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Exclusión Social E Inclusión Educativa En América Latina Revista Investigaciones En Educación

A este ciclo se le asigna cierto bienestar de la emergente clase media y de los trabajadores asalariados. Es preciso advertir que incluso los países más igualitarios exhiben algún grado basal de desigualdad vinculado a la división del trabajo, la que requiere pagos diferenciados acorde a la complejidad de las ocupaciones o para el fomento de actividades que están sujetas a un appreciable nivel de riesgo, como la innovación y la labor empresarial. Asimismo, la búsqueda de la igualdad no supone eliminar la

Por ello, en primer lugar recordaremos que si a finales del siglo XIX el poder period fundamentalmente económico y los movimientos de cambio políticos, a mediados del siglo XX y tras la disaster de la década de los treinta y la segunda guerra mundial comienza la primacía del poder político de los Estados. Sin embargo, la crisis de los años setenta supuso el aumento de la inflación por el traslado de los costes de producción a los precios del producto ultimate y el recorte de los apoyos estatales por motivos fiscales y la incapacidad del Estado para hacerse cargo de todas pobreza covid las demandas sociales. No se puede negar que Chile ha experimentado un desarrollo sin precedentes desde el retorno a la democracia (1990). Se ha logrado en un escenario de estabilidad política y social, preservando equilibrios macroeconómicos a pesar de los shocks internacionales (Sunkel e Infante, 2009). Asimismo, las políticas sociales, enfocadas a la población de menores ingresos han obtenido buenos resultados disminuyendo la pobreza del país y en cada una de sus regiones. Chile fue el primer país Latinoamericano invitado a ser parte de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

Así, hay personas que son denigradas y discriminadas, en tanto otras desarrollan una actitud de superioridad fundada en la posesión de cargos o tenencia de dinero. 23Lo primero que debemos diferenciar son las manifestaciones y formas de exclusión de los propios excluidos. El estado, en este último modelo, debe proteger como compensación y establecer derechos colectivos. Según un análisis de Oxfam, de acuerdo con datos de la UNESCO, en los países en desarrollo, niñas y niños de familias pobres tienen siete veces menos probabilidades de terminar la escuela secundaria (media) que niños de familias ricas. Además, en los países desarrollados, solo un 75% de niñas y niños de familias más pobres se gradúan de las instituciones de educación secundaria, mientras que un 90% de los niños de familias ricas se gradúan. Utilizando el marco conceptual luhmanniano y observando un caso específico, el artículo inicia desde el supuesto que las políticas públicas en pobreza promueven una inclusión social lineal y proyectiva de usuarios que presume excluidos.

Actualmente, en Chile el gasto whole en salud representa el 7,2% de su PIB, por debajo del promedio de los países miembros de la OCDE, 9,3% (Instituto Nacional de Derechos Humanos, 2016), por lo que en materia de salud aún quedan muchos desafíos para el país y para la equidad en el territorio. Los años de escolaridad promedio en Chile han tenido una favorable evolución en el tiempo. Se observa en el (Gráfico 8) que en 1955, en promedio, los chilenos no alcanzaban a completar la enseñanza primaria (8 años), llegando a este nivel solo a partir de 1990. En 2014 el promedio fue de 9,8 años, por debajo de la educación obligatoria en el país (12 años) y de los años de escolaridad esperada de acuerdo con el PNUD (15,2 años para 2014). El país busca facilitar cada vez más el acceso a estudios superiores, de hecho la política pública pretende que a través de becas y créditos la educación esté al alcance de la población económicamente más vulnerable. Sin embargo, aún queda trabajo por hacer en este ámbito tan importante para la equidad.

Es decir, esta mala salud se traduce en que los pobres sigan siendo pobres. Por consiguiente la salud deficiente fomenta las desigualdades del ingreso. A nivel Latinoamericano, Chile lidera en el territorio, con un PIB per cápita que es 12 veces mayor al país con el peor resultado, Haití. Panamá, de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI, 2017), es una economía emergente con gran posibilidad de mantenerse a la cabeza de este grupo en los próximos años. El país está conformado por 16 regiones5, siendo la capital nacional la ciudad de Santiago en la Región Metropolitana.

