su relativamente bajo IDERE, ha experimentado menor evolución en el período analizado. A nivel Latinoamericano, Chile lidera en el territorio, con un PIB per cápita que es 12 veces mayor al país con el peor resultado, Haití. Panamá, de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI, 2017), es una economía emergente con gran posibilidad de mantenerse a la cabeza de este grupo en los próximos años.

Un “área pequeña” es una subpoblación para la cual las estimaciones realizadas en base a métodos estándar (como es el caso de estimaciones directas realizadas a través de una Encuesta) son inadecuadas, debido a que si la muestra de la subpoblación es pequeña, entonces el estimador directo tendrá una alta variabilidad, lo que hace que éste sea muy impreciso. Declara no conocer a alguna persona fuera del hogar que pueda prestar apoyo en distintas situaciones relevantes. Además, ningún miembro de 14 ó más años ha participado, en los últimos 12 meses, en alguna organización social o grupo organizado y ningún miembro de 18 ó más años que se encuentre ocupado pertenece a alguna organización relacionada con su trabajo. Uno de sus integrantes de 15 años o más que se encuentra ocupado no cotiza en el sistema previsional y no es trabajador independiente con educación superior completa. Finalmente, se destaca el papel cumplido por el panel de expertos, comisión integrada por académicos e investigadores que, desde el año 2013, cumple con el mandato de asesorar al Ministerio de Desarrollo Social y Familia y supervisar todas las etapas del desarrollo de la Encuesta, incluyendo el proceso de medición de la pobreza. Desde el año 1990, por medio de la suscripción de convenios bilaterales, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), ha prestado asistencia técnica al Ministerio de Desarrollo Social y Familia en el proceso de medición de la pobreza con datos de la Encuesta Casen.

la desigualdad socioeconómica

Educarchile, el portal de la educación chilena, es producto de un convenio de colaboración mutua entre Fundación Chile y el Ministerio de Educación de Chile. Te invitamos a explorar otros recursos y contenidos de educarchile que pueden ser de tu interés o estar relacionados la desigualdad politica con tu actual búsqueda. La ponderación que se utiliza en este procedimiento, es determinada a partir de la varianza que tiene asociada la estimación directa de pobreza obtenida desde la Encuesta y de la varianza proveniente de la estimación sintética.

A su vez, cada una de estas dimensiones está integrada por tres indicadores dicotómicos que permiten observar si el hogar presenta o no algún tipo de carencia. La suma de carencias que enfrenta el hogar determina si el hogar y todos sus integrantes se encuentran o no en situación de pobreza multidimensional. Cuando un hogar acumula un 22,5% ó más de indicadores en carencia sobre el complete de indicadores que conforman la medida, dicho hogar se encuentra en situación de pobreza multidimensional. Los hogares encuestados por la Encuesta Casen son seleccionados a partir del marco muestral de secciones y de manzanas provisto por el Instituto Nacional de Estadísticas, que incluye sólo viviendas particulares. Por lo tanto, la información que entrega la encuesta es representativa a nivel nacional de los hogares y población que residen en viviendas particulares. Los datos de la Encuesta Casen se basan en una muestra aleatoria de hogares y población  residente en viviendas particulares.

Primero, la estructura productiva de Chile, que se relaciona a las diferencias de productividad, capacidad de inversión y nivel educacional de los/as trabajadores/as. Igualmente, el tercer factor contempla el rol pasivo del Estado que no tiene mayor injerencia distributiva de los recursos, y el cuarto la concentración del poder político que tienen las personas con mayores ingresos. El quinto factor refiere a las desigualdades de oportunidades, como es el sistema educativo del país que se encuentra bastante dividido y finalmente, los principios normativos establecidos en Chile que en algunos casos avalan las disparidades y limitan iniciativas que promuevan la igualdad. Más allá de las diferencias de ingresos, la desigualdad hoy se manifiesta en otras dimensiones de la vida de las personas. La que más rechazo provoca en la población es la disparidad en el trato y dignidad que, por ejemplo, se materializa en la atención de salud.

La desigualdad, dicen académicos, tiene que resolverse multidimensionalmente, lo que incluye no solo equiparar ingresos, sino privilegios territoriales, las diferencias de género, étnicas y culturales. Benítez repara en lo peligroso en la aceptación discursiva del ‘mérito educativo’ y todo lo que eso conlleva y que acrecienta aún más el individualismo del cual es prisionera nuestra sociedad. “Las generaciones jóvenes tienen muy interiorizado que el mérito es de ella o de él, y es falso. Hay una madre, hay alguien, hay toda una estructura que te da soporte y que te lleva ahí, y eso se ha invisibilizado. La metodología en particular que aplica el Ministerio de Desarrollo Social y Familia toma como modelo la desarrollada por el U.S. Census Bureau para estimar las cifras oficiales de pobreza a nivel local y que sirven como base para la distribución de fondos públicos entre localidades, integrando, además, las mejores prácticas recomendadas en la literatura especializada.

