La información recopilada para el desarrollo de este trabajo, se ha obtenido de la base de datos construida en Mieres (2019)1. El trabajo es un esfuerzo necesario para la sociedad chilena, de reflexionar sobre los factores que promueven mayormente las desigualdades, y es un llamado de atención para las autoridades a conocer los efectos del actual modelo de crecimiento económico de Chile sobre la desigualdad. Invita a enfocar la inversión pública en todos aquellos factores que permiten reducir las brechas entre ricos y pobres, logrando de esta manera el anhelado desarrollo inclusivo.
Los expertos también invitan a alcanzar una mejor comprensión de la efectividad de las políticas. Señalan que los ciudadanos están a favor de las políticas que consideran eficaces, por lo que se debe evaluar el impacto de las iniciativas para reducir la desigualdad y facilitar su entendimiento para la ciudadanía. La OCDE afirma que las autoridades deben entender cómo la gente forma sus percepciones, y para esto recomienda lograr una «mejor comprensión del apoyo público a las reformas». «La desigualdad tanto de resultados como de oportunidades es importante para la gente, por lo que tener en cuenta ambos aspectos ayuda a obtener apoyo. No obstante, la gente puede favorecer combinaciones de políticas específicas, en función de sus creencias y preferencias», plantea la nota de Chile. En sólo unos pocos clics, se puede ver dónde estás tú en la distribución del ingreso de tu país.
Por su parte, el sistema de salud presenta problemas, principalmente, por la falta de atención. Grafico 5 Personas en situación de pobreza y pobreza multidimensional (con entorno y redes) 2015. Esta sección busca contextualizar el trabajo, dando una mirada global al país de estudio, Chile, presentando algunas de sus principales características sociodemográficas, contando un poco de su historia política y su evolución a nivel económico. A pesar de que estas cifras pueden ser informativas, siguen escondiendo una heterogeneidad territorial de la que pocas veces se habla.
Los software de procesamiento estadístico más utilizados disponen de módulos específicos que permiten estimar varianzas complejas en función de aquellas variables que identifican a los estratos, los conglomerados, la fracción de muestreo y el factor de expansión establecidos en el diseño de la Encuesta. La información relativa al tamaño muestral y al nivel de error se encuentra detallada en documentos metodológicos de la Encuesta Casen de cada año. La Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional (Casen) es una encuesta a hogares realizada por el Ministerio de Desarrollo Social y Familia (antes Ministerio de Planificación, MIDEPLAN) que es levantada de manera common en el país desde el año 1987. De manera comparable, a los hombres y mujeres jóvenes que con dificultad llegaron a la universidad con la expectativa de lograr una remuneración relativamente alta, al graduarse no les agrada descubrir que, por ejemplo, los sueldos de periodistas y psicólogos aumentan de modo mucho más lento que los de técnicos en computación o de operarios de maquinaria. En efecto, esta frustración es algo subyacente (aunque no siempre de forma manifiesta) en muchas de las últimas protestas estudiantiles en América Latina y en otros lugares del mundo.
Además, las personas de altos ingresos que sí son encuestadas, subreportan sus ingresos, ya sea porque no los conocen con exactitud o porque no desean hacerlos públicos. Se concluirá que el sistema tributario Chileno responde a un pacto social -impuesto, no acordado- que le asigna un rol acotado al Estado tanto en la recaudación como en la corrección de las desigualdades del mercado. En ese sentido, los altos niveles de desigualdad en Chile no son consecuencia inevitable de la economía internacional. Siguiendo al texto Desiguales y a la OECD (2012), se necesita reducir las brechas que existen en la estructura productiva de la economía chilena, que se expresan en circuitos diferenciados de productividad, competencias laborales, salarios y estabilidad en los empleos. Entre las políticas a considerar destacan las que mejoran la productividad vía capacitación, aumentan la participación laboral femenina y reducen las prácticas discriminatorias en el mercado del trabajo; así como un fortalecimiento de todos los niveles del sistema educativo. Un rasgo típico de la desigualdad chilena aparece al inspeccionar el porcentaje de ingresos que acumulan los individuos que están en la cúspide de la estructura social, los más ricos de los ricos.
Por el contrario, una política que empeora la distribución del ingreso se define como regresiva. Si bien estos indicadores aún no alcanzan la relevancia que tiene el coeficiente de Gini en el debate público, en parte porque su disponibilidad es más reciente, hoy son el estándar en el debate académico sobre desigualdad. En un esfuerzo inédito por acercar la evidencia científica al debate público, un grupo de investigadores desigualdad en el siglo xxi crearon una base de datos de acceso abierto que permite un análisis más sistemático de la desigualdad a nivel global. La contrapartida de la concentración en el tope son los bajos sueldos que obtiene la mitad de los asalariados, cuya remuneración es inferior al ingreso que necesita un hogar promedio para cubrir sus necesidades básicas (línea de pobreza). Esto no se traduce en una situación generalizada de
En explicit la inequidad de ingresos es mayor para hogares con jefes hombres de avanzada edad y para hogares de mujeres jóvenes. En la última década, la distribución de ingresos antes de subsidios ha mejorado levemente para los hogares con cabeza mujer (independientemente de su edad), y para los hombres jóvenes, pero no así para hogares con jefes hombres mayores de 60 años. Ahora bien, cuando consideramos subsidios, claramente la política pública (sin considerar un criterio de costo-beneficio) ha mejorado de manera importante la distribución del ingreso para todo tipo de hogar. Pareciera que la mejora es mayor para hogares con jefaturas femeninas más jóvenes y para hogares con jefaturas masculinas de mayor edad (ver Gráfico 2). La figura adjunta muestra la distribución del ingreso medida por el índice de Gini para la OCDE y algunos de sus países.
