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La Brecha Digital El Nuevo Rostro De La Desigualdad En Latinoamérica

Las pequeñas empresas y los trabajadores poco cualificados tienen mayores dificultades y, por lo tanto, también se han visto más perjudicados por las restricciones de la pandemia. En el siguiente artículo, el medio The Conversation da a conocer cómo la pandemia ha afectado el desempleo y la pérdida de empleos en el continente, y el efecto que estas cifras tendrán a largo plazo en países que ya eran muy desiguales en la región. En medio de este panorama, el descontento social se ha expresado recientemente mediante votaciones anti-gobierno a lo largo del subcontinente y, en especial, con fuertes protestas callejeras en países como Chile, Colombia o Ecuador.

Estas rentas son muy importantes en Centroamérica, donde representan entre el 13% y el 20% del PIB, especialmente para los hogares más vulnerables. Entre el 80% y el 90% de las remesas se destinan a cubrir necesidades básicas de los hogares, como la alimentación o la salud. El resultado de la disminución de los ingresos públicos y el incremento de los gastos ha sido un incremento del déficit público y de la deuda pública. Brasil y Argentina son los países con mayor nivel de deuda (en torno al one hundred desigualdad opinion pc del PIB) y de déficit público (superando el 10% del PIB) en 2020. Si la recaudación de impuestos se vio afectada por el cierre de actividades y por la caída del consumo, también se han incrementado los gastos públicos. Cabe destacar los gastos destinados a afrontar los impactos sociales del coronavirus.

El ritmo de reducción de la desigualdad se desaceleró en años recientes a pesar del rol de los sistemas de protección social. 18 países de América Latina se mantuvieron en 0,forty six en 2017 mostrando un estancamiento tomando en cuenta índices previos luego que en 2002 la cifra fuera de 0,fifty four. El segundo año de la pandemia del COVID-19 disparó la pobreza extrema en Latinoamérica hasta alcanzar a 86 millones de personas, cinco millones más que en 2020 y la mayor cifra en 27 años, apuntó este jueves un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal). Además de analizar la evolución reciente de la desigualdad socioeconómica en la región, Abramo aborda en la entrevista la distribución del uso del tiempo entre hombres y mujeres, las brechas presentes en las distintas etapas del ciclo de vida y la situación de las personas afrodescendientes.

Una aproximación de derechos fundamentales con una comprensión interseccional de los distintos tipos de exclusiones que las tecnologías promueven y clausuran es la única manera de hacer frente a la desigualdad a la que millones de personas están siendo sometidas en el continente. Solo así, las nuevas tecnologías quizás puedan convertirse en un issue que ayude al cierre de las brechas que enfrentamos ahora. En Chile, la implementación de sistemas de identificación biométrica en el sistema nacional de salud preocupa por las posibles limitaciones que podría generar a poblaciones marginadas y empobrecidas -e incluso a personas mayores, por la pérdida de legibilidad en rasgos como las huellas digitales- para su acceso a servicios básicos de salud.

En Bolivia, el triunfo electoral del candidato del MAS, Luis Arce, parece haber clausurado la crisis política desatada el año pasado. Tras conocer las cifras, el economista y ex tesorero de la República, Hernan Frigolett, señaló que el lento retroceso de la desigualdad se explica por el bajo crecimiento económico en la región. Con relación a la desigualdad, el informe asegura que aumentó entre 2019 y 2020, rompiendo una tendencia decreciente que venía desarrollándose desde el año 2002, pero que ya en la década de 2010, ya había perdido el ritmo de forma progresiva. En esa misma línea, el texto explica que el incremento de la pobreza extrema es consecuencia de “una reducción de las transferencias de ingresos de emergencia que no se compensan con el aumento de los ingresos por trabajo”. “La recuperación económica de 2021 no ha sido suficiente para mitigar los profundos efectos sociales y laborales de la crisis sanitaria”, dio la secretaria ejecutiva de la CEPAL, Alicia Bárcena, en la presentación virtual del documento. La última edición del informe Panorama Social de América Latina, elaborado por la Comisión Económica de América Latina y el Caribe (Cepal), que analizó la evolución de la pobreza, el gasto y la inclusión social, reveló que Chile mantuvo sus altos índices de desigualdad.

Los altos niveles de desigualdad y el bajo crecimiento económico que caracterizan a la mayoría de los países de América Latina constituyen una trampa de la cual la región no ha logrado salir. Pese a importantes avances sociales y económicos en las últimas décadas, como la disminución de las tasas de pobreza y la ampliación de los sistemas de protección social, la región continúa siendo la segunda más desigual del mundo y nuestras economías se caracterizan por sus bajos niveles de productividad. El término de “‘brecha digital”, que de acuerdo a Norris (2001), describe las desigualdades en el acceso a las TIC, ha venido cobrando relevancia en el contexto del a pandemia. Estas disparidades abarcan aquellas que se dan entre los países desarrollados y aquellos en desarrollo, como las que surgen al interior desigualdad mundial 2022 de grupos sociales en los países, entre hombres y mujeres o entre los grupos más ricos y los que están en condición de pobreza. La brecha digital de género se refiere a la diferencia en el uso y acceso a las TICS entre mujeres y hombres, pero incluye también la desigualdad en cuanto a la creación y publicación de contenidos, la participación y la presencia en la pink.

La excepción es Santiago, cuyo patrón de segregación residencial socioeconómica, a gran escala todavía pese a su descenso reciente, sí permite imputar a un conjunto de comunas de la zona oriente la condición de nicho histórico de la élite. A escala particular person, dos relaciones conceptuales entre la movilidad diaria para trabajar y las características laborales y socioeconómicas de los ocupados son relevantes para los propósitos de este documento. La primera se vincula con la naturaleza del vínculo laboral y la segunda con el nivel socioeconómico. El presente trabajo procura evaluar empíricamente las hipótesis antes expuestas usando micro-datos censales de la ronda de 2000 en los que se incorporó la pregunta pertinente para medir movilidad cotidiana. Por ello, se trabajará casi exclusivamente con bases de microdatos censales en formato REDATAM, que serán procesadas justamente con este programa. Ocasionalmente, y sólo para efectos de apoyo, se usarán otras fuentes como encuestas de hogares.

En efecto, deben considerar a la vez la localización de los grupos socioeconómicos y la ubicación de los empleos, pues su interacción es la que finalmente determina los patrones de movilidad diaria. Y tales supuestos difícilmente se verifican en las ciudades de la región (Polése, 1998), en explicit por el alto grado de informalidad que predomina en ellos y las marcadas asimetrías que existen entre los actores relevantes de ellos. Desde la tradición liberal, John Rawls afirma que “la justicia es la primera virtud de las instituciones sociales, como la verdad lo es de los sistemas de pensamiento”. Por su parte, la filósofa Nancy Fraser habla de la paridad participativa y postula que la justicia exige unos acuerdos que permitan que todos los miembros de la sociedad interactúen en pie de igualdad, tanto a nivel de redistribución como de reconocimiento. Y afirma la necesidad de una distribución que garantice la independencia y la voz de todos. Pero esta condición no se remite solo a diferencias en calidades de vida, ya que tiene asociado un conjunto de problemas que implican, especialmente, trabas a la justicia, a la convivencia y al desarrollo económico.

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También ratifica el hallazgo del gráfico 1, vale decir, en Santiago y México los asalariados de menor nivel socioeconómico registran la mayor probabilidad de trabajar en la misma comuna, lo que no ocurre en Sao Paulo y Rio de Janeiro. El gráfico 1 ofrece evidencia primaria respecto de ambas preguntas, usando como indicador la probabilidad de ser «no móvil o no conmutante», que son sinónimos en este documento, es decir, de trabajar en la misma comuna de residencia. Los cuentapropistas son, en cambio, quienes tienen mayores índices de «no movilidad», estando los empleadores en una situación intermedia. Así, persistiendo el desafío de identificar o elaborar teoría urbana que sea capaz de explicar este comportamiento, los datos sugieren que, en principio, los factores que provocan la movilidad se hallan en un plano más institucional o empresarial (localización de puestos de trabajo y de vivienda), que en uno más particular person o de libre opción. Esta situación, a su vez, limita las posibilidades de progreso de las sociedades, ya que se pierden capacidades de generación de nuevos negocios y otras instancias de mejora del bienestar de la sociedad. Por último, la desigualdad tiende a causar situaciones de conflicto social que, a su vez, pueden derivar en consecuencias que afectan las posibilidades de desarrollo, ya sea a través de situaciones de inestabilidad política o por el tipo de políticas económicas implementadas.

“Cuando miramos la diferencia entre grupos de personas y no solo los promedios -explicó Marcela Ríos, coordinadora del área de gobernabilidad del Programa en el país-, Chile cae catorce puntos en el rating y es el país más desigual entre los cincuenta países de desarrollo humano alto. (…) las personas –añadió- reconocen desigualdades en el trato y de privilegios que están en la base del malestar social”. En otro apartado, el informe constató que en la Región Metropolitana de Santiago ha habido una mejora durante quince años, pero las diferencias entre las comunas son persistentes y han aumentado. El Informe Regional de Desarrollo Humano plantea que, para abordar los desafíos de la alta desigualdad y el bajo crecimiento, los países de América Latina deben abordar la complejidad de las interacciones entre estas variables. Se plantea que un punto de entrada para abordarlas es el diseño de sistemas de protección social que sean universales, más inclusivos y redistributivos y fiscalmente sostenibles.

La diferencia urbano-rural es menor en Chile que en los otros países y la magnitud de la brecha se ha reducido mientras que en los otros se ha mantenido constante. Al introducir el elemento étnico (Gráfica 3) observamos que los grupos indígenas tienen mucha mayor prevalencia de analfabetismo/no escolaridad que el resto y que la reducción ha sido importante en ese grupo. En Perú el analfabetismo en personas con lengua materna indígena es tres veces mayor que para el país en common y cinco veces mayor que para los que hablan castellano (21% en 2007 y 16% en 2017). En Colombia el analfabetismo entre los indígenas period casi cuatro veces el del promedio nacional en 2005 y three.5 veces en 2017, con tasas del 30% y 17% respectivamente.

Entre las mujeres urbanas, la brecha étnica es mucho más visible, pues varía entre 14 p.p. La brecha entre la región urbana y rural es profunda y constante en los países de la región. No obstante, es importante señalar que algunas intersecciones agravan y otras atenúan las brechas entre el área urbana y rural.

