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Desigualdad, Clase Media Y Territorio En Chile: ¿clase Media World O Múltiples Mesocracias Según Territorios?

Acorde al estudio sobre el Índice de Calidad de Vida Urbana, de la Universidad Católica y la Cámara Chilena de la Construcción, del total de ninety three comunas en el país, sólo 17 están en el rango superior. Esto significa, entre otras cosas, que la expectativa de vida de los chilenos puede diferir hasta en eleven años según su domicilio, o que los santiaguinos demoren en promedio una hora y media más en transportarse durante horario peak en comparación a sus pares de regiones. Sin embargo, la luz al final del tunel sí existe, ya que San Miguel y Talca han demostrado que el presupuesto no lo es todo a la hora de focalizar y gestionar de manera correcta los recursos, cumpliendo no sólo con las expectativas de sus habitantes, sino también con la posibilidad de proyectarlos en el tiempo. Los resultados de la medición de flujos de conmutación considerando a las comunas como unidad básica, muestran que la ruralidad es menor que en un sentido estrictamente poblacional o estructural. De acuerdo a la definición del Instituto Nacional de Estadísticas, una localidad rural es aquella cuya población económicamente activa se emplea en un 50% o más en actividades primarias y que no alcanza los 2.000 habitantes (INE 2005).

La sensación de haber mejorado con respecto al pasado está acompañada por la angustia que muchas veces produce el presente, o aún más el futuro, ya sea por la dificultad para mejorar más, lo suficiente para estar tranquilo, o sostener la posición alcanzada. «Tener una buena educación o un buen salario, trabajar lo justo y necesario, vivir en un barrio seguro, sentirse tratado en forma digna, sentir seguridad por el futuro private o de los hijos son evaluaciones en que la mayoría no se reconoce». Al momento de aceptar la publicación de sus artículos, los autores deberán formalizar la cesión de derechos de autor a EURE, según las condiciones establecidas por la Revista. Que un gran sector de la economía funciona de manera casual y no puede hacer teletrabajo ni vivir en burbujas, tiene que salir día a día a buscarse el pan”.

Las empresas que debieron cerrar fueron las pequeñas y medianas, las llamadas “pymes”, mientras que las grandes empresas se mantuvieron o recuperaron rápido. Generalmente, la ideología que promueve la desigualdad hace que incluso las personas en condiciones más perjudiciales justifiquen la desigualdad. Dicen que las personas en condición de pobreza son vagas o no han aprovechado las oportunidades y por eso no luchan por tener un mejor país. Nos convertimos en la región más desigual, porque el modelo de acumulación tenía la concept de despojar todos los recursos posibles y enviar esas riquezas a otros países. De niño, le enseñaron que Santa Claus (también llamado, “Papá Noel”) regalaba juguetes a los niños que se portaban bien.

Aprovechándose de las deficiencias de nuestros sistemas legales y explotando sus áreas grises, la industria ha impulsado agresivamente un tecnosolucionismo chauvinista, abrazado irresponsablemente por una clase política con ganas de figurar a la sombra de una concept tristemente reducida de progreso. Así, el negocio se transforma en la promesa de un beneficio acotado, que se consigue a costa de los derechos de quienes no tienen más opción que someterse al escrutinio constante, a la vigilancia, al management, a la discriminación. Hablar de desigualdad en América Latina es hablar de la ponderación que se hace entre los derechos de quienes pueden acceder a otras posibilidades y quienes no. La implementación de programas que condicionan el acceso a servicios básicos a la vigilancia estatal y privada ejemplifican de manera clara no solamente el hecho de que las tecnologías no son neutras, sino que impactan de forma diferenciada a distintos grupos humanos, de acuerdo a su género, al colour de su piel y a su clase social. Todos sabían de la desigualdad en Chile, los muchos ámbitos de la vida presos por el mercado que controlan pocas familias, e incluso que sobre el sistema neoliberal legado por la dictadura.

“La intolerancia respecto a desigualdades en salud y educación ha aumentado”, señaló el director de la Escuela de Gobierno. Entre las razones más mencionadas por las que se recibe mal trato está la clase claudio sapelli desigualdad social, ser mujer y el lugar en el que vive. Es por eso que algunos países han implementado impuestos a la herencia como un tipo de impuesto al patrimonio (ver aquí para una discusión al respecto).

Solo así, las nuevas tecnologías quizás puedan convertirse en un issue que ayude al cierre de las brechas que enfrentamos ahora. La situación es particularmente preocupante dada la situación de escasez de bienes esenciales y la disaster humanitaria que se agrava en el país, principalmente afectando los derechos a la alimentación y salud de las poblaciones más vulnerables. De manera más reciente, un estudio de la OCDE de 2014 muestra que existe una relación negativa entre la desigualdad y el crecimiento.

De estas incertidumbres sólo se salva un grupo que –dependiendo de la dimensión que se considere– oscila entre el 20% y el 5% de más altos ingresos. Dicho lo anterior, no creo que la de ingreso sea la desigualdad más relevante para explicar el estallido social. En cambio, en este texto sostengo –como hipótesis– que hay dos tipos de desigualdades que están relacionadas con la desigualdad de ingreso y que tienen una relación más directa con el estallido social, a saber, la desigualdad de exposición a la incertidumbre y la desigualdad de poder. 3 En explicit, mientras la primera podría explicar por qué amplios sectores de la población están tan “descontentos con el modelo”, la segunda desigualdad explicaría por qué este descontento no se canalizó de forma gradual a través de la institucionalidad política y tuvo que explotar de esta manera. En 2016, el gobierno chileno aprobó la Política Nacional Docente (PND) que consiste en reformas al acceso y retención de educadores en las escuelas públicas y privadas con subvención del estado.

No hablamos de propuestas que se podrían tildar de comunistas como eliminar la propiedad privada o de expropiar a los ricos, sino de evitar que la gente se muera hoy. También se propone el ingreso básico universal, que haría que por lo menos los sectores más desfavorecidos no pasen hambre. Todos los países de América Latina producen lo suficiente como para que nadie esté sin comer.