El (Gráfico 4) deja ver cómo incorporar una nueva dimensión acrecienta el porcentaje de población en situación de pobreza en 1,8 puntos porcentuales. Si bien no es comparable con años anteriores, entrega un resultado más cercano a la realidad, ya que esta es una variable de gran impacto en la calidad de vida de la población chilena. La pobreza multidimensional en 2015 se vio afectada principalmente de las dimensiones trabajo y seguridad social y educación (31,1 y 25,8% respectivamente).

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En 1990 un 14,2% de la población rural period analfabeta y un three,4% de la población urbana; asimismo, el 5,4% de las mujeres lo period, seguidas de cerca por un 4,9% de los hombres. Para 2015 se observa un buen progreso en las personas del área rural, ya que un menor 7,8% no sabe leer ni escribir, así como un 3% de las personas de la ciudad; este año, hay un 3,3% de mujeres analfabetas, seguidas muy de cerca por un 3% de los hombres. A nivel regional, para el año 2015 se ven algunas diferencias importantes. Mientras en regiones como Tarapacá y Magallanes, el analfabetismo no alcanzó al 1% de la población, en Los Ríos, La Araucanía y el Maule, superó el 4%, develando una tarea pendiente en estas regiones, principalmente con su población rural. Para la mayoría de las regiones, hay un mayor porcentaje de mujeres analfabetas que de hombres, a excepción de las regiones de Tarapacá y O’Higgins.

Un issue clave en la conformación de nuestra identidad estratégica ha sido la opción por convocar a jóvenes que se encuentran en plena formación profesional para participar en SERVICIO PAÍS como profesionales, practicantes, tesistas o voluntarios, aportando en calidad de agentes directos de intervención. Para ello, contamos con el apoyo del Estado de Chile, a través de la aprobación de parte de nuestro financiamiento en las leyes del Presupuesto de la Nación. 20Lo no informado corresponde a especialistas que se desempeñan exclusivamente en el sector privado y son un 19% del whole pobreza educacional. 1 La tarea de recopilación de datos no fue fácil, sobre todo al querer abordar el largo plazo, sin embargo, se debe agradecer a las distintas instituciones que cooperaron entregando información a través del Portal de Transparencia del Estado. B. Variación del PIB complete por regiones de Chile y su aporte al PIB nacional. Dado que las cifras iniciales de desigualdad en Chile son muy altas, los avances han sido lentos y se necesitaría de un mayor esfuerzo por parte del Gobierno para someter todas aquellas fuerzas que amplifican las desigualdades.

La Fundación Superación de la Pobreza sostiene que la reducción de la pobreza en el país no pasa exclusivamente por un incremento circunstancial en los ingresos de las personas. Si bien Chile estudia la magnitud e incidencia de pobreza a través de dicho indicador, es sabido que los factores que provocan poderes adquisitivos tan disminuidos se vinculan con factores más profundos que nos remiten a problemas de equidad e integración social. Fue a lo largo de estos años que se pusieron en marcha una serie de movimientos sociales que transformaron la cuestión social en un problema que afectó no sólo a los trabajadores sino a todo el país. Desde entonces, surgieron a la luz pública una serie de innumerables escritos, ensayos, artículos de prensa y tesis de grado que comenzaron a analizar sus causas y motivos, además de las posibles alternativas de solución.

Desiguales destaca el rol que le cabe a la política pública en igualar el acceso a los servicios sociales, reducir la concentración del ingreso en el 1% más alto y romper el vínculo entre el dinero y la influencia en las decisiones públicas. OECD (2012) postula la necesidad de reformas tributarias que combinen ajustes en impuestos (algunos hacia la baja, otros al alza) con políticas de subsidios al trabajo de los sectores de menores ingresos. Estos ciclos de alza y baja pueden observarse a través de la evolución del coeficiente de Gini, el cual es un indicador que se encuentra entre 0 y 1, donde un mayor número indica más desigualdad en la dimensión de los ingresos. Llama la atención que en ningún período de nuestra historia el coeficiente haya estado en un nivel comparable a los que muestran los países actualmente más desarrollados (figura 1). Esta persistencia en el tiempo contrasta con el avance de otros indicadores sociales y económicos, los que han permitido reducir significativamente la pobreza en el país.

