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Trabajo Y Desigualdad En América Latina: Más Allá De La Interseccionalidad > Uct

En Chile la brecha étnica es muy pequeña entre los hombres urbanos, y un poco mayor entre las mujeres urbanas, y ambas se han reducido a casi su totalidad según el último censo. En el área rural se siente más la brecha étnica especialmente entre las mujeres (10 a thirteen p.p. para 2002 y 3 a 8 p.p. para 2017), y en los hombres pero sólo de la región Sur. Entre los dos censos la diferencia entre etnias se ha reducido, aunque subsiste entre las mujeres de la región sur. En Perú la brecha étnica es prácticamente invisible entre los hombres urbanos, pues la diferencia en tasa de analfabetismo entre los que aprendieron lenguas indígenas y español es del 2 a 4 desigualdad social actual p.p.

desigualdad social en américa latina

Para la segunda ronda censal (2017 en Chile y Perú y 2018 en Colombia) utilicé los microdatos censales del whole de la población obtenidos directamente con la agencia estadística de cada país. Por ello, necesitamos avanzar de la cultura de los privilegios a la cultura de igualdad y la inclusión social, afirmó Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), en la reunión del Foro Económico Mundial 2020 que culminó este viernes en Davos, Suiza. Santibañes sugirió que la región pierde importancia por motivos económicos y tecnológicos. «Una baja tasa de crecimiento, menor comercio, menor innovación, nos vuelven menos relevantes. Pero América Latina se está convirtiendo en un foco más relevante geopolíticamente por la presencia china, sobre todo en el Cono Sur. Y eso genera la necesidad de una política exterior responsable». En medio de las múltiples crisis superpuestas, la región no apela a mecanismos de integración y cooperación que la fortalezcan. Permanece dividida, fragmentada, con una política exterior descoordinada y desarticulada, guiada por la ideología, que se traduce en una pérdida de relevancia en medio de las crecientes tensiones entre China y Estados Unidos a nivel internacional.

Tanto es así, que un estudio del Banco Mundial indica que un tercio del ingreso generado por la economía chilena en 2013 fue captado por el 1% más rico. Por ello, es relevante considerar este aspecto como una verdadera traba al desarrollo, cuando se bloquean las oportunidades y se traduce en un acceso poco equitativo al poder político y económico. Esto dista de ajustarse al enfoque interseccional porque cada categoría se concibe como “independiente, distinta, mutuamente excluyente”, y el efecto de la variable de interés sobre el desenlace es el mismo entre distintas razas y géneros. La descomposición Oaxaca-Blinder permitió avanzar en la comprensión de la naturaleza de dichas brechas regionales y sus diferencias. Se puede teorizar que parte de las brechas regionales tienen una naturaleza composicional y otra parte tiene una naturaleza interseccional y el peso de cada una varía de país en país y a lo largo del tiempo. Para ambos componentes existe una fuerza causal subyacente a lo subnacional que –aunque es independiente– actúa en interacción con la raza, el sexo, y el género en la producción de desigualdades.

Primero, las interacciones entre dos categorías son fáciles de realizar e interpretar, pero la introducción de tres o más elementos en la interacción conlleva a modelos estadísticos más complejos y con menos poder estadístico. Con cada variable nueva incluida se disminuyen los tamaños de las muestras y la posibilidad de capturar significancia en la interacción, esto descontando la enorme dificultad de hacer una correcta interpretación de los resultados. Segundo, las intersecciones en modelos estadísticos no abandonan la noción aditiva de la desigualdad, y de hecho tienden a sobre-dimensionar los efectos aditivos y minimizar los efectos multiplicativos.

El informe para América Latina y el Caribe destaca que las percepciones de desigualdad y justicia también juegan un papel elementary, en parte porque afecta las actitudes y preferencias de las personas respecto de las políticas redistributivas, a la vez que impactan la legitimidad de las instituciones del sistema democrático. A nivel regional el 81% cree que la distribución del ingreso es injusta, el porcentaje asciende al 95% en Chile, poniendo al país en el primer lugar de la región en dicho indicador. Más aún, mientras el 77% de personas en América Latina y el Caribe declara que sus países son gobernados en función de los intereses de unos pocos grupos poderosos, el porcentaje asciende a 91% entre las chilenas y chilenos. Chile también aparece primero en la percepción de injusticia en el acceso a justicia, salud y educación.

Esta metodología permite determinar cómo el impacto de una variable explicativa (X1) en una variable dependiente (Y) cambia como resultado de la variación en una tercera variable (X2) (Scott y Siltanen 2012). Gráfica 1 Tasas nacionales de Analfabetismo (Colombia – Perú) y Porcentaje de personas con cuatro años o menos de escolaridad (Chile). Para la primera ronda censal de los tres países (2002 en Chile, 2005 en Colombia, 2007 en Perú) acudí a los microdatos censales procesados por IPUMS (Minnessota Population Center 2019) que maneja una muestra censal representativa del 10% de la población con factores de expansión que generan información sobre el complete de la población.

Son personas que se ganan la vida día a día, sin contratos ni derechos laborales; por esto, han estado, además, más expuestas al coronavirus. La región también es hoy una de las más urbanizadas del mundo, pero el rápido cambio desde sociedades rurales ocurrió en el último medio siglode forma desordenada y en muchas zonas de expansión de las ciudades el Estado brilló por su ausencia a la hora de prestar servicios como educación o salud. El texto de Cuadriello Olivos ofrecen pistas que pueden ser claves para comprender el recorrido de las desigualdades y las respuestas que han emergido en los países considerados, como así también permite calibrar la fuerza con la que se instaló el modelo de políticas sociales focalizadas. Ahora bien, cabría preguntarse si esta consideración sigue vigente en la presente década. Pero tal vez lo más importante que se desprende de los gráficos 3a a 3d es que no hay una relación estilizada entre la situación socioeconómica del municipio y su capacidad de retener asalariados en sus desplazamientos diarios, con la excepción del patrón ya comentado para los asalariados de bajo nivel socioeconómico11.

