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Movilidad Cotidiana, Desigualdad Social Y Segregación Residencial En Cuatro Metrópolis De América Latina

Al contrario, son los procesos políticos, económicos e históricos enraizados en el espacio de la región, articulados por élites regionales, y avanzados por instituciones subnacionales lo que explica su explicit composición, que a su vez explica parte de la desigualdad subnacional. Como se recordará, parte de esta porción no explicada se explica por diferencias en los efectos (o los coeficientes) que tiene ser mujer, ser campesino o ser minoría indígena en las regiones desventajadas. Es decir, tiene que ver con la forma como dentro de la región interactúan de forma particular los atributos de género, ruralidad y etnia. Por ello la porción no explicada se refiere en parte a un componente interseccional de la brecha. En Chile no se pudo realizar el análisis de la variable analfabetismo porque el Censo de 2017 no preguntó a los chilenos si sabían leer y escribir.

Se trata de la región del mundo que registra mayor desigualdad de ingresos en el informe sobre desarrollo humano 2019 del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), divulgado en diciembre. Muchos de los elementos que hacen de América Latina una de las regiones más desiguales del mundo son de larga knowledge. La historia de las desigualdades en la región muestra patrones persistentes –indelebles, incluso- en el largo plazo, a la vez que los cambios en el entorno económico internacional y en la propia estructura social de los países introduce transformaciones que dan origen a nuevas formas y expresiones de la desigualdad. De manera que no basta poner todos los servicios empresariales de manera virtual; se requiere también la capacitación de las mujeres para el uso de las tecnologías y la infraestructura de telecomunicaciones para llevar estos servicios hasta los territorios rurales más remotos.

Un dato que emergió de estos estudios es que el centro ampliado que identifican Escolano y Ortiz, compuesto por las comunas de Santiago, Providencia y Las Condes concentra a lo menos la mitad de los puestos de trabajo de la ciudad, y solo residen allí algo más del 10% de los ocupados (Rodríguez, 2008b). Dado que se tienden a superponer o al menos a aproximarse físicamente los nichos de la élite5 con la localización de los empleos, de lo anterior se deduce que si bien efectivamente muchos empleos «siguen a la población», no se dirigen a cualquier población sino a la de mayor poder adquisitivo. Y por ello el patrón de aglomeración de esta última, directamente vinculado con la modalidad de segregación residencial prevaleciente en la ciudad, tiene un efecto decisivo sobre la formación de centros y subcentros laborales en las ciudades. La segmentación socioeconómica de la movilidad intrametropolitana4 ha adquirido creciente visibilidad por la relevancia que ha tomado el transporte en las grandes ciudades. En definitiva, la pandemia está teniendo un fuerte impacto económico y social en América Latina. Se ha incrementado el desempleo y se han cerrado empresas, se han deteriorado las cuentas públicas y han aumentado la pobreza y la desigualdad.

Las páginas que siguen abordan estas preguntas aplicando el enfoque interseccional desde una metodología cuantitativa y descriptiva (Else-Quest y Hyde 2016; Bowleg y Bauer 2016; Bauer y Scheim 2019). Utilizando microdatos provenientes de las últimas dos rondas censales en Colombia (2005 y 2018), Perú (2007 y 2017), Chile (2002 y 2017), el estudio se desarrolla en dos momentos. En el primero realiza una caracterización de las diferencias en la prevalencia del analfabetismo según cuatro atributos importantes para la definición de la identidad y el acceso a recursos -género, etnia, condición de ruralidad, región y su intersección. Primero, demuestra que cuando nos enfocamos en promedios nacionales o promedios para grandes categorías sociales como el género o la etnia enmascaramos importantes desigualdades que valen la pena atender y reducir.