Una tercera tendencia, fue la corriente socialista, impulsada por sectores pertenecientes a la clase trabajadora. 11Utilizan dos bases de datos, la Encuesta Nacional de Caracterización Socioeconómica (Casen) de 2003 y el Censo de Población y Vivienda de 2002. 8Estados Unidos por su parte, obtiene el puesto número diez, con un PIB per cápita 2,four veces superior al chileno. “Obtener una imagen más clara de la pobreza y la privación es un primer paso basic para elaborar y aplicar políticas e intervenciones más eficaces y para orientar mejor los escasos recursos hacia donde tengan una mayor repercusión” (Melinda Gates, Copresidenta de la Fundación Bill y Melinda Gates). La desigualdad sería menos problemática si el lugar que ocupan las personas en el orden social fuese pasajero, sujeto a cambios durante el ciclo de vida o, por último, si la posición social de los hijos no dependiera de la de los padres.

Touraine, Alaine (1998), “El concepto de desarrollo revisited”, en E. Sader (ed.), Democracia sin exclusiones ni excluidos, CLECSO-UNESCO, Nueva Sociedad, Caracas. Silver, Hilary (1994), “Exclusión social y solidaridad social. Castel, Robert (1992), “La inserción y los nuevos retos de las intervenciones sociales”, en F. Álvarez-Uría (ed.), Marginación e inserción, Endimión, Madrid.

Mejorar sustancialmente la oportunidad educacional en todas las regiones juega un rol esencial para disminuir las brechas que separan a los chilenos. También busca asegurar el acceso efectivo y oportuno al sistema de salud (según necesidad de cada persona), especialmente de aquellos que por motivos de pobreza y otros relacionados, puedan verse imposibilitados de tener una mejor salud. La propuesta de Fernando Calderón sobre el desarrollo de una cultura de la igualdad no es una especulación asimilable a una nueva definición de paraísos inalcanzables.

Tanto de la gestión como del apoyo pedagógico y del desarrollo de las escuelas públicas locales. Por su lado, Sunkel e Infante (2009), atribuyen la persistente desigualdad a la permanencia de la asimetría y falta de vínculos estrechos entre los diferentes estratos de la economía. Otros determinantes de la resistente desigualdad son “la concentración de la propiedad y el poder económico, el acceso diferenciado según los ingresos a la educación de calidad, la diferencia de remuneraciones en los empleos, la debilidad de los sindicatos, entre otros factores…” (Sunkel e Infante, 2009, pp. 89). Con los datos regionales obtenidos, se realiza un análisis de convergencia para comparar si los territorios más pobres, crecen más rápido que los más ricos. De acuerdo con Barro y Sala-i-Martin (2009), una de las formas de encontrar la velocidad de convergencia Β, es trabajar con un conjunto de datos de territorios que converjan hacia un estado estacionario related, lo cual es posible encontrar en datos regionales.

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Es crucial reconocer que estas barreras al ascenso social no solo perpetúan la pobreza sino que también refuerzan la exclusión social, creando un ambiente en el cual el éxito y el progreso se ven limitados por el lugar de origen o el estatus económico actual de una persona. Las personas Intersex, Trans, Bisexuales, Lesbianas y Gays sí existen en Chile. Investigaciones empíricas y análisis realizados sobre la inserción laboral revelan que los colectivos vulnerables se pueden definir como personas con especiales dificultades de acceso al mercado de trabajo, las cuales se encuentran día a día con retos importantes que han de afrontar para poder hacer efectivo, entre otros, su derecho a un empleo digno. Entendiendo que este derecho es básico para alcanzar una independencia económica, el acceso a un empleo es important para la autonomía private, que en el caso de las personas en situación de exclusión o de vulnerabilidad, la inserción laboral, supone además una vía de integración en la sociedad (Rubio, 2006). El presente artículo nace de la preocupación ante la situación que sufren determinados colectivos en riesgo de exclusión social, siendo uno de ellos las personas que carecen de empleo o tienen un empleo precario.

