La iniciativa, que incorpora una mirada de corresponsabilidad social y de género, también aborda temas como el financiamiento de los sistemas de cuidados y la situación de las trabajadoras y trabajadores de los servicios de cuidados, así como una serie de recomendaciones, basadas en la investigación, que buscan ser un aporte a este sistema integral. 1Estas dimensiones de la desigualdad hacen referencia a aquello que ocurre, primeramente, con la distribución de la riqueza e ingresos en una economía, es decir, dimensión ex-ante; y ex-post, cuando se alude a la redistribución de estos mismos (The Editors of Encyclopaedia Britannica, 2013). En este sentido, el Estado cumple un rol importante en términos de (des)igualdad, no obstante, esto será descrito más adelante. Así, estas movilizaciones continuaron hasta el Estallido Social del año 2019, don-de los/as chilenos/as se tomaron las calles debido a un malestar generalizado, entre otras causas, por la desigualdad del país, demandando un cambio profundo en este, el cual logró un acuerdo para cambiar la constitución que rige a Chile ( Güell, 2019 ). En este contexto, el Ministro de Desarrollo Social comenzó su intervención destacando que la Agenda 2030 pone en un plano de igualdad las dimensiones social, medioambiental y económica, superando la clásica subordinación de las dos primeras a esta última, lo que “nos impone un nuevo paradigma y una nueva gobernanza del desarrollo”, señaló. 10.2 De aquí a 2030, potenciar y promover la inclusión social, económica y política de todas las personas, independientemente de su edad, sexo, discapacidad, raza, etnia, origen, religión o situación económica u otra condición.
El grupo de expertos “intentará reunirse con cargos del Gobierno, representantes de la sociedad civil, víctimas, instituciones nacionales de derechos humanos y otros implicados para recoger información de primera mano”, informó la portavoz del organismo Ravina Shamdasani. Naciones Unidas se refirió al aumento de protestas alrededor del mundo, asegurando que a pesar de que “son complejas y variadas” uno de los factores más comunes del descontento social de debe a las “condiciones económicas, la corrupción y en common desigualdad social opinion la gran desigualdad social entre los ricos y los pobres”. La Asamblea General de la ONU al aprobar la Declaración Universal de Derechos Humanos en 1948 reconoce el derecho a las madres y niños/as a “cuidado y asistencias especiales”, así como “protección social”. En los años sucesivos, la ONU exhorta a los Estados a velar por los niños en las situaciones de vulnerabilidad por emergencias y conflictos.
Sin embargo, el cambio climático no está dañando a todos/as por igual, por lo que ha incrementado las brechas en cuanto a las oportunidades que tienen los individuos y países, ya que están condicionados por su territorio ( United Nations, 2020b; Kuhn, 2020 ). Otro ejemplo que propone Sen (2000), tiene que ver con los virus y las bacterias que hay en el medio, que trastornan la manera y la calidad en que viven los individuos, o bien, la forma en que tienen que distribuir sus recursos los países. Por lo tanto, la diversidad en el medio influye di-rectamente en la libertad que tienen los individuos y países para lograr cierto nivel de calidad de vida “ideal”. Las citas mostrarán experiencias, buenas prácticas, desafíos y oportunidades para integrar la igualdad de género en la acción climática en ALC y en la hoja de ruta de implementación del Acuerdo de París.
“Las transformaciones culturales tienen que ver con los roles que hay que ejercer, donde no hay una visión de que los hombres son proveedores y las mujeres cuidadoras, sino que hombres y mujeres tienen que estar en todos los espacios”, indica Marcela Ríos, quien subraya también que “las desigualdades de género son múltiples, se superponen unas con otras y son transversales a las mujeres en todas las esferas”. Una rabia con el modelo económico, que daba claras señales de abuso, inequidad y maltrato en su experiencia cotidiana en áreas claves como las relaciones laborales, el acceso a la salud y la educación”, León Guzmán, psicólogo, Máster en Ciencia Política, neurocoach, gerente common de la consultora Add-Value y consejero de REDMAD. En 2012, los fondos procedentes de los países en vías de desarrollo eran 2,5 veces mayores que la cantidad de ayuda que recibían y las asignaciones en función del género eran comparativamente insignificantes.
