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El Éxito De Suecia, Noruega, Dinamarca, Finlandia E Islandia: ¿socialistas O Capitalistas? Noticias De México

A finales de la década de 1980 la propagación del virus del Sida generó una alarma dentro de todos los ámbitos sociales, creando una fuerte animadversión hacia las personas infectadas y acentuando la discriminación por orientación sexual. Se trató de una sociedad racista que castigó tanto a personas de tez negra como a otras minorías raciales, irrespetando todos los derechos humanos y civiles. Es un tipo de segregación que se produce según las características económicas, geográficas y de relación social que se den más comúnmente en las ciudades.

(modelo 6). El análisis detallado de las trayectorias laborales de los jóvenes, de las condiciones en que se insertan al mercado de trabajo y, en términos más generales, de la arquitectura del mercado laboral en México requieren información que no está fácilmente disponible. La información longitudinal, ya sea de encuestas panel o de estudios cualitativos, es la más escasa pero resulta very important para esta labor. Esto no puede hacerse actualmente con las encuestas disponibles y, probablemente, la misma falta de información es reflejo de la posición secundaria que ocupan los jóvenes en una sociedad adultocéntrica. En este último caso, se pueden mencionar a los grupos indígenas, los cuales sufren una gran discriminación con respecto a otros grupos sociales del país. Casi el 90% de los indígenas de este país no pueden acceder al sistema educativo, al sistema de salud y a una vivienda digna.

Por ello, es relevante considerar este aspecto como una verdadera traba al desarrollo, cuando se bloquean las oportunidades y se traduce en un acceso poco equitativo al poder político y económico. La desigualdad social no tiene una única causa, sino que es una consecuencia del modo en que ha transcurrido nuestra historia como especie. Durante el mismo período, la riqueza acumulada de cerca de 5000 millones de personas a nivel international se ha reducido. Las penurias y el hambre son una realidad cotidiana para muchas personas alrededor del mundo. Supongamos que una investigación revela que solo el 30% de los individuos que nacen en pueblos rurales de menos de 5000 habitantes logran completar la escuela secundaria, mientras que el porcentaje de sujetos con estudios secundarios completos a nivel nacional llega al 85%.

El sistema de estratificación es muy antiguo, estaba presente incluso en las pequeñas zonas de cautiverio. En casi todas las antiguas civilizaciones, las diferencias entre los ricos y pobres, humildes y poderosos existían. Incluso durante el período de Platón y Kautilya se le dio  énfasis en las desigualdades políticas, sociales y económicas. “Esos ingresos permitieron acceder a unas condiciones de bienestar que la mayor parte de la población desigualdad juridica no había podido disfrutar hasta entonces”. La lucha contra la desigualdad social es uno de los ejes centrales de la acción que lleva a cabo Oxfam Intermón en los países donde tiene presencia. En ese sentido, su apuesta es el desarrollo social estructural, es decir, la puesta en marcha de proyectos que supongan mejoras para la calidad de vida de las personas, siendo estas mismas las encargadas de ejecutarlos y protagonizarlos.

Si se consideran los indicadores que definen necesidades humanas básicas, resulta evidente que la dimensión monetaria no es suficiente para evaluar las condiciones de vida concretas. Si fueran categorizadas como pobres las personas con un grave déficit en al menos dos de estos criterios, los valores acumulados aumentarían significativamente el índice de pobreza convencional (calculado de manera unidimensional). Algo similar ocurre cuando dentro del contexto de este fenómeno se asigna una importancia especial a la situación de los niños.

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Los productos de MAPFRE na Favela se han diseñado pensando en los grupos más vulnerables de la sociedad, que buscan protección para sus bienes, pero no cuentan con el respaldo de ninguna compañía de seguros. El proyecto se centra en el emprendedor de la favela, que generalmente trabaja de manera informal y debe resolver problemas muy complejos cada día para poder llevar ingresos a casa, así que decidimos aceptar el número de identificación fiscal de Brasil para el registro de los tres productos. La gran diferencia de MAPFRE na Favela ha sido entrar en contacto con el ecosistema de la favela para comprender las necesidades locales, y así aprender e integrar estas demandas específicas en su modelo de negocio.

