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Exposición Profundizó En Aspectos Sobre La Desigualdad En Latinoamérica Noticias Uach

Digo “desgraciadamente”, porque parece que hemos avanzado poco; digo, “pertinente”, porque este discurso teológico-pastoral inculturado nos muestra un camino e itinerario aún por recorrer. A modo de ejemplo, el Gini de la Región Metropolitana para el año 2017 es de 0,50, levemente por sobre el de Chile (0,49), pero muy por sobre el de otras regiones, tales como la de O’Higgins (0,40), Arica y Parinacota (0,41), Tarapacá (0,42) y Antofagasta (0,43). De hecho, el segundo lugar del ranking de desigualdad en Chile lo ocupan La Araucanía, Aysén y Los Ríos, todas con coeficientes de Gini de 0,47, lo que constituye una diferencia no menor respecto de la Región Metropolitana y del promedio nacional.

En mi opinión existen dos fuentes fundamentales que explican gran parte la desigualdad en la sociedad de hoy. La primera es la calidad de la educación, que debiese asegurar que cada ciudadano que nace en este país cuente con condiciones similares para desarrollarse intelectualmente. Es envidiable ver ejemplos de otros países donde la meritocracia se sobrepone a las redes de contacto, donde la movilidad social es verdaderamente posible. Claramente es un issue multiplicador, ya sea de riqueza o de pobreza según por el lado que se mire. Hoy en día las pequeñas y medianas empresas tienen importantes dificultades para poder lograr un financiamiento o en su defecto, lograr uno es muy caro.

Esto ha llevado a algunos expertos a preguntarse si los indicadores y modelos utilizados hasta ahora están respondiendo a las necesidades y demandas de los ciudadanos. Luego, en el año 1996, se pone término a 36 años de conflicto armado con la guerrilla Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca. En términos del combate de la pobreza y la desigualdad los programas sociales no han logrado los resultados esperados. Según un estudio más reciente de la CEPAL (2018) el índice de gini de Guatemala es el más alto de la región Latinoamericana (0,64).

Para Stiglitz, la preocupación principal de las compañías no está puesta en proporcionar mejores bienes y servicios a través de la innovación, sino en la creación de monopolios. En un contexto de competencia, ninguna la pobreza en el neoliberalismo empresa tiene el poder para fijar los precios. Pero está ocurriendo que en muchos sectores económicos no hay un número lo bastante grande de actores para que pueda hablarse de un mercado competitivo como tal.

la pobreza y las desigualdades mundiales

Uno de los Estados que aún no ha ratificado la Convención, pero que ha expresado su intención de hacerlo, es Estados Unidos. Sumado a lo anterior, atendiendo a la digitalización y el contexto actual, realizamos publicaciones que constantemente apoyan la educación en derechos humanos y/o la contención emocional en tiempos de crisis a través de recursos descargables. Esto sigue la teoría de que la educación proporciona más capital humano en la que, cuanto más educadas están las personas en una sociedad, mejor compiten por empleos e ingresos y viceversa. La desigualdad educativa empuja a muchas niñas y niños fuera de las aulas escolares, haciéndolos vulnerables a la explotación al entorno felony e incluso en casos extremos, al tráfico de personas. Quinto, la elite social (dirigentes sindicales, estudiantiles, etcétera) es la que, por lejos, mejor representa políticamente los intereses de la ciudadanía. Aquello contrasta con la visión política, repetida por la derecha, sus medios, y cada cierto tiempo coreada por sectores de la centroizquierda, de que la irrupción de los movimientos sociales puede hacer peligrar la capacidad de nuestra democracia de representar los intereses de la mayoría.

A pesar de la crisis económica, en el mundo hay una gran riqueza acumulada por una minoría de millonarios y empresas transnacionales. En este libro se exponen las principales desigualdades internacionales, se proponen políticas de redistribución mundial de los bienes, la pobreza ppt y se propugnan modelos de ecodesarrollo para evitar la vuelta a un capitalismo depredador. Es indudable que la pobreza y las desigualdades sociales no surgieron en el país en la década de 1880, como tampoco han desaparecido en la moderna realidad del Chile actual.

Las empresas que disfrutaron de un buen año entre el 2015 y el 2016 son firmas como Apple, Alphabet, Microsoft, Exxon Mobil y Facebook, que registraron más ingresos que one hundred eighty países juntos, según el informe de Oxfam. “La Organización Internacional del Trabajo destaca que el trabajo decente sintetiza las aspiraciones laborales de las personas. Esto implica acceso a un empleo productivo con ingreso justo, seguridad en el trabajo y protección social.

Así, en el marco de una discusión constituyente sobre un nuevo contrato social, los debates sobre el sistema tributario serán centrales. Las empresas socias de Pacto Global Chile pueden contribuir a uno o varios Objetivos de Desarrollo Sostenible suscribiendo sus iniciativas en Conecta, plataforma que visibiliza y sistematiza información relativa a los proyectos o iniciativas del sector privado que generan un impacto positivo en las metas establecidas en los 17 ODS. 10.7 Facilitar la migración y la movilidad ordenadas, seguras, regulares y responsables de las personas, incluso mediante la aplicación de políticas migratorias planificadas y bien gestionadas.

Esto es importante para nuestro país, porque muchos analistas han argumentado, equivocadamente, que la desigualdad ha disminuido significativamente en los últimos 30 años. Este número nos sitúa en el lugar 24 en términos de desigualdad sobre el whole de 159 países con datos disponibles, y nos corona como el país más desigual de la OCDE. 10.a Aplicar el principio del trato especial y diferenciado para los países en desarrollo, en specific los países menos adelantados, de conformidad con los acuerdos de la Organización Mundial del Comercio. 10.6 Asegurar una mayor representación e intervención de los países en desarrollo en las decisiones adoptadas por las instituciones económicas y financieras internacionales para aumentar la eficacia, fiabilidad, rendición de cuentas y legitimidad de esas instituciones. Reducir la desigualdad de 0,49 a 0,43 para Chile o de 0,50 a 0,forty three para la Región Metropolitana, implica una reducción de cerca de 18% en los conflictos a nivel nacional y de 21% en la RM. De acuerdo a la información del COES (2018), la mayor cantidad de conflictos sociales por habitante se producen en las regiones de Aysén, Atacama, Los Ríos, Arica y Parinacota, y Magallanes, todas regiones donde los índices de desigualdad son iguales o superiores al promedio nacional.

Lo cierto es que los sistemas tributarios se componen de múltiples tipos de impuestos, todos ellos con diferentes ventajas y limitaciones. Algunos columnistas han especulado que esto se debe a la ineficiencia del Estado en las transferencias. Uno podría argumentar, en cambio, que las transferencias son progresivas, pero la manera de recaudar es regresiva, haciendo, por lo tanto, neutro el sistema en su conjunto.

Hoy nadie pone en duda que existe una amplia e importante brecha entre la economía de Chile que es muy avanzada y su desempeño educativo que es bastante pobre. Así lo ha puesto de manifiesto la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), que actualmente reúne a 34 países que en su conjunto representan el 80% del PIB mundial. La cofundadora de la plataforma de Bienestar Casa Siete, Alejandra Pérez, concuerda con que la falta de tiempo para las mujeres tiene raíces profundas y que la solución vendrá de la mano de una corresponsabilidad verdadera. “Tenemos múltiples roles y expectativas de desempeñarnos lo mejor posible en cada uno, pero esto genera altos niveles de ansiedad, frustración e impacta negativamente en nuestra sensación de bienestar”, dice. Hay varios factores que pueden agravar esta situación y a los que se puede poner ojo. Uno, es la creencia moderna de que “estar ocupado” es equivalente a “ser productivo”.

Promover la migración segura, regular y responsable es tarea de todos los países del mundo, mediante políticas migratorias regularizas y gestionadas. Invertir en mejorar la cobertura de salud, educación, protección social y trabajo, en especial para los grupos más vulnerables como mujeres, niños y jóvenes. A pesar que algunos países han superado sus barreras socio-económicas, avanzando en temas como salarios y derechos sociales, otros retrocedieron. Este llamado se condice con el propósito y los objetivos de Desafío 10X, donde la invitación a reducir la desigualdad salarial va en línea con ese mundo más justo donde las empresas comparten el valor que generan.

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A pesar de la existencia de algunos indicios positivos hacia la reducción de la desigualdad en algunas dimensiones, como la reducción de la desigualdad de ingresos en algunos países y el estatus comercial preferente que beneficia a los países de bajos ingresos, la desigualdad aún continúa. Reducir la desigualdad de zero,forty nine a zero,forty three para Chile o de zero,50 a zero,43 para la Región Metropolitana, implica una reducción de cerca de 18% en los conflictos a nivel nacional y de 21% en la RM. A modo de ejemplo, el Gini de la Región Metropolitana para el año 2017 es de zero,50, levemente por sobre el de Chile (0,49), pero muy por sobre el de otras regiones, tales como la de O’Higgins (0,40), Arica y Parinacota (0,41), Tarapacá (0,42) y Antofagasta (0,43). De hecho, el segundo lugar del ranking de desigualdad en Chile lo ocupan La Araucanía, Aysén y Los Ríos, todas con coeficientes de Gini de 0,47, lo que constituye una diferencia no menor respecto de la Región Metropolitana y del promedio nacional. Utilizando datos de la CASEN para los años 2009 a 2017, los resultados de este ejercicio indican que alrededor del 11% de la desigualdad (medida a través del coeficiente de Gini) es exclusivamente atribuible al 1% más rico (ver Tabla 1). En estos párrafos, se busca hacer una descomposición un poco más profunda de evidencia nacional sobre desigualdad para entregar perspectivas acerca de la concentración de ingresos, su dimensión territorial y su eventual rol en el conflicto social.