De esta manera, 2020 iniciaría con cerca de 190 millones de individuos en condición de pobreza, de los cuales casi 70 millones estarían en una situación paupérrima. Antes, mucho antes de que la horrible Covid-19 se expandiera por todo el mundo y prendiera las alarmas globales en materia económica, América Latina y el Caribe era ya una región susceptible. Durante esta actividad, nos sumergimos en un auténtico viaje literario en voz de quien dio vida a la narrativa de las salitreras chilenas y de la realidad social de la clase trabajadora de la época. En esta actividad Flavia Costa abordó la trama cultural y política de este mundoambiente por momentos alucinatorio, cuya aparente virtualidad se sostiene en una purple material hecha de cables, satélites, edificios y arcas submarinas… Ignorábamos que el asesinato del entonces Comandante en Jefe del Ejército, common René Schneider, en octubre de 1970, para impedir que el Congreso proclamara presidente a Allende, y que fue financiado por la CIA, fue la antesala de miles de encarcelados, torturados, muertos y desaparecidos que a partir del 11 de septiembre de 1973 partirían mi país en dos.

Los «modelos económicos» de estos dos países se derrumbaron a las semanas de la llegada de la disaster sanitaria, la privatización de la salud y los derechos sociales, unidos a la precarización laboral, fueron el caldo de cultivo para la propagación del virus en poblaciones indefensas y abandonadas por sus autoridades. Como ejemplo, el estudio resalta que en 2009, de acuerdo a las cifras tributarias, las seventy seven personas más ricas declararon un ingreso mensual de $100 millones, mientras que de acuerdo a la Casen de ese año los seventy seven más ricos registraron ingresos sólo por $10 millones. En palabras de los autores, la Casen puede decir con mucha precisión qué es lo que pasa en la mitad de la distribución de ingresos, pero cube desigualdad juridica poco sobre lo que ocurre entre los más ricos. Esa no es la única contradicción que detectan entre el cuadro que muestra la Casen y los datos tributarios de Impuestos Internos. De hecho, al examinar en una perspectiva histórica esta encuesta que vienen haciéndose desde 1987 los autores detectaron que la Casen permanentemente  “ha subestimado a niveles irreales los ingresos más altos”, por lo que consideran que no es un buen instrumento para analizar la desigualdad. Esa promesa debería ser transversal a toda la sociedad y no estar reservada para aquellas personas que puedan costear las mejoras, o que puedan pagar el precio de no tener que someterse a aplicaciones abusivas de la tecnología.

Este incremento de la desigualdad ha reavivado las protestas sociales en la región, generalizando las ya manifestadas durante la segunda mitad de 2019 en Chile, Ecuador y Colombia. La pandemia de covid-19 se ha saldado con una caída del eight,1% del PIB en América Latina, superando el impacto de la disaster en la Unión Europea y de otras economías emergentes. No obstante, las economías latinoamericanas ya mostraban importantes debilidades antes del inicio de la emergencia sanitaria. Es decir, la pandemia ha recrudecido los problemas productivos y sociales de América Latina, como la perversa especialización comercial de la región, la debilidad del tejido productivo y del mercado de trabajo, y los problemas sociales. En Chile la brecha étnica es muy pequeña entre los hombres urbanos, y un poco mayor entre las mujeres urbanas, y ambas se han reducido a casi su totalidad según el último censo.

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Una de las expresiones más importantes de la desigualdad son las diferencias existentes hoy en el impacto de la pandemia de la Covid-19 entre los multimillonarios y el resto de la población de América Latina. Por otra parte, el informe señala que el gasto social del gobierno central en los países de la región aumentó de 10,3% a 11,3% del PIB entre 2011 y 2018, alcanzando a fifty two,5% del gasto público total. América del Sur tiene el promedio de gasto público social más alto de la región (13,2% en 2018). El estudio alerta que justamente aquellos países que enfrentan mayores desafíos para cumplir las metas de la Agenda 2030 son los que presentan niveles más bajos de gasto social.

