Por ello, es relevante considerar este aspecto como una verdadera traba al desarrollo, cuando se bloquean las oportunidades y se traduce en un acceso poco equitativo al poder político y económico. En el caso de Chile su realidad proporciona elementos para entender la magnitud de la explosión social producida. Si bien en el rating global del IDH con zero,847 se encuentra en el lugar 42, siendo el país de América Latina con mejor ubicación, al ajustarlo por desigualdad retrocede fuertemente a 0,696. “Cuando miramos la diferencia entre grupos de personas y no solo los promedios -explicó Marcela Ríos, coordinadora del área de gobernabilidad del Programa en el país-, Chile cae catorce puntos en el rating y es el país más desigual entre los cincuenta países de desarrollo humano alto. (…) las personas –añadió- reconocen desigualdades en el trato y de privilegios que están en la base del malestar social”.
Los fondos del Estado para financiar estas políticas son limitados, y si queremos expandirlas, probablemente tendremos que depender de un gasto público que sea no sólo más eficiente, sino que mayor. Y eso requiere, probablemente, que el Estado reciba más fondos de los sectores de mayores ingresos. Algo que usted también tiene presente en el caso chileno es la “promesa de la movilidad”, y cuando se pregunta si es posible lograr una alta movilidad intergeneracional con altos niveles de desigualdad, la respuesta parece ser que no. Este patrón caracteriza a Chile y probablemente a otras sociedades latinoamericanas y es más pronunciado que en otros países del mundo. Probablemente, Chile no es el único, pero en el contexto chileno tenemos una forma de inmovilidad en que la persistencia de la riqueza es mucho más fuerte que la persistencia de la pobreza, y eso difiere de lo que encontramos en otros contextos.
En este sentido, de las 27 acciones públicas examinadas, solo nueve son posteriores a esta misma y un contenido de una de ellas, es decir, el Programa de Educación Financiera para Niños que es parte de unas de las acciones llevadas a cabo por el Fondo de Solidaridad e Inversión Social del año 2017. Además, de las otras que son anteriores a esta agenda, hay algunas como, por ejemplo, la Reforma Previsional del año 2008, o la Ley Nº19.966 del año 2004 que establece un Régimen de Garantías Explícitas en Salud, que son varios años previas al acuerdo, pero que aun así se incluyen en el informe relativo al ODS 10. Es decir, que incorporar la Agenda 2030 a las diferentes desigualdad e inclusión social reparticiones públicas del país es un proceso que no es inmediato y necesita un trabajo previo como el diagnóstico y planes de implementación. Por otro lado, las acciones públicas incorporadas que son muy anteriores a la Agenda 2030, en términos de temporalidad, son acciones que además de perdurar en el tiempo, son de largo alcance. Por ejemplo, la Reforma Previsional ya mencionada, requiere de un largo período de tiempo para ver resultados, ya que hace referencia un segmento de la población que verá los resultados de esta ley en varios años más, cuando sea momento de jubilarse, como también quienes año a año se retiran de sus actividades laborales.
Esta debe ser, por tanto, una prioridad de los Estados alrededor del mundo y particularmente de los latinoamericanos”. Que un gran sector de la economía funciona de manera casual y no puede hacer teletrabajo ni vivir en burbujas, tiene que salir día a día a buscarse el pan”. “Generalmente, la ideología que promueve la desigualdad hace que incluso las personas en condiciones más perjudiciales justifiquen la desigualdad”.
Y, desde entonces, hemos buscado entregar certezas a la población, ayudar donde más subía el costo de la vida, porque sabemos que muchas y muchos de nuestros compatriotas pueden caer bajo la línea de la pobreza ante cualquier enfermedad o al perder su fuente laboral. “Tal vez lo más sorprendente, según los estándares mundiales, es que el sistema escolar de Chile no funciona bien ni siquiera a nivel de la élite, para quienes fue diseñado –señaló en una reciente conversación con Revista de Educación-. El 10% de los estudiantes más desfavorecidos en Shanghai supera al 10% de los estudiantes más privilegiados de Chile. La diferencia clave entre estos dos sistemas de educación es que Shanghai ofrece a todos sus alumnos el tipo de oportunidades educativas que Chile se reserva para sus niños más ricos. Muchos países han demostrado que ambas, calidad y equidad de la educación, pueden mejorar significativamente”.