Para esta discusión será útil definir qué significa que la intervención del gobierno sea progresiva o regresiva. Diremos que una política es progresiva si es que ésta mejora la distribución de ingresos, es decir, si los impuestos y transferencias conllevan a distribuciones más igualitarias que las que se observan en el mercado. Por el contrario, una política que empeora la distribución del ingreso se define desigualdad economica social como regresiva. Usando esta información podemos evaluar cómo se sitúa Chile en el panorama internacional. El escenario más optimista de acuerdo a las estimaciones para Chile, nos deja como el país más desigual entre países ricos y como el sexto más desigual a nivel global.

Asimismo, la temporalidad anterior de estas acciones respecto de la agenda podría explicarse debido a que Chile aún se encuentra en una etapa de implementación de la misma. Ahora bien, muchos de estos factores, ex-ante o ex-post, que influyen en la desigualdad económica, pueden ser aumentados o disminuidos por las acciones públicas de los gobiernos 2 . Sachs (2015) concluye firmemente que el rol de estos mismos es elementary a la hora de fomentar o mermar la desigualdad. Mayores ingresos son consecuentes con mejores oportunidades de acceso a un sistema educacional y de salud de calidad14.

La región de La Araucanía, siendo la más desigual en el año 2009, no es la que más ha reducido sus niveles de desigualdad, pero se encuentra dentro de las tres mejores. Las tres regiones del norte, Tarapacá, Antofagasta y Atacama, efectivamente fueron las regiones que iniciaron con los índices de Gini más bajos, logrando menores reducciones de desigualdad en el tiempo. Mientras que a nivel nacional no hay un gran cambio en la desigualdad en el último período, Tarapacá incrementó su desigualdad en más de un 6%, y por su parte Los Lagos la redujo en casi un 11% (metodología nueva). Estas diferencias son de gran relevancia para la política pública y de acuerdo con Contreras (1999), también para el proceso de descentralización. El autor argumenta que dentro de las posibles causas de las diferencias regionales en el Gini, está que las regiones crecen a ritmos distintos, además concentran sus actividades productivas en diferentes sectores de la economía.

Pese a que Latinoamérica continúa siendo la región más desigual del mundo, la brecha ha disminuido y la caída entre 2002 y 2013 fue enorme y única, solamente comparable a la que tuvieron los países desarrollados en la posguerra. La desigualdad sería menos problemática si el lugar que ocupan las personas en el orden social fuese pasajero, sujeto a cambios durante el ciclo de vida o, por último, si la posición social de los hijos no dependiera de la de los padres. Es preciso advertir que incluso los países más igualitarios exhiben algún grado basal de desigualdad vinculado a la división del trabajo, la que requiere pagos diferenciados acorde a la complejidad de las ocupaciones o para el fomento de actividades que están sujetas a un appreciable nivel de riesgo, como la innovación y la labor empresarial. Asimismo, la búsqueda de la igualdad no supone eliminar la diversidad de valores, preferencias y capacidades que nos distinguen como personas.

Siguiendo al texto Desiguales y a la OECD (2012), se necesita reducir las brechas que existen en la estructura productiva de la economía chilena, que se expresan en circuitos diferenciados de productividad, competencias laborales, salarios y estabilidad en los empleos. Entre las políticas a considerar destacan las que mejoran la productividad vía capacitación, aumentan la participación laboral femenina y reducen las prácticas discriminatorias en el mercado del trabajo; así como un fortalecimiento de todos los niveles del sistema educativo. Muchos trabajos de investigación han tratado de identificar cuán importante es la relación entre desigualdad y desarrollo, y los mecanismos para explicar dicha relación. Una de las conclusiones es que ella opera vía mecanismos más indirectos de lo que se creía. La desigualdad es un desafío ético porque implica una injusticia, ya que todos tenemos una dignidad por ser personas y el derecho a participar de los bienes y servicios que se producen en la sociedad; y es injusta porque esta realidad podría ser distinta mediante políticas públicas.

Chile ha presentado gran progreso en las últimas décadas en lo referente a indicadores de salud, con cifras comparables con países desarrollados en cuanto a mortalidad infantil y general. Sin embargo, igual como pasa con el crecimiento, estos logros no benefician a toda la población de la misma manera, existiendo diferencias a nivel regional. Este tipo de desigualdad suele crear malestar por parte de la ciudadanía y descontento hacia las autoridades públicas, a quienes se exige salud de calidad y para todos. Actualmente, en Chile el gasto total en salud representa el 7,2% de su PIB, por debajo del promedio de los países miembros de la OCDE, 9,3% (Instituto Nacional de Derechos Humanos, 2016), por lo que en materia de salud aún quedan muchos desafíos para el país y para la equidad en el territorio. Integrando datos de cuentas nacionales, declaraciones de impuestos y encuestas de hogares para corregir estos problemas de medición, el equipo del World Inequality Database estima que el 1% de mayores ingresos en Chile se lleva aproximadamente un 27% de los recursos, fracción que ha permanecido bastante estable desde 1990. Esta concentración es similar a la de América Latina (25%) y está muy por sobre la de países desarrollados, que fluctúa en torno al 12%.

Es lamentable que no se tengan datos históricos respecto a la inversión pública en el área medioambiental, sin embargo, contamos con los datos de los últimos años, los cuales develan que en 2015 la inversión ascendió a más de 27 mil millones de pesos. A nivel regional las regiones con mayor presupuesto medioambiental ejecutado fueron La Araucanía, Biobío y Aysén, tres regiones del sur del país. Agostini y Brown (2007; 2010) realizaron un estudio a nivel desagregado de las desigualdades chilenas, logrando obtener un índice de Gini comunal11. Los resultados confirmaron la mencionada heterogeneidad del territorio chileno, obteniendo Ginis que van de zero,forty one a zero,sixty three. Asimismo, se expone que las regiones del sur, así como la Metropolitana, tienden a tener comunas con mayor nivel de desigualdad del ingreso (similares resultados obtuvieron Ramírez et al. [2009] en su estudio comunal).

desigualdad de los paises

Sumado a ello, estos colegios tradicionalmente han enseñado los códigos culturales de los países occidentales desarrollados y son habitualmente bi o trilingües (especialmente aquellos en países de habla no-inglesa). Las familias, por su parte, cuentan con una serie de estrategias que refuerzan estos mecanismos de segregación por medio de la elección escolar. Van Zanten (2015) señala que las estrategias educativas de las familias de élite son seleccionar colegios guiados por su estatus de excelencia y por ser miembros de una comunidad de exclusividad, entre parecidos. A su vez, el tamaño de los colegios y el reducido número de matrículas que ofrecen, junto con otros mecanismos de reclutamiento como, por ejemplo, dar prioridad de cupos a los hermanos de los estudiantes o a los hijos de exestudiantes, son costumbres adquiridas hace muchos decenios.

Estos cálculos balancean los potenciales efectos negativos sobre la eficiencia y positivos sobre la redistribución que tienen este tipo de impuestos. En otras palabras, el Gini corregido da cuenta de una realidad aún más desigual de la que la easy comparación internacional sugiere. Así, en el marco de una discusión constituyente sobre un nuevo contrato social, los debates sobre el sistema tributario serán centrales. En este caso, las familias católicas conservadoras tendieron a preferir colegios ligados a nuevas congregaciones que llegaron durante la dictadura, como el Opus Dei o los Legionarios de Cristo, generándose una diferenciación al inside del segmento explicit pagado. Por otra parte, se produce una ruptura entre las élites conservadoras de aquel entonces con congregaciones católicas históricas del país (Jesuitas y Sagrados Corazones) que apoyaron la reforma agraria y que se ligaron a movimientos más progresistas al interior desigualdad de la salud de la iglesia católica. Gran parte de la literatura tiende a converger en que estos colegios poseen currículums amplios, que abarcan diferentes conocimientos y, a su vez, diversas áreas del desarrollo humano (deportivas, artísticas, idiomas, and so forth.), orientados al desarrollo de capacidades analíticas, de conceptualización y de trabajo destinado a la dirigencia.

La percepción de las personas de que la distribución de ingresos en su país era injusta o muy injusta disminuyó al caer la desigualdad, en tanto subió cuando la brecha se acrecentó. Las transferencias monetarias según régimen político no muestran una diferencia importante, al igual que los datos de empleo público. Sin embargo, el salario mínimo es la variable que muestra que hubo una diferencia en términos de política activa en el ámbito laboral que reforzó probablemente lo que se observa como tendencia estructural en términos de demanda y oferta de los trabajadores por nivel de calificación. En concreto, la desigualdad de los ingresos laborales se redujo, acortándose la brecha salarial entre trabajadores altamente calificados y poco calificados. Así, entre 2002 y 2013, el ingreso laboral del decil más pobre creció, en promedio, un 50% en términos reales, mientras que el aumento promedio fue del 15% para el decil más rico (y 32 % para el ingreso de la mediana de la distribución). Además se produjeron incrementos en el salario mínimo y apoyo a organizaciones sindicales.

Algo que usted también tiene presente en el caso chileno es la “promesa de la movilidad”, y cuando se pregunta si es posible lograr una alta movilidad intergeneracional con altos niveles de desigualdad, la respuesta parece ser que no. Es sabido que la desigualdad está en aumento y que el 10 por ciento más rico de la población se queda hasta con el 40 por ciento del ingreso mundial total. A su vez, el 10 por ciento más pobre obtiene solo entre el 2 y el 7 por ciento del ingreso complete. En los países en desarrollo, la desigualdad ha aumentado un eleven por ciento, si se considera el aumento de la población. Las sólidas políticas macroeconómicas de Chile permitieron que los desequilibrios provocados por la pandemia de COVID-19, como los altos déficits y la inflación, se controlaran. Las restricciones fiscales y monetarias estabilizaron la economía, pero frenaron el crecimiento en 2023.