«Esto significa que aproximadamente 185 millones de personas se encontraban bajo el umbral de la pobreza en 2018, de los cuales 66 millones de personas estaban en la pobreza extrema», indica el informe. Sin embargo, en 2019 el número de personas en la pobreza aumentaría a 191 millones, de los cuales 72 millones estarían en la pobreza extrema. «Destaca, en esa evolución, el hecho de que prácticamente desigualdad social en la actualidad todas las personas que se suman este año a la estadística de la pobreza se integran directamente a la pobreza extrema», alerta el organismo. Este seminario es uno de los espacios de intercambio y discusión académica más importantes de la región porque reflexiona sobre la definición y clasificación de las clases sociales, su conformación socio histórica, las fronteras entre ellas y las oportunidades de movilidad social.

Los esfuerzos que se están realizando en países como Brasil, Panamá, Costa Rica, Chile, entre otros, son una contribución desde la región a una problemática global. Por eso se hace necesario incorporar los aprendizajes de nuestras experiencias y evaluar conjuntamente cómo contribuyen estos sistemas a más bienestar social, más autonomía para las personas y más disfrute de sus derechos y libertades. A su vez, la pobreza extrema se situaría en thirteen,8, como consecuencia de una reducción de las transferencias de ingresos de emergencia en algunos países, que no alcanzaría a ser compensada por el incremento esperado de los ingresos por empleo, remarca el organismo internacional. A nivel regional, estas alzas muestran la consolidación de una tendencia al aumento de las personas en situación de pobreza que empezó a manifestarse a partir de 2015, sobre todo en el caso de la pobreza extrema, explica la Cepal. En 2020, el 33 por ciento de la población latinoamericana se encontraba en situación de pobreza y un thirteen,1 porciento vivía en condiciones de pobreza extrema, ello en números significa que unos 204 millones de individuos no tuvieron ingresos suficientes para cubrir sus necesidades básicas. Creo que reducir las desigualdades podría ser una primera etapa para crear una sociedad menos segregada, no sólo en el ámbito económico, sino en otros aspectos de la vida cotidiana.

De hecho, la capacidad de retención de asalariados que tienen las comunas, en términos de traslados diarios, no se deriva de la collection de gráficos 2a-2d. Por esto, en la serie de gráficos 3a a 3d se examina esta capacidad, para luego finalizar este capítulo con conclusiones específicas. Cabe ahora contar la otra parte, que se refiere a los territorios y su capacidad de atraer conmutantes, es decir, de recibir inversión y puestos de trabajo, y su vinculación con la situación socioeconómica a escala comunal/municipal. Al margen de Venezuela, cuya crisis es mucho más profunda y tiene causas que van más allá del efecto de la pandemia, las economías centroamericanas han reducido sus exportaciones por encima de la media, así como Paraguay, Uruguay, Perú y Argentina. La caída en las importaciones ha sido más pronunciada en Panamá, Paraguay, El Salvador, Ecuador, México y Colombia. Asimismo, destacó la importancia del respeto por los derechos humanos y el derecho a la protesta, y llamó a construir nuevos pactos sociales con miras a garantizar el bien público.

Esto, que la literatura llama porción explicada, remite a un componente composicional en la desigualdad subnacional. Es decir, a la parte de la brecha que responde a distintas composiciones de los grupos sociales que se encuentran en cada región. Este Informe fue elaborado antes de los fuertes conflictos que se desataron en varios países de la región. El incremento de la desigualdad económica, política y social, que se registra en nuestros países y que CEPAL ha venido denunciando, es algo que inevitablemente afecta la estabilidad democrática de la región y que ha generado las reacciones en nuestros países. Tras un período de crecimiento relativamente robusto, la región se ha visto perjudicada por la caída de los precios mundiales de las materias primas, el debilitamiento de la actividad económica en China y la normalización gradual de la política monetaria en EE.UU. Estos factores externos, sumados a un conjunto de reformas estructurales urgentes, han frenado el ritmo al que los países latinoamericanos estaban convergiendo respecto a los niveles de vida de las economías avanzadas.

