Los presupuestos de esta lógica además plantean la existencia de una “industria de movimientos sociales” (IMS) y un conjunto de IMS considerado como un “Sector de Movimientos Sociales” (SMS), en un contexto competitivo donde OMS, IMS y SMS deben disputar con elementos internos y externos para perdurar (McCarthy, 1999). La TMR, por otra parte, intentó superar ese impasse fijando la atención primordialmente en las acciones orientadas a cambiar las condiciones sociales y sumó, al análisis de la racionalidad de los actores, el análisis de sus estrategias y de la instrumentalidad de sus acciones. El primero se conoce como las Estructuras de Oportunidades Políticas (EOP) y se refiere a las dimensiones consecuentes, “aunque no necesariamente formales o permanentes del ámbito político”, favorables para hacer reclamos sociales –por ejemplo, el acceso institucional, el conflicto entre las elites, la viabilidad de alianzas o la disminución de la capacidad represiva del Estado– (Tarrow, 1999; 2004). De este encuadre a su vez se destacan dos categorías; la de “repertorios de acción”, que hace referencia a las formas de actuar colectivamente y a las transformaciones que sufren esas formas en el tiempo (Tilly, 2000; Tilly y Wood, 2010); y la de “ciclos de protesta”, que refiere a las fases de intensificación de los conflictos y las acciones colectivas en el sistema social (Tarrow, 2004). Finalmente, otro modelo digno de ser explorado y que puede aportar lecciones a iniciativas en Chile es el que provee la legislación española, con la Ley Nº 38, General de Subvenciones, de 2003, y su Reglamento. Esta ley ha sido replicada con variantes en diversas Autonomías y sirve de marco general para la cooperación entre el Estado y las OSCs, la provisión de servicios de interés público por parte de estas, de acuerdo con un amplio concepto de políticas públicas que deja espacio a su desarrollo con autonomía y flexibilidad creativa.
Si tomamos en cuenta que la re-configuración de viejos actores sociales y sus formas tradicionales de acción colectiva ha llevado también a planteamientos más complejos de sus luchas, veremos que los movimientos sociales rurales lejos de haber desaparecido parecen cobrar un nuevo brío, interactuando con actores emergentes y actualizando las alianzas y vínculos identitarios. Se vuelve necesario por tanto dar cuenta de cómo se han ido expresando estos nuevos movimientos sociales en sectores rurales. Se dirá que hemos ido transitando desde organizaciones con una alta dependencia de factores externos -Iglesia, Estado, Partidos políticos- a organizaciones con una autonomía política evidente y con nuevos referentes identitarios (Gómez, 2002). A su vez, se verá cómo hemos ido transitando desde una organización estructural de tipo sindical clasista a otras que se caracterizan por levantar temas emergentes de tipo socioculturales -identidad, género, sustentabilidad, defensa del medio ambiente-, y cuyos ámbitos de acción tienden a ser locales (Garretón, 2001).
Es común que en contextos de conflicto medioambiental en entornos rurales, se observe que en algún momento dado se configuran acciones organizadas que denotan la clara intención de mostrar un conflicto de poder en la toma de decisiones que conciernen al territorio (Sabatini, 1997). La quema de neumáticos, acudir a políticos locales, llamar a medios de comunicación, apoyarse en organizaciones internacionales, son ejemplos de este tipo de acciones que abren la discusión política a nivel local (Bowen, Fábrega y Medel, 2011). El concepto de territorio, extraído de la geografía cultural, refiere a que el proceso de apropiación de la naturaleza es material y al mismo tiempo simbólica.
Además, en este programa aprenderás sobre liderazgo en su Taller de Liderazgo Estratégico que te aportará las herramientas necesarias para llevar a cabo un plan estratégico para impulsar tu organización. El papel del liderazgo está determinado por las disposiciones de una persona, que incluyen rasgos de personalidad como la extroversión, la inteligencia y el ingenio. Los líderes construyen relaciones con otros dentro de la organización y usan estas relaciones para guiar y dirigir a otros.
