Asimismo, la Encuesta Casen permitió contar con una nueva medición de la pobreza multidimensional, que no había sido calculada desde 2017, debido a las restricciones sanitarias que no permitieron aplicar la versión completa del cuestionario en 2020. Desde la Casa Central de la Universidad de Chile, el ministro de Desarrollo Social y Familia, Giorgio Jackson y la subsecretaria de Evaluación Social, Paula Poblete, presentaron los primeros resultados de la Encuesta de Caracterización Socioeconómica, Casen 2022. Los datos reflejan un escenario positivo para el país, dado que se retoma la senda decreciente de la pobreza en Chile. Trabajamos diariamente en temas de salud, estudiamos la enfermedad y convivimos con la presencia cercana de la pobreza de muchos de nuestros semejantes.
Por tratarse de una imputación, este dato no está asociado a un intervalo de confianza y su error muestral no es conocido. En el caso de comunas que no son cubiertas en la muestra de la Encuesta Casen no es posible contar con estimaciones directas, ni tampoco es factible aplicar el método de estimación para áreas pequeñas que el Ministerio de Desarrollo Social y Familia utiliza para estimar la tasa de pobreza por ingresos a nivel comunal. Los hogares encuestados por la Encuesta Casen son seleccionados a partir del marco muestral de secciones y de manzanas provisto por el Instituto Nacional de Estadísticas, que incluye sólo viviendas particulares. Por lo tanto, la información que entrega la encuesta es representativa a nivel nacional de los hogares y población que residen en viviendas particulares. Otro aspecto a considerar es que los resultados entregados por la Encuesta Casen son expandidos para dar cuenta del total organizaciones que luchan contra la pobreza en el mundo de hogares y de población residente en viviendas particulares a nivel nacional.
Esta versión de la encuesta incorporó preguntas que permitieron considerar en la medición el entorno en que se localizan las viviendas consultadas y qué redes de apoyo disponen. Sostuvo que «lógicamente que se sabía que la disaster iba a impactar de alguna manera, por ello, mejor
La suma del whole de carencias que registra el hogar entre estos 15 indicadores permite establecer si el hogar junto a todos sus integrantes se encuentran o no en situación de pobreza multidimensional. La medición de pobreza multidimensional implementada por el Ministerio de Desarrollo Social y Familia toma en cuenta un conjunto de 5 dimensiones y 15 indicadores (3 indicadores en cada dimensión) que buscan identificar si los hogares alcanzan o no un determinado umbral de bienestar. El Ministerio de Desarrollo Social y Familia publica regularmente estimaciones del porcentaje de hogares y de personas en situación de pobreza en base a datos de la Encuesta Casen.
Existe un gran mercado sin explorar al cual las compañías pueden atender, que no solo tiene sentido comercial, sino que también puede constituir un liderazgo en el ODS 1 al mejorar la calidad de vida y ayudar a las comunidades vulnerables. El respeto y el apoyo a los Derechos Humanos se encuentran en el centro de la reducción de la pobreza. Un requisito clave es que las empresas cuenten con procedimientos sólidos para identificar, prevenir, monitorear, mitigar y, si es necesario, tomar medidas correctivas contra cualquier actividad que contribuya a la pobreza en sus propias operaciones y cadena de suministro. Es esencial establecer objetivos para revisar la efectividad de las estrategias de implementación dirigidas a la erradicación de la pobreza. Así mismo, se requiere el apoyo de todos los niveles de la empresa para expandir estos objetivos.
Se había generado un estallido social de proporciones insospechadas para un país que era considerado un modelo de prosperidad y reducción de la pobreza. Sin embargo, dicha explicación es incompatible con estudios internacionales donde el malestar social, en los niveles que mostró Chile a partir de octubre de 2019, se relaciona mucho más con la pérdida de ingreso que con el aumento de la desigualdad (Deaton y Kahneman). En enero de 2015 el Ministerio de Desarrollo Social introdujo una serie de modificaciones en la metodología tradicional con el objetivo de reflejar los hábitos de consumo prevalecientes. Algunos de ellos se relacionaron con el cambio del indicador de bienestar de los hogares, reemplazando el ingreso per cápita por el ingreso por persona equivalente del hogar (donde se incorpora la existencia de economías de escala en el consumo al interior de los hogares); y el establecimiento de líneas de pobreza sin diferenciación por zona urbana y rural. Tuvimos la inquietud de saber la distribución de las personas en situación de pobreza e hicimos una mirada muy fina a los hogares y personas en esta situación”, dijo Salvo. “El gobierno da una mirada distinta respecto de la pobreza a lo largo de Chile, y eso es lo que nosotros quisimos abordar de manera diferente”, agregó.