De acuerdo con Barro y Sala-i-Martin (2009), una de las formas de encontrar la velocidad de convergencia Β, es trabajar con un conjunto de datos de territorios que converjan hacia un estado estacionario comparable, lo cual es posible encontrar en datos regionales. Lo anterior, debido a que las regiones de un mismo país suelen tener acceso a similares tecnologías, una cultura related, gustos y preferencias parecidos y además, destacan los autores, tienen un mismo Gobierno Central, compartiendo leyes e instituciones. A pesar que es claro que las regiones tienen sus diferencias entre sí, estas son menores a las que se encontrarían al comparar distintos países.

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CIPER/Académico es un espacio abierto a toda aquella investigación académica nacional e internacional que busca enriquecer la discusión sobre la realidad social y económica. [18] La evidencia disponible sugiere que considerando la suma de los impuestos corporativos y el impuesto a la renta, el 2009 el 1% más rico pagaba en promedio una tasa efectiva de 15%. [17] Por ejemplo, en Estados Unidos, los actuales precandidatos presidenciales del partido demócrata Bernie Sanders y Elizabeth Warren han propuesto impuestos a la riqueza con tasas máximas de hasta 8% y 6%, respectivamente para fortunas del orden de 1 billón de dólares (es decir, fortunas con una cantidad importante de ceros).

Ciertamente hay muchos otros aspectos a considerar, si se tiene en cuenta la devaluación de la institucionalidad política, el empoderamiento de las comunidades y los cambios que trae consigo la automatización del empleo y la revolución digital. Es tarea de todos contribuir a superar los obstáculos y aspirar a un país más justo, próspero y solidario. Una condición necesaria para que se produzcan efectos duraderos en el tiempo es el tránsito a una cultura de respeto por la persona, por la igualdad de dignidad y respeto, y por los valores de justicia y solidaridad social. Ramírez, Eduardo, Andrea Tartakowsky y Félix Modrego (2009), «La importancia de la desigualdad geográfica en Chile».

Por otro lado, se ha constatado un repliegue al espacio de la vida privada de las personas (Lechner 1988), particularmente en las clases medias, sin que eso signifique una completa apatía e inactividad respecto de un interés más basic que el individual (Méndez y Barozet 2012). Pero cabe preguntarse cómo difiere esto entre un tipo de territorio subregional y otro, incidiendo lo territorialmente explicit en la forma de apreciar y establecer diferencias entre las personas. Esto permite distinguir, en primer lugar, a las grandes ciudades de Santiago, Concepción y Valparaíso, cada una de las cuales abarca varias comunas. En segundo lugar, las ciudades intermedias que en su mayor parte consisten en una sola comuna y en algunos casos dos municipios.

En Chile, tras su egreso de la enseñanza media y con 12 años de estudios formales, quienes cursan Educación Media Técnico-Profesional (en adelante EMTP) enfrentan una serie de desafíos y decisiones que les afectan identitariamente. El libro del PNUD plantea que la desigualdad política, entendida como las distintas capacidades de influir en las decisiones en ese ámbito, y la socioeconómica se refuerzan mutuamente. Para demostrarlo, los investigadores elaboraron una base de datos con los colegios y universidades en donde estudiaron los ministros, diputados y senadores desde 1990 hasta mediados de 2016. Esta da cuenta de que estos cargos han estado dominados por un segmento pequeño de la población y por ejemplo, el 50 y 60 por ciento de ellos se educaron en colegios particulares pagados (actualmente menos del 8 por ciento de la matrícula nacional). Según la encuesta PNUD-DES 2016, el 41 por ciento de la población reporta que en el último año ha vivido situaciones como ser pasado a llevar, ofendido, mirado en menos, discriminado o violentado. «La experiencia de sentirse tratado injustamente no se distribuye al azar», cube el libro, ya que mientras un tercio del segmento alto reporta alguna experiencia de este tipo, la mitad de las personas de clases bajas dicen haber vivido lo mismo.

La sociedad se fragmenta en grupos sociales que viven como si habitaran en naciones de nivel de desarrollo opuesto. Así, hay personas que son denigradas y discriminadas, en tanto otras desarrollan una actitud de superioridad fundada en la posesión de cargos o tenencia de dinero. En São Paulo se implementó hace dos años el uso de cámaras de reconocimiento facial en el sistema de transporte público, con la justificación de que ayudarían a evitar el fraude en el uso de beneficios sociales asociados al transporte, como descuentos a adultos mayores, estudiantes y personas con discapacidad. En estos dos años el sistema ha bloqueado más de 300 mil tarjetas supuestamente usadas indebidamente, o sea, no por sus titulares. Por otra parte, la municipalidad ha anunciado la suspensión whole las tarjetas anónimas y ha implementado medidas para obligar el registro de las tarjetas con datos de identificación únicos y residenciales.

Otra nueva prioridad es fortalecer las capacidades de administradores escolares locales y de nivel medio para mejorar la calidad y la equidad de la educación. Tanto de la gestión como del apoyo pedagógico y del desarrollo de las escuelas públicas locales. Las desigualdades sociales contribuyen a las desigualdades educativas porque restringen la habilidad cognitiva y no cognitiva.

desigualdad tipos

Cabe notar que, tanto en los colegios particulares subvencionados como en los particulares pagados, las mujeres muestran un desempeño superior a los hombres, de un 7% y 9% respectivamente”. La Fundación Luisa Hairabedian es una ONG argentina que trabaja por los Derechos Humanos; es una institución horizontal y abierta a partir del desarrollo de programas de trabajo que actúan de forma conjunta e interdisciplinaria. Las regiones con mayor tasa de pobreza son Ñuble (12,1%), La Araucanía (11,6%) y Tarapacá (11,0%). En relación a la pobreza multidimensional, esta registró un valor de sixteen desigualdades en el mundo ejemplos,9%, lo que implica una disminución estadísticamente significativa respecto al 20,3% que se registró en 2017.

Primero, existe una distancia abismal entre las ideas políticas de la ciudadanía y de la elite económica. La ciudadanía quiere mayoritariamente que el Estado se haga cargo de un conjunto de temas claves para la sociedad, mientras que la elite económica, por el contrario, prefiere un Estado que no asuma tal responsabilidad. La desigualdad sería menos problemática si el lugar que ocupan las personas en el orden social fuese pasajero, sujeto a cambios durante el ciclo de vida o, por último, si la posición social de los hijos no dependiera de la de los padres. Incluso los países más equitativos exhiben algún grado basal de desigualdad vinculado a la división del trabajo, la que requiere pagos diferenciados acorde a la complejidad de las ocupaciones o para el fomento de actividades que están sujetas a un appreciable nivel de riesgo, como la innovación y la labor empresarial. La forma como es imaginado un territorio y construido socialmente(Dematteis y Governa 2005), podría ser mejor comprendida observando las percepciones y prácticas relativas a las diferencias sociales en su inside y frente a otros territorios. Esto confirma la validez de considerara estas ciudades como un solo conglomerado y medir de acuerdo a la misma pauta los flujos con las comunas que las rodean.

Mientras las personas de menor edad presentan ya una casi pure adaptación a sistemas digitales, aquello no sucede con adultos mayores, por lo que el riesgo de exclusión se acrecienta en la medida en que se opta por una Convención Constituyente digital. Adicionalmente, la convivencia en burbujas sociales lleva también a profundizar la desigualdad con las personas menos favorecidas dentro de la casa, como las mujeres, quienes no sólo tienen el mandato de hacer las tareas domésticas y de cuidado, sino también acompañar a los niños y las niñas en las clases virtuales y sus tareas. Según datos de 2017, Chile tiene uno de los índices más altos en desigualdad educativa entre los países de la OCDE, expresado en el índice Gini con un zero,503 . Dicho de otro modo, los ingresos del 10% más rico del país son 26 veces más altos que los ingresos del 10% más pobre en Chile; una cifra que es señal de alarma. Observamos un país en disaster, con un nivel de desigualdad que se ha estancado en niveles altísimos. Transitar hacia una sociedad distinta es posible; es, a fin de cuentas, una decisión política.

Es por eso que algunos países han implementado impuestos a la herencia como un tipo de impuesto al patrimonio (ver aquí para una discusión al respecto). La literatura académica sugiere que las tasas óptimas a la herencia podrían ser bastante altas (del orden del 50%-60%). El primer efecto consiste en que un incremento de los impuestos al ingreso puede inducir a las personas a trabajar menos, lo que sería económicamente ineficiente y además reduciría la recaudación.

A grandes rasgos, vio la cuestión social como resultante de una disaster ethical que desvirtuó el rol dirigente y protector de la elite criolla. El énfasis estuvo puesto en la responsabilidad que le correspondió a los ricos en el cuidado y bienestar tanto material como espiritual de los más pobres, a través de la educación, desigualdades en el mundo ejemplos la beneficencia, el socorro y la justicia. Los estudiantes entrevistados narraron retrospectivamente la forma como llegaron al liceo y escogieron un itinerario de formación específico. El pasado narrado se dinamiza con las visiones que construyen sobre su presente (momento de la entrevista) y el futuro que les espera una vez egresados.

Por ejemplo, Onrubia y Rodado (2014) afirman que la evolución de la desigualdad de las rentas de mercado muestra que el funcionamiento de la economía, sin mecanismos redistributivos, genera un aumento en el tiempo de la desigualdad de la renta. De este modo, la ausencia de un sistema fiscal redistributivo, corrector de esta desigualdad antes de la intervención estatal, agravaría esta situación. Las brechas descritas generan un serio problema en la representación de los intereses sociales en la Convención Constituyente. Se debe evitar que se convierta en una instancia donde participan solo minorías activas que gozan de tiempo, recursos, concepts y capacidades de incidir en el debate público.

