De acuerdo con Parker y Wong (2002), las mujeres en edades avanzadas que no participan en la actividad económica no necesariamente se encuentran en peores condiciones económicas, ya que es possible que estén aseguradas por las pensiones de viudez. Los efectos marginales que se ilustran en el gráfico four muestran que manteniendo todas las demás variables del modelo constantes en su valor medio, el predictor positivo más importante de la seguridad económica en la vejez es el hogar unipersonal. Vivir solo, en contraste con pertenecer a un hogar nuclear, aumenta la probabilidad de ingresos en la vejez en 7,4 puntos porcentuales. Es posible que las personas en edades avanzadas que viven solas sean más independientes y al no compartir un espacio físico tampoco lo hagan con los recursos económicos y se encuentren en mejores condiciones socioeconómicas.
El documental aborda cómo la longevidad de la población impacta en la economía y está llevando al sistema de pensiones a resquebrajarse. Plantea que con una pirámide de población que se está invirtiendo, las aportaciones de los trabajadores ya no son suficientes para cubrir las necesidades económicas del cada vez más numeroso colectivo de jubilados. Pero en los últimos años las cosas comenzaron a cambiar y, al igual que en Colombia, se debatieron e introdujeron mecanismos solidarios para apoyar a los mayores de sixty five años y otras poblaciones vulnerables, incluso en aquellos países con sistemas privados o integrados. «Nosotros cotizamos alrededor del 16% cuando en la mayoría de países se cotiza por encima del 25%. Las mujeres se pensionan con fifty seven años y los hombres con 62, de las edades más bajas de jubilación en la región», añade.
Nicolás León, gerente de Estudio y Políticas Públicas de la CChC, presentó el informe destacando que el estallido social y la pandemia fueron eventos que impactaron significativamente al país, especialmente a las ciudades y comunas del Gran Santiago. «La sociedad colombiana tendrá conversaciones difíciles sobre cómo aumentar el gasto y a la vez asegurar su sostenibilidad», añade. Hay una tendencia creciente de sistemas mixtos (que financian las jubilaciones con fondos del Estado y aportes individuales) con pilares contributivos y solidarios. «Hay varios parámetros clave que no se van a tocar en esta reforma. Algunos son muy difíciles a nivel político, pero en algún momento tocará hacerlos», analiza Olivera. Esto, en clave pensiones, implica que «habrá menos gente trabajando y pagando las jubilaciones de un grupo poblacional envejecido que seguirá creciendo», dice Urzúa.
Cabe destacar, que los países semiperiféricos y periféricos van a envejecer con una gran desventaja, ya que tendrán que enfrentar este proceso sin los recursos económicos que los países ricos han tenido y tienen
Los principales ingresos de la población masculina son los beneficios gubernamentales, las pensiones o jubilaciones y los estipendios por trabajo, mientras que en la población femenina son los beneficios gubernamentales, los donativos y las pensiones. Las características de los sistemas de protección social se reflejan en las oportunidades y en las amenazas para lograr un ingreso sustituto digno en la edad avanzada y, entre otros aspectos, en la posibilidad de acceder a la atención de la salud. Como consecuencia de los cambios en los componentes demográficos antes señalados, la estructura demográfica se modificó notablemente. Inicialmente, el descenso de la mortalidad y la presencia de una fecundidad alta ocasionaron un rejuvenecimiento de la pirámide por edades, reflejada en una base ancha en los años 1930 a 1970 (Partida, 2005). Posteriormente, a medida que la fecundidad disminuyó, la base de la pirámide se redujo como parte del proceso paulatino de envejecimiento demográfico. Reflejo de ello son las tasas de participación de la población en edades de sixty five y más años (P65+), ya que en 1970 la P65+ representó three,7%, en 2015 aumentó a 7,2% y se espera que en los próximos años el perfil etario refleje el aumento progresivo de este grupo poblacional, rasgo distintivo del proceso de envejecimiento demográfico.
En efecto, el 30 % de los adultos mayores no sabe ni leer ni escribir un recado, situación que afecta en un 50 % más a las mujeres que a los hombres. 73México ha logrado importantes avances en cuanto a la educación con una franca ampliación de su cobertura, situación provocó una reducción de la tasa de analfabetismo que pasó del 25.8 % en 1970, al 9.5 % en el año 2000 para el grupo de población de 15 años y más (INEGI, 1998 citado en INEGI, 2005). La servidumbre de otros estudios que incluyen “lo económico” directa o tangencialmente como una variable discreta, y que están referidos al comportamiento de diferentes grupos etarios, en donde suele incluirse al grupo de mayores de sixty pobreza estructural que es five años. 34El segundo eje presenta el tema del envejecimiento desde el punto de vista evolutivo y el énfasis es puesto en cómo una especie se desarrolla y envejece, sin olvidar las cuestiones biológicas, psicológicas y sociales que se interrelacionan. Para el autor, la mayoría de las investigaciones sobre este tema se realizan de forma transversal, y el enfoque longitudinal es necesario para analizar el envejecimiento en términos de proceso.
