Si bien los valores actuales serían estarían dentro de los mejores resultados alcanzados por el país (Le Fort, 2017), del análisis histórico de Durán (2018) es posible apreciar un comportamiento cíclico de este indicador, por lo que no necesariamente existe evidencia que permita sostener que la actual reducción sea permanente en el tiempo 4 . Es más, dentro de las consultas civiles que se realizaron para la definición de la Agenda 2030, uno de los temas que más destacó como una preocupación importante de las personas de diferentes países period el de la desigualdad. Como resultado del informe realizado por el United Nations Development Group (2013), se indicó que las personas percibían la desigualdad como una barrera estructural que no les permitía alcanzar su máximo potencial, creando sentimientos de frustración y exclusión. Además, el informe declara que el asunto de la desigualdad salió a la luz dentro de varios otros tópicos consultados, como el de salud, el medioambiente donde habitan, brechas de género, entre otros.
Las mujeres asumen en mayor proporción las tareas domésticas, la crianza de los hijos y el cuidado de personas dependientes, dejándoles menos tiempo disponible para el trabajo remunerado. En promedio, las mujeres dedican dos horas diarias más que los hombres al cuidado de los niños menores de cuatro años, casi una hora más diaria al cuidado de personas dependientes y dos horas más a tareas domésticas. Si consideramos tanto las horas del trabajo remunerado y no remunerado, las mujeres en promedio trabajan 1,6 horas más al día que los hombres. Esta diferencia aumenta a 2,1 horas para las mujeres que se encuentran en pareja y trabajando remuneradamente. El aporte a la economía de las actividades de cuidado corresponde al 26% del PIB nacional ampliado según estimaciones del Banco Central.
En 1989, tras 10 años de negociaciones, se aprueba la Convención sobre los Derechos del Niño, que vincula a los Estados Partes a cumplir las normas de este tratado Internacional. En el 2017, el Congreso chileno aprobó la nueva Ley de Educación Pública, que tiene como objetivo transferir los servicios de educación pública de los gobiernos municipales a nuevas agencias locales de educación para conformar un nuevo sistema nacional de educación pública. Una buena educación, según expertos, tiene la función de adquirir habilidades y certificar conocimientos para participar aún más en la sociedad, y sirve para “socializar”.
Esta estrategia se basa en las recomendaciones de política pública para que Chile alcance un desarrollo sostenible e inclusivo y en aquellas para desarrollar un sector privado más fuerte, para una sociedad más productiva e inclusiva. El pasado 9 de diciembre se realizó la ceremonia de graduación de las 42 dirigentas sindicales y trabajadoras que participaron –vía plataforma digital- en el Curso de Formación Sindical Mujeres Líderes, programa del Fondo de Formación Sindical de la Subsecretaría del Trabajo e implementado por la FEN con el apoyo del Centro de Organizaciones y Relaciones Laborales (COR-UAH). El objetivo estuvo centrado en contribuir a la reducción de las brechas de género en el mundo del trabajo. Más estratégicamente, se ha utilizado activamente la tecnología de la información y las comunicaciones (TICs) para desarrollar contenidos y aplicaciones, ampliando la oferta educativa a través de los medios de comunicación, apoyando a niñas y niños para que sean capaces de continuar y disfrutar su proceso de aprendizaje.
El economista establece tres razones importantes para considerar esta faceta de la desigualdad, aún asumiendo que se ha establecido igualdad de oportunidades en primer lugar. Es decir, que habiendo garantizado que las particularidades de cada individuo no influyeran en el resultado last de cada uno, todavía existirían factores que causen la desigualdad entre ellos. Dentro de las causas, destacó la secretaria de Estudios de Programas Advance de la Facultad de Economía y Negocios de la USS, Daniela Catalán, está el issue desigualdad autores cultural, que ha perdurado a través de la historia, de creer que el hombre es el jefe de hogar proveedor, mientras que la remuneración obtenida por la mujer es sólo un complemento en el ingreso familiar.
Esto está en línea con que las mujeres trabajadoras fueron más afectadas por el aumento de la carga de la crianza debido al cierre de los colegios. De acuerdo con la última publicación de la Encuesta Suplementaria de Ingresos (ESI) en 2021, con datos de 2021, el 41,8% de las personas ocupadas fueron mujeres. El 50% de ellas obtuvo ingresos mensuales iguales o menores a $405.348, provenientes de su ocupación principal.
Este año, bajo el lema «Smart Food por la Salud y el Planeta», la feria promete destacar por su interdisciplinariedad y conexión con la industria, ofreciendo un espacio para degustar, aprender y apoyar el talento joven en la creación de alimentos saludables. Nuestro sistema CRM permite registrar y seguir cada caso dentro de los plazos establecidos por la normativa y gestionar de mejor manera a nuestros usuarios/as. Ciertamente hay muchos desigualdad distribucion de la riqueza otros aspectos a considerar, si se tiene en cuenta la devaluación de la institucionalidad política, el empoderamiento de las comunidades y los cambios que trae consigo la automatización del empleo y la revolución digital. Es tarea de todos contribuir a superar los obstáculos y aspirar a un país más justo, próspero y solidario. Bajo su alero surgieron grandes fortunas, cuyo origen se centra en la minería, las finanzas y el comercio.
