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Libro Pobreza Y Desigualdad En Los Países En Vías De Desarrollo De Juan Romero González,javier Pérez Esparcia

Diversos estudios concluyen que la desigualdad educativa está directamente relacionada con la clase socioeconómica y el nivel de acceso a oportunidades (ante condiciones socioeconómicas deprimidas, menores oportunidades y viceversa). Así, la educación perpetúa las desigualdades que surgen con la clase social, el género y el origen étnico. En la misma senda de la desigualdad, la CASEN mostró que en todos los indicadores hubo un incremento en la distribución de la riqueza. Mientras en 2017 los ingresos de los hogares del 20% más rico eran 11,9 veces mayores que el 20% más pobre, en el 2020 esta cifra se elevó a 23,eight. Asimismo, en el estudio se identifica que el 60% de los hogares más pobres concentran menos ingresos del total de hogares en comparación con la medición anterior, aun considerando los aportes del Estado. En cambio, los hogares de mayores recursos aumentaron sus ingresos durante la pandemia, lo que explicaría la acentuación de la desigualdad en todos los parámetros.

Los sistemas educativos deben procurar recursos financieros y no financieros para los alumnos de menores recursos para asegurar que todos los alumnos gocen de altos niveles de aprendizaje. En adición, es igualmente importante responsabilizar a las escuelas por sus resultados académicos. Una buena educación, según expertos, tiene la función de adquirir habilidades y certificar conocimientos para participar aún más en la sociedad, y sirve para “socializar”.

En este sentido, la directora del Centro de Microdatos de la Universidad de Chile, Lorena Flores, aseguró que, más allá del Gobierno de turno, “Chile es un país serio en términos de estadística y es conocido a nivel latinoamericano, incluso a nivel internacional, respecto de su dureza y firmeza estadística”. De Chile tiene una vasta experiencia en la aplicación de este instrumento, en coordinación con otras instituciones. El Laboratorio de Exploración Espacial y Planetaria (SPEL) de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile actualmente prepara un conjunto de experimentos que serán enviados el próximo año a la Estación Espacial Internacional. Esta unidad, además, está realizando una consulta pública para conocer la opinión de la sociedad sobre esta misión y futuras misiones espaciales, así como conocer, entre otras materias, qué tipo de experiencias o experimentos les gustaría enviar al espacio si tuvieran la oportunidad de hacerlo.

Tanto de la gestión como del apoyo pedagógico y del desarrollo de las escuelas públicas locales. Estudios internacionales como los de Parcel, Dufur y Cornell (2010) coinciden en afirmar que la pobreza materials es un factor de riesgo para niñas y niños, ya que implica menor acceso a recursos educativos que apoyen el proceso de aprendizaje, como materiales y actividades educativas. Por su parte, Weiss y otros (2009) establecen que «padres, madres o cuidadores que viven en condiciones de pobreza o estrés económico experimentan más problemas de salud mental, que pueden limitar su habilidad para apoyar los estudios de niñas y niños e incrementar la probabilidad de uso de prácticas punitivas. También enfrentan más barreras logísticas para acercarse a la escuela como falta de transporte, falta de flexibilidad de tiempo diario y falta de tiempo para vacaciones».

La Asamblea General de la ONU al aprobar la Declaración Universal de Derechos Humanos en 1948 reconoce el derecho a las madres y niños/as a “cuidado y asistencias especiales”, así como “protección social”. En los años sucesivos, la ONU exhorta a los Estados a velar por los niños en las situaciones de vulnerabilidad por emergencias y conflictos. En 1989, tras 10 años de negociaciones, desigualdad rural y urbana se aprueba la Convención sobre los Derechos del Niño, que vincula a los Estados Partes a cumplir las normas de este tratado Internacional. La Convención sobre los derechos del niño/a ha sido ratificada por 196 Estados Parte de la Convención. Ha sido uno de los tratados sobre derechos humanos que más rápidamente ha sido ratificado y a la que más países se han adherido.