Cifra que representa aproximadamente el 11 por ciento del Producto Interno Bruto proyectado por la Cepal para los siete países donde vivían los mencionados milmillonarios en 2021 con mayor representación en Chile, Brasil y México. Carla Hernández, en conversación con CHV Noticias, dio a conocer que dos personas de la familia interactuaron con su abuela en el baño minutos antes de su desaparición en Limache. Milagros Zabaleta evidenció en sus redes sociales el difícil momento por el que está pasando, el cual le ha afectado en su autoestima. Miro mis archivos y leo que en la última elección presidencial de Estados Unidos (2020), la más cara de la historia de ese país según el Center for Responsive Politics, se gastaron aproximadamente US$5,2 mil millones. Monto que explica la cuantía de los intereses en juego y la creciente violencia en las campañas. En el segundo puesto de ese listado está Julio Ponce Lerou, quien tomó el control de SQM (Soquimich), una de las mayores productoras mundiales de litio, yodo y fertilizantes, una vez privatizada por Pinochet, su suegro.

Se trata de comprender cómo instituciones políticas, prácticas culturales y proyectos hegemónicos que están anclados en espacios concretos promueven que interacciones de raza-género y clase sean particularmente discriminatorias. En 2002 el 63% de la diferencia en la proporción de personas con cuatro o menos años de escolaridad period explicado por diferencias composicionales. El efecto más importante lo tiene la composición urbano-rural, pues de ser igual en ambas regiones la brecha se reduciría en four p.p.

Entre los de mayor alcance están los que surgen de la mera y simple inspección de la localización de los puestos de trabajo, obtenida por vez primera con una pregunta censal. El patrón es mucho más concentrado que el de la población, y mantiene su centro de gravedad en el centro comercial histórico (BCD), aunque con ampliaciones que, en general, se alinean con el patrón de localización de los estratos altos. Pero no ocurre lo mismo con el sector servicios, por lejos el de mayor peso en la economía metropolitana reciente. Y esto tanto porque los sectores de altos ingresos son consumidores muy intensivos de servicios, como porque la localización importa para muchos servicios modernos en su doble faceta territorial14 y de estatus socioeconómico. Esto no es nuevo, pero sí lo es la gravitación de la «economía de oficina/tienda/sucursal» en el empleo15. Ciertamente, estos resultados no están en línea con las hipótesis de creciente policentrismo en las metrópolis regionales; sin embargo, sí son compatibles con los pocos estudios empíricos existentes sobre el tema (Duhau, 2003).

«Estos líderes buscan una democracia más directa. Representan un cambio en las formas, y se nutren del descontento hacia las élites. En gran parte de América Latina estos factores están presentes. Existe un caldo de cultivo que puede llevar a que aparezca otro líder similar desigualdad social en la actualidad a Bolsonaro, a quien defino como un conservador in style», agregó Santibañes.

De esta manera, si bien deben salir de su comuna para trabajar, finalmente se desplazan a zonas más bien cercanas y dentro de su nicho histórico. De igual forma en Perú la alta proporción de habitantes rurales e indígenas en la región Sierra no solo se debe a los patrones de poblamiento precolonial, sino a la emergencia de la Costa como centro de dominación tras la independencia. La predominancia de la costa se selló con el growth del guano y la devastación de la sierra en la guerra del pacífico, y después con la promoción de exportaciones de petróleo, pescado, azúcar y algodón, todas centradas en la Costa. Instituciones políticas tales como la exigencia de alfabetismo para votar excluyeron de tajo la participación de los grupos indígenas y la representación de sus intereses, profundizando la marginación de los territorios por ellos habitados. Capas de dinámicas políticas y económicas fueron creando composiciones muy distintas de grupos sociales privilegiados y marginados en cada una de las regiones (Thorp y Paredes 2010).

En São Paulo, el gobierno municipal llegó a anunciar la venta de las bases de datos de las tarjetas utilizadas en el transporte pero, bajo presión pública y después de la aprobación de una ley de protección de datos en Brasil, cambió su posición. Para comenzar hoy en día es por lo menos cuestionable que “la base de la matriz de riesgo formulada por el Banco Mundial” sobre la cual se ha construido el modelo de intervención social en Chile y en gran parte de Latinoamérica, esté reducido a la eficacia en la entrega de bienes y servicios, tal como se propone en el artículo sobre “Chile Crece Contigo”. Se puede afirmar que ese modelo ha sido más bien el reflejo de la subordinación a las agencias internacionales y la ignorancia, deliberada o no, del margen con que cuenta cada país para reaccionar frente a sus problemas. Esta mirada está siendo fuertemente cuestionada y abundan los ejemplos donde las políticas sociales se han transformado finalmente en reproductoras de condiciones de pobreza en lugar de aportar a su superación. Para los asalariados de bajo nivel socioeconómico no es irrelevante la comuna en que viven, ya que, en common, la probabilidad de ser «no móvil» aumenta con el nivel socioeconómico de la comuna (en explicit en Santiago).

