Etiqueta: necropolítica

Biopolítica, Necropolítica Y Pandemia Notas Sobre El Neoliberalismo Y La Desigualdad Social En Chile Autoctonía Revista De Ciencias Sociales E Historia

10Esto ya que en el país conviven empresas transnacionales exportadoras, con altas rentabilidades, junto con la pequeña y mediana empresa y microempresas informales de baja productividad, que se concentran en el mercado local y con escasos vínculos con la gran empresa. La (Tabla 7) muestra, por una parte, la evolución de este índice considerando solo las seis dimensiones originales, lo que permite hacer una correcta comparación en el tiempo, y a continuación, expone los resultados 2017 al incorporar la variable de medio ambiente y sustentabilidad. Los resultados 2017 (seis dimensiones) muestran que las regiones con mayor IDERE son La Metropolitana y Magallanes, mientras que los peores resultados los presenta La Araucanía y el Maule, sin embargo, son de las regiones con mayor progreso durante el período evaluado. Al parecer se cumple el principio de convergencia, ya que algunas de las regiones con menor índice, son de las que más mejoran, mientras que las de mayor desarrollo tienen un progreso más lento (Metropolitana, Antofagasta, Valparaíso y Magallanes). La excepción a este comportamiento ha sido Arica y Parinacota, que a pesar de su relativamente bajo IDERE, ha experimentado menor evolución en el período analizado.

A través de los años, al igual que lo ilustrado por la evolución del Gini, la razón 10/10 muestra un aumento de las disparidades en el año 2009, donde el 10% más rico llega a distanciarse 38,8 veces del ingreso medio del 10% más pobre, para luego descender paulatinamente. El ratio fue de 27,6; 29,eight; 29,1 y 27,2 para 2009, 2011, 2013 y 2015 respectivamente (calculado por Ministerio de Desarrollo Social [2016b], bajo la nueva metodología). Grafico 5 Personas en situación de pobreza y pobreza multidimensional (con entorno y redes) 2015. Chile es un país largo y angosto, ubicado al sudoeste de América Latina, limita al norte con Perú, al noreste con Bolivia y al este con Argentina. De acuerdo con la Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional (CASEN) de 2015, el país tiene una población de más de 17,5 millones de personas3, de las cuales un 87% vive en zonas urbanas.

La pobreza es una condición social en la cual los individuos no logran acceder a un conjunto de bienes y servicios considerados básicos. Es una condición que en muchas situaciones se va heredando de generación en generación, lo que dificulta poner fin al círculo de la pobreza. causas desigualdad social La pobreza desgarra el tejido social y tiene un impacto importante en la economía y en la estabilidad política de un país. Medirla con mayor rigurosidad es importante porque permite a las autoridades focalizar mejor los recursos destinados a combatir la pobreza.

Al nombrar las desigualdades e injusticias como violencia estructural, el concepto perdería su especificidad y su capacidad de describir. En investigaciones de CEDEUS, han realizado mediciones de temperatura en invierno en  viviendas sociales de  Concepción y Viña del Mar, y los resultados indican que hace más frío al inside de las mismas que en el exterior. Y señaló la importancia de mejorar las condiciones de habitabilidad de las mismas para mejorar la vida de las personas.

Sentimientos que nos distraen de los problemas sociales y nos impiden encontrar terrenos comunes para dialogar. ¿Por qué estas emociones son predominantes y qué se puede hacer para contrarrestarlas? Este tipo de discursos en los que ciertos grupos se constituyen como enemigos, o como gente aterradora y horrible. Se trata de la construcción de ciertos grupos demonizados que luego necesitan ser subordinados o excluidos. Eso está en el corazón de lo que los cientistas políticos llaman discurso populista.

conceptos de desigualdad

Las familias que ganan no más del 80 por ciento del ami son típicamente consideradas como de bajos ingresos y aquellas que ganan no más del 50 por ciento del AMI se consideran de muy bajos ingresos (U.S. Department of Housing and Urban Development, 2015B). Aunque tendemos a pensar que la desigualdad depende de disparidades en los ingresos, este texto –parte de un extenso proyecto de investigación realizado por el Buell Center de Columbia University– muestra que la vivienda es uno de sus más poderosos motores. Por lo tanto ciertas prácticas arquitectónicas podrían ser entendidas como «el arte de la desigualdad».

La desigualdad es un tema que aflora en cada uno de los informes económicos que la OCDE realiza para Chile. En 2015, el país ocupa el puesto número dos en desigualdad entre los miembros de la OCDE (medida a través del índice de Gini antes y después de impuestos y transferencias), después de México. Lo siguen Turquía, Estados Unidos y Lituania, siendo los países con menor desigualdad Islandia, Eslovaquia y Eslovenia (OCDE, 2018). La desigualdad de Chile es intra e interregional, los ingresos del 10% de la población más rica del país son 27 veces mayores que el decil más pobre (OCDE, 2015)6, por sobre el promedio de los países de la OCDE, donde el 10% más rico gana 9,6 veces más que el 10% más pobre (siendo esta la mayor diferencia de los últimos 30 años) (Keeley, 2015). Actualmente en Chile, el 20% de mayores ingresos lo es 10 veces más que el 20% más pobre (OCDE, 2018). En marzo del año 2010, bajo el segundo mandato de la presidente Michelle Bachellet, Chile se convirtió en el miembro número 31 de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y el primero a nivel Sudamericano.

En una visita a Chile del economista Francés Thomas Piketty, autor del libro “ El Capital”, hizo alusión al hecho de que nuestro país ha tenido en las últimos años, los niveles de desigualdad más altas de mundo, comparable, incluso, con países tan desiguales como Brasil, México y países africanos. Igualmente, en una reciente entrevista al Premio del Nobel de Economía (2001) Joseph Stiglitz, autor del libro “El precio de la Desigualdad”, hace notar que nuestro sistema económico ha favorecido a los grandes capitales, haciendo referencia al hecho de que el Sistema de Pensiones en Chile genera una mayor desigualad. Los deciles de ingreso monetario corresponden a grupos de igual tamaño conformados por la décima parte (10%) de los hogares ordenados en forma ascendente (del I al X) de acuerdo al ingreso autónomo per cápita del hogar, donde el primer decil (decil I) representa al 10% de menor ingreso y el décimo decil (decil X) representa al 20% de mayor ingreso. Los quintiles de ingreso monetario corresponden a grupos de igual tamaño conformados por la quinta parte (20%) de los hogares ordenados en forma ascendente (del I al V) de acuerdo al ingreso autónomo per cápita del hogar, donde el primer quintil (quintil I) representa al 20% de menor ingreso y el quinto quintil (quintil V) representa al 20% de mayor ingreso.

