Todas las empresas están vinculadas a la pobreza mundial, especialmente a través de sus cadenas de suministro, y tienen la responsabilidad de trabajar para eliminar sus impactos negativos en este ODS. Espacio Público es un centro de estudios independiente que busca aportar en la construcción de una sociedad más justa, transparente y democrática, que permita un desarrollo económico, social y político que beneficie a todas las personas. El país ha iniciado una normalización de los desequilibrios macroeconómicos acumulados en 2021, en los que incidieron las elevadas transferencias monetarias y retiros de fondos. Las recientes proyecciones del Fondo Monetario Internacional apuntan a que el crecimiento del PIB disminuiría desde 11 10 tipos de organizaciones sociales,7% en 2021, a 2,1% en 2022 y a -1,3% en 2023.
ILC y sus filiales tienen un compromiso especial con las personas mayores, en ámbitos tan importantes como la previsión y salud, dado el giro de sus negocios. Es por esto que la Compañía desarrolló el programa #PorElAdultoMayor, que abarca diversas iniciativas público-privadas con cobertura nacional, con el fin de mejorar la calidad de vida e inclusión de los adultos mayores en Chile. –La CASEN tiene la ventaja de ser una radiografía que te muestra de manera mucho más integral los fenómenos sociales.
El 5% restantes corresponde a organizaciones relacionadas a la salud y bomberos que requieren mejorar sus espacios comunes. Adicionalmente, se repararán salas de clases y patios de escuelas y jardines infantiles, e infraestructura de entidades de salud, bomberos, clubes deportivos y juntas de vecinos, junto con el desarrollo de huertos comunitarios y renovación de plazas. En estas actividades participaron más de 90 voluntarios, quienes donaron pobreza extrema en el mundo 352 horas, beneficiando a más de 460 personas. Una de las metas propuestas el año pasado fue la de ampliar las operaciones de Voluntarios de Acero a todas aquellas comunas donde están presentes algunas de las empresas relacionadas, ya que inicialmente solo se realizaron campañas en las comunas de Colina y Renca. Es así, como en 2023 se han realizado intervenciones en otras comunas del gran Santiago, además de Antofagasta, Temuco y Concepción.
Los resultados de la encuesta muestran también una importante reducción en la pobreza multidimensional a lo largo de los años. Desde 2017, esta tasa ha disminuido significativamente, pasando del 18.1% al 15,3% en 2022, lo que implica una disminución que es estadísticamente significativa, de 2,8 puntos porcentuales. En primer lugar, se presentan los resultados de la sensibilidad de los niveles y evolución de la pobreza monetaria ante el empleo de distintas escalas de equivalencia alternativas6. Respecto de la elección de las líneas de pobreza, no resulta obvio en la literatura cómo deberían ser los umbrales cuando se realizan comparaciones entre distintas escalas, y si los mismos debiesen modificarse o no de acuerdo con la escala. Por ello, aquí se emplean dos criterios distintos que permiten complementar la discusión de la sensibilidad de las estimaciones de pobreza y, a su vez, derivar conclusiones respecto del rol potencial que cumplen los umbrales cuando se comparan resultados con distintas escalas. Se sigue el enfoque de Coulter, Cowell y Jenkins (1992) y Duclos y Mercader-Prats (1999), quienes, además de evidencia empírica, proveen un marco conceptual que permite analizar y diferenciar los efectos de emplear distintas escalas en los resultados de pobreza.
Los datos regionales muestran que entre 2020 y 2022 casi todas las regiones disminuyeron su tasa de pobreza; en el caso de las regiones de Tarapacá, Antofagasta, Atacama y Magallanes, no hubo variaciones estadísticamente significativas. En líneas generales, Chile se posiciona de buena forma en el panorama international de la medición de la multidimensionalidad de la pobreza. La principal herramienta de medición de la pobreza, la encuesta CASEN como un ‘instrumento de alta confiabilidad’, así lo indica. De esta manera, se plantea relevante que los esfuerzos por superar la pobreza no dejen de lado el fortalecimiento de la resiliencia de las personas para evitar recaídas en ella, lo que se relaciona principalmente con asuntos de protección social.
La pobreza es un obstáculo para la realización de la dignidad humana y el desarrollo, y representa una barrera para muchos Derechos Humanos. Vivir en la pobreza, a menudo significa la falta de acceso a servicios básicos como la buena alimentación, el saneamiento, la atención médica y la educación. Por lo tanto, reducir la pobreza puede ayudar a abordar cuestiones relacionadas con la nutrición (ODS 2), salud (ODS 3), educación (ODS 4), saneamiento (ODS 6) y desigualdad (ODS 5 y 10), que contribuyen colectivamente a construir sociedades más pacíficas (ODS 16).
