Además de ello, este mismo argumento muestra la relevancia de la condición económica para lograr obtener buenos rendimientos académicos. Adicionalmente, si bien los resultados dejan claro que el análisis de los resultados educacionales en virtud de la clase social es importante, la perspectiva de género agrega elementos esenciales para la comprensión de este fenómeno. Al respecto, las niñas obtienen resultados entre 3 y 6 puntos más bajos que los niños en las prueba SIMCE matemática (Gráfico 2). Además, la variación máxima alcanzada en los cuatro años medidos por este trabajo, para niños fue de 9 puntos, mientras que para niñas solo alcanzó los 5 puntos, lo que demuestra la diferenciación por género que opera en la realidad educativa de las zonas investigadas. Este artículo analiza la incidencia de las variables clase y género, propias del esquema de estratificación social, en el desempeño escolar en 4 desigualdad banco mundial comunas seleccionadas del centro sur del país. Para ello se examinaron los resultados en la prueba de matemáticas de niños y niñas de cuarto año básico de los colegios de dependencia administrativa municipal y particular-subvencionada de las comunas Longaví y Parral de la Séptima Región del Maule, y de las comunas Talcahuano y Tomé de la Octava Región del Biobío, entre el año 2005 y 2008.
Si se ordenaran las regiones del mundo, cube Contreras, Lationamérica aparece como una región de alta desigualdad. En este contexto educativo fuertemente permeado por elementos que no corresponden a la responsabilidad de la escuela, sino por variables de su entorno, cabe preguntarse por las diferenciaciones ocurridas al inside de los mismos establecimientos. Frente a esto, cuestionar la capacidad del sistema educacional chileno para incluir a los niños y niñas sería incoherente ante la clara evidencia de la masificación escolar tanto a nivel primario como secundario (Corvalán 2001). La pregunta ahora se traslada al proceso de inclusión y exclusión para los estudiantes que se encuentran al inside del espacio escolar. 1 Estrictamente, existen escuelas particulares subvencionadas en Chile desde el siglo XIX, cuando el gobierno de Manuel Montt autorizó el subsidio de escuelas dirigidas por diversas entidades de beneficencia.
Italia, Francia, España están viendo cómo reacomodan sus sistemas sociales y hay muchas discusiones sobre los grupos sacrificados. No soy especialista en las mediciones de empleo y desempleo, esas medidas que tenemos que mirar y que son bien construidas aportan mucha información. Toda esta gente se está reinventando, entonces, la medida del desempleo obviamente que es importante, pero también hay mucha gente que está entrando en la economía de la sobrevivencia; hay muchas personas que están entrando a la fase de trueque, que es un tipo de economía que siempre ha existido pero por necesidad ahora va aparecer de forma mucho más agravada.
Al respecto, Luhmann (1996) señala que al contrario de la supuesta homogeneización social de los estudiantes al comienzo de la enseñanza y al aparente inicio en el sistema educativo en condición de «igualdad de oportunidades», se genera una elevada diferenciación al interior del sistema educativo que impide que se alcance plena igualdad de oportunidades. Esto se debe a que es imposible suprimir totalmente las influencias negativas que se arrastran desde el entorno del espacio educativo. El sistema educacional no está en condiciones de superar los privilegios y desventajas que cada estudiante posee previo a la entrada a la escuela, a propósito de la clase social y el género de cada uno/a de ellos/as. Todo lo que puede hacer es no profundizar aún más la segmentación social existente en la sociedad contemporánea. En la distribución desigual de las posibilidades educativas de acuerdo con la clase social, se puede ver inicialmente que varones y mujeres poseen en general similares resultados académicos.
Ha sido uno de los tratados sobre derechos humanos que más rápidamente ha sido ratificado y a la que más países se han adherido. Uno de los Estados que aún no ha ratificado la Convención, pero que ha expresado su intención de hacerlo, es Estados Unidos. Además, hablamos permanentemente de reforma a Carabineros, de reforma al Sence, a la Sala Cuna y ninguno de esos proyectos sale adelante.