Esta persistencia en el tiempo contrasta con el avance de otros indicadores sociales y económicos, los que han permitido reducir significativamente la pobreza en el país. Así, el término ‘vivienda social’, común en Europa y conocido en todo el mundo, rara vez ha sido utilizado en los Estados Unidos. Sin embargo, algunos investigadores sostienen que el término se aplica a la naturaleza necesariamente híbrida y codependiente de las fuentes de financiamiento para la vivienda sin fines de lucro y de propiedad pública de dicho país, donde constituye alrededor del 5 por ciento del volumen total (Bratt, 2012). Esta codependencia, junto con una preferencia política por un ‘retorno’ de las viviendas sociales a las reglas del mercado después de cierto tiempo, ha afectado también los esfuerzos por establecer formas de proveer vivienda sin fines de lucro,ya sea en forma de arriendo o de cooperativas. Por ejemplo, en 1959 el programa de Mitchell Lama para el Estado de Nueva York, establecido sólo cuatro años antes, abandonó su objetivo authentic de mantener los desarrollos regulados a perpetuidad permitiendo a los propietarios optar por salirse una vez pagada la hipoteca (Botein, 2009). El enfoque de género en el diseño de las políticas públicas

En el período 1990 y 2013, la desigualdad del ingreso en Chile12, medida a través del índice de Gini, evolucionó de una forma similar a una U invertida (ver Gráfico 6), crece a partir de 1992 para luego descender desde 2003 y de manera constante desde 2009. Bajo la metodología tradicional Chile pasó de un índice de Gini de 0,57 en 1990 a 0,53 en 2013. La nueva metodología13 da como resultado un índice menor, posiblemente porque las familias más vulnerables suelen ser más numerosas, luego al evaluar la distribución del ingreso total de la pobreza al poder de los hogares, es esperable que sea más igualitario que al medirlo a nivel per cápita. En los últimos años la reducción de la desigualdad ha sido mínima, llegando a ser el índice de 0,495 en 2015. El informe económico de la OCDE (2013) concluye que el fuerte crecimiento de Chile ha traído consecuencias para el ecosistema, uno de ellos es el mayor gasto energético.

Es prestar atención a sus derechos específicos adecuados a sus necesidades especiales. Ciertamente hay muchos otros aspectos a considerar, si se tiene en cuenta la devaluación de la institucionalidad política, el empoderamiento de las comunidades y los cambios que trae consigo la automatización del empleo y la revolución digital. Es tarea de todos contribuir a superar los obstáculos y aspirar a un país más justo, próspero y solidario. Una condición necesaria para que se produzcan efectos duraderos en el tiempo es el tránsito a una cultura de respeto por la persona, por la igualdad de dignidad y respeto, y por los valores de justicia y solidaridad social. Bajo su alero surgieron grandes fortunas, cuyo origen se centra en la minería, las finanzas y el comercio.

En 2015, seis de las 15 regiones superaban el promedio nacional calculado para ese año. Las regiones que más han mejorado su nivel de escolaridad promedio son Los Ríos, Aysén y Coquimbo, mientras que las regiones de menor avance han sido Atacama, la Región Metropolitana y Antofagasta. En basic, las regiones con menores años de escolaridad al comienzo del período, son aquellas que han tendido a mejorar más este indicador. Las desigualdades sociales contribuyen a las desigualdades educativas porque restringen la habilidad cognitiva y no cognitiva. Según un estudio del Economic Policy Institute sobre niños y niñas de guardería del año 1998 y 2010, hay un hueco de desempeño entre los niños en el nivel socioeconómico más bajo y más alto que persisten entre ambas clases.

Sumado a lo anterior, atendiendo a la digitalización y el contexto precise, realizamos publicaciones que constantemente apoyan la educación en derechos humanos y/o la contención emocional en tiempos de crisis a través de recursos descargables. Es importante que el gobierno use los datos existentes sobre los rendimientos escolares para hacer una conclusión informada de cómo mejorar el sistema educativo. El ausentismo y deserción escolar implican pérdidas de oportunidades duraderas y prolongadas, que afectan el desarrollo y el aprovechamiento de las oportunidades educativas, otro factor contribuyente a la desigualdad. Distancia, falta de transporte, enfermedades frecuentes, vestimenta inadecuada, falta de útiles escolares, inadecuadas en las poblaciones vulnerables. Para hacer seen este problema, desde Good Neighbors Chile hemos preparado una recopilación de datos alarmantes sobre la desigualdad educativa y la pobreza en Chile.

Biopolítica, Necropolítica Y Pandemia Notas Sobre El Neoliberalismo Y La Desigualdad Social En Chile Autoctonía Revista De Ciencias Sociales E Historia

Esta disparidad está fuertemente asociada a la mayor fragilidad económica de las mujeres, y al aumento en las tareas en el hogar y cuidado de niños. Estos resultados apuntan a una acumulación de vulnerabilidades, ya que los roles tradicionalmente asociados a cada género y la fragilidad económica se combinaron creando mayores desafíos para las mujeres durante la pandemia en 2020. Los resultados muestran que los participantes relevan un sentido y organización del trabajo vinculada a lo que otros investigadores han denominado ética del trabajo público, denunciando la poca pertinencia de las prescripciones propias de los instrumentos del NMP.

En el siguiente artículo, el medio The Conversation da a conocer cómo la pandemia ha afectado el desempleo y la pérdida de empleos en el continente, y el efecto que estas cifras tendrán a largo plazo en países que ya eran muy desiguales en la región. “Cuando uno empieza a comprobar el acceso a la salud según contexto económico se nota esta distinción. Sin dudas la inequidad estructural se refleja también en cómo se expandió la pandemia y cómo fue afectando de manera desigual”, comenta Alejandro Canales, Doctor en Ciencias Sociales, demógrafo y uno de los autores del estudio. Una frase escuchada en más de una ocasión durante este prolongado confinamiento y que pretende explicar de manera, tal vez algo easy, sus devastadores efectos entre la población. Según Patricio Aroca, investigador asociado de la línea Geografías del Conflicto y la Cohesión de COES, en la Región de Antofagasta el 80% de los más pobres bajaron sus ingresos, y el 20% más rico registró un aumento de sus ingresos en el año 2020 respecto de 2017. En el frente económico, la pandemia de la COVID-19 ha aumentado significativamente el desempleo mundial y ha recortado drásticamente los ingresos de los trabajadores.

