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Medición De La Exclusión Social: Su Relación Con La Desigualdad Y La Pobreza ¿cómo Pensamos Las Desigualdades, Pobrezas Y Exclusiones Sociales En América Latina?

El informe FOESSA indica que son dos millones los españoles que tienen el miedo de quedarse sin vivienda, una situación de inseguridad que involucra sus dificultades para pagarla y para dotarla de suministros. Siendo que cada uno de estos grupos tiene una serie de privilegios y limitaciones que le son propios, pues están directamente relacionados con su capacidad de poder adquisitivo. El coeficiente de Gini se puede utilizar en diferentes ámbitos, los parámetros numéricos dan espacio a que lo más relevante de los resultados de este estudio sean los análisis que estos suscitan. Mucho más desigualdad social en america latina modernamente el fenómeno sociológico de la brecha digital de ciertas comunidades dificulta su acceso a la tecnologías informáticas convencionales, que es fuente de desventajas en el acceso a empleos bien remunerados por parte de miembros de ciertas comunidades. Pocos logros positivos obtiene una sociedad que recolecta impuestos para el beneficio público, pero que luego no los distribuye de manera equitativa. Las oficinas de impuestos de muchos países tienden a dar beneficios a las grandes empresas, mientras los ciudadanos comunes deben soportar una carga tributaria que no merecen.

Según algunas fuentes, los ricos ganan alrededor de 2.173 dólares por mes mientras que los pobres reciben eighty five dólares por mes. Cabe señalar que la canasta básica argentina está estimada en 325 dólares al mes, mientras que la canasta básica complete se sitúa por los 745 dólares al mes. Es una situación que ya venía aumentando en los últimos años del gobierno de Kichner y que se ha acrecentado durante el gobierno actual de Macri. La desigualdad social se refiere al trato diferente o discriminatorio que una persona tiene hacia otra, por su clase social, su religión, su género, su raza, su nacionalidad, entre otras cosas. La desigualdad social se refiere a la diferencia de trato que puede beneficiar a una clase social, a un grupo o a un individuo con respecto a otros y que establece, jerarquías sociales.

En este artículo, se examina el caso de los jóvenes para plantear que, pese al discurso oficial, la pobreza no es un problema característico de la juventud en México. En cambio, la desigualdad en otros ámbitos sí lo es y el análisis de la pobreza no es la mejor manera de poner en evidencia las asimetrías respecto a otros grupos. Se discutirá el caso de las desigualdades desigualdad social ppt laborales que es un ejemplo de un espacio donde resulta relevante examinar la dinámica y los efectos de la desigualdad contra los jóvenes. Se propondrá revisar el adultocentrismo como estrategia analítica para poner de manifiesto las desigualdades que, en la actualidad, son invisibles debido a la normalización de las asimetrías entre jóvenes y adultos.

Un ejemplo lo encontramos en Ecuador, donde Oxfam Intermón ha estado trabajando para fortalecer la producción y capacidad de autosubsistencia de las familias campesinas. La gran disparidad en la propiedad de la tierra afecta al acceso al agua de riego de estas personas. En muchos países del mundo, la privatización de servicios públicos ha pasado de ser una opción de gestión a convertirse en un obstáculo para el cumplimiento de derechos fundamentales de la población. En los casos más extremos, la privatización es un sinónimo de exclusión y marginación de ciertos colectivos. Seguramente habrás oído hablar más de una vez de la desigualdad social, término que en los últimos años ha cobrado especial protagonismo cuando se trata de analizar las relaciones geopolíticas internacionales o la inclusión de sectores sociales que, por diversas razones, han estado históricamente marginados. Es preciso advertir que incluso los países más igualitarios exhiben algún grado basal de desigualdad vinculado a la división del trabajo, la que requiere pagos diferenciados acorde a la complejidad de las ocupaciones o para el fomento de actividades que están sujetas a un appreciable nivel de riesgo, como la innovación y la labor empresarial.

análisis de diferencias de género, considerando otros indicadores de logro económico, así como indicadores alternativos de logros educativo y ocupacional. Otra pregunta que hemos planteado al inicio del trabajo es cuál es el papel mediador