Solo cinco de las 15 regiones se encuentran por debajo del promedio nacional evaluando ambos tipos de pobreza (Magallanes, Aysén, la Región Metropolitana, Antofagasta y Tarapacá). Por su lado, La Araucanía sobrepasa los promedios nacionales en ambos casos, y se observa que la diferencia entre ambos tipos de pobreza no es tan amplio, por lo que se infiere que el ingreso es la mayor causa de pobreza en este territorio, lo que se avala con el resultado del PIB per cápita expuesto anteriormente. A continuación esta sección analiza la pobreza en Chile, un fenómeno complejo de definir y medir, entendido como una condición privativa, en la cual las personas carecen de recursos suficientes para satisfacer sus necesidades básicas como vivienda, alimentación, vestuario o salud. Además, es un término asociado a otros fenómenos negativos, como la desigualdad y la falta de oportunidades, afectando el bienestar de la población (Ministerio de Desarrollo Social, 2011). En la literatura económica, desde hace décadas, existe consenso en que un país o territorio no debe ser evaluado únicamente por sus indicadores económicos de productividad, sino que también por su capacidad para reducir la pobreza y la desigualdad, ambos conceptos entendidos como males para una sociedad (Gasparini et al., 2014).

Por último, la desigualdad tiende a causar situaciones de conflicto social que, a su vez, pueden derivar en consecuencias que afectan las posibilidades de desarrollo, ya sea a través de situaciones de inestabilidad política o por el tipo de políticas económicas implementadas. La contrapartida de la concentración en el tope son los bajos sueldos que obtiene la mitad de los asalariados, cuya remuneración es inferior al ingreso que necesita un hogar promedio para cubrir sus necesidades básicas (línea de pobreza). Esto no se traduce en una situación generalizada de precariedad, porque hay más fuentes de ingresos. También hay un agravante de género a considerar, por cuanto más de un 70% de las mujeres asalariadas con educación media completa y que trabajan más de 30 horas semanales, obtiene una remuneración por debajo del umbral citado. En los últimos 15 años ha habido una reducción de la desigualdad de los ingresos, aunque el coeficiente de Gini de 0.48 en la última medición disponible para Chile (2017) está lejos aún del promedio de las economías desarrolladas (figura 2).

Entre 1930 y 1970, hubo una moderación del fenómeno en el contexto de una creciente democratización del país, revertida durante la dictadura militar, cuando grandes transformaciones domésticas y de la economía mundial generaron innovaciones tecnológicas y de otro tipo que impactaron sobre la desigualdad de ingresos. El conocimiento que hemos obtenido trabajando en conjunto con Chile, ha sido compartido con diversos países del mundo que enfrentan desafíos de desarrollo similares. La percepción de maltrato y menoscabo aparece de manera persistente en los relatos de las personas en vulnerabilidad. Según el estudio Desiguales (PNUD, 2017), un 41% de la población indica experimentar malos tratos, con una mayor incidencia entre las personas de los grupos de menores ingresos. Los malos tratos se viven con mayor frecuencia en el trabajo, la calle, los servicios de salud públicos -en explicit en relación a la espera para conseguir atención- y el transporte y los servicios públicos.

O bien, la meta 10.3 que busca garantizar la igualdad de oportunidades y reducir la desigualdad de resultados, tiene como indicador la “proporción de la población que declara haberse sentido personalmente discriminada o acosada en los últimos 12 meses por motivos de discriminación prohibidos por el derecho internacional de los derechos humanos”. Aquí, por ejemplo, existe la limitante de la subjetividad, es decir, que el sentimiento de discriminación por motivos prohibidos por el derecho internacional implica que la población está consciente de todos sus derechos y que puede reconocer fácil-mente cuando sufre algún tipo de exclusión. En otras palabras, la dificultad de cuantificar esta meta podría tener como consecuencia, también, inconvenientes para evaluar sus resultados o bien monitorearlo. Además, el indicador no hace referencia a la desigualdad de ingresos tampoco, dejando este aspecto abandonado al momento de evaluar sus avances.

Los quintiles de ingreso autónomo corresponden a grupos de igual tamaño conformados por la quinta parte (20%) de los hogares ordenados en forma ascendente (del I al V) de acuerdo al ingreso autónomo per cápita del hogar, donde el primer quintil (quintil I) representa al 20% de menor ingreso y el quinto quintil (quintil V) representa al 20% de mayor ingreso. Los hogares que se encuentran en situación de pobreza multidimensional son aquellos que acumulan un porcentaje de 22,5% ó más de carencias en los 15 indicadores individuales que se utilizan para la medición, ponderados de acuerdo al peso que les corresponde en cada dimensión. Posteriormente, en el año 2015, se conformó un Comité Asesor Ministerial integrado por académicos y representantes de organizaciones de la sociedad civil que estuvo a cargo de elaborar una propuesta para la incorporación de indicadores de entorno y redes. Esta propuesta constituyó la base para la actualización de los indicadores utilizados para la medición de la pobreza multidimensional, iniciando una nueva serie de datos a contar de la publicación de los resultados de la Encuesta Casen 2015.

Esta situación implícitamente fomenta a las iniciativas de corto plazo, las inversiones “de pasada”, en vez de las actividades realmente emprendedoras e innovadoras, que crean capital y no meras transferencias de riqueza que no suman valor agregado. Los comportamientos alejados de la ética, revelados en los últimos años, indican la necesidad de reformas profundas que se requieren en las superintendencias regulatorias, la normativa jurídica y la acción de los tribunales, aparte de un cambio profundo en las entidades gremiales empresariales. El programa continúa creciendo para incorporar un módulo para el apoyo al empleo, la pink de apoyos y cuidados, y como base para apoyar el diseño de las oficinas locales para la infancia, lo que permitirá entregar una prestación integrada de servicios a los niños y sus familias. También se está implementando un módulo base para las delegaciones presidenciales a nivel regional y provincial.

¿cómo Ha Cambiado La Desigualdad Socioeconómica En Chile?