Una forma sencilla y efectiva de medir la desigualdad de ingreso es calculando los coeficientes de Decil (décimas partes). Este cálculo se logra al tomar, por ejemplo, los ingresos obtenidos por el 10% de los hogares más ricos, y dividiendo por el ingreso ganado por el 10% más pobre de los hogares. Una ventaja de esta forma de medición es que permite la sensibilidad de análisis al establecer un espectro con secciones del ingreso.[27]​ Estas mediciones se utilizaban por Lobmayer y Wilkinson en su estudio acerca de desigualdad de ingresos y la mortandad en 14 países.

identificar diferencias entre cada dimensión en el grado de asociación. Nuestros resultados indican que, para todos los modelos examinados, las tres características tienen una asociación no sólo estadísticamente significativa, sino también de una

económica construimos un índice de activos y servicios que toma como insumos la disponibilidad de bienes, activos y características de la vivienda de la persona cuando tenía 14 años. El índice se construyó mediante la técnica estadística de análisis factorial por componentes principales.

La desigualdad social se aprecia a través de las contribuciones de los grupos que conforman una comunidad. Lo lógico sería pensar que los que tienen capitales más grandes sean los que más aportes realicen a los sistemas desigualdad social actual tributarios o de tipo fiscal. Pues no siempre es así, lo cual permite que las clases más favorecidas aumenten sus beneficios y los grupos sociales marginados lo tengan más difícil para ascender en la escala social.

Otras manifestaciones de la desigualdad social se ven reflejadas en las carencias sufridas por algunas personas, mientras otras clases privilegiadas son favorecidas. Además de la discrepancia en los ingresos, la desigualdad puede estar presente en la falta de oportunidades para acceder a empleos, servicios de salud y educación de calidad. Así como también en las desventajas padecidas por algunos debido a su género, origen étnico, condición física, etc. En basic, la desigualdad social es más frecuente en los países subdesarrollados, aunque no es exclusiva de estos.

Tal como ha sido mencionado, el estudio de la exclusión social es complejo debido a la diversidad de dimensiones que intervienen en él y a la relatividad que lo define. Un primer conjunto de autores considera la igualdad de incidencia, discrepando en cuáles son las relevantes (Walker, 1997; Bhalla y Lapeyre, 1997). Numerosos trabajos definen la exclusión en función de las actividades o acciones normales de una sociedad, sin especificar a qué se refieren. Burchardt, Le Grand y Piachaud (1998) consideran que un individuo está socialmente excluido si es parte de una sociedad determinada pero, por cuestiones involuntarias, no puede participar en las actividades normales de esta, aunque deseara hacerlo.

Noruega, Una De Las Naciones Que Lidera Los Avances En Equidad De Género

De lo anterior se desprende también la menor participación de mujeres en cargos de decisión o directivos, aun cuando alcanzan de forma equivalente el grado de cualificaciones necesarias para su participación y se las despoja de facto de esta posibilidad. La dimensión temporal está determinada por el punto de vista de las reformas institucionales más recientes en España y Chile en torno al proceso político que conduce a las realidades actuales en términos de indicadores de igualdad de género. De esta forma, surge del análisis estructural un análisis interpretativo que da espacio a la revisión y reelaboración de las políticas públicas de igualdad de género desde una perspectiva crítica que contribuye a la disminución y deconstrucción de las desigualdades existentes en el ámbito abordado por el estudio. Con esta primera lectura, es posible afirmar que tanto en España como en Chile existe una necesidad y preocupación evidentes por mejorar planteamientos políticos desde una perspectiva de género.

En 1990 un 14,2% de la población rural period analfabeta y un three,4% de la población urbana; asimismo, el 5,4% de las mujeres lo period, seguidas de cerca por un 4,9% de los hombres. Para 2015 se observa un buen progreso en las personas del área rural, ya que un menor 7,8% no sabe leer ni escribir, así como un 3% de las personas de la ciudad; este año, hay un 3,3% de mujeres analfabetas, seguidas muy de cerca por un 3% de los hombres. Mientras en regiones como Tarapacá y Magallanes, el analfabetismo no alcanzó al 1% de la población, en Los Ríos, La Araucanía y el Maule, superó el 4%, develando una tarea pendiente en estas regiones, principalmente con su población rural. Para la mayoría de las regiones, hay un mayor porcentaje de mujeres analfabetas que de hombres, a excepción de las regiones de Tarapacá y O’Higgins. En los informes del Ministerio de Desarrollo Social se suele calcular este ratio utilizando el promedio del ingreso autónomo complete origenes de la desigualdad del hogar; otros estudios utilizan el ingreso autónomo de las personas, con el objeto de medir la desigualdad proveniente del mercado. Sin embargo, en este estudio se ha optado por utilizar el ingreso autónomo de los hogares, por ser la metodología que seguirá utilizando la CASEN, al considerarse más realista respecto de la situación social de las familias chilenas y por ser de gran utilidad para la aplicación de la política pública.

