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Piezas Para El Desarrollo: Un Chile Más Inclusivo Y Sostenible

“Tenemos que asegurarnos de que todo el mundo tenga acceso a las vacunas o a algún tipo de tratamiento para la pandemia, porque hasta que no se consiga controlar el shock sanitario, es muy difícil pensar en la recuperación económica, ¿verdad? “[Son] US$ 6.000 millones para ayudar a forty two millones de personas que, literalmente, van a morir si no llegamos a ellos. En noviembre, el director del Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas hizo un llamamiento a los multimillonarios, incluidos los dos hombres más ricos del mundo, Jeff Bezos y Elon Musk, para que “den un paso al frente ahora, de forma puntual”. Shameran Abed, director ejecutivo de BRAC International, una organización sin ánimo de lucro que trabaja para aliviar la pobreza en Asia y África, señaló la creciente brecha de riqueza, diciendo que “las tres personas más ricas del mundo” podrían probablemente acabar con la ultra pobreza en la Tierra. “La cuestión no era si este (choque económico) iba a llegar a las demás regiones en desarrollo, sino cuándo”. Moderará el encuentro Faiza Shaheen, tutora de cursos en el Departamento de Sociología de LSE y líder del programa sobre desigualdad y exclusión en Pathfinders for Peaceful, Just and Inclusive Societies en el Centro de Cooperación Internacional de la Universidad de Nueva York.

En 1996, Perotti concluye que las sociedades más igualitarias tienen bajas tasas de fertilidad. Chile presenta un bajo índice de fertilidad, siendo de 1,eight nacimientos por mujer, cayendo por debajo de la tasa de reemplazo (Mieres, 2019). Las familias con más hijos, que habitualmente son las más pobres, deben distribuir sus ingresos entre un mayor número de personas, incrementando los niveles de desigualdad. Por tanto, la convergencia señalada por Larrañaga y Herrera (2008) debiera contribuir a una reducción de la brecha entre ricos y pobres. Pero no solo existe una concentración económica en Chile, sino también política, poblacional, de los recursos y del sector industrial.

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Así, lo que hoy se observa en los datos sería una consecuencia inevitable de los tiempos modernos. En simple, éste consiste en que las personas paguen todos los años una proporción determinada de sus ingresos. Considerando que los ingresos totales provienen de distintas fuentes con distintas particularidades (trabajo, empresas, mercado financiero, and so forth.), su diseño es complejo y varía mucho entre países. 16Al igual que en las Tablas 1 y 2, se prueban los modelos utilizando la variable oferta de educación superior (en vez de años de escolaridad), en este caso la variable es significativa en las ecuaciones XVI y XVII incrementando muy poco el ajuste del modelo.

Las mujeres enfrentan una brecha “mucho más amplia” de lo que se pensaba en el trabajo a nivel mundial. Así lo reveló el último informe del Banco Mundial “La mujer, la empresa y el derecho 2024”, que estudia a 190 economías y mide el entorno favorable para las oportunidades económicas de las mujeres. La Corporación Financiera Internacional (IFC) ha apoyado activamente al sector privado de Chile para aumentar la productividad, promover la inclusión y lograr avances en materia de sostenibilidad.

Sin embargo, éste indicador se basa exclusivamente en datos de la CASEN, que, como discutimos más arriba, no capturan los ingresos de los tramos de altos ingresos. La única serie de tiempo basada en datos tributarios (y que es una estimación conservadora porque no corrige por elusión ni evasión) muestra que la concentración del ingreso del 1% y del 10% más rico no ha caído.[5] Tanto en 1990 como en 2015, el 1% recibía cerca de un cuarto de los ingresos del país. Por su parte, el 10% más rico concentraba el 54% de los ingresos tanto en 2004 (primera fecha para la que se tiene registro) como en 2015.

La construcción de una amplia base de datos regional permitió dar una mirada a la dinámica de la desigualdad en Chile, retratando las diferencias regionales. La tabla del Anexo D resume los resultados de los indicadores evaluados en este trabajo, revelando la vulnerable posición de la región de La Araucanía, la peor catalogada en cada uno de los indicadores económicos y algunos sociales. A nivel de desarrollo económico, la Región Metropolitana logra los mejores resultados, mientras las regiones del sur del país, los peores, destacando nuevamente La Araucanía, única región catalogada con un bajo nivel de desarrollo, de acuerdo al IDERE. Al utilizar como variable dependiente el ratio 20/20, en vez del Gini, se aprecia que el sector silvoagropecuario es significativo y que regiones intensivas en esta actividad tienden a reducir las desigualdades. Se propone por tanto, aumentar la productividad del sector, mejorando la tecnología y eficiencia, permitiendo un mayor ingreso de la población menos favorecida. El papel de la distribución sectorial del PIB, a lo largo del período estudiado, refleja la incidencia del cambio estructural en la distribución de la renta.