La Brecha Digital El Nuevo Rostro De La Desigualdad En Latinoamérica

6Se refiere a la tendencia a diseñar políticas públicas y distribuir recursos privilegiando los habitantes urbanos, puesto que en gobiernos democráticos es racional para los políticos privilegiar esas audiencias y espacios en su búsqueda de votos y ser elegidos. No obstante, las ganancias de adoptar metodologías cuantitativas no vienen sin enormes desafíos. El más importante de ellos ha sido identificar un método que traslade a las variables explicativas una lógica interseccional y no unitaria, y que logre en el modelamiento estadístico una noción multiplicativa y no aditiva de sus efectos.

Santibañes sugirió que la región pierde importancia por motivos económicos y tecnológicos. «Una baja tasa de crecimiento, menor comercio, menor innovación, nos vuelven menos relevantes. Pero América Latina se está convirtiendo en un foco más relevante geopolíticamente por la presencia china, sobre todo en el Cono Sur. Y eso genera la necesidad de una política exterior responsable». En medio de las múltiples crisis superpuestas, la región no apela a mecanismos de integración y cooperación que la fortalezcan. Permanece dividida, fragmentada, con una política exterior descoordinada y desarticulada, guiada por la ideología, que se traduce en una pérdida de relevancia en medio de las crecientes tensiones entre China y Estados Unidos a nivel internacional.

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En hombres urbanos –tanto indígenas como no indígenas – la brecha regional es de máximo 3 p.p., al igual que para mujeres urbanas no indígenas, hombres rurales no indígenas, y curiosamente, mujeres rurales indígenas. La brecha regional se siente solo en hombres rurales indígenas (5 p.p. y 3 p.p. entre los dos años), mujeres urbanas indígenas (8 p.p. y 5 p.p. entre los dos años), y mujeres rurales no indígenas (7 p.p. y three p.p.). La brecha regional es mucho menor que en Colombia y se ha disminuido bastante para 2017. En Colombia hombres y mujeres rurales indígenas componen los 5 estratos con mayor analfabetismo, en Perú los cinco estratos con peor tasa de analfabetismo son de mujeres, four de ellos rurales y four indígenas. Y en Chile las mujeres rurales indígenas también constituyen 4 de los 5 estratos con menor escolaridad. En los distintos países ser mujer, indígena y rural constituye una condición de mucha desventaja.

Al encadenamiento social de la crisis económica, hay que sumarle sus efectos políticos. Los problemas socioeconómicos son un lastre que la región arrastra desde hace décadas. Como mamushkas o muñecas rusas, en América Latina las disaster se superponen y yuxtaponen. La disaster sanitaria, la disaster económica, la disaster social, e incluso la disaster educativa, se interrelacionan y potencian. Sobrevuela en muchos países el espectro de la disaster política, con los episodios de Bolivia, Chile y Ecuador, que el año pasado dieron inicio a un ciclo de protesta social que la pandemia del coronavirus puso en pausa y que ahora, en algunos casos, vuelve a agitarse. Si las democracias no logran canalizar los reclamos ciudadanos pueden crecer las alternativas demagógicas y de tinte populista.

Aun sin que se sospechara acerca del virus SARS-COV-2, causante de la enfermedad letal, se sabía que más del 53 por ciento de la población ocupada en la región permanecía en el empleo informal y que los ingresos de millones de trabajadores no eran suficientes para su sustento. El informe también invita a los países de América Latina a mejorar su infraestructura. La debilidad de los enlaces de transporte desigualdad social en la globalizacion constituye un impedimento para el incremento de la productividad y la inclusión social en la región. Los costos logísticos en la región representan entre un 18% y 35% del valor de un producto, cuando en los países de la OCDE ese porcentaje ronda el 8%. Este mes, la OCDE lanzó un nuevo informe en su serie ¨Mejores Políticas¨ titulado «Fomentando un crecimiento inclusivo de la productividad en América Latina».

Desde la tradición del pensamiento social cristiano, san Alberto Hurtado define la justicia social como “aquella virtud por la que la sociedad, por sí o por sus miembros, satisface el derecho de todo hombre a lo que le es debido por su dignidad de persona humana”. Entre 1930 y 1970, hubo una moderación del fenómeno en el contexto de una creciente democratización del país, revertida durante la dictadura militar, cuando grandes transformaciones domésticas y de la economía mundial generaron innovaciones tecnológicas y de otro tipo que impactaron sobre la desigualdad de ingresos. Teniendo en cuenta los altos niveles de desigualdad y pobreza que preexistían en la región, no sorprende que sea una de las más afectadas por la pandemia.

En la medianía del registro están Chile, Costa Rica, Ecuador y Paraguay, con aumentos de pobreza de entre tres y cinco puntos; Bolivia, México y República Dominicana, con un crecimiento de menos dos puntos porcentuales, y El Salvador, donde prácticamente no varió. «Se combina el fin de la fiesta para todos con una situación donde empieza a empeorar otra vez la distribución». Afirma además que las economías basadas en recursos naturales como son las latinoamericanas tienden a caracterizarse por la inequidad.

Aunque la pobreza ha disminuido en el país, la distancia entre ricos y pobres sigue siendo muy importante. Tanto es así, que un estudio del Banco Mundial indica que un tercio del ingreso generado por la economía chilena en 2013 fue captado por el 1% más rico. Por ello, es relevante considerar este aspecto como una verdadera traba al desarrollo, cuando se bloquean las oportunidades y se traduce en un acceso poco equitativo al poder político y económico. Según consigna Emol, en el informe Chile se encuentra entre los tres países latinoamericanos (junto a México y Colombia) que se encuentran en los últimos lugares en indicadores de bienestar, tales como ingresos, desigualdad social, tasa de homicidios y conocimiento de sus estudiantes.

El informe bienal publicado hoy por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el cual compara los últimos datos disponibles de sus países miembros con los del 2010, dejó en evidencia el complejo escenario native. Según la funcionara, la pobreza extrema aumentaría de los 67,5 millones a los 90,7 millones. De hecho, también se estima que con esta caída del Producto Interno Bruto y este aumento del desempleo, el número de personas que viven en pobreza se incrementaría de 186 millones a 219,1 millones.

Durante su intervención, Bárcena subrayó que hay un desencanto social que se manifiesta principalmente en los más jóvenes de la región, debido a que se generaron expectativas que no han sido cumplidas. La secretaria ejecutiva del organismo, Alicia Bárcena, señaló que las protestas en la región pueden convertirse en una oportunidad para el cambio social. Una de las razones por las que el enfoque interseccional ha tenido una aplicación limitada es porque no ha sido fácil identificar un método que cristalice las aspiraciones ontológicas del término (Hancock 2007; Bauer 2014; Collins 2015). Ciertamente hay muchos otros aspectos a considerar, si se tiene en cuenta la devaluación de la institucionalidad política, el empoderamiento de las comunidades y los cambios que trae consigo la automatización del empleo y la revolución digital.

El documento aborda el doble desafío al cual se enfrenta la región—la reducción significativa de la pobreza y el cierre de la brecha de productividad. Imposible no volver la mirada a ese otro 4 de septiembre de 1970, cuando Chile también definió un giro radical. Han transcurrido casi 52 años y las huellas del día en que Salvador Allende obtuvo la primera mayoría en la elección presidencial siguen latentes. Para el presidente de Estados Unidos, Richard Nixon, y su secretario de Estado, Henry Kissinger, después de la Revolución Cubana un mandatario electo democráticamente con apoyo de socialistas y comunistas no es permitido en América Latina, su patio trasero.

«La recuperación económica de 2021 no ha sido suficiente para mitigar los profundos efectos sociales y laborales de la crisis sanitaria», lamentó Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Cepal, durante la presentación virtual del informe desde Santiago de Chile. Pese a todo eso, unos 100 millones de latinoamericanos salieron de la pobreza entre las décadas de 1990 y 2000 en base a programas sociales y políticas salariales en medio del auge de las materias primas. «En varios países latinoamericanos, así como en Estados Unidos, un gran elemento racial (…) jugó un rol en al menos una dimensión de la desigualdad», sostiene el execonomista jefe del Banco Mundial y actual profesor de la Universidad de Columbia, en Nueva York. América Latina es tan desigual que una mujer en un barrio pobre de Santiago de Chile nace con una esperanza de vida 18 años menor que otra en una zona rica de la misma ciudad, según un estudio.

La situación es particularmente preocupante dada la situación de escasez de bienes esenciales y la disaster humanitaria que se agrava en el país, principalmente afectando los derechos a la alimentación y salud de las poblaciones más vulnerables. Aunque en este caso el sistema haya sido desarrollado por una universidad privada local, nuevamente se trata de una iniciativa invasiva de recolección de datos sensibles de menores de edad que conlleva desigualdad social onu gran riesgo de profundizar situaciones de prejuicio y estigmatización hacia grupos históricamente vulnerables. Además, estos procesos implican la transferencia de datos personales a terceros y la posibilidad de que esos datos sean usados para fines distintos a los que permitieron su recolección; sin bases legales ni garantías de que la información generada no será utilizada a futuro con otros propósitos, como iniciativas de policiamiento predictivo por ejemplo.

La Pobreza Tiene Rostro De Niño: La Pandemia Y Su Nocivo Efecto En La Primera Infancia « Diario Y Radio Universidad Chile

“Hay muy pocos espacios de participación y muy pocos instrumentos de medición en los que se le pregunta la opinión a los NNA y esto tiene consecuencias dramáticas. Los adolescentes creen y valoran muy poco la democracia en parte porque no sienten que son parte de ella. Sin embargo, previo a octubre de 2019, observamos que pese a que los adolescentes manifestaron no tener interés en la política, fueron quienes dieron inicio a las acciones que finalmente detonaron el estallido social”, explica Nicolás Contreras. “Las investigaciones y las neurociencias han demostrado que este es el periodo más crítico del desarrollo de los niños y, frente a esa evidencia, no podemos dejarlo de lado. La primera infancia es la población en la que menos se invierte en Chile y, en tiempos de disaster y publish crisis, son los niños pequeños los que más estrés experimentarán.

