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Desnutrición Infantil, Cuidado Y Seguimiento Nominal En Los Primeros 1000 Días De Vida

Así mismo, se estima como un problema de alcance international que genera gran impacto en la salud, el progreso territorial, el bienestar, desarrollo físico y psicológico de los niños2. Existen diferentes fuentes que sugieren que el déficit de recursos humanos en salud es uno de los principales y más frecuentes problemas para subsanar la falta de atención que conlleva a la escasa intervención de enfermedades prevenibles. Recursos que se requieren desde el personal administrativo hasta médicos generalistas[39]; y esto sumado con la concepción de que la salud de los países pobres y en vía de desarrollo, mejorará aplicando conocimientos de salud pública, lo que requiere capacidad humana, institucional y física, así como también de influencia política[24],[40].

pobreza y desnutrición infantil

Según el informe, la dieta de los niños y niñas de los hogares más vulnerables no incluye todos los grupos de alimentos, que ayudarían a mantener sus cuerpos y cerebros en rápido crecimiento. Estas tendencias reflejan un crecimiento deficiente y ponen a los niños y niñas en riesgo de sufrir infecciones, disminuir sus habilidades de aprendizaje y, en muchos casos, morir. Casi 4 de cada 10 niños y niñas menores de cinco años en la región sufrían deficiencias en vitaminas y minerales como el hierro y el yodo, lo que socava aún más su desarrollo. De los 18 países de la región que cuentan con datos, Guatemala es el caso más preocupante con 1 de cada 2 niños y niñas menores de 5 años que no están creciendo bien. El país con el mejor indicador es Santa Lucía, donde solo 1 de cada 10 niños y niñas no crece adecuadamente.

En la desnutrición grave, cobra relevancia la estabilización en las primeras forty eight horas que comprende la corrección de hipoglicemia, el tratamiento de la hipotermia, la corrección de la deshidratación y alteraciones hidroelectrolíticas, asociado al uso de antibióticos si es preciso. En casos agudos prima la alteración en el indicador P/T, mientras que en casos crónicos se compromete T/E. Múltiples teorías han intentado explicar el edema en la malnutrición proteica, tales como hipoalbuminemia y déficit proteico, estrés oxidativo, modificaciones en el microbioma. “Crear un entorno alimentario saludable, nutritivo, seguro, asequible y sostenible para cada niño y niña está a nuestro alcance.

La obesidad –que es la otra cara de la malnutrición– también se ha visto incrementada en medio de esta contingencia. De hecho, el Mapa Nutricional 2020 también da cuenta de ese fenómeno y revela un aumento ‘sin precedentes’ de la obesidad severa que llegó al 64% en el segmento de los escolares de quinto básico. “Cuando hay una disaster económica, aunque las personas puedan tener acceso a alimentos, cuidan más el presupuesto y ahí aparece el concepto de inseguridad alimentaria que es la incertidumbre respecto a la capacidad de obtener alimentos. Y eso se puede traducir en obesidad o desnutrición porque puede que la población reduzca la calidad de su alimentación (obesidad) o derechamente no tenga acceso a ella (desnutrición)”, analiza Carla Leiva, académica de Nutrición y Dietética de la Universidad Católica. Pero no era sólo el déficit de calorías y nutrientes lo que afectaba su desarrollo, sino también otros factores ambientales.

El caos sensorial (violencia doméstica, abusos, y abandono), van dejando un profundo daño en su salud mental que va a persistir a lo largo de su vida (40). Seguramente que ha sido la suma de todas estas medidas económicas las que explican el cambio del nivel de vida alcanzado durante los últimos años. Sin embargo, previamente existió otro hecho esencial, que por haber sido más silencioso, para muchos no especialistas pasó desapercibido. La erradicación de la desnutrición que ocurría ancestralmente durante los primeros años de vida, condicionando una elevada mortalidad temprana, y de paso dañando a un alto porcentaje de los que sobrevivían (2,3).