En su discurso, Angel Gurría (Secretario General de la OCDE), declara que la experiencia chilena enriquecerá el acervo de la OCDE en cuestiones clave, siendo un ejemplo al combinar crecimiento económico y mayor bienestar social. Gurría comentó que Chile ocuparía un lugar que le pertenece por mérito propio, cuyo objetivo es que comparta sus buenas prácticas y políticas públicas con los demás países de la OCDE. Además enfatizó que Chile sería parte de este conjunto de países que ayudan a que la economía mundial sea más fuerte, limpia y justa (informa oecd.org, el día 11 de Enero de 2010, a través del titular “Chile, primer país sudamericano miembro de la OCDE”). Además, la temporalidad de las acciones públicas examinadas, al ser la mayoría de estas previas a la Agenda 2030, indica que aún queda trabajo por realizar para incorporar estos objetivos a las diversas partidas públicas del país. Es decir, que existiendo esta agenda como una guía para el desarrollo sostenible, los esfuerzos que vengan a continuación deberían responder a la lógica de estos objetivos y no al revés. Por otro lado, también es importante, en este sentido, trabajar en acciones públicas que sean de corto y largo alcance.

la desigualdad socioeconómica

En síntesis, ni muy mal ni muy bien en materias de desigualdad económica dentro de nuestra desigual región. Existe una distancia inabordable entre las oportunidades educativas que se brinda en instituciones privadas y la realidad de las escuelas públicas. El acceso a educación de calidad y el entorno crean diferencias desde el primer día de clases, que pueden persistir toda la vida de una persona, “marcando” socialmente a cada niña o niño afectando los conocimientos, relaciones sociales, el lenguaje, el desarrollo de habilidades y oportunidades, que se traducirán en empleabilidad, éxito profesional y movilidad social.

El proyecto se implementará de manera gradual, para alcanzar hacia finales de 2027 a 187 de las 346 comunas del país. También, se ha trabajado extensamente para abordar los desafíos del país en materia de agua como un elemento de desarrollo y resiliencia. De este modo, la escasa posibilidad de participar e incidir se expresa como una percepción de invisibilidad de las personas por parte del Estado y de poca capacidad de producir cambios a partir de la acción propia. En este modelo, argumenta Solimano, el escenario resulta muy favorable para los dueños de los grupos económicos y muy desfavorable para la inmensa mayoría del país. Dos destacadas académicas de la Universidad de Concepción y uno de los investigadores del PNUD autor del libro «Desiguales», analizan la raíz de la que muchos se atreven a nombrar como la mayor movilización social en la historia de Chile. Por su parte, la dimensión de Redes y Cohesión Social tiene una ponderación de 10%, por lo que cada uno de sus tres indicadores tiene un peso individual de three,3%.

Las grandes brechas y desigualdades sociales son una parte integral de la cultura actual, pero no son imposibles de reducir y de desarticular. Se observa en el (Gráfico 8) que en 1955, en promedio, los chilenos no alcanzaban a completar la enseñanza primaria (8 años), llegando a este nivel solo a partir de 1990. En 2014 el promedio fue de 9,8 años, por debajo de la educación obligatoria en el país (12 años) y de los años de escolaridad esperada de acuerdo con el PNUD (15,2 años para 2014). El país busca facilitar cada vez más el acceso a estudios superiores, de hecho la política pública pretende que a través de becas y créditos la educación esté al alcance de la población económicamente más susceptible. Por lo tanto, en este sentido, los resultados obtenidos abren paso a otras preguntas investigativas. Si bien este último comprende una variedad de demandas, entre ellas se encuentra la gran desigualdad que existe actualmente en el país, la cual, en palabras de Güel (2019), “…no se trata solo ni principalmente de un problema de distribución del ingreso” (párrafo 8).

Chile es un país largo y angosto, ubicado al sudoeste de América Latina, limita al norte con Perú, al noreste con Bolivia y al este con Argentina. De acuerdo con la Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional (CASEN) de 2015, el país tiene una población de más de 17,5 millones de personas3, de las cuales un 87% vive en zonas urbanas. En Chile, la ley reconoce la existencia de nueve pueblos originarios4 y de acuerdo con la CASEN (2015) solo la desigualdad politica el 9% de la población chilena declara pertenecer a una etnia, siendo mayormente Mapuches (84% del total). Las regiones con mayor porcentaje de población indígena son la Región Metropolitana y La Araucanía, siendo en esta última donde la mayoría de ellos vive en zonas rurales (59%). A través de un análisis de convergencia, se concluye que en Chile, las regiones más pobres y desiguales, tienden a crecer más que aquellas más ricas y equitativas.

La metodología de investigación consiste en un análisis descriptivo y comparativo de las regiones del país, así como de un análisis de convergencia regional. La información recopilada para el desarrollo de este trabajo, se ha obtenido de fuentes secundarias, desde distintas bases de datos mundiales y nacionales. A nivel país se utiliza principalmente, la Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional (CASEN) del Ministerio de Desarrollo Social y datos de productividad del Banco Central de Chile. Asimismo, se contacta con diferentes instituciones, como el Instituto Nacional de Estadísticas, al que se solicita datos antiguos poblacionales y vitales no disponibles en la web1. Una de las principales críticas que se le ha hecho a este ODS se relaciona con la forma en que este fue concebido. Si bien los 193 países resolvieron en conjunto los objetivos que esta Agenda 2030 contemplaría, aún así hay quienes abogaron por no incluir un apartado especialmente dedicado a las desigualdades al momento de las negociaciones, principalmente debido a que este implica, de una forma u otra, un problema redistributivo ( Donald, 2017; Oestreich, 2018 ).