La recuperación dependerá de la evolución de la economía mundial y del dinamismo de los flujos internacionales en comercio y finanzas hacia la región. Tener conciencia de especie es necesario para nuestra supervivencia y no es viable continuar con divisiones clasistas, oxfam las desigualdades matan racistas, geográficas, económicas, culturales y de género que derivan en la aceptación y normalización de la existencia de “humanos de segunda”. Es aquí donde la ética y la corresponsabilidad juegan un papel importante para pensarse desde lo comunitario.

pandemia y desigualdad social

En Chile, la discusión se ha centrado en torno a los conceptos de “justicia inter e intra generacional”, y sobre la necesidad de mejorar el sistema de salud. Sin embargo, según nuestro entendimiento, la importancia de reconocer las desigualdades en morbilidades, discapacidades y mortalidad para el diseño del sistema no son parte de ningún debate. Los cambios de la desigualdad se pueden atribuir mayormente al aumento de la desigualdad debido a la muerte de gente joven (bajo sixty five años).

La diabetes y la hipertensión están directamente relacionadas con las condiciones y estilos de vida, eso quiere decir con las posibilidades materiales de existencia y con lo que puedo hacer en base a eso, en este caso, la pauperización de las comunidades mapuche y la relación con la ciudad. “Estas preguntas sobre las situaciones violentas fueron agregadas en esta encuesta, pero nos indica que para las personas sí hay una percepción grave respecto de la corrupción o delitos financieros, pues los señalan como problemas que afectarán el desarrollo del país, mucho más que la delincuencia o el narcotráfico”, concluye Littin. No es un misterio que la pandemia vino a golpear duramente el bolsillo de miles de familias en el país y a cambiar las percepciones del futuro para todos.

Recuperar con fuerza el empleo (sobre todo en grupos más vulnerables, donde debería existir un subsidio). Ser cautos en entregar muchos beneficios sociales a costa de dificultar el emprendimiento y la labor empresarial (aunque sea poco popular). Antes de querer imitar las políticas de Alemania, imitemos en parte su productividad que es menos de un tercio en Chile, para eso necesitamos focalizar en educación y capacitación de la mano de obra (¡aquí sí miremos a Alemania!). Pablo Rivera-Vargas, Raquel Miño-Puigcercós, Ezequiel Passerón y Gustavo Herrera Urizar en su artículo ‘¿Hacia dónde va la escuela? Resignificar su sentido en la period del COVID-19’ sostienen que a raíz del pasaje obligatorio a la educación a distancia provocado por la pandemia del COVID-19, el sentido y rol de la escuela han sido activamente debatidos y cuando no tensados. La nostalgia de la presencia física y la digitalización masiva de los procesos de enseñanza y aprendizaje han generado un conjunto de retos inciertos a los que habrá que enfrentar una vez que se supere la crisis.

El artículo analiza el impacto de la pandemia Covid-19 en la situación laboral de las personas jóvenes en Argentina. A partir de una revisión bibliográfica y del procesamiento de información estadística secundaria, se argumenta que la situación educativa y laboral de las juventudes se encuentra atravesada de manera interseccional por los patrones de género y clase social. Las conclusiones proponen que producto de la pandemia de Covid-19 se ha profundizado la desigualdad social entre las juventudes, ampliándose la brecha educativa, de empleo e ingresos entre los distintos sectores sociales y géneros.

Sin embargo, sabemos que también la pandemia ha tenido un efecto indirecto en otras enfermedades; por ejemplo, la falta de disponibilidad de servicios médicos puede tener un efecto a largo plazo en la detección del cáncer [8], y ahí, una vez más, el efecto puede ser desigual. Si miramos la evolución de la desigualdad de la mortalidad en gente joven (B y C) se observan importantes disminuciones hasta 2019, seguidas de un gran aumento en 2020. Nuestro análisis investiga cómo la mortalidad y la desigualdad de ésta, ha cambiado debido a la pandemia, pero también mirando hacia el pasado reciente de los últimos 20 años. El teletrabajo ha sido un elemento diferencial y muy importante para poder mantener la producción y la actividad laboral. Pero el teletrabajo no es posible para todas las empresas, ni para todos los empleados. Las pequeñas empresas y los trabajadores poco cualificados tienen mayores dificultades y, por lo tanto, también se han visto más perjudicados por las restricciones de la pandemia.

Finalmente, nuestro proyecto también enfatiza que la situación económica gatillada por la pandemia ha generado un deterioro importante del estado de ánimo de la población. Los resultados sugieren que dicho empeoramiento puede ser atribuido, entre otros factores, a la pérdida de empleo, problemas financieros, incapacidad de financiamiento inmediato y expectativas económicas pesimistas. Quienes tienen una mayor fragilidad financiera y han sido más fuertemente afectados económicamente -jóvenes, mujeres y hogares de menores ingresos- son quienes, en mayor medida están experimentando un deterioro de su salud mental. Para comprender los canales a través de los cuales la pandemia está afectando la calidad de vida y la brecha de bienestar de los hogares en Chile, un grupo multidisciplinario de investigadores de la Universidad de Chile hemos elaborado el proyecto “Vida en Pandemia”. Para su realización, en una primera vuelta de cuatro realizada el mes de julio, se encuestó a 2.552 personas. El universo comprende hombres y mujeres mayores de 18 años, de diversos niveles socioeconómicos, que habitan en gran parte del territorio nacional, con y sin confinamiento.

Esto llevó a mayores tasas de desempleo, caída de ingresos, y salida del mercado laboral para las mujeres, en relación a los hombres. Otra causa importante se relaciona con un aumento en el tiempo dedicado a tareas domésticas y de cuidado, asociadas a las cuarentenas y al cierre de escuelas, que recayeron en mayor medida en las mujeres. La llegada del virus COVID-19 generó un efecto internacional que impactó -y continúa impactando- fuertemente en la vida cotidiana de las personas, grupos y culturas a nivel internacional, modificando las pautas de comportamiento, así como las expectativas sobre el futuro. La crisis pandemia y pobreza sanitaria ha producido efectos diversos en ámbitos sociales claves como el trabajo, la educación, así como en la salud mental, las formas de sociabilidad y el uso del espacio. Los efectos no son homogéneos en la población, pues afectan de manera más grave e intensa a las personas y grupos marginalizados o precarizados. Asimismo, en muchos países y regiones del mundo, esta disaster ha intensificado conflictos, desigualdades e injusticias sociales ya existentes en muchos países y regiones del mundo.

