Y ese predominio del capital proviene, como vimos anteriormente, de tendencias estructurales bastante fuertes. «Chile al igual que otros países van a necesitar más transparencia sobre ingresos y riquezas y por lo tanto tributación progresiva sería una de las medidas para ejercer esta transparencia para evitar la corrupción», advirtió. Añadió que «Chile va a necesitar más transparencia sobre ingresos y riqueza», debido a que «puede ser que esta transparencia pueda evitar la corrupción y ser la forma para darse cuenta de que el sistema tributario no se ha aplicado tan bien como debería». En esa oportunidad, Piketty también puso el dedo en la llaga de las desigualdades en el país. «Me encantaría tener más información de América Latina y Chile, pero se sabe que la desigualdad del ingreso es elevado en Chile y en toda América Latina», afirmó el influyente economista en el Congreso Futuro. “Lo que pasó en Chile, las protestas contra las desigualdades y a favor de mayor igualdad económica, es muy importante, porque demuestra que estamos en un punto determinante en la historia de la globalización”, comentó el profesor de Estudios Superiores en Ciencias Sociales (EHESS) y de la Escuela de Economía de París.
“La nueva Constitución debe incluir también nociones de justicia social en materia de salud y educación que garanticen políticas futuras que hagan al país más igualitario y próspero”, concluyó Piketty. La instancia ya entró en su segunda etapa, dividiéndose en las respectivas comisiones que redactarán la nueva Carta Magna. En ese sentido, Piketty entregó dos factores claves para entablar en debate sobre el sistema económico del país. Para abordar el tema de los derechos de propiedad y de los trabajadores, ahondó en los “ejemplos contrastantes” entre las constituciones de Alemania y Francia. Así, señala que en la primera, de 1949, “define la propiedad como una relación social, donde el derecho de propiedad está embebida en una serie de medidas sociales”.
Esto, en contraposición al argumento “según la cual un Estado de tamaño mínimo es la esencia del crecimiento y el desarrollo”. El camino hacia la igualdad es fruto de luchas y rebeliones contra la injusticia, y resultado de un proceso de aprendizaje de medidas institucionales y sistemas legales, sociales, fiscales y educativos que nos permitan hacer de la igualdad personas en extrema pobreza una realidad duradera. Desafortunadamente, este proceso a menudo se ve debilitado por la amnesia histórica, el nacionalismo intelectual y la compartimentación del conocimiento. Thomas Piketty, economista francés y especialista en desigualdad económica, se dirige a un amplio público y presenta una síntesis que trasciende las fronteras nacionales y disciplinarias.
Esta conferencia, publicada en 1955 bajo el título “Crecimiento económico y desigualdad de ingresos” es la que daría origen a la teoría de la “curva de Kuznets”. Según esta teoría, la desigualdad en cualquier lugar estaría destinada a seguir una “curva en forma de campana” —es decir, primero crecería y luego decrecería— a lo largo del proceso de industrialización y de desarrollo económico. Según Kuznets, a una fase de crecimiento natural de la desigualdad característica de las primeras etapas de la industrialización — y que en los Estados Unidos correspondería grosso modo al siglo xix —, seguiría una fase de fuerte disminución de la desigualdad, que en los Estados Unidos se habría iniciado durante la primera mitad del siglo xx. Si responde al interés general, permite el crecimiento y el desarrollo, puede perfectamente ser aceptable, el problema es que las élites, los ganadores del sistema, siempre tratarán de defender la desigualdad en nombre del interés common, pero en la práctica no siempre sucede eso. Cada sociedad inventa sus propias instituciones, sus propios compromisos crediticios, permitiendo tener una desigualdad que no sea nula, pero que sea justificable.
En gran medida, la teoría de la “curva de Kuznets” es producto de la Guerra Fría.
El historiador económico y social Walter Scheidel, en un estudio de largo aliento publicado en español hace un par de años (2018), inicia su monumental obra mostrando como la brecha entre ricos y pobres se torna cada vez mayor y más peligrosa. Como ejemplo preliminar, señala que en el año 2015 las setenta y dos familias más ricas del planeta eran propietarias de tanta riqueza private neta como la mitad más pobre de la humanidad; es decir, three.500 millones de seres humanos. Los desequilibrios que se dan a nivel mundial, se replican también al interior de las sociedades o países. Pero lo más perturbador de su documentado análisis, que considera miles de años y distintas sociedades y continentes, consiste en que la violencia y algunas desgracias han sido el gran issue que ha contribuido a nivelar las desigualdades emergentes a lo largo de la historia. En efecto, la civilización no se ha prestado para nivelaciones pacíficas en sus años de existencia. Al contrario, en épocas de estabilidad, las desigualdades no han hecho más que aumentar hasta niveles que acaban siendo insostenibles, al punto de desembocar en asaltos igualitaristas abruptos.
