Es entonces cuando las grandes entidades o grupos igualdad social, en su manifestación más extrema causa la exclusión social de estos individuos. La desigualdad social se refiere a las diferencias existentes en el acceso a recursos, oportunidades y beneficios dentro de una sociedad. El impacto de la desigualdad social en el desarrollo y bienestar de las comunidades es significativo y abarca diversos aspectos. En resumen, la desigualdad se evidencia en el día a día a través de la brecha económica, la discriminación social, la disparidad educativa y el acceso desigual a servicios básicos. Estas manifestaciones de desigualdad afectan la calidad de vida de las personas y perpetúan la inequidad en la sociedad.
Alegan que la economía ha crecido, pero que la riqueza sigue concentrada en un sector de la sociedad, un rasgo que históricamente ha sido común en los países latinoamericanos. Dado que las cifras iniciales de desigualdad en Chile son muy altas, los avances han sido lentos y se necesitaría de un mayor esfuerzo por parte del Gobierno para someter todas aquellas fuerzas que amplifican las desigualdades. Grafico 5 Personas en situación de pobreza y pobreza multidimensional (con entorno y redes) 2015. Si bien es una generación que cuenta con posibilidades como trabajo remoto, flexibilidad laboral y ambientes de trabajo donde la conciencia social, el género o la importancia de la salud mental son relevantes, son también propensos a la inestabilidad laboral y la precarización. De modo semejante, las generaciones más jóvenes, con exposición a la desde temprana edad, encuentran un universo laboral de alta competitividad.
De hecho, puede ocurrir que en un país las personas sean todas más pobres y, por lo tanto, son más iguales. Para exponer la situación de Chile en el mundo, la (Tabla 1) muestra una comparación con los países de mayor y menor PIB per cápita. En los últimos puestos se encuentran países del continente africano, donde el PIB por persona más bajo corresponde a la República Centroafricana, siendo tan solo 0,03 veces el de Chile.
Uno de los productos de la estratificación se ve en el sistema capitalista, jefe/empleado. Para Hunt y Colander[18] el factor más importante son las diferencias en las ganancias de los individuos. En resumen, la desigualdad social tiene un impacto negativo en el desarrollo y bienestar de las comunidades. No solo limita el crecimiento económico, sino que también afecta la salud y calidad de vida de las personas, además de generar tensiones sociales y políticas. Es importante abordar esta problemática para buscar un desarrollo más equitativo y justo en nuestras sociedades. La falta de oportunidades y recursos equitativos puede provocar injusticias y conflictos en la sociedad.
Una ventaja de esta forma de medición es que permite la sensibilidad de análisis al establecer un espectro con secciones del ingreso.[27] Estas mediciones se utilizaban por Lobmayer y Wilkinson en su estudio acerca de desigualdad de ingresos y la mortandad en 14 países. La desigualdad social es un problema de las sociedades contemporáneas, producto del desarrollo desigual de las diversas regiones del globo y de la imposición de ciertas ideologías o valoraciones de unos seres humanos por encima de otros. De hecho, la desigualdad social es el origen de la discriminación, ya que esta última consiste en tratar de manera distinta a quienes se vean desfavorecidos económica, social o moralmente. Los problemas y los desafíos, ya se trate de la pobreza, el cambio climático, las migraciones o las disaster económicas, no se limitan nunca a un país o a una región. Las democracias más antiguas siguen enfrentándose al racismo, la homofobia y la transfobia, así como a la intolerancia religiosa.
Esta sección busca contextualizar el trabajo, dando una mirada global al país de estudio, Chile, presentando algunas de sus principales características sociodemográficas, contando un poco de su historia política y su evolución a nivel económico. “Obtener una imagen más clara de la pobreza y la privación es un primer paso basic para elaborar y aplicar políticas e intervenciones más eficaces y para orientar mejor los escasos recursos hacia donde tengan una mayor repercusión” (Melinda Gates, Copresidenta de la Fundación Bill y Melinda Gates). Esa conceptualización, dice Méndez, es relevante porque no es solo que los recursos estén distribuidos desigualmente, sino que establece brechas imposibles de ser remontadas, «entonces nuestro principio de igualdad entre los seres humanos es violado». Entonces, ejemplifica, las probabilidades que un niño o niña que vive en la comuna de La Pintana pueda desarrollar todos sus talentos, está estructurado en este arreglo institucional y espacial.