A partir de un enfoque hermenéutico y una propuesta metodológica cualitativa basado en el codiseño, se da a conocer los resultados de los análisis de entrevistas realizadas a 21 voces expertas provenientes de España, Francia, Inglaterra, Argentina, Chile y Venezuela. Entre los resultados se propone un whole de 40 interrogantes emergentes sobre la escuela y su sentido en la pandemia. Se concluye reconociendo la urgencia de revalorizar la escuela como institución educativa, socializadora y transformadora, generadora de espacios de encuentro, cuidado, alfabetización crítica e intercambio.

Las desigualdades también están aumentando para las poblaciones vulnerables en países con sistemas sanitarios más deficientes y en países que se enfrentan a disaster humanitarias existentes. Los refugiados y los migrantes, así como los pueblos indígenas, los ancianos, las personas con discapacidad y los niños se encuentran especialmente en riesgo de ser excluidos. La pandemia de Covid-19 no sólo generó una crisis económica que impactó al mundo, sino que también trajo una disaster social que se expresó en mayores niveles de pobreza, desigualdad y que desnudó una serie de brechas en acceso a tecnologías y a viviendas de calidad, entre otros factores que continúan sin resolverse.

En la misma línea de ideas, los discursos centrados en el crecimiento económico basados en una racionalidad neoliberal quedaron en tensión con la llegada del COVID-19, ya que los procesos productivos se vieron enlentecidos, hecho que generó un alza en el desempleo y una crisis económica vigente hasta nuestros días. En efecto, antes del proceso de vacunación la mejor estrategia para el cuidado de la población se transformó en el confinamiento. Esto se traduce en una explosión del desempleo, que llegaría a 44,1 millones de personas en la región, lo que representa un aumento cercano a 18 millones con respecto al año 2019.

Biopolítica, Necropolítica Y Pandemia Notas Sobre El Neoliberalismo Y La Desigualdad Social En Chile Autoctonía Revista De Ciencias Sociales E Historia

Asimismo, el muestreo realizado por la Fundación Superación de la Pobreza y Feedback reveló que el 53% de los habitantes de Chile tiene una percepción negativa de los extranjeros. Algunos países han podido aprovechar el impulso de sus exportaciones de productos médicos y los productos agrícolas. La CEPAL señala (p. 6) que Guatemala y Honduras se han beneficiado de las ventas de mascarillas y Costa Rica de las de equipos médicos, destinadas principalmente a Estados Unidos.

La pandemia del COVID-19 ha significado no solamente una emergencia sanitaria global y una grave crisis económica, sino que también ha tenido un costo psicológico desmesurado. Diversos estudios han mostrado evidencia sobre el aumento en la prevalencia la desigualdad del mundo de síntomas de depresión, ansiedad, estrés y estrés post-traumático en diversos países desde los primeros meses de la pandemia. También se ha observado que algunos grupos de la población han sido más vulnerables a los efectos de la pandemia.

Resistencia porque se relacionan con las acciones de los movimientos sociales y también organizacionales para hacer frente a esta crisis y emergentes en el sentido de que en este contexto de disaster surgen iniciativas que apuntan a cambios que afecten los elementos más estructurales que sostienen la desigualdad. Hemos evidenciado cómo el aumento de la pobreza y violencia apuntan a factores estructurales, sociales y económicos. Estamos trabajando para apuntar a una sociedad más justa, donde la garantía de derechos fundamentales pueda ser una realidad”. En una semana más cumpliremos un año desde que fue detectado en suelo nacional el primer caso de COVID-19. Dicho caso emblemático representa muy bien los niveles de desigualdad presentes en nuestro país, pues se trata de una persona de 33 años quien estuvo durante un mes por distintos países del sudeste asiático. ¿Qué mejor ejemplo para demostrar los niveles de desigualdad de ingresos que un ciudadano que, a través de sus ingresos (propios o a crédito), haya realizado un viaje que tuvo por consecuencia el inicio de la pandemia en nuestro país?

la desigualdad en la pandemia

Al compararlo con los otros dos ingresos, acá se nota la influencia de los apoyos estatales. Sin embargo, estas transferencias no lograron impedir la peor relación 10/10 de los últimos 30 años y el peor Gini –el indicador de desigualdad– desde 2003 (PNUD, 2014). Con los efectos de desigualdades estructurales aflorados por la pandemia, “vemos expresadas hoy en las diferenciales posibilidades de cuidado frente a la pandemia por parte de la población según factores sociales”, comentó el académico del Departamento de Ciencias Sociales, Felipe Saravia. En materia laboral, por ejemplo, se da cuenta de lo dispar del acceso al teletrabajo, que tuvo a solo 19% del estrato social bajo con acceso al beneficio, a diferencia del 31% del medio o el 48% del alto. Respecto de esta modalidad laboral, sobre el 70% en todos los sectores económicos aseguró que ha traído como consecuencia un aumento de la carga de trabajo.

Nosotros desde el grupo de salud mapuche Taiñ Xemotuam, un centro que formamos para recuperarnos, digo eso porque somos una sociedad de postguerra atravesada por el colonialismo, por lo que nuestra vida y salud están traspasadas por esa herida, hemos entendido que es una daño que también es resultado de otras enfermedades, espirituales y sociales. Esta pandemia nos encuentra a las comunidades mapuche con una situación de inequidad tremenda, pero también con una epidemia previa, que es la diabetes y la hipertensión arterial que hacen estragos en las comunidades. Esto provoca una sobrecarga de enfermedades y mortalidad, e insisto que los mensajes llegaron atrasados, generaron representaciones sociales equívocas y eso provoca un daño tremendo a posteriori, las consecuencias las veremos a fines de mayo.

Perú, Argentina, Ecuador, Panamá, El Salvador, México y Colombia han sido los países más afectados. Por el contrario, Paraguay, Uruguay y, especialmente, Guatemala se han visto afectadas en un grado semejante al de otras economías en desarrollo y emergentes. Venezuela es el país que ha registrado una mayor caída de su producción, como en años anteriores, si bien esto no se puede achacar solo al impacto del virus. Los hombres en el decil de pobreza más alto tienen una esperanza de vida de 4,39 años menor que en el decil más bajo.