Se analiza el índice de Gini al inicio del período frente a la variación promedio anual del Gini. Se observa una pendiente negativa en ambos períodos, demostrando que las regiones que son más desiguales al comienzo, han sido capaces de reducir en mayor cuantía sus niveles de desigualdad (Gráfico 13 la desigualdad económica y social, a y b). En ambos períodos de tiempo el Β es negativo y significativo al ninety five y 99% respectivamente (siendo los Β -4,256 y -24,851).

Mientras tanto, la menor variación se observó en el norte, en la región de Antofagasta, cuyo PIB disminuyó un 2,9% respecto al año anterior, sin embargo, sigue siendo una de las regiones que más aporta al PIB nacional (9,7%), gracias al producto minero de esta zona. La Región Metropolitana es por excelencia la región que más produce en el país, por sí sola aporta el 42% al PIB nacional, sus principales ingresos provienen del sector de servicios financieros y empresariales y del comercio (Ver Anexo B). Las principales conclusiones de este trabajo, revelan la gran heterogeneidad que existe entre las regiones de Chile, siendo consistente con los trabajos de Agostini y Brown (2007; 2010), Ramírez et al. (2009) y Mac Clure y Calvo (2013), quienes avalan la importancia de trabajar a distintas escalas territoriales2. Se observa que las regiones más desiguales a nivel social y económico, son igualmente aquellas con menor PIB y desarrollo económico.

La Reforma Tributaria, a pesar de todas sus fallas, marca el inicio de una tributación más equitativa. En coordinación con el Ministerio de Desarrollo Social y de Familia, el BM se encuentra entregando asistencia técnica al proyecto Gestión Social Local (GSL)  Esta nueva metodología para la entrega integrada de servicios y beneficios sociales en los municipios, ya se encuentra disponible en casi el 70% de las municipalidades del país. A través de una “ventanilla única”, los funcionarios disponen de los distintos programas y subsidios con que cuenta y puede acceder un beneficiario, permitiendo entregar una mejor atención social, además de aumentar la eficiencia del gasto público. El proyecto para el Fortalecimiento de las Universidades Estatales culminó en junio de 2023, consiguiendo importantes logros en términos de mejoras en la calidad y equidad, pese al difícil contexto como resultado de la pandemia. La deserción en el tercer año entre los estudiantes más vulnerables se redujo en casi 10%, pasando del 36,6 por ciento en 2018 al 26.8 por ciento en 2022.

El crecimiento económico es una condición necesaria para el desarrollo, sin embargo, no suficiente. En el libro de March (2013) se cita a Sunkel & Paz (1986), quienes definen desarrollo como un proceso de cambio social, cuyo objetivo es igualar las oportunidades sociales, económicas y políticas, refiriéndose a un nivel nacional y a las sociedades que alcanzan mayores niveles de bienestar. Todaro y Smith (2012) por su lado, adopta la definición desarrollada por Amartya Sen15, donde se relacionan el proceso de desarrollo con la calidad de vida y con la capacidad de las personas de elevar su estatus, adicionando los conceptos de autoestima y libertad.

Otros determinantes de la resistente desigualdad son “la concentración de la propiedad y el poder económico, el acceso diferenciado según los ingresos a la educación de calidad, la diferencia de remuneraciones en los empleos, la debilidad de los sindicatos, entre otros factores…” (Sunkel e Infante, 2009, pp. 89). La incorporación de la dimensión sustentabilidady medio ambiente produjo que el IDERE disminuyera en todas las regiones (Tabla 7). La región de Magallanes fue la menos afectada tras la incorporación de la nueva dimensión, con un IDERE que solo descendió un 1,86%.

Incluso los países más equitativos exhiben algún grado basal de desigualdad vinculado a la división del trabajo, la que requiere pagos diferenciados acorde a la complejidad de las ocupaciones o para el fomento de actividades que están sujetas a un considerable nivel de riesgo, como la innovación y la labor empresarial. El tema de la desigualdad es importante porque no solo tiene efectos en la economía, en especial en el crecimiento, sino afecta la democracia y la convivencia social. Asimismo, los estudios citados aquí, junto a muchos otros, sugieren que no es que no se supiera que existía este descontento.

¿cómo Ha Cambiado La Desigualdad Socioeconómica En Chile?

Este artículo es parte del proyecto CIPER/Académico, una iniciativa de CIPER que busca ser un puente entre la academia y el debate público, cumpliendo con uno de los objetivos fundacionales que inspiran a nuestro medio. De hecho, los autores de dicho estudio estiman que cada punto adicional (0,01 en el rango zero a 1) de incremento del coeficiente de Gini incrementa en 3% la probabilidad de conflictos o acciones contenciosas. Aun cuando caracterizar y cuantificar la desigualdad de poder es una tarea más compleja, tal desigualdad puede tener expresiones muy concretas en el funcionamiento de las democracias. Mac Clure y Calvo (2013) proponen una división administrativa basada en el actual estado del proceso de urbanización. En el segundo puesto de ese listado está Julio Ponce Lerou, quien tomó el management de SQM (Soquimich), una de las mayores productoras mundiales de litio, yodo y fertilizantes, una vez privatizada por Pinochet, su suegro. Maneja la empresa a través de un esquema de «cascadas», obteniendo una utilidad fraudulenta de US$128 millones (juicio en curso).