Aun cuando caracterizar y cuantificar la desigualdad de poder es una tarea más compleja, tal desigualdad puede tener expresiones muy concretas en el funcionamiento de las democracias. Ciertamente hay muchos otros aspectos a considerar, si se tiene en cuenta la devaluación de la institucionalidad política, el empoderamiento de las comunidades y los cambios que trae consigo la automatización del empleo y la revolución digital.

clases de desigualdad

A veces están alejadas  y cuentan con servicios exclusivos, así no tienen necesidad de entrar en contacto con otros sectores de la población. También hubo un reconocimiento social al private de salud en la población basic, aun cuando después no se viera reflejado en aumentos salariales por parte de los gobiernos. A pesar de que las burbujas sanitarias y el distanciamiento social dificultan los lazos sociales, sigue habiendo manifestaciones de solidaridad en medio de la crudeza. En la Universidad conocí la Psicología Social, un campo que me permitía profundizar mis análisis y ver cómo afectaba la vida de las personas. En esta parte analizaremos la composición efectiva de los tipos de territorios definidos, de acuerdo a los datos obtenidos y nuestro análisis estadístico. Con el objeto de facilitar análisis comparativos, la metodología ylos criterios de delimitación de tipos de territorios, deben ser compatibles con estándares internacionales, como haremos a continuación.

También se organizaron ocho grupos de discusión que complementaron los datos de la encuesta PNUD-DES 2016. En ese contexto, no sorprende que cerca del 70 por ciento de los trabajadores de sectores populares diga que considera que gana menos o mucho menos de lo que merece. El 58 por ciento de los de clase media contesta lo mismo y en promedio las personas aseguran que los salarios de las ocupaciones de menores ingresos deberían aumentar en un 60 por ciento y las de los gerentes y políticos bajar en 30 y seventy five por ciento, respectivamente. La asimetría en la distribución del capital y la influencia existe en este territorio desde antes de que Chile fuera Chile, plantea este trabajo liderado por el economista Osvaldo Larrañaga junto al sociólogo Raimundo Frei y el ingeniero y sociólogo Matías Cociña, investigadores del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). El libro, en el que también trabajaron la economista Denise Falk, su par Rodrigo Herrera y el sociólogo Vicente Silva, reúne estudios existentes, presenta otros nuevas e incluye encuestas y entrevistas para explorar el fenómeno de la desigualdad desde distintas perspectivas.

En este trabajo partiremos de una definición establecida de los centros urbanos principales, como se efectúa en otros países (OMB 2010,Antikainen 2005). Estas ciudades intermedias cuentan con una población de al menos 50 mil habitantes y son relativamente autónomas de las grandes ciudades. En este artículo, por el contrario, asumimos que el trabajo de las personas y en consecuencia sus ingresos, son centrales para describir su integración al territorio. Además, adoptamos como nuestra la premisa de que las ciudades desempeñan un papel clave en el ordenamiento actual de los territorios en un país como Chile, ofreciendo a sus habitantes un mercado de trabajo dentro de sus límites urbanos. Con frecuencia comunas vecinas se encuentran estrechamente interconectadas a esos centros urbanos. Esta dinámica cada vez mayor, conduce a definir territorios que agrupan municipios, reconociendo que las ciudades constituyen una entidad geográfica con un significativo núcleo poblacional, a las que se vinculan comunas adyacentes que tienen un alto grado de integración con ese centro.

La OECD (2009), por su parte, considera como población rural en Chile a los habitantes de localidades de menos de 5.000 habitantes. Siguiendo ambas definiciones, la población rural del país varía entre un 35% y un 27% respectivamente. Por otro lado, de acuerdo a la OECD (2009), considerando la ruralidad por provincias -el tercer nivel territorial según sus definiciones-, un 42% la población habita en provincias predominantemente rurales. Desde un punto de vista relacional más que demográfico, aunque sin analizar directamente la distinción clases de organizaciones urbano-rural, nuestros resultados indican que sólo un 7% de la población del país habita en comunas desvinculadas de otras y que carecen de un centro urbano. Pero esto no implica que las restantes comunas del país sean enteramente urbanas en un sentido poblacional o estructural, sino que sus habitantes más rurales tienen un cierto grado de integración a un territorio más amplio. En otro extremo en cuanto a baja densidad poblacional, se encuentran los municipios que carecen de una entidad o localidad de al menos 10mil habitantes.

Desigualdad Social, Clase Media Y Representación Política, Por Vicente Espinoza Le Monde Diplomatique Edición Chilena, Septiembre 2016

Tan buen estudiante es que, cuando lo operaron de apendicitis y estuvo tres meses con licencia, le dieron prórroga para que, al volver, pudiera rendir pruebas representando a la escuela. Para esta investigación, Clair se sumergió en un extenso trabajo de campo para analizar el sistema judicial de Boston, acudiendo a diferentes audiencias penales y entrevistando acusados, abogados, jueces, agentes de policía y agentes de libertad condicional. Tus datos personales se utilizarán para procesar tu pedido, mejorar tu experiencia en esta net, desigualdad distribucion de la riqueza gestionar el acceso a tu cuenta y otros propósitos descritos en nuestra política de privacidad. No nos hemos hecho cargo de bajar esto a nuestra realidad cotidiana; cuestionarse prácticas naturalizadas, ancladas en el sistema escolar. El sesgo de género es una creencia que llevamos casi como parte de nuestro ADN, por lo que se necesita no solo un cambio escolar, sino cultural y como sociedad. Sin embargo, quienes trabajan en docencia pueden convertirse en “los héroes y las heroínas” –dice– que propicien este salto.