Contribuyendo a identificar una escala intermedia y enfocando el grado de ruralidad, se han combinado datos comunales sobre tamaño de la población y viajes de trabajo para distinguir territorios (Berdegué et al 2011),lo que constituye un antecedente de este trabajo. El Programa GET, Género, Educación y Trabajo, es una instancia de investigación, acción y monitoreo de las políticas de educación y trabajo, desde una perspectiva de género. Es un Programa que cuenta con el auspicio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el patrocinio del Ministerio de Educación, al Ministerio del Trabajo y Previsión Social y al Servicio Nacional de la Mujer. La situación es particularmente preocupante dada la situación de escasez de bienes esenciales y la disaster humanitaria que se agrava en el país, principalmente afectando los derechos a la alimentación y salud de las poblaciones más vulnerables. En Chile, la implementación de sistemas de identificación biométrica en el sistema nacional de salud preocupa por las posibles limitaciones que podría generar a poblaciones marginadas y empobrecidas -e incluso a personas mayores, por la pérdida de legibilidad en rasgos como las huellas digitales- para su acceso a servicios básicos de salud.

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Miro mis archivos y leo que en la última elección presidencial de Estados Unidos (2020), la más cara de la historia de ese país según el Center for Responsive Politics, se gastaron aproximadamente US$5,2 mil millones. Monto que explica la cuantía de los intereses en juego y la creciente violencia en las campañas. En el segundo puesto de ese listado está Julio Ponce Lerou, quien tomó el control de SQM (Soquimich), una de las mayores productoras mundiales de litio, yodo y fertilizantes, una vez privatizada por Pinochet, su suegro.

Dicho lo anterior, no creo que la de ingreso sea la desigualdad más relevante para explicar el estallido social. En cambio, en este texto sostengo –como hipótesis– que hay dos tipos de desigualdades que están relacionadas con la desigualdad de ingreso y que tienen una relación más directa con el estallido social, a saber, la desigualdad de exposición a la incertidumbre y la desigualdad de poder. 3 En specific banco mundial pobreza, mientras la primera podría explicar por qué amplios sectores de la población están tan “descontentos con el modelo”, la segunda desigualdad explicaría por qué este descontento no se canalizó de forma gradual a través de la institucionalidad política y tuvo que explotar de esta manera.

america latina pobreza y desigualdad social

En 2021, con el fin de mitigar los efectos de la pandemia en el mercado laboral, los Gobiernos implementaron una serie de medidas de apoyo a trabajadores que, junto al avance de los procesos de vacunación, permitieron una «lenta recuperación» y un alza del PIB del 6,2 por ciento, según cifras de la institución. A pesar de que la pobreza ha caído desde 2002 en adelante, la desigualdad se mantiene constante. En Colombia el 10% de la población más rica del país gana cuatro veces más que el 40% más pobre. «Este coeficiente hay que ubicarlo en la serie de países para darse una idea. El país más igualitario, Noruega, tiene un índice de 25,9 y el más desigual, Sudáfrica, un 63,4», indicó a BBC Mundo Herrera Bartis. Una de las expresiones más importantes de la desigualdad son las diferencias existentes hoy en el impacto de la pandemia de la Covid-19 entre los multimillonarios y el resto de la población de América Latina. La urgencia en la incorporación de nuevas profesiones al Código Sanitario, debido a las actuales problemáticas que enfrenta el sistema de salud en Chile, quedó de manifiesto por unanimidad en un panel conformado por ex autoridades y expertos del…

La variante ómicron, que según la organización Mundial de la Salud (OMS) es la predominante en el mundo, ha provocado una escalada de contagios sin precedentes en Latinoamérica con récord de infectados en varios países como México, Argentina, Perú y Chile. «También aumentó la proporción de mujeres que no recibe ingresos propios y se mantuvieron las brechas de pobreza en áreas rurales, pueblos indígenas y la niñez», señaló Bárcena. Debido a la limitada intervención estatal, la situación empeora cuando se considera también el acceso a la salud y la educación. En efecto, el 10% más rico tiene un ingreso 27 veces superior al 10% más pobre. En términos de caída o desaceleración económica Panamá es una de las excepciones de la región.

Teniendo en cuenta los altos niveles de desigualdad y pobreza que preexistían en la región, no sorprende que sea una de las más afectadas por la pandemia. Esta situación, a su vez, limita las posibilidades de progreso de las sociedades, ya que se pierden capacidades de generación de nuevos negocios y otras instancias de mejora del bienestar de la sociedad. Por último, la desigualdad tiende a causar situaciones de conflicto social que, a su vez, pueden derivar en consecuencias que afectan las posibilidades de desarrollo, ya sea a través de situaciones de inestabilidad política o por el tipo de políticas económicas implementadas. Muchos trabajos de investigación han tratado de identificar cuán importante es la relación entre desigualdad y desarrollo, y los mecanismos para explicar dicha relación. Una de las conclusiones es que ella opera vía mecanismos más indirectos de lo que se creía. Así, Daron Acemoglu y James Robinson argumentan que las brechas socioeconómicas afectan negativamente el desarrollo de los países cuando se traduce en un acceso, también desigual, al poder político; este mecanismo se relaciona con la potencial captura de rentas por parte de la élite y el bloqueo de oportunidades de desarrollo para el resto de la población.

Si en un país todos los ingresos aumentan en la misma proporción, el coeficiente de Gini de ese país sería el mismo antes y después de dicho crecimiento. Sin embargo, en términos de poder adquisitivo, el individuo que parte de un ingreso mayor se beneficiará en términos absolutos más de dicho crecimiento uniforme que quien empieza desde un ingreso menor. “En los últimos treinta años, la desigualdad en América Latina se redujo, cuando la medimos con el instrumento que más se utiliza para esto, que son las encuestas de hogares”, dijo la académica para iniciar. En tanto, el Representante Adjunto de UNICEF, sostuvo que “la pobreza mata sueños, mata posibilidades. Mucha gente que podría ser un gran aporte a la sociedad se queda atrás porque no logra avanzar, por más que quiera.

También hay un agravante de género a considerar, por cuanto más de un 70% de las mujeres asalariadas con educación media completa y que trabajan más de 30 horas semanales, obtiene una remuneración por debajo del umbral citado. La evidencia disponible sugiere que tanto el aumento como el descenso de la desigualdad del ingreso laboral han estado asociados al incremento o la caída de los retornos de la educación. En explicit, en la mayoría de los países donde la desigualdad total descendió durante la década del 2000, los retornos a la educación primaria, secundaria y terciaria, respecto de ninguna escolaridad o escolaridad primaria incompleta, también descendieron. En concreto, la desigualdad de los ingresos laborales se redujo, acortándose la brecha salarial entre trabajadores altamente calificados y poco calificados. Así, entre 2002 y 2013, el ingreso laboral del decil más pobre creció, en promedio, un 50% en términos reales, mientras que el aumento promedio fue del 15% para el decil más rico (y 32 % para el ingreso de la mediana de la distribución).

Siguiendo al texto Desiguales y a la OECD (2012), se necesita reducir las brechas que existen en la estructura productiva de la economía chilena, que se expresan en circuitos diferenciados de productividad, competencias laborales, salarios y estabilidad en los empleos. Entre las políticas a considerar destacan las que mejoran la productividad vía capacitación, aumentan la participación laboral femenina y reducen las prácticas discriminatorias en el mercado del trabajo; así como un fortalecimiento de todos los niveles del sistema educativo. La desigualdad es un desafío ético porque implica una injusticia, ya que todos tenemos una dignidad por ser personas y el derecho a participar de los bienes y servicios que se producen en la sociedad; y es injusta porque esta realidad podría ser distinta mediante políticas públicas.

Con todo, los datos muestran que estamos mucho más arriba que Argentina o Uruguay. Un cuadro más completo se obtendrá cuando estén disponibles las cifras de países de alta desigualdad, como México y Brasil. Con todo, no hay evidencia de que las desigualdades discutidas hayan aumentado en los últimos 30 años.

Y afirma la necesidad de una distribución que garantice la independencia y la voz de todos. Es preciso advertir que incluso los países más igualitarios exhiben algún grado basal de desigualdad vinculado a la división del trabajo, la que requiere pagos diferenciados acorde a la complejidad de las ocupaciones o para el fomento de actividades que están sujetas a un appreciable nivel de riesgo, como la innovación y la labor empresarial. Asimismo, la búsqueda de la igualdad no supone eliminar la diversidad de valores, preferencias y capacidades que nos distinguen como personas. Las medidas de mitigación están siendo importantes, aunque, en el corto plazo, la desigualdad y la pobreza se están incrementando.

Lo anterior incluye la reducción de las barreras normativas, el fomento de la adopción de tecnologías, la promoción de la competencia, la mejora de las capacidades de gestión, y el aumento de la participación femenina en la fuerza laboral y de la calidad de los empleos. El país debe también impulsar la transición verde a nivel mundial, tanto con la energía renovable como con el plan para expandir la producción de litio a través de alianzas público-privadas, que podrían contribuir a un mayor crecimiento en el futuro. En México, de acuerdo a los datos ofrecidos por el Consejo Nacional de Evolución de la Política de Desarrollo Social, La pobreza por ingresos en México para 2023 se ubicó en el 36,3%, lo que implica que aproximadamente 47 millones de mexicanos viven en la pobreza, mientras que la pobreza extrema alcanzó el 12,1% que equivale a 15,6 millones de personas.

