Esta reducción del sindicalismo, propio de la estructura de la negociación colectiva en Chile, influye directamente en la capacidad de alcanzar acuerdos y en la eficacia política de los trabajadores, cuestión que redunda en que menos de un cuarto de trabajadores activos estén hoy afiliados a alguna organización sindical. Contrario a quienes por décadas sostuvieron la thought del “fin de los sindicatos”, los primeros años del siglo XXI han sido testigos de una revitalización sindical importante (Chun, 2009; Frege y Kelly, 2004). En países como Argentina y Uruguay, esta revitalización fue observada en el renacimiento de movimientos sindicales capaces de superar su condición de fragmentación y de transformarse en actores clave en la formulación de políticas redistributivas empujadas por gobiernos de centroizquierda (Etchemendy 2019).
Así es, las organizaciones sindicales no podrán pertenecer a más de una organización de grado superior de un mismo nivel. 16 Esta norma atenta contra una “ideología neoliberal de la representatividad” por cuanto supone que, cuando así lo desea el empleador, el sindicato puede actuar en nombre de trabajadores que no han manifestado explícitamente a través de la cotización su deseo de ser representados. La ideología de representatividad ha variado a lo largo de su historia, en estrecha relación con el contexto político, las estrategias de la central y la relación de fuerzas políticas al interior sindical de la organización. Y de manera paralela, trabaja en un proyecto de nivelación de estudios con trabajadoras del aseo de la UAH, para que puedan finalizar sus estudios de enseñanza media, y así para darles una salida al problema de la precariedad del sistema laboral del subcontrato. En 1934, la violenta represión del gobierno de Arturo Alessandri a una huelga ferroviaria de carácter nacional, tuvo como reacción la unidad de las distintas organizaciones que agrupaban a los trabajadores.
La caída de las tasas de sindicalización no ha provocado la misma reacción en los distintos contextos nacionales. Como demostraremos, en Chile, se le ha prestado escasa atención, tanto a nivel common como sindical. Esta indiferencia resulta paradójica porque, como veremos, en el contexto de la legislación chilena, la capacidad actual de intervención de los sindicatos depende particularmentedel nivel de sindicalización. La disminución de la sindicalización ha sido interpretadacomo el signo de una “crisis de representatividad” que ha puesto en cuestión los derechos adquiridos por los sindicatos en el pasado. A distintos ritmos, las organizaciones sindicales han asumido este diagnóstico y han implementado medidas para revertir el problema. A través de normas y lógicas aún vigentes en el esquema laboral del país, la Constitución de 1980 buscó quitarles a los y las trabajadores su capacidad de negociación colectiva.
En la línea de reivindicar y proteger los derechos de los trabajadores y trabajadoras, no solo de nuestros asociados, con fecha 18 de octubre del 2017, nuestra Organización modifica sus estatutos, pasando a denominarse Sindicato Interempresa Nº1 de Trabajadores de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, y razones coligadas. Esto nos ha permitido asociar a trabajadoras y trabajadores del Centro de Formación Técnica PUCV y Ediciones Universitarias S.A. Los trabajadores y trabajadoras deben gozar de la adecuada protección contra todo acto de discriminación tendiente a menoscabar la libertad sindical en relación a su empleo. Efectivamente, uno de los fines principales es representar a los afiliados en las diversas instancias de la negociación colectiva, es la organización la que suscribe los instrumentos colectivos y debe velar por su cumplimiento y hacer valer los derechos que de ellos nazcan.
Son titulares del derecho de sindicación los trabajadores del sector privado y de las empresas del Estado, cualquiera sea su naturaleza jurídica, que cumplan con los requisitos que establece la ley y sus respectivos estatutos. 9 Por ejemplo, desde 2003 al 2014, el catálogo Scielo registra sólo 12 artículos sobre sindicatos o sindicalismo chileno mientras que más de 522 artículos sobre el movimiento estudiantil. Utilizamos el término de “ideología” no en un sentido reductor, como un easy discurso moralizador que busca ocultar una realidad distinta o como una imposición inconsciente, sino como un conjunto de creencias compartidas, inscritas en instituciones, comprometidas en acciones y ancladas en las prácticas concretas de los actores (Dumont, 1991)14.
La Escuela es un espacio para que trabajadoras, trabajadores y estudiantes dialoguen, se desarrollen y se comprometan en la construcción de un trabajo cada vez más digno para los habitantes de nuestro país. Lo anterior se basa en la creencia de que el sindicato, cuando es bien entendido y utilizado, puede ser una herramienta crucial para la obtención de mayor justicia social y el fortalecimiento de sociedades más democráticas. La Federación Obrera de Chile (FOCH) comenzó como una agrupación de obreros de ferrocarriles con una orientación mutualista ligada al Partido Demócrata. A mediados de la década de 1910, comenzaron a integrarse los trabajadores de salitre y adquirió un carácter nacional. Asimismo, el Partido Demócrata perdió influencia al imponerse en la organización las concepts operación sonrisa revolucionarias del Partido Obrero Socialista liderado por Luis Emilio Recabarren, convertido después en el Partido Comunista, asumiendo la Federación una actitud anticapitalista y revolucionaria que se manifestó con fuerza en las movilizaciones sociales que caracterizaron la década de 1920. A través de mutuales, sociedades y mancomunales, los trabajadores chilenos de comienzos del siglo XX, se organizaron para fomentar la solidaridad proletaria y proteger a sus asociados ante una precaria legislación laboral.