A su vez, el tamaño de los colegios y el reducido número de matrículas que ofrecen, junto con otros mecanismos de reclutamiento como, por ejemplo, dar prioridad de cupos a los hermanos de los estudiantes o a los hijos de exestudiantes, son costumbres adquiridas hace muchos decenios. Cabe notar que, tanto en los colegios particulares subvencionados como en los particulares pagados, las mujeres muestran un desempeño superior a los hombres, de un 7% y 9% respectivamente”. Los resultados muestran que el rezago lector parece explicarse, en parte, por una debilidad en los subprocesos de reconocimiento de palabras frecuentes y manejo de vocabulario, donde el 62% y 40% de las y los estudiantes respectivamente presentan un desempeño inferior al esperado a fines de 1° básico. “Al finalizar el primer semestre de segundo básico, 3 de cada 5 niños y niñas de 2° básico en la Región Metropolitana están bajo el nivel de comprensión lectora esperado a fines de 1° básico. Por tanto, es basic tener a nuestra disposición un cuestionario o una batería de preguntas que genere las mínimas dudas posibles, y ello enfrenta la dificultad de hacer este trabajo homogéneo desde el punto de vista de la realidad socioeconómica de los encuestados.
Para ello hace uso de las herramientas tanto teóricas como metodológicas de la sociológicas de la cultura. Esto significa que las concepts y evidencia ofrecidas se enraízan analíticamente en el aporte del sociólogo francés Pierre Bourdieu y en al noción de «capital cultural». El propósito es ofrecer un diagnostico de Chile hoy, pero sin inmediatismo, sino con una mirada que proporciona un retrato dinámico fundamentado en los cambios históricos de largo plazo, e igualmente en un pronóstico de futuros posibles. Asimismo, se sitúa a este país en un contexto comparado dentro de toda la región latinoamericana.
Esta clase media consiguió cierta estabilidad económica porque, si bien su sueldo no period abultado, su presencia en la estructura estatal le aseguraba beneficios y prebendas en términos de educación, protección social, salud y pensiones. Es decir, no se asentó sobre la meritocracia o los derechos, sino que sobre la base, por lo menos en parte, de redes de favores que se nutrían de su acceso al Estado. A partir de lo señalado en este trabajo con respecto a la educación y a la escuela como institución por excelencia para la reproducción de orden social estratificado, parece realmente incongruente pensar que existen ciertas habilidades cognitivas o aptitudes racionales más propias e intrínsecas de hombres que de mujeres. Las destrezas cognitivas refieren a prácticas que se integran por efecto de socialización en el aula de clases, lo cual implica concebir que el aprendizaje depende en gran medida del entorno social en el que se desarrolle. En tal sentido, el hecho de que las niñas obtengan en estratos superiores de clase social resultados educacionales superiores a los niños, aporta un argumento central para la deconstrucción de las premisas que naturalizan la vinculación inmaleable entre un género y una disciplina específica.
elementos, son negativos y aumentan la probabilidad de repitencia y deserción”. Una tercera tendencia, fue la corriente socialista, impulsada por sectores pertenecientes a la clase trabajadora. Gideon argumentó asimismo que la presión actual por avanzar hacia una mayor privatización dentro del sector ignora la historia de los impactos negativos que para la salud tuvieron los programas de ajuste estructural y privatizaciones que se implementaron durante las décadas de 1980 y 1990 en diferentes países. “Un amplio conjunto de antecedentes destaca cómo los hogares de bajos ingresos, especialmente aquellos conformados o liderados por mujeres, fueron los más afectados negativamente por este tipo de programas”, comentó. Todos sabían de la desigualdad en Chile, los muchos ámbitos de la vida presos por el mercado que controlan pocas familias, e incluso que sobre el sistema neoliberal legado por la dictadura.
