El libro, en el que también trabajaron la economista Denise Falk, su par Rodrigo Herrera y el sociólogo Vicente Silva, reúne estudios existentes, presenta otros nuevas e incluye encuestas y entrevistas para explorar el fenómeno de la desigualdad desde distintas perspectivas. Además usa un lenguaje preciso, pero no especializado, porque aspira a ser de consulta basic y no sólo para técnicos. Este patrón caracteriza a Chile y probablemente a otras sociedades latinoamericanas y es más pronunciado que en otros países del mundo. Probablemente, Chile no es el único, pero en el contexto chileno tenemos una forma de inmovilidad en que la persistencia de la riqueza es mucho más fuerte que la persistencia de la pobreza, y eso difiere de lo que encontramos en otros contextos. Los expertos también invitan a alcanzar una mejor comprensión de la efectividad de las políticas.
En esa comparación con el pasado aparece que el país ha experimentado avances en infraestructura, acceso a bienes y reducción de la pobreza, entre otros aspectos, que se traducen en que al comparar su posición actual con la de sus hogares en el pasado, el 46 por ciento habla de alguna mejora. No es muy ordinary que los estudios académicos en esta área incluyan historias personales y adopten un tono más íntimo, pero el libro lo hace para tratar de responder cómo es vivir en una sociedad desigual desde la experiencia cotidiana. Para ello dividió a la sociedad en clases bajas, medias bajas, medias, medias altas y altas, y se realizaron entrevistas en profundidad con integrantes de cada una en Santiago, Concepción y Valparaíso. También se organizaron ocho grupos de discusión que complementaron los datos de la encuesta PNUD-DES 2016. La asimetría en la distribución del capital y la influencia existe en este territorio desde antes de que Chile fuera Chile, plantea este trabajo liderado por el economista Osvaldo Larrañaga junto al sociólogo Raimundo Frei y el ingeniero y sociólogo Matías Cociña, investigadores del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
La reducción de la desigualdad es una tarea compleja y de largo plazo, que incluye políticas que afectan los ingresos autónomos de los hogares -laborales, educacionales-, así como políticas redistributivas que permiten que el Estado recaude y use recursos para promover el bienestar económico de la población. Estas políticas generales deben ser complementadas desigualdad economica en estados unidos con estrategias más focalizadas y específicas que atiendan las necesidades de sectores pobres, marginados o discriminados. Tal como señalé durante mi última visita a este país, estoy muy impresionado por la ambición de la Reforma que se está realizando, es una oportunidad no sólo para mejorar, sino para realmente transformar la educación”.
Si la interpretación que he ofrecido de la neutralización de los efectos de la suerte es plausible, deberíamos afirmar que no existe desigualdad debida a la suerte. Pero, por otro lado, A sigue estando peor que B sin que se pueda decir que esta desigualdad se debe a la responsabilidad. Las capacidades de las familias para llevar a cabo su cometido educativo no están equitativamente distribuidas, puesto que la pobreza, el nivel educacional de madres, padres o cuidadores, y su capital social influyen en el desarrollo y el desempeño escolar de niñas, niños y adolescentes.
De acuerdo con cifras de ONU Mujeres, cerrar las brechas en los cuidados y ampliar estos servicios con empleos decentes podría generar casi 300 millones de puestos para 2035. Las elecciones de especialidad y de carrera pueden parecer como eminentemente individuales y por ende lejos del alcance de la política pública. Sin embargo, este estudio devela que es la sociedad, sus instituciones, su cultura, sus dinámicas y reglas las que van delimitando diferenciadamente las opciones para hombres y mujeres. Es responsabilidad de los tomadores de decisión el diseñar políticas orientadas a asegurar a todos los estudiantes, mujeres y hombres, una efectiva igualdad de oportunidades.
El académico comenzó su presentación hablando sobre la historia del crecimiento económico.“En un periodo de aproximadamente 200 años, de mucho progreso de la humanidad, también ha habido una caída de la pobreza”. Como señaló el economista, tenemos zonas de África, Asia y Latinoamérica que siguen muy empobrecidas. “Se suele apuntar que con el crecimiento todos los barcos flotan, sin embargo en el caso chileno se produce una aparente paradoja, en la simultaneidad con que a la vez disminuye la pobreza aumenta la desigualdad. La explicación reside en el aumento veloz de la concentración de la riqueza a unas tasas explosivas… entonces unos barcos parecen flotar más que otros”. A nivel global debemos considerar también los conflictos, pues las más perjudicadas son las mujeres y las niñas. Por ejemplo, la guerra en Ucrania –que ya lleva dos años–, ha provocado que fifty six por ciento de los three,7 millones de desplazados sean mujeres y niñas, y hará que más de 8 millones de mujeres y niñas necesiten ayuda humanitaria durante 2024 (según estimaciones de ONU).
La disaster política, social y de derechos humanos que empezó en octubre del año pasado reveló hasta qué punto nuestro sistema falla gravemente al asegurar el derecho de reunión, la igualdad ante la ley, la protección frente a la violencia estatal. La violencia policial que habíamos denunciado reiteradamente, se volvió generalizada, dejando personas muertas, torturadas y mutiladas en el camino. En su exposición, el académico ofreció detalles sobre la realidad chilena, tomando como base datos de la Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional (CASEN). Además fue enfático en señalar que las diferencias entre ciudadanos también están marcadas por su nivel de escolaridad, nutrición, redes de cohesión social, tipo de trabajo, así como la vivienda que habitan y su entorno.