Lo siguen Turquía, Estados Unidos y Lituania, siendo los países con menor desigualdad Islandia, Eslovaquia y Eslovenia (OCDE, 2018). La desigualdad de Chile es intra e interregional, los ingresos del 10% de la población más rica del país son 27 veces mayores que el decil más pobre (OCDE, 2015)6, por sobre el promedio de los países de la OCDE, donde el 10% más rico gana 9,6 veces más que el 10% más pobre (siendo esta la mayor diferencia de los últimos 30 años) (Keeley, 2015). Actualmente en Chile, el 20% de mayores ingresos lo es 10 veces más que el 20% más pobre (OCDE, 2018).

En su discurso, Angel Gurría (Secretario General de la OCDE), declara que la experiencia chilena enriquecerá el acervo de la OCDE en cuestiones clave, siendo un ejemplo al combinar crecimiento económico y mayor bienestar social. Gurría comentó que Chile ocuparía un lugar que le pertenece por mérito propio, cuyo objetivo es que comparta sus buenas prácticas y políticas públicas con los demás países de la OCDE. Además enfatizó que Chile sería parte de este conjunto de países que ayudan a que la economía mundial sea más fuerte, limpia y justa (informa oecd.org, el día eleven de Enero de 2010, a través del titular “Chile, primer país sudamericano miembro de la OCDE”).

desigualdad social pobreza

Realizamos investigaciones cualitativas en torno a temáticas de pobreza en las regiones de Chile que buscan incidir en políticas públicas. Algo que usted también tiene presente en el caso chileno es la “promesa de la movilidad”, y cuando se pregunta si es posible lograr una alta movilidad intergeneracional con altos niveles de desigualdad, la respuesta parece ser que no. A pesar de la información que vemos, seguimos viendo cómo la política sigue ensimismada en sus propias causas y convicciones, y no en las de la ciudadanía. Transmitiendo una y otra vez su visión del problema y no palpando la realidad agobiante que viven muchas familias. Sin embargo, en cualquier escenario, especialmente el actual, parece inconcebible abandonar la pelea contra la pobreza, aunque el discurso contra la desigualdad esté en su auge de popularidad.

Dado que las cifras iniciales de desigualdad en Chile son muy altas, los avances han sido lentos y se necesitaría de un mayor esfuerzo por parte del Gobierno para someter todas aquellas fuerzas que amplifican las desigualdades. Ciertamente hay muchos otros aspectos a considerar, si se tiene en cuenta la devaluación de la institucionalidad política, el empoderamiento de las comunidades y los cambios que trae consigo la automatización del empleo y la revolución digital. Es tarea de todos contribuir a superar los obstáculos y aspirar a un país más justo, próspero y solidario.

El resultado de la desigualdad es que las personas afectadas se mantendrán marginadas de buenas oportunidades, por no haber podido acceder a un proceso de aprendizaje exitoso. Por ejemplo, la última encuesta CASEN revela que la pobreza aumentó desde un 8,6% en 2017 a un 10,8% en 2020, recogiendo en parte los efectos de la pandemia. El ministro de Desarrollo Social y Familia, Giorgio Jackson, dio a conocer los resultados de la Casen 2022, el principal instrumento de medición socioeconómica y la encuesta más grande que se realiza en el país. Dirigentes sociales, alcaldes, académicos y expertos de todo el país reflexionarán desde sus territorios sobre los problemas y soluciones posibles a los temas que nos afectan. En el frente económico, la pandemia de la COVID-19 ha aumentado significativamente el desempleo mundial y ha recortado drásticamente los ingresos de los trabajadores.

