Estamos ante un conjunto de prácticas, de artistas, investigadores, gestores, que buscan un espacio en el cual alojar sus preocupaciones e iniciativas, y es una responsabilidad compartida, tanto de estos grupos como del Estado y la institucionalidad cultural, crear las instancias para recoger, apoyar y asimilar estas complejidades. Sería interesante, en el contexto de ruptura que ha significado el “estallido social” de los últimos meses en Chile, especialmente en cuanto al cuestionamiento de la legitimidad del orden establecido, analizar cómo puede haber evolucionado la categoría cuico. Los múltiples rayados referidos a los cuicos que es posible apreciar en los muros de la ciudad hacen pensar que esta categoría, y los grupos a los que designa, son parte del problema que se quiere denunciar. Podríamos hipotetizar que, en el contexto actual, la palabra cuico ha comenzado a ser movilizada en un sentido más político, que se relacionaría precisamente con la identificación de un “otro” como responsable de la situación de desigualdad y abusos perpetrados desde hace décadas en el país. Será necesario emprender nuevas investigaciones que permitan abordar estas preguntas en el futuro.
Pero no es común que se profundice a cabalidad el estudio de estas durante el periodo de pregrado de Arquitectura en la mayoría de facultades. Quizás la mejor manera de entenderlas – desde el punto de vista arquitectónico- es haciéndolo a través de la experiencia. “Vivo mi Calle” es una de sus iniciativas participativas -recientemente ganadora del Premio Ocupa del FIIU que fomenta el derecho a ciudades saludables creando espacios públicos y rutas seguras con la juventud.
Primero, los percentiles de mayores ingresos concentran una parte sustantiva de los ingresos. Por ejemplo, como detallamos más abajo, en Chile el 10% más rico se apropia de más de la mitad de los ingresos totales. En otras palabras, para Kaiser, que algunas personas o grupos económicos concentren la riqueza, como pasa en Chile, en donde el 1% se lleva el forty nine.6% de la riqueza del país (2), no sería un problema, ya que según él sería el resultado del esfuerzo particular desigualdad social america latina person de aquellos que han alcanzado esos niveles de acumulación. Paniagua insiste en que no puede estar detrás del estallido porque se ha venido reduciendo. Como ya mencioné, el problema está en el nivel, no la tendencia de leve y lenta mejoría. Como ha mostrado el PNUD, en la Tabla three de su informe “Índices e indicadores de desarrollo humano.
En más de una década de trabajo, hemos orientado nuestros esfuerzos en investigar y visibilizar aquellas problemáticas que afectan a los trabajadores y las trabajadoras de nuestro país en materias como derechos sociales y colectivos, dignidad laboral, seguridad social, organización y movilización, endeudamiento, entre otros. Entendiendo la economía como una de tantas herramientas a disposición del estudio de la realidad económico-social. [2] En México hubo un cambio de gobierno en 2018 en que el partido denominado Movimiento de Renovación Nacional (MORENA) tomó el poder con amplio margen en las votaciones. Este cambio colocó una propuesta educativa en su proyecto de nación que denomina Nueva Escuela Mexicana. Es un modelo educativo que se sostiene en una educación humanista, científica y tecnológica que se define como alternativa al modelo neoliberal sostenido en el país por más de treinta años. El continuum educativo institucional es un espacio de encuentros en la articulación entre la educación familiar y la escuela, proceso inmerso en contextos de desigualdad de dos instancias en movimiento y transformación cuya posibilidad puede apoyar la EPJA al posibilitar la transmisión cultural y su resignificación en el encuentro intergeneracional.
Publicado en El Desconcierto Además de la ínfima aprobación a la gestión del Presidente Piñera, la encuesta CEP también ahondó en la percepción de la ciudadanía frente a ciertos organismos, como también las prioridades de las personas (la llamada agenda social, referida a los temas de educación, salud y pensiones)…. Para qué hablar de las desigualdades no sólo de ingresos, sino también de género, territoriales, informativas, sanitarias, educacionales, ambientales, energéticas, sexuales, étnicas, habitacionales, por esperanza de vida, las cuales no solo son negadas, sino también denostadas y ridiculizadas por esta nueva derecha. Es por esto, que la desigualdad sea visto como algo inevitable y natural para él, y por tanto, solo nos deberíamos preocupar de mejorar las condiciones materiales mínimas de los más pobres entre los pobres, a través de una focopolítica, totalmente indiferente a la concentración del poder imperante y a los niveles de participación de la democracia existente. De ahí que como buen exponente de la nueva derecha mundial nacional libertaria, políticamente incorrecta y negacionista, Kaiser señale que la demanda por justicia social sea una forma elegante de defender el resentimiento social, al solo buscar quitarle a los que más tienen, ante la incapacidad de muchos por salir adelante solos. La situación de las viviendas sociales en Latinoamérica suelen ser parecidas variando de acuerdo a las adecuaciones climáticas puntuales.
De lo que se trata es de ir progresivamente identificando terrenos de investigación que requieren a la vez que de desarrollos teóricos, de reflexiones epistemológicas orientadas a las dimensiones más concretas de la investigación empírica sobre los movimientos sociales. Es evidente que además se requiere un esfuerzo de integración conceptual que ponga en sintonía el estudio de las demandas con otros terrenos factibles de investigación en el tema de los movimientos sociales como lo son los imaginarios, los proyectos, las organizaciones y las acciones colectivas. Si aceptamos el complejo desafío de hacer investigación rigurosa y creativa, de calidad y asociada a los procesos políticos de las sociedades, tal vez aportemos a devolver a las ciencias sociales su lugar crítico en nuestro tiempo. Convergentemente es preciso atender a la otra gran dimensión para el estudio de las demandas sociales desde el enfoque que nos concierne.