El Premier inglés, Boris Johnson, y el famoso actor hollywoodense Tom Hanks son dos ejemplos que confirman que incluso los más poderosos y privilegiados pueden convertirse en víctimas de la pandemia. No obstante, sí existen diferencias que los sitúan en una clara posición de ventaja para sortear con mayor éxito la pandemia. En esta actividad, las y los estudiantes identifican las “partes interesadas» en el algoritmo del completo desarrollado en la actividad anterior, junto con los intereses que éstas tienen en el mismo. A… Esa conceptualización, cube Méndez, es relevante porque no es solo que los recursos estén desigualdad de la salud distribuidos desigualmente, sino que establece brechas imposibles de ser remontadas, «entonces nuestro principio de igualdad entre los seres humanos es violado». Los orígenes, cambios y desafíos de las brechas sociales en Chile se analizan en el libro “Desiguales”, publicación que coordinó Osvaldo Larrañaga cuando estaba a cargo del área de equidad del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y que ahora lidera la Escuela de Gobierno de la Universidad Católica. Te invitamos a explorar otros recursos y contenidos de educarchile que pueden ser de tu interés o estar relacionados con tu actual búsqueda.

En tercer lugar, el proceso de municipalización de las escuelas públicas ha significado un desmedro de las oportunidades relativas de quienes acceden a éstas. Controlado el efecto en las posiciones ocupacionales que implica la transformación productiva del país y el desarrollo técnico en basic, las personas que estudiaron en escuelas estatales obtienen sistemáticamente mejores resultados relativos que las personas que estudiaron en escuelas municipalizadas. Podemos modelar el efecto de la modalidad escolar a través de un segmento del modelo modificado de estratificación social presentado en la Figura 2. Para realizar estos cálculos, se ha considerado que los efectos no significativos tendrán un valor de cero, con el fin de evitar inferencias espurias. En este modelo parcial presentado en la Figura , no resulta relevante la determinación de variables como la escolaridad del individuo ni la modalidad escolar, y se han retirado los efectos directos de la modalidad escolar sobre el logro ocupacional en base a los resultados anteriores. Finalmente, queda considerar los efectos directos de la modalidad escolar en el logro ocupacional de las personas una vez consideradas todas las variables del modelo ya expuesto en la Figura 2.

Esta percepción de estar en desventaja (ya presente a los eight años de edad) puede conducir a sentimientos de estrés, baja autoestima y reducción del bienestar mental common (Marmot, 2004). En Chile sólo el 13,9% de los escolares de enseñanza media posee una trayectoria educativa regular. Los resultados de este estudio apoyan la tesis de que las garantías de derechos sociales y educativos de NNA están diseñadas de manera

Hay muchas diferencias sociales que a raíz de esta disaster las redefinimos como desigualdades y las priorizamos. Ahora hay quienes dicen que vamos a quedar tan mal después de esta disaster que la gente no va a tener ganas de salir a protestar. Hay otros que dicen que esto crea escenario perfecto para que escale, porque quedó además truncado el proceso de resolución, el acuerdo nacional para entrar en la discusión constitucional. Pero a mí me parece como socióloga que tenemos un cóctel bastante intenso como para que vuelvan las protestas de distintas formas. La medida perfect de la cual han hablado mucho es un ingreso universal, que es un tema que está rondando a nivel internacional hace varios años, pensado quizás no tanto en un contexto de pandemia, sino en un contexto de aumento de desempleo por robotización, por guerras, por desplazamiento de poblaciones o cambio climático, que obliga a cerrar parte de la economía. En informe de PNUD, establece Dante Contreras, Director COES y profesor titular de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile, detallaba además la falta de dignidad social y maltrato, como parte de la desigualdad.

desigualdad de clase

“Tal vez lo más sorprendente, según los estándares mundiales, es que el sistema escolar de Chile no funciona bien ni siquiera a nivel de la élite, para quienes fue diseñado –señaló en una reciente conversación con Revista de Educación-. El 10% de los estudiantes más desfavorecidos en Shanghai supera al 10% de los estudiantes más privilegiados de Chile. La diferencia clave entre estos dos sistemas de educación es que Shanghai ofrece a todos sus alumnos el tipo de oportunidades educativas que Chile se reserva para sus niños más ricos. Muchos países han demostrado que ambas, calidad y equidad de la educación, pueden mejorar significativamente”. El trabajo del PNUD destaca que un punto de partida en esta desigualdad, en cierta forma fue la asignación de tierras realizada en la colonia a españoles y sus descendientes blancos, el inicio de la clase alta chilena.

Sin embargo, la luz al last del tunel sí existe, ya que San Miguel y Talca han demostrado que el presupuesto no lo es todo a la hora de focalizar y gestionar de manera correcta los recursos, cumpliendo no sólo con las expectativas de sus habitantes, sino también con la posibilidad de proyectarlos en el tiempo. Si bien es cierto que disminuir la brecha de los salarios es parte importante de las políticas económicas de los gobiernos, creer que la desigualdad se evapora sólo con crecimiento sería un error. El Índice Global de Movilidad Social del Foro Económico Mundial demuestra que incluso en las economías más robustas, como las de Estados Unidos o Francia, las disparidades en el acceso a la tecnología, educación o salud pueden alargar incluso por 6 generaciones o más el salto desde la pobreza hacia el estrato medio. Por otra parte, el New York Times, recientemente publicó una columna que enluta aún más el desolador panorama sanitario que aflige a los norteamericanos, ya que pone el dedo en la llaga sobre las desigualdades sociales que hoy resaltan a la vista debido al virus.

Es decir, este trabajo explora el potencial vínculo entre las políticas de educación pública y la reproducción de la desigualdad social entre las personas una vez que abandonan el sistema formal de enseñanza. En primer lugar, la modalidad de la escuela donde se estudia no posee efectos directos sobre el logro ocupacional de los individuos. Esto es concordante con la investigación existente sobre la efectividad escolar de las instituciones públicas y explicit subvencionadas en Chile (Castillo et al. 2011) en el sentido de que, dada una posición inicial pareja, las escuelas públicas entregarían una formación y capacitación de calidad comparable que sus contrapartes. No encontramos, entonces, evidencia de que la gestión pública de las escuelas represente una desventaja en sí para los estudiantes. Esto no implica que la magra situación de la educación pública en Chile no sea insatisfactoria, respecto de lo que existe abundante evidencia comparativa, sino por el contrario implica que la educación explicit subvencionada no está obteniendo un desempeño superior.