Y esto, porque la pobreza no puede esperar, requiere inmediatez en la contención de las malas condiciones que produce, sobre todos en quienes viven en contextos de extrema vulnerabilidad social; hombres y mujeres LGBTI privados de libertad, en situación de inmigrantes, en zonas geográficas aisladas, en situación de calle, en campamentos, and so on. La existencia de exclusión social supone un gran desequilibrio tanto para la propia persona que la sufre como para la sociedad en basic. Por ello, para mejorar esta situación, es preciso implementar estrategias para fomentar el empleo y la igualdad de oportunidades para todos los colectivos que conforman la sociedad. La inserción laboral constituye uno de los pilares básicos y fundamentales de la integración social de las personas, por ello la formación para el empleo y el acompañamiento en los procesos de inserción son clave.

Finalmente, aparecen motivos individuales que impiden la integración plena en la sociedad o al menos la dificultan (adicciones, enfermedades físicas o psíquicas, analfabetismo…). En segundo lugar, situamos a la economía en lo referente al mercado y al empleo. El mercado que regula la producción, excluye por principio a los que se hallan fuera de su red, no producen ni pueden consumir. En su intervención, la Mandataria destacó que “el Senado sea la institución convocante y que numerosos parlamentarios nos acompañen hoy, porque nos lleva al sentido primero de las asambleas legislativas, que es acoger el debate, representar las visiones que habitan una sociedad y entregar respuestas mediante la deliberación”. Un issue clave en la conformación de nuestra identidad estratégica ha sido la opción por convocar a jóvenes que se encuentran en plena formación profesional para participar en SERVICIO PAÍS como profesionales, practicantes, tesistas o voluntarios, aportando en calidad de agentes directos de intervención. Para ello, contamos con el apoyo del Estado de Chile, a través de la aprobación de parte de nuestro financiamiento en las leyes del Presupuesto de la Nación.

Y es que, las desigualdades no son la consecuencia pure de las cosas. Son, por el contrario, el resultado de decisiones que se toman sobre qué, para qué, cómo y dónde se implementan políticas educativas. Me refiero, por ejemplo, a la necesidad de revisar los presupuestos públicos para la educación que continúan siendo concebidos de manera estandarizada, con priorizaciones basadas en la eficiencia antes que en la justicia educativa o que se enfocan en nuevos diseños educativos, muchas veces atractivos e innovadores, pero que segregan estudiantes. Los niños y jóvenes de diferentes niveles socioeconómicos no se encuentran, no conviven, no se conocen, al estar radicalmente separados territorialmente y según niveles de ingreso de sus familias. Cuando los estudiantes de estos colegios son evaluados por PISA logran resultados similares al promedio de los estudiantes de la OCDE, que en su mayoría asisten a escuelas públicas. Menos del 5% de los estudiantes de Chile son capaces de alcanzar los niveles máximos de aprendizaje en la prueba PISA”.

La desigualdad socioeconómica puede entenderse en relación con las diferencias en la vida social de las personas, las que implican ventajas para unos y desventajas para otros. Son percibidas como injustas en sus orígenes, moralmente ofensivas en sus consecuencias, o ambas. Esto no se expresa solo en términos de ingreso y riqueza, sino también en educación y salud; trato social y dignidad; seguridad económica y física, además de poder y capacidad de influencia sobre las decisiones públicas.

Por ejemplo, sabemos que un 34 por ciento del segmento más pobre de la población declara pasar frío en invierno, así como un 27 por ciento del segmento susceptible y un 21 por ciento del segmento medio bajo (ENE, 2016). Asimismo, sabemos que el quintil de menores ingresos gasta casi three veces más de su presupuesto mensual en energía -en términos relativos-, respecto del quintil de mayores ingresos (EPF, 2013). Esto, para “satisfacer” (al menos en parte) necesidades asociadas al uso de electricidad, calefacción, agua caliente sanitaria y cocción de alimentos, necesidades que muchas veces se ven limitadas para priorizar otros gastos familiares, debido a los escasos ingresos de este segmento de la población. Por otra parte, los datos de la encuesta CASEN 2015 nos muestran que un eleven,6 por ciento de los hogares del país no cuentan con agua caliente sanitaria, agudizándose esta cifra al observarla según quintiles, donde cerca de un forty por ciento del quintil de menores ingresos no cuenta con este servicio energético.