Las empresas de servicios de salud son consideradas sistemas mixtos, porque las integran elementos estructurales y elementos abstractos. El sistema físico está constituido por los RRHH, recursos materiales, instalaciones, insumos y equipamiento tecnológico. El sistema abstracto es el conjunto de políticas, relaciones jerárquicas, estilos, normas y procedimientos que permiten marcar las reglas para la utilización del sistema físico y de los factores productivos con el objeto de lograr los objetivos organizacionales. El silencio de la teoría organizacional respecto al género intenta trasmitir que la relación entre organizaciones y poder masculino es ‘obvia’ lo que no abre espacios de debate. Es así que la supremacía adquirida de lo masculino ha hecho que la naturaleza de los conceptos, teorías, preguntas y respuestas respecto de la gestión y lo organizacional han puesto a las mujeres en lo más bajo de la jerarquía.
Como se aprecia, los fundamentos de las organizaciones no se encuentran puntualmente en sus fines, en tanto son consecuencias del decidir, aunque con éstos se define la identidad específica que asume su estructura y, en este sentido, cumplen una función reguladora proporcionando posiciones para observar y evaluar decisiones específicas en un contexto más amplio –el cumplimiento de sus fines declarados. Las organizaciones se identifican con la capacidad para movilizar, integrar y orientar actividades hacia el cumplimiento de fines, cuyos resultados se observan por su efecto transformador y de agregación de valor. Es en este sentido que las organizaciones tienen incorporada la posibilidad de comunicarse con sus entornos, preferentemente, mediante sus prestaciones de servicios con otras organizaciones. Justamente, la estructuración y coordinación de conjuntos de acciones para cumplir objetivos y el ofrecimiento de soluciones específicas a demandas y problemas difusos, sitúan a las organizaciones como medios eficientes para integrar recursos y enfrentar la reproducción de la sociedad y la de sus entornos. De esta forma la categoría de Movimientos Sociales ingresó en el lenguaje de las Ciencias Sociales de la región.
No puede ser de otra manera, su evolución implica seguir adelante, no existen barreras naturales que detengan esos procesos. Los lenguajes burocráticos, aunque no exclusivamente éstos, recuerdan estos procesos de auto-complejización como ciclos dinámicos que obligan a aclarar procedimientos, definir competencias, dictar resoluciones, resolver quejas y conceder permisos atendiendo a reglamentos para aclarar procedimientos, definir competencias, dictar resoluciones, resolver quejas, conceder permisos y así sucesivamente. El ejemplo aclara organizaciones sociales tradicionales ejemplos que la sociopoiesis organizacional no tiene que ver con decisiones adecuadas o inadecuadas para algo o para alguien, sino que remite a cadenas recursivas de operaciones que pueden derivar en condiciones funestas, o incluso graciosas, como las indicadas en la Ley de Parkinson o por el Principio de Peter. Por eso es, también, necesario distinguir que la viabilidad organizacional no es equivalente al reconocimiento social; de hecho, las burocracias han resultado muy viables, pero son muy cuestionadas por sus usuarios y miembros.
Reconocer la transversalidad de la dimensión política en la concepción del género y por lo tanto su imbricación en la distribución del poder y los privilegios. Su objetivo es promover que las familias y personas accedan a mejores condiciones de vida, a través de la superación de condiciones de pobreza extrema y vulnerabilidades sociales que les afecten, así como garantizar el ejercicio de sus derechos a lo largo de todo el ciclo very important. Tiene por objetivo contribuir al financiamiento de proyectos nacionales, regionales y/o locales que estén destinados a fortalecer la participación, asociatividad y liderazgo de las mujeres, en el marco de la equidad de género y los derechos humanos. Mientras la ciencia social procesa nuevos conocimientos, la responsabilidad de mejorar las gestiones organizacionales adquiere inusitada urgencia.
