Y satisfacer las metas establecidas en los ods a través del diseño de políticas requiere, sin duda, de un diagnóstico claro. Sin respuestas a estas preguntas, difícilmente podremos avanzar en la construcción de una sociedad más justa. Por otro lado, cabe tener en cuenta que la globalización ha posibilitado una extensión mundial de estas bases de funcionamiento económico centradas en la maximización del beneficio y la lógica del autointerés, agravando las desigualdades entre países y convirtiendo a las empresas en agentes cuya supuesta neutralidad amenaza con acabar con el desarrollo y el bienestar social de diferentes grupos humanos. En esta línea, además de reivindicar el esencial carácter ethical de la economía y las organizaciones empresariales (Cortina, 1994; Conill, 2003; García-Marzá, 2004), es preciso realizar una reflexión ética de la esfera económica, porque, siendo un espacio de interacciones humanas, ámbito de interacción de valores morales y razones éticas, no puede escapar de la reflexión moral.
Inclusión en la fuerza laboral, salud, educación, inclusión digital, inclusión financiera, trabajo no remunerado, protección de los ingresos, liderazgo y emprendimiento. Según el presidente ejecutivo de Accenture Chile, Nicolás Goldstein, «son todas clave para afianzar la recuperación económica, ya que la participación de la mujer en el mercado laboral es basic para impulsar el crecimiento en todos los países». El informe evaluó leyes y regulaciones en ocho áreas que afectan oportunidades económicas de las mujeres en 190 países, entre septiembre de 2019 y octubre de 2020. Y aunque muchos gobiernos han adoptado medidas para abordar el impacto de la disaster en las trabajadoras, la entidad financiera mira con atención lo que ha pasado con las acciones particulares para apoyar el cuidado de niños.
En esta categoría, Sen (2000) señala que hay diversas características, de las cuales el individuo no es res-ponsable, que configuran de una u otra manera sus necesidades, y, por consiguiente, sus metas y elecciones. Por ejemplo, etnia, género, contexto familiar, estrato social del que provienen y discapacidades físicas o mentales (Paes de Barros et al., 2008). Por lo tanto, reconociendo estas condiciones se admite también que el punto de partida es diferente para todas las personas.
Otro de los factores diferenciales producto de las investigaciones empíricas, son los relacionados con la forma en que se organiza el mercado laboral al inside de los países. En este sentido, Simón (2006) a través de una descomposición del diferencial de salarios de la economía española frente al resto de Europa, a partir de los microdatos de la Encuesta Europea Estructural Salarial del año 1995, detectó que la diferencia en el pago entre sexos responde al sector económico. En este sentido, se demostró que las mujeres se desenvuelven laboralmente en aquellos establecimientos donde la remuneración promedio es menor y, a su vez, presentan una alta dispersión, situación que potencia la diferencia al efectuar la medición estadística, conclusiones que resultan ser similares a las que llegaron Simón; Ramos y Sanromá en 2008. Del mismo modo, señaló que si bien ha habido avances en la materia, las brechas entre hombres y mujeres, especialmente en el ámbito económico, son aún profundas. Sobre este punto, entregó cifras, como las del Índice Global de Brecha de Género, elaborado por el Foro Económico Global en 2016, en el que Chile ocupa el lugar 70 de 144 países. Además, indicó que según el INE la tasa de participación laboral femenina a nivel nacional aumentó desde forty five,3% en 2010 a forty eight,2% en 2015, pero muy lejos del 71% de la contribución masculina; y que si bien el ingreso medio mensual de las mujeres ocupadas aumentó entre 2010 y 2014, siguen ganando 29,7% menos que el ingreso medio mensual de los hombres.
A pesar de la existencia de algunos indicios positivos hacia la reducción de la desigualdad en algunas dimensiones, como la reducción de la desigualdad de ingresos en algunos países y el estatus comercial preferente que beneficia a los países de bajos ingresos, la desigualdad aún continúa. Finalmente, la experta de la Cepal planteó la importancia de analizar propuestas de mecanismos de rendición de cuentas y de reparación que permitan compensar las desigualdades de género que se aprecian en materia previsional y laboral. Paulina Quezada y Paula Sepúlveda, jefa y analista, respectivamente, de la División de Servicios y Atención al Usuario (DASU), se sumaron al Comité de Género de la Superintendencia de Pensiones a partir de julio.
Posteriormente, se trasladó a Valparaíso, donde se desempañó como jefa del Laboratorio de Enfermedades Metabólicas del Hospital Dr. Carlos Van Buren hasta 2019, año en que se retiró. En su destacada trayectoria ha recibido numerosas becas y distinciones como la Beca de la Fundación Ford; la Beca British Council; el Premio Excelencia Académica, otorgado por la Sociedad Chilena de Pediatría, y la condecoración del Estado de Chile «Orden de la Cruz del Sur», en la Categoría Gran Cruz, por su contribución al desarrollo de investigaciones en el ámbito de la salud. El Premio El reconocimiento que este año obtuvo la doctora Colombo fue creado en 2001 por la Academia Chilena de Medicina, la Asociación de Facultades de Medicina de Chile, la Asociación de Sociedades Científicas Médicas de Chile y el Colegio Médico de Chile.