Por otra parte, se produce una ruptura entre las élites conservadoras de aquel entonces con congregaciones católicas históricas del país (Jesuitas y Sagrados Corazones) que apoyaron la reforma agraria y que se ligaron a movimientos más progresistas al interior de la iglesia católica. Gran parte de la literatura tiende a converger en que estos colegios poseen currículums amplios, que abarcan diferentes conocimientos y, a su vez, diversas áreas del desarrollo humano (deportivas, artísticas, idiomas, and so on.), orientados al desarrollo de capacidades analíticas, de conceptualización y de trabajo destinado a la dirigencia. Ciertamente hay muchos otros aspectos a considerar, si se tiene en cuenta la devaluación de la institucionalidad política, el empoderamiento de las comunidades y los cambios que trae consigo la automatización del empleo y la revolución digital.

Eso es un horizonte y quizás esta pandemia nos va a obligar a pensarlo, porque la alternativa es hambruna. Yo estoy muy consciente que la medida del ingreso universal por un tiempo limitado o por más tiempo aún es bastante utópica, pero ya estamos avanzando con el ingreso de emergencia que se les va a dar a las familias chilenas, que, aunque no permite vivir es un avance. Antes de la pandemia sabíamos que había mucha informalidad en el caso de Chile, es decir, las cifras están alrededor del 30 por ciento, pero no es que haya aumentado bruscamente la informalidad el último tiempo. Hay cifras del INE que mostraban una informalidad de alrededor del 27 o 28 por ciento en 2017, con una cifra un poco más alta en el caso de las mujeres.

Así lo ha puesto de manifiesto la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), que actualmente reúne a 34 países que en su conjunto representan el 80% del PIB mundial. En este capítulo Andrea Repetto, economista y académica presenta una clase sobre la desigualdad de género en nuestro país. Consultadas las personas sobre las razones, la clase social (43%) y ser mujer (41%) aparecen, a substantial distancia de todas las demás, como las razones más frecuentes de la experiencia de malos tratos. La profunda desigualdad económica y social que se ha generado en nuestro país ha impactado también en cómo nos relacionamos cual sociedad. Otros temas que estamos viendo, de los cuales no soy especialista, son los temas de la violencia intrafamiliar y los femicidios, la recarga laboral, la repartición del trabajo remunerado y no remunerado. Nuestro sistema de protección social está muy precarizado, esperemos que después de esta crisis seamos capaces de replantearnos cómo financiar un buen sistema sanitario, de salud, de educación, de jubilaciones y de repartición del trabajo, en base a un sistema solidario.

«Estructura social que se perpetuó a través de la hacienda, la cual dividió a la sociedad en patrones, empleados, inquilinos y peones con diferencias de recursos y poder muy significativas. Desde entonces la brecha de ingresos ha oscilado en distintos momentos, pero a la larga se ha mantenido bastante estable desde mediados del siglo XIX», dijo el documento. En las comunas investigadas, la expansión de las oportunidades educacionales y el aumento de la cobertura educacional ha sido desarrollada de un modo diferencial para pobres, ricos, vulnerables, no vulnerables, sujetos con una gran herencia cultural, sujetos que poseen una herencia acquainted deficiente, mujeres y hombres. Se ha hecho patente a lo largo de estos cuatro años la perpetuación de la desigualdad de los privilegios educativos para ciertos segmentos de la sociedad. No queda duda por lo tanto que, tal como planteó Bourdieu, la escuela tiende a reproducir la desigualdad anteriormente generada a partir de la diferenciación de posesión de capitales económicos y culturales, potenciando a los/ las que están mejor dotados por privilegios sociales, y manteniendo la desaprobación a los/las que tuvieron peor suerte. El autor se refirió a los seis nudos de reproducción de la desigualdad que se identifican en el libro y que son los que debieran atacarse para revertir la brecha socioeconómica. Entre ellos mencionó que el capital y los ingresos están muy concentrados en un conjunto de grupos económicos; que el Estado está insuficientemente involucrado en tareas de redistribución y provisión de seguridades para los ciudadanos; y que nuestro sistema educativo altamente segmentado no permite asegurar la suficiente igualdad de oportunidades.

Al analizar el porcentaje de estudiantes que se ubica en el 20% más elevado a nivel nacional por dependencia, se observa que 60% en los colegios pagados alcanza este nivel, 16% de aquellos en educación particular subvencionada y 10% de la educación pública. En línea con la investigación internacional, la evidencia chilena respecto del rol de las familias no se acota solo a la elección de escuelas, sino también al proceso de acompañamiento, el que, tal como lo muestra Gubbins (2014), consiste en diversas estrategias educativas pedagógicas (profesores particulares) y extracurriculares (deportivas, recreativas, and so on.). La desigualdad es un desafío ético porque implica una injusticia, ya que todos tenemos una dignidad por ser personas y el derecho a participar de los bienes y servicios que se producen en la sociedad; y es injusta porque esta realidad podría ser distinta mediante políticas públicas. Desde la tradición del pensamiento social cristiano, san Alberto Hurtado define la justicia social como “aquella virtud por la que la sociedad, por sí o por sus miembros, satisface el derecho de todo hombre a lo que le es debido por su dignidad de persona humana”. La desigualdad socioeconómica puede entenderse en relación con las diferencias en la vida social de las personas, las que implican ventajas para unos y desventajas para otros.

