Al utilizar el ratio 20/20, el PIB per cápita pierde significancia, sin embargo, los años de escolaridad son ahora un factor significativo16. En cada caso se observa que las regiones con mayor nivel educacional tienden a ser menos desiguales. Estos resultados invitan a redoblar los esfuerzos para reducir la desigualdad de oportunidades y fomentar un sistema educativo que logre llegar a los estratos más pobres de la población, sobretodo a la educación superior.
Se demuestra que las regiones más desiguales inicialmente, tienden a ser también las regiones más desiguales al ultimate del período. Se concluyó en Mieres (2019) que las regiones de Chile con mayor índice de Gini inicial tendían a reducir más la desigualdad a lo largo del tiempo (convergencia), sin embargo, el modelo III demuestra que la desigualdad es un fenómeno persistente en el tiempo. Cuando una región arrastra un cierto nivel de desigualdad del ingreso, la desigualdad tiende a permanecer y el mercado por sí solo no es capaz de corregirla.
“En las cuatro regiones mineras se producen los mayores crecimientos de personas ocupadas en el país entre 1986 y 2012, con un incremento que fluctúa entre 150% y 117%, con un promedio de 139%. Esto determina que la participación de estas regiones en el complete del empleo del país crece desde 10% a 12%” (Betancour y Maldonado, 2013, pp. 115). El desempleo por sector económico también es relevante, de acuerdo al INE, en el último semestre 2015 el sector secundario tenía las mayores tasas de cesantía, sobre todo en el sector construcción.
Incluso las nuevas mediciones de pobreza multidimensional, como la Casen, incorporan dimensiones como redes, entorno, comunidad. Estos son otros factores que permiten medir y evaluar las condiciones de vida de las comunidades», cube. Por otro lado, en los últimos 25 años, estos niveles extremos de desigualdades han aumentado progresivamente, de acuerdo con el informe. Entre 1995 y el presente, la fortuna promedio del 50 % más pobre se ha mantenido en torno a 0.
Sobre la base de estas propuestas han sido muchos los estudios que han intentado explicar la relación que existe entre el crecimiento económico y la desigualdad, tratando no solo de identificar su dirección de causalidad, sino que también la relación que tienen en sí ambas variables. La primera establece una relación positiva o de tipo lineal entre ambas variables, mientras que la segunda, surgida con posterioridad, sostiene que existe una relación de tipo negativa o inversa. Esta dicotomía en los planteamientos se presenta incluso en la investigación empírica, llevando a que en la actualidad no exista un consenso general en cuanto a la influencia que tienen las variables entre sí. Lo que marca la desigualdad en Chile es su aún elevado nivel y su persistencia, ya que, a pesar de existir convergencia, el Gini al comienzo de un período tiene un efecto positivo sobre el Gini al final desigualdad en la salud ejemplos de este. Los resultados indican que el sector económico más potente, en el sentido del aporte al PIB regional, es muy importante para determinar las desigualdades en Chile, destacando los sectores secundario y minería. Las regiones intensivas en el sector secundario tienden a aumentar las desigualdades, mientras que lo contrario sucede en las regiones con mayor aporte del sector minero.
Desmintiendo, acorde con distintos autores (Arndt, 1983; Guillén, 2004 y Piketty, 2014) la teoría del “goteo”. Las razones teóricas de esta relación inicial positiva se encuentran basadas en tres supuestos (Domínguez, 2009). El Primero es que la propensión marginal al ahorro de los estratos altos de la población es mayor a la que presentan aquellos grupos sociales de menores ingresos; por lo tanto, a mayor desigualdad mayor tasa de ahorro y más rápido será el crecimiento económico3.
Como hallazgo más relevante se evidenció una relación negativa entre la desigualdad y el crecimiento económico, situación compatible con la literatura que sostiene que aquellos países con mayores niveles de desigualdad tienden a crecer a una tasa menor que aquellos con mayores niveles de igualdad. Contreras (1999) plantea que la educación es la variable más importante para explicar la desigualdad del ingreso salarial, en segundo lugar están los años de experiencia, ambas, en conjunto, forman el capital humano. Asimismo, la educación es considerada una de las principales herramientas para el desarrollo, al mejorar la productividad y la innovación, reduciendo así, las brechas socioeconómicas de una sociedad. No se puede negar que Chile ha experimentado un desarrollo sin precedentes desde el retorno a la democracia (1990). Se ha logrado en un escenario de estabilidad política y social, preservando equilibrios macroeconómicos a pesar de los shocks internacionales (Sunkel e Infante, 2009). Asimismo, las políticas sociales, enfocadas a la población de menores ingresos han obtenido buenos resultados disminuyendo la pobreza del país y en cada una de sus regiones.
La región de América Latina y el Caribe es, según Oxfam, la más desigual en ingresos en el mundo, ya que en 2014 el 1 % más rico poseía el 41 % de la riqueza regional, mientras que el 99 % restante debía repartirse el 60 %. La riqueza acumulada por los multimillonarios que hay en el mundo se ha disparado este año por los efectos financieros de la pandemia del COVID-19, lo que ha provocado un aumento de las desigualdades, en specific con la mitad más pobre de la población, que solo es propietaria de un 2 % de los activos. Las 2.153 personas más ricas del mundo controlaron más dinero que la suma de los 4.600 millones más pobres en 2019, mientras que el trabajo no remunerado o mal pagado de mujeres y niñas suma tres veces más a la economía global cada año que la industria de la tecnología, dijo Oxfam el lunes. De la Tabla 5 se puede evidenciar que para los dos períodos expuestos el omitir la variable TRANS genera que el r ajustado de los modelos n.° 12 y n.° 14 disminuya.