En el libro de March (2013) se cita a Sunkel & Paz (1986), quienes definen desarrollo como un proceso de cambio social, cuyo objetivo es igualar las oportunidades sociales, económicas y políticas, refiriéndose a un nivel nacional y a las sociedades que alcanzan mayores niveles de bienestar. Todaro y Smith (2012) por su lado, adopta la definición desarrollada por Amartya Sen15, donde se relacionan el proceso de desarrollo con la calidad de vida y con la capacidad de las personas de elevar su estatus, adicionando los conceptos de autoestima y libertad. En este último sentido, el Programa para las Naciones Unidas y el Desarrollo desigualdad segun autores (PNUD) en 2016, hace referencia a las libertades humanas como “la libertad de desarrollar todo el potencial de cada vida humana -no solo el de unas pocas ni tampoco el de la mayoría, sino el de todas las vidas de cada rincón del planeta- ahora y en el futuro” (pp. 30). Con la nueva metodología, se aprecia que en ambos años se repiten tanto las regiones más desiguales como aquellas con menor nivel de inequidad. Siguiendo la tendencia de los años anteriores, La Araucanía y la Región Metropolitana ocupan el primer y segundo lugar, con un índice de Gini de 0,444 y 0,434 respectivamente en 2015 y de 0,453 y 0,452 en 2013.

“Obtener una imagen más clara de la pobreza y la privación es un primer paso fundamental para elaborar y aplicar políticas e intervenciones más eficaces y para orientar mejor los escasos recursos hacia donde tengan una mayor repercusión” (Melinda Gates, Copresidenta de la Fundación Bill y Melinda Gates). La desigualdad sería menos problemática si el lugar que ocupan las personas en el orden social fuese pasajero, sujeto a cambios durante el ciclo de vida o, por último, si la posición social de los hijos no dependiera de la de los padres. Al igual que otras naciones de América Latina, su origen se remite a la Colonia, cuando se constituyeron las instituciones que la inician, como la concentración en la propiedad de la tierra y la relación jerárquica entre la clase alta y el bajo pueblo. Incluso los países más equitativos exhiben algún grado basal de desigualdad vinculado a la división del trabajo, la que requiere pagos diferenciados acorde a la complejidad de las ocupaciones o para el fomento de actividades que están sujetas a un considerable nivel de riesgo, como la innovación y la labor empresarial. Además de la desigualdad, que por si sola ya es grave, otro problema que afecta al crecimiento es la falta de oportunidades de empleos de calidad, principalmente para los más jóvenes, lo que se ve reflejado en las crisis que ha habido en Europa (Grecia y España por ejemplo), donde los jóvenes fueron los más afectados con la cesantía que se provocó.

Los resultados confirmaron la mencionada heterogeneidad del territorio chileno, obteniendo Ginis que van de 0,41 a 0,sixty three. Asimismo, se expone que las regiones del sur, así como la Metropolitana, tienden a tener comunas con mayor nivel de desigualdad del ingreso (similares resultados obtuvieron Ramírez et al. [2009] en su estudio comunal). Siguiendo al texto Desiguales y a la OECD (2012), se necesita reducir las brechas que existen en la estructura productiva de la economía chilena, que se expresan en circuitos diferenciados de productividad, competencias laborales, salarios y estabilidad en los empleos. Entre las políticas a considerar destacan las que mejoran la productividad vía capacitación, aumentan la participación laboral femenina y reducen las prácticas discriminatorias en el mercado del trabajo; así como un fortalecimiento de todos los niveles del sistema educativo. El desarrollo de este estudio, da pie a nuevos proyectos que impulsarían herramientas para resolver la problemática.

vida. La mayoría de las regiones del país presentaron bajas estadísticamente significativas en la pobreza multidimensional en comparación a la encuesta Casen 2017, destacando Ñuble (- 9,2 pp), La Araucanía (-7,2 pp), Coquimbo (-6 pp), Aysén (-5,6 pp), Los Lagos (-4,9 pp) y Magallanes (-3,6 pp). Chile ha sido tremendamente exitoso en disminuir los niveles de pobreza en las últimas décadas, y es importante que la nueva Constitución protect y potencie la instituciones que han sido efectivas en ese propósito y que permitan implementar los cambios necesarios para seguir avanzando en esa dirección. Políticas que reduzcan la desigualdad también son importantes, e idealmente complementarias a las que están enfocadas en reducir la pobreza, pero el sentido de urgencia de las últimas parece ser mayor. La pandemia tuvo un fuerte impacto en el aumento de la desigualdad de ingresos y también se pudo observar el rol de la política social para contener esos aumentos. Esto se observa en la diferencia de los indicadores al medirlos entre los ingresos autónomos y entre los ingresos monetarios (después de transferencias del Estado).