En este se señala que a las mujeres se les otorgan tres cuartas partes de los derechos legales que gozan los hombres. Además, sólo seis países de un total de 187 considerados en el estudio, ofrecen los mismos derechos a ambos sexos (Bélgica, Dinamarca, Francia, Letonia, Suecia y Luxemburgo). No obstante, la entidad demostró su preocupación ante la baja de los índices de equidad en los países estudiados, declarando que, “el progreso hacia un trato igualitario para las mujeres ha caído al ritmo más bajo en los últimos 20 años“.

Dado que las cifras iniciales de desigualdad en Chile son muy altas, los avances han sido lentos y se necesitaría de un mayor esfuerzo por parte del Gobierno para someter todas aquellas fuerzas que amplifican las desigualdades. Ciertamente hay muchos otros aspectos a considerar, si se tiene en cuenta la devaluación de la institucionalidad política, el empoderamiento de las comunidades y los cambios que trae consigo la automatización del empleo y la revolución digital. Es tarea de todos contribuir a superar los obstáculos y aspirar a un país más justo, próspero y solidario. Una condición necesaria para que se produzcan efectos duraderos en el tiempo es el tránsito a una cultura de respeto por la persona, por la igualdad de dignidad y respeto, y por los valores de justicia y solidaridad social.

Aunque un número cada vez más creciente de mujeres se ha incorporado al mundo público del empleo remunerado, sus condiciones en el espacio privado no se han visto mayormente alteradas. Ello solo ratifica la continuidad de un modelo patriarcal basado en la división sexual del trabajo en la familia y en la división sexual de las labores en el ámbito profesional. Muchas investigaciones han probado que las mujeres trabajadoras se concentran en unas pocas áreas ocupacionales (trabajos para mujeres) que son peor remunerados, despreciados, y de baja calificación. Todo lo anterior requiere de docentes y directivos con formación en perspectiva de género, para producir un cambio de mentalidad tendiente a la igualdad entre alumnas y alumnos.

Al analizar el aumento de personas inactivas durante la pandemia respecto a 2019 (prepandemia), por razones distintas a las familiares se observa que no hay diferencia entre mujeres y hombres. Toda la brecha de género en la salida laboral se explica porque las mujeres asumieron mayores responsabilidades familiares [figura 3]. En gran parte de los países del mundo, la desigualdad y la brecha de género son temas apremiantes, cuyo combate se extiende por décadas. Sin embargo, hay naciones que han logrado suprimir gran parte las inequidades entre hombres y mujeres, a través de medidas y políticas pioneras. ComunidadMujer y educarchile se unieron para dar vida al curso online “Transformemos las escuelas desde el enfoque de género”. El Índice de Desigualdad de Género (IDG) elaborado por el PNUD, un indicador que considera salud reproductiva, empoderamiento y mercado laboral, ha mostrado una reducción constante en los últimos diez años, pasando de un índice de 0,33 en 2011 a 0,19 durante 2021 (en el que 0 indica igualdad total y 1 una desigualdad whole de género).

¿Puede existir alguna relación entre los niveles de conflicto que se observan en el territorio, la desigualdad y el porcentaje de la desigualdad que explica el 1% más rico? Si es que el 1% más rico no solo ostenta el poder económico, sino que también utiliza dicho poder para influir en la política (en desmedro de quienes se encuentran más abajo en la distribución de ingresos), entonces es probable que dichos territorios experimenten un mayor número de conflictos sociales. El país con mayor cantidad de mujeres en las áreas de ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM por sus siglas en inglés) es Suecia con un 35%, mientras que Japón tiene un 15% y Chile, 22%. La head of promoting de Laborum, Carolina Molinaro, asegura que estas cifras son consistentes “con lo que registra nuestro Informe del mercado laboral sobre la pretensión salarial, donde mes a mes los resultados dan cuenta de que el requerimiento de sueldo de las mujeres es entre un 14% y un 15% más bajo que el de los hombres.

“La niña que no tiene el pelo que se usa ahora, la ropa que se usa ahora, o sea, es víctima de bullying, la molestan.

parte, si bien en Lenguaje la diferencia es a favor de las mujeres, Chile vuelve a destacar por ser uno de los países con la brecha más baja a favor de ellas. A pesar de los buenos resultados expuestos y la pequeña diferencia promedio en la esperanza de vida, existen otras inequidades en el ámbito de la salud, como son el acceso al sistema de salud, los tiempos de espera hospitalarios y la cantidad de centros médicos o de profesionales de la salud disponibles por habitante, en cada una de las regiones. Agostini y Brown (2007; 2010) realizaron un estudio a nivel desagregado de las desigualdades chilenas, logrando obtener un índice de Gini comunal11.