Efecto Metrópolis Y El Acceso A Las Oportunidades Educativas Revista Eure Revista De Estudios Urbano Regionales

Tal como señaló el Informe McKinsey de 2007, en ninguna parte del mundo la calidad de un sistema escolar supera la calidad de sus profesores. “Los sistemas escolares de alto nivel prestan atención a cómo se selecciona y capacita a su private docente. Observan cómo mejorar el desempeño de aquellos que tienen dificultades y cómo estructurar sus remuneraciones. Proporcionan un ambiente en que los maestros trabajan juntos para formular y desarrollar buenas prácticas y proporcionan vías inteligentes para que avancen en sus carreras profesionales. Los sistemas de alto desempeño se han movido de un management administrativo y de rendición de cuentas hacia nuevas formas de organización del trabajo profesional; apoyan a sus maestros para realizar innovaciones pedagógicas, mejorar su propio desempeño y el de sus colegas, y alcanzar un desarrollo profesional que lleve a una práctica educativa superior.

El análisis de este capítulo muestra que en basic las políticas redistributivas se han reforzado en los países emergentes, por vía del aumento del nivel de transferencias o ampliando la cobertura de seguros de desempleo y/o de salud, o expandiendo las oportunidades educativas de la población. La mala calidad de la educación que reciben los quintiles de menos ingresos cut back sus posibilidades de romper el vínculo de hierro existente entre el nivel socioeconómico de sus padres y sus oportunidades para adquirir capital humano y de generar ingresos. En paralelo, con los avances de la globalización y la tecnología de la información y las comunicaciones, la demanda por capital humano de buena calidad supera su oferta lo que provoca un aumento, en forma importante, de la brecha entre el salario de un trabajador calificado y otro que no lo está. Con el ejemplo descrito en la sección anterior he presentado en términos numéricos algo que es difícilmente cuantificable. Mi intención ha sido simplemente graficar el punto y proponer dos interpretaciones del principio de compensación con el fin de mostrar que, bajo ambas interpretaciones, IO no es satisfecho y que esto es un problema para la realización de juicios de mérito comparativo en contextos de desigualdad mixta.

En conjunto, estos elementos explican hasta el 26% de la disparidad en las posibilidades de éxito académico de los estudiantes. Esto redunda también en que, en contraste con las mejoras sustanciales en los indicadores sociales, el progreso en mejorar la distribución del ingreso haya sido muy reducido. En particular, en un estudio reciente de Bravo y Valderrama, publicado en Estudios de Economía, los autores muestran que usando datos más comparables la distribución del ingreso de Chile es una de las mejores de América Latina, pero igual ésta sigue siendo bastante desigual a nivel mundial, particularmente en comparación a países desarrollados.

Usar el adjetivo «igualitario» para catalogar a una teoría como esta puede hacer que su uso se vuelva poco clarificador. 8 En un sentido amplio la ausencia de una oportunidad equitativa puede explicarse siempre mediante la suerte (lugar de nacimiento, talentos, etc.). En un sentido más restringido esta ausencia no se explica completamente por la suerte, pues existen casos en los que la acción humana puede corregir o compensar los efectos de la suerte, lo que significa que la ausencia de una oportunidad equitativa se explica también, en algunos casos, por la no intervención humana.

La Subsecretaria Trusich planteó que la incorporación de tecnología y la digitalización de procesos, facilita aspectos cotidianos como la realización de trámites, acceso a información y servicios, y permite “todos puedan sentir que el progreso, la ciencia y la tecnología les llega”. Esto es un gran sueño para muchas familias, ya que de acuerdo a lo que plantean los investigadores, no haber podido educarse más es una de las principales situaciones que lamentan las clases populares. El título profesional es visto como el gran instrumento para surgir y quienes no lo tienen ponen sus esperanzas y esfuerzos en que sus hijos, o incluso nietos, lo consigan. En cuanto a las razones a las que atribuyen el menoscabo, la más mencionada es la clase social (41 por ciento), seguida de otras relacionadas como el lugar en que se vive (28 por ciento), la forma de vestir (27 por ciento) o la ocupación o trabajo (27 por ciento).