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En su discurso, Angel Gurría (Secretario General de la OCDE), declara que la experiencia chilena enriquecerá el acervo de la OCDE en cuestiones clave, siendo un ejemplo al combinar crecimiento económico y mayor bienestar social. Gurría comentó que Chile ocuparía un lugar que le pertenece por mérito propio, cuyo objetivo es que comparta sus buenas prácticas y políticas públicas con los demás países de la OCDE. Además enfatizó que Chile sería parte de este conjunto de países que ayudan a que la economía mundial sea más fuerte, limpia y justa (informa oecd.org, el día eleven clases de organizaciones de Enero de 2010, a través del titular “Chile, primer país sudamericano miembro de la OCDE”). Paralelamente, la desigualdad de la riqueza –incluyendo activos tales como bienes inmuebles– está alcanzando nuevos niveles. En 2013, la riqueza promedio de familias de altos ingresos era casi siete veces la de las familias de ingresos medios y casi 70 veces la de las familias de bajos ingresos.

Y otro nudo respecto a la “violencia estructural” sería; ¿quien ejerce dicha violencia? En este caso, algunos autores sostienen que la violencia estructural es ejercida por todos quienes participan de un orden social. Comenzó su exposición citando a Francisco Sabatini quien sostiene que “el espacio importa”, refiriéndose a que las condiciones materiales de las viviendas y de los entornos públicos pueden impactar en las trayectorias de vida de las personas. Se habla de un sufrimiento por abajo cuando existen poblaciones que no son visibilizados, que no tienen voz o no son escuchadas, en cambio el sufrimiento por arriba se refiere a la justificación del dolor, cuando éste es socialmente justificado como un precio a pagar para conseguir algo.

Miradas desde la filosofía, economía y ecología” es el título de la segunda sesión de los seminarios “Diálogos interdisciplinares”, instancia donde sus académicos se reúnen a conocer y reflexionar sobre sus líneas de trabajo. Política, sociedad y cultura en América Latina y Argentina de fin de siglo (pp. 53-77). La ponderación que se utiliza en este procedimiento, es determinada a partir de la varianza que tiene asociada la estimación directa de pobreza obtenida desde la Encuesta y de la varianza proveniente de la estimación sintética. Mientras más pequeña sea la varianza asociada a la estimación directa, mayor será la ponderación que se le otorgará a esta estimación en la determinación de la tasa de pobreza y viceversa.

Respecto del año 1994 las regiones que mejoran son Magallanes, Aysén, Coquimbo y Antofagasta. Por su lado, mantienen su posición relativa, las regiones Metropolitana, de Los Lagos, de La Araucanía, del Biobío y del Maule. Mientras que bajan de posición relativa las regiones de Tarapacá (aunque continúa dentro de las con mayores logros de desarrollo humano), Atacama, O’Higgins y Valparaíso.

Los datos regionales, como años de escolaridad promedio y analfabetismo, se obtienen a partir de la Encuesta CASEN. A nivel territorial, el (Gráfico 5) expone las diferencias interregionales en ambos tipos de pobreza. Las regiones con menos personas en situación de pobreza, tanto por ingresos, como multidimensional son Magallanes, Antofagasta y Aysén.

Asimismo, hay una diferencia promedio de un año de escolaridad dependiendo de si pertenece o no a una etnia, siendo el promedio de 10,1 años para la población indígena y 11,1 para la no indígena. Los años de escolaridad promedio en Chile han tenido una favorable evolución en el tiempo. Se observa en el (Gráfico 8) que en 1955, en promedio, los chilenos no alcanzaban a completar la enseñanza primaria (8 años), llegando a este nivel solo a partir de 1990. En 2014 el promedio fue de 9,eight de organización años, por debajo de la educación obligatoria en el país (12 años) y de los años de escolaridad esperada de acuerdo con el PNUD (15,2 años para 2014). El país busca facilitar cada vez más el acceso a estudios superiores, de hecho la política pública pretende que a través de becas y créditos la educación esté al alcance de la población económicamente más vulnerable. Sin embargo, aún queda trabajo por hacer en este ámbito tan importante para la equidad.

Por su parte Ignacio Fernández presentó su estudio sobre desigualdades ambientales, es decir, cómo los recursos ambientales se distribuyen en el territorio y cómo esas desigualdades están asociadas a segregación y eso puede generar un círculo vicioso. Finalmente, Manuel Llorca explicó cómo se trata la desigualdad desde la economía. Usos, limitaciones y potencialidades para el diseño de políticas de desarrollo y de población [Ponencia]. En el caso de Chile, estos indicadores son calculados para los ingresos autónomos, es decir, los ingresos de provienen de la propiedad de los factores productivos, y para los ingresos monetarios, es decir, incluyendo las transferencias provenientes del Estado. Lo anterior permite visualizar la capacidad que tienen estas transferencias para reducir la desigualdad. La Canasta Básica de Alimentos (CBA) refiere a un conjunto de bienes alimentarios que se utiliza como base para definir el valor de la línea de pobreza y línea de pobreza extrema por ingresos.