El análisis de los datos consideró una mezcla de análisis semántico mediante inteligencia synthetic y profesionales especialistas. Este análisis se enfocó en identificar, dentro de la enorme diversidad de opiniones, aquellos consensos en temas críticos. Precisamente por las características de esta metodología, desigualdad economica por la globalizacion los resultados pueden variar dependiendo de las codificaciones utilizadas, y así tener más de una interpretación posible. Invitamos a todas las personas interesadas a enriquecer este análisis haciendo estudios propios a partir de los datos originales y aportar a este proceso con nuevas miradas e interpretaciones.
A nivel de sectores económicos, como se observa en el gráfico 7, existen algunas actividades en que las mujeres son mejor remuneradas que los hombres. Es así como la construcción y el rubro del transporte y almacenamiento se presentan como los sectores en que las mujeres tienen un salario por hora menor al que perciben los hombres. Esta situación resulta ser concordante con la literatura expuesta que sostiene que en aquellos sectores con una composición mayoritaria de un sexo, las plazas ocupadas por el sexo contrario son mejor remuneradas en desigualdad de la pobreza promedio que sus pares con mayor presencia. Como parte de la sesión, se realizaron grupos de trabajo con representantes gubernamentales y de la sociedad civil de países de América Latina y el Caribe para analizar los principales aspectos por considerar para la inclusión de la perspectiva de igualdad de género en la gobernanza climática. Un estudio realizado por la Fundación Chile Movilizado consultó por la experiencia de 15 parlamentarios en torno a vivencias de violencia y desigualdad de género que frecuentemente son enfrentadas por mujeres.
Abarca cualquier acto físico, sexual, emocional, económico y psicológico (incluidas las amenazas de tales actos) que influya en otra persona. Esta es una de las formas más comunes de violencia que sufren las mujeres, de todas las edades, a escala mundial. Cada 25 de noviembre se busca concientizar a la población mundial sobre la importancia de erradicar la violencia contra las mujeres en cualquiera de sus formas. La herramienta fue financiada por el Fondo de Fomento al Desarrollo Científico y Tecnológico (FONDEF) de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo de Chile (ANID), y tiene por objetivo contribuir a la sensibilización y capacitación de la población respecto de la brecha salarial de género en Chile.
Esa concepción y estructura de roles de género en que las mujeres son cuidadoras y los hombres son proveedores, se mantiene a nivel social y económico en orden a reducir los gastos en fuerza de trabajo para la acumulación del capital y eso permanece hasta la actualidad. Si vemos que dos personas trabajan, uno es hombre y la otra mujer, rápidamente consideramos que es el hombre el proveedor principal y la mujer entregará un complemento al ingreso principal. Esto es lo que en la literatura se llama “contrato de género” por el que se establecen estos roles sociales en que los varones deben ser proveedores y las mujeres cuidadoras. Así lo plantea el Informe de Género sobre el Sistema de Pensiones y el Seguro de Cesantía 2020 que por tercer año consecutivo elabora la División de Estudios de la Superintendencia de Pensiones. Este documento contiene un análisis descriptivo de la situación de hombres y mujeres, a partir de estadísticas desagregadas por sexo y de indicadores que permiten observar las diferencias y desigualdades de género, según distintas variables. La exposición estadística y los análisis de equivalencia dan cuenta de que las mujeres presentan una diferencial en el monto de sus remuneraciones ordinarias respecto de los hombres de significancia.
Con ello, Chile contará con fondos de rápida disposición en caso de desastre, lo que le permitirá proteger su presupuesto fiscal y reducir la necesidad potencial de movilizar deuda después de un evento. La fuente de datos correspondió a la Encuesta Estructural de Remuneraciones y Costo de la Mano de Obra año 2014 y la Encuesta Nacional de empleo del mismo año, de las cuales se utilizaron las variables de remuneración ordinaria, extraordinaria, horas ordinarias y horas extraordinarias trabajadas, número de trabajadores y el nivel de escolaridad. Certificado de residencia o cuenta de luz, agua, and so forth. (Se deberá verificar que la dirección registrada en la cuenta corresponda con el domicilio que ha informado la mujer) o certificado laboral que acredite que la interesada trabaja en la comuna donde se implementa el Programa. La Subcomisión de Estadísticas de Género, coordinada por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) y el Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género (MMEG), surge en 2014 como parte del compromiso del Estado de Chile con el avance de las mujeres en distintos ámbitos. A un año del inicio de una de las partes más crudas de la historia actual, la pandemia ha marcado un antes y un después.
Incluso impacta en la participación de las mujeres en la política, si se logra incorporar esos principios en la Constitución creo que sería importante para avanzar hacia la igualdad de género”, agregó. Los datos de la última Casen muestran que el 49% de las mujeres chilenas hoy trabaja remuneradamente (lo que representa un aumento de sixteen puntos en 27 años, pero la participación laboral femenina sigue estando 22 puntos por debajo de la masculina). Sin embargo, este mayor número de mujeres que hoy sale al mundo del trabajo no vuelve a su a casa precisamente a descansar. Al preguntarles por el encargo de realizar las actividades domésticas en sus hogares, la distribución sigue siendo desigual. Tareas como cocinar, lavar la ropa, cuidar a los niños o hacer el aseo recaen en las mujeres en más del 80% de los casos. El pasado 8M se conmemoró el día internacional de la mujer y en Chile, como en el resto del mundo, se realizaron actividades relacionadas con la reivindicación de los derechos de las mujeres y la lucha por la igualdad de género.