Entre los años 2011 y 2020 el private con grado de doctor se ha incrementado de manera sostenida en el tiempo. “Sabemos, y esto está medido por la ciencia, que los equipos de investigación que son diversos en género, pero también en el área científica, son más productivos y generan mejores conocimientos. Por eso, nos hemos comprometido a impulsar medidas para reducir la brecha existente en el sector, ya que es parte importante de la agenda del Gobierno, del ministerio y de la subsecretaría.

Estas brechas de género tienden a ser menores en las zonas urbanas que en las rurales en toda América Latina. La Alianza del Pacífico, en su compromiso político por promover la igualdad de género, invitó a la OCDE a revisar la igualdad de género en la vida económica de estos países. El reporte OCDE 2016 concluye que las niñas y las mujeres en estos países avanzan en el camino hacia la igualdad de género y el crecimiento incluyente, pero aún enfrentan grandes obstáculos.

paises con mayor desigualdad de genero

La nueva metodología, a diferencia de la anterior utiliza el hogar como unidad de análisis (no las personas) y se dejan de considerar los individuos que no reportan ingreso alguno. Este apartado concluye que, para los períodos estudiados, los territorios en peores condiciones iniciales (ya sea por ingreso o por desigualdad del ingreso), tienden a mejorar su condición respecto de los territorios más aventajados inicialmente. Aunque era de esperar que las regiones más pobres sean las que más rápido crezcan, no es obvio el comportamiento de la desigualdad. Se debe, por un lado, alcanzar el mejor nivel posible, es decir un sistema de calidad, y por el otro lado, este sistema debe ser equitativo, “en este sentido, un sistema de salud es bueno si responde bien a lo que la gente espera de él; y es equitativo si responde igualmente bien a todos, sin discriminación”(OMS, 2000. Citado en INDH, 2016, pp. 194).

En adición, es igualmente importante responsabilizar a las escuelas por sus resultados académicos. Los siguientes datos se componen de información extraída del GBARD de MinCiencia, Innova Chile de Corfo, ANID y Subsecretaria de MinCiencia. De acuerdo a las cifras disponibles paises con desigualdad de genero en el último GBARD, entre los años 2020 y 2021, más del 50% del financiamiento público en I+D presentó enfoque de género. Esta tendencia se ha mantenido relativamente estable en los años analizados, con un 53% y 52% para el año 2020 y 2021, respectivamente.

Islandia, Finlandia Y Noruega: Cómo Es La Vida De Las Mujeres En Los Países Con Menor Brecha De Género

De esta forma, es preciso que la formación inicial y del profesorado, en todo el ciclo escolar, fortalezca sus prácticas pedagógicas desde un enfoque crítico del género y su impacto en las desigualdades que mantiene. Más estratégicamente, se ha utilizado activamente la tecnología de la información y las comunicaciones (TICs) para desarrollar contenidos y aplicaciones, ampliando la oferta educativa a través de los medios de comunicación, apoyando a niñas y niños para que sean capaces de continuar y disfrutar su proceso de aprendizaje. Adicionalmente, se provee acceso a actividades extracurriculares en áreas de ciencias desde la robótica, artes desde la creación cinematográfica y al desarrollo socioemocional de forma específica y transversal en cada programa. Una buena educación, según expertos, tiene la función de adquirir habilidades y certificar conocimientos para participar aún más en la sociedad, y sirve para “socializar”. Programa destinado a fortalecer el nivel de empoderamiento y participación de las mujeres en la toma de decisiones de la sociedad chilena.

Pero esta condición no se remite solo a diferencias en calidades de vida, ya que tiene asociado un conjunto de problemas que implican, especialmente, trabas a la justicia, a la convivencia y al desarrollo económico. En los últimos 15 años ha habido una reducción de la desigualdad de los ingresos, aunque el coeficiente de Gini de 0.48 en la última medición disponible para Chile (2017) está lejos aún del promedio de las economías desarrolladas (figura 2). Incluso los países más equitativos exhiben algún grado basal de desigualdad vinculado a la división del trabajo, la que requiere pagos diferenciados acorde a la complejidad de las ocupaciones o para el fomento de actividades que están sujetas a un appreciable paises que salieron de la pobreza nivel de riesgo, como la innovación y la labor empresarial. El sello es una iniciativa impulsada por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) a nivel international que busca reconocer a las instituciones públicas comprometidas con la igualdad entre hombres y mujeres. Las desigualdades también están aumentando para las poblaciones vulnerables en países con sistemas sanitarios más deficientes y en países que se enfrentan a crisis humanitarias existentes. Los refugiados y los migrantes, así como los pueblos indígenas, los ancianos, las personas con discapacidad y los niños se encuentran especialmente en riesgo de ser excluidos.