11 Este proyecto postulaba quelos derechos de un sindicato eran reconocidos si lograban que una mayoría de trabajadores consignara su apoyo con la firma de cartillas, sin necesidad de una votación permanente. 2 Esta tradición sindical se caracterizapor un discurso anticapitalista, el predominio de la lucha política por sobre la lucha sindical y una estrecha relación de las organizaciones sindicales con los partidos políticos de izquierda. En las páginas que siguen, se describen estas tres ideologías17, particularmente, sus axiomas principales y sus efectos en la interpretación del problema de la disminución de las tasas de sindicalización. Asimismo, se señalan lasprincipales características de los dirigentes entrevistados que se identificaban a cada una de estas ideologías.
Es la que se celebra en las oportunidades y con la frecuencia establecida en los estatutos sindicales, con el objeto de tratar entre los asociados materias relacionadas con la organización. Así es, el tiempo que abarcan los permisos de los dirigentes sindicales se entiende trabajado para todos los efectos legales. Los directores se mantienen en su cargo por el tiempo que defina el estatuto, el que no puede ser inferior a 2 años ni superior a 4, pudiendo ser reelegidos, sin perjuicio del derecho de los trabajadores para censurarlos. Efectivamente, todos los constituyentes de un sindicato de empresa, gozan de fuero desde los 10 días anteriores a la celebración de la respectiva asamblea y hasta los 30 días de realizada.
Somos uno de los primeros sindicatos en negociar colectivamente tras el término de la dictadura, construyendo contratos colectivos robustos desde 1991, hasta la fecha. Las organizaciones sindicales tienen el derecho de constituir, a su vez, organizaciones sindicales de grado superior u organizaciones internacionales, en los niveles que autónomamente decidan, pudiendo afiliarse y desafiliarse de estas con la sola condición de observar sus estatutos. 10 En Francia, desde los años 1950,existe una lista de organizaciones sindicales consideradas por el Estado como representativas. Estas organizaciones gozaban, hasta el 2010, de una serie de garantías para negociar en nombre de los trabajadores, aun cuando estos últimos no manifestaran explícitamente este deseo en las elecciones profesionales.
Por un lado, organizaciones de trabajadoras de casa particular (FESINTRACAP) han denunciado que las propuestas de gobierno ni siquiera consideran la realidad de muchos trabajadores “atípicos”, como el caso de las empleadas domésticas. Sin la participación de los sindicatos, no hay ni habrá solución que ayude efectivamente a los y las trabajadoras a enfrentar estos difíciles momentos. Tanto en Chile como en el resto del mundo, estos ejemplos de revitalización no han significado, necesariamente, que los sindicatos hayan podido recuperar todo el poder de movilización del que gozaron a mediados del siglo XX. La Figura 1 indica que los niveles de afiliación a sindicatos y de cobertura de la negociación colectiva siguen siendo bajos en muchos países, incluido Chile (enmarcado en rojo). En nuestro país, el 17,1% de los y las trabajadoras está afiliado a un sindicato (año 2019), mientras menos del 20% está cubierto por alguna modalidad de instrumento colectivo (otras estadísticas sugieren que este último porcentaje puede ser incluso menor al 10%). En el ámbito académico, Juan Pablo estudió derecho en la Universidad de Chile, licenciándose con distinción máxima el año 2018.
Destacados historiadores nacionales se dieron cita en la cuarta sesión de la Escuela Sindical 2024 de la Escuela de Derecho de la Universidad de Valparaíso. En la instancia participaron Gabriel Salazar -profesor de la Universidad Arturo Prat- y Sergio Grez -profesor de la Universidad de Chile-, donde expusieron y dialogaron sobre la historia del movimiento sindical chileno. Adicional a ello, durante el primer semestre del año 2019, cursó un diplomado en “Derecho del Trabajo y relaciones laborales de la empresa” en la misma casa de estudios. Luego, el segundo semestre del año 2022 obtuvo el diploma en “protección de datos personales, marco regulatorio y aplicación práctica” en la Pontificia Universidad Católica de Chile. Desde abril de 2023 se encuentra cursando el Magister en Derecho Laboral y Seguridad Social en la Universidad Adolfo Ibañez. En el ámbito profesional, Paula se desempeñó-durante los 15 años previos a su incorporación a estudio- en empresas “Big 4”; en PwC (ex PricewaterhouseCoopers) como abogado del Departamento de Servicios Legales y Tributarios y en EY (ex Ernst & Young) como abogado a cargo del área laboral del Departamento de Transacciones.
En el contexto chileno, la ideología neoliberal de la representatividad se impuso como referente de la legislación desde los años 1980. El Código Laboral condiciona las garantías del sindicato al porcentaje de trabajadores asociados. Si bien existen algunas normas aisladas que no responden directamente a esta ideología como, por ejemplo, el derecho de los empleadores a extender los beneficios obtenidos por el sindicato a los trabajadores no sindicalizados16, la gran mayoría si lo hace. De este modo, en el contexto chileno, la capacidad real de intervención de los sindicatos depende particularmentedel nivel de sindicalización.
De este modo, el Comando Único que se gestó en la huelga se transformó en un Frente de Unidad Sindical, que organizó un Congreso de Unidad Sindical en diciembre de 1936, surgiendo la Confederación de Trabajadores de Chile (CTCH). Al comenzar el siglo XX los trabajadores chilenos no tenían ningún tipo de legislación social o laboral que los favoreciera o les brindara protección. Fueron ellos mismos, a través de las mutuales, las sociedades de resistencia y las mancomunales, quienes se organizaron para proteger a sus asociados y fomentar la solidaridad proletaria. Ejemplo de ello son políticas laborales como la que terminó en la promulgación de la Ley de Protección al Empleo. Sin embargo, ellas también sugieren que cuando se legisla escuchando a una sola parte (al empresariado), es altamente possible que surjan políticas que no solo son ilegítimas para la ciudadanía, sino que también altamente dañinas para los y las trabajadoras.