la desigualdad socioeconomica

Un núcleo familiar es una parte de un hogar (es decir, un subconjunto de sus miembros) y puede estar constituido por una persona sola o un grupo de personas. El jefe/a de hogar es aquel miembro (hombre o mujer) considerado como tal por las otras personas del hogar, ya sea por razones de dependencia económica, parentesco, edad, autoridad o respeto. Los hogares encuestados por Casen son seleccionados de manera aleatoria en viviendas incluidas dentro del marco muestral de secciones y manzanas entregado por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) e incluye a hogares residentes en viviendas particulares de las comunas que son cubiertas según el diseño muestral correspondiente. Se excluyen aquellas personas que estuvieron ausentes más de seis meses en el último año, exceptuándose el jefe del hogar y los niños menores de seis meses. Se consideran miembros de un hogar a todas aquellas personas que, siendo residentes de una misma vivienda, pueden tener o no vínculos de parentesco entre sí y habitualmente hacen vida en común, es decir, se alojan y se alimentan juntas. Las bases de datos innominadas de la Encuesta Casen realizadas a contar del año 1990 se encuentran disponibles de manera libre y gratuita para su descarga a través del sitio internet del Observatorio Social en formatos de software program estadístico (SPSS y Stata), junto a sus respectivos libros de códigos y documentación metodológica para uso de investigadores/as, estudiantes, profesionales y público en general.

Esta situación implícitamente fomenta a las iniciativas de corto plazo, las inversiones “de pasada”, en vez de las actividades realmente emprendedoras e innovadoras, que crean capital y no meras transferencias de riqueza que no suman valor agregado. Los comportamientos alejados de la ética, revelados en los últimos años, indican la necesidad de reformas profundas que se requieren en las superintendencias regulatorias, la normativa jurídica y la acción de los tribunales, aparte de un cambio profundo en las entidades gremiales empresariales. En los comienzos de la apertura al exterior, se justificó en la necesidad de tener algunas grandes empresas para competir internacionalmente.

Sin embargo, las regiones que han logrado reducir más sus niveles de desigualdad en el último período son las regiones de Los Lagos y Valparaíso, y en tercer lugar la Región Metropolitana, con un menor four,01%. Utilizando esta metodología de cálculo de datos agrupados, el índice de Gini para el país es de 0,445 en 2013 y zero,432 en 2015. Bajo este concepto, solo las dos regiones más desiguales estarían sobre el promedio nacional en ambos años. Al considerar los ingresos autónomos per cápita, observamos algunas diferencias, principalmente en la variación del Gini.

La Encuesta Casen permitió contar con una nueva medición de la pobreza multidimensional, que no había sido calculada desde 2017, debido a las restricciones sanitarias que no permitieron aplicar la versión completa del cuestionario en 2020. Los resultados de la encuesta muestran también una importante reducción en la pobreza multidimensional a lo largo de los años. Desde 2017, esta tasa ha disminuido significativamente, pasando del 20,3% al 16,9% en 2022, lo que equivale a una baja de three,four puntos porcentuales.

Entre las razones más mencionadas por las que se recibe mal trato está la clase social, ser mujer y el lugar en el que vive. La desigualdad sería menos problemática si el lugar que ocupan las personas en el orden social fuese pasajero, sujeto a cambios durante el ciclo de vida o, por último, si la posición social de los hijos no dependiera de la de los padres. Desde la tradición liberal, John la desigualdad social en el mundo Rawls afirma que “la justicia es la primera virtud de las instituciones sociales, como la verdad lo es de los sistemas de pensamiento”. Por su parte, la filósofa Nancy Fraser habla de la paridad participativa y postula que la justicia exige unos acuerdos que permitan que todos los miembros de la sociedad interactúen en pie de igualdad, tanto a nivel de redistribución como de reconocimiento.

Orígenes, cambios y desafíos de la brecha social en Chile” de reciente lanzamiento en la Biblioteca Nacional, por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (Pnud). Sucintamente, el texto alude a seis factores que sostienen esta condición de inequidad en la sociedad de nuestro país, la estructura productiva, el sistema educativo, el rol del Estado, la concentración de la riqueza y el ingreso, la representación política y los patrones culturales, situaciones que determinarían la reproducción y transformación de la desigualdad socioeconómica en Chile. En este texto sostengo que, por un lado, la desigual exposición a la incertidumbre es un problema relevante, que impacta fuertemente en la calidad de vida de quienes viven en Chile. Por otro lado, que la desigualdad de poder podría explicar por qué se requiere un estallido social para que se aborde políticamente la inseguridad con que vive una parte relevante de la población.

Asimismo, el hecho de obtener un ingreso insuficiente es consecuencia de las desigualdades estructurales de un sistema económico (Macías, 2014). En marzo del año 2010, bajo el segundo mandato de la presidente Michelle Bachellet, Chile se convirtió en el miembro número 31 de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y el primero a nivel Sudamericano. En su discurso, Angel Gurría (Secretario General de la OCDE), declara que la experiencia chilena enriquecerá el acervo de la OCDE en cuestiones clave, siendo un ejemplo al combinar crecimiento económico y mayor bienestar social. Gurría comentó que Chile ocuparía un lugar que le pertenece por mérito propio, cuyo objetivo es que comparta sus buenas prácticas y políticas públicas con los demás países de la OCDE. Además enfatizó que Chile sería parte de este conjunto de países que ayudan a que la economía mundial sea más fuerte, limpia y justa (informa oecd.org, el día eleven de Enero de 2010, a través del titular “Chile, primer país sudamericano miembro de la OCDE”). Otra característica que resalta de las acciones públicas analizadas tiene que ver con la temporalidad de estas respecto de la Agenda 2030.