Pese a que la pobreza en el país ha disminuido considerablemente en la última década, son los menores de edad y particularmente los niños de entre cero y tres años quienes lideran el índice de carencia económica. «Este es un problema de segregación que afecta particularmente a la primera infancia. El Estado no ha enfrentado las causas que permitan acortar la brecha», añade Valverde. Considerando las dimensiones de Educación, Salud, Vivienda y Trabajo y Seguridad Social, la pobreza multidimensional en la niñez se redujo de 29,8% en 2009 a un 22,2% en 2015. Al incorporar el Entorno a la dimensión de Vivienda y la nueva dimensión de Redes y Cohesión Social en esta medición, se estima que 23,3% de los niños, niñas y adolescentes vivían en pobreza multidimensional, cifra superior a 20,9% de promedio nacional.

infancia y pobreza

Si bien la medida estadísticamente aumentó el número de escolares matriculados, no se tradujo en una incorporación permanente a la escuela. Además, la propia pobreza de quiénes asistían a las escuelas públicas se haría más evidente al aprobarse la ley de instrucción primaria obligatoria, por ello el proyecto unique propuesto por Pedro Bannen incluía el sistema de auxilio de alimentación y materials para lograr la permanencia real de los estudiantes en la escuela y de paso, mejorar las condiciones física de estos siguiendo las recomendaciones y observaciones de la médico Eloísa Díaz en su calidad de profesional. Estas diezmaban a la población y legaban a sus descendientes una serie de estigmas, los que se hacían visibles sobre todo en el caso de la infancia pobre. Frente a esta realidad objetiva, se alzó la problemática presencia de niños y niñas recorriendo las calles de los principales centros urbanos de la nación; la calle “era el espacio de los niños bárbaros, es decir, literalmente, de niños “extranjeros”, no nombrados, no conocidos de la patria, ni de la familia, extranjeros de la sociedad y de la urbe. Durante la presentación se hizo un llamado a la “imperativa implementación de un piso de protección social wise a la niñez, como estrategia de política pública para la superación de la pobreza y la vulnerabilidad”, explicando que éste debe garantizar ingresos mínimos y acceso a servicios sociales de calidad, con la intención de erradicar las desigualdades que vulneran los derechos de las niñas, niños y adolescentes (NNA) que nacieron en este contexto.

Por cierto, el Chile Crece Contigo, que es política dirigida a la infancia, también ha sido importante en ayudar a combatir la pobreza y ha impactado directamente en niños, niñas y adolescentes. Creemos que ha habido asertividad  y buena orientación en invertir recursos en niñez, pero también nos ponen de manifiesto la importancia de tener una nueva institucionalidad en materia de niñez y por ello estamos legislando la Ley de Garantía de Derechos de la Niñez, la Subsecretaría de la Niñez que estaría en el Ministerio de Desarrollo Social y el Defensor de los Derechos del Niño”. Mientras los niños chilenos cuentan con un rut y con sistemas estatales de apoyo, la población migrante que no se encuentra regularizada tiene más inconvenientes para encontrar trabajo y acceder a la educación, salud y a la seguridad social. Aun así, aunque las familias migrantes cuenten con regulación, las malas prácticas laborales hacen que los ciudadanos extranjeros en nuestro país reciban menor sueldo, seguridad social y menor acceso a la salud, educación y vivienda.

“Todos esos problemas son reales pero presentan una parte menor para explicar el trato y maltrato que caracteriza el modo cómo nos relacionamos con la infancia. De lo que hablamos en verdad es de la infancia maltratada o negada, de la no consideración de los infantes como verdaderos seres humanos, al igual que las mujeres, los negros o los indígenas, que son ´los otros no considerados, los que nos asustan, los que nos incomodan en nuestro vivir cotidiano’”, sostuvo. En esta oportunidad los expositores fueron el médico pediatra y presidente del Comité de Pediatría Social de la SOCHIPE Iván Silva; el profesor de la Escuela de Educación Parvularia UV y doctor hambre y pobreza en el mundo en Actividad Física para la Educación en la Sociedad del Conocimiento Alberto Moreno, y el filólogo, psicoanalista y doctor en Lingüística Evelio Cabrejo. Para resolver esta problemática, la ministra Villegas manifestó que “estamos haciendo un cambio

Se concluye aludiendo a la ne­cesidad de promover políticas específicas que tengan en cuenta los derechos de la infancia. Se hace necesario entonces, conocer qué instituciones auxiliaron a la infancia escolar pobre en un espacio regional, además identificar las concepts que explican su funcionamiento y prácticas. A su juicio, se deben cautelar cada vez más -y con mayor fuerza- esos derechos, abordando especialmente los problemas de la migración en la infancia, considerando los factores de riesgo asociados a ésta y las respuestas de la sociedad frente a este acontecer caracterizado por el hecho de que uno de cuatro niños en Chile vive en situación de pobreza multidimensional. La violencia escolar debe comprenderse en su relación con las personas, organizaciones y culturas que la enmarcan. Resulta interesante conocer la perspectiva de los niños y niñas de enseñanza primaria al respecto, especialmente en los segmentos sociales marginados y vulnerados por condiciones de injusticia y pobreza, cuyas voces suelen estar menos representadas en la cultura escolar.

Por último, la Representante para Chile de Unicef, Hai Kyung Jun, destacó las cifras que muestran Casen Niñez 2015 y destacó la labor del Chile Crece Contigo, manifestando que “las cifras que hemos visto reflejan un avance tremendo en el país, sin embargo Chile siendo parte de la OCDE hoy tiene que ser más ambicioso para sus niños. Aquí también es importante ver la intersectorialidad y en ese sentido quiero destacar al Chile Crece Contigo como una política pública dedicada a la infancia en Chile, donde muchos países lo miran y lo tratan de imitar, lo que es importante porque tiene un acompañamiento a la familia desde la gestación del niño hasta sus primeros años, ayudando así a prevenir situaciones de vulneración de derechos. Entre los hogares del primer quintil de ingresos, es decir los más vulnerables, el porcentaje de niños y niñas de 0 a 6 años con malnutrición alcanza a un 20,5%, casi el doble del valor reportado en los hogares del grupo de mayor ingreso (quintil V) con un 11,0%.

Entre ellos, menciono los derechos que debieran garantizarse en toda la situación y que sabemos se adeudan a nuestra niñez. La salud y la educación también constituyen dos aspectos inseparables, desde nuestra perspectiva, son dos caras de una misma moneda, si nos referimos al desarrollo integral del ser humano”, afirmó la académica. En el caso de la pobreza multidimensional, ésta también es mayor en la población infantil (22,9% vs 20%). Más niños viven en casas con problemas de estructura, de hacinamiento, de habitabilidad, de seguridad, de servicios básicos y otros. Durante la presentación se hizo un llamado a la “imperativa implementación de un Piso de Protección Social smart a la niñez, como estrategia de política pública para la superación de la pobreza y la vulnerabilidad”, explicando que éste debe garantizar ingresos mínimos y acceso a servicios sociales de calidad para erradicar las desigualdades que vulneran los derechos de las niñas, niños y adolescentes (NNA) que nacieron en este contexto. Durante la presentación se hizo un llamado imperativo a la “implementación de un Piso de Protección Social smart a la niñez, como estrategia de política pública para la superación de la pobreza y la vulnerabilidad”, explicando que éste debe garantizar ingresos mínimos y acceso a servicios sociales de calidad, con la intención de erradicar las desigualdades que vulneran los derechos de las niñas, niños y adolescentes (NNA) que nacieron en este contexto.

Antes bien, se continúan realizando llamados frente al aumento de niños vagos, la importancia de la educación y la pobreza de la infancia en basic. La prensa celebró las gestiones desarrollada por el oficial Bastías- a quien se le encomendó la tarea de erradicar la vagancia infantil e incorporar a los niños al sistema escolar-, no solo publicando la cantidad de niños aprehendidos por vagancia, sino que además destacando un aumento significativo en la matrícula escolar; en el caso de los lustrabotas y vendedores de periódicos, también se estableció un mecanismo para promover la matrícula y asistencia a la escuela. Durante noviembre del 2022 y febrero del 2023 más de 72 mil hogares fueron entrevistados por la Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional de Chile (CASEN 2022).Esta encuesta pretende medir la pobreza multidimensional y por ingresos en los hogares chilenos. Para la Directora Ejecutiva de CIDENI, Ester Valenzuela, “salir de la pobreza no es una responsabilidad individual de las personas, sino una responsabilidad del país”, agregando que Chile “necesita una ley de Garantías y una institucionalidad que integre la participación de los niños, niñas y adolescentes”. “Ninguna obra puede ser tan simpática como la de proporcionar a los niños desvalidos que asisten a las escuelas una alimentación que complete la escasísima que reciben en sus hogares, porque de ellos dependen en gran parte y el porvenir de la raza y porque viene a llenar una de las necesidades más sentidas en nuestro país.

“La asistencia escolar, hoi día obligatoria por lei última Nº 3.654, exije a algunos padres de familia enviar a sus hijos en forma lamentable dada la indigencia en que ellos viven. […] pobrecitos educandos de esta escuela, que, descalzos y sin abrigo vienen a recibir sus lecciones para ser más tarde útiles a su hogar y a su patria”58. En dos años se entregaban quinientos treinta desayunos, beneficiando a alumnos de dieciséis establecimientos públicos (ver cuadro Nº 1). Los centros de distribución se ubicaban estratégicamente en distintos puntos de la ciudad y los barrios populares o próximos a estos, por ejemplo, las Escuelas N°3 y N°16 estaban en el sector Ultra Carrera, la Escuela Superior N°5 se encontraba cercana a la calle Prat y al populoso sector de Pedro del Río o Barrio Biobío. De estos barrios provinieron muchos de los alumnos que asistentes a las escuelas públicas fueron beneficiados por El Pan Escolar. Si bien la estadística que presenta el cuadro Nº1 es parcial, no podemos desestimar la idea que da del radio de acción de El Pan Escolar, pues aproximaba sus centros hacia las zonas más periféricas como Pedro de Valdivia y Chillancito, siendo este último una zona suburbana.

En el tugurio sucio y en el inmundo conventillo tienen su foco todas las enfermedades y su mejor desarrollo todas las epidemias, en esas habitaciones en que viven las familias en la mayor miseria y la más horrible promiscuidad, se agota el vigor de nuestra raza, se provoca la degeneración física y moral hambre y pobreza en el mundo de los individuos29”. Por su parte, la secretaria ejecutiva del Consejo Nacional de la Infancia, Estela Ortiz, manifestó que “hemos encuestado a más de un millón cuatrocientos mil niños para conocer la mirada que tienen

«Ha sido la sociedad civil la que ha estado presionando por cambiar esta situación y el gobierno se ha propuesto avanzar en el tema, pero los proyectos que se debaten hoy no representan un cambio sustancial en la política», agrega. Esta encuesta reveló que en el año 2015 una de cada cuatro personas en Chile tiene menos de 18 años y poco menos de la mitad de los hogares (47,7%) tiene a una persona entre 0 y 17 años entre sus integrantes. Luego de conocer esta información, podemos analizar que según los factores que determinan el estado de pobreza claramente la población inmigrante se ve más afectada que la población chilena. Por lo tanto, existen diversos factores que pueden condicionar la pobreza de la población y no sólo sus ingresos. “El deseo de vuestros protectores es que seais ordenadas, aseadas en cuanto sea posible, cuidadosas de vuestros vestidos por modestos que sean, mantened diariamente vuestro cuerpo limpio, recordando que la pobreza no impide efectuar vuestras reglas de higiene para conservar la salud.