Adicionalmente, se provee acceso a actividades extracurriculares en áreas de ciencias desde la robótica, artes desde la creación cinematográfica y al desarrollo socioemocional de forma específica y transversal en cada programa. Los sistemas educativos deben procurar recursos financieros y no financieros para los alumnos de menores recursos para asegurar que todos los alumnos gocen de altos niveles de aprendizaje. Mientras que las tasas de educación y alfabetización están aumentando en todo el mundo, no queda claro si se está disminuyendo la desigualdad educativa. Por eso, hay necesidad de aumentar la educación en los sectores en crecimiento como la tecnológica y habilidades sociales específicas adaptables al mundo que actualmente se necesita movilidad ocupacional. Las capacidades de las familias para llevar a cabo su cometido educativo no están equitativamente distribuidas, puesto que la pobreza, el nivel educacional de madres, padres o cuidadores, y su capital social influyen en el desarrollo y el desempeño escolar de niñas, niños y adolescentes. Según datos de 2017, Chile tiene uno de los índices más altos en desigualdad educativa entre los países de la OCDE, expresado en el índice Gini con un 0,503 .
Sin realizar un juicio de valor respecto de estos resultados, lo que requeriría un estudio profundo de las causas de las desigualdades en Chile, se puede observar una tendencia hacia un solo factor causante de las disparidades económicas, es decir, a las variaciones en el contexto social en que se encuentran las personas que residen en el país. Además, en ninguna de las acciones públicas analizadas se encontró alguna referencia a la distribución de los recursos dentro de las familias, que de acuerdo a Sen (2000), son la unidad básica a considerar en cuanto a la repartición de los ingresos, desde el punto de vista de cómo se utilizan. Seguidamente, también se presentó el documento que trabajarán los representantes de los países a lo largo de las diferentes sesiones del Encuentro, con el fin de contar con un panorama common para acelerar la acción climática en la región con una perspectiva de igualdad de género e implementar el Plan de Acción de Género del Acuerdo de París. Además, la temporalidad de las acciones públicas examinadas, al ser la mayoría de estas previas a la Agenda 2030, indica que aún queda trabajo por realizar para incorporar estos objetivos a las diversas partidas públicas del país. Es decir, que existiendo esta agenda como una guía para el desarrollo sostenible, los esfuerzos que vengan a continuación deberían responder a la lógica de estos objetivos y no al revés.
Y el Ecuador se inscribe dentro de esta realidad que se evidencia en la cuarta edición del Informe Latinoamericano Pobreza y Desigualdad 2017 “Ningún territorio atrás”, que Rimisp – Centro Latinoamericano para el Desarrollo Rural, presenta el próximo viernes 9 de marzo en Quito. Por otro lado, seguiremos trabajando para continuar fomentando y promoviendo una cultura de paz, tolerancia y respeto. Tenemos que avanzar en el reconocimiento global y protección de los derechos de las niñas, niños y adolescentes; los derechos sexuales y reproductivos; los derechos de los pueblos indígenas.
En consecuencia, si el Índice de Gini chileno demuestra que hay una gran disparidad de ingresos, deberían cuestionarse las causas de esta, por un lado, y por otro, qué otros indicadores podrían entregar una mejor perspectiva de cuáles son las acciones públicas que deben llevarse a cabo para disminuir las desigualdades que hoy afectan al país. Por ejemplo, y como se describió en el primer apartado, Chile mostraba un Coeficiente de Gini de 44,4 al año 2017 ( Banco Mundial, 2020a), siendo el país número 35 junto con Filipinas, versus su Índice de Desarrollo Humano, en el cual Chile se encuentra en la posición número 42 desigualdad juridica, al contrario de Filipinas que se encuentran en la posición número 106 ( UNDP, 2020b). Es decir, Chile ha conseguido algunas metas mínimas en materia de desarrollo humano, como la esperanza de vida y los años de escolaridad, por ejemplo, sin embargo, esto no ha acortado las brechas existentes dentro del país. Así, se hace necesario examinar lo que efectivamente están mostrando estos indicadores, con el fin de dilucidar el problema que afecta a la población de Chile, en términos de las grandes disparidades que hoy sufren.