Asimismo, la percepción de este autor es que las políticas redistributivas, más que abogar por una verdadera equidad, buscan beneficios adicionales, como la perpetuación del poder político-económico. Chile ha presentado gran progreso en las últimas décadas en lo referente a indicadores de salud, con cifras comparables con países desarrollados en cuanto a mortalidad infantil y common. Sin embargo, igual como pasa con el crecimiento, estos logros no benefician a toda la población de la misma manera, existiendo diferencias a nivel regional. Este tipo de desigualdad suele crear malestar por parte de la ciudadanía y descontento hacia las autoridades públicas, a quienes se exige salud de calidad y para todos. Actualmente, en Chile el gasto complete en salud representa el 7,2% de su PIB, por debajo del promedio de los países miembros de la OCDE, 9,3% (Instituto Nacional de Derechos Humanos, 2016), por lo que en materia de salud aún quedan muchos desafíos para el país y para la equidad en el territorio. Se observa en el (Gráfico 8) que en 1955, en promedio, los chilenos no alcanzaban a completar la enseñanza primaria (8 años), llegando a este nivel solo a partir de 1990.

Lo siguen Turquía, Estados Unidos y Lituania, siendo los países con menor desigualdad Islandia, Eslovaquia y Eslovenia (OCDE, 2018). La desigualdad de Chile es intra e interregional, los ingresos del 10% de la población más rica del país son 27 veces mayores que el decil más pobre (OCDE, 2015)6, por sobre el promedio de los países de la OCDE, donde el 10% más rico gana 9,6 veces más que el 10% más pobre (siendo esta la mayor diferencia de los últimos 30 años) (Keeley, 2015). Actualmente en Chile, el 20% de mayores ingresos lo es 10 veces más que el 20% más pobre (OCDE, 2018). En este sentido, la realidad de las manifestaciones sociales en Chile motivaron la hipótesis de este trabajo, ya que el descontento social ha dejado en evidencia las grandes faltas que existen en el país respecto de la dimensión ex-ante, lo que podría implicar, al menos, una falta de trabajo desde esta perspectiva. En este sentido, la dimensión ex-post, que hace referencia a los resultados e ingresos se encuentra presente, como también la dimensión ex-ante, que hace referencia al punto de partida sobre el cual los individuos podrán alcanzar los objetivos o calidad de vida que desean. Sin embargo desde la década de los años eighty, el Estado ha sido reducido en su rol y financiamiento respecto al ámbito de protección social, dado los cambios del modelo neoliberal y de menores ingresos vía impuestos.

Es necesario el monitoreo y evaluación del grado en que las políticas y programas específicos de protección social están cubriendo de beneficios a todos aquellos que efectivamente los necesiten. Se requiere que los programas y beneficios se realicen con eficiencia y adecuada cobertura según derechos y necesidades de la población. Todo lo anterior ha sido confirmado por el análisis histórico de Javier Rodríguez (2017), quien ha construido una base de datos importante respecto a la evolución de la distribución del ingreso en Chile desde 1850 hasta el 2009, ofreciéndonos la más larga y detallada visión respecto al fenómeno. Rodríguez destaca que, aunque con fluctuaciones y ciclos distintos, la desigualdad en la distribución de los ingresos en Chile, desde 1850 hasta ahora, siempre ha sido alta.

Respecto a la tasa de crecimiento, en 2016, La Araucanía es la región con mayor crecimiento a nivel actual, a pesar de los bajos indicadores socioeconómicos que se darán a conocer más adelante. Mientras tanto, la menor variación se observó en el norte, en la región de Antofagasta, cuyo PIB disminuyó un 2,9% respecto al año anterior, sin embargo, sigue siendo una de las regiones que más aporta al PIB nacional (9,7%), gracias al producto minero de esta zona. La Región Metropolitana es por excelencia la región que más produce en el país, por sí sola aporta el 42% al PIB nacional, sus principales ingresos provienen del sector de servicios financieros y empresariales y del comercio (Ver Anexo B). La metodología de investigación consiste en un análisis descriptivo y comparativo de las regiones del país, así como de un análisis de convergencia regional.

Es, sin embargo, imperioso insistir en la vigencia de un problema sobre el cual es posible intervenir, un deber del Estado y de cada integrante de la comunidad nacional. De la Tabla 4 se puede verificar que cada vez que se incorpora u omite la serie TRANS en un modelo, se ve afectado en gran medida el VIF que presenta la variable CP; es por ello que se llevaron a cabo modelos en donde se utilizó esta última como dependiente, resultados que se muestran en la tabla 5. La concept de realizar nuevos modelos con la serie CP como variable dependiente surge por los resultados obtenidos tras realizar la prueba la desigualdad en la salud VIF a la totalidad de los modelos de modo de evaluar la multicolinealidad de las variables, y los resultados muestran que ninguna de ellas presenta una dependencia entre sí (ver Tabla 4). En la estimación del modelo se llevó a cabo una prueba global del período entre el segundo trimestre de 1996 y el segundo trimestre de 2017, seguido de pruebas de sensibilidad y omisión de variables con la finalidad de comprobar la robustez y la confiabilidad de la medición (ver Tabla 2). Donde, F(y) representa la curva de Lorenz; es decir, la proporción de individuos o familias que tienen ingresos acumulados menores o iguales a y.