Bajo su alero surgieron grandes fortunas, cuyo origen se centra en la minería, las finanzas y el comercio. Hacia fines de esa centuria se inició un periodo de inestabilidad en el marco de la “cuestión social”, a que llamamos desigualdad social que culminó con la elección de Arturo Alessandri en 1920 y el inicio del Estado benefactor. A este ciclo se le asigna cierto bienestar de la emergente clase media y de los trabajadores asalariados.

“Obtener una imagen más clara de la pobreza y la privación es un primer paso elementary para elaborar y aplicar políticas e intervenciones más eficaces y para orientar mejor los escasos recursos hacia donde tengan una mayor repercusión” (Melinda Gates, Copresidenta de la Fundación Bill y Melinda Gates). Reducir la desigualdad al 2030 es uno de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU que firmó la comunidad internacional en 2015. La carta menciona que “estamos viviendo en un tiempo de una desigualdad económica extraordinariamente alta”. Más de 230 economistas y líderes del mundo de sixty seven países firmaron una carta dirigida a al secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres y al presidente del Banco Mundial, Ajay Banga haciendo un llamado a que tomen acciones más efectivas para revertir el aumento de las desigualdades en el mundo.

Además enfatizó que Chile sería parte de este conjunto de países que ayudan a que la economía mundial sea más fuerte, limpia y justa (informa oecd.org, el día 11 de Enero de 2010, a través del titular “Chile, primer país sudamericano miembro de la OCDE”). La metodología de investigación consiste en un análisis descriptivo y comparativo de las regiones del país, así como de un análisis de convergencia regional. La información recopilada para el desarrollo de este trabajo, se ha obtenido de fuentes secundarias, desde distintas bases de datos mundiales y nacionales. A nivel país se utiliza principalmente, la Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional (CASEN) del Ministerio de Desarrollo Social y datos de productividad del Banco Central de Chile.

11Puede ver el informe completo en Pueblos indígenas, síntesis de resultados del Ministerio de Desarrollo Social (2017). Grafico 2 LN (PIB per capita inicial) v/s índice de GINI (parte no explicada), de acuerdo al modelo XII de la tabla 2. Un estudio elaborado por Laborum, enfocado en las perspectivas de género en el mundo laboral, reveló que el 60% de las personas en Chile considera que el sueldo de los hombres es superior al de las mujeres. El director del Observatorio del Contexto Económico de la UDP, afirmó a EL DÍNAMO que es clave “que en leyes emblemáticas como la de la sala cuna, se modifique el diseño de cómo se entrega el beneficio, justamente para evitar desinhibir la contratación formal femenina.

Por ejemplo, algunos se basan en datos sobre ingresos, mientras que otros se basan en datos sobre gastos. Durante la actividad, el Dr. Perry dijo que las políticas de disminución de la pobreza hay que diseñarlas con la misma atención que las orientadas a fomentar el crecimiento económico. Como este gráfico demuestra, el mundo ha tenido enormes avances en reducir la extrema pobreza desde 1990, pero aún hay 800 millones de personas que viven con menos de US$ 2 al día. La desigualdad en materia de acceso a las vacunas se ha convertido en un problema importante, ya que muchos de los países más ricos del mundo acaparan vacunas, comprando suficientes dosis para vacunar a sus poblaciones varias veces y no cumpliendo sus promesas de compartirlas con el mundo en desarrollo. A través de un análisis de convergencia, se concluye que en Chile, las regiones más pobres y desiguales, tienden a crecer más que aquellas más ricas y equitativas.