Si bien, generalmente presentan síntomas leves, son un issue de riesgo debido a que operan como un vector de contagio. Esto supone una adversidad y aumenta la vulnerabilidad del grupo acquainted frente al contagio de esta enfermedad. La COVID-19 también pone en riesgo los escasos avances que se han conseguido en materia de igualdad de género y derechos de las mujeres durante las últimas décadas. Prácticamente en todos los ámbitos, desde la salud hasta la economía, desde la seguridad hasta la protección social, los efectos de la COVID-19 han agravado la situación de las mujeres y las niñas simplemente como consecuencia de su sexo.

Además, en 2019, el 31% del estrato bajo consideraba que las condiciones del trabajo serían peores en el futuro; ahora, un 56% de ellos lo cree. Y respecto de los ingresos de los próximos 12 meses, un 78% de los consultados de ese sector sintió que el sueldo no le alcanzará para llegar a fin de mes, 15% más que en 2019 (63%). A pesar de que la serie respecto a esperanza de vida se mantiene estable (excepto 2020), cuando miramos medidas relativas a edades jóvenes se observa una disminución sostenida de la desigualdad en hombres. Esto indica que ha habido avances significativos, y es consistente con el también sostenido aumento en esperanza de vida y disminución en la probabilidad de morir joven. Esto es consistente con la observación de que el efecto desigual de la pandemia se observó particularmente en los grupos más jóvenes (debido a una mayor letalidad e incidencia en las comunas más pobres) [1]. Una explicación es a través del sesgo de selección; los adultos sobrevivientes tienden a ser más ricos y/o saludables en general, y por tanto es esperable que el gradiente socioeconómico disminuya.

La brecha urbano-rural también es profunda, ya que los habitantes de las ciudades ganan 2,5 veces más que sus contrapartes en el campo. Las ciencias sociales, y en explicit la Psicología, requieren de perspectivas distintas que permitan un diálogo transdisciplinario para enfrentar y abordar problemas mundiales y locales con criterios de justicia social y la sostenibilidad. Desde Psicoperspectivas, la desigualdad social en el mundo seguimos comprometidos en brindar un espacio de calidad para la difusión científica de una Psicología en diálogo con las Ciencias Sociales, así como con las Ciencias Básicas y las Humanidades. El académico también considera que lo que ocurre con la pandemia y sus efectos consiste en una oportunidad para rearticular las demandas sociales que comenzaron a desplegarse en octubre de 2019.

Aun así, se debe considerar que, en primer lugar, la esperanza de vida puede ser una medida muy cruda y puede ocultar el desarrollo de procesos que no llevan inmediatamente a la muerte (por ejemplo, la epidemia de obesidad puede llevar a un incremento de diabetes y puede ser aún muy temprano para ver los cambios en mortalidad). Segundo, la disminución de esta desigualdad puede ser un artefacto estadístico del mismo rápido incremento de la esperanza de vida. Es decir, la disminución basic de la probabilidad de morir joven y la disminución de la heterogeneidad a lo largo del espectro socioeconómico pueden bien ser caras de la misma moneda, donde los grupos más desaventajados están simplemente “poniéndose al día” con los niveles de mortalidad en los grupos afluentes. Cuantificamos la desigualdad de la esperanza de vida, considerando la distribución de probabilidad que se genera si cada observación es la esperanza de vida en una comuna.

También sufrieron una mayor disminución de la demanda, fueron más propensas a despedir trabajadores y sufrir dificultades financieras. En el frente laboral, las mujeres se vieron más perjudicadas y se quedaron atrás en la recuperación. Los hombres perdieron 57 millones de puestos de trabajo en 2020, más que los forty six millones perdidos por las mujeres, pero en términos porcentuales, el daño fue más extenso para las mujeres, un 3,6% frente al 2,9% de los hombres, según la Organización Internacional del Trabajo.

A más de un mes de la pandemia, recién se están conociendo los verdaderos alcances de esto, lo que implica que como organizaciones mapuche estemos enviando más mensajes de cómo prevenir. Por ejemplo, no se ha planteado una alternativa respecto al ‘quédense en sus casas’, cuando hay gente que tiene que seguir trabajando en el campo o respecto a la alimentación saludable, porque los mensajes son cursos de cocina o yoga para que lo hagan en los departamentos de la ciudad, pero no hay mensajes para los territorios. «Tengo que alimentar a mis hijos», gritó una hortalicera mapuche, tratando de rescatar el canasto que le arrebataba un carabinero en pleno centro de Temuco. Este fue uno de los tantos registros que se difundieron en redes sociales en que se veía a la fuerza policial desalojando a las vendedoras, tras el levantamiento de la cuarentena whole de la ciudad decretada el pasado jueves 30 de abril. El cierre de actividades económicas, la destrucción de empleo y la reducción del comercio, la inversión y las remesas, tienen su reflejo en el incremento de la desigualdad y la pobreza.

En 2020 el cierre de las actividades económicas no esenciales se tradujo en destrucción de empleo, particularmente en los meses de marzo, abril y mayo. Sin embargo, en la gran mayoría de los países se establecieron mecanismos para mantener las relaciones laborales. Aunque también se incrementó el número de personas desanimadas, que son aquellas que dejan de buscar empleo porque saben que no lo van a encontrar. De hecho, desaparecerá el 20,7% de las microempresas y solo el 0,6% de las grandes empresas. La gran mayoría son empresas dedicadas al comercio, a servicios comunitarios, sociales y personales, y hoteles y restaurantes. Por ejemplo, la morbilidad y la discapacidad en la población son importantes, ya que inciden en la capacidad para trabajar.

Biopolítica, Necropolítica Y Pandemia Notas Sobre El Neoliberalismo Y La Desigualdad Social En Chile Autoctonía Revista De Ciencias Sociales E Historia

De esta manera, los ingresos de los hogares eran autoreportados mediante una declaración jurada, información que period corroborada posteriormente por la Subsecretaría de Evaluación Social a través del Servicio de Impuestos Internos. Además, se incorporaron como beneficiarios de inscripción automática todos los hogares que contasen con al menos un integrante que sea beneficiario del aporte previsional solidario de vejez o invalidez, siempre que la suma de estos aportes no sea superior al monto de la pensión básica solidaria. En el caso de Chile, tanto en la crisis sanitaria como en la disaster de derechos humanos, el liderazgo que se requería no vino del gobierno, vino de la misma gente, por ejemplo, del personal de salud, organizaciones de la sociedad civil, brigadistas, observadores de derechos humanos, prensa independiente y de quienes levantaron ollas comunes. “Han sido estas personas las que mostraron la humanidad que se requiere en estos tiempos excepcionales.