Brechas Y Vínculos: El Efecto De La Desigualdad Socioeconómica En La Cohesión Social, En Contexto Comparado

Además, hay una batería de políticas que pueden considerarse para promover la movilidad y que incluyen, por ejemplo, invertir más en la salud, educación, y bienestar de familias más pobres. En 2016, el gobierno chileno aprobó la Política Nacional Docente (PND) que consiste en reformas al acceso y retención de educadores en las escuelas públicas y privadas con subvención del estado. Estas reformas incluyen establecer altos requisitos de ingreso y nueva acreditación para programas de formación docente, proporcionar un año de tutoría para cada maestro/a entrante con pago adicional para mentores y aprendices, y crear un sistema de desarrollo profesional para la promoción profesional a largo plazo. Según datos de 2017, Chile tiene uno de los índices más altos en desigualdad educativa entre los países de la OCDE, expresado en el índice Gini con un 0,503 .

De hecho, en los últimos treinta años el gasto social en el país ha crecido de forma acelerada, con una tasa actual de expansión anual promedio de un eight,3%, mientras que nuestro PIB ha crecido a la mitad de dicha velocidad (4,6% promedio). En este sentido, una política que hace la educación gratuita o más accesible económicamente para sectores de menos ingresos es beneficiosa. También requiere políticas de información, apoyo y acompañamiento a jóvenes más vulnerables, y políticas de regulación del sistema de educación superior para asegurarse de que todas las instituciones entreguen una educación de calidad. En Chile, toda la educación, excepto por los colegios particulares pagados, se financia a base de una subvención por alumno. Antes, esa subvención era del mismo monto, independiente de si el alumno period pobre o si tenía más recursos, lo que era problemático, porque educar alumnos con desventajas requiere más recursos.

Otra nueva prioridad es fortalecer las capacidades de administradores escolares locales y de nivel medio para mejorar la calidad y la equidad de la educación. Tanto de la gestión como del apoyo pedagógico y del desarrollo de las escuelas públicas locales. Estudios internacionales como los de Parcel, Dufur y Cornell (2010) coinciden en afirmar que la pobreza material es un issue de riesgo para niñas y niños, ya que implica menor acceso a recursos educativos que apoyen el proceso de aprendizaje, como materiales y actividades educativas.

Las causas de estas disparidades son múltiples, y estas se expresan en diversos ámbitos de la vida de los/as residentes del país, como por ejemplo, en el sistema previsional, en salud, educación, entre otros ( Vera, 2017 ). Esta desigualdad no es una novedad, es un problema que ha afectado al país incluso desde la época de la Colonia (PNUD, 2017). No obstante, desde la década del 2000, se ha podido observar un incremento generalizado de movi-mientos sociales que, entre otras causas, dan cuenta del malestar que existe en la población chilena, exigiendo mayor igualdad ( Grez, 2011 ; Segovia & Gamboa, 2012). Estas demostraciones de descontento social detonaron en octubre de 2019 con el “Estallido Social”, donde millones de chilenos y chilenas marcharon y protestaron, entre otras razones, debido a la desigualdad que existe en Chile ( Güell, 2019 ; Jiménez-Yañez, 2020 ).

la desigualdad socioeconómica

Por lo tanto, estudiar solo el comportamiento nacional no es un análisis completo, ya que oculta cambios significativos a nivel regional. Conocer la dinámica de desigualdad regional será un punto importante en el diseño de políticas públicas y estrategias de desarrollo diferenciadas, muy necesarias en un país con regiones tan heterogéneas como Chile. Por otra parte, los resultados encontrados, luego de examinar las acciones públicas para reducir las desigualdades, proponen la necesidad de realizar un análisis sobre los indicadores que están siendo utilizados para cuantificar las disparidades en el país y cómo se están utilizando para tomar decisiones. Como se explicó en el primer apartado de este artículo, los indicadores son una herramienta que cuantifica una realidad y facilitan los procesos de toma de decisiones.

Por lo tanto, es esencial considerar ambas dimensiones de la desigualdad, para entender a cabalidad cómo se compone y discernir qué elementos podrían estar profundizándola (Stiglitz & Doyle, 2015). Economista de la Universidad de Chile y doctor en economía de la Universidad de Pennsylvania, Larrañaga se ha especializado en política social, desigualdad, pobreza y mercado del trabajo. El libro, que se centra en la desigualdad socioeconómica, quería aportar para pasar de una “discusión a nivel de slogan” a una de contenido analítico y basada en la evidencia empírica. Esta situación, a su vez, limita las posibilidades de progreso de las sociedades, ya que se pierden capacidades de generación de nuevos negocios y otras instancias de mejora del bienestar de la sociedad.

Es tarea de todos contribuir a superar los obstáculos y aspirar a un país más justo, próspero y solidario. Bajo su alero surgieron grandes fortunas, cuyo origen se centra en la minería, las finanzas y el comercio. Hacia fines de esa centuria se inició un periodo de inestabilidad en el marco de la “cuestión social”, que culminó con la elección de Arturo Alessandri en 1920 y el inicio del Estado benefactor. A este ciclo se le asigna cierto bienestar de la emergente clase media y de los trabajadores asalariados. A) El pensamiento neoliberal constituye la ideología imperante (“el modelo”) en la sociedad, lo cual refuerza, sin contrapesos, el individualismo y el egoísmo, fundamentos para la motivación personal y empresarial, donde los mercados guían las decisiones de los individuos y el Estado solo podría distorsionarlas.