Uno podría argumentar, en cambio, que las transferencias son progresivas, pero la manera de recaudar es regresiva, haciendo, por lo tanto, neutro el sistema en su conjunto. Así, en el marco de una discusión constituyente sobre un nuevo contrato social, los debates sobre el sistema tributario serán centrales. La cifra de crecimiento proyectada para Chile se ubica casi en línea con la del Banco Central. El ente emisor, en su reciente Informe de Política Monetaria (IPoM) estimó que el contexto da para prever un crecimiento entre 2% y 3% para este año. Mientras que, las proyecciones del gobierno del Presidente Gabriel Boric estiman para este año un crecimiento de un 2,5%. «Las firmas poderosas suelen influir en las políticas gubernamentales, lo que reduce capitalismo y pobreza la eficacia de las leyes de competencia”, dijo el Banco Mundial en su reciente informe sobre América Latina y el Caribe.

La relación cuadrática (parábola) del (Gráfico 2), muestra el ajuste del modelo XII para la relación entre LN (PIB per cápita) inicial y el Gini ultimate. Es decir, una vez descontado el efecto del período, los ingresos del primer y último quintil, la concentración de población indígena, el aporte del sector secundario, la esperanza de vida al nacer y la oferta de educación superior sobre la desigualdad del ingreso. La pendiente negativa viene determinada, por tanto, por el coeficiente de la variable PIB per cápita. Si bien el modelo tiene un ajuste relativamente alto (77,6%), todavía existe cierta dispersión alrededor de los datos, posiblemente por alguna variable omitida (por ejemplo el nivel de apertura económica15). El estudio de Barro (2000), que utiliza la relación de exportaciones más importaciones respecto al PIB, como variable que representa el nivel de apertura económica, concluye que el efecto de este factor sobre la desigualdad del ingreso depende del nivel de desarrollo de los países. Y sugiere que una mayor apertura internacional aumentaría la desigualdad en los países ricos y la reduciría en los países pobres.

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El crecimiento del PIB actual disminuyó a 2,4 por ciento en 2022 a medida que el consumo se normalizó en medio de una fuerte contracción de la política fiscal y monetaria. En coordinación con el Ministerio de Desarrollo Social y de Familia, el BM se encuentra entregando asistencia técnica al proyecto Gestión Social Local (GSL)  Esta nueva metodología para la entrega integrada de servicios y beneficios sociales en los municipios, ya se encuentra disponible en casi el 70% de las municipalidades del país. A través de una “ventanilla única”, los funcionarios disponen de los distintos programas y subsidios con que cuenta y puede acceder un beneficiario, permitiendo entregar una mejor atención social, además de aumentar la eficiencia del gasto público.

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Por neoliberal nos referimos a que lo propuesto se apoya en el libre mercado, la descentralización estatal y la gestión privada de lo público. La ecotecnocracia es un aparato burocrático que sostiene un discurso unidimensional sobre la tecnología y el conocimiento. Para quienes promueven este enfoque, todos los problemas socioambientales producidos en el marco del desarrollo capitalista tienen una solución técnica y es la ciencia positivista el único medio para generar conocimiento válido. Así, la inversión en estos tópicos es la forma de lograr más eficiencia y racionalidad en el uso de los recursos naturales.

Regiones con mayor oferta educativa por habitante, tienden a tener menor desigualdad del ingreso. Esta variable es robusta, ya que se mantiene significativa y conserva el signo en los distintos modelos donde se utiliza. El Gini inicial sigue sin ser significativo, posiblemente por la alta correlación entre ambas variables (correlación negativa y significativa al 99%). Acorde a lo anterior, los modelos que siguen utilizan una variable o la otra, dependiendo cual permite un mayor ajuste.

A inicios de este año, el Banco Mundial estimó que no existían razones para modificar las perspectivas que tenía para la economía de Chile, pero con el paso de unos pocos meses el panorama cambió. El organismo internacional publicó un reciente informe en que revisó al alza las perspectivas para Chile durante este año del crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) actual, pero revisó a la baja las apuestas para el 2025. 9De acuerdo con Sunkel e Infante (2009), en 2006, para el 40% de la población de menores ingresos, solo un forty,5% de su rentas provenía del trabajo, un mayoritario 50,5% provenía del gasto social. 6El índice de Gini se obtiene hasta 2015, pero de otras variables, como PIB per cápita, se obtienen observaciones hasta 2016.

Asimismo, la educación es considerada una de las principales herramientas para el desarrollo, al mejorar la productividad y la innovación, reduciendo así, las brechas socioeconómicas de una sociedad. En el trabajo anterior de Mieres (2019), se develó la gran heterogeneidad presente entre las regiones chilenas, y la gran desigualdad económica y social2. Es lamentable ver que a nivel de desigualdad del ingreso, las regiones del sur suelen encontrarse en una posición desfavorecida versus las regiones nortinas. Los territorios más desiguales, son también aquellos con menor PIB per cápita y menores indicadores de desarrollo. Además se concluyó que existe convergencia absoluta en términos de PIB per cápita y desigualdad del ingreso.

