A este ciclo se le asigna cierto bienestar de la emergente clase media y de los trabajadores asalariados. Es preciso advertir que incluso los países más igualitarios exhiben algún grado basal de desigualdad vinculado a la división del trabajo, la que requiere pagos diferenciados acorde a la complejidad de las ocupaciones o para el fomento de actividades que están sujetas a un appreciable nivel de riesgo, como la innovación y la labor empresarial. Asimismo, la búsqueda de la igualdad no supone eliminar la
Por ello, en primer lugar recordaremos que si a finales del siglo XIX el poder period fundamentalmente económico y los movimientos de cambio políticos, a mediados del siglo XX y tras la disaster de la década de los treinta y la segunda guerra mundial comienza la primacía del poder político de los Estados. Sin embargo, la crisis de los años setenta supuso el aumento de la inflación por el traslado de los costes de producción a los precios del producto ultimate y el recorte de los apoyos estatales por motivos fiscales y la incapacidad del Estado para hacerse cargo de todas pobreza covid las demandas sociales. No se puede negar que Chile ha experimentado un desarrollo sin precedentes desde el retorno a la democracia (1990). Se ha logrado en un escenario de estabilidad política y social, preservando equilibrios macroeconómicos a pesar de los shocks internacionales (Sunkel e Infante, 2009). Asimismo, las políticas sociales, enfocadas a la población de menores ingresos han obtenido buenos resultados disminuyendo la pobreza del país y en cada una de sus regiones. Chile fue el primer país Latinoamericano invitado a ser parte de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Así, hay personas que son denigradas y discriminadas, en tanto otras desarrollan una actitud de superioridad fundada en la posesión de cargos o tenencia de dinero. 23Lo primero que debemos diferenciar son las manifestaciones y formas de exclusión de los propios excluidos. El estado, en este último modelo, debe proteger como compensación y establecer derechos colectivos. Según un análisis de Oxfam, de acuerdo con datos de la UNESCO, en los países en desarrollo, niñas y niños de familias pobres tienen siete veces menos probabilidades de terminar la escuela secundaria (media) que niños de familias ricas. Además, en los países desarrollados, solo un 75% de niñas y niños de familias más pobres se gradúan de las instituciones de educación secundaria, mientras que un 90% de los niños de familias ricas se gradúan. Utilizando el marco conceptual luhmanniano y observando un caso específico, el artículo inicia desde el supuesto que las políticas públicas en pobreza promueven una inclusión social lineal y proyectiva de usuarios que presume excluidos.
Actualmente, en Chile el gasto whole en salud representa el 7,2% de su PIB, por debajo del promedio de los países miembros de la OCDE, 9,3% (Instituto Nacional de Derechos Humanos, 2016), por lo que en materia de salud aún quedan muchos desafíos para el país y para la equidad en el territorio. Los años de escolaridad promedio en Chile han tenido una favorable evolución en el tiempo. Se observa en el (Gráfico 8) que en 1955, en promedio, los chilenos no alcanzaban a completar la enseñanza primaria (8 años), llegando a este nivel solo a partir de 1990. En 2014 el promedio fue de 9,8 años, por debajo de la educación obligatoria en el país (12 años) y de los años de escolaridad esperada de acuerdo con el PNUD (15,2 años para 2014). El país busca facilitar cada vez más el acceso a estudios superiores, de hecho la política pública pretende que a través de becas y créditos la educación esté al alcance de la población económicamente más vulnerable. Sin embargo, aún queda trabajo por hacer en este ámbito tan importante para la equidad.
Es decir, esta mala salud se traduce en que los pobres sigan siendo pobres. Por consiguiente la salud deficiente fomenta las desigualdades del ingreso. A nivel Latinoamericano, Chile lidera en el territorio, con un PIB per cápita que es 12 veces mayor al país con el peor resultado, Haití. Panamá, de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI, 2017), es una economía emergente con gran posibilidad de mantenerse a la cabeza de este grupo en los próximos años. El país está conformado por 16 regiones5, siendo la capital nacional la ciudad de Santiago en la Región Metropolitana.
El (Gráfico 4) deja ver cómo incorporar una nueva dimensión acrecienta el porcentaje de población en situación de pobreza en 1,8 puntos porcentuales. Si bien no es comparable con años anteriores, entrega un resultado más cercano a la realidad, ya que esta es una variable de gran impacto en la calidad de vida de la población chilena. La pobreza multidimensional en 2015 se vio afectada principalmente de las dimensiones trabajo y seguridad social y educación (31,1 y 25,8% respectivamente).
En 1990 un 14,2% de la población rural period analfabeta y un three,4% de la población urbana; asimismo, el 5,4% de las mujeres lo period, seguidas de cerca por un 4,9% de los hombres. Para 2015 se observa un buen progreso en las personas del área rural, ya que un menor 7,8% no sabe leer ni escribir, así como un 3% de las personas de la ciudad; este año, hay un 3,3% de mujeres analfabetas, seguidas muy de cerca por un 3% de los hombres. A nivel regional, para el año 2015 se ven algunas diferencias importantes. Mientras en regiones como Tarapacá y Magallanes, el analfabetismo no alcanzó al 1% de la población, en Los Ríos, La Araucanía y el Maule, superó el 4%, develando una tarea pendiente en estas regiones, principalmente con su población rural. Para la mayoría de las regiones, hay un mayor porcentaje de mujeres analfabetas que de hombres, a excepción de las regiones de Tarapacá y O’Higgins.