Noticias Pobreza Y Solidaridad Fue El Tema Del Coloquio Organizado Por Pedagogía Media En Religión Católica Universidad De Los Andes

De acuerdo con las estimaciones más recientes, el 17% de la población del mundo en desarrollo vivía con menos de US$1,25 al día en 2011, cifra inferior al 43% de 1990 y al 52% de 19811. Y como refuerzo al enfoque de pobreza multidimensional, para hacer frente a las condiciones estructurales que dejan a las personas atrás, tenemos que entender los diferentes tipos de desigualdades a los que se enfrentan. La desigualdad no es solo un problema en si mismo, tiene efectos negativos sobre la capacidad de crecimiento para reducir la pobreza. Es decir, la desigualdad alta refuerza la persistencia de la pobreza extrema, ya que fomenta una tasa inicial mayor de pobreza que, a su vez, genera más pobreza. Y es cierto que la comunidad internacional lleva muchas décadas afrontando los procesos del desarrollo y del subdesarrollo, del conflicto y, más recientemente del cambio climático. Una respuesta que debe ser política, económica, social, medioambiental y ética, en definitiva, una respuesta de desarrollo humano y sostenible.

Pero en el aspecto simbólico de la exclusión y la marginalidad, se mantiene la misma pobreza y quizás con mayor profundidad que ayer. Esta profundización de la pobreza se explica en la instalación y mantención de un modelo donde se estimuló la ansiedad del estatus, de tener unos bienes materiales que te iban a dar felicidad y permitir tu desarrollo. Hoy lo que diferencia a la comuna es el camino que han tomado muchas familias, muchas personas, para obtener esos bienes. Estos ciclos de alza y baja pueden observarse a través de la evolución del coeficiente de Gini, el cual es un indicador que se encuentra entre 0 y 1, donde un mayor número indica más desigualdad en la dimensión de los ingresos. Llama la atención que en ningún período de nuestra historia el coeficiente haya estado en un nivel comparable a los que muestran los países actualmente más desarrollados (figura 1).

Es preciso advertir que incluso los países más igualitarios exhiben algún grado basal de desigualdad vinculado a la división del trabajo, la que requiere pagos diferenciados acorde a la complejidad de las ocupaciones o para el fomento de actividades que están sujetas a un considerable nivel de riesgo, como la innovación y la labor empresarial. Asimismo, la búsqueda de la igualdad no supone eliminar la diversidad de valores, preferencias y capacidades que nos distinguen como personas. Las políticas que sacan a la gente de la pobreza son distintas a las que les mantienen fuera de la pobreza, por eso deben estar bien informadas de los riesgos y ser implementadas teniendo en cuenta la necesaria capacidad de recuperación frente a los shocks.

pobreza moral

Mas específicamente, me baso en una investigación que realicé hace casi diez años para mi memoria de pregrado en antropología social en la Universidad de Chile acerca de los discursos de la pobreza por parte de la elite económica (ver Bowen 2013, 2015). Sorprendentemente, los hallazgos de dicho estudio siguen vigentes para comprender el actual y difundido discurso de la flojera en la sociedad y en el debate público chileno. La vida en deuda nos invita a conocer las vidas y el mundo de una población en Santiago. Siguiendo relaciones familiares y barriales durante una década, entre 1999 y 2010, Clara Han ilumina la manera como las políticas del Estado orientadas hacia la pobreza, salud psychological y derechos humanos, se desenvuelven y fueron transfiguradas en las vidas íntimas de sus interlocutores. Su descripción pone atención e importancia en la vida cotidiana, marcada por la precariedad laboral, la enfermedad y el endeudamiento económico, pero también marcada por el amor y el cuidado. Los discursos de “autocuidado” y “autorresponsabilidad” que promueven las políticas sociales y de salud presumen un individuo soberano, moralmente autónomo y transparente, lo que se opone a las determinantes sociales de “los pobres”, quienes deben despojarse de tales determinantes para ser “libres”.

Una economía que surja, no de la razón, de los cálculos y de las estadísticas, sino de la pasión, de la compasión y más aún del amor por el otro (Nussbaum, 2014). Sostuvo que «lógicamente que se sabía que la disaster iba a impactar de alguna manera, por ello, mejor busquemos los mecanismos para enfrentar la situación y no solo descalificar hacia atrás».

Y que nos recordó, esta semana, la ONG Techo, a partir de la publicación de un nuevo catastro de las personas instaladas en asentamientos precarios en Chile. El contexto de exclusión social y violencia generan situaciones traumáticas que afectan en el consumo de alcohol y drogas… Comenta que quienes seleccionaron a los 300 niños y niñas que ingresaron al centro abierto y a la sala cuna Monseñor Santiago Tapia del Hogar de Cristo y que aún funciona en la población El Castillo fueron las dirigentes de las ollas comunes. –Cuando llegamos aquí a La Pintana, con el Hogar de Cristo, había dos religiosas de Estados Unidos y gente de distintas congregaciones que coordinaban unas veinte ollas comunes. Esas ollas se sostenían con lo que conseguía la Vicaría de la Zona Sur y, principalmente, por lo que quedaba después de la feria y los huesos de las carnicerías.

Pero esta condición no se remite solo a diferencias en calidades de vida, ya que tiene asociado un conjunto de problemas que implican, especialmente, trabas a la justicia, a la convivencia y al desarrollo económico. Chile ha sido un país de muchas diferencias sociales a lo largo de toda su historia. Al igual que otras naciones de América Latina, su origen se remite a la Colonia, cuando se constituyeron las instituciones que la inician, como la concentración en la propiedad de la tierra y la relación jerárquica entre la clase alta y el bajo pueblo. Incluso los países más equitativos exhiben algún grado basal de desigualdad vinculado a la división del trabajo, la que requiere pagos diferenciados acorde a la complejidad de las ocupaciones o para el fomento de actividades que están sujetas a un appreciable nivel de riesgo, como la innovación y la labor empresarial. Implementar sistemas nacionales apropiadas de protección social y medidas para todos, incluidos pisos, y en 2030 lograr una cobertura sustancial de los pobres y los vulnerables. Frente al enfoque más estructural definido por la pobreza-desigualdad y exclusión, para afrontar la vulnerabilidad nos referimos a un enfoque dinámico.