Si a estas actividades se les asignara un valor monetario, en Chile representaría 25,6% del PIB ampliado de 2020 (aumentando respecto del 2015 debido a la pandemia), según estimaciones del Banco Central. Existen áreas en las que se ha avanzado, aunque más lento de lo que nos gustaría, como ocurre en materia de cuidados. Ya en 2015, la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible consideró entre sus metas “reconocer y valorar los cuidados y el trabajo doméstico no remunerados mediante servicios públicos, infraestructuras y políticas de protección social, y promoviendo la responsabilidad compartida en el hogar y la familia, según proceda en cada país”. Se rompió el automatismo que hacía ver como obvia y pure la desigualdad de género, como si las cosas debiesen ser así por obra de la naturaleza. Y también, hay riesgos de que las peticiones sean trivializadas y se pierda el impulso unique. En muchos casos, cuando la gente comparó su vida con su infancia y la de sus padres o las generaciones anteriores, el relato predominante fue el del cambio y el progreso.

Pero este no es el caso de Chile, donde la gente nota grandes desigualdades y una movilidad social limitada, algo que se condice con los datos. Destacó en que aun cuando nuestro país tiene escuelas sólidas y estables, es urgente construir un sistema educativo más fuerte alrededor de las escuelas para asegurar que los profesores y directores trabajen con un alto grado de autonomía profesional, pero en una cultura de colaboración. “Si Chile quiere escapar de la trampa de ingresos medios y avanzar de una economía basada en recursos a una economía del conocimiento, entonces tiene que construir la base de capital humano para eso”, agregó. Si se observa lo que ocurre en los sistemas educativos exitosos de países más desarrollados, lo anterior queda de manifiesto. Cuando se recibe a un alumno que proviene de un sector desaventajado no se le hace la vida fácil, sino que se le exige igual que a otros estudiantes que provienen de realidades más acomodadas. La diferencia está en que los profesores redoblan los esfuerzos para que salga adelante y, al mismo tiempo, el sistema se preocupa de aumentar las inversiones para estos alumnos y de asignarles los mejores docentes para que tengan éxito.

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Y hemos puesto a Chile en movimiento, y todos y todas estamos comprometidos a llevarlo a buen puerto. «En Chile hay un sistema educacional en que, a los colegios privados va básicamente entre el 7 y el 8% de la población. Y esa es una desigualdad que siempre ha existido y que no inventó la dictadura, porque la dictadura aumentó la desigualdad educacional pero para el resto de la población».

Los estudiantes de hogares acomodados tienen un 51% más de posibilidades de aprobar el examen de Matemáticas en comparación con aquellos de familias con dificultades económicas. Además, la brecha entre los estudiantes más ricos y los más pobres es alarmante, con los primeros teniendo más del doble de posibilidades de éxito en la prueba. Espacio Público es un centro de estudios independiente que busca aportar en la construcción de una sociedad más justa, transparente y democrática, que permita un desarrollo económico, social y político que beneficie a todas las personas.

En lo private me tocó vivir la otra cara de la moneda, la del 8% privilegiado con acceso a educación, donde la conciencia social es muy pobre, a excepción de muy pocos interesados por voluntad propia, jamás por el colegio. Lo que más me disgusta de este entorno es la poca preocupación por los problemas nacionales, que afectan a la inmensa mayoría de este país, y el inexistente énfasis que se le da a este tema en la educación que diariamente recibimos. En este Día Internacional de la Mujer, debemos recordar que no puede haber lugar en el siglo XXI para la discriminación contra las mujeres. Porque merecemos iguales oportunidades, iguales libertades, iguales deberes e iguales derechos que los hombres. Seguir trabajando por la equidad de género, será la única forma de crear un mundo más justo y sostenible para todos y todas.