Para Ulloa, esto configura una “ecogubernamentalidad climática […] que incide en los territorios y autonomías indígenas, dado que conlleva nuevos procesos de desterritorialización/territorialización, que reconfiguran las relaciones entre lo transnacional, lo nacional y lo native en relación con el cambio climático” (2012). De esta forma, la agenda creada a escala internacional por los problemas del cambio climático produce transformaciones territoriales en los espacios locales (Blanco y Fuenzalida, 2013; Ulloa, 2012; Rosset, 2006). Por lo anterior, el cambio climático tiene desigualdad de oportunidades importancia como fenómeno social y político (Mussetta y Barrientos, 2015; Dietz, 2013; Montaña, 2012; Giddens, 2010). Es decir, las explicaciones y acciones frente a sus causas y efectos constituyen una pluralidad de agendas que en el campo político se manifiestan como “tensiones entre diferentes actores, poderes e intereses globales y locales” (Lampis, 2013, p. 32). Partimos desde la hipótesis de que el GBM utiliza el cambio climático como un nuevo marco de justificación política para promover mecanismos neoliberales y ecotecnocráticos entre sus socios estatales y privados.

La clase media de Chile es una de las más grandes en América Latina, sin embargo, la desigualdad sigue siendo considerable. El desarrollo económico ha significado un fuerte incremento en la esperanza de vida y un descenso en las tasas de fertilidad. De hecho, si bien en relativamente menor medida que otros países de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), Chile está adelantado en la transición demográfica, lo que implica importantes retos en términos de crecimiento económico y productividad laboral.

Estas son evidencias de que las propuestas evaluadas para la adaptación de la agricultura argentina al cambio climático fortalecen un modelo de desarrollo rural y territorial vinculado con las causas del cambio climático y con los efectos negativos mencionados para los ecosistemas y territorios. 3“Los objetivos del Grupo del Banco Mundial son los de terminar la pobreza extrema y promover la prosperidad compartida. Promover la prosperidad compartida significa que trabajaremos para aumentar los ingresos y bienestar del 40 por ciento más pobre de la sociedad donde sea que estén, ya sea en las naciones más pobres, países de renta media o alta” Traducción propia. Finalmente, el tercer fundamento que propone Atkinson (2015) es que la desigualdad de resultados afecta directamente la igualdad de oportunidades para la próxima generación, ya que condicionará el punto de par-tida para ellos, para bien o para mal. En este sentido, el nivel de resultados obtenido por un sujeto influirá en la distribución acquainted futura y limitará nuevamente el nivel de resultados para esta nueva generación de individuos dentro de una economía, generando un círculo vicioso que irá incrementando las brechas económicas, como ya ha ocurrido en el mundo ( United Nations, 2020b).

La situación de la minería es distinta, a pesar de ser un sector que al igual que la industria acumula capital físico. Una de las posibles respuestas es que la minería tiene una alta demanda de mano de obra no calificada, por tanto, los salarios de estos trabajadores son relativamente altos, comparados con los del sector industrial13. Por otro lado, de acuerdo con el estudio de Betancour y Maldonado (2013), la minería estaba entre los tres sectores económicos con mayor variación de la tasa de empleo. “En las cuatro regiones mineras se producen los mayores crecimientos de personas ocupadas en el país entre 1986 y 2012, con un incremento que fluctúa entre 150% y 117%, con un promedio de 139%.

Esta nueva y alarmante estimación también sugiere que luego de dos años de cierre de escuelas en la región a causa de la COVID-19, los resultados del aprendizaje podrían haber retrocedido más de diez años. El primer capítulo del informe -cuyo autor principal es el académico de Columbia y director del SDSN, Jeffrey Sachs-, respaldado por más de a hundred científicos y profesionales de todo el mundo, aboga por una reforma urgente a la ONU para reforzar la cooperación mundial y la financiación del desarrollo sostenible. Sin embargo, dicho indicador no estaba incorporado en las mediciones anteriores, y los otros cuatro indicadores de equidad de género -planificación familiar desigualdad de economica con métodos modernos, tasa de años de escolaridad, participación laboral femenina y puestos ocupados por mujeres en puestos en el parlamento- arrojaron mejoras frente al reporte anterior.