Y este combate no se logra creando guetos ni construyendo murallas, sino rompiendo el gueto y la muralla principal que es el egoísmo. La pobreza como virtud implica no dejarse encadenar por los mecanismos de la sociedad consumista en la que ahora vivimos, que lejos de liberarnos nos esclaviza a las cosas. Vivimos en una sociedad donde el amor por las cosas (automóviles, teléfonos, artefactos tecnológicos, and so forth.) es más fuerte e importante que el amor por la vida y por las personas.

Toda derivación a partir de esta obra deberá citar la fuente además de ser compartida bajo los mismos términos. Se permiten derechos comerciales no lucrativos sobre sus contenidos.TS Cuadernos no se arroga ningún derecho sobre la producción publicada, salvo la exigencia que la misma sea inédita. Los y las autores mantienen la propiedad intelectual, y el derecho a copia lo pueden ejercer libremente solicitándoseles sólo la deferencia de indicar fuente de publicación original. Una tercera tendencia, fue la corriente socialista, impulsada por sectores pertenecientes a la clase trabajadora. Para este sector, los problemas sociales fueron consecuencia de la propia existencia del Estado liberal y del sistema capitalista; y declararon que su solución no pasó por la acción caritativa de la clase dirigente ni por las medidas de corte proteccionista que reclamaron algunos liberales, sino que radicó en la acción y el poder autónomo de los propios trabajadores. Heidegger al analizar el verso del poeta hace la diferencia entre lo material y lo espiritual.

Los Jóvenes En España Recuperan El Nivel Económico Prepandemia, Pero Su Desempleo Dobla La Media Europea, Según La Fad

“Milei está gobernando hacia el mercado y de espaldas a la sociedad”, advierte el economista Juan Manuel Telechea. Los bonos argentinos suben, el riesgo país ha bajado hasta su nivel mínimo en nueve meses y el Banco Central acumula ya más de 9.000 millones en reservas. Argentina registró en enero superávit financiero por primera vez desde 2012, y este dato positivo creó “una falsa sensación de éxito”, según Telechea. Este experto cree que es poco sostenible —”¿cuánto más se van a poder recortar programas sociales y jubilaciones?

Se podrían dar otros ejemplos de las formas en que la política se vería afectada al dar un papel central a la distribución del ingreso en los esfuerzos para reducir la pobreza. Los programas de empleo, en explicit, tendrían un mayor énfasis porque, como Khan (2005) y otros han sostenido, la expansión del empleo parece tener un mayor impacto en la reducción de la pobreza absoluta a través de su impacto en la distribución de los ingresos que a través de su impacto en el crecimiento. El reconocimiento de la importancia de la distribución del ingreso en la reducción de la pobreza puede provenir de ver esta capacidad de respuesta de la pobreza absoluta a una distribución más equitativa del ingreso.

En el eje del florecimiento humano es donde puede desarrollarse la reflexión sobre las «necesidades y capacidades humanas» que, a su vez, debe fundamentarse en una discusión sistemática sobre la «esencia humana». La identificación de los pobres es una operación de corte (la definición del umbral) en el eje del nivel de vida, en el cual sólo se consideran los elementos económicos de las necesidades y capacidades humanas. Estos son los temas que se desarrollan en la primera parte de este ensayo, apoyándose, entre otros, en las concepts de Marx (tal como las ha interpretado Giörgy Markus) y en las de Abraham Maslow, mientras en la segunda se presenta un esquema preliminar de los elementos determinantes del florecimiento humano. Por otro lado, hay un creciente reconocimiento de la importancia del impacto de la distribución del ingreso en la pobreza en los países de bajos ingresos, incluso en el contexto de una definición de pobreza absoluta. Si el crecimiento económico va acompañado de la igualdad de la distribución del ingreso, la pobreza absoluta (medida por los 2 dólares por día) se cut back más que cuando el crecimiento ocurre sin la ecualización.

Si bien, como se señaló anteriormente, las recomendaciones del informe no tienen en cuenta las cuestiones de distribución que crean barreras para el cambio, su enfoque sobre la solución técnica también oculta los impactos distributivos de sus programas preferidos —de su receta, en explicit, para una nueva revolución verde. En gran medida, los pobres son pobres porque no tienen poder, y no tienen poder porque son pobres. Cuando se considera el poder, el foco de la política económica muda hacia cuestiones como la reforma agraria y el management efectivo de las acciones del Estado, es decir, de los factores subyacentes que determinan el gasto en salud, educación y otros servicios sociales. El problema de la pobreza, entonces, se plantea como un problema socio–político, no simplemente como un problema técnico. Los cambios técnicos pueden producir cambios en las relaciones socio–políticas, y esa es una de las razones, además de sus repercusiones directas, por la que a menudo son buenos esos cambios. Sin embargo, las soluciones técnicas tienen menos probabilidades de ser eficaces, cuando se aplican sin tener en cuenta las relaciones de poder —de lo que se hablará más en la sección IV).

La pobreza es considerada dentro del concepto de lo relativo solo en la medida en que la norma que sirve para definirla se relaciona a un contexto determinado (ya sea político, social, económico y hasta cultural) y se refiere a una determinada escala de valores, asociada a un estilo de vida. Por ejemplo, no es aplican las mismas escalas y variables para definir y medir la pobreza en algún país de América Latina, que hacerlo en un contexto como el estadounidense. Por otro lado, a partir del establecimiento del modelo económico capitalista, la forma de entender, conceptualizar y estudiar la pobreza toma nuevas direcciones. Dado que los pobres no tienen un lugar establecido en el sistema de producción, es decir, producen pero no al mismo nivel de lo que pueden consumir, carecen de oportunidades claras para hacerse visibles, o al menos, de ofrecer una opinión sobre su condición de precariedad, sobre sus intereses, sus necesidades o algún aspecto personal.