Existen diversas razones por las que podríamos argumentar a favor de reducciones en los niveles de desigualdad que exhibe el país, desde juicios morales y éticos, hasta elementos puramente prácticos como son los efectos que produce sobre el crecimiento, el tejido social, y la concentración del poder político (además del económico). Parece existir desigualdad derechos humanos una relación bastante directa entre los niveles de desigualdad sobre la ocurrencia de conflictos, que tiene que ser estudiada con mayor profundidad. Según un estudio del COES (2018), la mayor cantidad de conflictos sociales por habitante se producen en las regiones donde el índice de desigualdad es igual o superior al promedio nacional.

Junto con lo anterior, la Subsecretaria mencionó que otro desafío importante es lograr facilitar el ingreso al mercado del trabajo especialmente a mujeres que cuentan con la preparación académica requerida. La existencia de una serie de canales no institucionales en los que se definen proyectos y cursos de acción pública a puerta cerrada sólo refuerza la thought de que éste es un ámbito clausurado. Por lo mismo el PNUD sugiere que para aumentar la participación electoral y su credibilidad, la actividad política debe abrirse a voces representativas de las distintas realidades del país. De este modo, la desigualdad en el país es una de las más elevadas de los países OCDE o si se prefiere comparar con el barrio, está en el lugar medio alto en el contexto latinoamericano. En ese contexto, no sorprende que cerca del 70 por ciento de los trabajadores de sectores populares diga que considera que gana menos o mucho menos de lo que merece.

Según la UNESCO, esto significa incorporar medidas que equilibren las desventajas históricas que las mujeres han enfrentado a lo largo de la historia. En este siglo XXI, hemos avanzado en derechos laborales y oportunidades para las mujeres, pero la pregunta persiste ¿Es suficiente? De los 20 colegios con mejor rendimiento en esta prueba en la Región Metropolitana, 18 pertenecen a las comunas desigualdad de la riqueza en el mundo de La Reina, Lo Barnechea, Vitacura, Providencia o Las Condes. En cuanto a regiones, las estadísticas no son más alentadoras, puesto que destaca una gran brecha entre regiones y la Región Metropolitana, pues esta última concentra los mejores puntajes del país. La primera conclusión del estudio, la investigadora señala que entre 2000 y 2009 no hay cambios en la desigualdad percibida.

Movilidad Cotidiana, Desigualdad Social Y Segregación Residencial En Cuatro Metrópolis De América Latina

A propósito de esto último, abordan el elemento de la violencia en América Latina y el Caribe y explican por qué lo consideran uno de esos factores críticos que refuerzan la desigualdad y el bajo crecimiento. Precisamente países como Brasil o Chile, afectados duramente por el virus, han visto a sus respectivas élites económicas, libres de todo control estatal lucrando con las desgracias de su población. «La tendencia es una mejoría en la región porque han aumentado relativamente los ingresos de los sectores más pobres», le cube desigualdad internacional a BBC Mundo Laís Abramo, directora de División Social de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). Y otro elemento importante a considerar es que la baja en la pobreza y desigualdad está relacionada con la llegada de remesas de los salvadoreños que viven en el exterior.

Cabe ahora contar la otra parte, que se refiere a los territorios y su capacidad de atraer conmutantes, es decir, de recibir inversión y puestos de trabajo, y su vinculación con la situación socioeconómica a escala comunal/municipal. Para ello, los autores observaron diferentes indicadores durante cerca de una década en diez países de la región, incluidos Chile, Perú, Ecuador, Guatemala y México. Esa es la principal interrogante que aborda un nuevo libro que reúne 17 artículos académicos, que discuten el fenómeno desde una perspectiva microsocial, es decir centrada en los individuos. Esta forma de política clientelista se ve favorecida por los sistemas políticos que otorgan a los presidentes una fuerte posición de poder y al mismo tiempo la posibilidad de reelección. Cuando las Constituciones limitan el poder del jefe de Estado y de otros órganos políticos prohibiendo la reelección, la corrupción se desborda. Además, pese las señales de recuperación económica en 2021, se evidencia que no está centrada ni en la igualdad ni en la sostenibilidad ambiental, y se manifieta en un contexto de permanencia de los retrocesos en el desarrollo social, opina la Cepal.