El informe también revela que la región con mayor nivel de pobreza no extrema en niños y adolescentes fue La Araucanía, con un 15,6%, seguido por la Región del Ñuble (12,8%) y Coquimbo (12%). Por otra parte, las regiones en las que se identificaron los mayores porcentajes de menores de edad en pobreza extrema fueron Tarapacá (10,5%), Arica y Parinacota (8,2%) y Ñuble (7,9%). Una dura realidad sobre la situación nutricional de los niñas y niños chilenos reveló el reciente informe de la ONU, titulado “Panorama de la Seguridad alimentaria y nutricional en América Latina y el Caribe 2020”, el cual establece que en Chile, las áreas donde se detectó malnutrición infantil se concentran en los extremos del país. Si observamos a nivel de regiones, es posible visualizar que la mayor concentración de pobreza no extrema en niñas, niños y adolescentes se encuentra en las regiones de La Araucanía (15,6%), Ñuble (12,8%) y Coquimbo (12%).

Mirta Crovetto Mattassi, junto con lamentar esta realidad, dijo no sentirse sorprendida, especialmente por el contexto de pandemia, a raíz del cual muchas familias han ingresado a la condición de vulnerabilidad. Por ello -lo esperable- dijo, es que dentro de la Mesa de Seguridad Alimentaria se detectaran situaciones como ésta, pues la desnutrición es una condición de salud que ya había sido superada en nuestro país. “La alteración nutricional por exceso que lleva al sobrepeso y la obesidad es una epidemia.

Es así como el impacto negativo en los primeros períodos de la vida pueden persistir a lo largo del tiempo, pudiendo llegar a expresarse en la edad adulta, en diversas enfermedades degenerativas, como trastornos cardiovasculares, diabetes tipo 2, hipertensión, dislipidemias, osteoporosis, cáncer y enfermedades mentales (25-28). Es durante los primeros períodos de la vida, cuando los daños se producen y a lo largo de la vida, cuando se expresan. Debido al impacto de la pandemia, Bratti sostiene que las preguntas de la Encuesta Casen 2020 no son suficientes para hacer un análisis de la pobreza multidimensional. Comparte con la directora del jardín infantil del Hogar de Cristo, Cristina Díaz, que la calidad de los alimentos que se entregan a través de los distintos programas deberían ser distintos. “Salud, por ejemplo, sigue entregando la Purita Cereal que no es un producto adecuado para la epidemia de obesidad que estamos viviendo.

«Los niños primero», se transformó en un slogan del gobierno de Piñera, mientras ha quedado en evidencia una enorme carencia de políticas para la infancia, con desigualdades a nivel educacional, violencia intrafamiliar, trabajo infantil, desnutrición, entre otros. “Las cifras son bajas, pero si la tendencia se mantiene sería una situación inquietante para nosotros como país”, cube. Destaca que Chile tuvo “una baja gigantesca” en la desnutrición gracias al trabajo de la Corporación para la Nutrición Infantil (Conin). Si uno se descuida la mortalidad infantil aumenta, la desnutrición aumenta, las cifras de niños vacunados empeoran, así como la expectativa de vida al nacer.

“Pese a que la pobreza había venido disminuyendo, siempre eran los grupos de niños, niñas y adolescentes quienes padecían en mayor medida la pobreza, muy principalmente el grupo de la primera infancia, de cero a tres años, y esta tendencia etaria se mantuvo”, sostiene el investigador del Observatorio Niñez y Adolescencia, Nicolás Contreras. “En los informes, en general, no se habla lo suficiente de pobreza o no se enfocan en los niños. Creo que la gente desconoce los niveles de pobreza infantil que tenemos hoy en día”, afirma Bratti. En términos generales la malnutrición -que incluye sobrepeso y obesidad- también ha aumentado si se mira por tramos de edad desde el año 2009. En este sentido, el médico recomienda hacer un censo de la población en los lugares donde hay más riesgo, pues este fenómeno suele estar distribuido en forma inequitativa, tomando como base la información que entreguen los servicios de atención primaria, y desarrollar un programa de alimentación complementaria, manejado por nutricionistas.