del currículo, poniendo especial atención al área de lenguaje y los estereotipos que hegemonizan las lecturas en los primeros años de escuela. “Repensar el currículum y en specific en el área de lenguaje, no solo el uso y abuso del genérico masculino, sino de las lecturas y los cuentos en los niños y niñas más

En 1959, la Asamblea de la ONU aprueba la declaración de los Derechos del Niño y en 1989 aprueba la Convención sobre los Derechos del Niño, tratado internacional vinculante ratificado por 196 países. En 2016, el gobierno chileno aprobó la Política Nacional Docente (PND) que consiste en reformas al acceso y retención de educadores en las escuelas públicas y privadas con subvención del estado. Estas reformas incluyen establecer altos requisitos de ingreso y nueva acreditación para programas de formación docente, proporcionar un año de tutoría para cada maestro/a entrante con pago adicional para mentores y aprendices, y crear un sistema de desarrollo profesional para la promoción profesional a largo plazo. Según datos de 2017, Chile tiene uno de los índices más altos en desigualdad educativa entre los países de la OCDE, expresado en el índice Gini con un 0,503 . Dicho de otro modo, los ingresos del 10% más rico del país son 26 veces más altos que los ingresos del 10% más pobre en Chile; una cifra que es señal de alarma. Incluso en HACS (correspondiente a carreras en áreas de  Humanidades, Artes y Ciencias Sociales), donde la diferencia entre la presencia de hombres y mujeres es menor, el número de publicaciones no se condice con la mayor participación de mujeres  (matrícula y titulación) en áreas no STEM.

Mientras que a nivel nacional no hay un gran cambio en la desigualdad en el último período, Tarapacá incrementó su desigualdad en más de un 6%, y por su parte Los Lagos la redujo en casi un 11% (metodología nueva). Estas diferencias son de gran relevancia para la política pública y de acuerdo con Contreras (1999), también para el proceso de descentralización. El autor argumenta que dentro de las posibles causas de las diferencias regionales en el Gini, está que las regiones crecen a ritmos distintos, además concentran sus actividades productivas en diferentes sectores de la economía. En el período 1990 y 2013, la desigualdad del ingreso en Chile12, medida a través del índice de Gini, evolucionó de una forma similar a una U invertida (ver Gráfico 6), crece a partir de 1992 para luego descender desde 2003 y de manera constante desde 2009.

La diferencia de salarios entre hombres y mujeres ha ido disminuyendo desde 2015, donde la diferencia salarial se mantiene en un 8%, al mismo tiempo que el gobierno trabaja por disminuir esta brecha a través de la creación de comités y en el que se ha planteado generar una base de datos nacional sobre los sueldos. “Cuando el 90% de las mujeres se declararon en huelga por este motivo en los años 70, demostraron a los hombres que este trabajo tiene valor, que no pueden hacer su trabajo sin él. Ese fue el gran cambio para Islandia en términos de igualdad de género”, expresó Brearley al Foro Económico Mundial. La empresa PwC publicó dos estudios con motivo del eight paises con extrema pobreza de marzo, Día Internacional de la Mujer, que coinciden en señalar que, “al ritmo actual”, se tardará “más de medio siglo” en equiparar la brecha salarial que existe entre hombres y mujeres en los 33 países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

paises con mayor desigualdad de genero

Ya se estudió uno de sus componentes, el ingreso, por tanto, en esta sección se estudiarán otros dos, la educación y la salud. En este apartado se examina el desarrollo económico del país, evaluado a través de índices de desarrollo humano (PNUD) y el índice de desarrollo regional (Vial, 2017) y a continuación se evalúa la desigualdad social en dos aspectos muy controversiales actualmente en el país, educación y salud. Ambos temas generan constantes polémicas, protestas y levantamientos por parte de la sociedad, la cual siente la desigualdad y busca que el Gobierno doble sus esfuerzos para satisfacer estas necesidades básicas, de una manera eficiente y que beneficie a toda la población y no solo a unos pocos. Los datos regionales, como años de escolaridad promedio y analfabetismo, se obtienen a partir de la Encuesta CASEN. Con la nueva metodología, se aprecia que en ambos años se repiten tanto las regiones más desiguales como aquellas con menor nivel de inequidad.

desde directivos y docentes hacia las alumnas. Hubo un amplio consenso respecto de que “en el ámbito escolar son diversos los escenarios y contingencias en las cuales se configuran inequidades de género”.