Hacia fines de esa centuria se inició un periodo de inestabilidad en el marco de la “cuestión social”, que culminó con la elección de Arturo Alessandri en 1920 y el inicio del Estado benefactor. A este ciclo se le asigna cierto bienestar de la emergente clase media y de los trabajadores asalariados. MSc en Crítica, Curatoría y Prácticas Conceptuales de la Arquitectura, GSAPP, Columbia University (EE.UU., 2012). El trabajo de Moore ha sido expuesto a nivel internacional y publicado en diversas revistas y periódicos, incluyendo Artforum, Future Anterior, y Avery Review (averyreview.com), donde también es editor adjunto. Moore es Director Adjunto del Temple Hoyne Buell Center for the Study of American Architecture (Columbia University, EE.UU.). Fair Market Rent representa el 40 % de los alquileres (incluyendo el contrato de alquiler y servicios públicos) para las unidades típicas de calidad estándar.

conceptos de desigualdad

Las características y atributos del concepto de género1 tienen puntos en común, aunque se diferencian culturalmente en cada sociedad. La construcción social del género responde entonces a un conjunto de atributos asumidos, incorporados y reiterados que adoptamos, ciertamente, con la expectativa de cumplir las exigencias sociales de identificación y pertenencia de género definidas socialmente2. En el caso explicit de la región de Atacama, y de acuerdo a esta nueva metodología, existiría un 26,2% de pobreza multidimensional y un 7,3% de pobreza por ingresos. El incremento de los llamados campamentos es el reflejo de la cruda realidad de la pobreza en Chile. Específicamente en la tercera región, y según datos del Ministerio de Desarrollo Social, el número de personas que viven en campamentos en condiciones de precariedad aumentó de 1.118 familias en el año 2011 a 2.303 familias en el año 2013, es decir ha tenido una tendencia creciente en los últimos años.

Dada la naturaleza mercantilista de los programas, las restricciones en términos de ingresos y costos (elementos de la percepción de ‘asequibilidad’) no son permanentes. Su caducidad puede llegar tan pronto como 15 años después de completada (el mínimo estipulado por lihtc) o tan tarde como 50 años después (el objetivo fijado por el estado de Oregon). En otro ámbito, la conformación de los equipos de trabajo es otro de los aspectos afectados por la introducción de un enfoque de género. Asegurar que las mujeres tengan acceso a participar en todas las instancias, incluyendo las de poder, debe responder a un esfuerzo sostenido por cambiar los estereotipos ocupacionales por género. En cuanto a las unidades productivas, este aspecto debe también reflejarse en la promoción de la participación equitativa de hombres y mujeres.

La desigualdad se toma la opinión pública  Para el sociólogo y académico de la Facultad de Administración y Economía de nuestra Universidad, Alberto Mayol, lo más relevante de la consulta “es que la desigualdad se tomó la escena actual del país”. “La población considera, además, que la educación está agravando la desigualdad y eso, a su vez, genera una orientación al conflicto social”, explicó el sociólogo. “En las encuestas realizadas previamente en la Universidad, hemos visto que la desigualdad siempre ha sido un tema relevante, pero se ha incrementado la presencia de este factor.

De acuerdo con Donoso (2014), los gobiernos de la Concertación, principalmente desde la vuelta a la democracia, han tomado la inequidad como “espíritu de lucha”, por lo que se han implementado una serie de políticas redistributivas (tales como la reforma educativa y tributaria), sin embargo, acorde con el autor, los gobiernos han fallado en este objetivo. Además de los indicadores de desigualdad conocidos, recalca que la sociedad, actualmente, valida más la desigualdad que hace 30 años. Asimismo, la percepción de este autor es que las políticas redistributivas, más que abogar por una verdadera equidad, buscan beneficios adicionales, como la perpetuación del poder político-económico. Asimismo, se aplica la misma metodología, pero para estudiar la convergencia de la desigualdad del ingreso regional. Se analiza el índice de Gini al inicio del período frente a la variación promedio anual del Gini. Se observa una pendiente negativa en ambos períodos, demostrando que las regiones que son más desiguales al comienzo, han sido capaces de reducir en mayor cuantía sus niveles de desigualdad (Gráfico 13, a y b).

El PIB per cápita ha sido ampliamente estudiado en la literatura que relaciona el crecimiento económico con la desigualdad de un territorio. Comenzando por Kuznets (1955), cuya teoría sostiene que cuando una economía comienza a crecer, también lo hacen las disparidades, hasta llegar a un cierto punto de desarrollo, donde a pesar del mayor crecimiento económico, las desigualdades van disminuyendo, tomando la forma de una U invertida. Por su lado, la Nueva Geografía Económica plantea que las desigualdades entre regiones pueden mantenerse en el tiempo e incluso crecer junto con la economía de un país, al existir un centro que aprovecha los mayores beneficios del crecimiento, mientras que las regiones de la periferia pierden esa oportunidad (Merchand, 2009). La desigualdad socioeconómica puede entenderse en relación con las diferencias en la vida social de las personas, las que implican ventajas para unos y desventajas para otros.

La pobreza multidimensional en 2015 se vio afectada principalmente de las dimensiones trabajo y seguridad social y educación (31,1 y 25,8% respectivamente). Lo primero para tener en cuenta es que el diseño e implementación de cualquier política, programa o estudio, ya sea en el sector urbano o rural, en la práctica tiene un impacto diferenciado sobre los diferentes sujetos sociales, es decir, las políticas no son neutras en términos de impacto. Por ejemplo, una misma medida afectará de manera diferente a grandes, medianos o pequeños productores. Así mismo, al inside de cada grupo, por ejemplo el de pequeños productores, estos impactos variarán dependiendo de la disponibilidad de activos, ubicación geográfica, potencial productivo, condiciones agroecológicas, nivel cultural, inserción en el mercado, fuente de ingresos, tipo de jefatura del hogar. La definición de políticas debe también considerar que dentro de este grupo heterogéneo se encuentran las mujeres, los jóvenes y diferentes etnias con sus propias potencialidades y necesidades particulares, que deben ser tomados en cuenta para aprovechar sus potencialidades y resolver sus problemas, con las acciones apropiadas a cada uno de ellos. Es lamentable ver que a nivel de desigualdad del ingreso, medido a través del índice de Gini, índice 10/10 o índice 20/20, las regiones del sur suelen encontrarse en una posición desfavorecida versus las regiones nortinas.