En medio del modesto crecimiento económico previsto y una inflación controlada, se espera que la pobreza (USD 6,85 al día, PPA de 2017) llegará al 5 % en 2024 y se mantendrá en torno a este valor en el mediano plazo. También llama a avanzar hacia nuevos pactos sociales y fiscales para la igualdad en tiempos de pandemia, y a garantizar la salud, la educación y la inclusión digital, para que nadie se quede atrás. Los más ricos han visto crecer sus ganancias, incluso durante los dos años de la pandemia, mientras la mayoría de la población se vio obligada a arrodillarse. El reporte fue elaborado por la organización Oxfam, que cada año publica un informe que se ha convertido en material de referencia para analizar la evolución de las desigualdades y la concentración de la riqueza en el mundo. La pandemia, que para la mayor parte de la humanidad ha estado marcada por el sufrimiento y ha supuesto una enrome ruptura en sus vidas, ha resultado ser uno de los mejores momentos de la historia para los multimillonarios”, denuncia el informe “Beneficiarse del Sufrimiento”.

desigualdad pandemia

La COVID-19 también pone en riesgo los escasos avances que se han conseguido en materia de igualdad de género y derechos de las mujeres durante las últimas décadas. Prácticamente en todos los ámbitos, desde la salud hasta la economía, desde la seguridad hasta la protección social, los efectos de la COVID-19 han agravado la situación de las mujeres y las niñas simplemente como consecuencia de su sexo. Bajo este panorama, es basic desigualdad social caracteristicas desarrollar intervenciones y políticas con enfoque de género que mitiguen el efecto de la pandemia en la situación económica y el bienestar psicológico, y asimismo aumentar el acceso a servicios de salud mental.

De hecho, según la ENE del trimestre octubre-diciembre del año 2021, los ocupados informales son alrededor de dos millones de trabajadores, lo que representa alrededor del 28,3% de los ocupados a nivel nacional. De esta manera, los países desarrollados con menores tasas de informalidad resultan ser menos intensivos en sus paquetes fiscales, ya que sus sistemas de seguridad social logran absorber de mejor manera los aumentos en las tasas de desempleo. El Monitor Fiscal del Fondo Monetario Internacional busca llevar registro de los esfuerzos fiscales realizados por los países, comparando entre ellos los aportes en ayudas directas por sobre la línea del PIB. Al comparar entre sí a los países de la OCDE, se observa que Chile[21] se encuentra en el puesto número nueve de países que más recursos inyectaron por sobre la línea del PIB (ver Gráfico 1). La pandemia del COVID-19 ha significado no solamente una emergencia sanitaria global y una grave disaster económica, sino que también ha tenido un costo psicológico desmesurado.

Por nuestra parte, creemos que estos datos invitan a seguir profundizando lecturas respecto al rol que le asignamos a internet y el papel que cumple en materia de derechos humanos, cuestión que pretendemos continuar en una versión ampliada de este artículo, que inaugurará la edición 2020 de Latin America in a Glimpse, dedicado este año —cómo no— a la pandemia. Por su parte, IZZI, Megacable, Telmex, Totalplay y Maxcom comenzaron a ofrecer a sus clientes la opción de migrar temporalmente a un plan de bajo costo. Las características son similares a las del “Plan Solidario de Conectividad” chileno —acceso a web con una velocidad de hasta 2Mbps, de navegación libre y datos ilimitados con excepción de video y videojuegos— pero con un costo de $ one hundred.

Los hombres en el decil de pobreza más alto tienen una esperanza de vida de four,39 años menor que en el decil más bajo. El efecto de la pandemia se traduce en 0,78 (hombres) y 0,3 (mujeres) años de diferencia adicionales en la esperanza de vida entre 20 y 65 años, entre los deciles más altos y bajos de pobreza. El cambio de desigualdad en la esperanza de vida es mucho mayor usando la esperanza de vida entre 20 y 65 años y la probabilidad de morir antes de sixty five años, en ambos casos en el rango de 50% para hombres y mujeres.

[21] Diferencias en los indicadores presentados por el FMI y los reportados por el Ministerio de Hacienda se debe principalmente a que el primero utiliza el PIB nominal año 2020, mientras que el Ministerio para sus reportes ha utilizado el PIB año 2021. Beneficiarios y montos efectivos del Bono Clase Media 2021, en comparación a resultados estimados. Consideró que es necesario trabajar desde la integración y el Multilateralismo para en conjunto superar esta crisis que ha golpeado severamente la región. Al respecto, la senadora Muñoz, expuso sobre las diversas medidas legislativas implementadas en el marco de la crisis sanitaria y solicitó la implementación de un banco en línea de los proyectos adoptados por los distintos parlamentos latinoamericanos con el fin de poder conocer y recurrir a las mejores prácticas. En 2017 el porcentaje de mujeres diputadas fue de 22,6%, y en 2016 el porcentaje de mujeres electas en alcaldías fue de 11,9%. La sobre carga y la división sexual del trabajo hace que nos cueste más llegar a esas posiciones de liderazgo.

El caso de Antonia Barra y la forma cómo la justicia ha tratado el proceso hasta ahora, han puesto nuevamente en la primera línea de la agenda el tema de la desigualdad de género. Una desigualdad que está muy enraizada en nuestra sociedad y que contamina las distintas esferas de nuestra vida social y cultural como una pandemia invasiva y persistente. El Programa para una Cobertura de Salud Primaria Universal y Resiliente mejorará el acceso de la población a servicios sanitarios de calidad, a través de innovadoras medidas orientadas a incrementar la accesibilidad, resiliencia y eficiencia de la atención primaria, que contribuyan a consolidarla como base del sistema de prestación de servicios de salud. Países como México, Brasil y Perú, donde el 1% más rico de la población acapara más del 30% de la riqueza nacional, han registrado las cifras más elevadas de muertes por COVID-19 en la región en proporción a su población. Chile, donde el 20% más rico de la población acumula 10 veces más ingresos que el 20% más pobre, también tiene una de las tasas de mortalidad per cápita más altas de la región. El informe presenta un capítulo especial sobre la economía del cuidado como sector estratégico para una recuperación con igualdad.