A principios del siglo XXI las investigaciones se dispararon casi que al propio ritmo de las movilizaciones (recordemos el movimiento piquetero en Argentina, la guerra del fuel y del agua en Bolivia, las movilizaciones indígenas en Ecuador o la Marcha del Color de la Tierra en México). Estas precipitaciones, por un lado, soslayaron la categoría de la clase y a cambio se indagó por la racionalidad de la acción, por las representaciones del sujeto social contemporáneo, por los entramados territoriales y simbólicos del mundo popular y por el aporte de los movimientos a la construcción de la democracia. Por otro lado, alentaron análisis especializados atendiendo ámbitos como el político o el cultural, recurriendo a dimensiones como la identidad y la subjetividad. Transitando las primeras décadas del siglo XX, y hacia mediados, organización social de los esta forma de intervención política también heredó la lógica de “la lucha de clases” y se expresó, de manera implícita, en la lucha obrera, en los movimientos nacional-populares, en los movimientos campesinos y en la lucha armada. El carácter de movimiento social se le ha atribuido a finales de los años ochenta debido a un repunte de acciones colectivas que, como ocurriese años atrás en Europa y Estados Unidos, presentaron un eje articulador amplio, contenían demandas que no aludían únicamente a factores económicos y eran enarboladas por actores diversos que no se nucleaban siguiendo las lógicas organizativas instituidas. Antes de ese periodo también se desarrollaron manifestaciones de protesta que rompían con las prácticas tradicionales, ejemplo el feminismo, pero fueron eclipsadas por las expresiones señaladas y por el advenimiento de las dictaduras.
Al efecto, el Relator Especial de Naciones Unidas sobre los Derechos a la Libertad de Reunión Pacífica y de Asociación, en su Informe de 2012, reafirma el derecho de acceso a financiación y recursos de las asociaciones, y que esta posibilidad “es parte integrante y important del derecho a la libertad de asociación”. Por tanto, todas las asociaciones, estén o no registradas legalmente, “deben disfrutar del derecho a recabar y obtener financiación de entidades nacionales, extranjeras e internacionales, incluidos particulares, empresas, organizaciones de la sociedad civil, gobiernos y organizaciones internacionales.” (Informe 2012, Relator ONU). En la reunión, se expusieron dos experiencias, una de ellas, la de la Unión Comunal de la Cultura Andacollo.
Más que pensar que el género es algo que se es, puede pensarse el género como algo que se hace, una y otra vez, en la repetición de determinadas formas, prácticas y dichos. De esta forma, varones y mujeres, tenemos diversas performances con las cuales vamos sosteniendo, produciendo y reproduciendo la feminidad y la masculinidad. Género, es entonces, un concepto que no solo significa una construcción social, una identidad binaria y sus imágenes. Género es también una categoría analítica, en otras palabras, una forma de hablar de poder (Nicolson, 1997). Para hacer sentido del concepto género seguimos a Judith Butler y su propuesta construida sobre el concepto de performatividad. Desde ahí entendemos por género el efecto discursivo de un conjunto de prácticas que regulan la construcción de subjetividad dentro de una matriz heterosexual binaria, una práctica discursiva sobre la cual se sostienen las normas sociales en torno a lo femenino y lo masculino (Butler, 1990).
Los libros y la contabilidad pueden ser revisadas por el Ministerio de Fomento y Turismo, en cualquier momento, siendo obligación de la entidad proporcionar la información requerida. Ésta es la reunión de todos los socios y tiene carácter deliberativo e vinculante, es decir toma decisiones las que son aplicadas al gremio y sus socios. Las decisiones se gestionan a través de un grupo de socios denominados “directores” que tienen a su cargo la administración common del gremio y la ejecución de las decisiones de la asamblea. El desempeño de los directores en el ámbito financiero está supervisado en primera instancia por una comisión revisora de cuentas, que corresponde a un órgano de fiscalización interno, formado también por socios de la entidad. El desempeño common de los directores claramente corresponde a la base societaria de la asociación, reflejada a través de su voto eleccionario.
De ahí la frecuente queja de que sus textos y discursos no pueden aplicarse a formas organizacionales que no sean empresas comerciales, es decir, a una variedad específica de las mismas. Estas transformaciones, en los ochenta, propiciaron la introducción de algunas perspectivas especializadas en los movimientos sociales. A pesar de todos estos esfuerzos el concepto de movimientos sociales terminó por convertirse en otra polisemia de las ciencias que se dedican al estudio de estos fenómenos. Desde la creación del Servicio Nacional de la Mujer en 1991, las políticas públicas para la equidad de género han tenido un desarrollo sostenible. Contar con el Ministerio significa que las necesidades y los derechos de las mujeres adquieren un espacio de mayor relevancia y son una preocupación de primera línea en el quehacer del Estado de Chile.