El hombre identificado habitualmente como ideólogo de este modelo en la Carta Fundamental chilena es Jaime Guzmán. Siendo estudiante de derecho en la UC, Guzmán creó un movimiento ideológico y político (el gremialismo) que –según explica Verónica Valdivia en Su revolución contra nuestra revolución (LOM, 2006) – tuvo una “inspiración corporativa de raíz cristiana que reivindicaba la despolitización –entendida como ausencia de intervención partidaria- de los cuerpos intermedios”. En esta ocasión, no nos referiremos a asuntos públicos, ni políticos, ni gubernamentales. Escribimos para invitarles a abrir su navegador, ingresar a Google y buscar el concepto «política pública».
La actual Cámara de Diputados está integrada sólo por 17 diputadas—un 14.2% del total de diputados—y el Senado por cuatro mujeres, después de la renuncia de la actual Ministra Matthei. Si se desplaza la atención a los municipios, se puede constatar que en la elección del 2008 la probabilidad de una mujer de ser elegida concejala fue de alrededor de un 5%. No es la única diferencia fáctica que se traduce en una desigualdad en este ámbito. Aún cuando el autor no dispone de datos sobre la materia, es seguro que existen correlaciones altas entre probabilidades de esa naturaleza y niveles educacionales, orígenes familiares, tipo de trabajo, y así por delante.
Además, la riqueza tiene la característica que suele transmitirse intergeneracionalmente, por lo que esta alta concentración de riqueza contradice principios de igualdad de oportunidades dentro de cada generación.[16] Coherente con el análisis de la primera columna, es evidente el riesgo que estos niveles de concentración suponen para el ejercicio democrático. Es por eso que algunos países han implementado impuestos a la herencia como un tipo de impuesto al patrimonio (ver aquí para una discusión al respecto). La literatura académica sugiere que las tasas óptimas a la herencia podrían ser bastante altas (del orden del 50%-60%). En easy, éste consiste en que las personas paguen todos los años una proporción determinada de sus ingresos. Considerando que los ingresos totales provienen de distintas fuentes con distintas particularidades (trabajo, empresas, mercado financiero, and so on.), su diseño es complejo y varía mucho entre países.
Entonces, para entender qué implica la desigualdad social, debemos adentrarnos en la subjetividad de la gente, en lo que piensa y siente el “ciudadano de a pie”, en cómo se perciben las diferencias en distintas dimensiones de la vida en sociedad. Nuestra institucionalidad cultural está en pleno proceso de reestructuración de sus políticas, y esta condición debe recibir y hacer participar a la comunidad colectivamente en la creación de una estructura pública con las dimensiones de un ministerio. Uno de los grandes temores es que este ministerio no sea participativo, entonces ¿cómo construir una política pública que incluya una potente participación ciudadana en la cotidianidad de un ministerio? Parece una paradoja, sin embargo las herramientas de las redes sociales tienen la facultad para resignificarse en un contexto político inclusivo. El CNCA, su Departamento de Estudios, y las áreas comprometidas en esta reestructuración, cuentan con las herramientas disponibles para crear condiciones de transparencia, las metodologías de participación necesaria, la sistematización y asimilación ampliada.
Al evaluar ambas metodologías, la organización menciona varias ventajas de la encuesta del INE. En este sentido, es importante la iniciativa de reforzar la independencia del INE, debiendo también considerarse la posibilidad de que dicha entidad sea la preferida, a la hora de realizar las encuestas relevantes de reparticiones públicas que puedan tener un interés en su resultado. Han sido varios años de trabajo los que nos han llevado a este posicionamiento, absolutamente orgánico, es decir, fruto de la dedicación y perseverancia y no de anuncios pagados para lograr figuración en internet. Se trata de un programa que se adjudicó nuestra institución, que consiste en impartir clases a las funcionarias a fin de que obtengan su título universitario.
Este artículo sugiere, siguiendo a Ernesto Laclau, identificar a las demandas sociales como claves para el estudio de la conformación de los movimientos sociales como actores políticos que disputan el orden social. Esto implica una discusión teórica pero también sobre las demandas sociales para el estudio de dichos movimientos. El contexto actual pone en discusión las políticas, discursos y prácticas educativas que ocurren en las escuelas y fuera de ellas. Las preguntas y reflexiones que se hacen derivan de las formas que han asumido las decisiones desigualdad para todos políticas en medio de la incertidumbre y la desigualdad. Algunas de estas acciones gubernamentales tienen que ver con “Aprende en casa”[1] como política actual que pone sobre la mesa discusiones en torno a la interacción de estas dos instituciones educativas, la familia y la escuela. Las familias enfrentan también una exclusión escolar que puede exacerbar la exclusión pues aún persisten en México 30.5 millones de personas en condición de exclusión educativa (INEA, 2020) y que atenderán la educación escolar de niños, adolescentes y jóvenes.
capitalismo-histórico en el actual contexto del sistema-mundo capitalista. Realizamos instancias de formación sindical y well-liked, a través de las cuales buscamos fortalecer los