Sin embargo, en este escenario dantesco, los súper ricos siguen creciendo, desde iniciada la pandemia Latinoamérica cuenta con otros eight supermillonarios, es decir un nuevo mil millonarios cada dos semanas, según el informe de la ONG Oxfam conocido durante esta semana. El ex chico reality utilizó sus redes sociales para hacer el inesperado anuncio, mostrándose decidido a encontrar un lugar en el extranjero. Las palabras de bienvenida estuvieron a cargo de la presidenta de la Asociación Internacional de Escuelas de Trabajo Social, Ana María Campanini; el vicerrector de Desarrollo, Jorge Mendoza; el director de la Escuela de Trabajo Social PUCV, Edgardo Toro; y el seremi regional de Ciencias, Tecnologías, Conocimiento e Innovación Macro Zona Centro Norte, Jorge Soto. Esta debilidad de la Casen refuerza la opción tomada por el grupo de Alvaredo y otros de usar datos tributarios históricos elaborados por el Servicio de Impuestos Internos.

Si las frustraciones y el descontento social no se canalizan por una vía democrática e institucional, los liderazgos populistas se acentuarán en la región. Y los discursos antisistema, los políticos «outsiders» que se autopostulan como «salvadores» frente a las múltiples crisis, aparecerán como una alternativa tentadora para importantes franjas de la población. La profundización de la desigualdad ocasionada por la pandemia se refleja en terrenos como el educativo, donde existe un acceso inequitativo. «Hay sectores que no han podido mantenerse al día con la educación características de desigualdad social y eso va a tener un costo enorme a futuro en términos de pérdida de capital humano», agregó Santibañes. La desigualdad sería menos problemática si el lugar que ocupan las personas en el orden social fuese pasajero, sujeto a cambios durante el ciclo de vida o, por último, si la posición social de los hijos no dependiera de la de los padres. “En el corto plazo, si bien la situación es horrible y ha introducido una desigualdad brutal, vemos que por lo menos estas medidas de contención y transferencia de ingresos pueden estar siendo mitigadoras”, apuntó Lustig.

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También ratifica el hallazgo del gráfico 1, vale decir, en Santiago y México los asalariados de menor nivel socioeconómico registran la mayor probabilidad de trabajar en la misma comuna, lo que no ocurre en Sao Paulo y Rio de Janeiro. A escala particular person, dos relaciones conceptuales entre la movilidad diaria para trabajar y las características laborales y socioeconómicas de los ocupados son relevantes para los propósitos de este documento. La primera se vincula con la naturaleza del vínculo catalina littin laboral y la segunda con el nivel socioeconómico. El presente trabajo procura evaluar empíricamente las hipótesis antes expuestas usando micro-datos censales de la ronda de 2000 en los que se incorporó la pregunta pertinente para medir movilidad cotidiana. Por ello, se trabajará casi exclusivamente con bases de microdatos censales en formato REDATAM, que serán procesadas justamente con este programa. Ocasionalmente, y sólo para efectos de apoyo, se usarán otras fuentes como encuestas de hogares.

Finalmente, los procesamientos efectuados y los datos obtenidos confirman la tercera hipótesis orientadora de este estudio. Esto sugiere ventajas específicas vinculadas a este patrón de localización, mismas que no debieran ser olvidadas por las políticas urbanas. En common, los municipios ricos están sobrerrepresentados entre los que reciben conmutantes o, lo que es lo mismo, tienden a tener una sobreconcentración de puestos de trabajo. El municipio central aparece sistemáticamente como el más concentrador de puestos de trabajo. En los gráficos 2a a 2nd se exponen los valores absolutos de la comparación para cada comuna de su representación entre asalariados conmutantes y asalariados residentes según nivel educativo.

Primero, demuestra que cuando nos enfocamos en promedios nacionales o promedios para grandes categorías sociales como el género o la etnia enmascaramos importantes desigualdades que valen la pena atender y reducir. Segundo, cuantifica la magnitud de las brechas sociales existentes entre grupos y su evolución en el tiempo. Tercero identifica las intersecciones o las combinaciones de atributos en las que las personas están en un mayor –y menor– riesgo de sufrir discriminación y opresión, reflejada en menor acceso a educación. Finalmente, el ejercicio de la caracterización identifica cuáles son las regiones dentro de cada país que agravan las brechas de género, etnia o ruralidad (Bowleg y Bauer 2016; Nuru-Jeter et al 2018). En un segundo momento, el artículo aplica la descomposición Oaxaca-Blinder para entender y reflexionar sobre la naturaleza de la desigualdad subnacional (Oaxaca 1973; Blinder 1973). Dicha metodología, que será explicada con profundidad más adelante, permite desglosar hasta qué punto la diferencia entre grupos –en este caso regiones– en un atributo –analfabetismo o inasistencia a escuela– se debe por diferencias en la composición de las regiones, o por diferencias en los efectos que tienen los elementos de dicha composición.

Para la segunda ronda censal (2017 en Chile y Perú y 2018 en Colombia) utilicé los microdatos censales del whole de la población obtenidos directamente con la agencia estadística de cada país. Los enfoques cuantitativos aportan a la interseccionalidad porque ayudan a identificar atributos o características de las personas o del contexto que resultan influyentes en la asignación de privilegios o recursos y que no estaban previamente en el radar de los investigadores. También transmiten la magnitud y la distribución de desigualdades socio-estructurales, e identifican los procesos causales que afectan dicha diferenciación y evolución en el tiempo (Bowleg y Bauer 2016). El concepto de interseccionalidad se refiere a la interacción entre atributos o marcadores de la identidad que producen experiencias de vida de privilegio u opresión (Gopaldas 2013).

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“La caída de la desigualdad se detiene, el ímpetu se acabó, y se acaba en un contexto en que además también está disminuyendo la tasa de crecimiento y en algunos países incluso hay algo de recesión y aumenta la pobreza”, dijo. «En Chile la desigualdad ha sido estructuralmente alta para el nivel de ingresos que tiene ese país». «En Chile la desigualdad ha sido estructuralmente alta para el nivel de ingresos que tiene ese país». En el Banco Mundial han estudiado el tema de la desigualdad de ingresos en la región centrándose en los últimos 10 años. 9 Por eso mismo, y por limitaciones formales, no se despliegan los nombres de los municipios en los gráficos, aunque pueden derivarse del cuadro 2. Con todo, más que un análisis caso a caso, los gráficos permiten una apreciación de la relación entre nivel socioeconómico del municipio y su atractivo como destino para conmutantes (que desde un punto de vista más económico significa atractivo para la localización de puestos de trabajo o empleos).

Durante su intervención, Bárcena subrayó que hay un desencanto social que se manifiesta principalmente en los más jóvenes de la región, debido a que se generaron expectativas que no han sido cumplidas. La secretaria ejecutiva del organismo, Alicia Bárcena, señaló que las protestas en la región pueden convertirse en una oportunidad para el cambio social. 5Se decidió utilizar esta variable y no la de pertenencia a grupo étnico porque ésta sólo se incluyó en el Censo de 2017 y no en el de 2007, impidiendo la comparabilidad. Las noticias y publicaciones contenidas en Diario UACh son producto del trabajo de la Dirección de Comunicaciones de la Universidad Austral de Chile y de las unidades de Comunicaciones y Prensa de las distintas unidades y macrounidades de la casa de estudios, además de otras colaboraciones externas. Se observa también que los programas de ayuda desplegados están beneficiando más a la parte baja de la distribución, pero quienes están por encima de la línea de la pobreza están perdiendo mucho. El segundo factor determinante fueron las transferencias gubernamentales, que explican el 17% de la caída, coincidiendo con una serie de programas muy grandes.

Los «modelos económicos» de estos dos países se derrumbaron a las semanas de la llegada de la crisis sanitaria, la privatización de la salud y los derechos sociales, unidos a la precarización laboral, fueron el caldo de cultivo para la propagación del virus en poblaciones indefensas y abandonadas por sus autoridades. En definitiva, la pandemia está teniendo un fuerte impacto económico y social en América Latina. Se ha incrementado el desempleo y se han cerrado empresas, se han deteriorado las cuentas públicas y han aumentado la pobreza y la desigualdad. La recuperación dependerá de la evolución de la economía mundial y del dinamismo de los flujos internacionales en comercio y finanzas hacia la región. Abramo agrega que al mirar la evolución de los ingresos en Latinoamérica, queda claro que el crecimiento económico no es suficiente para que disminuya la desigualdad. En el caso de El Salvador y Guatemala, la mayor parte de la caída en la desigualdad, se debe al mercado laboral y no a la redistribución, señala López-Calva.

La combinación sostenida de alta desigualdad y bajo crecimiento genera un equilibrio social frágil. El PNUD, presente en más de forty países y territorios de América Latina y el Caribe, continuará trabajando con los estados y actores no gubernamentales para discutir, extraer lecciones y proponer vías de acción que permitan a los países avanzar hacia el desarrollo inclusivo y sostenible. Cuando se examina ahora el atractivo de los municipios o comunas para conmutantes de diferentes niveles socioeconómicos, se advierten algunos patrones relevantes, pero también bastante diversidad idiosincrásica. Por ejemplo, los municipios del BCD extendido, que incluyen a los céntricos y a los que están en el eje de localización principal de los grupos acomodados, tienden a concentrar el destino de los conmutantes. En los municipios acomodados pero más bien excéntricos del BCD como Niterói, Sao Caetano do Sul, Miguel Hidalgo, y La Reina y Nuñoa, la élite todavía debe ir masivamente a otro municipio para trabajar, aunque el análisis efectuado en este trabajo no permite concluir si tal egreso implica efectivamente una salida del habitat histórico de la élite. Los resultados presentados en este artículo provienen de los censos de la ronda de 2000.

