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Pobreza En Argentina Baja Al 37,3% En De 2021 Según Datos De Indec

Algunas de estas estrategias, de acuerdo con sus características, pueden denominarse, al menos tentativamente, estrategias de reinstitucionalización (Trigo, 2005). Concepto menos trabajado que el de desinstitucionalización y, tal vez, también con límites y vulnerabilidades. Sin embargo, en la preparación de la Conferencia de Puebla sí se pusieron en evidencia las fuertes tensiones entre representantes de una y otra de estas corrientes. El planteo de la cultura y la religiosidad well-liked, favorecido por la dirigencia de la Conferencia del Episcopado Latinoamericano (CELAM) y por Roma, parecía dejar fuera los aspectos específicamente sociales y políticos de la liberación de los pobres. «Hoy, con la publicación de este índice sobre pobreza, terminamos con la emergencia estadística en su forma más crítica». El Presidente argentino, Mauricio Macri aseguró ayer, tras conocerse el informe, que «después de años de manipulación, hoy sabemos qué realidad nos golpea, porque uno de cada tres argentinos es pobre y es algo que nos duele».

Las proyecciones indicarían que habría casi 27 millones de personas pobres, de los cuales 7 millones serían indigentes. 2Con frecuencia se reserva la denominación TL para la segunda y la tercera de las líneas mencionadas, sobre todo para la tercera. Cuando se habla de teologías de la liberación, en plural, se incluye la cuarta y, según los casos, también la primera. Para algunos autores, la TC se trata de una corriente con rasgos propios dentro de la TL (Scanone, 1982; Cuda, 2016); para otros, es una forma independiente y muy valiosa de la TL (Lehmann, citado en Galli, 1990), y para una tercera postura no debería de incluirse.

Adicionalmente, una discusión transversal al análisis es la forma en que deberían ser definidos los umbrales cuando se realizan comparaciones entre distintas escalas. Se observa que la determinación de la línea de pobreza constituye una decisión no trivial cuando se analiza la sensibilidad de las estimaciones de pobreza a la elección del ajuste demográfico. La evidencia presentada se encuentra en línea con la advertencia de Ravallion (2015), quien destaca que las estimaciones de pobreza pueden modificarse sustancialmente, o hasta no variar, dependiendo de cómo se defina el umbral. Los resultados muestran que, cuando el umbral es el mismo independientemente del ajuste empleado, los resultados son más fáciles de interpretar y las diferencias entre las estimaciones son más amplias. Una escala más alta (baja) para todos los tipos de hogares se asocia a mayores (menores) niveles de pobreza estimados.

El 92% de los hogares con 5 niños serán identificados pobres con la escala de Barten, mientras que el 79% con la escala del INDEC, y el 71% con la paramétrica. Mientras que cuando el umbral se modifica, las probabilidades promedio de que el hogar sea identificado como pobre al considerar distintas escalas son más parecidas para tamaños familiares con pocos integrantes, y las diferencias se amplían al aumentar la cantidad de adultos o menores presentes en el hogar. En este caso un hogar integrado por 5 menores tiene 53% de probabilidad, en promedio, de ser identificado como pobre si se emplea la escala de Barten, 50% con la del INDEC y 45% con la paramétrica. El Instituto de Estadísticas y Censos (INDEC) difundió los últimos índices del nivel de pobreza en el país.

El dato del aumento de la pobreza se conoce sólo semanas antes de que se lleven a cabo las elecciones presidenciales en Argentina, luego que Javier Milei obtuvo el primer lugar en las primarias de agosto. El candidato oficialista, el ministro de Economía, Sergio Massa, salió tercero en los comicios pasados y enfrenta un complejo momento económico. La cifra entregada por Indec muestra un alza de nueve décimas porcentuales con respecto al segundo trimestre del año pasado (39,2%) y es la mayor desde la primera mitad de 2021 (40,6%).

En la ciudad de Buenos Aires, con una población mucho más rica, el 16% de los residentes vive en la pobreza, en comparación con el 51% en la provincia de Buenos Aires, según datos del INDEC. Los únicos otros períodos recientes de mayor pobreza en Argentina se produjeron después de su crisis de hiperinflación en 1989 y un default histórico a fines de 2001, según datos ikea fundación anteriores del INDEC. Dentro de este conjunto se distingue un 7,8% de hogares por debajo de la línea de indigencia (LI), que incluyen al 10,5% de las personas. Además, el Índice de Indigencia, que comprende a las personas cuyos ingresos no alcanzan para comprar el mínimo de comida para la subsistencia, se ubicó en el 10,5%, contra el 8% del semestre julio-diciembre de 2019.