La sociedad salarial no es una sociedad de igualdad, hay diferencias signiticativas entre el nivel salarial medio de hombres y de mujeres y hasta en el acceso a bienes sociales que tienen cada uno, como por ejemplo en educación y en cultura. La desigualdad de ingresos o desigualdad económica (incluido el patrimonio heredado o acumulado) junto con la educación, la salud y el contexto social y familiar determinan el grado de igualdad o desigualdad social. La desigualdad social puede medirse entre ciudadanos de un mismo país, -desigualdades entre individuos ricos e individuos pobres de un país- o entre países -ricos y pobres-.
Podemos destacar cuatro tipos de inequidad social que son relevantes en la actualidad y cuya comprensión nos facilita profundizar en el significado de desigualdad social. Otro rasgo común a casi toda definición de desigualdad social la señala como un fenómeno complejo en que interactúan muchas variables y que tiene de varias capas. En otros términos, la desigualdad social no suele presentarse en un único ámbito de la vida social, sino que está presente en muchas de sus dimensiones, lo que dificulta comprenderla y identificar una causa única.
Se considera que una meta para el progreso y el desarrollo de las sociedades democráticas avanzadas es reducir las brechas de desigualdad. Es preciso redoblar los esfuerzos para erradicar la pobreza extrema y el hambre, e invertir más en salud, educación, protección social y trabajo decente, especialmente en favor de los jóvenes, los migrantes y otras comunidades vulnerables. Dentro de los mismos países, es importante potenciar y promover el crecimiento económico y social inclusivo. Podemos garantizar la igualdad de oportunidades y reducir la desigualdad de los ingresos si eliminamos las leyes, políticas y prácticas discriminatorias. Entre países, debemos garantizar que los países en desarrollo estén mejor representados en el proceso de toma de decisiones sobre los problemas mundiales, a fin de que las soluciones sean más eficaces, más dignas de crédito y más responsables.
No solo se manifiesta en aspectos como el poder adquisitivo, que es sin duda la causa principal de la exclusión y la falta de oportunidades en muchos lugares del mundo. Una de las ventajas del IPM es que permite visualizar que la pobreza no es un asunto puramente material, sino que comprende más dimensiones que afectan de igual modo la vida del individuo desigualdad rural y el desarrollo de un país. Este ejemplo está referido a las situaciones en las que el sistema de justicia de un país o región, favorece a un grupo de individuos por distintas razones. Según los datos del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), 5,6 millones de niños mueren de hambre cada año debido a la mala calidad o la falta de higiene de estas.
En segundo lugar, cambios en la demanda relacionados con la propia evolución epidemiológica de la población. En definitiva, se elevan los costos (ya sean individuales o colectivos), lo que no necesariamente significa mejoras para la salud de la población. desigualdad juridica Es importante abordar la desigualdad social para garantizar la igualdad de oportunidades y el acceso a los servicios públicos. También puede tener beneficios económicos al permitir que más personas contribuyan al desarrollo económico y al crecimiento.
La clave de este nudo de desigualdades de género lo constituye la nueva reclusión de las mujeres en la esfera reproductiva que ha impuesto la pandemia. En este sentido, se habría cuestionado una de las expresiones de la denominada «segunda ola feminista», la emergencia de un «feminismo popular», que remite a un conjunto de prácticas reproductivas, desarrolladas por mujeres subalternas, que ha trascendido lo privado erigiéndose en público25. Al respecto, sobresale el protagonismo laboral que adquirieron las mujeres, especialmente a partir de la crisis de los años 1980, ante la pérdida de centralidad del empleo formal en el mercado de trabajo que fue, en este sentido, una disaster del empleo masculino.
A nivel global, las mujeres suelen ganar menos que los hombres por trabajos de igual valor y responsabilidad. Ha sido desarrollado en 15 países alrededor del mundo por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Universidad de John Hopkins de Baltimore, en Estados Unidos. En el caso de las pensiones, según datos de 2018, la diferencia también es significativa. Una pensionista recibe una media de 740,2 euros mensuales, mientras que su equivalente masculino cobra alrededor de 1.162,three euros. El coeficiente de Gini se puede utilizar en diferentes ámbitos, los parámetros numéricos dan espacio a que lo más relevante de los resultados de este estudio sean los análisis que estos suscitan. Para citar de manera adecuada, recomendamos hacerlo según las normas APA, que es una forma estandarizada internacionalmente y utilizada por instituciones académicas y de investigación de primer nivel.