Un issue clave en la conformación de nuestra identidad estratégica ha sido la opción por convocar a jóvenes que se encuentran en plena formación profesional para participar en SERVICIO PAÍS como profesionales, practicantes, tesistas o voluntarios, aportando en calidad de agentes directos de intervención. Para ello, contamos con el apoyo del Estado de Chile, a través de la aprobación de parte de nuestro financiamiento en las leyes del Presupuesto de la Nación. 20Lo no informado corresponde a especialistas que se desempeñan exclusivamente en el sector privado y son un 19% del whole pobreza educacional. 1 La tarea de recopilación de datos no fue fácil, sobre todo al querer abordar el largo plazo, sin embargo, se debe agradecer a las distintas instituciones que cooperaron entregando información a través del Portal de Transparencia del Estado. B. Variación del PIB complete por regiones de Chile y su aporte al PIB nacional. Dado que las cifras iniciales de desigualdad en Chile son muy altas, los avances han sido lentos y se necesitaría de un mayor esfuerzo por parte del Gobierno para someter todas aquellas fuerzas que amplifican las desigualdades.
La Fundación Superación de la Pobreza sostiene que la reducción de la pobreza en el país no pasa exclusivamente por un incremento circunstancial en los ingresos de las personas. Si bien Chile estudia la magnitud e incidencia de pobreza a través de dicho indicador, es sabido que los factores que provocan poderes adquisitivos tan disminuidos se vinculan con factores más profundos que nos remiten a problemas de equidad e integración social. Fue a lo largo de estos años que se pusieron en marcha una serie de movimientos sociales que transformaron la cuestión social en un problema que afectó no sólo a los trabajadores sino a todo el país. Desde entonces, surgieron a la luz pública una serie de innumerables escritos, ensayos, artículos de prensa y tesis de grado que comenzaron a analizar sus causas y motivos, además de las posibles alternativas de solución.
Desiguales destaca el rol que le cabe a la política pública en igualar el acceso a los servicios sociales, reducir la concentración del ingreso en el 1% más alto y romper el vínculo entre el dinero y la influencia en las decisiones públicas. OECD (2012) postula la necesidad de reformas tributarias que combinen ajustes en impuestos (algunos hacia la baja, otros al alza) con políticas de subsidios al trabajo de los sectores de menores ingresos. Estos ciclos de alza y baja pueden observarse a través de la evolución del coeficiente de Gini, el cual es un indicador que se encuentra entre 0 y 1, donde un mayor número indica más desigualdad en la dimensión de los ingresos. Llama la atención que en ningún período de nuestra historia el coeficiente haya estado en un nivel comparable a los que muestran los países actualmente más desarrollados (figura 1). Esta persistencia en el tiempo contrasta con el avance de otros indicadores sociales y económicos, los que han permitido reducir significativamente la pobreza en el país.
Una tercera tendencia, fue la corriente socialista, impulsada por sectores pertenecientes a la clase trabajadora. 11Utilizan dos bases de datos, la Encuesta Nacional de Caracterización Socioeconómica (Casen) de 2003 y el Censo de Población y Vivienda de 2002. 8Estados Unidos por su parte, obtiene el puesto número diez, con un PIB per cápita 2,four veces superior al chileno. “Obtener una imagen más clara de la pobreza y la privación es un primer paso basic para elaborar y aplicar políticas e intervenciones más eficaces y para orientar mejor los escasos recursos hacia donde tengan una mayor repercusión” (Melinda Gates, Copresidenta de la Fundación Bill y Melinda Gates). La desigualdad sería menos problemática si el lugar que ocupan las personas en el orden social fuese pasajero, sujeto a cambios durante el ciclo de vida o, por último, si la posición social de los hijos no dependiera de la de los padres.
Touraine, Alaine (1998), “El concepto de desarrollo revisited”, en E. Sader (ed.), Democracia sin exclusiones ni excluidos, CLECSO-UNESCO, Nueva Sociedad, Caracas. Silver, Hilary (1994), “Exclusión social y solidaridad social. Castel, Robert (1992), “La inserción y los nuevos retos de las intervenciones sociales”, en F. Álvarez-Uría (ed.), Marginación e inserción, Endimión, Madrid.
Mejorar sustancialmente la oportunidad educacional en todas las regiones juega un rol esencial para disminuir las brechas que separan a los chilenos. También busca asegurar el acceso efectivo y oportuno al sistema de salud (según necesidad de cada persona), especialmente de aquellos que por motivos de pobreza y otros relacionados, puedan verse imposibilitados de tener una mejor salud. La propuesta de Fernando Calderón sobre el desarrollo de una cultura de la igualdad no es una especulación asimilable a una nueva definición de paraísos inalcanzables.
Tanto de la gestión como del apoyo pedagógico y del desarrollo de las escuelas públicas locales. Por su lado, Sunkel e Infante (2009), atribuyen la persistente desigualdad a la permanencia de la asimetría y falta de vínculos estrechos entre los diferentes estratos de la economía. Otros determinantes de la resistente desigualdad son “la concentración de la propiedad y el poder económico, el acceso diferenciado según los ingresos a la educación de calidad, la diferencia de remuneraciones en los empleos, la debilidad de los sindicatos, entre otros factores…” (Sunkel e Infante, 2009, pp. 89). Con los datos regionales obtenidos, se realiza un análisis de convergencia para comparar si los territorios más pobres, crecen más rápido que los más ricos. De acuerdo con Barro y Sala-i-Martin (2009), una de las formas de encontrar la velocidad de convergencia Β, es trabajar con un conjunto de datos de territorios que converjan hacia un estado estacionario related, lo cual es posible encontrar en datos regionales.