Por su lado, mantienen su posición relativa, las regiones Metropolitana, de Los Lagos, de La Araucanía, del Biobío y del Maule. Mientras que bajan de posición relativa las regiones de Tarapacá (aunque continúa dentro de las con mayores logros de desarrollo humano), Atacama, O’Higgins y Valparaíso. El PIB per cápita ha sido ampliamente estudiado en la literatura que relaciona el crecimiento económico con la desigualdad de un territorio. Comenzando por Kuznets (1955), cuya teoría sostiene que cuando una economía comienza a crecer, también lo hacen las disparidades, hasta llegar a un cierto punto de desarrollo, donde a pesar del mayor crecimiento económico, las desigualdades van disminuyendo, tomando la forma de una U invertida.
Para reducir la pobreza que aún afecta a Chile, así como la desigualdad, se requiere de buenos instrumentos que puedan identificar, cuantificar y caracterizar, de una forma precisa, a la población más weak del país, de manera de poder aplicar la política pública eficientemente. Bajo este criterio, el Ministerio de Desarrollo Social, encargado de la Encuesta CASEN, a partir del año 2013 utiliza una nueva metodología de medición de Pobreza por Ingresos, tomando en cuenta los nuevos patrones de consumo chilenos e imponiendo estándares más altos que se adapten al actual nivel de desarrollo del país. Asimismo, incorpora la medición de la Pobreza Multidimensional, siguiendo el ejemplo de países más desarrollados. Se observa en la (Tabla 2), que la variable tiempo mejora el ajuste del modelo en todos los casos, destacan los modelos X, XI y XII. De la segunda columna se extrae que el efecto del año 2000 sobre la desigualdad del ingreso fue 0,038 puntos superior, en promedio, al del período base (1994).
Asimismo, la búsqueda de la igualdad no supone eliminar la diversidad de valores, preferencias y capacidades que nos distinguen como personas. La thought de realizar nuevos modelos con la serie CP como variable dependiente surge por los resultados obtenidos tras realizar la prueba VIF a la totalidad de los modelos de modo de evaluar la multicolinealidad de las variables, y los resultados muestran que ninguna de ellas presenta una dependencia entre sí (ver Tabla 4). Por un lado se encuentran los autores que, basándose en los planteamientos teóricos desarrollados por Kuznets (1955), sostienen que ambas variables tienen una relación positiva.
Destacó que “Chile ha hecho mucho progreso”, de hecho, la desigualdad por ingreso ha disminuido de 55% desde el año 2000 a 47% en 2015. Es importante señalar que, aunque la desigualdad de ingresos es un factor significativo en los resultados de salud mental, no opera de forma aislada. La salud mental está influida por una miríada de factores individuales, interpersonales y sociales. Por lo tanto, es esencial una comprensión integral de las experiencias de los pacientes y la interseccionalidad de los diversos determinantes sociales de la salud. Por otro lado, abordar las consecuencias de la desigualdad de ingresos requiere un enfoque multinivel y multidisciplinar que mix la terapia individual con la defensa de un cambio social más amplio. Los psicólogos clínicos podemos colaborar con los responsables políticos y administrativos, las organizaciones comunitarias y otros actores relevantes para abogar por políticas destinadas a reducir la desigualdad de ingresos y promover la justicia social.
La relación cuadrática (parábola) del (Gráfico 2), muestra el ajuste del modelo XII para la relación entre LN (PIB per cápita) inicial y el Gini ultimate. Es decir, una vez descontado el efecto del período, los ingresos del primer y último quintil, la concentración de población indígena, el aporte del sector secundario, la esperanza de vida al nacer y la oferta de educación superior sobre la desigualdad del ingreso. La pendiente negativa viene determinada, por tanto, por el coeficiente de la variable PIB per cápita. Si bien el modelo tiene un ajuste relativamente alto (77,6%), todavía existe cierta dispersión alrededor de los datos, posiblemente por alguna variable omitida (por ejemplo el nivel de apertura económica15).
Mientras que a nivel nacional no hay un gran cambio en la desigualdad en el último período, Tarapacá incrementó su desigualdad en más de un 6%, y por su parte Los Lagos la redujo en casi un 11% (metodología nueva). Estas diferencias son de gran relevancia para la política pública y de acuerdo con Contreras (1999), también para el proceso de descentralización. El autor argumenta que dentro de las posibles causas de las diferencias regionales en el Gini, está que las regiones crecen a desigualdad en general ritmos distintos, además concentran sus actividades productivas en diferentes sectores de la economía. De acuerdo con Wagstaff (2002), a nivel sanitario, los países pobres tienden a presentar peores resultados que los países ricos, y a su vez, dentro de cada país ocurre la misma situación. El autor plantea que la pobreza provoca una salud deficiente por distintas carencias sufridas por las personas más pobres y, a su vez, existe pérdida de ingresos cuando se cuenta con mala salud.