Hay una generalización que deberíamos poder explicar más allá de características típicas del período”, destacó. «Estos países tienen una desigualdad persistentemente alta con disminuciones relativamente mínimas en el tiempo», señala en un email el organismo, en respuesta a la solicitud de información hecha por BBC Mundo. Esto se traduce en una explosión del desempleo, que llegaría a 44,1 millones de personas en la región, lo que representa un aumento cercano a 18 millones con respecto al año 2019. Pero también en un aumento de la mendicidad o extrema pobreza la cual se incrementara en 28,5 millones personas en solo un año, pasando de sixty seven,7 millones de personas en 2019 a 96,2 millones de personas en 2020. Tras unos años en los que el índice de Gini había bajado de 0,fifty three a 0,46 entre 2001 y 2019, la pandemia ha ocasionados enormes costes sociales muy desigualmente distribuidos. Este incremento de la desigualdad ha reavivado las protestas sociales en la región, generalizando las ya manifestadas durante la segunda mitad de 2019 en Chile, Ecuador y Colombia.

La pandemia de covid-19 se ha saldado con una caída del 8,1% del PIB en América Latina, superando el impacto de la disaster en la Unión Europea y de otras economías emergentes. No obstante, las economías latinoamericanas ya mostraban importantes debilidades antes del inicio de la emergencia sanitaria. Es decir, la pandemia ha recrudecido los problemas productivos y sociales de América Latina, como la perversa especialización comercial de la región, la debilidad del tejido productivo y del mercado de trabajo, y los problemas sociales.

Todos los países tienen brechas regionales, pero estas no son más profundas que las de las otras categorías. El informe para América Latina y el Caribe destaca que las percepciones de desigualdad y justicia también juegan un papel basic, en parte porque afecta las actitudes y preferencias de las personas respecto de las políticas redistributivas, a la vez que impactan la legitimidad de las instituciones del sistema democrático. A nivel regional el 81% cree que la distribución del ingreso es injusta, el porcentaje asciende al 95% en Chile, poniendo al país en el primer lugar de la región en dicho indicador. Más aún, mientras el 77% de personas en América Latina y el Caribe declara que sus países son gobernados en función de los intereses de unos pocos grupos poderosos, el porcentaje asciende a 91% entre las chilenas y chilenos.

Las páginas que siguen abordan estas preguntas aplicando el enfoque interseccional desde una metodología cuantitativa y descriptiva (Else-Quest y Hyde 2016; Bowleg y Bauer 2016; Bauer y Scheim 2019). Utilizando microdatos provenientes de las últimas dos rondas censales en Colombia (2005 y 2018), Perú (2007 y 2017), Chile (2002 y 2017), el estudio se desarrolla en dos momentos. En el primero realiza una caracterización de las diferencias en la prevalencia del analfabetismo según cuatro atributos importantes para la definición de la identidad y el acceso a recursos -género, etnia, condición de ruralidad, región y su intersección.

Amén de las muchas excepciones a este patrón de localización, cuya expresión más evidente es la diseminación de los centros comerciales multitienda, nada impide que en el futuro los estratos altos se dispersen parcialmente en un proceso de suburbanización, al que seguiría una suburbanización de empleos de servicios. Ahora bien, al comparar ciudades, sobresale el diferencial de las metrópolis brasileñas (véanse el gráfico four a que llamamos desigualdad social y el cuadro 3). Esto ciertamente se vincula con su configuración político-administrativa, por cuanto la migración en ellas es en su gran mayoría desde el municipio central a los periféricos, pero los puestos de trabajo siguen concentrados en los municipios centrales, de manera tal que la salida de ellos conduce con mucha facilidad a la conmutación.

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Un ejercicio en esa línea demostró un alto nivel de encapsulamiento de los ricos en su habitat —el cono oriente—, de Santiago de Chile (Rodríguez, 2007). De esta manera, si bien deben salir de su comuna para trabajar, finalmente se desplazan a zonas más bien cercanas y dentro de su nicho histórico. Así hemos completado la quinta entrega de esta serie que iniciamos con la primera edición el 2011, donde se evidencia la existencia de severas brechas territoriales en materia de salud, educación, seguridad ciudadana, ingresos, dinamismo económico e igualdad de género. Profundiza, además, sobre el rol de las políticas públicas y de las capacidades locales en la perpetuación o disminución de dichas brechas. Esta investigación pretende contribuir a profundizar la comprensión de la naturaleza de las brechas regionales o subnacionales y motivar futuras investigaciones en este campo.

Un ejemplo claro es el de las causas del rezago de la región caribe en Colombia. El modelo económico de sustitución de importaciones en Colombia, desarrollado desde los años 50s, reforzó el privilegio de la región andina y allí concentró el desarrollo industrial y el crecimiento económico, en parte porque allí se acumulaban los excedentes de la producción cafetera. Esto conllevó a mayores inversiones en educación pública, salud y vivienda en esta región, así como una mejor infraestructura para la productividad, expresada en, por ejemplo, una energía basada en hidroeléctricas, más barata, más confiable, y más eficiente que la energía térmica de la desigualdad economica en estados unidos región caribe. Las diferencias composicionales no son entonces causadas por elecciones individuales de los habitantes del caribe, que deciden o no migrar y dedicarse a otras actividades, sino por proyectos ideológicos excluyentes y economía política que limitaron allí su desarrollo (Meisel 1999, Meisel y Hahn 2020). En conclusión, si bien los tres países tienen brechas regionales similares en el agregado, el análisis desagregado por intersecciones de categorías refleja unas tendencias muy distintas. En Perú hay muy poca variación regional, incluso en las categorías en mayor desventaja, y la brecha se ha reducido a una mínima expresión en 2017.

desigualdad de america latina

Este continente exhibe el título de ser la región más inequitativa del mundo, incluso por sobre regiones que presentan mayores niveles de pobreza. La desigualdad es un tema clave del desarrollo latinoamericano, que cruza el debate público y académico, y que está cada vez más presente en la agenda de reivindicaciones de los movimientos sociales. Nuestra región parece estar siendo exitosa en reducir el número de familias que viven en condición de pobreza, pero no podemos decir lo mismo respecto de la brecha que separa a ricos y pobres, que no solo no disminuye, sino que ocasiones se acrecienta. A nivel mundial, diversas publicaciones recientes destacan las desalentadoras estadísticas en cuanto a la representación política inclusiva y la igualdad de género en las estructuras de gobernanza global y la diplomacia. Conscientes de que las mujeres latinoamericanas han estado invisibilizadas en las relaciones internacionales, tanto en su práctica político-internacional como en su teorización, decidimos invitar a un grupo de destacadas profesionales de varios países de América Latina para ser parte de esta publicación. Muchos de los elementos que hacen de América Latina una de las regiones más desiguales del mundo son de larga data desigualdad de oportunidades.

Y también existen otros mecanismos como analizar la concentración de la riqueza en la parte más alta de la pirámide. En América Latina el 20% más pobre de la población se queda con cerca de 4% del ingreso total, explica el representante de la ONU, mientras que el 20% más rico se queda con casi la mitad de todo el ingreso. En contraste, Uruguay ha bajado la desigualdad de manera importante a partir de 2007. «Bolivia es un país que ha redistribuido y que tiene programas universales, pero como ocurre en la mayoría de los países latinoamericanos, se redistribuye menos de lo que se debería», dice López-Calva.

Aun así, no se puede olvidar la medición de la riqueza aporta elemento más allá del efecto coyuntural de la pandemia, pues también permite un acercamiento a los factores estructurales que inciden en la reproducción de la desigualdad en el tiempo. Además, el director regional del PNUD apuntó que dichos problemas no se atendieron de una manera adecuada durante la época de crecimiento de la región a principios de este siglo, por lo que ahora están interactuando con la pandemia y han hecho de Latinoamérica la región la más afectada del mundo. Desigualdad es un término que a través de la historia ha estado muy presente en América Latina.

Llama mucho la atención que para este sub-grupo en desventaja, la región hace una importante diferencia en Colombia, no tan importante en Chile y casi nula en Perú. La tasa de analfabetismo de mujeres rurales indígenas en Colombia oscila entre 14,6% y 31%; 38% y 46% en Chile y 39% y 43% en Perú, con datos de la última ronda censal. En Colombia hombres y mujeres rurales indígenas componen los 5 estratos con mayor analfabetismo, en Perú los cinco estratos con peor tasa de analfabetismo son de mujeres, four de ellos rurales y 4 indígenas. Y en Chile las mujeres rurales indígenas también constituyen 4 de los 5 estratos con menor escolaridad. En los distintos países ser mujer, indígena y rural constituye una condición de mucha desventaja. Una de las diferencias más significativas en la región es la que se da entre el campo y la ciudad (Gráfica 4).

Y además, el efecto de dichas combinaciones cambia de un país a otro y varía significativamente en el tiempo. Esta noción, que se conoce en la literatura como la interseccionalidad (Collins 2015), ha tenido una atención insuficiente en América Latina (Solis et al. 2019) y sabemos incluso menos sobre la interacción entre lo subnacional y otros atributos como género, raza y ruralidad para producir un paisaje diverso de desventajas y privilegios. Los altos niveles de desigualdad y el bajo crecimiento económico que caracterizan a la mayoría de los países de América Latina constituyen una trampa de la cual la región no ha logrado salir.

“Los datos muestran un efecto izquierda que estamos analizando ahora econométricamente”, puntualizó. Aunque muchos países latinoamericanos efectuaron transferencias monetarias durante la pandemia, ninguno de ellos amplió el seguro médico ni tomó suficientes medidas para implementar mecanismos de seguridad social universal o ampliar las coberturas a fin de garantizar que las personas más desfavorecidas estuvieran atendidas. Incluso el movimiento de protesta más reciente, emancipador y bien informado de Colombia, dirige todas sus demandas al “Estado”, al que al mismo tiempo rechaza. Pero la gran desigualdad que existe en estos países, como en el resto de América Latina, solo se puede paliar en última instancia con un esfuerzo conjunto. Décadas de privación sistemática de derechos, o al menos de falta de empoderamiento de la mayoría de la población en América Latina, han provocado obviamente una fatídica costumbre a un Estado fuerte. Y cuando el Estado fuerte ya no funciona, el llamado a un hombre o mujer fuerte no se hace esperar.