Tomando esto en consideración, es posible avanzar hacia un uso más eficiente de los recursos, y hacia un diseño de políticas públicas que permitan llegar de mejor manera a la población objetivo. Es fundamental reconsiderar las políticas basándose en los derechos humanos para evitar futuras calamidades en una región que, según muchos indicadores, es la más desigual del mundo. A pesar de los niveles alarmantes de desigualdad y pobreza en América Latina y el Caribe, desigualdad jurídica ejemplos en los últimos decenios los gobiernos no han recaudado suficientes ingresos por impuestos ni lo han hecho de una manera que permita combatir la desigualdad, ni siquiera en épocas de expansión económica. Esto ha dado lugar inevitablemente a un escaso gasto en servicios de atención de la salud y protección social —incluidos desempleo, pensiones y apoyo a la infancia—, que son indispensables para una vida digna y para defender de verdad los derechos humanos para todas las personas.

Gracias a la ayuda desplegada, fue posible respetar las medidas sanitarias por parte de los hogares, mitigando con ellas la pérdida de ingresos de los hogares. En este ámbito, es basic recalcar la importancia de contar con transferencias expeditas en tiempos de disaster, pero al mismo tiempo mejorar los sistemas de información y focalización. La pandemia exhibió determinadas falencias en este ámbito, pero en el futuro se debe seguir apuntando a focalizar de mejor manera las ayudas en los hogares más vulnerables. Así, se vuelve más importante el contar con sistemas que permitan tener información de forma oportuna, y que éstos se encuentren a disposición de los distintos órganos del Estado, primando siempre la protección de los datos personales.

En noviembre, México se convirtió en el país número 11 de América Latina y el Caribe en ratificar el Acuerdo de Escazú, un tratado regional sin precedentes para la protección del medioambiente y los/as defensores/as de los derechos ambientales, por lo que entrará en vigor el 22 de abril de 2021. Las deficientes condiciones sanitarias y el hacinamiento caracterizaban muchas prisiones de la región, donde las inadecuadas medidas del Estado negaban a la población reclusa el derecho a la salud y la exponían a contraer el COVID-19. Hubo al menos ninety motines en prisiones de la región para protestar por las precarias condiciones ante el aumento de la preocupación por la pandemia entre marzo y mayo. En Chile la organización emitió tempranamente una carta abierta con preocupaciones en este sentido. El proyecto para el Fortalecimiento de las Universidades Estatales culminó en junio de 2023, consiguiendo importantes logros en términos de mejoras en la calidad y equidad, pese al difícil contexto como resultado de la pandemia.

La segunda sección examina tres ejemplos que permiten elaborar una crítica a los procesos de despolitización, desconexión y banalización del gobierno ante la crisis sanitaria. Finalmente, se lleva a cabo una reflexión sobre las ollas comunes como práctica cultural que contribuye en la repolitización de  los barrios. En ese tratamiento de la desigualdad, el desarrollo de cada medio resulta heterogéneo, no solo de acuerdo con la relevancia otorgada, sino también con otros aspectos importantes, como la autoría de los productos, las secciones en las que aparece o la función o funciones periodísticas que condicionan el desarrollo del relato. A la hora de abordar estas cuestiones es necesario considerar la relación que se da entre estos aspectos, puesto que la autoría del producto y la sección en la que se publica condicionan la función periodística del producto.

Los países de América Latina y el Caribe generalmente recaudan menos ingresos en concepto de impuestos que otros con niveles de desarrollo semejantes en diferentes partes del mundo. En 2019, la región sólo recaudaba en promedio el 22% de su PIB en impuestos, frente al 33% de la media en los países de la OCDE. La desigualdad económica no es más que la consecuencia directa de una gran “policrisis”, compuesta por factores económicos, sociales pero también climático-ambientales.

Biopolítica, Necropolítica Y Pandemia Notas Sobre El Neoliberalismo Y La Desigualdad Social En Chile Autoctonía Revista De Ciencias Sociales E Historia

Según un estudio del Economic Policy Institute sobre niños y niñas de guardería del año 1998 y 2010, hay un hueco de desempeño entre los niños en el nivel socioeconómico más bajo y más alto que persisten entre ambas clases. Esto es importante porque las habilidades cognitivas y no cognitivas son importantes para el éxito en la escuela y en otros aspectos. Sin estos éxitos, no habrá buenas perspectivas económicas en el futuro lo que conduciría a una falta de movilidad social. Uno de los factores decisivos a la hora de comprender la desigualdad en Chile es la permanente justificación cultural de la importancia de conservar ciertas concentraciones de poder (político o económico) en ciertos grupos específicos, siempre pensando en el bien del país. Desde el poder militar para conservar el orden, el poder eclesial para conservar la moral desigualdad y pobreza en américa latina, hasta el poder de la clase política para preservar la estabilidad; Chile ha estado atravesado por hipótesis que justifican la acumulación de recursos como condición para la civilización.

El nuevo Chile prometió la superación del dolor histórico, pero terminó en su fracaso y en la producción de nuevas formas de malestar que hirieron doblemente. Entre 1930 y 1970, hubo una moderación del fenómeno en el contexto de una creciente democratización del país, revertida durante la dictadura militar, cuando grandes transformaciones domésticas y de la economía mundial generaron innovaciones tecnológicas y de otro tipo que impactaron sobre la desigualdad de ingresos. Incluso los países más equitativos exhiben algún grado basal de desigualdad vinculado a la división del trabajo, la que requiere pagos diferenciados acorde a la complejidad de las ocupaciones o para el fomento de actividades que están sujetas a un considerable nivel de riesgo, como la innovación y la labor empresarial.

Por modesto que sea este ejercicio de discernimiento en medio de los turbulentos acontecimientos del presente, nos anima la esperanza formulada por el Concilio Vaticano II (1965) en la constitución Gaudium et spes, de que “la fe […] orienta la mente hacia soluciones plenamente humanas” (n° 11). Es este apartado, de manera muy somera, recogeremos algunos análisis sobre el fenómeno de las desigualdades, consideradas sobre todo desde la economía, de la historia y las ciencias sociales, tanto en estudios globales como locales. Para explorar esta dimensión, la investigación se ha interiorizado en el discurso de agentes sociales ubicados en distintos niveles de la estructura social. Desde nuestra última Jornada, celebrada en el año 2023, Chile ha experimentado una serie de procesos que han influido en la agenda de investigación en diversas disciplinas, especialmente aquellas que abordan el tema de la desigualdad. Estos ciclos de alza y baja pueden observarse a través de la evolución del coeficiente de Gini, el cual es un indicador que se encuentra entre zero desigualdad socioeconómica en el mundo y 1, donde un mayor número indica más desigualdad en la dimensión de los ingresos. Llama la atención que en ningún período de nuestra historia el coeficiente haya estado en un nivel comparable a los que muestran los países actualmente más desarrollados (figura 1).

desigualdad social y cultural

Por ejemplo, en la Araucanía chilena, la cultura mapuche es desconocida casi por completo por los docentes no mapuches, mientras quienes sí lo son, invisibilizan o niegan su propia cultura al momento de enseñar (Quilaqueo & Quintriqueo, 2008). Chile ha informado en la OCDE sobre la mejora las condiciones de enseñanza y se comprometió a suministrar administradores y docentes escolares competentes a las escuelas para implementar mejoras. Ha priorizado desarrollar las capacidades de administradores educativos, docentes y otros profesionales de la educación para promover la inclusión y la diversidad de los/as estudiantes. Otra nueva prioridad es fortalecer las capacidades de administradores escolares locales y de nivel medio para mejorar la calidad y la equidad de la educación.