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La brecha regional es mucho menor que en Colombia y se ha disminuido bastante para 2017. En Chile la brecha urbano-rural es importante y en algunas categorías presenta variación regional. La brecha urbano-rural entre las personas que no hacen parte de ninguna etnia era entre 14 y 20 p.p.

La segunda edición, de 2013, analiza la evolución de esas brechas territoriales. En esta ocasión, el tema de análisis en profundidad es la desigual distribución territorial de las oportunidades de acceso a empleos de calidad. En este sentido, el Informe busca contribuir a una mejor comprensión sobre los factores, características y condiciones propias de los territorios que determinan la generación de mejores oportunidades de empleo en algunos lugares más que en otros. Por ello, dijo, es urgente avanzar en la construcción de Estados de Bienestar, basados en derechos y en la igualdad, que otorguen acceso a protección desigualdad de hecho social y a bienes públicos de calidad, como salud y educación, vivienda y transporte. Bárcena participó durante la semana en diversas sesiones del Foro global, en las que abordó el origen y la persistencia de la desigualdad en los países de la región, así como el impacto que, asociada al bajo crecimiento, esta tiene en el desarrollo, la innovación, la inclusión y la productividad. A su vez, el invitado internacional agregó que “Antes se decía que la desigualdad en América Latina se debía al capitalismo, pero bueno, hay países capitalistas que son desiguales, pero no tanto como los de la región.

Dicha metodología, que será explicada con profundidad más adelante, permite desglosar hasta qué punto la diferencia entre grupos –en este caso regiones– en un atributo –analfabetismo o inasistencia a escuela– se debe por diferencias en la composición de las regiones, o por diferencias en los efectos que tienen los elementos de dicha composición. Desde estas variadas e interdisciplinares perspectivas, procesos territorialmente heterogéneos de desarrollo económico, acumulación de capital, y/o racismo van haciendo que unas regiones tengan peores empleos, bienes públicos y servicios sociales. Esto va generando un impacto en la composición de dichas regiones, que con el tiempo tienen una mayor proporción de grupos tradicionalmente marginados como habitantes rurales y minorías étnicas. Se puede derivar de estas aproximaciones que la región o la unidad subnacional no tendría una fuerza causal independiente que produciría ventajas y o discriminaciones, sino que reflejaría los efectos del racismo, el sesgo urbano y los modelos de desarrollo económico que se concentran en su territorio. El informe para América Latina y el Caribe destaca que las percepciones de desigualdad y justicia también juegan un papel fundamental, en parte porque afecta las actitudes y preferencias de las personas respecto de las políticas redistributivas, a la vez que impactan la legitimidad de las instituciones del sistema democrático.

Finalmente, La región no genera mucha variación en las brechas urbano rurales de Perú, excepto para mujeres, mientras que en Chile hay una variación un poco más significativa y en Colombia hay una variación regional mayor en las brechas urbano-rurales. El Informe Regional de Desarrollo Humano plantea que, para abordar los desafíos de la alta desigualdad y el bajo crecimiento, los países de América Latina deben abordar la complejidad de las interacciones entre estas variables. Se plantea que un punto de entrada para abordarlas es el diseño de sistemas de protección social que sean universales, más inclusivos y redistributivos y fiscalmente sostenibles. La disaster de la COVID-19 ha mostrado que, sin un enfoque universal, las crisis pueden producir retrocesos importantes en los logros de la región en protección social y bienestar de los hogares. En suma, los debates sobre las formas que adopta la segregación residencial metropolitana deben considerar el mercado de trabajo de las ciudades en su faceta territorial.

La descomposición Oaxaca-Blinder permitió avanzar en la comprensión de la naturaleza de dichas brechas regionales y sus diferencias. Se puede teorizar que parte de las brechas regionales tienen una naturaleza composicional y otra parte tiene una naturaleza interseccional y el peso de cada una varía de país en país y a lo largo del tiempo. Para ambos componentes existe una fuerza causal subyacente a lo subnacional que –aunque es independiente– actúa en interacción con la raza, el sexo, y el género en la producción de desigualdades. La descomposición Oaxaca-Blinder es una metodología cuantitativa apropiada para el estudio de la interseccionalidad (Jackson y VanderWeele 2019), en especial cuando se tiene en cuenta la dimensión subnacional. En las últimas décadas el concepto de interseccionalidad ha viajado desde el feminismo negro para aplicarse a otros contextos y literaturas como la salud pública (Bowleg 2012; Evans et al 2018), la psicología (Rosenthal 2016), las relaciones internacionales (Krizsan et al 2012) y el mercado laboral (Browne y Misra 2003).

Con todo, también reconocen que los dos centros de actividades (el histórico en la comuna de Santiago, y el, según ellos, emergente de «Providencia»), que constituyen el corazón comercial y económico de la ciudad, terminen por fusionarse, surgiendo, así, un gran centro extendido, lo que originaría un monocentrismo renovado, ampliado, si se quiere. Sobre ambos asuntos, la localización de la población según condición socioeconómica y la ubicación de los puestos de trabajo, hay un amplio debate en la actualidad. En los países desarrollados, el debate sobre la vigencia de los modelos de ciudad monocéntrica tiende a inclinarse hacia el modelo opuesto, es decir, el de ciudad policéntrica «More current research continues to indicate that employment in most metropolitan areas of the world, is both dispersing and in some circumstances clustering into subcenters» (Wheaton, 2002, p. 4). Con todo, el enfoque de la «ciudad dual» se opone a esta visión de fragmentación y dispersión policéntrica (Holt-Jensen, 2002). Y tales supuestos difícilmente se verifican en las ciudades de la región (Polése, 1998), en explicit por el alto grado de informalidad que predomina en ellos y las marcadas asimetrías que existen entre los actores relevantes de ellos.