Los datos de la Casen Niñez también confirman la importancia del problema de la malnutrición infantil en nuestro país. En total, en los niños y niñas de 0 a 6 años, un 18,0% presenta alguno de los problemas de la malnutrición, como sobrepeso, obesidad o desnutrición. Cabe destacar los avances realizados en el acceso de la población infantil y adolescente a educación y salud. En cuanto a la asistencia escolar, tanto en la enseñanza básica como en la enseñanza media continúa registrando altos niveles. Además se observa que el porcentaje de niños, niñas y adolescentes que se encuentra en situación de pobreza ha tenido una disminución sostenida en el tiempo.

Sostenemos que en el surgimiento de las organizaciones en beneficio de la infancia escolar y pobre fueron el resultado de un descubrimiento de esta, en donde convergieron diversas miradas, desde la filantrópica, el proyecto civilizador a través de la educación, elementos del pensamiento médico higienista, de la teoría de la degeneración de la raza y de las ideas eugenésicas a través de la prensa representada en “El Sur”. Por otra parte, los indicadores en ámbitos de educación, salud y violencia también muestran «graves vulneraciones», explica el sociólogo y coordinador de estudios del Observatorio, Nicolás Contreras. Por otro lado, está la pobreza multidimensional que divide la pobreza en 5 dimensiones entre ellas educación, salud, trabajo y seguridad social, vivienda y entorno, redes y cohesión social. Es así como los niveles de pobreza son medidos según el índice de asistencia a clases, el nivel de escolaridad, el estado de nutrición de los integrantes familiares, la cesantía, la entrega de bonos estatales, el acceso a servicios básicos, el estado de la vivienda, apoyo y participación social, trato igualitario, entre otros factores.

La Brecha Digital El Nuevo Rostro De La Desigualdad En Latinoamérica

En Colombia, por ejemplo, la brecha de género es mínima, y la brecha étnica es mayor que la de área urbano-rural. En Perú, en cambio, la brecha de género es más importante, y la categoría donde se registra a que llamamos pobreza una brecha de mayor tamaño es la urbano-rural. En Chile se registran brechas menos amplias, aunque las diferencias entre grupos indígenas y no indígenas, y entre la zona urbana y la rural son importantes.

Abordar el tema de las brechas digitales es una oportunidad para mejorar el acceso de las mujeres rurales a este recurso y promover su empoderamiento económico y político. Se ha hecho evidente que algunas dinámicas, incipientes o generalizadas, en respuesta al confinamiento social y las medidas de sana distancia, no desaparecerán cuando el coronavirus deje de amenazar la salud de millones de personas alrededor del mundo, sino que pasarán a formar parte permanente de la cotidianidad. Por ello, hay por delante una ardua labor de investigación, reflexión, planificación y desarrollo de políticas públicas para incrementar el acceso a web, equipo de computación y alfabetización digital de los sectores más excluidos de la población. El análisis permite identificar qué parte de la diferencia entre las regiones en las tasas de analfabetismo y escolaridad corresponden a la distribución de jóvenes, campesinos, mujeres y miembros de minorías étnicas. Esto, que la literatura llama porción explicada, remite a un componente composicional en la desigualdad subnacional. Es decir, a la parte de la brecha que responde a distintas composiciones de los grupos sociales que se encuentran en cada región.

america latina desigualdad

Cabe destacar los gastos destinados a afrontar los impactos sociales del coronavirus. En 2020 el cierre de las actividades económicas no esenciales se tradujo en destrucción de empleo, particularmente en los meses de marzo, abril y mayo. Sin embargo, en la gran mayoría de los países se establecieron mecanismos para mantener las relaciones laborales.

La metodología es, por tanto, cuantitativa, y descansará fuertemente en gráficos especiales de indicadores derivados de matrices de origen y destino. También se emplearán probabilidades de ser móvil (conmutante) condicionales en atributos individuales y territoriales relevantes, entre otros. Para las segmentaciones socioeconómicas se utilizará una clasificación laboral-educativa, más bien simple por la naturaleza de la fuente de datos6.

Gráfica four Tasas nacionales de Analfabetismo (Colombia – Perú) y Porcentaje de personas con cuatro años o menos de escolaridad (Chile) según área rural y urbana. Las limitaciones de los métodos más usados han llevado a adoptar otro tipo de modelos, tales como las descomposiciones de los efectos o los modelos multinivel. En este artículo adoptamos la primera alternativa porque nos permite reflexionar teóricamente sobre la naturaleza de la dimensión subnacional como categoría constitutiva de desigualdad. En la ocasión, el Dr. Castillo señaló que América Latina es la región más desigual del mundo y que “la trampa no reside en la pobreza sino en la desigualdad como sistema inequitativo”. Santibañes sugirió que la región pierde importancia por motivos económicos y tecnológicos.

El efecto más importante lo tiene la composición urbano-rural, pues de ser igual en ambas regiones la brecha se reduciría en 4 p.p. Se explica por la distinta composición, sobre todo en lo que tiene que ver con lo urbano-rural. Es altamente probable que parte de esta porción no explicada 5 paises mas pobres del mundo se deba a que en la región Sur ser indígena o campesino tenga una mayor penalidad sobre la escolaridad que en la región Central, aunque el efecto es pequeño puesto que la brecha es muy reducida. En Perú, como lo hemos mencionado anteriormente, la variación regional es mucho más atenuada.

La gran gran mayoría de países estableció instrumentos de ayuda directa a los hogares. Algunos ejemplos son el Ingreso Familiar de Emergencia en Argentina, el Bono COVID-19 de Chile, el Ingreso Solidario de Colombia, el Bono Proteger en Costa Rica o el Bono de Emergencia en Brasil. «El país ha visto un pequeño aumento en su clase media, pero su tamaño sigue estando por debajo de los estándares centroamericanos y regionales», apuntan. Y también existen otros mecanismos como analizar la concentración de la riqueza en la parte más alta de la pirámide. En América Latina el 20% más pobre de la población se queda con cerca de 4% del ingreso whole, explica el representante de la ONU, mientras que el 20% más rico se queda con casi la mitad de todo el ingreso.

Esta noción, que se conoce en la literatura como la interseccionalidad (Collins 2015), ha tenido una atención insuficiente en América Latina (Solis et al. 2019) y sabemos incluso menos sobre la interacción entre lo subnacional y otros atributos como género, raza y ruralidad para producir un paisaje diverso de desventajas y privilegios. La investigación subnacional en América Latina ha establecido que en los países de la región las condiciones de vida están fuertemente determinadas por el lugar de residencia. Pero a pesar de estos avances, sabemos muy poco sobre cómo lo subnacional interactúa con otros atributos como género, raza y ruralidad para producir un paisaje diverso de desventajas y privilegios. Este artículo utiliza el enfoque de la interseccionalidad para mostrar las enormes diferencias en analfabetismo e inasistencia a escuela entre grupos compuestos por distintas combinaciones de dichos atributos en Perú, Colombia y Chile. Para entender mejor el efecto de la dimensión subnacional en esas diferencias, el artículo aplica la descomposición Oaxaca-Blinder e identifica qué porción de las brechas regionales se debe a distintas composiciones demográficas entre las regiones.

Desde estas variadas e interdisciplinares perspectivas, procesos territorialmente heterogéneos de desarrollo económico, acumulación de capital, y/o racismo van haciendo que unas regiones tengan peores empleos, bienes públicos y servicios sociales. Esto va generando un impacto en la composición de dichas regiones, que con el tiempo tienen una mayor proporción de grupos tradicionalmente marginados como habitantes rurales y minorías étnicas. Se puede derivar de estas aproximaciones que la región o la unidad subnacional no tendría una fuerza causal independiente que produciría ventajas y o discriminaciones, sino que reflejaría los efectos del racismo, el sesgo urbano y los modelos de desarrollo económico que se concentran en su territorio. Este artículo responde a esta pregunta desde el enfoque interseccional y sus metodologías cuantitativas. Así, partimos de comprender lo subnacional como un atributo o categoría social que interactúa con el género, la etnia y la condición de ruralidad para producir variaciones en marginaciones y privilegios.

Sin embargo, para ciudades con una segregación residencial a altos niveles de agregación geográfica, el análisis correcto de este último asunto requiere trabajar con la noción «habitat intermunicipal de la élite», y no municipios individuales. Un ejercicio en esa línea demostró un alto nivel de encapsulamiento de los ricos en su habitat —el cono oriente—, de Santiago de Chile (Rodríguez, 2007). De esta manera, si bien deben salir de su comuna para trabajar, finalmente se desplazan a zonas más bien cercanas y dentro de su nicho histórico.

Esto dista de ajustarse al enfoque interseccional porque cada categoría se concibe como “independiente, distinta, mutuamente excluyente”, y el efecto de la variable de interés sobre el desenlace es el mismo entre distintas razas y géneros. El tratamiento de la variable de control en la regresión lineal tradicional responde a una lógica aditiva y no multiplicativa porque las desigualdades funcionan como capas superpuestas, en donde cada atributo o marcador de identidad añade una capa de ventaja y desventaja de la misma forma para todos los grupos (Scott y Siltanen 2012, Else-Quest y Hyde 2016). Esta investigación pretende contribuir a profundizar la comprensión de la naturaleza de las brechas regionales o subnacionales y motivar futuras investigaciones en este campo. Hacerlo permitirá identificar políticas públicas contextualmente acertadas e intervenciones que visibilicen la experiencia de grupos sociales en la intersección de varios atributos tradicionalmente marginados. El avance hacia una mayor igualdad de oportunidades requiere estas lecturas que trasciendan la tiranía de los promedios.

Son personas que se ganan la vida día a día, sin contratos ni derechos laborales; por esto, han estado, además, más expuestas al coronavirus. Aunque hablemos en su conjunto de América Latina, las diferencias entre países son muy elevadas. Perú, Argentina, Ecuador, Panamá, El Salvador, México y Colombia han sido los países más afectados. Por el contrario, Paraguay, Uruguay y, especialmente, Guatemala se han visto afectadas en un grado semejante al de otras economías en desarrollo y emergentes. Venezuela es el país que ha registrado una mayor caída de su producción, como en años anteriores, si bien esto no se puede achacar solo al impacto del virus. Adoptando una perspectiva microsocial, este libro se pregunta cómo los individuos experimentan esta desigualdad en sus vidas.