En el siglo XIX, las élites nacionales construyeron el Estado nacional. Bajo su alero surgieron grandes fortunas, cuyo origen se centra en la minería, las finanzas y el comercio. Hacia fines de esa centuria se inició un periodo de inestabilidad en el marco de la “cuestión social”, que culminó con la elección de Arturo Alessandri en 1920 y el inicio del Estado benefactor. A este ciclo se le asigna cierto bienestar de la emergente clase media y de los trabajadores asalariados. La relación entre la pobreza y la salud psychological es profunda y bidireccional.

La contrapartida de la concentración en el tope son los bajos sueldos que obtiene la mitad de los asalariados, cuya remuneración es inferior al ingreso que necesita un hogar promedio para cubrir sus necesidades básicas (línea de pobreza). Esto no se traduce en una situación generalizada de precariedad, porque hay más fuentes de ingresos.

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También hay un agravante de género a considerar, por cuanto más de un 70% de las mujeres asalariadas con educación media completa y que trabajan más de 30 horas semanales, obtiene una remuneración por debajo del umbral citado. Chile ha sido un país de muchas diferencias sociales a lo largo de toda su historia. Al igual que otras naciones de América Latina, su origen se remite a la Colonia, cuando se constituyeron las instituciones que la inician, como la concentración en la propiedad de la tierra y la relación jerárquica entre la clase alta y el bajo pueblo. Es preciso advertir que incluso los países más igualitarios exhiben algún grado basal de desigualdad vinculado a la división del trabajo, la que requiere pagos diferenciados acorde a la complejidad de las ocupaciones o para el fomento de actividades que están sujetas a un considerable pobreza en la vejez nivel de riesgo, como la innovación y la labor empresarial.

Es el efecto perverso de ocultar,dejar a salvo, y así exculpar, el polo de la sociedad en el afrontamiento dela pobreza. Lo que, más allá de la formulación, nos lleva a «naturalizar» lapobreza como fenómeno social. El contexto sociopolítico de los procesos de exclusión social. En J.F. Tezanos (ed.), Tendencias en desigualdad y exclusión social. “Las políticas sociales deben ser un campo de innovación privilegiado.

La pobreza no es solo un estado momentáneo de carencia económica; es una condición que se perpetúa generación tras generación, atrapando a familias enteras en un ciclo vicioso de exclusión social. Este fenómeno se debe a una compleja pink de factores estructurales y sistémicos que limitan el acceso a oportunidades básicas, como empleo digno, vivienda adecuada y educación de calidad. Sin accesos a estos recursos, las personas en situación de pobreza enfrentan desafíos significativos para cambiar su situación, viéndose obligadas a vivir en contextos que no solo perpetúan su estado de carencia, sino que también fomentan su exclusión del tejido social más amplio. Este ciclo de pobreza y exclusión se convierte en un bucle infinito, donde la falta de recursos lleva a mayores niveles de desigualdad, marginando aún más a estas comunidades. La protección social incluye un conjunto de políticas públicas para enfrentar los riesgos sociales a lo largo del ciclo de vida.

Si bien el rezago lector está presente en todos los niveles, los resultados evidencian una amplia brecha educativa. La pobreza va más allá de tener o no tener, también guarda relación con otras dimensiones existenciales que constituyen a las personas. Así, la pobreza también podría ser vivida y/o experimentada en una combinatoria de no pobreza digna tener, no hacer, no ser, no estar. Desde nuestra perspectiva, se requiere que nuestras políticas se preocupen de “suministrar” experiencias a las personas en pobreza, que les permitan identificar sus propios recursos para activarlos, movilizarlos, conectarlos y potenciarlos. Estas son las claves que hoy hay que poner al descubierto.

Lo que planteaba sin paliativosque «erradicar la pobreza y la exclusión sin que se plantearan los dos polos,pobreza / sociedad, no era factible». Lo que se está cuestionando, por tanto, es la constatación a la quehabíamos llegado de que la pobreza / exclusión social y la sociedad son dospolos que mutuamente se implican. En segundo lugar, destaco el elemento dialogal siempre presentecon rostro humano. La confrontación con el anverso de la historia para elautor siempre está personalizada. No se puede dar confrontación con elanverso de la historia como espacio de construcción del futuro si no esdesde el encuentro, la pregunta, la búsqueda del ser humano.