Y algunas formas de instituciones sociales que aumentan el poder de los pobres son un componente necesario para el alivio de la pobreza —y las cooperativas parecen un buen candidato para esta función. Depende de un conjunto de arreglos sociales y políticos —el capital social, la movilización social, la organización colectiva y la toma de decisiones y el fortalecimiento de las comunidades mencionadas por Banuri—. Hay programas que pudieran promover tales arreglos, programas que tienden a mejorar la distribución del ingreso y el poder en los países de bajos ingresos y con ello contribuir de manera significativa a la reducción de la pobreza. […] A pesar de su éxito para aumentar la oferta agregada de alimentos la Revolución Verde, en cuanto enfoque de desarrollo, no se ha traducido necesariamente en beneficios para los estratos más bajos de la población rural pobre, en términos de una mayor seguridad alimentaria o mayor oportunidad económica y bienestar [… Por supuesto, las normas sociales o las normas por las que se determinan las necesidades de la gente rara vez son claras, y la forma en que son establecidas es compleja. ¿Las necesidades de los que se ubican en la media están determinadas por las de quienes están encima de ellos, mientras que las necesidades de las personas en la parte inferior están determinadas por lo que tienen los del centro?

situación de pobreza se caracteriza por ser moderada. Mientras que las pobreza extrema se identifica en su mayoría con zonas rurales, aunque el numero de pobres sea menor con relación a las zonas urbanas, iniciándose un fenómeno de urbanización de la pobreza.

pobreza segun autores

A la postre, este avance conceptual llevó nada más y nada menos que a la elaboración del índice de desarrollo humano (IDH), que ha marcado sin dudas un clivaje en la historia de la medición de bienestar de los países, dando lugar a la elaboración de políticas públicas más consistentes con las diferentes realidades. Martha Nussbaum, por su parte, retoma el planteamiento de Sen desde una mirada feminista que pone en el centro de la cuestión social a las mujeres y los niños, haciendo énfasis en los países en desarrollo, lo que marca el comienzo de una nueva era en las postrimerías del siglo XX. La legitimación11 de las necesidades humanas básicas y sus satisfactores y necesidades intermedias descansa en el modelo biomédico y en los derechos humanos, respectivamente. De este modo, Doyal y Gough también adhieren al liberalismo político, en cuanto a que consideran que debe existir necesariamente una serie de premisas políticas para el correcto desarrollo de las personas y para la optimización de la satisfacción de las necesidades básicas. Desde el liberalismo económico, se podrían realizar fuertes críticas a la teoría de las necesidades humanas, en la medida en que la presencia de K determinando las necesidades humanas básicas y sus satisfactores sería, en el mejor de los casos, una violación flagrante a la libre elección de los individuos.

personas pobres, sin embargo, es importante contar con una medida que indique la extensión y situación real de la pobreza. Dentro de las ventajas que ofrecen las diferentes medidas de pobreza es la facilidad para comparar entre distintas

Por un lado, se hace referencia a las capacidades que poseen los individuos y, por otro lado, las restricciones de la estructura social que limitan las capacidades y libertad con las que cuenta un individuo. La Investigación Crítica debería ocuparse de la indagación sobre la pobreza y desigualdad como la primera de estas líneas de investigación empírica que es posible, es decir, que intelectual y socialmente tenemos la capacidad de abordar, y que es necesaria para el desarrollo de una crítica a las condiciones que obstaculizan la autorrealización humana. La pobreza rural y la pobreza urbana se originan por procesos distintos pero relacionados, y lo más importante, la forma de combatirla también será por medio de mecanismos diferenciados, ya que las maneras de satisfacer las necesidades de

Representaciones Sociales De Los Jóvenes En Situación De Pobreza Y Riesgo De Deserción Escolar De La Educación Media En Chile: Un Estudio De Casos Relevantes

En junio de 2017, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, PNUD, publicó el libro «Desiguales. Orígenes, cambios y desafíos de la brecha social en Chile», el que dio a conocer las enormes brechas que existen en nuestro país. No es coincidencia, entonces, que en nuestra encuesta solo una de cada tres personas del primer quintil de ingresos pensara que contaría con ingresos suficientes en la vejez para cubrir sus necesidades básicas. En el mediano plazo, probablemente habrá que discutir elementos más estructurales del sistema de seguridad social, discusión que le corresponde a las instituciones políticas”. De acuerdo con los datos para 2015 del Banco Mundial, en Chile la esperanza de vida al nacer es de seventy nine años en promedio, siendo de 77 para los hombres y 81 en el caso de las mujeres, encontrándose sobre el promedio mundial (72 años, 70 para hombres y seventy four para mujeres). Actualmente, en contraposición del año 1990, no existen grandes brechas entre la esperanza de vida de una u otra región, siendo esta de 2 años en 2015 y 5 años en 1990 (ver Gráfico 11).

situación de desigualdad social

Es imperativo que la distribución de la riqueza en Chile sea más equitativa; que el crecimiento económico sea más inclusivo y que se facilite la movilidad económica y social de la población chilena. Para alcanzar este mayor nivel de desarrollo y por ende el mejoramiento de la calidad de vida de la población, es necesario que el proceso hacia la equidad considere las diferencias territoriales del país. Una realidad que no se condice con la del 10% más afluente, cuyo nivel de vida es propio de un país desarrollado.

En efecto, en Chile las personas que toman decisiones tienden a escogerse desde un subconjunto bastante reducido de la sociedad. Los mecanismos de reproducción de los segmentos de altos ingresos, particularmente mediante la educación, tienen mucho que ver con esto”. Para reducir la resistente desigualdad, son necesarias más políticas distributivas, junto con las redistributivas, que se preocupen a priori de la generación del ingreso.