Presidenta Bachelet: «la Desigualdad En América Latina Tiene Rostro De Mujer Y De Infancia» El Trabajo De La Embajada De Chile En Panamá Chile En El Exterior

Aun así, países que han expandido la asistencia social, como Brasil, están logrando contener la caída. Argumentó que “si corregimos el Gini y otros indicadores por lo que pasa en el high 1, el nivel de desigualdad sería mayor desigualdad de la salud y la caída no sería como la observamos si nada más usamos encuestas. Pero persiste una parte de la historia que es sumamente importante y es lo que pasó con la distribución del ingreso laboral, con las transferencias y con las remesas.

En la ocasión, que tuvo como objetivo brindar un espacio de reflexión en torno al análisis sobre las desigualdades en países como México y Chile, Reygadas analizó qué tanto el enfoque de la interseccionalidad resulta útil para entender o no, la desigualdad de Latinoamérica. “En América Latina es un enfoque que está ahora muy en boga, muy de moda porque plantea la imbricación entre el género, la raza y la clase. Es un enfoque potente para explicar muchas cosas, lo que voy a discutir hoy ayuda mucho a entender, pero no es suficiente, entonces voy a tratar de provocar un poquito la reflexión”, indicó. Por último, el resultado electoral de Estados Unidos puede potenciar los liderazgos demagógicos. Teniendo en cuenta los altos niveles de desigualdad y pobreza que preexistían en la región, no sorprende que sea una de las más afectadas por la pandemia.

Aquellas políticas que en la zona cementaron la cultura del privilegio para unos pocos, por encima de la satisfacción de las necesidades más básicas para millones de personas, encuentra ahora terreno fértil para que la epidemia resulte una verdadera tragedia. Al cierre de 2019, la Comisión Económica y Social para América Latina y el Caribe (Cepal) anunció el ingreso a la fila de los pobres de seis millones de personas más en comparación con el 2018. Frisancho indicó que estos cambios son necesarios para una mayor movilidad social, pero lamentó que no sean suficientes para alterar las posibilidades de progreso laboral entre hombres y mujeres en América Latina.

De igual modo, elabora recomendaciones concretas en políticas públicas, orientadas a mejorar las condiciones de vida de lo más pobres, y las pone a disposición de investigadores, asesores técnicos y tomadores de decisiones. Brasil, la Argentina, Colombia, México y Perú forman parte de los 10 países más golpeados por el coronavirus. Además, la región experimentará una de las caídas económicas más fuertes a raíz de la pandemia. Según las últimas estimaciones del FMI, mientras a nivel mundial la economía retrocederá un four,4% en 2020, América Latina sufrirá este año una caída del 8,1%, casi el doble que el promedio mundial. La Cepal prevé una contracción económica del 9,1% para la región, lo que supone unos 45,four millones de nuevos pobres y 26,1 millones de desocupados más que el año pasado.

“Nuestro campo laboral es bastante reducido, la mayor parte de las y los antropólogos quedan como en un limbo de precarización laboral donde hay mucho trabajo informal, por cuenta propia, sumado al auge de las consultoras vuelve necesarias las postulaciones a fondos culturales y hace estar en una constante autogestión laboral que sin duda no es lo best. Asimismo, se realizó un foro organizado en conjunto con el Colegio de Antropólogos de Chile. En esta instancia, el Dr. Reygadas abordó el tema del mercado laboral de la antropología y los problemas que encuentran los antropólogos jóvenes para insertarse en el mundo del trabajo, y expuso parte de su investigación realizada en el 2019 que condujo a un libro llamado “antropólogo del nuevo milenio”. Santibañes sugirió que la región pierde importancia por motivos económicos y tecnológicos. «Una baja tasa de crecimiento, menor comercio, menor innovación, nos vuelven menos relevantes. Pero América Latina se está convirtiendo en un foco más relevante geopolíticamente por la presencia china, sobre todo en el Cono Sur. Y eso genera la necesidad de una política exterior responsable». En medio de las múltiples crisis superpuestas, la región no apela a mecanismos de integración y cooperación que la fortalezcan.

«También aumentó la proporción de mujeres que no recibe ingresos propios y se mantuvieron las brechas de pobreza en áreas rurales, pueblos indígenas y la niñez», señaló. «La recuperación económica de 2021 no ha sido suficiente para mitigar los profundos efectos sociales y laborales de la disaster sanitaria», lamentó Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Cepal, durante la presentación virtual del informe desde Santiago de Chile. Tras unos años en los que el índice de Gini había bajado de 0,fifty three a 0,46 entre 2001 y 2019, la pandemia ha ocasionados enormes costes sociales muy desigualmente distribuidos.

desigualdad de america latina

«Chile fue primer país de América Latina que privatizó el sistema de pensiones. «Llega un cierto punto en el desarrollo de un país en que se hace más difícil bajar la desigualdad». «La tendencia es una mejoría en la región porque han aumentado relativamente los ingresos de los sectores más pobres», le cube a BBC Mundo Laís Abramo, directora de División Social de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). Y otro elemento importante a considerar es que la baja en la pobreza y desigualdad está relacionada con la llegada de remesas de los salvadoreños que viven en el exterior. «El país ha visto un pequeño aumento en su clase media, pero su tamaño sigue estando por debajo de los estándares centroamericanos y regionales», apuntan.

La descomposición ratifica la concept que la naturaleza de la desigualdad subnacional es muy distinta entre países y que cambia en el tiempo, a pesar que en términos absolutos la magnitud de la brecha entre la región con más analfabetismo/escolaridad y menos analfabetismo/escolaridad es parecida. Como vemos en la tabla 2, la diferencia entre la región andina y la región Caribe en Colombia en la tasa de analfabetismo era el 8% en 2005 y 5% en 2018. En Perú, la diferencia en la tasa de analfabetismo entre la Costa y la Sierra era de 9% en 2007 y 7% en 2017. En Chile, la diferencia en escolaridad entre la región Central y la Sur era de 7% en 2002 y 3% en 2017. Como se recordará, parte de esta porción no explicada se explica por diferencias en los efectos (o los coeficientes) que tiene ser mujer, ser campesino o ser minoría indígena en las regiones desventajadas. Es decir, tiene que ver con la forma como dentro de la región interactúan de forma specific los atributos de género, ruralidad y etnia.

En el lado opuesto, y como muestra de las crecientes brechas entre ricos y pobres se encuentran las personas en situación de pobreza extrema que entre 2020 y 2021 avanzaron  aceleradamente como consecuencia de la profundización de la crisis social y sanitaria derivada al Covid-19, según estima la Cepal en su informe anual Panorama Social de América Latina. López Calva especificó los fenómenos que más preocupación generan en el organismo internacional del cual forma parte, entre los que mencionó la desigualdad, mediocre crecimiento económico, violencia, percepción de injusticia, desconfianza en el Estado y políticas de respuesta desarticuladas. «Como resultado, la violencia es un factor común subyacente, que impulsa y es impulsado por la trampa de alta desigualdad y bajo crecimiento de la región. Si bien la mayor desigualdad puede estimular la violencia, la violencia también puede aumentar la desigualdad a través de su efecto sobre los resultados del desarrollo», puntualizan. El segundo año de la pandemia del COVID-19 disparó la pobreza extrema en Latinoamérica hasta alcanzar a 86 millones de personas, cinco millones más que en 2020 y la mayor cifra en 27 años, apuntó este jueves un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal). Los «modelos económicos» de estos dos países se derrumbaron a las semanas de la llegada de la disaster sanitaria, la privatización de la salud y los derechos sociales, unidos a la precarización laboral, fueron el caldo de cultivo para la propagación del virus en poblaciones indefensas y abandonadas por sus autoridades.

Agregó que los datos utilizados para medir la desigualdad son deficientes para cuantificar los niveles de concentración del ingreso entre los muy ricos. Las encuestas de hogares -las fuentes de información típicas de los indicadores de desigualdad- no siempre captan bien los ingresos de los más ricos. Los hogares tienden a declarar menos ingresos de lo que realmente reciben, sobre todo, los procedentes de las rentas del capital. A raíz de ello, tanto el grado de desigualdad como la tendencia pueden estar mal calculados. La percepción de las personas de que la distribución de ingresos en su país period injusta o muy injusta disminuyó al caer la desigualdad, en tanto subió cuando la brecha se acrecentó. “La percepción se mueve de manera conjunta con lo que ocurre con la información.

Es necesario prestar especial atención a las necesidades de las pequeñas empresas que, a diferencia de lo que sucede en los países de la OCDE, se benefician en common mucho menos de la innovación que las grandes empresas. Iniciativas como el programa de Proyectos Asociativos de Fomento en Chile pueden marcar la diferencia. Oliver Stuenkel, profesor de Relaciones Internacionales de la Fundación Getulio Vargas, de Sao Paulo, siente que “los números cuentan desigualdad de recursos y medios economicos una historia y las élites económicas y políticas están contentas con esos números, pero la experiencia de las personas es otra”. Stuenkel pone como ejemplo las protestas de Brasil, en 2013, muy similares en su origen a las de Chile de hace una semana. “Lo que vivimos es consecuencia de una sociedad muy desigual, no solo desde el punto de vista económico. Y hay que incluir a la élite intelectual, periodistas, analistas, entre los que me incluyo, no anticiparon esto.

Por ello la porción no explicada se refiere en parte a un componente interseccional de la brecha. Para finalizar el análisis volcamos la mirada a las diferencias que hace vivir en una región u otra. En el agregado, la brecha regional es una de las más pequeñas y es parecida entre los países. En Colombia la diferencia entre la región con mayor y menor analfabetismo era de 8% en 2005 y 5% en 2018.

La Pobreza Tiene Rostro De Niño: La Pandemia Y Su Nocivo Efecto En La Primera Infancia « Diario Y Radio Universidad Chile

Este último punto adquiere vital importancia, por ejemplo, al constituir las organizaciones redes de apoyo para los menores, declarando un fifty eight.4% que su última comida fue dada en una institución o centro y que un 81% está en contacto con algún programa. La subsecretaria de la Niñez, Carol Bown, enfatizó en la importancia de poner a los niños primero, independiente del Gobierno de turno y explicó algunos de los programas que se están desarrollando. «Creamos «Chile crece contigo», un programa de acompañamiento integral que tiene como objetivo que cada niño pueda desarrollar al máximo sus capacidades desde la gestación hasta los 10 años».Este seminario se realizó el lunes eight de abril de 2019. Los niños y niñas, entonces, son más vulnerables a los efectos de la pandemia, pero dentro de ellos hay un grupo que sufre con mayor intensidad los efectos y, además, éstos son más permanentes.