Wilkinson y Pickett (2009) llevaron a cabo un análisis exhaustivo de los datos de varios países y descubrieron una fuerte asociación entre la desigualdad de ingresos y una serie de problemas de salud mental, incluidas tasas más altas de depresión, ansiedad y abuso de sustancias. La segregación socioespacial de las metrópolis brasileñas se caracteriza históricamente por el modelo centro-periferia. Como hay segmentos de las clases populares que residen en el área central de la metrópoli, la pregunta que proponemos en este documento es si las clases populares que viven allí tienen diferentes niveles de ingresos en el mercado laboral, en comparación con las clases populares que viven en la periferia de la región metropolitana. Es decir, vivir en áreas de la metrópoli donde hay mejores condiciones materiales urbanas, y donde se concentra la clase alta, ¿ofrece menores desventajas sociales que vivir en la periferia metropolitana? Los resultados de la investigación mostraron que, aunque consideramos solo la clase in style desigualdad economica de genero, el efecto territorio explica las desigualdades de ingresos laborales.
Al ingresar las variables asociadas al hogar de origen, en el modelo 3 las diferencias entre modalidades escolares decrecen aún más. El efecto de las escuelas particulares subvencionadas, así como de las escuelas estatales, se acerca claramente al cero. El efecto de la escolaridad también se scale back, lo que responde a la correlación entre la posición social de origen y la escolaridad alcanzada. Datos de Banco Mundial (2016) muestran que los países que presentan una mayor diferencia en los ingresos tienden a presentar un menor grado de movilidad intergeneracional.
Dicho de otra forma, el régimen de movilidad ocupacional chileno es uno de fluidez laboral entre sectores pero de gran desigualdad de oportunidades. Chile ha informado en la OCDE sobre la mejora las condiciones de enseñanza y se comprometió a suministrar administradores y docentes escolares competentes a las escuelas para implementar mejoras. Ha priorizado desarrollar las capacidades de administradores educativos, docentes y otros profesionales de la educación para promover la inclusión y la diversidad de los/as estudiantes. Otra nueva prioridad es fortalecer las capacidades de administradores escolares locales y de nivel medio para mejorar la calidad y la equidad de la educación. Tanto de la gestión como del apoyo pedagógico y del desarrollo de las escuelas públicas locales. Estudios internacionales como los de Parcel, Dufur y Cornell (2010) coinciden en afirmar que la pobreza material es un issue de riesgo para niñas y niños, ya que implica menor acceso a recursos educativos que apoyen el proceso de aprendizaje, como materiales y actividades educativas.
El contexto nacional, visto en la perspectiva de Brunner y Peña (2007), pasa a llevar los principales principios de un Estado democrático, puesto que una sociedad democrática entendería que una nación justa es la que distribuye recursos y oportunidades educativas en relación al mérito de las personas y no a características sociales como la pertenencia familiar. En este sentido, en nuestro país la distribución de acceso a ciertos bienes sociales del campo educativo se efectúa en base a factores que están a las afueras de las puertas de la escuela y no en cambio, como lo sugiere el best democrático, dentro de la escuela (Corvalán, Elaqua y Salazar 2009). Este estudio aborda el desempeño escolar SIMCE para años y localidades específicas, evidenciando la vinculación del rendimiento con recursos materiales y con el género, dado que en el bajo rendimiento de sectores más pobres, las niñas obtienen resultados más bajos que los niños de la misma clase social. Sin embargo, existen casos en que las niñas de clase más acomodada exhiben mejores rendimientos que niños del mismo segmento social (y que niños de segmentos sociales bajo). Argumentamos, por ende, que el peso de la clase interviene en el peso del género, lo que de paso resta relevancia a las premisas que asumen que existen ciertas inclinaciones académicas y capacidades cognitivas para cada género, ignorando su carácter social. La desigualdad en el acceso a oportunidades de algunos segmentos de la población, entre los que destacan los jóvenes, permanece como una deuda de la democracia chilena.