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Si bien estos indicadores aún no alcanzan la relevancia que tiene el coeficiente de Gini en el debate público, en parte porque su disponibilidad es más reciente, hoy son el estándar en el debate académico sobre desigualdad. En un esfuerzo inédito por acercar la evidencia científica desigualdad economica globalizacion al debate público, un grupo de investigadores crearon una base de datos de acceso abierto que permite un análisis más sistemático de la desigualdad a nivel global. Sin embargo, no son suficientes para entender el problema en su globalidad y pueden inducir a conclusiones erróneas.

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La literatura académica sugiere que los impuestos óptimos al ingreso de los individuos en la parte más alta de la distribución deberían ser altos (estimaciones sugieren que podrían llegar a 73%, e incluso sobre el 80% si existe apropiación de rentas no productivas). Las personas de mayores ingresos ahorran más, desigualdad de recursos y por lo tanto el consumo representa una menor proporción de sus ingresos comparado con las personas de menores ingresos. Cuando los estudiantes de estos colegios son evaluados por PISA logran resultados similares al promedio de los estudiantes de la OCDE, que en su mayoría asisten a escuelas públicas.

“La desigualdad estaba presente en el día a día, veía derroche de dinero por un lado y por el otro a gente buscando comida en la basura”, recuerda. Finalmente, el Informe Regional de Desarrollo Humano 2021 señala que América Latina y el Caribe volvió, en 2019, «al mapa del malestar social con crecientes protestas y demandas de cambio. A lo largo de 2020 y 2021, ALC se convirtió en un epicentro del COVID-19; a pesar de la acción rápida y medidas de confinamiento estrictas, los países sufrieron una carga desproporcionada de casos y muertes. Esto trajo consigo múltiples disaster económicas y sociales, incluida una economía en contracción con un espacio fiscal limitado, junto con el aumento de la pobreza y el hambre».

Por eso, como Gobierno que representa a las mayorías, nos hemos puesto colectivamente en marcha. No estamos partiendo de cero, porque en las décadas pasadas se crearon condiciones institucionales y económicas, expectativas y derechos sociales sobre las cuales hoy día estamos parados”. Las causas de estas inequidades son múltiples, con factores que van desde la gran brecha de oportunidades que existe en el país, a su estructura productiva e incluso el rol del Estado (PNUD, 2017).

En este sentido, la dimensión ex-post, que hace referencia a los resultados e ingresos, sí se encuentra presente en las políticas analizadas, sin embargo, no es la única dimensión que se considera en ellas. El artículo reconoce que hoy en día el país y el mundo entero se encuentran sufriendo una de las peores disaster sanitarias que se haya visto en mucho tiempo, lo que ha traído y tendrá consecuencias para esta agenda y sus objetivos ( Noticias ONU, 2020; United Nations, 2020a). En este sentido, Iwuoha & Jude-Iwuoha (2020) argumentan que la actual situación mundial causada por el COVID-19 ha retrasado gran parte del trabajo que se había llevado a cabo respecto de la Agenda 2030, como también ha dejado en evidencia, nuevamente, las insuficiencias del modelo de desarrollo que se había alabado tanto en algún momento de la historia.

Los estudios sobre desigualdad raramente indican cual sería un grado de desigualdad socialmente aceptable. La discusión acerca de la desigualdad, por otro lado, se ha centrado en la desigualdad de ingreso y solo muy recientemente han surgido trabajos académicos sobre otras dimensiones en las cuales se expresa la desigualdad. Por consiguiente, si bien la hipótesis propuesta sobre que esta estrategia se basa principalmente en la reducción de ingresos, no está equivocada, pero sí estaría incompleta, de acuerdo a lo informado por el Consejo Nacional para la Implementación de la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible (2018).