La situación económica de Chile se caracteriza por la mediocridad; no está en crisis, pero tampoco avanza, situación que no proviene solo del bajo precio del cobre. A continuación, el informe indica que del subcomponente del gasto que se canaliza en los fondos de seguros de salud -que suma el 6,9% del PIB- un 2,4% del PIB está constituido por cotizaciones a fondos privados y gasto de bolsillo de afiliados a los seguros privados. Por otra parte, el financiamiento de los beneficiarios de FONASA concentra el four,5% del PIB, que incluye las cotizaciones, los gastos de bolsillo y el aporte fiscal. La suma de estos financiamientos representa aproximadamente el 7% del PIB de Chile, y el informe concluye que la principal fuente de financiamiento de la salud proviene del gasto de las familias. El informe explica que en Chile el gasto en salud se financia por medio de las cotizaciones legales y obligatorias de los trabajadores, equivalente al 7% del sueldo; estas cotizaciones se colocan en fondos de seguros de salud que se diferencian entre uno público (Fondo Nacional de Salud, FONASA) y otros privados (ISAPRE). Salud Un Derecho señala que los afiliados a los seguros privados de salud aportan montos adicionales de su sueldo para cubrir los planes de salud privados que son más caros.

Sin embargo, a pesar de estos buenos indicadores, Chile es un país que presenta una gran desigualdad, con un Índice de Gini de forty four,four el año 2017 ( Banco Mundial, 2020a) y un Coeficiente de Palma del 2,6 ( UNDP, 2020b). Ahora, para entender de mejor forma estos valores, cuando se compara a Chile dentro de un grupo de 165 países, este se encuentra en la posición número 35 de los países más desiguales, compartiendo puesto con Filipinas y a tan solo 0,1 de Zimbabue, según los últimos datos obtenido para cada país ( Banco Mundial, 2020c). Asimismo, en términos del Coeficiente de Palma, Chile comparte el puesto 23 de los países más desiguales junto con Nicaragua y las Islas Seychelles, dentro de un grupo de 152 países ( Human Development Reports, 2019). De todos modos, el Banco Mundial ( 2016 ) indica que las cifras chilenas pue-den estar subvaloradas, por cuanto hay poca representatividad de los hogares con mayores ingresos en las encuestas que proporcionan la información necesaria para calcular estos índices. Pero no solo existe una concentración económica en Chile, sino también política, poblacional, de los recursos y del sector industrial. En consecuencia, el país se encuentra en una época de constantes protestas sociales de diversa índole y es cada vez más frecuente que las regiones se manifiesten en contra de un Gobierno central, que no ha sido capaz de satisfacer las necesidades de un territorio tan heterogéneo como Chile (Mieres, 2015).

Las capacidades de las familias para llevar a cabo su cometido educativo no están equitativamente distribuidas, puesto que la pobreza, el nivel educacional de madres, padres o cuidadores, y su capital social influyen en el desarrollo y el desempeño escolar de niñas, niños y adolescentes. Así, estas movilizaciones continuaron hasta el Estallido Social del año 2019, don-de los/as chilenos/as se tomaron las calles debido a un malestar generalizado, entre otras causas, por la desigualdad del país, demandando un cambio profundo en este, el cual logró un acuerdo para cambiar la constitución que rige a Chile ( Güell, 2019 ). Las causas de estas inequidades son múltiples, con factores que van desde la gran brecha de oportunidades que existe en el país, a su estructura productiva e incluso el rol del Estado (PNUD, 2017). No obstante, el objetivo de este artículo no es el de determinar los orígenes y fundamentos de la desigualdad en Chile 5 , sino que examinar qué concepto de desigualdad está justificando el plan de acción del país respecto del ODS 10 sobre desigualdad en el país y entre los países. Otra crítica que ha recibido este objetivo tiene que ver con que no cuenta con un organismo temático o institución a nivel internacional para dirigir acciones en pro de este mismo, como tampoco para financiarlo ( Donald, 2017). Por lo tanto, se corre el gran riesgo de quedar rezagado al no existir muchas herramientas a nivel internacional para abordarlo (Donald & Lusiani, 2016).

La ciudadanía quiere mayoritariamente que el Estado se haga cargo de un conjunto de temas claves para la sociedad, mientras que la elite económica, por el contrario, prefiere un Estado que no asuma tal responsabilidad. Los Estados Partes que aceptaron las normas de la Convención deben convertir estas normas en una realidad para todas las niñas y niños en sus respectivos ordenamientos jurídicos de manera que no puedan contravenir o impedir el disfrute de estos derechos. Los gobiernos de manera periódica deben presentar informes sobre los progresos en el cumplimiento de todos los derechos. Para la efectividad de su cumplimiento, los derechos que no pueden ser cedidos en favor de otro/a, son de carácter common, ya que aplica para todos los niños y niñas, son indivisibles, ya que no puede solo aplicarse unos derechos y otros no, y no hay un derecho que sea más importante que el otro. Más estratégicamente, se ha utilizado activamente la tecnología de la información y las comunicaciones (TICs) para desarrollar contenidos y aplicaciones, ampliando la oferta educativa a través de los medios de comunicación, apoyando a niñas y niños para que sean capaces de continuar y disfrutar su proceso de aprendizaje.

Para exponer la situación de Chile en el mundo, la (Tabla 1) muestra una comparación con los países de mayor y menor PIB per cápita. En los últimos puestos se encuentran países del continente africano, donde el PIB por persona más bajo corresponde a la República Centroafricana, siendo tan solo zero,03 veces el de Chile. Chile es un país largo y angosto, ubicado al sudoeste de América Latina, limita al norte con Perú, al noreste con Bolivia y al este con Argentina. De acuerdo con la Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional (CASEN) de 2015, el país tiene una población de más de 17,5 millones de personas3, de las cuales un 87% vive en zonas urbanas.

Al considerar la pobreza multidimensional, nuevamente la región de La Araucanía es la más susceptible, pero en este caso seguida por dos regiones del norte del país, Atacama y Coquimbo. Solo cinco de las 15 regiones se encuentran por debajo del promedio nacional evaluando ambos tipos de pobreza (Magallanes, Aysén, la Región Metropolitana, Antofagasta y Tarapacá). Por su lado, La Araucanía sobrepasa los promedios nacionales en ambos casos, y se observa que la diferencia entre ambos tipos de pobreza no es tan amplio, por lo que se infiere que el ingreso es la mayor causa de pobreza en este territorio, lo que se avala con el resultado del PIB per cápita expuesto anteriormente.