Hay países que quedaron excluidos de la la lista, porque no había información disponible en los organismos internacionales. Así es como El Salvador pasó en tres décadas de tener un índice de ingresos de fifty four, a uno de 38, la desigualdad más baja de toda América Latina. Alegan que la economía ha crecido, pero que la riqueza sigue concentrada en un sector de la sociedad, un rasgo que históricamente ha sido común en los países latinoamericanos. Los Informes Latinoamericanos sobre Pobreza y Desigualdad de Rimisp, Centro Latinoamericano para el Desarrollo Rural, son un aporte a la discusión sobre estas temáticas desde la perspectiva explicit de la desigualdad territorial, una de las aristas menos abordadas del problema, y que impacta con especial fuerza a los sectores rurales de América Latina. Por ello, necesitamos avanzar de la cultura de los privilegios a la cultura de igualdad y la inclusión social, afirmó Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), en la reunión del Foro Económico Mundial 2020 que culminó este viernes en Davos, Suiza. En el panel, también estuvo invitada la presidenta de Colegio de Antropólogos de Chile, Natalia Caniguan, para analizar la empleabilidad, cómo se configura el campo laboral y de qué manera la formación académica de antropólogo en Chile, pero también en otros países como México, está respondiendo o no a las demandas actuales.

Es fundamental reconsiderar las políticas basándose en los derechos humanos para evitar futuras calamidades en una región que, según muchos indicadores, es la más desigual del mundo. A pesar de los niveles alarmantes de desigualdad y pobreza en América Latina y el Caribe, en los últimos decenios los gobiernos no han recaudado suficientes ingresos por impuestos ni lo han hecho de una manera que permita combatir la desigualdad, ni siquiera en épocas de expansión económica. Esto ha dado lugar inevitablemente a un escaso gasto en servicios de atención de la salud y protección social —incluidos desempleo, pensiones y apoyo a la infancia—, que son indispensables para una vida digna y para defender de verdad los derechos humanos para todas las personas. En Chile, por ejemplo, los casos de colusión de firmas dominantes en mercados de bienes esenciales han significado, en la práctica, grandes transferencias de recursos desde los bolsillos de quienes menos tienen hacia la parte alta de la distribución de ingresos. Los casos de financiamiento ilegal de la política, por su parte, han dado cuenta de los canales de influencia del poder económico sobre el poder político. Aunque en menor medida que en otros países de la región, la presencia de violencia criminal, especialmente en barrios de menores ingresos en grandes ciudades, impacta ambas variables.

La descomposición Oaxaca-Blinder nos invita a reflexionar sobre la naturaleza de la desigualdad subnacional. ¿Existe una fuerza causal específica de la región que produce privilegios y opresiones, y que -aunque interactúe consea independiente del racismo, el sexismo y el sesgo urbano? ¿O, por el contrario, la región no tiene una fuerza causal propia, sino que es un espacio donde simplemente se expresan las discriminaciones existentes y la magnitud de la brecha es función del tamaño de las minorías, los campesinos y las mujeres? La alta porción explicada en la descomposición nos invitaría a pensar lo segundo. No obstante, mi invitación es que incluso cuando casi toda la desigualdad subnacional se explica por la composición de las regiones, existe una fuerza causal regional en acción.

Aunque los latinoamericanos dedican más tiempo a sus actividades laborales que el promedio de la OCDE, esto se ve descompensado por una enorme diferencia en los niveles de productividad. El informe hace un llamado a los gobiernos de la región para que desarrollen una estrategia dirigida a elevar la productividad y  combatir la desigualdad. Las expectativas frustradas han dinamitado la paciencia de millones de latinoamericanos. Las protestas en la región más desigual del planeta se suceden a ritmo vertiginoso, de Haití a Chile; de Centroamérica a los Andes. El frenazo a millones de anhelos, el cuestionamiento de modelos económicos como el neoliberalismo, la desafección por los políticos, sin importar su ideología, son flamable común en todos los países para que se prenda una llamarada que no tiene visos de apagarse a corto plazo.

Por dicha composición en las regiones se reflejan dinámicas de racismo, el sexismo, y el sesgo rural6, que son comunes en el conjunto de la nación pero que se expresan con más fuerza en ciertas regiones en función de su número de minorías. En conclusión, la brecha étnica se agrava en la zona rural, especialmente en las mujeres, aunque en Perú se observan importantes diferencias entre etnias entre mujeres de la zona urbana también. En Perú, a pesar de la severidad de la brecha étnica, hay poca variación regional, mientras que en Colombia ésta es bastante amplia.

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La Guía tiene 10 acciones claves, y tenemos por delante la tarea de trabajarlo a nivel nacional y regional. Debemos poner un foco en derechos humanos en la gestión de las empresas, hacer procesos de debida diligencia que sean realmente coherentes, que estén al centro”. Las sociedades capitalistas producen, como resultado de su lógica interna, diversas formas de desigualdad de poder. Por ejemplo, la concentración de las decisiones de inversión en una pequeña elite le entrega a esta última una capacidad de veto sobre la política económica, sobrerrepresentando sus intereses en el debate público.

Por ejemplo, dos individuos que pudieron acceder a la misma educación profesional, en igualdad de condiciones ex-ante, obtienen luego el mismo puesto de trabajo, pero en diferentes empresas. Estas compañías ofrecen diferentes salarios, por el mismo esfuerzo y el mismo trabajo, generando desigualdad de resultados para dos personas que tenían en principio igualdad de oportunidades. De esta manera, la libertad que tendrán estos sujetos en cuestión para alcanzar un resultado se ve limitada por la desigualdad de recompensas, generando así desigualdad entre ellos. Cuando nos enfrentamos a la tarea de definir el concepto de desigualdad económica, la primera pregunta que surge es ¿desigualdad de qué? En otras palabras, hay que determinar a qué nos referimos cuando hablamos de desigualdad económica y aquí es donde nos encontramos con dos perspectivas, ex-ante y ex-post 1 . Atkinson (2015) afirma que la literatura se encuentra, generalmente, dividida sobre si comprender la desigualdad como una de oportunidades o de resultados.

Señalan que los ciudadanos están a favor de las políticas que consideran eficaces, por lo que se debe evaluar el impacto de las iniciativas para reducir la desigualdad y facilitar su entendimiento para la ciudadanía. “Debemos entender la desigualdad como un riesgo sistémico, que afecta la estabilidad social, el progreso económico y la licencia de las empresas para operar. La acción de las empresas debe buscar mitigar estos riesgos y a la vez, construir un mundo de oportunidades en el que las empresas puedan prosperar en el largo plazo”. En una reciente entrevista que el economista Sebastián Edwards le hizo al ministro de Hacienda, Rodrigo Cerda, en Ex Ante, Edwards rescata la profundidad que alcanzó esa convicción. Hablando sobre la desigualdad económica como issue gatillante del estallido social, el economista recordó que Rolf Lüders, ministro de Hacienda de la dictadura, pensaba que la desigualdad era un problema de envidia y que no había que preocuparse de ella, sino del crecimiento.

Sin embargo, estudios análogos han sobrestimado los efectos de ambos tipos de gasto, debido al uso de métodos econométricos inapropiados. El efecto progresivo del gasto sanitario sobre la desigualdad es confirmado por el estudio que Spadaro et al (2011) hacen sobre dicho gasto en España, mostrando una buena capacidad para sacar a las familias de la pobreza. Bastagli et al (2012) también califican al gasto en educación y sanidad como de altamente redistributivos.

Por otro lado, se critica la mala relación que existe entre sus metas y los indicadores propuestos (Donald & Lusiani, 2016). Como se ve en la Tabla 2, no todas las metas son cuantificables y, por consiguiente, de difícil monitoreo sin los indicadores adecuados. Por ejemplo, la meta 10.2 sobre promover la inclusión, tiene como indicador “Proporción de personas que viven por debajo del 50% de la mediana de los ingresos, desglosada por sexo, edad y personas con discapacidad”. En este sentido, este indicador podría dar luces sobre la inclusión económica de las personas, pero no así de los aspectos sociales o políticos. O bien, la meta 10.three que busca garantizar la igualdad de oportunidades y reducir la desigualdad de resultados, tiene como indicador la “proporción de la población que declara haberse sentido personalmente discriminada o acosada en los últimos 12 meses por motivos de discriminación prohibidos por el derecho internacional de los derechos humanos”.

Es más, para el caso de Chile, el PNUD (2017) identificó seis factores que reproducen la desigualdad a lo largo del tiempo en el país. Primero, la estructura productiva de Chile, que se relaciona a las diferencias de productividad, capacidad de inversión y nivel educacional de los/as trabajadores/as. Igualmente, el tercer factor contempla el rol pasivo del Estado que no tiene mayor injerencia distributiva de los recursos, y el cuarto la concentración del poder político que tienen las personas con mayores ingresos. El quinto issue refiere a las desigualdades de oportunidades, como es el sistema educativo del país que se encuentra bastante dividido y finalmente, los principios normativos establecidos en Chile que en algunos casos avalan las disparidades y limitan iniciativas que promuevan la igualdad. Si se ordenaran las regiones del mundo, dice Contreras, Lationamérica aparece como una región de alta desigualdad.

