Tesis de Magister, Departamento de Economía Agraria, Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal, Pontificia Universidad Católica de Chile, Santiago, Chile. 7Los sectores censales son definidos por el INE y espacializados y socioestadísticamente caracterizados por Salazar y Osses (2008), y Salazar, Hidalgo y Paéz (2011). 4Los efectos negativos de las aglomeraciones (deseconomías de escala), los cuales no serán estudiados en este documento, se encuentran la pobreza absoluta asociados usualmente a alta congestión, y también a otros elementos, como la contaminación, que podrían reducir el bienestar de la población. Una mayor y mejor discusión teórica al respecto se encuentra, aun cuando no exclusivamente, en Fujita et al. (2001) y en Henderson (2005). De igual forma, para una aproximación mayor a la realidad latinoamericana, se sugiere revisar el texto de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal, 2009).
Esto equivale al 47% de la población rural de dichos países y muestra que la tasa de pobreza rural es 60% más alta que pobreza urbana en dichos países. Respecto de las personas que viven en contextos de pobreza, los habitantes rurales del país no solamente son más pobres (falta de ingresos) sino que también tienen niveles de educación y salud (necesidades básicas) más bajos, que los habitantes urbanos. Las dificultades del mundo rural en common, e indígena en explicit, más allá de las razones estructurales e históricas, se relacionan a la falta de políticas de desarrollo específicas enfocadas a la inversión en bienes públicos como educación, salud, infraestructura, así como asistencia técnica, acceso al financiamiento, sistemas de innovación, entre otros. En el caso particular del mundo indígena, además se requiere de una visión desde la cultura indígena para el diseño de políticas de desarrollo diferenciadas. En este análisis nos encontramos con importantes diferencias entre las familias pobres que habitan en zonas urbanas y rurales.
La thought principal de la teoría de Von Thünen era que dichas actividades se localizaban de acuerdo con la renta que los productores percibían de la tierra y los costos de transporte que enfrentaban (Figura 1). Este modelo, luego retomado en las últimas décadas por varios autores, ha sido la base para los actuales modelos de localización ya no solo referidos a actividades agrícolas, sino también a otros tipos de actividades3. En la Figura 1, por ejemplo, solo las actividades más rentables (R1 en el ejemplo) podrían ubicarse a una distancia como D1, y aquellas menos rentables (R3) se ubicarían en lugares más alejados del centro (como D3), puesto que, siendo menor la rentabilidad, los ingresos son menores.
Es importante mencionar que se trata de la instrumentalización de la variable «transporte» y no de la tenencia en sí de un automóvil. En tal sentido, la variable considerada representa una proxy que corrige e indica que determinados grupos de personas tienen una mayor cercanía al centro urbano que la que sugiere su sola ubicación geográica. Aún más grave que lo anterior es el número inaceptablemente alto de habitantes rurales que no sólo vive en la pobreza, sino en la pobreza extrema. Son casi 33 millones de personas cuyos niveles de ingreso no les basta siquiera para comprar la canasta básica de alimentos. Es decir, seis de cada diez pobres rurales viven en una condición inhumana, en la extrema pobreza o indigencia. Según estadísticas de la CEPAL disponibles para dieciséis países de la región, en 2015 existían 54 la pobreza en el mundo ensayo millones de habitantes rurales pobres.
Finalmente, debe destacarse que los sectores censales son la menor representación física de una unidad de hogares en áreas rurales. Por estos motivos, creemos que dentro de la discusión constitucional no puede estar ausente el desarrollo rural. Sin embargo, al revisar los programas de los 155 constituyentes electos, observamos que la temática solo está presente -en alguna medida- en el 20% de ellos. Todo ello, con el objetivo de permitir la distribución del poder y la capacidad de agencia de la ciudadanía, resguardar el patrimonio biocultural y garantizar derechos sociales con una concepción de bienestar más amplia y diversa. Esta Alianza está compuesta por más de treinta de los más importantes expertos de nuestra región, mujeres y hombres con diversas formaciones, nacionalidades y experiencias, que conocen en profundidad el problema de la pobreza rural, ya que muchos han sido líderes de los equipos que diseñaron y condujeron algunas de las políticas más exitosas de reducción de la pobreza rural. La Alianza se propone apoyar la implementación de un conjunto renovado de propuestas políticamente viables y técnicamente factibles de implementar en América Latina, para que nuestros países puedan cumplir el Objetivo de Desarrollo Sostenible número 1, que nos convoca a erradicar la extrema pobreza del planeta en los próximos trece años.
En caso de que la variable no debiera ser instrumentalizada, se esperaría que no existieran diferencias entre ambas estimaciones, lo que se prueba mediante el check de endogeneidad de Hausman. Como se observa en el Cuadro four, las diferencias entre ambos modelos son signiicativas, rechazándose la hipótesis nula y corroborándose la necesidad de la instrumentalización de la variable «auto» y la estimación mediante el método de mínimos cuadrados en dos etapas (2SLS). Pese a lo anterior, de acuerdo al estudio, en los últimos sixteen años un 41% de la población rural salió de la pobreza por ingreso y 22,6% en el caso de la extrema. Autoridades dieron a conocer los resultados de esta importante encuesta que entre otros datos arrojó que la pobreza por ingreso llegó a 6,5%, su menor nivel histórico.