Por lo tanto, existen diversos factores que pueden condicionar la pobreza de la población y no sólo sus ingresos. El promedio de los ingresos por trabajo per cápita disminuyeron en 9 de 10 deciles en 2020 respecto al levantamiento de 2017 y el promedio de ingresos del trabajo per cápita del primer decil (grupo de menores ingresos) llegó a $7.024 en 2020, habiéndose reducido en $71.147 con respecto a 2017. Este resultado se puede enmarcar dentro de un debate actual en las ciencias sociales sobre la “crisis de la replicación”, que consiste en que, en estas ciencias, sobre todo en la presente década, se ha encontrado que los resultados de muchas investigaciones resultan difíciles o imposibles de replicar por nuevas investigaciones que intentan abordar los mismos problemas o fenómenos. A pesar de la sombría situación, hay esperanza, según Save the Children, ya que la UE está siendo testigo de un impulso político inédito para la protección de los derechos de la infancia. En Italia, por ejemplo, 32,four % de los inmigrantes vive en la pobreza, frente 7,2 % de los ciudadanos italianos, que está en la misma situación. «El aumento de los precios (la inflación) combinado con el estancamiento económico que se registra en el país desde hace ya más de una década fueron los principales responsables de los aumentos de la pobreza e indigencia», cifró el Indec.

pobreza en la niñez

La seremi de Desarrollo Social y Familia, Claudia Espinoza, agregó que “en este espacio nos transformamos, reflexionamos sobre el quehacer y nuestras lógicas, donde nos interpelamos y podemos pensar que en la región es posible tener una política regional co-construida con niños y niñas, con disposición real y no sólo una lógica de consulta, mirando cómo esto se traduce en una política con incidencia”. Como lo anticipó Ellen Key en su libro El siglo de los niños (1900), durante el siglo XX se desarrolló un gran interés por la infancia, que se evidenció en el desarrollo de numerosas instituciones, formas de socialización y patrones culturales que tuvieron a los niños, como su centro de atención. Desde la noción de «infancia desvalida» hasta el reconocimiento de los Derechos del Niño, pasando por los cambios en las formas de crianza y prácticas recreativas. Por eso la campaña “Cuentos para Despertar” busca crear un Piso de Protección Social para la infancia y adolescencia que garantice los derechos y prevenga futuras vulneraciones de niños, niñas y jóvenes. Así, si en 1990 dos tercios de los hogares (67,7%) tenían miembros de 17 años o menos, en Casen 2017 esa proporción bajó a forty three,5%. La mayoría de ellos viven en hogares del tipo nucleares biparentales, aunque estos últimos han ido perdiendo peso en el tiempo, mientras que los nucleares monoparentales han ganado terreno.

Se concluye aludiendo a la ne­cesidad de promover políticas específicas que tengan en cuenta los derechos de la infancia. Según los datos de Unicef, en términos netamente monetarios la pobreza en América Latina y el Caribe tiene un claro sesgo intergeneracional. “La incidencia de pobreza para el grupo de niños, niñas y adolescentes de hasta 14 años es mayor en 19 puntos porcentuales que la del grupo de personas entre 35 y 44 años, y 31 puntos porcentuales más con respecto a personas de sixty five años o más. De no tomarse en cuenta esta condición de privación de la población infantil en el diseño de políticas sociales, se corre el riesgo de repetir los ciclos intergeneracionales de la pobreza en la región”, se lee en una de sus publicaciones relativas a los efectos del COVID-19 en la infancia.

Más de un tercio de la población que vive en la pobreza es menor de edad en Chile, es decir 468 mil niños, niñas y adolescentes. Dentro de este universo 200 NNA son migrantes y por el solo hecho de serlo ya cuentan con un índice mayor de vulnerabilidad. pobreza en el tercer mundo Paula Pacheco destaca que los niños y niñas que nacen y crecen en pobreza no están condenados a vivir en esta situación y que el Estado tiene el deber de protegerlos y entregarles las condiciones para que puedan tener una vida digna.

Hasta ahora, 195 Estados la han ratificado y constituye el marco global de referencia para el desarrollo de las personas hasta los 18 años. El organismo también constató que los hogares monomarentales tienen tasas de pobreza más altas que los hogares con núcleo completo. Se calcula por cada una de las 81 mil familias que viven hoy en un campamento, hay otras cinco que viven allegadas y hacinadas.

Esto implica considerar pobre a un niño ante el incumplimiento de al menos uno de sus derechos, por presencia de una privación básica, aunque en la pobreza infantil suelen concurrir múltiples privaciones que se refuerzan entre sí y atentan contra el desarrollo de las potencialidades de los y las menores. Entre los hogares del primer quintil de ingresos, es decir los más vulnerables, el porcentaje de niños y niñas de 0 a 6 años con malnutrición alcanza a un 20,5%, casi el doble del valor reportado en los hogares del grupo de mayor ingreso (quintil V) con un eleven,0%. Aun considerando estas limitaciones, las estimaciones basadas en la Encuesta Casen 2022 sostienen que la cifra de niñas, niños y adolescentes en situación de pobreza multidimensional se eleva a más de 800 mil (807.727). La malnutrición es otra preocupación destacada, ya que uno de cada cinco hogares en situación de pobreza extrema presenta casos de malnutrición entre sus niños, lo que puede traducirse en sobrepeso, obesidad o desnutrición.

Al observar la pobreza multidimensional, Unicef observó que siete de cada 10 infantes tienen algún tipo de carencia en Argentina, ya sea monetaria o privaciones en el ejercicio de sus derechos. Cuando hablamos de protección no hablamos exclusivamente de pobreza, que sin duda está presente en la mayoría de los casos, pero centrarnos en la pobreza y atribuirle la responsabilidad de que los niños permanezcan institucionalizados, es un análisis demasiado simplista para un tema tan complejo como éste. Por su parte, Patricia Núñez se refirió a la relevancia que significa para los países destinar recursos públicos a programas enfocados a fortalecer la niñez. “Queda explícito que si no se abordan políticas públicas de desarrollo orientados a la primera infancia es imposible aspirar a un desarrollo global sostenible viable”, indicó. ¿Cómo fue que el gobierno británico pudo transformar este discurso en una serie de políticas públicas efectivas?

Durante décadas, en numerosas investigaciones se atribuyó a la desnutrición durante la infancia ser causa de los retrasos del desarrollo psicológico; la mayoría de dichas investigaciones provenían de zonas donde la desnutrición infantil adquiere características severas. Posteriormente se comenzaron a correlacionar otras variables, pobreza desarrollo sostenible considerándose desde los micronutrientes hasta factores del medio ambiente, que intervendrían en el proceso del crecimiento y desarrolla infantil. Cabe destacar que este es el cuarto año consecutivo que se emite el Informe Infancia Cuenta, el cual monitorea la situación de los derechos de los niños y niñas en Chile.

A pesar que se ha comprobado que las poblaciones urbanas pobres, tanto chilenas como argentinas, presentan un alto grado de similitud en los indicadores a utilizar para discriminar NSE11, durante el diseño de esta investigación se aplicó el instrumento en forma de preprueba y con los resultados obtenidos sus autores determinaron ajustes puntuales a fin de optimizar uso en nuestra población. La evaluación del desempeño en las pruebas de nivel intelectual de niños en cualquier comunidad del mundo implica la definición de puntos de corte y la elección de una población de referencia, lo cual plantea dificultades metodológicas en razón de las potenciales diferencias culturales entre las poblaciones. Obviamente no con el propósito de etiquetar o estigmatizar a aquellos que categorizan en menos, sino de dar cuenta de que categorizan en menos porque las condiciones ambientales son desfavorables. Comparar la evolución del desarrollo psicológico de niños pobres que presentaron desnutrición primaria a edad temprana, con niños de igual procedencia que no hubieran padecido desnutrición.

Asimismo, la encuesta Casen 2020 reveló que, producto de la pandemia, la desigualdad de ingresos presentó un aumento extremo. El decil más rico de la población obtuvo ingresos del trabajo 416 veces mayores que el decil más pobre (39 veces en 2017), siendo los grupos de los deciles más pobres los más afectados en la pérdida de ingresos laborales y un importante foco en mujeres. Esto, pues, según la autora del estudio, “los infantes tienen muy poco poder sobre el ingreso monetario de los hogares y tienen muchas otras deficiencias que no necesariamente van a ir directamente relacionadas con este ingreso”, explica.

Explica que para niños, niñas y adolescentes vivir en contextos de pobreza y vulnerabilidad les impide el acceso oportuno a prestaciones universales, lo que limita fuertemente su trayectoria de vida y su vida adulta. “Dada a su mayor vulnerabilidad y las desventajas que enfrentan estas poblaciones, requieren de políticas reforzadas que aseguren su debida protección y el acceso en igualdad de condiciones a las oportunidades de desarrollo y al ejercicio pleno de sus derechos”. Pacheco, vocera de Unicef, advierte que el principal desafío que enfrenta el país “es disponer de una política de protección social que aborde la pobreza de manera integral y conforme a la etapa del desarrollo en que niñas, niños y adolescentes se encuentren”. Al respecto, Bratti señala que si se toman los datos de Casen 2017 y se considera solo la medición de ingresos, serían alrededor de 200 mil los niños menores a siete años en condición de pobreza, “pero si utilizamos el enfoque multidimensional, ese número se dobla”, sostiene Bratti.

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Es posible que la pandemia haya calmado los ánimos en el corto plazo, pero los mismos observadores esperan que, con el tiempo, tanto los clamores como la desigualdad empeoren dramáticamente. Pero si nada cambia, volveremos a quedar atrapados en la misma espiral de disturbios, embrollos políticos y zozobra económica. En resumen, con una disaster sanitaria persistente en América Latina y el Caribe se extenderán a su vez a la dimension social y sanitaria con afectaciones en la pobreza y la pobreza extrema, la desigualdad, la desocupación y la falta de acceso a la educación y a cuidados, que aún no muestran señales de recuperación. En América Latina la incidencia de la pobreza aun es mayor en zonas rurales, para las personas indígenas y afrodescendientes, señaló la Cepal en su informe de 2019 sobre el panorama social de la región. Pese a sus avances económicos y sociales de los primeros años de este siglo, América Latina aun es «la región más desigual del planeta», ha advertido en distintas ocasiones la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

Aunque hablemos en su conjunto de América Latina, las diferencias entre países son muy elevadas. Perú, Argentina, Ecuador, Panamá, El Salvador, México y Colombia han sido los países más afectados. Por el contrario, Paraguay, Uruguay y, especialmente, Guatemala se han visto afectadas en un grado semejante al de otras economías en desarrollo y emergentes. Venezuela es el país que ha registrado una mayor caída de su producción, como en años anteriores, si bien esto no se puede achacar solo al impacto del virus. En ese aspecto, y tras las reuniones de los países latinoamericanos y caribeños, es posible concluir que existe un retraso en pensar el desarrollo educativo, además de una lentitud de las acciones. Otro problema recurrente es que no se ha logrado implementar nuevas innovaciones, sino que se está haciendo más de lo mismo.Por ello, Barbieri sostuvo que es necesario alcanzar una educación sin límites y barreras, y que sea relevante y pertinente.