En el panel, también estuvo invitada la presidenta de Colegio de Antropólogos de Chile, Natalia Caniguan, para analizar la empleabilidad, cómo se configura el campo laboral y de qué manera la formación académica de antropólogo en Chile, pero también en otros países como México, está respondiendo o no a las demandas actuales. Asimismo, se realizó un foro organizado en conjunto con el Colegio de Antropólogos de Chile. En esta instancia, el Dr. Reygadas abordó el tema del mercado laboral de la antropología y los problemas que encuentran los antropólogos jóvenes para insertarse en el mundo del trabajo, y expuso parte de su investigación realizada en el 2019 que condujo a un libro llamado “antropólogo del nuevo milenio”. Los países en los que se han constatado progresos en un mayor número de indicadores son Alemania, Canadá, Corea del Sur, Estonia, Hungría, Polonia, República Checa y Reino Unido.

Cada año existe una diferencia significativa entre la tasa de desempleo de la población indígena y no indígena, siendo en 2015 de un 8,3% para los primeros y un menor 7,4% para los segundos. A nivel educacional, la población indígena también se encuentra más vulnerable, principalmente las personas mayores. El 16,8% de los mayores de 60 años se declaran analfabetos y un 46,6% de los mayores de 19 años no han alcanzado la enseñanza media completa (38% de la población no indígena)11.

Para los autores, esto llama a priorizar con urgencia a los establecimientos de bajo desempeño que educan a los niños y niñas más vulnerables. 10.7 Facilitar la migración y la movilidad ordenadas, seguras, regulares y responsables de las personas, entre otras cosas mediante la aplicación de políticas migratorias planificadas y bien gestionadas. Que un gran sector de la economía funciona de manera informal y no puede hacer teletrabajo ni vivir en burbujas, tiene que salir día a día a buscarse el pan”. “Generalmente, la ideología que promueve la desigualdad hace que incluso las personas en condiciones más perjudiciales justifiquen la desigualdad”. «Muchas de las aproximaciones a pensar en cómo escapar de esta trampa inevitablemente dejan una larga lista de ‘buenas políticas’ que funcionan para abordar estos canales por separado. En ALC, esto a menudo ha resultado en incentivos políticos que dan lugar a políticas fragmentadas, con perspectiva de corto plazo, que en algunos casos profundizan las distorsiones existentes», dice el documento del PNUD.

No obstante, del whole de las veintiocho acciones públicas incluidas en el informe, esta es la única cuyos documentos no son de acceso público. Como se puede observar, las metas de este ODS contemplan los aspectos económicos, políticos y sociales, lo que va en la línea de lo planteado respecto de la multidimensionalidad de la desigualdad económica. Es decir, que esta no solo considera el tema de ingresos, sino que hay una gama amplia de particularidades a considerar para lograr reducirla. Por ejemplo, la meta 10.2 busca promover la inclusión social, económica y política de las personas, con un foco antidiscriminatorio, y la meta 10.3 hace referencia explícita sobre las dimensiones ex-ante y ex-post de esta, al demandar reducir las desigualdades de oportunidades e ingresos, respectivamente. No obstante, este ODS tampoco ha quedado exento de críticas, lo que ha llevado a varios académicos/as a dudar de sus posibilidades de éxito.

