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Alimentación, Salud Y Pobreza En Áreas Marginadas Urbanas: Caso Veracruz-boca Del Río, Veracruz, México

Nuestras pruebas llevan a concluir que 18 de los 22 productos de la canasta alimentaria son inelásticos. Es decir, son productos que los hogares tienden a seguir consumiendo a pesar de que se incrementa su precio. Entre estos productos destacan el huevo, los aceites, las verduras, los tubérculos, el frijol, las frutas frescas y los productos derivados del trigo, con las menores elasticidades, lo cual sugiere que la estrategia de los hogares consiste en “proteger” el consumo de estos bienes ante cambios adversos en el entorno. En el extremo opuesto se identifican productos como la carne de cerdo, las carnes procesadas, los pescados frescos y la leche, que los hogares dejan de consumir más que proporcionalmente cuando se aumenta su costo.

construirse diferentes indicadores. Cada país, de acuerdo con los objetivos definidos y las técnicas utilizadas en la elaboración de la canasta, decidirá qué indicadores serán los más útiles.

pobreza y poco acceso a los alimentos

El problema global del hambre y la inseguridad alimentaria ha mostrado un aumento alarmante desde 2015, una tendencia exacerbada por una combinación de factores que incluyen la pandemia, los conflictos, el cambio climático y la profundización de las desigualdades. En 2022, aproximadamente 735 millones de personas (o el 9,2 % de la población mundial) se encontraban en estado de hambre crónica, un aumento vertiginoso en comparación con 2019. Además, se estima que 2400 millones de personas se enfrentaron a inseguridad alimentaria de moderada a grave en 2022; lo que significa que carecen de acceso a una alimentación suficiente. El persistente aumento del hambre y la inseguridad alimentaria, impulsado por una compleja interacción de factores, exige atención inmediata y esfuerzos globales coordinados para aliviar este desafío humanitario crítico.

de mano de obra, entre otros (plausibles de ser modificadas). Por su parte, las asimetrías en materia de políticas públicas son aquellas vinculadas con los incentivos fiscales, los programas de promoción de inversiones y exportaciones, el financiamiento preferencial, la política monetaria, los subsidios gubernamentales, entre otras medidas de política económica (Granato, 2016).

La información se analizó utilizando una metodología deductiva seleccionando los temas de interés que definieron la extracción de información. Es necesario evaluar el impacto de las medidas implementadas y monitorizar el efecto de la pandemia en la población con el fin de mejorar las medidas existentes o implementar otras nuevas. Perfila Alimentario de una población rural de Michoacán y su asociación con obesidad, diabetes e hipertensión.

En ausencia de redes de protección social se observó una disminución en el gasto de alimentos debido a la disminución en los ingresos de los hogares2. En términos económicos durante el año 2020 en LAC, se observó una caída del 7,1% del PIB6, mientras que, para Chile, esta caída fue de un 5,8%7. Las repercusiones políticas y socioeconómicas que tuvo el “estallido social” ocurrido en octubre del año 2019 trajeron como consecuencia un aumento en la tasa de desempleo a 7,5% y una disminución de los ingresos en los hogares8,9. 12Debido a que las ENIGH están elaboradas para ser representativas para cada uno de los seis grandes rubros de ingreso, una descomposición en la que n corresponde precisamente a estas 6 fuentes, tiene significación estadística. Sin embargo, para desgloses más finos de las fuentes de ingresos, la significación estadística no está garantizada debido a que las encuestas no son representativas forzosamente para cada uno de los subrubros de ingreso identificados. Por tanto, los resultados presentados a continuación para subrubros de ingreso deben de ser considerados como efectos en términos contables, y no forzosamente como efectos de significación estadística.

En este nivel mínimo de ingreso o consumo necesario para satisfacer las necesidades básicas, un elemento fundamental es la proporción que corresponde al gasto en

Los restantes bienes inelásticos, que presentan valores entre -0.8 y -1, son la azúcar y las mieles, los alimentos preparados para consumir dentro del hogar, las bebidas no alcohólicas (incluyendo los jugos, refrescos, and so forth.), la tortilla de maíz, los productos derivados del trigo, el arroz -que incluso tienen elasticidades un poco mayores a -1 en algunos años-, los cereales y la carne de pollo. El queso fresco y los derivados de la leche también se encuentran en este grupo, aunque con elasticidades muy cercanas a -1. Los resultados por tanto sugieren que los hogares responden de manera menos que proporcional al consumo de estos productos ante un cambio en los precios. Sin embargo, su sensibilidad es mayor a la observada en el primer grupo de alimentos mencionados en el párrafo anterior. Los productos que presentan una elasticidad mayor a -1 son la carne de cerdo, las carnes procesadas, los pescados frescos y la leche. En este caso ante incrementos en los precios unitarios, los hogares responden más que proporcionalmente reduciendo su consumo.

Para los propósitos de este documento hemos utilizado la metodología unique explicada en Székely (2006) para mantener la compatibilidad con los datos anteriores a 1992 y así ofrecer el panorama más amplio posible de la evolución de la pobreza alimentaria. Sin embargo, es importante destacar que las tendencias entre 1992 y 2010 no se modifican cuando se utiliza la nueva metodología, por lo que nuestros resultados principales se mantienen inalterados. El primer resultado importante es que de los 22 productos para los que se estima la elasticidad, 18 presentan niveles entre zero y -1, es decir, son productos que los hogares tienden a seguir consumiendo a pesar de que se incrementa su precio. También es importante notar que incluso en este grupo de 18 productos existen diferencias importantes, lo cual sugieren que algunos productos son más “valorados” o protegidos que otros. El hecho de que existan cuatro productos con elasticidad precio entre -1 y -2 sugiere que los hogares mexicanos si presentan una reacción diferenciada entre productos ante una modificación en los precios.

Los datos recientes de la evolución de los precios internacionales de los alimentos llevan a pensar que una estrategia como la que se sugiere puede llegar a constituir un componente crítico de la política social en los años por venir. A primera impresión los cambios en las proporciones sugieren que los hogares en pobreza alimentaria protegieron el consumo de dichos bienes en un contexto adverso de incremento en precios y desaceleración económica. Sin embargo, es importante notar que las modificaciones en las proporciones consumidas pueden deberse a una variedad de factores, incluyendo las preferencias, el cambio en el ingreso, la existencia de mayor información e incluso el incremento en la escolaridad que puede incidir en el tipo de bienes que se prefieren dentro del hogar. Esto obliga a revisar si las políticas sociales de reducción de la pobreza actuales serán suficientes para amortiguar estos potenciales efectos negativos en el bienestar de la población en pobreza alimentaria del país. El conocimiento y análisis del acceso actual a los alimentos que poseen los diferentes