La publicación también incluye un pequeño apartado para hablar del importante incremento de mujeres electas como líderes políticos en América Latina. Esto tiene una repercusión positiva en la igualdad de género, ya que está demostrado que estas mujeres tienen más probabilidades de invertir más en programas públicos relacionados con los intereses de sus congéneres, y sirven como modelos proyectando un nivel de ambición que causa un efecto positivo en las jóvenes. El porcentaje de escaños parlamentarios ocupados por mujeres aumentó más del doble en Chile entre 1997 y 2014(de 8% a 16%), aunque se mantiene por debajo de la media de los países OCDE.

En tal sentido, señaló que las mujeres dedican un 2,5% más de tiempo al trabajo doméstico no remunerado y que existe una subvaloración del mismo. Entre las causas de las brechas salariales, se encuentran el empleo a tiempo parcial, la precarización del empleo de las mujeres y trabajos socialmente menos valorados. Laborum consultó a los especialistas en recursos humanos si incluyen el género entre los requisitos en las búsquedas laborales que llevan a cabo. Sin embargo, esta cifra figura como la más baja en la región, lo que es considerado por Laborum como “una barrera de entrada a un nuevo empleo”, declararon. De esta forma, al preguntar respecto a la percepción de los salarios de mujeres versus los de los hombres, en Argentina un 42% considera que el de las mujeres es menor, en Ecuador la cifra alcanza sólo el 26%, en Panamá el 33% y en Perú un 31%. Entre 2000 y 2012, la tasa de matrícula en educación superior en Chile se duplicó, debido en gran parte a la incorporación de mujeres jóvenes, cuya tasa de matrícula pasó del 35% al 84%.

En consecuencia, el país se encuentra en una época de constantes protestas sociales de diversa índole y es cada vez más frecuente que las regiones se manifiesten en contra de un Gobierno central, que no ha sido capaz de satisfacer las necesidades de un territorio tan heterogéneo como Chile (Mieres, 2015). Es imperativo que la distribución de la riqueza en Chile sea más equitativa; que el crecimiento económico sea más inclusivo y que se facilite la movilidad económica y social de la población chilena. Para alcanzar este mayor nivel de desarrollo y por ende el mejoramiento de la calidad de vida de la población, es necesario que el proceso hacia la equidad considere las diferencias territoriales del país.

A través de un análisis de convergencia, se concluye que en Chile, las regiones más pobres y desiguales, tienden a crecer más que aquellas más ricas y equitativas. Es decir, las regiones más perjudicadas convergen buscando alcanzar a los territorios más favorecidos del país. Lo que marca la desigualdad en Chile, es el aún elevado nivel de desigualdad y su persistencia, a pesar de la mencionada convergencia. Desde la tradición liberal, John Rawls afirma que “la justicia es la primera virtud de las instituciones sociales, como la verdad lo es de los sistemas de pensamiento”. Por su parte, la filósofa Nancy Fraser habla de la paridad participativa y postula que la justicia exige unos acuerdos que permitan que todos los miembros de la sociedad interactúen en pie de igualdad, tanto a nivel de redistribución como de reconocimiento.

Tiene por objetivo contribuir al financiamiento de proyectos nacionales, regionales y/o locales que estén destinados a fortalecer la participación, asociatividad y liderazgo de las mujeres, en el marco de la equidad de género y los derechos humanos. Desde la creación del Servicio Nacional de la Mujer en 1991, las políticas públicas para la equidad de género han tenido un desarrollo sostenible. Contar con el Ministerio significa que las necesidades y los derechos de las mujeres adquieren un espacio de mayor relevancia y son una preocupación de primera línea en el quehacer del Estado de Chile. Ello como piedra angular de un proceso de renovación sociopolítica en el cual la innovación en estos aspectos tienda a eliminar las barreras existentes para hablar de una democracia plena. Las primeras señales de estas diferencias surgieron al realizar este estudio comparado entre políticas públicas en España y Chile.

Islandia, Finlandia Y Noruega: Cómo Es La Vida De Las Mujeres En Los Países Con Menor Brecha De Género

Desde la creación del Servicio Nacional de la Mujer en 1991, las políticas públicas para la equidad de género han tenido un desarrollo sostenible. Contar con el Ministerio significa que las necesidades y los derechos de las mujeres adquieren un espacio de mayor relevancia y son una preocupación de primera línea en el quehacer del Estado de Chile. En Chile, el analfabetismo es cada vez menor (ver Gráfico 9), pasando de un 5,2% de la población de 15 años o más que no sabía leer ni escribir en 1990, a un three pandemia y desigualdad,1% en 2015.