Como vemos en la tabla 2, la diferencia entre la región andina y la región Caribe en Colombia en la tasa de analfabetismo era el 8% en 2005 y 5% en 2018. En Perú, la diferencia en la tasa de analfabetismo entre la Costa y la Sierra era de 9% en 2007 y 7% en 2017. En Chile, la diferencia desigualdad en el acceso a la salud en escolaridad entre la región Central y la Sur era de 7% en 2002 y 3% en 2017. Para finalizar el análisis volcamos la mirada a las diferencias que hace vivir en una región u otra. En el agregado, la brecha regional es una de las más pequeñas y es parecida entre los países.

Sin embargo, en términos de poder adquisitivo, el individuo que parte de un ingreso mayor se beneficiará en términos absolutos más de dicho crecimiento uniforme que quien empieza desde un ingreso menor. Las mayores transferencias públicas fueron también un issue relevante en la disminución de la desigualdad. “El estado se volvió más redistributivo hacia los pobres en ese período”, dijo la académica, agregando que el período coincide con un gran número de gobiernos de izquierda en la región. “Los datos muestran un efecto izquierda que estamos analizando ahora econométricamente”, puntualizó. El crimen organizado ya se instaló en las principales zonas de conflicto del país, llámense mapuche, inmigración o estallido social, y es la nueva lepra.

En conclusión, si bien los tres países tienen brechas regionales similares en el agregado, el análisis desagregado por intersecciones de categorías refleja unas tendencias muy distintas. En Perú hay muy poca variación regional, incluso en las categorías en mayor desventaja, y la brecha se ha reducido desigualdad en los ingresos a una mínima expresión en 2017. En Chile la brecha regional también se recortó en todas las intersecciones, excepto en los indígenas rurales. En Colombia, a diferencia de los otros dos países, subsisten importantes brechas en la ruralidad, incluso entre personas que no pertenecen a grupos étnicos.

desigualdad en america latina

En explicit, en la mayoría de los países donde la desigualdad complete descendió durante la década del 2000, los retornos a la educación primaria, secundaria y terciaria, respecto de ninguna escolaridad o escolaridad primaria incompleta, también descendieron. Nadie puede negar que en América Latina la distribución del ingreso es escandalosamente desigual. Sin embargo, lo que sorprenderá a los entusiastas de Piketty (muchos de los cuales aún no han leído su libro) es que su teoría tiene poco o nada que ver con los aspectos ya cuantificados de la dinámica de la distribución del ingreso en la región. La teoría de Piketty se relaciona con lo que los economistas llaman la distribución funcional del ingreso, o la división entre los trabajadores y los dueños del capital. Pero la mala distribución que causa tanta inquietud en América Latina se relaciona con la distribución private del ingreso laboral; es decir, la división entre los asalariados.

La doctora en Ciencias de la Educación y académica de la Universidad Autónoma de Barcelona, Pilar Pineda, fue la encargada de cerrar el seminario con una clase magistral sobre la Formación Continua en España. La profesional llegó a nuestro país invitada por la Universidad de Santiago.En su intervención, la Dra. Pineda realizó un recorrido por la realidad de la Educación Continua en España, donde esta es un derecho y muchas veces es gratuita, ya que se trata de una política pública.

Este libro representa un aporte de la CEPAL al tema y revisa las transformaciones estructurales de un cuarto de siglo. La igualdad de acceso a los beneficios y oportunidades del desarrollo se logra cuando todos o una amplia mayoría de los miembros de la sociedad tienen acceso a una educación de alta calidad, cuando existe competencia por las posiciones ocupacionales y se respetan criterios universalistas de selección, en virtud de los cuales todos reciben el mismo trato. Para el logro de un desarrollo sostenido en el tiempo y cuyos frutos se distribuyan equitativamente es preciso poner fin a la inercia en la transmisión de desigualdades que se produce como consecuencia del estrecho vínculo existente entre el hogar de origen, el sistema educativo y el mercado laboral. Abordar el tema de las brechas digitales es una oportunidad para mejorar el acceso de las mujeres rurales a este recurso y promover su empoderamiento económico y político. Se ha hecho evidente que algunas dinámicas, incipientes o generalizadas, en respuesta al confinamiento social y las medidas de sana distancia, no desaparecerán cuando el coronavirus deje de amenazar la salud de millones de personas alrededor del mundo, sino que pasarán a formar parte permanente de la cotidianidad.

En 2020, el 33 por ciento de la población latinoamericana se encontraba en situación de pobreza y un 13,1 porciento vivía en condiciones de pobreza extrema, ello en números significa que unos 204 millones de individuos no tuvieron ingresos suficientes para cubrir sus necesidades básicas. Sin embargo, otros países ricos en recursos naturales como Noruega o Australia escapan a los grandes problemas de desigualdad latinoamericanos. «Un alto nivel de desigualdad económica crea sistemas políticos que ayudan a perpetuar esa economía», señala. Apuntó, por ejemplo, que si bien hubo una leve reducción reciente, la tasa de pobreza de las personas indígenas en 2018 fue de 49%, el doble que la registrada para la población no indígena ni afrodescendiente.

Si bien esta brecha ahonda las desigualdades en los territorios rurales y en especial con estos grupos -los jóvenes- comúnmente no tomados en cuenta, también se puede transformar en oportunidades, al verse develada esta situación. Reconocer y dimensionar el problema a la par de escuchar las voces de estos jóvenes llenos de propuestas, podremos contribuir a reducir la brecha. En explicit, las mujeres con un bajo nivel educativo que viven en áreas rurales constituyen el grupo menos “conectado” al mundo digital, lo cual exacerba sus desventajas, pero a la vez constituye una oportunidad en materia de política pública para revertir esta situación. Pese a ello, según señala el texto, la trayectoria de América Latina también tiene visos de optimismo.

Entre el 80% y el 90% de las remesas se destinan a cubrir necesidades básicas de los hogares, como la alimentación o la salud. Si la recaudación de impuestos se vio afectada por el cierre de actividades y por la caída del consumo, también se han incrementado los gastos públicos. Cabe destacar los gastos destinados a afrontar los impactos sociales del coronavirus. «El país ha visto un pequeño aumento en su clase media, pero su tamaño sigue estando por debajo de los estándares centroamericanos y regionales», apuntan. Tanto es así, que por ejemplo, un país más igual no tiene por qué ser sinónimo de un país mejor o más justo.

El paper aborda los principales problemas vividos a principios del 2020 por los hogares rurales en Chile, Colombia, Ecuador, Guatemala… El documento aborda cómo la pandemia dejó secuelas significativas en la agricultura familiar de Alta Verapaz y Sacatepéquez, con daños… El trabajo está en transformación y necesita un periodismo que ponga a las personas primero.

El Aumento De La Desigualdad, El Rostro De La Globalización Noticias Onu

A través de la interconexión de los mercados, las tecnologías de la información y las comunicaciones, y la libre circulación de bienes, servicios, personas y capitales, la globalización ha generado numerosos beneficios para la humanidad. Esto es fruto del tremendo crecimiento económico que han tenido muchos países del mundo, que ha hecho que cientos de millones de personas hayan pasado de tener ingresos muy bajos a tener ingresos medios. Esto lo podemos ver en la llamada curva del elefante —por la forma que tiene—, en que se ve cuánto se ha beneficiado cada grupo de ingresos del crecimiento económico mundial desde 1988 hasta 2008.

El Secretario General destacó el efecto transformador de la tecnología en nuestras tareas cotidianas y en el ámbito laboral a través de la bioingeniería y la inteligencia synthetic. Casos como estos dan cuenta que es creciente la disconformidad tanto con la teoría como con los resultados prácticos de la globalización. Sin embargo, al comprender las diferentes definiciones de desigualdad, como la desigualdad de oportunidades, se pone de relieve más claramente que no todas las personas tienen las mismas oportunidades de éxito, incluso si realizan un arduo trabajo.

porque la globalización genera desigualdad social

Wilkinson explica cómo las sociedades con mayor cohesión social tienen menores desigualdades y mejor salud, y cómo esta cohesión social es el camino hacia la equidad4. La globalización es un fenómeno que se refiere a la creciente interconexión e interdependencia de las economías, las sociedades y las culturas a nivel mundial. Se caracteriza por la libre circulación de bienes, servicios, personas y capitales, así como por la integración de los mercados y el intercambio de información y conocimientos a través de las tecnologías de la información y las comunicaciones. Es evidente que la globalización ha contribuido a un aumento en la desigualdad tanto a nivel nacional como internacional.

Las variables que tienen magnitud y dirección constante en la mayoría de los modelos, muestran resultados estables. Abordar este tema se vuelve más delicado cuando se encuentra que la estructura del manejo financiero no se queda solo en los bancos, sino que además se traslada a otros sectores. En el caso de la salud, el ejercicio de administración de este sistema lo ha convertido en un negocio financiero y de inversión. La figura de aseguramiento soslayado de las entidades promotoras de salud (EPS) en Colombia hace que estas empresas sean unas grandes captadoras de recursos de sus afiliados, por lo que su principal problema no es prestar servicios de salud de calidad.

Según el artículo » La globalización y el elefante de Milanovic» de Michael Roberts, 16 de Setiembre 2016, «la desigualdad global ha aumentado desde principios de la década de 1980, cuando la «globalización» se puso en marcha». Esta característica de desigualdad está presente tanto en el contexto global, agravando las diferencias entre países Norte-Sud, Sud-Sud y Norte-Norte, como evidentemente a nivel nacional, entre individuos de un mismo país. No obstante, tal y como nos indican los Índices de Gini (i) , la falta de equidad económica se hace más presente en países de África y América Latina. El sistema globalizado que de hoy en día, definido por la doctrina económica neoliberal, está provocando un aumento progresivo y exponencial de la desigualdad social, política y económica de individuos y regiones, discriminando el poder de capacitación y decisión de la mayoría de la población mundial.

A juicio de los articulistas, esos efectos negativos explican la irrupción de gobiernos que miran con desconfianza o que critican, como los de Hugo Chávez o Evo Morales. Por lo tanto, la advertencia del Wall Street Journal refleja el temor que los nuevos humores sociales desencadenen reacomodos políticos que impidan mantener la globalización precise. La nota del periódico reconoce que en nuestro continente “la desigualdad en la distribución de los ingresos se ha acentuado después de la liberalización económica en nueve” países, y cita a los estudios liderados por Guillermo Perry, el economista del Banco Mundial.