“La caída de la desigualdad se detiene, el ímpetu se acabó, y se acaba en un contexto en que además también está disminuyendo la tasa de crecimiento y en algunos países incluso hay algo de recesión y aumenta la pobreza”, dijo. En concreto, la desigualdad de los ingresos laborales se redujo, acortándose la brecha salarial entre trabajadores altamente calificados y poco calificados. Así, entre 2002 y 2013, el ingreso laboral del decil más pobre creció, en promedio, un 50% en términos reales, mientras que el aumento promedio fue del 15% para el decil más rico (y 32 % para el ingreso de la mediana de la distribución). Además se produjeron incrementos en el salario mínimo y apoyo a organizaciones sindicales.

Y claramente son necesarios mayores esfuerzos de investigación empírica para indagar en los vínculos entre el funcionamiento espacial de los mercados de trabajo, las modalidades emergentes de crecimiento físico y demográfico metropolitano, y los patrones de localización de infraestructura y dependencias públicas y privadas. Una más vinculada a la globalización y los desarrollos tecnológicos y de infraestructura, que apunta al policentrismo y a una forma de funcionamiento y estructura urbana comparable a la de las ciudades de los Estados Unidos. Y otra más relacionada a las desigualdades socioterritoriales y del mercado de trabajo, que junto con el dinamismo de la economía de servicios, favorecen un monocentrismo extendido. Este último presiona una movilidad más intensa de los pobres y favorece el encapsulamiento de los ricos.

Permanece dividida, fragmentada, con una política exterior descoordinada y desarticulada, guiada por la ideología, que se traduce en una pérdida de relevancia en medio de las crecientes tensiones entre China y Estados Unidos a nivel internacional. «Existe un vínculo indirecto entre populismo y pandemia, a través de la crisis económica y social. Ante las frustraciones económicas que va a dejar el coronavirus, pueden fortalecerse este tipo de liderazgos, que vemos en América Latina y en el mundo. Pueden crecer los discursos antisistema a partir de esas frustraciones», afirmó Negri. Gráfica 1 Tasas nacionales de Analfabetismo (Colombia – Perú) y Porcentaje desigualdad economica mundial de personas con cuatro años o menos de escolaridad (Chile). A nivel de Europa, Sahd considera que los más importantes son la aprobación del  plan de rescate para los países de la Unión Europea impactados por la pandemia y darle seguimiento a las negociaciones comerciales entre el Reino Unido y EE. UU ., Aquel de ser exitoso podría ser atractivo para otros países europeos y eventualmente puede seguir el ejemplo del Reino Unido con el Brexit. “En el corto plazo, si bien la situación es horrible y ha introducido una desigualdad brutal, vemos que por lo menos estas medidas de contención y transferencia de ingresos pueden estar siendo mitigadoras”, apuntó Lustig.

En contraposición, los empresarios y los cuentapropistas disponen de un mayor margen de maniobra para definir su patrón de desplazamientos diarios y, por ende, debieran ser menos móviles que los asalariados, pues pueden usar su poder de decisión sobre sus desplazamientos diarios para minimizar los desplazamientos diarios en tanto consumen tiempo y dinero. Reducir las barreras al emprendimiento, el comercio y la inversión, fortalecer el Estado de derecho y erradicar la corrupción en el sector público y privado presentan también una importancia essential. El informe hace referencia al desarrollo por parte de Chile de estrategias coherentes y transparentes enfocadas a la promoción de la inversión como un ejemplo a seguir.

Se explica por la distinta composición, sobre todo en lo que tiene que ver con lo urbano-rural. Es altamente probable que parte de esta porción no explicada se deba a que en la región Sur ser indígena o campesino tenga una mayor penalidad sobre la escolaridad que en la región Central, aunque el efecto es pequeño puesto que la brecha es muy reducida. Al introducir el elemento étnico (Gráfica 3) observamos que los grupos indígenas tienen mucha mayor prevalencia de analfabetismo/no escolaridad que el resto y que la reducción ha sido importante en ese grupo. En Perú el analfabetismo en personas con lengua materna indígena es tres veces mayor que para el país en common y cinco veces mayor que para los que hablan castellano (21% en 2007 y 16% en 2017).

A nivel regional el 81% cree que la distribución del ingreso es injusta, el porcentaje asciende al 95% en Chile, poniendo al país en el primer lugar de la región en dicho indicador. Más aún, mientras el 77% de personas en América Latina y el Caribe declara que sus países son gobernados en función de los intereses de unos pocos grupos poderosos, el porcentaje asciende a 91% entre las chilenas y chilenos. Chile también aparece primero en la percepción de injusticia en el acceso a justicia, salud y educación. Finalmente, pese a tener el mejor desempeño de la región en el índice de desigualdad de género del PNUD, Chile es el segundo país donde más se percibe que la igualdad entre hombres y mujeres no está garantizada.