«El país que nacemos, independiente de la clase social, es muy importante (…) Existen factores que no dominamos”, dijo Van der Weide, quien expresó que hay una relación directa entre la inversión en educación pública y la mejora en estos indicadores, ya que si mejora la movilidad baja la desigualdad y disminuye la pobreza. Según el reporte hay otras vías de mejorar la distribución del ingreso, como las reformas tributarias. Aquí el informe destaca el caso de la reforma tributaria de 1990 en Chile que, dice, es un ejemplo histórico de reforma “destinada a compartir los beneficios del crecimiento económico y la mejora de la equidad”. Las nuevas herramientas para medir el progreso revelan que entre 2008 y 2013 el 40% más pobre mejoró su situación a un ritmo mucho más elevado que el 60% más rico, en 49 de los eighty three países evaluados.

O bien, la Ley Nº19.966 del año 2004, la cual continúa vigente e, igualmente, ha ido incorporando cada vez más elementos para incluir a una mayor cantidad de personas beneficiadas desde su entrada en vigencia hasta el día de hoy. Por lo tanto, las acciones públicas analizadas dan cuenta del trabajo que se ha realizado en el país respecto de la reducción de desigualdades, las cuales han podido ser incorporadas como respuesta a las metas establecidas para el ODS 10, pero no necesariamente como un trabajo que se ha realizado en base a esta agenda, aún. No obstante, aun considerándose ambas dimensiones, como se expuso en la sección anterior y, como se puede observar en el Anexo 1, los contenidos de estas siguen estando enfocadas mayormente en la dimensión ex-ante. Respecto de las 27 acciones públicas analizadas, se encontraron 18 que hacían referencia, ya sea en su totalidad o en algunos de sus contenidos, a las variaciones en el contexto social. Por el contrario, solo se encontraron cinco de estas acciones que hicieran referencia a las diferencias en las perspectivas relacionales, cuatro que aluden a las heterogeneidades personales y dos que apuntan a la diversidad ambiental. Sin realizar un juicio de valor respecto de estos resultados, lo que requeriría un estudio profundo de las causas de las desigualdades en Chile, se puede observar una tendencia hacia un solo factor causante de las disparidades económicas, es decir, a las variaciones en el contexto social en que se encuentran las personas que residen en el país.

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precariedad, porque hay más fuentes de ingresos. También hay un agravante de género a considerar, por cuanto más de un 70% de las mujeres asalariadas con educación media completa y que trabajan más de 30 horas semanales, obtiene una remuneración por debajo del umbral citado. Hombres y mujeres pueden compartir las mismas condiciones de vida, pero éstas pueden afectarlos de manera diferente y llegar a priorizar soluciones distintas de acuerdo a sus roles y responsabilidades. Por ejemplo, las disaster económicas, la migración masculina y el incremento en el número de hogares cuyos jefes son mujeres, son factores que, si bien afectan al sector rural en su conjunto, han golpeado de manera más directa a las mujeres, al punto que se habla de una creciente feminización de la pobreza y de la agricultura.

Las personas de mayores ingresos ahorran más, y por lo tanto el consumo representa una menor proporción de sus ingresos comparado con las personas de menores ingresos. Segundo, mientras que la elite económica parece ser totalmente dogmática, ya que se niega a que el Estado se haga cargo en cualquiera de los ámbitos consultados; la ciudadanía, en cambio, tiene un juicio más reflexivo y pragmático, apoyando mayoritariamente la acción del Estado en algunos ámbitos y minoritariamente en otros. Por ejemplo, respalda fuertemente un rol en salud y educación, pero no así en el caso de las telecomunicaciones. Esta comparación contrasta con el discurso de la –poco pluralista– prensa chilena, que suele poner las demandas de la ciudadanía como un ejemplo de irracionalidad, mientras que sitúa el pensamiento empresarial como ejemplo de cordura y pragmatismo. Otra crítica que ha recibido este objetivo tiene que ver con que no cuenta con un organismo temático o institución a nivel internacional para dirigir acciones en pro de este mismo, como tampoco para financiarlo ( Donald, 2017).