Por su lado, Sunkel e Infante (2009), atribuyen la persistente desigualdad a la permanencia de la asimetría y falta de vínculos estrechos entre los diferentes estratos de la economía. Enfatizan en que los sectores más dinámicos y productivos de la economía, que se concentran en pocas empresas y generan una baja proporción del empleo, coexisten con sectores más atrasados tecnológicamente, con menos acceso a capital, mayor endeudamiento y menor productividad, donde se encuentra la mayoría de las empresas y que son responsables de más del 80% del empleo privado. Otros determinantes de la resistente desigualdad son “la concentración de la propiedad y el poder económico, el acceso diferenciado según los ingresos a la educación de calidad, la diferencia de remuneraciones en los empleos, la debilidad de los sindicatos, entre otros factores…” (Sunkel e Infante, 2009, pp. 89).

desigualdad en economia

También se argumenta que la desigualdad era baja en los regímenes comunistas ruso y chino en 1980 y que su posterior aumento contribuyó a estimular la innovación y el crecimiento en beneficio de todos. Sin embargo, la justificación de la desigualdad en función del bien común no puede aplicarse a la realidad general de todas las naciones. Por ejemplo, el crecimiento económico estadounidense y europeo durante el auge del Estado de Bienestar, de 1950 a 1980, fue más intenso que en las décadas siguientes, las que estuvieron caracterizadas, como escribe Thomas Piketty en Capital e ideología, “por un aumento de las desigualdades de dudosa utilidad social”. Según el economista francés, estas no beneficiaron “al 50% más pobre, que ha sufrido un estancamiento total desigualdad en la pandemia de su nivel de vida en términos absolutos y un hundimiento en términos relativos”. Sin embargo, los hallazgos evidencian que aquello no se presenta como tal en intervalos temporales acotados y con múltiples transiciones políticas, tal como se evidenció en el modelo n.° 10.

Dentro de esta agenda, se encuentra el Objetivo de Desarrollo Sostenible 10 sobre “Reducir la desigualdad en y entre los países”, el cual contempla diez metas. Así, para este artículo, se analizaron las acciones públicas, presentadas por el Consejo Nacional para la implementación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, con el fin de determinar si la estrategia chilena, llevada a cabo entre el 2015 y 2018, considera un concepto multidimensional de las disparidades económicas o no. La construcción de una amplia base de datos regional permitió dar una mirada a la dinámica de la desigualdad en Chile, retratando las diferencias regionales. La tabla del Anexo D resume los resultados de los indicadores evaluados en este trabajo, revelando la susceptible desigualdad en la sociedad actual posición de la región de La Araucanía, la peor catalogada en cada uno de los indicadores económicos y algunos sociales. A nivel de desarrollo económico, la Región Metropolitana logra los mejores resultados, mientras las regiones del sur del país, los peores, destacando nuevamente La Araucanía, única región catalogada con un bajo nivel de desarrollo, de acuerdo al IDERE.

En coordinación con el Ministerio de Desarrollo Social y de Familia, el BM se encuentra entregando asistencia técnica al proyecto Gestión Social Local (GSL)  Esta nueva metodología para la entrega integrada de servicios y beneficios sociales en los municipios, ya se encuentra disponible en casi el 70% de las municipalidades del país. A través de una “ventanilla única”, los funcionarios disponen de los distintos programas y subsidios con que cuenta y puede acceder un beneficiario, permitiendo entregar una mejor atención social, además de aumentar la eficiencia del gasto público. La Corporación Financiera Internacional (IFC) ha apoyado activamente al sector privado de Chile para aumentar la productividad, promover la inclusión y lograr avances en materia de sostenibilidad.

Por ejemplo, dos personas que perciben el mismo ingreso, pero una de ellas se ve forzada por factores fortuitos a generar un gran gasto o endeudarse, mientras que la otra puede ahorrar ese dinero o invertirlo en su desarrollo personal, mostrarán disparidades en el uso de sus recursos y, por consiguiente, en la libertad para lograr ciertos resultados. De acuerdo a Sen (2000), alcanzar cierto nivel de calidad de vida se ve coartado por las condiciones sociales en que se encuentra un individuo o que posee un país. Esto con el fin de determinar qué concepto de desigualdad está justificando el plan de acción de Chile respecto del objetivo anteriormente señalado, argumentando inicialmente que el concepto utilizado para justificar este plan es la desigualdad de ingresos principalmente. Sin embargo, y como se presentará a continuación, esta no sería la única dimensión de las disparidades a la que hay que aludir para disminuir las brechas existentes en Chile de manera efectiva. Por otra parte, el año 2015, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó una nueva resolución que compromete a los 193 miembros de esta organización a trabajar en un programa de 17 objetivos, llamada Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Entre estos objetivos se encuentra el número 10, sobre “Reducir las desigualdades en los países y entre ellos” (Naciones Unidas, 2018).

El Primero es que la propensión marginal al ahorro de los estratos altos de la población es mayor a la que presentan aquellos grupos sociales de menores ingresos; por lo tanto, a mayor desigualdad mayor tasa de ahorro y más rápido será el crecimiento económico3. El segundo es que los grandes proyectos de inversión requieren de altas sumas de capitales, por lo que un país al no contar con un mercado financiero desarrollado, la posibilidad de concretar estos proyectos se enfoca en unos pocos individuos de la sociedad que a su vez concentran una parte importante de la renta nacional. Y el tercero es que la desigualdad es eficiente para la economía, dado que induce a los agentes a arriesgarse y/o esforzarse más con el fin de mejorar sus niveles de bienestar relativo, lo que repercute de forma positiva en el desempeño económico de los países.

Por otro lado, las acciones públicas incorporadas que son muy anteriores a la Agenda 2030, en términos de temporalidad, son acciones que además de perdurar en el tiempo, son de largo alcance. Por ejemplo, la Reforma Previsional ya mencionada, requiere de un largo período de tiempo para ver resultados, ya que hace referencia un segmento de la población que verá los resultados de esta ley en varios años más, cuando sea momento de jubilarse, como también quienes año a año se retiran de sus actividades laborales. O bien, la Ley Nº19.966 del año 2004, la cual continúa vigente e, igualmente, ha ido incorporando cada vez más elementos para incluir a una mayor cantidad de personas beneficiadas desde su entrada en vigencia hasta el día de hoy.

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Considerando que los ingresos totales provienen de distintas fuentes con distintas particularidades (trabajo, empresas, mercado financiero, etc.), su diseño es complejo y varía mucho entre países. Para complementar el análisis basado en el Gini, una forma menos abstracta y más intuitiva de medir la desigualdad consiste en calcular la porción del ingreso complete del país que concentran diferentes grupos de la población. Por ejemplo, la porción del ingreso nacional que se apropian el 1% y el 10% más ricos dan cuenta de qué tan concentrados están los ingresos. Esta situación, a su vez, limita las posibilidades de progreso de las sociedades, ya que se pierden capacidades de generación de nuevos negocios y otras instancias de mejora del bienestar de la sociedad.

sobre la desigualdad

La principal es estar regido por una constitución hecha en dictadura, que hace difícil contar con mayorías para realizar cambios sociales y económicos profundos. Otra, es ser presa de una racionalidad tecnocrática que, centrándose en aspectos supuestamente técnicos y de eficiencia, minimiza el componente de legitimidad social de las políticas públicas. Esto se traduce en escaso espacio para el management ciudadano y en la desvalorización de formas complementarias de democracia, como la deliberativa o la participativa. Por último, nuestro sistema democrático peca también de un centralismo que debilita los espacios locales y regionales. La percepción de injustica que inunda el país parece surgir del reconocimiento que las desigualdades o las diferencias entre unos y otros no surgen naturalmente.

Las estimaciones resultantes de Area Median Income (AMI) permiten que los ingresos familiares se expresen como un porcentaje de la media para la zona. Las familias que ganan no más del eighty por ciento del ami son típicamente consideradas como de bajos ingresos y aquellas que ganan no más del 50 por ciento del AMI se consideran de muy bajos ingresos (U.S. Department of Housing and Urban Development, 2015B). Por lo basic es definida por una combinación de indicadores económicos referidos a los ingresos y la riqueza. Sin embargo, es inseparable de diferencias sociales de otro tipo, una interdependencia que es particularmente evidente en el suministro de vivienda. En Latinoamérica las políticas públicas están asociadas a las políticas de protección social a través de la entrega de bonos y subsidios a las clases más bajas, lo que hace que se transformen en medidas cortoplacistas y no fomenten el empleo y el salir de la pobreza extrema. Subrayó que reducir la desigualdad implica aplicar un trato especial y diferenciado para los países en desarrollo, en explicit los menos adelantados de conformidad con los acuerdos de la Organización Mundial del Comercio.

Así, en el marco de una discusión constituyente sobre un nuevo contrato social, los debates sobre el sistema tributario serán centrales. Aquí el ingreso superior se define como el ingreso por hogar, ajustado por tamaño, que corresponde a más del doble de la media nacional. Bajo su alero surgieron grandes fortunas, cuyo origen se centra en la minería, las finanzas y el comercio. Hacia fines de esa centuria se inició un periodo de inestabilidad en el marco de la “cuestión social”, que culminó con la elección de Arturo Alessandri en 1920 y el inicio del Estado benefactor.

Observamos un país en crisis, con un nivel de desigualdad que se ha estancado en niveles altísimos. Transitar hacia una sociedad distinta es posible; es, a fin de cuentas, una decisión política. Hemos visto que, en términos de recaudación de impuestos, el tamaño del Estado en Chile es pequeño y que los ingresos fiscales que recauda provienen mayoritariamente de impuestos al consumo.

Los esquemas óptimos se caracterizan por tasas más altas cuando los contratos sociales favorecen en mayor medida la redistribución. Sin embargo, no son suficientes para entender el problema en su globalidad y pueden inducir a conclusiones erróneas. Sin entrar en los detalles de su cálculo, hay que saber que éste toma valores entre 0 y 1, y que un mayor Gini implica una distribución de ingresos más desigual. En los casos extremos, 0 implica que todos los individuos tienen los mismos ingresos, y 1 que sólo una persona recibe todos los ingresos. Más que una mera tipología edificatoria o un sector del mercado, la vivienda es un acto arquitectónico primario.