Esto lleva a muchos ciudadanos de clase obrera, pero también cada vez más de clase media, a mirar con desconfianza o incluso resistirse a la modernidad y los grandes cambios tecnológicos que promueve el orden liberal, como ya hiciera el movimiento ludita que abogaba por la destrucción de las máquinas durante la Revolución Industrial. Los robots ya no sustituyen sólo a los empleados en las cadenas de montaje, poco a poco están desplazando también a los trabajadores administrativos como las secretarias, los empleados de banca, los contables e incluso los abogados y los asesores financieros (véase el Gráfico 2). Y es que las características financieras del servicio se evidencian en la participación del negocio de la salud en operaciones bursátiles. Algunas EPS del país han realizado oferta pública de acciones, pero más que eso, se ha tratado de intercambios cerrados de acciones al cual tienen acceso los socios del momento.

El 1% más rico de la población mundial ha capturado el 27% del complete del crecimiento mundial desde 1980, mientras que el 50% de abajo solo ha capturado el 12%, pero ese 12% es tanto dinero que se nota de forma muy importante en términos relativos. La primera gran conclusión es que la globalización ha aumentado la desigualdad, no que la ha reducido. La desigualdad entre personas, entre los países, y dentro de cada país, es el resultado dos fuerzas que se enfrentan. Un caso muy evidente es lo ocurrido dentro de China e India, proceso que ha llevado a un importante crecimiento en el ingreso mundial. Esta desigualdad genera muchos problemas sociales y políticos, que ponen en riesgo la marcha del proceso global tal como es diseñado desde los centros corporativos y financieros.

O sea, la globalización permitió aumentar los ingresos de los deciles altos tanto por la mayor remuneración al capital productivo como al capital financiero. También se analizan efectos de flujos financieros (figura 12), la desigualdad aumenta en países con flujos de inversión entrantes, pero disminuye si los flujos salen del país (FDI_IN/OUT). Estos resultados son consistentes, puesto que sucede lo mismo al analizar la posición deudora o acreedora del país a través de las cuentas IIP medidas por los activos y pasivos netos (AFAN, LIN). El análisis del empleo (figura 5) indica una relación no lineal de EMP_N aunque la magnitud del efecto se contrarresta debido a la cantidad de empleados en los diferentes sectores. El aumento de la desigualdad se debe a una mayor pro- porción de empleo en el sector agrícola y la diminución corresponde a la del sector industrial y de servicios.

El dinero de la globalización vuela sin restricción de país en país, buscando estados de refugio con legislaciones laxas y países con crecimiento económico sostenido, que permitan tasas de interés atractivas. Pero cuando estos receptores, refugios de dinero, muestran signos de inestabilidad, los capitales se van tan fácil como llegaron. Entonces es cuando comienzan los déficits, el crecimiento se frena, y lo que fue bonanza se torna en recesión, desempleo y más inequidades sociales. Los países en desarrollo mantienen un sistema de atención a la salud que está en poder de las élites sociales y económicas. De esta circunstancia se deriva la gran incapacidad de los servicios de salud públicos para llegar a los más necesitados; a pesar de su mayor carga de enfermedad, los pobres reciben menos subsidios gubernamentales destinados al sector de la salud11.

La Brecha Digital El Nuevo Rostro De La Desigualdad En Latinoamérica

Solo así, las nuevas tecnologías quizás puedan convertirse en un issue que ayude al cierre de las brechas que enfrentamos ahora. No está demás reiterar que solamente se someten a esos sistemas a los usuarios de sistemas públicos de salud, asistencia social y transporte que, en common, no incluyen las élites locales que pueden prescindir de ellos y recurrir a prestadores privados; manteniendo mayor management sobre su información y preservando su privacidad. En Chile, la implementación de sistemas de identificación biométrica en el sistema nacional de salud preocupa por las posibles limitaciones que podría generar a poblaciones marginadas y empobrecidas -e incluso a personas mayores, por la pérdida de legibilidad en rasgos como las huellas digitales- para su acceso a servicios básicos de salud.

Es así como la misma tecnología es quien se ha tenido que hacer cargo de esta situación, promoviendo la flexibilización de los espacios de trabajo, para así responder a una demanda inminente que se acentúa en el tiempo, por la necesidad de seguir avanzando en materia tecnológica. Al observar el currículum escolar vemos que el ramo de Educación Tecnológica (Edutec) es uno de los que presenta mayor déficit en la educación secundaria, al punto que la prueba de conocimientos disciplinarios de la Evaluación Nacional Diagnóstica (END) de Edutec ya no se está generando. Esto porque hasta el año 2020 sólo 6 estudiantes a nivel nacional se presentaban a rendirla versus los más de 1700 estudiantes del área de inglés. “Las nuevas formas de digitalización se están extendiendo a más ámbitos de la vida pública y privada, con casos especialmente preocupantes relacionados con la migración y el asilo, la gestión laboral y del lugar de trabajo, y el sistema de justicia penal”, concluyó Aspen. El informe sigue a otras investigaciones de Amnesty Tech que han puesto de relieve la creciente intersección de la tecnología y el bienestar social en todo el mundo, especialmente en lo que respecta al uso cada vez mayor de la toma de decisiones basada en algoritmos. Gracias al carácter internacional y multidisciplinario del estudio, se podrá trazar una comparabilidad de carácter longitudinal sobre las significaciones y respuestas de las familias —respecto a las medidas de sociosanitarias— en diversos contextos nacionales, y una sensibilidad tanto para las comunidades globales como para las variaciones locales.

Brechas digitales es el primero de cuatro informes sobre tecnología y desigualdad cuyo objetivo es iniciar conversaciones entre organizaciones de la sociedad civil, gobiernos y movimientos preocupados por el aumento de la desigualdad en todo el mundo, especialmente en el contexto de nuevas tecnologías como la IA. Los datos del último censo revelan que en Guatemala el 62% de la población censada de siete años en adelante utiliza un teléfono móvil, lo que significa un total de 7.seventy five millones de personas. Sin embargo, el acceso a una computadora es de un 21% y de Internet 29%; este último se ha facilitado gracias al uso extensivo de telefonía celular.

Por último, en el capítulo 10 se realiza un análisis en torno a las políticas que se han fomentado en países desarrollados en materias de brecha digital argumentando que, si bien, centrarse en la infraestructura resulta relevante para reducir la brecha digital, esta preocupación solo constituirá una condición previa para la inclusión digital. El libro problematiza, en este sentido, que el simple acceso a las tecnologías no se traduce automáticamente en resultados favorables en su uso. En relación con lo anterior la autora cuestiona que uno de los principales focos de la política haya sido centrarse en la inclusión digital desatendiendo el desafío que emerge al considerar la constante evolución y desarrollo de las tecnologías. La reflexión finaliza acudiendo a las contribuciones de van Dijk (2006)4, quien delimita un marco conceptual que permite atender y responder a las desigualdades creadas por la tecnología. En concreto, se expone que las desigualdades digitales proveerían distintos tipos de desigualdad que podrían incluso incidir en desigualdades tecnológicas, inmateriales, materiales, sociales y educativas de los individuos. Aquí resulta importante que las políticas abocadas a la capacitación tecnológica puedan garantizar y focalizarse en las personas que ya se encuentran excluidas, de forma que el acceso a las tecnologías no se traduzca en una doble exclusión.

Esto sugiere que las tecnologías no emerjan como un nuevo elemento de segregación social para personas que ya se encuentran en desventaja, sobre todo, al tener presente que las necesidades de los usuarios son diferentes y contextuales. Abordar el tema de las brechas digitales es una oportunidad para mejorar el acceso de las mujeres rurales a este recurso y promover su empoderamiento económico y político. Se ha hecho evidente que algunas dinámicas, incipientes o generalizadas, en respuesta al confinamiento social y las medidas de sana distancia, no desaparecerán cuando el coronavirus deje de amenazar la salud de millones de personas alrededor del mundo, sino que pasarán a formar parte permanente de la cotidianidad. Por ello, hay por delante una ardua labor de investigación, reflexión, planificación y desarrollo de políticas públicas para incrementar el acceso a internet, equipo de computación y alfabetización digital de los sectores más excluidos de la población. La comunicación digital, desde llamadas y video conferencias para temas educativos y laborales hasta la inclusión e implementación de eCommerce, se ha ido integrando en la cotidianidad, generando nuevos desafíos en su uso, pero también acentuado las brechas digitales que marcan las desigualdades sociales y económicas en millones de personas en América Latina. El término de “‘brecha digital”, que de acuerdo a Norris (2001), describe las desigualdades en el acceso a las TIC, ha venido cobrando relevancia en el contexto del a pandemia.

tecnologia y desigualdad social

La alianza busca promover una relación abierta de colaboración académica en docencia, investigación, extensión, vinculación con el medio y actividades asistenciales docentes. El convenio fue firmado este 22 enero por ambas instituciones, representadas por la decana de la Facultad de Ciencias Sociales, Teresa Matus, el director general del Hospital Clínico, Eduardo Tobar, el director académico, Paul Délano, y el director de la Clínica Psiquiátrica Universitaria, Pablo Gaspar. Para optar a diversas becas, participar en las actividades gratuitas de «La U Invita» o acceder a prestaciones médicas del SEMDA, entre otros beneficios, las y los estudiantes que ingresen a primer año podrán completar su Formulario de Caracterización Estudiantil (FOCES) hasta el 26 de enero. Un aparato para enrollar las mangueras de manera rápida y segura es la solución ideada por un grupo de estudiantes de Ingeniería Industrial e Ingeniería Mecánica de la Casa de Bello.

Paulina Benítez profundiza en una de las ramas más controvertidas del discurso en que se basa el modelo económico chileno, el mérito. Entonces, ese mérito se trata de un individualismo muy competitivo y ese quizás es uno de los legados más nocivos de esa estrategia de desarrollo, como lo fue el individualismo muy exacerbado. Si fue a la universidad, después trate de estudiar un postgrado y eso va a significar mayor salario’.

En este sentido, se requiere de innovación tecnológica para mejorar el acceso a Internet a los y las estudiantes que enfrentan más precariedades, y puede abrirse una oportunidad única para llevar a Internet a quienes más lo necesitan y los lugares más alejados al avanzar en la instalación de la tecnología 5G en Chile. La cuarentena ha tensionado el sistema educacional chileno, desde la educación parvularia hasta el pregrado universitario. En la Universidad, de un momento a otro, fue necesario crear becas de conectividad y dispositivos para que todos y todas tuvieran un acceso equivalente a las clases on-line.