Más allá de los avances sociales, hay sectores de la sociedad que aún no consideran que la integración social y la equidad en el diseño y construcción de la ciudad sean condiciones ineludibles de la calidad de vida. Todo esto ha creado una desigualdad socioeconómica y una desigualdad simbólica, en términos de trato y relaciones sociales. Como unas placas tectónicas que se mueven poco a poco, que se van ajustando, y que van acumulando tensiones hasta que, antes o después, se produce este terremoto. Y aunque se liberaron levemente durante las marchas del año 2011 (que produjeron algunos cambios en el sistema educativo), ahora se han desatado con fuerza, con unos niveles de violencia que no se esperaban. El “estallido social” de 2019 mostró la existencia de una sociedad chilena fuertemente dividida por las desigualdades, tanto por las diferencias materiales, como aquellas referidas al universo cultural de las diferentes clases y actores sociales.

Tienen relación en un nivel de abstracción alto, porque también allí también se basan en la acumulación de tensiones, pero las raíces históricas que hay en estos países son diferentes. Yo lo asemejaría más a la situación francesa que a la situación de otro países latinoamericanos, como sería el caso de Ecuador. A pesar de sus diferencias, cada una de estas tres corrientes coincidió en la urgente necesidad de otorgar pronta solución a los problemas derivados de la cuestión social, que hacia el año 1920 se convirtió en una preocupante cuestión política, traspasando las fronteras de la opinión pública e insertándose de lleno en los planes del Gobierno y del Congreso Nacional.

La incorporación auténtica de otras culturas en el currículum no se promueve en la formación inicial docente, como tampoco una mirada estructural de las posibles desigualdades en cuanto a los capitales culturales con que cuentan las y los estudiantes. La primera conclusión de este estudio es el minimalismo con el que se aborda la diversidad en los programas de curso de Pedagogía en Educación Básica. La poca presencia de la palabra diversidad y los grupos asociados a ella sobresale en un momento en que discursivamente se asumen, tanto en el contexto internacional como nacional, las demandas de reconocimiento de los movimientos sociales y la importancia de considerar las diferencias para enfrentar las desigualdades educativas y avanzar hacia la justicia social.

En definitiva, el modelo de negocio del orden económico es precisamente la desigualdad de poder político y/o económico. La variante chilena de la matriz republicana se fundamentó en un “pecado original” del republicanismo chileno. La república es instaurada por una oligarquía que, entre otros factores, gozaba de una fortaleza cultural enorme en medio de un país donde el siglo de las luces había pasado entre sombras. El siglo XIX chileno está marcado por sociedades literarias, por la Universidad de Chile, el Instituto Nacional, las escuelas normalistas, la redacción de las leyes, el diseño desde el positivismo de un país racionalista. Pero esta fuerza enorme en dirección de la razón, la ciencia, las artes y la religión al servicio de la república, tuvo (como decíamos) un vicio de origen. Se asumió que la ausencia de racionalidad y madurez de la sociedad chilena period tan brutal que, en tanto no fuera educada, la política no podía hacerse con la ciudadanía.

Por lo visto, la lectura teológico-cultural de Medellín, puesta de relieve mediante la investigación, desgraciadamente sigue siendo pertinente en América Latina y en Chile, en particular. Digo “desgraciadamente”, porque parece que hemos avanzado poco; digo, “pertinente”, porque este discurso teológico-pastoral inculturado nos muestra un camino e itinerario aún por recorrer. Complementariamente, la definición del país comienza a situarse principalmente en el presente.

Además, en los países desarrollados, solo un 75% de niñas y niños de familias más pobres se gradúan de las instituciones de educación secundaria, mientras que un 90% de los niños de familias ricas se gradúan. Diversos estudios concluyen que la desigualdad educativa está directamente relacionada con la clase socioeconómica y al nivel de acceso a oportunidades (ante condiciones socioeconómicas deprimidas, menores oportunidades y viceversa). Así, la educación perpetúa las desigualdades que surgen con la clase social, el género, y el origen étnico.

Una de las pistas seguidas es el surgimiento de una “sociedad de conquista”, implantada por los españoles en el siglo XVI, acompañada de una mentalidad impregnada por el racismo. Esta situación se ha proyectado en el desigual acceso al control del poder político, dando lugar durante la mayor parte del tiempo a gobiernos estables, pero no democráticos. Al lado de esos dos ejes centrales, el libro examina también la historia económica, las relaciones internacionales, y en menor medida, las migraciones y exilios, las relaciones de género y la cultura.

Pensando desde una perspectiva histórica del malestar, la disaster de 2011 es una crisis muy relevante, pues la promesa neoliberal period superar las determinaciones históricas del modelo cultural hacendal. El nuevo modelo concentró nuevamente los recursos en pocas manos, pero con un fundamento y operación diferentes. La disaster planteada por los movimientos sociales en contra de diversas formas de injusticia marca una herida con todo un continuo histórico de concentración de poder que parece estar en una condición de cuestionamiento severo. Asociado a dicho concepto, se aprecia el diagnóstico de la impunidad en la relación entre “poderosos” y “débiles”.

Como se puede apreciar, la matriz opone primariamente a las desigualdades injustas con la paz, y no con la violencia en cualquiera de sus expresiones, ya sea subversiva o represiva. Éstas encuentran su explicación en las desigualdades, así como el desarrollo integral permite entender cómo se entiende la paz en este escenario. No se trata simplemente de pasar de la violencia a la paz, sino de las desigualdades injustas a la paz, la cual comporta el desarrollo integral de todos en América Latina.