Aunque la pobreza ha disminuido en el país, la distancia entre ricos y pobres sigue siendo muy importante. Tanto es así, que un estudio del Banco Mundial indica que un tercio del ingreso generado por la economía chilena en 2013 fue captado por el 1% más rico. Por ello, es relevante considerar este aspecto como una verdadera traba al desarrollo, cuando se bloquean las oportunidades y se traduce en un acceso poco equitativo al poder político y económico. La segregación educacional va a continuar mientras la reforma no tome en cuenta a los colegios particulares pagados, puesto que se sigue fomentando y creando una educación diferencial en las elites, que solo contribuye al incremento en las diferencias de oportunidades entre clases sociales. Este nuevo Día Internacional de la Mujer, en el que conmemoramos el legado de valentía que nos entregaron tantas mujeres, nos sirve también para detenernos a evaluar cuánto hemos avanzado en los derechos y oportunidades para las mujeres y, especialmente, cuánto nos falta para alcanzar la plena equidad de género.
La Subsecretaria de Economía, Katia Trusich, destacó la oportunidad que implica la tecnología como medio para cerrar las enormes brechas de desigualdad que afectan al país en ámbitos como género, mercado del trabajo, nivel regional, entre otros. La idiosincrasia territorial y los saberes locales, promueven aprendizajes auténticos, sostenibles y pertinentes. Con ello la generación de conciencia social y responsabilidad ética, fortalecen a las personas, sus entornos y el desarrollo social. Infunden un valor inigualable a la educación, transformándola en una herramienta poderosa para enfrentar los desafíos del mundo real.
Desde esta perspectiva, habría una tendencia hacia sociedades meritocráticas donde existiría poco o nulo efecto del OS a nivel de la educación superior, ya que esta rompería el vínculo entre origen y destino, promoviendo así la movilidad social. En Chile, toda la educación, excepto por los colegios particulares pagados, se financia a base de una subvención por alumno. Antes, esa subvención period del mismo monto, independiente de si el alumno period pobre o si tenía más recursos, lo que era problemático, porque educar alumnos con desventajas requiere más recursos. Eso ha ido cambiando por una política en que a los alumnos más pobres se les asocia un subsidio mayor, así como a las escuelas que los atienden, lo que se acerca más a compensar los fondos que requiere atender a una población más vulnerable. Esa es una excelente política de promoción de la movilidad, porque promueve oportunidades educacionales más igualitarias. Otras políticas relevantes son aquellas que promueven el desarrollo infantil, como Chile Crece Contigo.
Empleadores pueden despedir a sus trabajadores/as, incluso sin indemnización aduciendo fuerza mayor. Sin una cuarentena complete en todas las comunas, trabajadores/as deberán optar entre cuidar su salud y la de los suyos quedándose en casa, o asistir al trabajo, al que siguen obligados a presentarse, y cuidar su sustento. Muchas personas deben viajar largas distancias dentro de Santiago, en transporte público aglomerado, para poder llegar a sus trabajos, corriendo mayor riesgo de contagiar y ser contagiadas. El gobierno que habló de perseguir sin descanso y hasta el fin de sus días a quienes hayan cometido hechos de violencia como saqueos e incendios, no hace lo mismo respecto de carabineros –agentes del propio Estado– que habiendo cometido hechos de violencia, se limita a decir que se debe dejar que la justicia actúe. El gobierno que habló de condenar la violencia “venga de donde venga”, no condena con la misma fuerza la violencia que es ejercida por el propio Estado.
Lo que queremos es que esto no sea en vano y sirva para reflexionar y reconocer que el sistema chileno no protege los derechos humanos de todas las personas por igual. “El colegio significa relaciones sociales, nivel socioeconómico y en Chile está probado que los pobres estudian con los pobres y los ricos con los ricos”, agregó. Para ilustrar la interpretación que haré de la neutralización del impacto de la suerte recurriré a un ejemplo muy abstracto. Imaginemos un mundo compuesto por dos personas, A y B.14 Supongamos que entre A y B existe igualdad de oportunidades (ambos tienen cinco del bien relevante). Imaginemos que, producto de la mala suerte, A baja a 4 y, producto de su responsabilidad, B termina con 9.
Esto no se traduce en una situación generalizada de precariedad, porque hay más fuentes de ingresos. También hay un agravante de género a considerar, por cuanto más de un 70% de las mujeres asalariadas con educación media completa y que trabajan más de 30 horas semanales, obtiene una remuneración por debajo del umbral citado. Entre 1930 y 1970, hubo una moderación del fenómeno en el contexto de una creciente democratización del país, desigualdad e inclusión social revertida durante la dictadura militar, cuando grandes transformaciones domésticas y de la economía mundial generaron innovaciones tecnológicas y de otro tipo que impactaron sobre la desigualdad de ingresos. Diversas investigaciones revelan una relación inequívoca entre la movilidad y la desigualdad en el acceso a oportunidades de empleos, educación, capacitación, atención médica, alimentación de calidad y esparcimiento cultural.