Tanto es así, que un estudio del Banco Mundial indica que un tercio del ingreso generado por la economía chilena en 2013 fue captado por el 1% más rico. Por ello, es relevante considerar este aspecto como una verdadera traba al desarrollo, cuando se bloquean las oportunidades y se traduce en un acceso poco equitativo al poder político y económico. 1.Comprender el fenómeno de la pobreza y su relación con la exclusión social. 2.Reconocer enfoques teóricos que sostienen los principales debates en torno a pobreza y exclusión social. 3.Analizar instrumentos cualitativos y cuantitativos para la medición de la pobreza y la exclusión social.

Investigaciones Ops Oms Organización Panamericana De La Salud

Las disímiles trayectorias en el progreso observado en los índices agregados de pobreza y en los indicadores de nutrición, acceso a la salud y cobertura de seguro de salud, podrían evidenciar que estas no están ni estrecha ni simétricamente acopladas. Para dar luz a este asunto, a continuación, se presenta la evolución de la medida de redundancia R zero. 1.b   Crear marcos normativos sólidos en el ámbito nacional, regional e internacional, sobre la base de estrategias de desarrollo en favor de los pobres que tengan en cuenta las cuestiones de género, a fin de apoyar la inversión acelerada en medidas para erradicar la pobreza. El informe destaca que la falta de inversión en los sistemas de salud provoca un círculo vicioso de trabajo no remunerado en el sector de la salud y asistencial, lo que reduce la participación de las mujeres en los mercados de trabajo remunerados, perjudica el empoderamiento económico de estas y supone un obstáculo para la igualdad de género. Pese a todas estas dificultades, siguen luchando “con las uñas”, afirma la directora de la Escuela de psicología.

Se calcula que harán falta casi 300 años para eliminar leyes discriminatorias, acabar con el matrimonio infantil y cerrar las brechas de género en la protección jurídica. Con tal fin, utiliza los datos, pruebas y análisis más recientes para ayudar a los países a formular políticas que permitan mejorar las condiciones de vida de la población, especialmente de las personas más pobres y vulnerables. Las pandemias representan una amenaza grave, no solo para la seguridad sanitaria de todo el mundo y el logro de la cobertura sanitaria universal, sino también para la seguridad económica. Si bien los brotes de enfermedades son inevitables, los sistemas de salud sólidos ayudan a los países a detectar las enfermedades y responder más adecuadamente, y a evitar que un brote se convierta en una pandemia. La diferencia en la esperanza de vida de hombres y mujeres es más pequeña cuando las mujeres no tienen acceso a los servicios de salud.

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«No hay tiempo que perder», dijo el director general de la OMS, el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus. «Todos los gobiernos deben reanudar y acelerar inmediatamente los esfuerzos para garantizar que cada uno de sus ciudadanos pueda acceder a los servicios sanitarios sin temor a las consecuencias financieras. En contraposición con estos hallazgos y utilizando la encuesta CASEN del año 2000, Subramanian et al. encuentran que el ingreso individual no explica diferencias en la percepción de la propia salud agregada a nivel comunal17 .

En consecuencia, la thought de que las carencias en salud se resolverían con una mayor dotación de ingresos de las familias es cuestionable. De hecho, la evidencia empírica muestra un desacople entre la disponibilidad de los recursos y el nivel de carencias en salud. En el África subsahariana y Asia meridional existen grandes carencias en cuanto a los servicios disponibles.

“Nos encontramos frente a centros de salud que carecen de mantenimiento estructural, a falta de private especializado que en muchos casos ha dejado los hospitales o directamente el país, y donde los cupos a disposición de los pacientes para las estancias y/o tratamientos son limitados”, dice la directora de la ONG. Dentro de estos determinantes, dos de los más urgentes e importantes a considerar son la educación y el trabajo, vistos como fuente para superar limitaciones, recuperar capacidades, planificar un mejor futuro y salir de la pobreza. Data.who.int proporcionará representaciones diversas y atractivas con datos de salud confiables; combinando expertos en estadística y líderes técnicos con diseñadores creativos de clase mundial. Las metas de los tres mil millones (GPW 13) brindan un enfoque unificado para acelerar el progreso hacia el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible relacionados con la salud. «Detrás de cada número de las Estadísticas Sanitarias Mundiales hay una persona, una familia, una comunidad o una nación.