El escenario más optimista de acuerdo a las estimaciones para Chile, nos deja como el país más desigual entre países ricos y como el sexto más desigual a nivel global. Para Chile, existen diferentes estimaciones de la porción de los ingresos que se lleva el 1% más rico, que varían dependiendo de los datos disponibles, supuestos metodológicos, y correcciones hechas por evasión y elusión. El estudio de Flores, Sanhueza, Atria y Mayer encuentra una concentración en torno al 24% usando datos tabulados. Fairfield y Jorrat usan microdatos administrativos de 2005 al 2010 y, ajustando por evasión y elusión, encuentran cifras en torno al 33%. Todos los estudios son relativamente consistentes y sugieren que los individuos en el 1% más rico reciben entre un cuarto y un tercio del ingreso nacional. El sistema educacional chileno, en vez de enseñar a todos por igual, servir para integrar a los niños de distintos orígenes sociales, promover la convivencia en comunidad, estimular la promoción social, favorecer un mismo lenguaje y valores, se ha convertido en instrumento de exclusión y ampliación de las desigualdades.

Lo anterior es importante porque en el debate en Chile se suele achacar nuestra mala distribución del ingreso a nuestro mercado (¿“neoliberal”?). Una de las principales críticas que se le ha hecho a este ODS se relaciona con la forma en que este fue concebido. Si bien los 193 países resolvieron en conjunto los objetivos que esta Agenda 2030 contemplaría, aún así hay quienes abogaron por no incluir un apartado especialmente dedicado a las desigualdades al momento de las negociaciones, principalmente debido a que este implica, de una forma u otra, un problema redistributivo ( Donald, 2017; Oestreich, 2018 ).

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diversidad de valores, preferencias y capacidades que nos distinguen como personas. Cada año, el HUD publica el tope de ingresos familiares que se utiliza para determinar la elegibilidad en subsidios de vivienda administrados por los distintos niveles de gobierno. Estos límites se basan en estimaciones, ajustadas por tamaño de familia, de la media del ingreso acquainted para las áreas metropolitanas y no metropolitanas designadas. Las estimaciones resultantes de Area Median Income (AMI) permiten que los ingresos familiares se expresen como un porcentaje de la media para la zona.

Por tratarse de una imputación, este dato no está asociado a un intervalo de confianza y su error muestral no es conocido. En el caso de comunas que no son cubiertas en la muestra de la Encuesta Casen no es posible contar con estimaciones directas, ni tampoco es factible aplicar el método de estimación para áreas pequeñas que el Ministerio de Desarrollo Social y Familia utiliza para estimar la tasa de pobreza por ingresos a nivel comunal. En enero del año 2015, el Ministerio de Desarrollo Social y Familia introdujo un conjunto de cambios a la metodología que estuvo vigente desde el año 1990, iniciando una nueva serie de datos sobre pobreza por ingresos. La medición de la pobreza de acuerdo a estas dos metodologías es realizada de manera simultánea con información estadística levantada por la Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional (Casen), instrumento con cobertura nacional cuya realización está a cargo del Ministerio de Desarrollo Social y Familia. La información estadística entregada por la encuesta Casen permite aproximarse al valor de distintos indicadores a partir de la estimación de los mismos en una muestra aleatoria del total de hogares residentes en viviendas particulares.

La desigualdad es un axioma empírico que se hace evidente a través del análisis estadístico. Esto significa, para su correcta comprensión, que es ineludible descubrir el origen. La desigualdad es la desigualdad de acceso, la exclusión provocada por la satisfacción y las diferencias en la calidad de

La tabla del Anexo D resume los resultados de los indicadores evaluados en este trabajo, revelando la vulnerable posición de la región de La Araucanía, la peor catalogada en cada uno de los indicadores económicos y algunos sociales. A nivel de desarrollo económico, la Región Metropolitana logra los mejores resultados, mientras las regiones del sur del país, los peores, destacando nuevamente La Araucanía, única región catalogada con un bajo nivel de desarrollo, de acuerdo al IDERE. Otro indicador de desigualdad es el índice10/10, que expresa el ingreso del 10% más rico en función del 10% más pobre de la población.