En otras palabras, la dificultad de cuantificar esta meta podría tener como consecuencia, también, inconvenientes para evaluar sus resultados o bien monitorearlo. Además, el indicador no hace referencia a la desigualdad de ingresos tampoco, dejando este aspecto abandonado al momento de evaluar sus avances. Por otra parte, los resultados encontrados, luego de examinar las acciones públicas para reducir las desigualdades, proponen la necesidad de realizar un análisis sobre los indicadores que están siendo utilizados para cuantificar las disparidades en el país y cómo se están utilizando para tomar decisiones. Como se explicó en el primer apartado de este artículo, los indicadores son una herramienta que cuantifica una realidad y facilitan los procesos de toma de decisiones.
Respecto a los problemas económicos vividos durante la Unidad Popular como la alta inflación, Solimano al igual que muchos otros especialistas, argumenta que esta situación fue una argucia del gobierno estadounidense, en donde asfixiaron la economía chilena, movilizándose para cortar los créditos de instituciones internacionales. En Capitalismo progresista, Joseph Stiglitz se pregunta cuáles son las fuentes de enriquecimiento de las naciones. En su análisis adjudica la culpa de la ralentización del crecimiento y el incremento de la desigualdad en Estados Unidos principalmente a la falta de inversión, en las últimas cuatro décadas, en educación, infraestructura y tecnología. “Puede que, hace mucho tiempo, la imagen de una competencia innovadora, si bien implacable, de una miríada de empresas luchando por prestar un servicio mejor a los consumidores a costes más bajos, fuera una buena caracterización de la economía estadounidense”, comenta el premio Nobel de Economía. “Pero hoy vivimos en una en que unas pocas empresas pueden recoger cantidades ingentes de beneficios para ellas mismas y seguir en su posición dominante durante años y años, sin ser desafiadas”.
De todos modos, el Banco Mundial ( 2016 ) indica que las cifras chilenas pue-den estar subvaloradas, por cuanto hay poca representatividad de los hogares con mayores ingresos en las encuestas que proporcionan la información necesaria para calcular estos índices. Por otra parte, y como también se mencionó al comienzo de este artículo, el Coeficiente de Gini es uno de los indicadores más utilizados a nivel internacional a la hora de medir la desigualdad ( Medina, 2001 ; Goubin, 2018 ) y Chile no es la excepción. Si bien se reconoce la utilidad de este índice, existen críticas al mismo, como las planteadas por Atkinson (1970 ) sobre la proporcionalidad de las transferencias, otorgando más peso a las transferencias en el centro de la dis-tribución que en las colas, lo que no necesariamente refleja los valores sociales tras un indicador de desigualdad. El autor examina también las propiedades de utilizar varianzas y la desviación relativa de la media, encontrando que cada una de ellas tiene sus propias limitaciones. Sin embargo, tomando en consideración las críticas que ha establecido la literatura, el Índice de Gini continúa siendo un indicador ampliamente utilizado para la medición de la desigualdad y la formulación de políticas públicas (Liu & Gastwirth, 2020; Furman, Kye & Su, 2019).
Yo, si lo tuviera que resumir en una frase, sería un manotón de ahogado, pero tampoco creo que llegue muy lejos, sacó menos votos que Jadue, entonces me parece una gran desorientación de la derecha. Y no da la impresión que sea el sector político que va a llevar la voz cantante en los próximos años, eso se ve más desde el Partido Socialista hasta la Lista del Pueblo. Recuerdo una frase de Aníbal Pinto, del libro Chile, Un Caso de Desarrollo Frustrado, publicado en los años cincuenta, hablando de cómo las élite se habían adaptado a los avances del Frente Popular, cube que la élite chilena es más capaz que otras élites latinoamericanas de adaptarse a esos cambios. Entonces, la elevada desigualdad tampoco es un problema para todos, por definición hay quienes se benefician de ella, hay quienes tienen más de lo que tendrían si hubiese menor desigualdad.