Por su lado, Chile comienza a discutir una reforma tributaria que busca hacer eco de la thought de que quienes más tienen, deben contribuir más. Con el proyecto de reforma presentado al Parlamento, el cual propone un impuesto a la riqueza a personas con un patrimonio mayor a los cinco millones de dólares –además de mayores royalties a la minería– se espera que para 2023 la recaudación fiscal de Chile aumente un 0,6% en el PIB, hasta llegar a un 4,1% en 2025. Así, el país lograría llegar al promedio de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), al cual pertenece desde 2010. Esto demuestra que la acumulación de grandes fortunas por parte de las personas solo es posible bajo determinadas condiciones de naturaleza económica, material y política, y que la incidencia de la personalidad y el esfuerzo individuales son muy poco determinantes. A este respecto, uno de los ejes principales de la Ley de Presupuestos 2023, que contempla un crecimiento del gasto público de 4,2%, es precisamente la protección social, pues considera un aumento del 32,3% en el programa relativo a pobreza respecto del erario fiscal en curso. Según datos del organismo internacional, desde 2006 en adelante, la pobreza tuvo una constante caída en Chile, pasando de un 29,9% durante ese año a un 7,5% en 2017, marcando una leve alza en 2020 cuando llegó a 8%.
Ese año, la proporción de personas en pobreza extrema aumentó por primera vez después de 20 años, rondando los 665 millones de personas en 2022. Sumado a esto, la pandemia trajo repercusiones en áreas como la educación y el empleo, lo que podría tener consecuencias negativas en los resultados de la pobreza multidimensional, que aún no se materializan. A mitad de camino de la Agenda 2030, la superación de la pobreza sigue ocupando un importante lugar con carácter de urgencia.
Porque detrás de las buenas cifras, que debemos valorar y mejorar, cómo no, queda claro que los desafíos para el Estado siguen más vigentes que nunca. No descansar hasta reducir al mínimo la pobreza de los niños, niñas y adolescentes; reducir y empequeñecer la brecha histórica entre mujeres y hombres, y también garantizar una vejez digna, con un sistema de seguridad social que permita que las personas mayores vean mejoradas sus pensiones hoy, y no en 40 años más. Las empresas pueden aportar al ODS 1 mediante el empoderamiento económico de los grupos vulnerables, incluso a través del apoyo al desarrollo de habilidades y el acceso al empleo; y mediante el apoyo al acceso de servicios básicos como salud, vivienda y saneamiento. Todas las empresas deberían ser empleadores con igualdad de oportunidades, prohibir la discriminación contra grupos vulnerables y adoptar políticas que respalden la inclusión para contribuir al empoderamiento económico. Una de las formas más efectivas de reducir la pobreza es crear empleos decentes, es decir, ofrecer a las personas una fuente de ingresos sostenible y confiable, condiciones de trabajo decentes y apoyo para servicios básicos como la salud, la vivienda y el saneamiento.
Clarisa Hardy precisa con claridad meridiana un elemento muy técnico que ha estado en el centro del cuestionamiento a las tasas de pobreza históricamente bajas que muestra la CASEN 2022 y que Rodrigo mencionó como el segundo factor que explica estos índices. El economista del PNUD cree que falta profundidad en el análisis de las cifras de la CASEN 2022. Se esperaba que la encuesta Nacional de Caracterización Social viniera con malos indicadores a causa de la pandemia, perola CASEN 2022 mostró un descenso histórico en todas las pobrezas.
La iniciativa está enfocada en la población Aurora de Chile, en Cerro Navia, cuyas familias accederán a sistemas solares térmicos, recambio de electrodomésticos, mejoras en conexiones eléctricas riesgosas, kits de eficiencia energética y renovación de la calefacción para hacer más eficiente el uso de la energía. Por esto, para potenciar el desarrollo comunitario sostenible, llevamos a cabo este proyecto en alianza con las fundaciones Techo para Chile y El Colihue y, junto a las comunidades, co-diseñamos distintos programas sociales. En 2023 destacamos la conexión eléctrica de 200 viviendas en el campamento Los Aromos de Colina, con la construcción de una sede comunitaria sostenible y la instalación una plaza de bolsillo con sistema de iluminación photo voltaic y huerta comunitaria.
El economista Rodrigo Montero, decano de la Facultad de Administración y Negocios de la Universidad Autónoma, dijo a Cooperativa que «si queremos ver cómo proyectar esta situación en el tiempo, si estos indicadores seguirán empeorando o no, tenemos que atender a qué es lo que estamos haciendo hoy día como país para cimentar mayores tasas de crecimiento». También, se proyecta que la desocupación para 2022 a nivel regional será de 9,4% y afectará más a las mujeres, quienes pasaron de una tasa de 9,5% en 2019 a 11,6% este año, y los hombres tuvieron un salto de 6,8% a 7,8% en el mismo periodo. En la presentación de su informe Panorama Social 2022, la Cepal destacó que América Latina y El Caribe enfrenta una serie de shocks externos, como la desaceleración del crecimiento económico, débil recuperación del empleo y alza de la inflación. El proyecto para el Fortalecimiento de las Universidades Estatales culminó en junio de 2023, consiguiendo importantes logros en términos de mejoras en la calidad y equidad, pese al difícil contexto como resultado de la pandemia. La deserción en el tercer año entre los estudiantes más vulnerables se redujo en casi 10%, pasando del 36,6 por ciento en 2018 al 26.8 por ciento en 2022.