27La Gerontología es principalmente la disciplina que se ocupa del estudio o conocimiento de los más viejos, pero como señala Osorio (2006), muchos estudios sociales y gerontológicos respoden a una demanda de qué hacer con el envejecimiento – dimensión empírica y aplicada –, dejando de lado todo aspecto teórico que no ha sido desarrollado hasta nuestros días (Osorio, 2006). 6Finalmente, la metodología de exposición utilizada fue cronológica, en el sentido de exponer en cada una de las temáticas los aportes que históricamente se desarrollaron primero y su evolución. En resumen, se está frente a un trabajo de revisión de investigaciones, para lograr una síntesis crítica del conocimiento existente actual sobre las situaciones que caracterizan a los adultos mayores en México, en diferentes áreas.
El esquema conceptual de análisis propuesto abarca factores generacionales, individuales y de los sistemas de protección social. En el caso de los abordajes programáticos, se persigue sistematizar algunas de intervenciones en materia de seguridad económica que se están realizando en algunos países de América Latina y el Caribe. En las conclusiones del artículo se resalta el papel de la ayuda acquainted para lograr cierta seguridad económica en la vejez y el hecho de que la pobreza de las personas mayores es aún un fenómeno extendido. En cuanto a las políticas para mejorar la situación económica en la edad avanzada, se constata que están dirigidas a reducir el riesgo de caer en la pobreza, pero que no garantizan la seguridad de ingresos a este grupo social.
En 1997, la creación del Programa de Educación, Salud y Alimentación (PROGRESA) supuso un cambio en este sentido. Este primer gran programa de implementación nacional cambió la forma de seleccionar a los beneficiarios identificando de manera más eficaz a la población weak, independientemente del ámbito rural o urbano
Como consecuencia, el país sería incapaz de producir pensiones adecuadas forzando a que muchos adultos mayores tengan que trabajar a pesar de la evidente perdida de productividad que ocurre con los años. Es decir, pasaría del nivel precise de aproximadamente 2.6 millones de adultos mayores a aproximadamente 7.6 millones. O lo que es lo mismo pasaría de representar el 8% de la población total de peruanos a casi 17% en 30 años en línea con una pirámide poblacional que se va ensanchando en la parte medio-alta. Sin embargo, para poder acceder a esta pensión, los beneficiarios tenían que renunciar a los beneficios que pudieran recibir del programa de Apoyo para los Adultos Mayores de Oportunidades, y no podían contar con una pensión
La publicación recuerda que la seguridad social es un derecho humano presente en los instrumentos internacionales en la materia y llama a cumplir con las garantías básicas de ésta a lo largo de la vida, que incluyen la seguridad económica para las personas mayores. “Esto significa garantizar la seguridad económica durante el periodo de retiro de la fuerza de trabajo o cuando existen dificultades para contar con ingresos laborales”, subraya. El problema de los adultos mayores no es la edad en sí misma, sino la probabilidad, que aumenta día a día, de tener un cuerpo enfermo. Esto da lugar a modificaciones en su dinámica de vida, que convierten sus relaciones sociales en relaciones instrumentales que implican dependencia; la dependencia generada por la enfermedad cut back su vida social y disminuye su bienestar private. Esta situación es claramente observable en el valor predictivo de la autonomía asociado al bienestar private en los adultos mayores. A su vez, las mujeres mayores en un rango de edad de 65 a 75 años, que viven en compañía y mantienen una vida social activa, de estrato socioeconómico medio alto o alto, con educación básica, diagnosticados con alguna enfermedad presentan 85% de posibilidad de tener bienestar personal.
reflexionar sobre el concepto de vejez y las connotaciones negativas que se le atañen. Es cierto que la entrada a la vejez por parte de una persona significa una aproximación más cercana hacia la muerte. No obstante, paradójicamente el hecho de que haya llegado hasta esta etapa es ya
Estas personas pasan automáticamente a ser ciudadanos de segunda categoría, que no obstante de ser excluidas de los beneficios que se les otorgan a otros sectores, si se les exigen contribuciones especiales por su condición de no vulnerables. En tanto que las políticas de intervención estratégicamente planeadas sustituyen con dádivas el derecho que les corresponde a todas las personas de acceder a la justicia y seguridad social, haciendo de sectores sociales políticamente etiquetados como vulnerables, sujetos de asistencia y no sujetos de derecho. Lo anterior se presenta como necesario puesto que, como bien lo observan Bustamante82 y Pizarro,83 pobreza en la niñez el problema de la vulnerabilidad está íntimamente relacionado con la mitigación de los derechos humanos, que produce y reproduce estados de miseria, donde la exclusión y marginación reducen las posibilidades de las personas para enfrentar las situaciones de riesgo. El desarrollo de sistemas sociales de atención y apoyo es elementary para asegurar el bienestar de los adultos mayores en una sociedad que envejece.