El autor destaca una dimensión optimista porque, tal y como argumenta, hay un movimiento profundamente arraigado que conduce a una mayor igualdad. Con ocasión de la disaster o “estallido social” que afectó a Chile con inusitada intensidad a partir de octubre del 2019, diversos análisis políticos, sociales y económicos han puesto la atención en la desigualdad como una de las principales causas del fenómeno. El malestar frente a las desigualdades, sobre todo aquellas que hieren la convivencia humana, han dado curso últimamente a diversas formas de manifestación social en el mundo entero, incluyendo algunas marcadas por la violencia. Sin embargo, ni las desigualdades ni los estallidos sociales son nuevos en la historia de la humanidad. Este trabajo, luego de dar cuenta de algunos estudios sociales recientes en torno a las desigualdades que dañan a las personas y a las sociedades, realiza una aproximación teológica y magisterial a este drama, se hace cargo nuevamente de los valores evangélicos como la justicia y equidad.
Pero no en el largo plazo si quieres tener una fracción importante de los jóvenes que van a la universidad. A veces hay una lógica econométrica o experimental que finalmente lleva a descuidar completamente experiencias históricas que son las principales fuentes de conocimiento. No son experiencias controladas perfectas, pero hay mucho que aprender de ellas.
Se observa mayor desigualdad en Estados Unidos y el Reino Unido, pero no en Australia. Y esta responde a un mayor premio al trabajo calificado, no a retornos excesivos al capital heredado. En Chile, por ejemplo, un artículo de Harald Beyer publicado en el Centro de Estudios Públicos, que utiliza la Nueva Encuesta Suplementaria de Ingresos del INE, encuentra una caída significativa en nuestra desigualdad de ingresos entre 2010 y 2013, confirmando avances que se registran desde 2001. La explicación radica en el buen desempeño que ha tenido el mercado laboral. eleven pobreza 2021 Simon Kuznets fue un economista estadunidense nacido en Ucrania en 1901, quien se mudó a los Estados Unidos a partir de 1922.
El economista francés Thomas Piketty expuso ante la Convención Constitucional, entregando herramientas para combatir la desigualdad en Chile. Entre ellas, destacan una tributación progresiva, que dependa del nivel de ingresos, y recoger una organización de los regímenes de propiedad. Incluso, el expresidente del Banco Central de Chile, José de Gregorio, ha señalado que “no cabe duda que es el economista más influyente de los últimos años, probablemente décadas”. “El trabajo de Thomas Piketty debe ser de los más importantes en economía en muchos años. De hecho, el análisis de Piketty puede usarse para discutir la reforma tributaria, el sistema de pensiones y la legislación laboral”, indicó el actual decano de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile en un análisis publicado en 2015. “Soy un convencido que la distribución del ingreso vigoriza el crecimiento a mediano y largo plazo; enfrentar la desigualdad es un activo para el desarrollo sustentable de Chile”, dijo, aludiendo a la reforma tributaria, aprobada el 2014, que va en concordancia a lo planteado por Piketty respecto a que los impuestos tienen un rol en la corrección de las desigualdades.
Es esencial darse cuenta de que aún en ausencia de un impuesto sobre el ingreso existían todo tipo de estadísticas relativas a las bases tributarias en vigor en un momento dado (por ejemplo sobre la distribución del número de puertas y ventanas por jurisdicción en la Francia del siglo xix, lo que además no deja de ser interesante). Por otra parte, a menudo las personas interesadas no conocen bien su ingreso mientras no tengan que declararlo. Lo mismo sucede con el impuesto sobre las sociedades y sobre el patrimonio. El impuesto no sólo es una manera de hacer contribuir a unos y otros con el financiamiento de las cargas públicas y de los proyectos comunes, y de distribuir esas contribuciones de la manera más aceptable posible; también es una manera de producir categorías, conocimiento y transparencia democrática. Son territorios muy pequeños que no pueden vivir sin los intercambios internacionales.
Sin duda también fue víctima del hecho de haber fijado sus conclusiones desde 1848, aun antes de iniciar las investigaciones que podrían justificarlas. Cuando en 1798 el reverendo Malthus publicó su famoso Ensayo, fue aún más radical en sus conclusiones. Es ciertamente imposible entender las excesivamente sombrías previsiones malthusianas sin tomar en cuenta el miedo que abrumaba a una buena parte de las élites europeas en la década de 1790. No hay sólo experimentos controlados, hay que mirar los sistemas que funcionan. Yo veo muchos sistemas de educación públicas que funcionan bien y donde no hay vouchers ni charters faculties y donde tienes muy buenos niveles de educación pública, en Francia, en Alemania, Suecia… Por lo tanto, sí, hay que mirar las evidencias, pero hay que mirar todas las evidencias.