Esta persistencia en el tiempo contrasta con el avance de otros indicadores sociales y económicos, los que han permitido reducir significativamente la pobreza en el país. Para lograr la igualdad de género es necesario revisar las estructuras sociales y brechas que perpetúan la desigualdad existente, tanto en el escenario internacional, a nivel nacional y al inside de la Institución. Para concluir, Nicolás Crossley asegura que el estudio recalca que “la inequidad de género, que tiene consecuencias que en ocasiones son ocultadas o desestimadas, tiene un impacto notorio biológicamente y es importante para las legislaciones, desde un punto de vista de la salud y políticas públicas”.

“Con el aumento de los costes del cuidado de los niños, existe un alto riesgo de que se siga imponiendo a las mujeres una demanda asimétrica de trabajo de cuidados no remunerado”, señala el informe. A pesar de que ningún país ha alcanzado la plena paridad entre los sexos, las diez primeras economías del mundo han cerrado al menos el 80% de sus brechas. El rating mundial es liderado por Islandia (90,8%), Finlandia en el segundo lugar (86%), Noruega (84,5%), Nueva Zelanda (84,1%) y Suecia (82,2%). Por su parte, Chile está en el número 47 del ránking mundial y ha cerrado 73,6% de su brecha, sin embargo está en el undécimo lugar de América Latina y el Caribe. A nivel regional, Nicaragua lidera la lista, seguido por Costa Rica, Barbados, Argentina, Guyana, Perú, Jamaica, Panamá y Ecuador. Por otro lado, los profesionales de recursos humanos en Chile señalaron que consideran que el género es determinante para acceder a un puesto laboral cuando para el tipo de trabajo es necesario mayor uso de la fuerza, abarcando el 16% de las respuestas, y cuando las características del trabajo lo requieran, con el 15% de ellas.

Otro ejemplo más reciente de invisibilidad y discriminación se muestra en un estudio del año en el que los profesores Flynn y Anderson, de la Universidad de Nueva York y Columbia, respectivamente, llevan a cabo un experimento para poner a prueba las percepciones de los hombres y las mujeres en el lugar de trabajo. Una de las corrientes del feminismo –que suele llamarse socialista– nos da muy buenas razones para admitirlo. Según Young, la principal razón por la que pocas personas usarían el término opresión para referirse a las injusticias en las sociedades democráticas contemporáneas, es que comprenden la expresión de forma tradicional, esto es, como el ejercicio de un poder tiránico por parte del grupo gobernante. Así, es posible visualizar las inspiraciones de la política y sus respectivas transformaciones en procesos de política pública (PPP). Pero esta condición no se remite solo a diferencias en calidades de vida, ya que tiene asociado un conjunto de problemas que implican, especialmente, trabas a la justicia, a la convivencia y al desarrollo económico. Al igual que otras naciones de América Latina, su origen se remite a la Colonia, cuando se constituyeron las instituciones que la inician, como la concentración en la propiedad de la tierra y la relación jerárquica entre la clase alta y el bajo pueblo.

Dado que desde las políticas públicas se aborda la construcción social de género como una estrategia para abordar la desigualdad y violencia estructural, resulta indispensable examinar sus principales logros. Un estudio publicado por la revista científica Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America, o PNAS, en mayo de este año reveló que los cerebros de hombres y mujeres muestran diferencias en el grosor de su corteza en aquellos países donde hay mayores índices de desigualdad de género. Nicolás Crossley, profesor de la Pontificia Universidad Católica de Chile y coautor del estudio, explica que la investigación ayudó a evidenciar “que algunas diferencias entre los cerebros de los hombres y mujeres son moduladas por el grado de inequidad de género en el cual las personas viven”. La construcción de una amplia base de datos regional permitió dar una mirada a la dinámica de la desigualdad en Chile, retratando las diferencias regionales. La tabla del Anexo D resume los resultados de los indicadores evaluados en este trabajo, revelando la vulnerable posición de la región de La Araucanía, la peor catalogada en cada uno de los indicadores económicos y algunos sociales. A nivel de desarrollo económico, la Región Metropolitana logra los mejores resultados, mientras las regiones del sur del país, los peores, destacando nuevamente La Araucanía, única región catalogada con un bajo nivel de desarrollo, de acuerdo al IDERE.

Asimismo, el país durante las últimas décadas llevó a cabo medidas pioneras para eliminar la brecha de género, entre las que se destaca la ley, aprobada en 2018, que obliga a las empresas con al menos 25 empleados a demostrar que pagan de igual forma a hombres y mujeres por la misma labor. Junto a esto, desde 2013 se exige una cuota de representación femenina en las juntas directivas de las empresas, de un 40%. A propósito de la celebración del Día Internacional de la Mujer, miramos en el Asia cómo ha sido el desempeño de sus países en la igualdad entre los géneros. Si bien la región ocupa el cuarto lugar en el Índice Global de Brecha de Género, Filipinas y Nueva Zelandia están entre los primeros diez lugares a nivel international para que sirve la organizacion social por sus políticas a favor de las mujeres.