El jefe/a de hogar es aquel miembro (hombre o mujer) considerado como tal por las otras personas del hogar, ya sea por razones de dependencia económica, parentesco, edad, autoridad o respeto. La Encuesta Casen es respondida por una persona que entrega información por todos los integrantes del hogar. Esta persona, denominada informante idóneo, es el jefe(a) de cada hogar, o en su defecto un integrante del hogar mayor de 18 años. Se excluyen aquellas personas derechos humanos y pobreza que estuvieron ausentes más de seis meses en el último año, exceptuándose el jefe del hogar y los niños menores de seis meses. Se consideran miembros de un hogar a todas aquellas personas que, siendo residentes de una misma vivienda, pueden tener o no vínculos de parentesco entre sí y habitualmente hacen vida en común, es decir, se alojan y se alimentan juntas. Dicho de otra forma, habitan en la misma vivienda y tienen presupuesto de alimentación común.

conceptos de desigualdad

Las principales conclusiones de este trabajo, revelan la gran heterogeneidad que existe entre las regiones de Chile, siendo consistente con los trabajos de Agostini y Brown (2007; 2010), Ramírez et al. (2009) y Mac Clure y Calvo (2013), quienes avalan la importancia de trabajar a distintas escalas territoriales2. Se observa que las regiones más desiguales a nivel social y económico, son igualmente aquellas con menor PIB y desarrollo económico. Además, a nivel geográfico, suelen ser las regiones del sur del país las perdedoras en materia de desarrollo y desigualdad. Estudios internacionales como los de Parcel, Dufur y Cornell (2010) coinciden en afirmar que la pobreza materials es un factor de riesgo para niñas y niños, ya que implica menor acceso a recursos educativos que apoyen el proceso de aprendizaje, como materiales y actividades educativas. Por su parte, Weiss y otros (2009) establecen que «padres, madres o cuidadores que viven en condiciones de pobreza o estrés económico experimentan más problemas de salud psychological, que pueden limitar su habilidad para apoyar los estudios de niñas y niños e incrementar la probabilidad de uso de prácticas punitivas.

Me parece interesante hablar de esto en Chile, porque la nuestra es una sociedad muy segregada en clases y con una creciente población migrante y guetos urbanos. La segregación se produce fundamentalmente por grupos aventajados que acumulan oportunidades para sí mismos. Y que trazan límites fuertes entre su propia identidad social y las personas por debajo de ellos, con el fin de mantener estas oportunidades para sí mismos. Eso significa que la segregación también está en el núcleo de la desigualdad de clases. La segregación es la causa de la desigualdad, entonces la integración es una respuesta.

Reducir la desigualdad de 0,forty nine a 0,43 para Chile o de 0,50 a 0,43 para la Región Metropolitana, implica una reducción de cerca de 18% en los conflictos a nivel nacional y de 21% en la RM. Utilizando datos de la CASEN para los años 2009 a 2017, los resultados de este ejercicio indican que alrededor del 11% de la desigualdad (medida a través del coeficiente de Gini) es exclusivamente atribuible al 1% más rico (ver Tabla 1). Este apartado concluye que, para los períodos estudiados, los territorios en peores condiciones iniciales (ya sea por ingreso o por desigualdad del ingreso), tienden a mejorar su condición respecto de los territorios más aventajados inicialmente. Aunque era de esperar que las regiones más pobres sean las que más rápido crezcan, no es obvio el comportamiento de la desigualdad. La primera declaración sobre los derechos del niño data de 1920 aprobada por la Liga de las Naciones, la cual se disolvió en 1946.

Se sostiene la tesis de que el problema de la igualdad/desigualdad no puede ser entendido como un resabio de formas previas de diferenciación, sino que forma parte de la sociedad moderna. Se presentan en primer lugar los conceptos centrales que enmarcan la reflexión teórica, las críticas a esta posición, algunas precisiones conceptuales necesarias y, finalmente, algunas vías de reenfoque del problema y una propuesta de programa de investigación para la desigualdad de la sociedad. Muchos trabajos de investigación han tratado de identificar cuán importante es la relación entre desigualdad y desarrollo, y los mecanismos para explicar dicha relación. Una de las conclusiones es que ella opera vía mecanismos más indirectos de lo que se creía. Así, Daron Acemoglu y James Robinson argumentan que las brechas socioeconómicas afectan negativamente el desarrollo de los países cuando se traduce en un acceso, también desigual, al poder político; este mecanismo se relaciona con la potencial captura de rentas por parte de la élite y el bloqueo de oportunidades de desarrollo para el resto de la población. La contrapartida de la concentración en el tope son los bajos sueldos que obtiene la mitad de los asalariados, cuya remuneración es inferior al ingreso que necesita un hogar promedio para cubrir sus necesidades básicas (línea de pobreza).