Mientras tanto, la menor variación se observó en el norte, en la región de Antofagasta, cuyo PIB disminuyó un 2,9% respecto al año anterior, sin embargo, sigue siendo una de las regiones que más aporta al PIB nacional (9,7%), gracias al producto minero de esta zona. La Región Metropolitana es por excelencia la región que más produce en el país, por sí sola aporta el 42% al PIB nacional, sus principales ingresos provienen del sector de servicios financieros y empresariales y del comercio (Ver Anexo B). Según un estudio del COES (2018), la mayor cantidad de conflictos sociales por habitante se producen en las regiones donde el índice de desigualdad es igual o superior al promedio nacional. Según el cálculo exploratorio propuesto por los autores, y considerando el carácter multidimensional de los orígenes del conflicto social, “reducir la desigualdad de Chile de 0,49 a 0,forty three (GINI) podría significar una reducción de cerca de 18% en los conflictos a nivel nacional”. Desiguales destaca el rol que le cabe a la política pública en igualar el acceso a los servicios sociales, reducir la concentración del ingreso en el 1% más alto y romper el vínculo entre el dinero y la influencia en las decisiones públicas. OECD (2012) postula la necesidad de reformas tributarias que combinen ajustes en impuestos (algunos hacia la baja, otros al alza) con políticas de subsidios al trabajo de los sectores de menores ingresos.
Gajardo acierta en dos observaciones de mi columna, pero se equivoca en las conclusiones que saca a partir de ellas. En mi juicio no hay un salto lógico-racional desde la observación hacia la conclusión, por los motivos que enseguida señalare. Otra vecina explicó a Efe que un bidón grande de agua, que para una familia de cinco integrantes dura hasta una semana, cuesta 20 soles (6,20 dólares), una fortuna para la pobreza que reina en el lugar. Los caminos de barro de Vista Hermosa, las casas de madera iluminadas con velas y los techos con huecos, contrastan con las viviendas valoradas entre 2,5 y tres millones de dólares que se levantan a sólo unos kilómetros. «En todo el mundo hay cada vez más personas frustradas y enfadadas. Los Gobiernos deberían actuar inmediatamente para lograr cambios reales (…) construir un futuro más prometedor para todos y no solo para una minoría privilegiada», alertó Byanyima. «El 10% de los más ricos paga solo un four,8% de impuesto sobre la renta, aunque debería pagar en promedio un 28%», asegura Oxfam.
12De acuerdo con Macías (2014), el crecimiento que surge por la acumulación de capital físico puede aumentar los niveles de desigualdad, sobretodo en países pobres o de ingresos medios, al aumentar las disparidades entre el campo y la ciudad. 3La explicación de su teoría radica en que los países más pobres dependían principalmente de la agricultura, actividad con baja productividad, pero baja desigualdad. A partir de los procesos de migración de trabajadores del campo a la ciudad, el sector más productivo, el industrial, empezó a recibir trabajadores no calificados y con bajos salarios, promoviendo una elevada inequidad, pero acompañada de un incremento de la producción (parte positiva de la curva).
A nivel país se utiliza principalmente, la Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional (CASEN) del Ministerio de Desarrollo Social y datos de productividad del Banco Central de Chile. Asimismo, se contacta con diferentes instituciones, como el Instituto Nacional de Estadísticas, al que se solicita datos antiguos poblacionales y vitales no disponibles en la web1. Una vez hecho el diagnóstico inicial, es imperativo generar herramientas más precisas y profundas que nos permitan complejizar los cuestionamientos que nos hacemos cuando nos referimos a la desigualdad. ¿Es esta una discusión que concierne principalmente a quienes viven en la Región Metropolitana, pero que omite la presencia de otros fenómenos y problemáticas más urgentes a resolver en otras partes del territorio nacional?
Para alcanzar este mayor nivel de desarrollo y por ende el mejoramiento de la calidad de vida de la población, es necesario que el proceso hacia la equidad considere las diferencias territoriales del país. Al utilizar dos medidas distintas de la distribución del ingreso, podemos comprobar la robustez de los resultados, sobretodo de los factores aporte de sector secundario/minero; concentración de población indígena; esperanza de vida al nacer y educación, como determinantes de la desigualdad del ingreso en Chile. Asimismo, se observa que el ratio 20/20 es más wise a cambios en desigualdad en america latina las distintas variables analizadas, ya que los modelos tienen un mayor ajuste y los coeficientes de los estimadores, son más altos que los obtenidos utilizando el índice de Gini como variable dependiente. El crecimiento económico es una condición necesaria para el desarrollo, sin embargo, no suficiente. En el libro de March (2013) se cita a Sunkel & Paz (1986), quienes definen desarrollo como un proceso de cambio social, cuyo objetivo es igualar las oportunidades sociales, económicas y políticas, refiriéndose a un nivel nacional y a las sociedades que alcanzan mayores niveles de bienestar.