Porque si bien en las últimas décadas hemos presenciado importantes avances en este sentido –desde mayor educación para las niñas hasta más mujeres en posiciones de liderazgo–, en los últimos años los derechos de las mujeres han vuelto a ser atacados desde distintos frentes. La primera declaración sobre los derechos del niño data de 1920 aprobada por la Liga de las Naciones, la cual se disolvió en 1946. Ese mismo año, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) fue creada, organismo que hoy vela por el cumplimiento del derecho internacional, el mantenimiento de la paz internacional, la promoción y protección de los derechos humanos, entre otros.
10.1 De aquí a 2030, lograr progresivamente y mantener el crecimiento de los ingresos del 40% más pobre de la población a una tasa superior a la media nacional. Avanzar en una equitativa distribución de la corresponsabilidad en el cuidado y trabajo doméstico, terminar con los estereotipos en torno a roles de género, apoyar los emprendimientos liderados por mujeres, denunciar los casos de violencia doméstica, son algunas acciones cotidianas que podemos realizar para facilitar este proceso. En el ámbito educacional y laboral, si bien existe una porción levemente superior de mujeres jóvenes que son egresadas universitarias en comparación con los hombres, y hay mayor participación laboral, la desigual distribución de las tareas de cuidados y trabajo doméstico no remunerado ha contribuido a incrementar la brecha de género, especialmente con posterioridad a la pandemia del Covid19. [newline]La Parte 2 profundiza en el análisis de experiencias de articulación y coordinación de actores en territorios específicos de Colombia (Capítulo 3) y Ecuador (Capítulo 4). Estas experiencias muestran cómo en ámbitos tan diversos como la construcción de la paz o la producción de café, es posible avanzar en calidad e intensidad de la articulación para el logro de propósitos compartidos.
Esa es la convicción que motivó en septiembre de 2021 la creación de la Comisión Empresarial para la Lucha contra la Desigualdad (BCTI, en inglés), instancia conformada por 60 empresas y organizaciones a nivel global, y que acaba de lanzar en Chile una guía práctica en español con 10 acciones concretas que una empresa puede impulsar para aportar a este desafío. A nivel global debemos considerar también los conflictos, pues las más perjudicadas son las mujeres y las niñas. Por ejemplo, la guerra en Ucrania –que ya lleva dos años–, ha provocado que 56 por ciento de los 3,7 millones de desplazados sean mujeres y niñas, y hará que más de eight millones de mujeres y niñas necesiten ayuda humanitaria durante 2024 (según estimaciones de ONU).
Las ganancias y altos niveles de enriquecimiento, se generó en paralelo a un malestar y descontento generalizado entre los sectores populares y más empobrecidos de la sociedad. Además, la migración campo-ciudad que se generó en la misma época del “boom” (con la finalidad de encontrar nuevas oportunidades laborales en la ciudad), comenzó a acumular personas alrededor de las ciudades como Santiago. Por lo mismo que los millones de seres humanos que viven en la pobreza a nivel mundial, no sólo es un desafío del sistema internacional de los Derechos Humanos, sino que también para aquellos gobiernos comprometidos con el fortalecimiento democrático y su compromiso de garantizar derechos y libertades públicas.
Los gobiernos de manera periódica deben presentar informes sobre los progresos en el cumplimiento de todos los derechos. La Convención Sobre los Derechos del Niño es un tratado internacional que existe para establecer las normas mínimas que aseguren la vida, el bienestar, la protección y la libertad de los niños y niñas. La Convención sobre los derechos del niño/a ha sido ratificada por 196 Estados Parte de la Convención. Ha sido uno de los tratados sobre derechos humanos que más rápidamente ha sido ratificado y a la que más países se han adherido. Uno de los Estados que aún no ha ratificado la Convención, pero que ha expresado su intención de hacerlo, es Estados Unidos. Más estratégicamente, se ha utilizado activamente la tecnología de la información y las comunicaciones (TICs) para desarrollar contenidos y aplicaciones, ampliando la oferta educativa a través de los medios de comunicación, apoyando a niñas y niños para que sean capaces de continuar y disfrutar su proceso de aprendizaje.