Así, se podría haber inferido que la estrategia chilena para reducir las desigualdades en el contexto de la Agenda 2030 se centraría mayormente en la dimensión ex-post. Una imagen distinta nos presenta la variable percepción diagramática de distribución económica en relación a variables de estatus. En este caso, los efectos individuales de ingreso y educación se anulan bajo el control de la variable estatus subjetivo. De acuerdo a estos resultados, es dable pensar que para evaluar la percepción de distribución económica lo relevante es saber dónde el entrevistado piensa que se encuentra en la escala social más que los antecedentes objetivos de estatus. El efecto del estatus subjetivo nos cube que los entrevistados tienden a asociar su estatus con el segmento mayoritario del país, ya que este segmento va subiendo de forma progresiva en los diagramas que se presentan en este ítem y, por tanto, se produce esta asociación inversa entre ambas variables (bajo estatus subjetivo — alta percepción de desigualdad). Dadas las características distribucionales del estatus subjetivo (que analizamos en la sección anterior), podemos decir que además de la creencia expandida de pertenecer a los segmentos medios, los chilenos también tienden a creer que pertenecen a la mayoría.
Así, la densidad promedio de cotización para el complete de los hombres afiliados fue de 56,3%, en las mujeres alcanzó un forty five,9,1%. «Impulsaremos todas las transformaciones que sean necesarias para avanzar hacia una educación verdaderamente inclusiva tanto en nuestra institución como en el país, como lo demanda nuestro compromiso con el derecho a la educación», expresó luego de obtener la victoria en la elección. «Reforzamos nuestro compromiso con los cambios que son necesarios para responder a la fuerza transformadora que hoy impulsa a nuestro país, así como a los desafíos de la educación superior a nivel global», ha señalado la académica. La carrera de Rosa Devés está vinculada de manera muy fuerte con la Universidad de Chile, ya que ingresó a estudiar Bioquímica en 1968; se doctoró en la University of Western de Ontario, Canadá, y volvió como profesora a la Facultad de Medicina de la misma universidad en 1981.
En la Figura three aparece un gráfico de cajas sobre la percepción de ingreso para cargos de alto estatus y bajo estatus, el cual permite hacerse una thought de la distribución de las respuestas en términos de tendencia central y variabilidad. Las variables independientes se componen de las variables estatus (ingreso y educación), posición política y justicia del propio salario. El ingreso lo operacionalizamos como el ingreso neto equivalente, obtenido de la división del ingreso familiar mensual por el número de personas que comparten el mismo hogar.
Además de los tipos de violencia más conocidos, en los últimos años ha cobrado bastante fuerza la violencia en línea o digital contra las mujeres. Esto se refiere a cualquier acto de violencia contra una mujer cometido, asistido o agravado por el uso de la tecnología de la información y las comunicaciones (teléfonos móviles, Internet, medios sociales, videojuegos, mensajes de texto, correos electrónicos, redes sociales, entre otras). Asimismo, las universidades creadoras de la plataforma organizan conversatorios, charlas y webinar sobre brecha salarial de género, y publican entrevistas relativas a este tema para orientar a las personas y entregarles información detallada sobre lo que ocurre en Chile y en otros países. Respecto de la percepción common de desigualdad, observamos un alto grado de acuerdo en la afirmación «Las diferencias de ingreso en Chile son demasiado grandes» (Tabla 1), sobre la que más del 87% de las personas plantea estar de acuerdo o muy de acuerdo, lo cual es concordante con publicaciones anteriores (Comisión Económica para América Latina [CEPAL], 2010). Este aparente consenso perceptual contrasta con la variabilidad que observamos en las respuestas de percepción de salarios.
Estas posibles implicancias otorgan aún mayor relevancia al estudio de la percepción de la desigualdad en una realidad specific como Chile, uno de los países con mayor desigualdad económica a nivel mundial. Por otra parte, y como también se mencionó al comienzo de este artículo, el Coeficiente de Gini es uno de los indicadores más utilizados a nivel internacional a la hora de medir la desigualdad ( Medina, 2001 ; Goubin, 2018 ) y Chile no es la excepción. Si bien se reconoce la utilidad de este índice, existen críticas al mismo, como las planteadas por Atkinson (1970 ) sobre la proporcionalidad de las transferencias, otorgando más peso a las transferencias en el centro de la dis-tribución que en las colas, lo que no necesariamente refleja los valores sociales tras un indicador de desigualdad. El autor examina también las propiedades de utilizar varianzas y la desviación relativa de la media, encontrando que cada una de ellas tiene sus propias limitaciones. Sin embargo, tomando en consideración las críticas que ha establecido la literatura, el Índice de Gini continúa siendo un indicador ampliamente utilizado para la medición de la desigualdad y la formulación de políticas públicas (Liu & Gastwirth, 2020; Furman, Kye & Su, 2019). En este sentido, al utilizar este índice como una herramienta basic para medir las dis-paridades, se podría haber pensado que el foco de las acciones públicas también respondería a este mismo, no obstante, el Índice de Gini solo muestra un promedio de la distancia que existe entre los ingresos de los individuos de una economía ( Medina, 2001 ; Alvaredo et al., 2018).