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En Chile la brecha regional también se recortó en todas las intersecciones, excepto en los indígenas rurales. En Colombia, a diferencia de los otros dos países, subsisten importantes brechas en la ruralidad, incluso entre personas que no pertenecen a grupos étnicos. Pero las brechas regionales entre indígenas rurales son extraordinarias, pues la diferencia entre la región con más y menos tasa de analfabetismo llega a ser 20 p.p. “Este informe muestra que las violación de derechos  sociales como el derecho a la salud no son por azar si no por decisiones de autoridades del Estado. No se debe meramente a un virus que afecta a la población a nivel mundial o a falta de recursos. Esa violación de derechos sociales se debe fundamentalmente a decisiones de políticas públicas que favorecen o no a ciertos sectores de la población.

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9 Por eso mismo, y por limitaciones formales, no se despliegan los nombres de los municipios en los gráficos, aunque pueden derivarse del cuadro 2. Con todo, más que un análisis caso a caso, los gráficos permiten una apreciación de la relación entre nivel socioeconómico del municipio y su atractivo como destino para conmutantes (que desde un punto de vista más económico significa atractivo para la localización de puestos de trabajo o empleos). Los resultados presentados en este artículo provienen de los censos de la ronda de 2000.

Según estas estimaciones, uno de cada cuatro latinoamericanos es indígena o afrodescendiente, aunque su distribución es muy diversa y heterogénea en la región, resalta la Directora de la División de Desarrollo Social de la Cepal. ‘Frente a este escenario la región no aguanta políticas de ajuste y requiere de otras que estimulen el crecimiento y reduzcan la desigualdad. Las condiciones actuales necesitan que la política fiscal se centre en la reactivación del crecimiento y en responder a las demandas sociales’, dijo antes de la alarma sanitaria Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva del ente. En el caso de El Salvador y Guatemala, la mayor parte de la caída en la desigualdad, se debe al mercado laboral y no a la redistribución, señala López-Calva.

A día de hoy, el 62,3% de la población de América Latina (408 millones de personas) cuenta con dos dosis, pero la distribución es todavía muy desigual dentro de la región. Con más de fifty five,7 millones de casos y cerca de 1,5 millones de muertes en dos años, Latinoamérica es una de las regiones más afectadas en términos sanitarios y económicos por el COVID-19, que provocó en 2020 una contracción del Producto Interior Bruto (PIB) del 6,8 % -la mayor en one hundred twenty años-. Los países con las peores cifras son Argentina, Colombia y Perú, en donde ambos índices crecieron siete puntos porcentuales o más, mientras que Brasil fue el único que mejoró, con una caída del 1,8% en la pobreza y 0,7% en la pobreza extrema. El reporte «Panorama Social de América Latina» estimó que la tasa de pobreza extrema creció del 13,1% al 13,8% en 2021, mientras que la pobreza disminuyó del 33% al 32,1%, alcanzando a 201 millones de latinoamericanos. «La recuperación económica de 2021 no ha sido suficiente para mitigar los profundos efectos sociales y laborales de la crisis sanitaria», lamentó Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Cepal, durante la presentación digital del informe desde Santiago de Chile.

Pasando ahora a la escala territorial, los hallazgos del estudio son variados. Entre los de mayor alcance están los que surgen de la mera y simple inspección de la localización de los puestos de trabajo, obtenida por vez primera con una pregunta censal. El patrón es mucho más concentrado que el de la población, y mantiene su centro de gravedad en el centro comercial histórico (BCD), aunque con ampliaciones que, en basic, se alinean con el patrón de localización de los estratos altos. Pero no ocurre lo mismo con el sector servicios, por lejos el de mayor peso en la economía metropolitana reciente. Y esto tanto porque los sectores de altos ingresos son consumidores muy intensivos de servicios, como porque la localización importa para muchos servicios modernos en su doble faceta territorial14 y de estatus socioeconómico. Esto no es nuevo, pero sí lo es la gravitación de la «economía de oficina/tienda/sucursal» en el empleo15.

Pero la mayor parte de los países latinoamericanos deberán ponerse de pie por sí solos. «En varios países latinoamericanos, así como en Estados Unidos, un gran elemento racial (?) jugó un rol en al menos una dimensión de la desigualdad», sostiene el execonomista jefe del Banco Mundial y actual profesor de la Universidad de Columbia, en Nueva York. Aun sin que se sospechara acerca del virus SARS-COV-2, causante de la enfermedad letal, se sabía que más del 53 por ciento de la población ocupada en la región permanecía en el empleo informal y que los ingresos de millones de trabajadores no eran suficientes para su sustento. «Estos países tienen una desigualdad persistentemente alta con disminuciones relativamente mínimas en el tiempo», señala en un e mail el organismo, en respuesta a la solicitud de información hecha por BBC Mundo. Tanto es así, que por ejemplo, un país más igual no tiene por qué ser sinónimo de un país mejor o más justo. De hecho, puede ocurrir que en un país las personas sean todas más pobres y, por lo tanto, son más iguales.

5 Esta expresión es usada de manera general y aún preliminar en este trabajo. De hecho, al trabajar solo a escala de municipio y comuna, los habitat de la élite no se captan con precisión en las ciudades analizada. La excepción es Santiago, cuyo patrón de segregación residencial socioeconómica, a gran escala todavía pese a su descenso reciente, sí permite imputar a un conjunto de comunas de la zona oriente la condición de nicho histórico de la élite.

desigualdad america latina

Pero los españoles y portugueses no han gobernado América Latina durante dos siglos; son los Estados independientes de hoy los responsables de la precariedad que sufre la población. Exigir una disculpa a la nación de los antiguos conquistadores, como lo ha hecho el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, es facilista, inútil y solo encubre su propia responsabilidad. Abolirla no es solo tarea del Estado, opina Uta Thofern, jefa del departamento de América Latina de nuestro medio asociado, la Deutsche Welle. desigualdad economica entre paises Frisancho indicó que estos cambios son necesarios para una mayor movilidad social, pero lamentó que no sean suficientes para alterar las posibilidades de progreso laboral entre hombres y mujeres en América Latina. Además, el director regional del PNUD apuntó que dichos problemas no se atendieron de una manera adecuada durante la época de crecimiento de la región a principios de este siglo, por lo que ahora están interactuando con la pandemia y han hecho de Latinoamérica la región la más afectada del mundo.