9 Por eso mismo, y por limitaciones formales, no se despliegan los nombres de los municipios en los gráficos, aunque pueden derivarse del cuadro 2. Con todo, más que un análisis caso a caso, los gráficos permiten una apreciación de la relación entre nivel socioeconómico del municipio y su atractivo como destino para conmutantes (que desde un punto de vista más económico significa atractivo para la localización de puestos de trabajo o empleos). De hecho, al trabajar solo a escala de municipio y comuna, los habitat de la élite no se captan con precisión en las ciudades analizada.

“Aquí suele pasar que quien accede a la educación continua es la persona más formada, mientras que los más necesitados no acceden”, relató.En esa línea, agregó, corresponde a un desafío importante pero a nivel de política de Estado, puesto que si no se trabaja eso, la brecha de desigualdad aumenta aún más. Adoptando una perspectiva microsocial, este libro se pregunta cómo los individuos experimentan esta desigualdad en sus vidas. Los 17 capítulos de este volumen se centran en cómo las personas viven y sienten las desigualdades cotidianamente, pero también indaga en cómo reaccionan frente a estas asimetrías que dominan su interacción con sus pares y con las instituciones públicas, con el objetivo de discernir si las aceptan, se adaptan o si las disputan y las resisten para mitigarlas.

Entre los dos años evaluados se ha recortado bastante la brecha y la fluctuación regional. Vemos así que no solo la brecha prácticamente no cambia en diez años, sino que para las mujeres rurales en Perú la región sí importa, pues la brecha urbano-rural es menor en la Selva que en las otras dos. Si bien había una diferencia regional importante en 2007 esta se ha recortado bastante en 2017.

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Es decir que los efectos de la interacción dependen del tamaño de los efectos de cada variable por separado. De este modo, si el efecto de las categorías por separado es bajo, la intersección probablemente no será significativa (Bowleg 2012). De este modo, distinguir entre el componente composicional y el interseccional no solo ayuda a identificar cuáles son las políticas públicas apropiadas para cerrar la brecha, sino que también ayuda a identificar los agentes que la producen y reproducen. Tanto agentes y procesos dentro y fuera de la región, actuales e históricos, confluyen en crear la desigualdad regional. Esta conceptualización de la desigualdad subnacional evidencia que para explicarla es necesario acudir a teorías multinivel que tengan en cuenta agentes y procesos en distintas escalas (Giraudy et al. 2019).

En paralelo, se espera que las economías asiáticas tengan un crecimiento promedio del 5,9% y en África del 3,2%. La pandemia de covid-19 se ha saldado con una caída del eight,1% del PIB en América Latina, superando el impacto de la disaster en la Unión Europea y de otras economías emergentes. No obstante, las economías latinoamericanas ya mostraban importantes debilidades antes del inicio de la emergencia sanitaria.

Es así como procesos históricos, económicos y políticos han privilegiado el desarrollo de unas regiones sobre otras, afectando sus composiciones, y también albergando modos diferenciados de interacción entre género, étnica y clase que se destilan en prácticas culturales, trayectorias educativas, articulaciones políticas e instituciones concretas. La comprensión de la desigualdad subnacional desde las perspectivas composicionales e interseccionales nos permite ganar mucha complejidad en la comprensión del problema. No se trata así solo de promover migración del campo a la ciudad o políticas de asimilación de gurpos indígenas en las regiones desventajadas. Se trata de comprender cómo instituciones políticas, prácticas culturales y proyectos hegemónicos que están anclados en espacios concretos promueven que interacciones de raza-género y clase sean particularmente discriminatorias. En 2002 el 63% de la diferencia en la proporción de personas con cuatro o menos años de escolaridad era explicado por diferencias composicionales. El efecto más importante lo tiene la composición urbano-rural, pues de ser igual en ambas regiones la brecha se reduciría en four p.p.