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Otro indicador de desigualdad es el índice10/10, que expresa el ingreso del 10% más rico en función del 10% más pobre de la población. Para ello, la (Tabla 2) presenta el promedio del ingreso autónomo del hogar (ver definición en Anexo E) por deciles, de acuerdo a la Encuesta CASEN de 2015. Observando los extremos se evidencia que el 10% de los hogares de mayores ingresos son 27,2 veces más ricos que el decil de menores ingresos. El resultado es aún más abismante si consideramos los ingresos autónomos per cápita del hogar, donde la razón 10/10 aumenta a forty five,1. Lo anterior no es de extrañar, ya que como se señaló en la Sección 2, Chile es el segundo país más desigual de entre los países miembros de la OCDE.

La estrategia elegida fue la creación del sistema de becas y créditos estudiantiles, con el Fondo Solidario y el Crédito con Aval del Estado como protagonistas. Posteriormente, cuando la matrícula se acercó al millón y oferta y demanda parecían aseguras, se promulga la política de gratuidad destinada a cubrir los costos de matrícula y arancel del 60% de los/as estudiantes provenientes de los hogares más vulnerables del país. La primera declaración sobre los derechos del niño data de 1920 aprobada por la Liga de las Naciones, la cual se disolvió en 1946. Ese mismo año, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) fue creada, organismo que hoy vela por el cumplimiento del derecho internacional, el mantenimiento de la paz internacional, la promoción y protección de los derechos humanos, entre otros.

Si bien estas mediciones son independientes entre sí (estar en situación de pobreza por ingresos no supone, necesariamente, encontrarse en situación de pobreza multidimensional y viceversa), en conjunto, ayudan a construir un diagnóstico global en torno a la magnitud y características de los hogares y personas que se encuentran en situación de pobreza en el país. Por su parte, el Registro Social de Hogares es el sistema que reemplazó a la Ficha de Protección Social desde el 01 de enero de 2016 y tiene por objetivo apoyar la postulación y selección de beneficiarios de las instituciones y organismos del Estado que otorgan prestaciones sociales. A través de este sistema, (que considera la información aportada por una persona del hogar mayor de 18 años y los datos administrativos que posee el Estado), los hogares son ubicados en un tramo de Calificación Socioeconómica, lo que les permite postular y acceder a diferentes beneficios sociales.

Durán (2018) plantea que, al hablar de desigualdad, existen diferentes enfoques normativos sobre que entendemos por ella, así como formas de medición, incluyendo la desigualdad de riqueza, ingreso y salarios, para los cuales existen diferentes indicadores utilizados por la literatura económica. Respecto del Índice de Gini, el autor plantea que Chile ha tenido históricamente un valor elevado, con solo ocho años, de un whole de 161, con un valor bajo 0,forty five. Además, que este indicador permite analizar el impacto de las políticas fiscales, evidenciando que Chile es uno de los países de la OCDE con menor impacto, pues para el año 2003, el valor del Índice de Gini para los ingresos autónomos fue de 0,5 y al incluir transferencias y subsidios solo cae a 0,49. Si bien los valores actuales serían estarían dentro de los mejores resultados alcanzados por el país (Le Fort, 2017), del análisis histórico de Durán (2018) es posible apreciar un comportamiento cíclico de este indicador, por lo que no necesariamente existe evidencia que permita sostener que la actual reducción sea permanente en el tiempo four . Como se puede observar, las metas de este ODS contemplan los aspectos económicos, políticos y sociales, lo que va en la línea de lo planteado respecto de la multidimensionalidad de la desigualdad económica. Es decir, que esta no solo considera el tema de ingresos, sino que hay una gama amplia de particularidades a considerar para lograr reducirla.

Por último, pero no menos importante, hay que considerar que, de manera similar a lo que sucede con el tratamiento del medio ambiente, el enfoque de género es de carácter transversal y, por lo tanto, demanda modificaciones en todos los niveles de las organizaciones. Otro punto que debe ser considerado a la hora de integrar el enfoque de género en el diseño de políticas, programas y estudios, es la información con que se cuenta. Por lo basic, las estadísticas nacionales y las encuestas, así como los instrumentos de recolección y procesamiento de información, tienen el sesgo de ocultar la participación económica de algunos individuos de la sociedad. Es así com o, por lo basic, los proyectos de desarrollo no cuentan con información sobre la división de trabajo por género6. Por lo anterior, las personas que dirigen las organizaciones y toman las decisiones, muchas veces lo hacen con una visión distorsionada de la realidad.