En Chile se registran brechas menos amplias, aunque las diferencias entre grupos indígenas y no indígenas, y entre la zona urbana y la rural son importantes. Todos los países tienen brechas regionales, pero estas no son más profundas que las de las otras categorías. En el BID, como a muchos otros observadores, las protestas en Chile nos tomaron por sorpresa.

Con esta aplicación cuantitativa y descriptiva de la investigación subnacional y la teoría de la interseccionalidad, este estudio constituye un aporte original para la comprensión de la desigualdad en América Latina y el rol de la dimensión subnacional en ella. En mi conocimiento éste es el primer estudio que aterriza el enfoque interseccional utilizando las últimas rondas censales para describir evolución en las diferencias entre grupos compuestos por la intersección de varios atributos, y constituye una contribución novedosa a la conceptualización de la desigualdad subnacional. Por último, el cierre de las escuelas introdujo una enorme desigualdad en términos de acceso a escolaridad. Históricamente existen diferencias en la posibilidad de completar la secundaria con padres con alto y bajo nivel educacional, pero “esas diferencias se están incrementando brutalmente con el efecto de las cuarentenas sobre el acceso a educación. Esto tiene que ser el centro de atención si queremos evitar que volvamos a tener una desigualdad persistente en el futuro”, finalizó. En resumen, con una disaster desigualdad distribucion de la riqueza sanitaria persistente en América Latina y el Caribe se extenderán a su vez a la dimension social y sanitaria con afectaciones en la pobreza y la pobreza extrema, la desigualdad, la desocupación y la falta de acceso a la educación y a cuidados, que aún no muestran señales de recuperación.

«América Latina y el Caribe se encuentra en una trampa de desarrollo», asevera un reciente informe publicado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). En una entrevista en profundidad, Abramo examina los principales hallazgos del informe anual Panorama Social de América Latina 2016, presentado por el organismo regional de las Naciones Unidas el pasado 30 de mayo en conferencia de prensa en Santiago, Chile. Por ejemplo, dijo, dentro de los más pobres, tan solo el 34 por ciento tiene alguna cobertura de salud. Así, se calcula que para América Latina el retroceso económico de la región sería de un 1,8 por ciento, aunque no se descarte que pueda llegar a caer aún más, quizás hasta un tres por ciento. Hemos calculado, sostuvo en declaraciones de hace pocas horas, que si la economía cayera un 1,eight por ciento, esto tendría una repercusión de una subida del desempleo de 10 puntos porcentuales.

Mientras en las ciudades de Brasil la probabilidad de ser conmutante decrece ligeramente con la educación, en Santiago y Ciudad de México la probabilidad de ser conmutante se eleva con la educación. Estos dos últimos hallazgos, en specific los de Santiago y Ciudad de México, nuevamente chocan con visiones tradicionales que suponen la movilidad y los traslados diarios como un atributo típico de los pobres, que, debido a los procesos de desplazamiento hacia la periferia antes comentados, están obligados a vivir lejos de sus trabajos. En el mismo sentido, la movilidad diaria no parece patrimonio del sector casual; por el contrario, la categoría ocupacional de este sector (cuentapropistas de baja educación) es la que registra menores niveles de conmutación en las cuatro ciudades examinadas. Esto dista de ajustarse al enfoque interseccional porque cada categoría se concibe como “independiente, distinta, mutuamente excluyente”, y el efecto de la variable de interés sobre el desenlace es el mismo entre distintas razas y géneros.

Así es como El Salvador pasó en tres décadas de tener un índice de ingresos de 54, a uno de 38, la desigualdad más baja de toda América Latina. Pero como solo considera la desigualdad de los ingresos, no refleja todas las otras dimensiones de la vida diaria. El resultado de la disminución de los ingresos públicos y el incremento de los gastos ha sido un incremento del déficit público y de la deuda pública. Brasil y Argentina son los países con mayor nivel de deuda (en torno al 100 percent del PIB) y de déficit público (superando el 10% del PIB) en 2020. En México, donde los indígenas son aproximadamente 15% de la población y casi tres cuartas partes de ellos viven en pobreza, un estudio de la organización Oxfam indicó en agosto que 43% de quienes hablan una lengua nativa no completaron primaria y apenas 10% tiene trabajo formal o es empleador.

Para finalizar el análisis volcamos la mirada a las diferencias que hace vivir en una región u otra. En el agregado, la brecha regional es una de las más pequeñas y es parecida entre los países. En Colombia la diferencia entre la región con mayor y menor analfabetismo period de 8% en 2005 y 5% en 2018. Chile la diferencia entre la región más y menos afectada por la falta de escolaridad era de 9 p.p. En Perú la brecha étnica es prácticamente invisible entre los hombres urbanos, pues la diferencia en tasa de analfabetismo entre los que aprendieron lenguas indígenas y español es del 2 a four p.p. Entre las mujeres urbanas, la brecha étnica es mucho más seen, pues varía entre 14 p.p.