La diferencia social en recursos es un problema común a todos los países, pero la gravedad de dicha diferencia es reducida a partir de la fortaleza de las instituciones y de las acciones que ellas emprendan sobre las causas de desigualdad. Por ende, en los espacios en que la desigualdad social es un problema grande se puede señalar una debilidad o inactividad institucional. Podemos definir la desigualdad social como la disparidad entre personas y sectores sociales con relación a un aspecto donde uno o varios de estos sectores salen desfavorecidos. Puesto de otro modo, podemos hablar de desigualdad en todos aquellos ámbitos en que no hay un nivel igual de posesión o accesibilidad de recursos, y donde la diferencia constituye un obstáculo para el desarrollo de los desventajados. La desigualdad entre sexos o desigualdad de género es una de las principales causas de la desigualdad en nuestras sociedades. El sexo biológico puede resultar un issue condicionante a la hora de tener acceso a la educación, al mundo laboral o a ocupar espacios de poder.

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Esto significa que más del 20 % de los hogares queda fuera de la posibilidad de acceder a Internet. En este caso, la esfera de acceso a TIC implicaría la capacidad de participar de redes sociales, de acceder a información, de poder complementar o culminar niveles educativos, de “sentirse parte”, entre otras cuestiones. También se vislumbran diferencias por clima educativo y nivel de ingresos del hogar al analizar lo que sucede con los adolescentes y jóvenes que no estudian, no trabajan y no buscan trabajo. La problemática de desinserción social en la que se hallan es extrema y afecta en mayor medida a quienes habitan hogares de bajo clima educativo o bajo nivel de ingresos (ver tablas 1 y 2). La tasa neta de escolarización se outline como la razón entre los estudiantes que asisten al nivel educativo medio y tienen la edad correspondiente para hacerlo, y el whole de individuos que tiene dicha edad, y expresa en qué medida los adolescentes tienen acceso a la educación secundaria. Dicha tasa ronda el 86 % en términos globales, indicando que alrededor de un 15 % de los individuos queda fuera del sistema educativo o se encuentra cursando un nivel inferior al correspondiente.

Al ser estructural, la desigualdad social es una situación que se puede apreciar con facilidad en nuestra cotidianidad. Sin embargo, es bueno aclarar que es mucho más seen en aquellos países que más sufren los efectos de la pobreza, la marginación y la exclusión. Oxfam Intermón alertaba, en una nota de prensa en 2016, de la gravedad en materia de desigualdad social debido a la disparidad de ingresos entre unos grupos privilegiados de la población y la gran mayoría de esta. Entre 1930 y 1970, hubo una moderación del fenómeno en el contexto de una creciente democratización del país, revertida durante la dictadura militar, cuando grandes transformaciones domésticas y de la economía mundial generaron innovaciones tecnológicas y de otro tipo que impactaron sobre la desigualdad de ingresos. Aunque la pobreza ha disminuido en el país, la distancia entre ricos y pobres sigue siendo muy importante. Tanto es así, que un estudio del Banco Mundial indica que un tercio del ingreso generado por la economía chilena en 2013 fue captado por el 1% más rico.

En este sentido, los aspectos diferenciadores suelen ser la vivienda, la educación, la alimentación y el poder adquisitivo, entre otros. El político francés Jacques Delors fue el personaje clave para impulsar este proceso que se daba en Europa ante la Unión Europea, para así sustituir el concepto de pobreza por una visión más amplia. Además, algunos sociólogos ponen en duda la suposición implícita de que las diferencias reales de recompensa reflejan diferencias en las habilidades requeridas para determinadas ocupaciones. Finalmente, afirman que cualquier sociedad puede ser igual, pero sólo en la medida en que la gente esté dispuesta a cumplir con los trabajos para los que se encuentren preparados, de lo contrario se requeriría que incluso aquellos que hacen su trabajo mal sean recompensados por igual, lo cual puede conllevar a diversas críticas.