En esta declaración de principios, no se señala patentemente que se espera un aporte de las mujeres en las decisiones económicas y políticas del país, como sí ocurre explícitamente en el caso español. Hay varias razones del porqué es necesario fortalecer el acceso de las mujeres al mundo del trabajo. Históricamente la participación laboral de las mujeres ha sido menor que la de los hombres [figura 1], y si bien esta brecha se ha ido reduciendo a través de los años, en el año previo a la pandemia (2019) Chile period el sexto país de la OECD con la mayor brecha de género en la tasa de participación laboral.

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Dicha circunstancia afecta al porcentaje de mujeres que esperan desarrollar una carrera en ingeniería y/o computación, situación que en Chile se eleva sobre un 20%, en España un 17,7% y en la OECD un thirteen,6%. En el último aspecto, subrayamos que la incorporación de mujeres en el estudio de la historia en distintos ámbitos (ciencia, tecnología, humanidades, artes, entre otras) ha traído como consecuencia la visibilización de la contribución de las mujeres en el desarrollo de los distintos saberes de la humanidad. Así, se ha conseguido que las mujeres participen activamente de los planos sociales y políticos de la sociedad española desde el empoderamiento y, en muchos casos, la igualdad.

Uno de los hitos más emblemáticos fue la aprobación de una ley de cuotas inédita en el mundo, para asegurar la participación de mujeres en directorios de empresas estatales y cotizantes en bolsa, cuya representación en 2003 superaba por poco el 5%. De acuerdo a los resultados del informe, se observa también una “importante mejora” respecto de la primera versión del reporte, del año 2006. Sin embargo, el documento consigna también que “el avance es lento” y que “en el caso teórico de que se continuara a esta velocidad de mejora, se necesitarían 131 años para alcanzar la plena paridad”. México, Corea y Chile son los tres países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico que presentan los peores indicadores respecto a la igualdad de remuneraciones entre hombres y mujeres. En temas laborales, el 60,29% de las mujeres trabaja, donde el 37% de ellas se encuentra en oficios a tiempo parcial, escenario en el que el gobierno introdujo medidas para promover el trabajo a tiempo completo.

No se puede negar que durante el último cuarto de siglo a nivel mundial ha habido un importante progreso en muchos ámbitos del desarrollo humano. La esperanza de vida es mayor; hay más personas que se escapan de la línea de la pobreza y la pobreza extrema; menos personas afectadas por la malnutrition, entre otros. Si bien es claro que estos avances han mejorado la calidad de vida de las personas, se debe asumir que no en la misma proporción e incluso ha dejado mucha gente marginada de este gran avance (PNUD, 2016). Es por lo anterior que el último informe del PNUD está dedicado a este tema “desarrollo humano para todos”, considerando, igualmente, que en 2015 los dirigentes nacionales se comprometieron a “no dejar a nadie atrás”, compromiso que dejaron plasmado en la Agenda 2030.

En su opinión se deben usar mediciones de acuerdo a los tiempos que vivimos, mejorar el tema educativo y reducir los estereotipos, materializar marcos legales que den respuesta a lo que intentan common. Agregó que la equidad entre hombres y mujeres tiene una dimensión ética y política, y no solo mejora la reputación de las empresas sino que tiene un impacto en la calidad de la vida y en especial de las mujeres». En tanto, el gerente de relaciones laborales del Grupo Quiñenco, Raúl Requena, señaló que las mujeres siguen enfrentando a diario barreras para el trabajo y además se ven enfrentadas a hacerse cargo de cuidados del niño o tareas domésticas. «Al peso de las tareas domésticas se suman las brechas salariales y en Chile las mujeres ganan 27% menos en promedio que los hombres».

En lo que se refiere a participación política, los resultados muestran un déficit en ambos países en diferentes niveles de decisión. En la práctica, se observa que, en el mejor de los indicadores, por cada tres varones en cargos de decisión solo existe una mujer e incluso la brecha puede aumentar a una relación de uno a cinco en ciertos períodos y/o áreas de actuación. Asimismo, cabe señalar que estos factores de violencia estructural tienen también un reflejo en los indicadores de violencia directa ejercida contra mujeres, donde el impacto de las políticas públicas ha sido a todas luces insuficiente en ambos países.