Primero, independientemente de la forma en cómo la pobreza sea medida, los niveles de asociación de estas medidas con los indicadores disponibles de la dimensión salud han decrecido sostenidamente en el tiempo. Segundo, tal y como es esperado, se comprueba que la medida de pobreza multidimensional tiene un nivel de asociación significativamente mayor (aunque igualmente decreciente) con los indicadores de salud, que el que estos mismos indicadores tienen con la medida de pobreza monetaria. Olavarría utilizando la encuesta CASEN entre 1987 y 2000 encuentra que los pobres monetarios tienen serias dificultades para acceder a la atención de salud cuando la necesitan, y cuando la obtienen, acceden a ella de manera tardía14 . Bedregal et al. encuentra que las personas en condición de extrema pobreza desconfían del sistema de salud y perciben obstáculos para acceder a el15 . Vega et al. muestra que, durante los 90s, las mujeres tenían serias desventajas de acceso a salud en comparación con los hombres, ya que a pesar de que los salarios de ellas eran en promedio 30% inferiores al de los hombres, las mujeres usan los servicios de salud con mayor intensidad (1,5 veces más)16 . En el informe se propugna también un «entorno favorable de mecanismos de gobernanza e instituciones» que haga posible la transformación.

Las desigualdades en materia de ingresos, educación y oportunidades están interconectadas y se deben encarar de manera conjunta. Reducir las desigualdades de oportunidades y de ingresos entre las personas, las poblaciones y las regiones puede fomentar la cohesión social y aumentar el bienestar general. Pero los sistemas sanitarios de muchos países se enfrentan a diversas dificultades provocadas por la pandemia, el cambio climático, el envejecimiento de la población y la carga cada vez mayor de afecciones relacionadas con el estilo de vida.

Además, los dispositivos de internación y cuidados intensivos, al igual que los vacunatorios, están en expansión y los profesionales se capacitan para los desafíos a los que están enfrentados. Se proyecta que, en forty one países, el gasto público hasta 2027 seguirá siendo inferior al de antes de la COVID-19, lo que limitará la capacidad de dichos países para invertir en áreas críticas, como la salud. Además, el aumento de los pagos de intereses de la deuda pública amenaza aún más la capacidad de inversión de muchos países en el sector de salud.

En otras regiones, cada vez se ofrecen más servicios básicos de atención sanitaria como los de planificación familiar o inmunización infantil, pero, dada la falta de protección económica, ello entraña crecientes dificultades económicas para las familias, que deben pagar esos servicios de su propio bolsillo. Este problema se da incluso en regiones más prósperas como Asia oriental, América Latina o Europa, donde cada vez más personas dedican al menos un 10% del presupuesto familiar a gastos de salud que pagan de su propio bolsillo. Modificar implica promover el desarrollo desde la infancia temprana, disminuir la pobreza, mejorar la educación promulgando leyes escolares obligatorias y la creación de ambientes seguros en escuelas, trabajos y hogares. Modificar exige un diálogo entre la OMS, el BM y los funcionarios responsables de las políticas económicas de sus países. “El bajo nivel socioeconómico”, explican los autores de la investigación comandados por Silvia Stringhini, del Hospital universitario de Lausana, “es uno de los indicadores más fuertes de la morbilidad y mortalidad prematura en todo el mundo.

«La recopilación, el análisis y el uso de datos desglosados de buena calidad son fundamentales para mejorar la salud y el bienestar de las personas. Las políticas y prácticas de salud deben estar respaldadas por datos sólidos y fiables, generados en los países». «Una de las metas de los tres mil millones establecidas por la OMS es que 1000 millones más de personas tengan cobertura sanitaria common para 2023», dijo el Dr. Tedros. «Esto significa mejorar el acceso a los servicios, especialmente a nivel de la comunidad, y asegurarse de que esos servicios sean accesibles, asequibles y eficaces para todas las personas, independientemente de su sexo». Al abordar los determinantes sociales de salud se ha hecho claramente hincapié en la importancia de la acción multisectorial la inaceptabilidad de las marcadas inequidades en materia de salud y la salud como derecho humano. Para actuar con respecto a los determinantes sociales de la salud en la Región de las Américas sobre la base de la equidad, es necesario reconocer las causas complejas y a menudo duraderas de la mala salud y la inequidad en materia de salud mediante la investigación desde las ciencias sociales y la epidemiología.