Por lo tanto, como se ha expuesto, la desigualdad económica tiene causas ex-ante y ex-post que coartan la libertad de los individuos para alcanzar los resultados que se consideran ideales, mostrando así la multidimensionalidad de esta misma. Además, como fue explicado ya, ambas caras de la desigualdad económica están relacionadas entre sí, contribuyendo al empeoramiento de estas inequidades o al favorecimiento para algunos pocos casos aventajados. En consecuencia, el estudio y análisis de la desigualdad económica debe considerar la mayor cantidad de factores posibles, para buscar soluciones que abarquen el problema en su conjunto y que realmente respondan a las dificultades que enfrentan las personas y países en el día a día. En este sentido, si bien ha habido políticas públicas importantes a nivel mundial para resolver temas significativos relacionados a la desigualdad, como la reducción de la pobreza, éstas, por ejemplo, no han tenido grandes consecuencias en términos de desigualdad de ingresos para el resto de la población (Alfonso et al., 2015 ).

Diego Portales, miembro de la llamada “Comisión Bravo” que analizó el sistema de AFP, experta en pobreza y que junto a Ricardo Mayer hizo en 2011 una de las primeras estimaciones sobre la concentración de la riqueza y la desigualdad usando datos de la encuesta de empleo de la U. De Chile; y Alvaredo ha publicado junto a Thomas Piketty, Emmanuel Sáez y  Anthony Atkinson, autores claves en las investigaciones modernas sobre concentración y desigualdad. Estos últimos desarrollaron una metodología basada en datos tributarios que fue aplicada en la presente investigación, lo que permite que los resultados obtenidos para Chile puedan integrarse a la World Wealth Income Database, un proyecto mundial en el que desde hace 15 años unos 90 investigadores reconstruyen cómo ha evolucionado la desigualdad en el mundo en el largo plazo. Según un análisis de Oxfam, de acuerdo con datos de la UNESCO, en los países en desarrollo, niñas y niños de familias pobres tienen siete veces menos probabilidades de terminar la escuela secundaria (media) que niños de familias ricas.

Esto permitió que las autoridades se replantearan el modelo de desarrollo implementado y la cooperación internacional, para abrir paso a nuevas conversaciones con el fin de dilucidar cuáles eran realmente las necesidades y cómo se debía llevar a cabo el trabajo internacional para lograr el desarrollo sostenible (Sanahuja & Tezanos, 2017). Esta implica el punto de partida sobre el cual las circunstancias particulares de una persona o población limitan de una u otra forma la libertad que poseen de elegir o de alcanzar ciertos objetivos ( Roemer, 1998 a; Kanbur & Wagstaff, 2014; Alfonso et al., 2015; Stiglitz & Doyle, 2015). Aquí, las coyunturas individuales definen, en parte, el alcance de lograr ciertos objetivos propuestos, como, por ejemplo, el género, contexto familiar la desigualdad creciente, acceso a la salud, a la educación, entre otros. Es decir, que si existiera igualdad de oportunidades para todos los individuos o países, el resultado de sus metas dependería únicamente del esfuerzo ejercido para lograrlas ( Roemer, 1998 b; Kanbur & Wagstaff, 2014; Atkinson, 2015).

Esto generó que su elaboración no fuera fácil, al haber un gran número de voces que escuchar, con diferentes concepts, intenciones y prioridades (Martínez & Martínez, 2015; Tassara & Cecchini, 2016). Estos ciclos de alza y baja pueden observarse a través de la evolución del coeficiente de Gini, el cual es un indicador que se encuentra entre zero y 1, donde un mayor número indica más desigualdad en la dimensión de los ingresos. Llama la atención que en ningún período de nuestra historia el coeficiente haya estado en un nivel comparable a los que muestran los países actualmente más desarrollados (figura 1). Esta persistencia en el tiempo contrasta con el avance de otros indicadores sociales y económicos, los que han permitido reducir significativamente la pobreza en el país. El índice de Gini describe a Chile como un país de alta desigualad de ingresos y no como un oasis. En efecto, hay un conjunto de desigualdades que definen la vida diaria de las personas, poniendo a algunos en posición de ventaja y a otros en posición de desventaja, y que se perciben como arbitrarias y, por tanto, como injustas y poco equitativas.

Es decir, que el éxito o fracaso escolar, está fuertemente determinado por los orígenes de las personas, marcando una desigualdad desde los inicios. Como se mencionó al comienzo de la sección, familias más ricas tienen acceso a mejores colegios, actividades extracurriculares, posibilidad de aprender idiomas con profesores particulares, participar de más actividades deportivas e incluso ampliar redes, todo aquello que le abrirá la desigualdad económica amartya sen puertas para un futuro de mayores ingresos. Por tanto, las condiciones iniciales cumplen un rol importante para marcar las desigualdades futuras. Mejorar sustancialmente la oportunidad educacional en todas las regiones juega un rol esencial para disminuir las brechas que separan a los chilenos. Otro indicador de desigualdad es el índice10/10, que expresa el ingreso del 10% más rico en función del 10% más pobre de la población.

Dicho factor de expansión debe ser usado para obtener estimaciones a nivel comunal y excluye a la población residente en comunas no encuestadas. Para comparar las estimaciones obtenidas para dos grupos independientes de hogares o de población (incluyendo comparaciones entre grupos para un mismo año y comparaciones de un mismo grupo para diferentes años), el Ministerio de Desarrollo Social y Familia. Existe un conjunto de pruebas e indicadores de precisión que pueden implementarse utilizando software estadístico. Para su correcta aplicación, debe tomarse en cuenta las características del diseño muestral de la Encuesta Casen, el que se caracteriza como un diseño complejo.