En medio de las múltiples disaster superpuestas, la región no apela a mecanismos de integración y cooperación que la fortalezcan. Permanece dividida, fragmentada, con una política exterior descoordinada y desarticulada, guiada por la ideología, que se traduce en una pérdida de relevancia en medio de las crecientes tensiones entre China y Estados Unidos a nivel internacional. «Existe un vínculo indirecto entre populismo y pandemia, a través de la crisis económica y social. Ante las frustraciones económicas que va a dejar el coronavirus, pueden fortalecerse este tipo de desigualdad en general liderazgos, que vemos en América Latina y en el mundo. Pueden crecer los discursos antisistema a partir de esas frustraciones», afirmó Negri. Uno de los métodos preferidos para lograr esto es la inclusión de interacciones en los modelos de regresión. Esta metodología permite determinar cómo el impacto de una variable explicativa (X1) en una variable dependiente (Y) cambia como resultado de la variación en una tercera variable (X2) (Scott y Siltanen 2012). Gráfica 1 Tasas nacionales de Analfabetismo (Colombia – Perú) y Porcentaje de personas con cuatro años o menos de escolaridad (Chile).

«Llega un cierto punto en el desarrollo de un país en que se hace más difícil bajar la desigualdad». «El país ha visto un pequeño aumento en su clase media, pero su tamaño sigue estando por debajo de los estándares centroamericanos y regionales», apuntan. Pero como solo considera la desigualdad de los ingresos, no refleja todas las otras dimensiones de la vida diaria. «Llega un cierto punto en el desarrollo de un país en que se hace más difícil bajar la desigualdad». Al mirar la tendencia por países, la investigadora explica que algunos han logrado reducir más la pobreza y la desigualdad porque inicialmente tenían núcleos duros familias con grandes desventajas. «El país ha visto un pequeño aumento en su clase media, pero su tamaño sigue estando por debajo de los estándares centroamericanos y regionales», apuntan.

En el caso de Bolivia también se dio una disminución de la desigualdad por una caída en el mercado laboral, y no tanto por la redistribución de ingresos, pese a que sí hubo. Para comenzar hoy en día es por lo menos cuestionable que “la base de la matriz de riesgo formulada por el Banco Mundial” sobre la cual se ha construido el modelo de intervención social en Chile y en gran parte de Latinoamérica, esté reducido a la eficacia en la entrega de bienes y servicios, tal como se propone en el artículo sobre “Chile Crece Contigo”. Se puede afirmar que ese modelo ha sido más bien el reflejo de la subordinación a las agencias internacionales y la ignorancia, deliberada o no, del margen con que cuenta cada país para reaccionar frente a sus problemas. Esta mirada está siendo fuertemente cuestionada y abundan los ejemplos donde las políticas sociales se han transformado finalmente en reproductoras de condiciones de pobreza en lugar de aportar a su superación. La descomposición Oaxaca-Blinder nos invita a reflexionar sobre la naturaleza de la desigualdad subnacional. ¿Existe una fuerza causal específica de la región que produce privilegios y opresiones, y que -aunque interactúe consea independiente del racismo, el sexismo y el sesgo urbano?

En Chile el porcentaje de los que no han tenido educación básica en el sector rural es 2.6 veces el del sector urbano en 2007 y 2.3 veces en 2017. La diferencia urbano-rural es menor en Chile que en los otros países y la magnitud de la brecha se ha reducido mientras que en los otros se ha mantenido constante. En contraste con estas teorías, otras teorizan la desigualdad subnacional no como expresión espacial de otros tipos de desigualdades, sino como producto de las instituciones mismas que dividen el país en unidades políticas y administrativas como estados o departamentos. Según estas perspectivas, instituciones ancladas en las divisiones subnacionales tales como el federalismo, las transferencias interregionales, el malapportionment, y los sistemas de partidos centrífugos contribuyen a espacializar la discriminación y a producir diferenciaciones espaciales en el desarrollo económico y social (Beramendi 2012; Rogers 2021). RESUMEN Los censos de la ronda de 2000 de Brasil, México y Chile incluyeron, por primera vez, una consulta sobre lugar de trabajo o estudio.