Desde el enfoque de derechos, el Estado tiene la obligación de garantizar la protección integral de la niñez y adolescencia, debiendo asegurar que todos los niños, niñas y sus familias cuenten con las condiciones de bienestar que le permitan un adecuado ejercicio de sus derechos, de manera que puedan tener una vida digna y desarrollar sus potencialidades. Este compromiso, esta obligación, es la que el Estado de Chile asumió al ratificar la Convención sobre Derechos del Niño (CDN) hace más de 30 años. Los países con sistemas integrados de Protección Social sensibles a la niñez han demostrado ser los más efectivos para abordar las brechas en el ejercicio de sus derechos. El objetivo fue identificar y visibilizar las importantes implicancias que tiene para niños, niñas y adolescentes en nacer y crecer en un contexto de pobreza y vulnerabilidad en Chile.
Todas las empresas están vinculadas a la pobreza mundial, especialmente a través de sus cadenas de suministro, y tienen la responsabilidad de trabajar para eliminar sus impactos negativos en este ODS. 1.a.3 Suma del whole de las subvenciones y asignaciones no generadoras de deuda dedicadas directamente aprogramas de reducción de la pobreza en proporción al PIB. 1.2.1 Proporción de la población que vive por debajo del umbral nacional de pobreza, desglosada por sexo y edad. Lo único que nos puede salvar private ejemplos de fundaciones y colectivamente del egoísmo humano, que nos está llevando a construir sociedades sordas al clamor del otro, es la aceptación del otro/a en mi vida.
Por lo que la alimentación siempre ha jugado un papel trascendental en la vida de los seres humanos, tanto así que desde la época de Malthus se mostraba una gran preocupación por la posibilidad de la existencia de periodos de hambruna debido a la baja productividad del campo. De esta manera, no es sorprendente la existencia de una gran batería de teorías y enfoques relacionados con el tema alimentario (véase diagrama 1). Principalmente es la población más desfavorecida en términos económicos la que sufrirá en mayor magnitud los efectos de esta disaster, desde el punto de vista sanitario, económico e incluso, costará la vida a muchos de ellos.
Durante el siglo XIX y gran parte del siglo XX, la elite chilena, especialmente aquella asociada a la hacienda mantuvo una relación moralizadora con los sectores populares. Es decir, una relación basada en la idea de que los pobres carecen de moralidad y que necesitan ser ‘civilizados’ (Romero 1997, Salazar y Pinto 1999). Esta mirada emanó, muy probablemente, de la relación paternalista que la elite tradicional-hacendada mantenía con sus trabajadores. En plena disaster sanitaria y social, que desató la llamada ‘cuestión social’ a fines del siglo XIX y primeras décadas del siglo XX, la elite santiaguina, aún vinculada con la hacienda, mantuvo su actitud moralizadora.
Esto genera que la brecha económica entre el 10% más pobre y el 10% más rico sea de 418 veces, lo que significa un aumento del 971% en relación a la última medición de la Casen. Como resultado del mal desempeño económico y la reducción del crecimiento, así como de la pérdida de empleos en sectores exportadores como la industria electrónica, la industria automotriz y el sector manufacturero en basic, los niveles de pobreza comenzaron a incrementarse a partir del 2006. Con lo cual se puede decir que buena parte los avances registrados en el combate a la pobreza generados durante un poco más de una década se han diluido en función de las últimas mediciones. Por ejemplo, la pobreza alimentaria se incrementó de diez a catorce por ciento del 2006 al 2008 (véase gráfica 1).
Y hasta que no exista un cuestionamiento a la ideología moralizadora de la pobreza, y un reconocimiento de cómo esta visión se ha expandido en la sociedad chilena, será muy difícil lograr cambios estructurales profundos que permitan avanzar hacia mayores niveles de equidad, derechos universales y bienestar colectivo. El discurso moralizador de la pobreza no solo es dominante en sectores de mayor poder en nuestra sociedad. Este es un discurso que se ha expandido y que se ha instalado en las políticas públicas, en las prácticas de expertos, y en las relaciones sociales cotidianas. Esta ideología subyace, al menos en parte, a políticas sociales que condicionan algunas entregas de beneficios sobre la base de cumplimiento de ‘compromisos’ (por ejemplo, los ‘bonos por logros’ y ‘deberes’ del ex ‘Ingreso Ético Familiar’). También se manifiesta en la oposición de algunos políticos de hacer transferencias directas a las familias más desventajadas durante la actual disaster por la pandemia, como fue el caso de la diputada Hoffman, quien señaló que esto generaría ‘dependencia’ al Estado.