Tras años de avance sostenido en la disminución de las cifras de pobreza por ingreso y multidimensional nos encontramos con que fruto de la pandemia esa tendencia se ha detenido y retrocedido en al menos cinco años, para las cifras de pobreza, y casi dos décadas en relación con las de desigualdad (Scherman, 2021). Bravo relevó los cambios en la ruralidad nacional, entre ellos la feminización de la AFC, con base en diversos estudios recientes destinados a mejorar las políticas públicas, los énfasis inclusivos de la estrategia (mujeres, jóvenes y pueblos originaros); además del rol de la sociedad civil a través de la participación. Para Ñuble, la región con la mayor tasa de ruralidad del país (30,6%), la evolución de la pobreza rural obliga a plantear nuevos esfuerzos para seguir avanzando en la reducción de las tasas, tanto como una política de Estado y como un desafío estratégico de la región.
Luiz Beduschi, de FAO, por su parte, consideró un gusto participar y “tener la oportunidad de discutir y aprender sobre los nuevos retos que enfrenta el mundo rural con una mirada más multidimensional del desarrollo de los territorios rurales”. En tanto, la dirigenta campesina Amelia Muñoz apostó a que “será muy enriquecedor este encuentro con gente con experiencia en otros países y poder conocer qué va a pasar acá en Chile con el desarrollo rural”. Como se señaló de forma previa, se asume que la tenencia de un automóvil se encuentra directamente relacionada con el nivel de ingreso, y este con la pobreza en un sector censal. Sobre esa base, se consideró instrumentalizar la variable «auto» de la forma que se menciona anteriormente en la metodología. Finalmente, para comprobar que la instrumentalización de la variable elimina el sesgo de endogeneidad del modelo, se considera correr el modelo con la variable pura, es decir, directamente, y luego con la variable instrumentalizada, para luego observar las diferencias entre ambos modelos.
Los datos del Censo de Población y Vivienda de la RM muestran que no es evidente que la población más pobre viva en áreas alejadas a Santiago. En explicit, tal como lo muestra la Figura 2, los grupos poblacionales pobres tendrían una distribución espacial concentrada a alrededor de una hora de Santiago; sin embargo, decaerían después de ese punto hasta casi desaparecer más allá de dos horas de distancia. La segunda sección explica la información y el modelo utilizado para la contrastación de la hipótesis principal.
2001 se otorgó un bono de este tipo», por lo cual ya existe un antecedente». El senador Camilo Escalona, propuso al ministro de Agricultura, José Antonio Galilea, que el Ejecutivo estudie y otorgue un bono a los sectores rurales especialmente afectados por el terremoto de febrero pasado. «Las mujeres representan el 20% de la fuerza laboral agrícola en América Latina y el Caribe y desempeñan una función clave en la seguridad alimentaria, pero no tienen igualdad de acceso a los recursos y sufren discriminación en el mercado de trabajo, tanto en términos de sus salarios como en las condiciones de trabajo», dijo el representante regional de la FAO, Raúl Benítez. Con relación a ella, los autores y editores autorizan el libre acceso a sus obras permitiendo que los lectores los copien, distribuyan y transmitan por diversos medios, garantizando una amplia difusión del conocimiento científico publicado. Cada vez que una obra publicada en TS Cuadernos sea distribuida o transmitida por diversos medios, los autores y la revista mantienen los derechos de atribución (autoría y licencia).
6Debe tenerse en cuenta que para efectos del presente estudio, para acotar aquello que se considera rural se utiliza la deinición de sectores censales rurales tal como vienen especiicados por la información del Censo de Población y Vivienda 2002, por parte del Instituto Nacional de Estadísticas (INE). Discusiones y definiciones más complejas de este fenómeno pueden encontrarse en el documento de Chomitz, Buyz y Thomas (2004), las que también fueron tomadas en el documento del Banco Mundial a cargo de De Ferranti, Perry, Foster, Lederman y Valdés (2005). La pobreza, o la incidencia de la misma en un espacio geográfico dado, se encuentran determinadas por diversos factores, entre los que —como es de esperar— se consideran elementos sociales y económicos. Los activos de las personas, de los cuales acá solo se mencionan los relacionados con educación y la posesión de un medio de movilización propio, determinan de forma importante la existencia de pobreza.
Asimismo, los organismos recalcan en el estudio que la pobreza entre la población rural bajó solo de 60% en 1980 a 53% en 2010, pese al aumento de las agroexportaciones, al auge agrícola y al crecimiento económico registrado por América Latina durante gran parte de la última década. «Un objetivo es ver si los criterios que estamos ocupando para medir la pobreza rural son los indicados, dado que hemos visto que muchas veces todo esto se mide con un criterio muy urbano», plantea Walker. Por ejemplo, afirma que tener un vehículo, en el mundo rural, es algo básico, por la escasa conectividad existente. Sin embargo, al aplicarse el mismo criterio que en las ciudades, una familia que tiene un auto podría ver mermadas sus posibilidades de acceder a apoyos sociales. Las cifras recientes de la Encuesta de Caracterización Socioeconómica Casen 2020 nos muestran una dolorosa realidad para nuestro país.