Eso después repercute, porque si vas a un colegio privado, tus oportunidades serán distintas. En las universidades públicas sí hay más mezcla entre clases sociales, pero sólo el 10% de la población de América Latina llega a la universidad. En este artículo hablamos de la economía de Chile 2023, basándonos en los datos del último informe de Allianz Trade, uno de nuestros accionistas. Según la información, el riesgo país de Chile ha aumentado debido a una serie de factores, incluyendo un aumento en el endeudamiento gubernamental, una desaceleración económica y un aumento en las tensiones políticas y sociales. Además, la pandemia de COVID-19 ha afectado significativamente la economía chilena, lo que llevó a un aumento en el desempleo y una disminución en la demanda interna. Chile ha informado en la OCDE sobre la mejora las condiciones de enseñanza y se comprometió a suministrar administradores y docentes escolares competentes a las escuelas para implementar mejoras.
Es con esa motivación que se ha reactivado el interés político y académico por el impuesto a la riqueza complete (también conocido en Chile como el impuesto a los “súper ricos”).[17] Hoy la evidencia académica es más optimista que antes respecto a la aplicación de estos impuestos en términos de factibilidad e impacto esperado (ver aquí). Evidencia reciente en Colombia sugiere que incluso en países con instituciones fiscalizadoras más débiles que las de un país desarrollado, estos impuestos pueden ser ejecutados de manera efectiva. En simple, estos son impuestos que se cobran sobre activos, como por ejemplo activos financieros o propiedades. A diferencia de los impuestos al ingreso que se calculan en base a flujos (es decir, a cuánto se gana en un año), estos impuestos se calculan en base a stock (es decir, a la cantidad acumulada a través de los años). Dentro de esta categoría encontramos, por ejemplo, las contribuciones, el impuesto a la herencia y el impuesto a la riqueza.
La desigualdad de Chile tiene una importante dimensión territorial, cuando las desigualdades son considerables, desalientan la formación profesional, obstruyen la movilidad económica y social y el desarrollo humano y, en consecuencia, inhiben el crecimiento económico. Bajo este contexto uno de los principales beneficios del proyecto “Objetivos de Desarrollo Sostenible para la Región de Antofagasta”, es la exploración de las disparidades territoriales en aspectos claves para el desarrollo sostenible de las regiones y sus comunas. Iniciativa financiada por el Fondo de Innovación para la Competitividad Regional (FIC-R) del Gobierno Regional de Antofagasta y ejecutada por el Instituto de Políticas Públicas de la Universidad desigualdad de la riqueza en el mundo Católica del Norte (IPP UCN). La Encuesta Nacional UDP 2014 dada a conocer recientemente, incluyó dentro de sus temas un conjunto de preguntas relativas a cuánta desigualdad económica es percibida por los chilenos y a la evaluación que ellos realizan de esa desigualdad. La desigualdad económica es indicada como el cuarto principal problema del país, después de delincuencia, educación y salud, con un 10% de las respuestas, y sobre otros temas de carácter económico como el empleo o la inflación. Nueve de cada 10 entrevistados está de acuerdo con que “las diferencias de ingreso en Chile son demasiado grandes” y un 79% está de acuerdo con la afirmación “es responsabilidad del gobierno reducir las diferencias de ingreso”.
El autor afirma que la libertad de los individuos para lograr un tipo de calidad de vida deseada depende, en parte, de cómo se distribuyen los recursos dentro de una familia. En otras palabras, la administración de los recursos dentro de la familia, de acuerdo a los diversos intereses y objetivos que haya dentro de ella, condicionarán el resultado last de cada individuo. En easy, éste consiste en que las personas paguen todos los años una proporción determinada de sus ingresos. Considerando que los ingresos totales provienen de distintas fuentes con distintas particularidades (trabajo, empresas, mercado financiero, and so on.), su diseño es complejo y varía mucho entre países.