El parámetro de sensibilidad va desde el 0, que indicaría indiferencia por parte del investigador hacia la naturaleza de la distribución del ingreso, hasta el infinito, lo que implicaría que se destacan las posiciones del grupo de ingreso más bajo. En la práctica, se usan valores de ε de 0.5, 1, 1.5 o 2; cuanto mayor sea el valor, más smart será el índice de Atkinson a las desigualdades en la parte inferior de la distribución del ingreso. Esto lo que quiere decir es que si a un tribunal va un individuo de tez blanca y un individuo de tez negra, culpados por el mismo delito se le debería dar el mismo trato o condena. También si a un tribunal va un individuo inmigrante de otro país acusando a alguien nacido en el país que se hace la acusación se le trate igual que si fuese viceversa. Es importante entender las características de la desigualdad y sus consecuencias para poder identificar y abordar los problemas sociales y económicos que surgen como resultado de la desigualdad. Si los individuos y las empresas que perciben grandes ingresos no contribuyen razonablemente al desarrollo social, aportando parte de sus ganancias, no se pueden recaudar fondos para las mejoras de los servicios públicos.

Finalmente, es de destacar que la desigualdad suele ser una condición “hereditaria” en el sentido de que es muy difícil escapar a la misma si se cuenta con ciertas características físicas o culturales, se carece de herramientas, se ha vivido una determinada crianza, entre otras. Otra interpretación posible de esta situación, sería identificar la evidente diferencia entre la importancia otorgada a unos valores y otros, con la existencia de una jerarquización entre ellos. Así, si bien hablamos de grandes valores, universales y atemporales, encontramos diferentes modos de priorizarlos e, incluso, de interpretarlos, ya sea en función del contexto social, cultural, político o religioso. Generalmente es admitido que valores como la libertad, la justicia, la paz, el respeto o la solidaridad tienen un carácter common; de manera que además de considerarse indispensables, se constituyen en los pilares básicos de todas las sociedades democráticas. No obstante, no todos tienen el mismo protagonismo, y no todos son asimilados o interiorizados igualmente.

Otra forma de desigualdad social, aunque quizá más sutil que las anteriores, se aprecia cuando las instituciones, entidades y organismos públicos se revelan bajo el dominio de unos pocos grupos. Cuando esto pasa, la intención de dichos grupos es excluir al resto de las personas para que no puedan acceder al Estado como tal y, por tanto, no participen activamente de las decisiones que a todos les incumben. La pobreza estructural, la violencia, la delincuencia, la pobreza y los conflictos bélicos son factores que disparan los números de las diferentes desigualdades. Son todas aquellas personas obligadas a abandonar sus países o regiones de origen a causa de guerras o conflictos políticos, sufriendo inequidad de acceso a los derechos básicos como salud y educación, convirtiéndose en su mayoría refugiados.

La confusión también se genera entre la exclusión y la pobreza; los individuos pueden estar socialmente excluidos sin indicar algo respecto de su condición de pobreza. “Pueden existir grupos fuertemente integrados aunque cuenten con pocos recursos” (Castel, 1997, p. 13). La pobreza es la expresión de la exclusión, los factores que producen exclusión social no generarán –necesariamente– pobreza, y viceversa (Jiménez Ramírez, 2008). Un ejemplo de esta última situación pueden ser las poblaciones pobres de los países africanos. Una sociedad puede ser desigual, sin que en ella esté presente el estigma de la exclusión social.

En la mayoría de los países democráticos del mundo, se dice que las personas son iguales ante la ley. La justicia, la libertad, la fraternidad, el respeto constituyen valores universales que sostienen una democracia. Sin embargo, las diferencias relacionadas con diversos factores tales como la clase social, el nivel de educación, la edad, el género, el origen étnico, la religión, entre otros; son determinantes en la aparición de la desigualdad social. Para algunos, las desigualdades sociales son aceptables et no hay necesidad de corregirlas ya que lejos de contribuir a la calidad de vida del individuo, implicaría una nivelación hacia abajo. Para otros, la desigualdad social es la consecuencia de la dominación económica, política o social y por lo tanto, deben ser corregidas o al menos, reducidas. La desigualdad social se ha convertido en el punto central de estudio dentro de la sociología, ya que dentro del estudio de cualquier sociedad encontraremos el problema de la desigualdad.