¿En qué consiste la libertad, en qué consiste la igualdad y cómo se relacionan ambas concepts dentro del marco de nuestra sociedad democrática? Es una gran pregunta, porque el discurso político precise a menudo trata la libertad y la igualdad como opuestas. Y no hay duda de que hay cierto concepto de igualdad que nos llevaría en esa dirección. En ciertos regímenes comunistas totalitarios pretendían lograr la igualdad, y definitivamente redujeron la desigualdad económica, sin embargo a un costo terrible para la libertad. Pero también a un gran costo para la igualdad, porque son los jefes del partido los que ahora están por sobre todos los demás, y eso no es igualitario.

Los indicadores de seguimiento y evaluación deben poder también decir cuánto se avanzó en términos de equidad de género. En esta declaración de principios, no se señala patentemente que se espera un aporte de las mujeres en las decisiones económicas y políticas del país, como sí ocurre explícitamente en el caso español. No se puede negar que Chile ha experimentado un desarrollo sin precedentes desde el retorno a la democracia (1990). Se ha logrado en un escenario de estabilidad política y social, preservando equilibrios macroeconómicos a pesar de los shocks internacionales (Sunkel e Infante, 2009). Asimismo, las políticas sociales, enfocadas a la población de menores ingresos han obtenido buenos resultados disminuyendo la pobreza del país y en cada una de sus regiones. Chile fue el primer país Latinoamericano invitado a ser parte de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

El objetivo de este trabajo es reflexionar sobre algunos de los aspectos sociopolíticos y culturales que han ocurrido en Chile a raíz de la pandemia del Covid-19. La segunda sección examina tres ejemplos que permiten elaborar una crítica a los procesos de despolitización, desconexión y banalización del gobierno ante la crisis sanitaria. Finalmente, de la desigualdad social se lleva a cabo una reflexión sobre las ollas comunes como práctica cultural que contribuye en la repolitización de  los barrios. Y desde las críticas al concepto mencionó que se le atribuye a Galtung un objetivo político normativo de denuncia y se pregunta si es posible describir y denunciar a la vez, por muy legítima que sea la denuncia.

Mac Clure y Calvo (2013) proponen una división administrativa basada en el actual estado del proceso de urbanización. Conocer los derechos de las niñas y niños nos sensibiliza y nos hace responsable de su cumplimiento. Es reconocer que son seres humanos y titulares de sus propios derechos, al igual que los adultos.

En el 2017, el Congreso chileno aprobó la nueva Ley de Educación Pública, que tiene como objetivo transferir los servicios de educación pública de los gobiernos municipales a nuevas agencias locales de educación para conformar un nuevo sistema nacional de educación pública. Esta situación, a su vez, limita las posibilidades de progreso de las sociedades, ya que se pierden capacidades de generación de nuevos negocios y otras instancias de mejora del bienestar de la sociedad. Por último, la desigualdad tiende a causar situaciones de conflicto social que, a su vez, pueden derivar en consecuencias que afectan las posibilidades de desarrollo, ya sea a través de situaciones de inestabilidad política o por el tipo de políticas económicas implementadas. En los últimos 15 años ha habido una reducción de la desigualdad de los ingresos, aunque el coeficiente de Gini de 0.forty eight en la última medición disponible para Chile (2017) está lejos aún del promedio de las economías desarrolladas (figura 2).