En este sentido, el análisis y los resultados presentados en este trabajo son congruentes con la evidencia empírica internacional previa. Sin embargo, el efecto de las escalas en los niveles y composición de la pobreza no es uniforme entre los distintos países (Buhmann et al., 1988). Sin embargo, la relación entre la medición de la pobreza y las escalas de equivalencia no se encuentra extensamente explorada ni de manera amplia para países de América Latina (Medina, 2002; Alfaro y Núñez Velázquez, 2005). La misma casa de estudios indicó que, al last del gobierno de Alberto Fernández, Argentina contabilizaba 19,5 millones de personas en la pobreza y 5,four millones bajo la línea de la indigencia.

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La EPH es una encuesta que cubre actualmente 31 aglomerados urbanos, representando cerca del 62% de la población total del país. El análisis abarca un período de 26 años, desde 1990 al 2015 y se realiza una estimación de pobreza anual3. El primer enfoque refiere a la evaluación de las necesidades del hogar por parte de expertos y agrupa a las escalas obtenidas a partir del criterio experto estadístico o del criterio experto de programas. Las escalas basadas en el criterio experto estadístico (denominadas paramétricas) consideran un parámetro que captura el costo relativo de los niños y otro que regula las economías de escala. Son útiles para comparaciones internacionales o para países que no poseen una escala propia oficial (Deaton y Zaidi, 2002), aunque los valores de los parámetros no poseen una justificación teórica. Las escalas basadas en el criterio experto de programas implican un juicio de valor explícito acerca del conjunto de necesidades mínimas (por ejemplo, nutricionales) que deberían ser satisfechas.

Los sacerdotes, desde la reivindicación de sus capitales específicos, en algunos casos, buscan acrecentar el peso de lo sacramental; en otros, llevan adelante estrategias “sociales” y construyen poder territorial (en este sentido, los Hogares de Cristo constituyen una experiencia en crecimiento y de alta gravitación). O puede observarse también que incrementan lo sacramental en paralelo con el trabajo socio territorial. Así, el concepto de desinstitucionalización, aún con sus limitaciones o vulnerabilidades, nos permite nombrar algunas de las transformaciones y de las realidades de la diócesis de Merlo-Moreno. Resultándonos interesante que dicha noción también implica, en este caso, hacer referencia a procesos y experiencias de los especialistas que permanecen en la institución y, desde lo individual y/o lo comunitario, construyen y expresan de una manera nueva sus creencias, con mayor autonomía de la institución.

El “preferencial” de la segunda solo señalaría una prioridad en el orden de la caridad. Para este autor, la “preferencialización de los pobres” oculta coordenadas de la justicia para mirar la realidad desde la perspectiva de la beneficencia guinea ecuatorial pobreza o del asistencialismo, en cambio la OP implicaría praxis social, asumida como acto de justicia. «Después de años de manipulación, hoy sabemos qué realidad nos golpea, porque uno de cada tres argentinos es pobre y es algo que nos duele».

Las economías de escala son consideradas implícitamente al emplear datos de gasto del hogar. Una desventaja es que requieren para su estimación supuestos de identificación no testeables o restrictivos. La evidencia de este tipo de escalas para Argentina ha crecido en los últimos años (Berges, 2011; Pace Guerrero, 2013; Echeverría y Berges, 2015; Berges, Echeverría y Rodríguez, 2021). Pero la última medición del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina muestra un dato preocupante. La pobreza entre los menores de 17 años alcanzó al 62,9%, de los cuales el sixteen,2% vive en hogares indigentes.

“Si hubiera 40%, la Argentina estaría estallada”, dijo el domingo en una entrevista a la agencia Noticias Argentinas. Según el documento “Estimación de los efectos del Impacto Inflacionario posdevaluación. Escenario a diciembre 2023 y enero 2024”, la población indigente en Argentina ascendió del 14,2% en diciembre al 15% en enero, y la tasa de pobreza pasó de 49,5% al fifty seven,4% durante el mismo período. Todas las entrevistas fueron hechas por la autora, quien asumió con los entrevistados compromisos de confidencialidad; por esto se identificaron sus nombres con iniciales, a excepción del obispo, a quien como figura pública resulta inevitable identificar. Desde la primera entrevista, observación y lectura de documentos se analizaron los datos (Andreu Abela, García Nieto, Pérez Corbach, 2009) fijando nuevos criterios y entrevistados, sumando cuatro entrevistas a agentes territoriales, trabajadores sociales del Estado o de organizaciones socio religiosas de la zona.

Son eight millones de niños y adolescentes que residen en hogares pobres, de los cuales 2,1 millones son indigentes. La pobreza alcanzó el 40,1% en el primer semestre, según datos entregados por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec). De acuerdo con esta medición, un whole de eleven,8 millones de personas están en esa situación. Cambios de época, de contextos sociopolíticos, transformaciones culturales, desinstitucionalización, constituyen procesos que se retroalimentan, campos y estrategias que se reconfiguran, agentes que se reposicionan y vínculos que asumen otras características.

Para las tres escalas consideradas el adulto de referencia es el hombre adulto, que toma el valor 1 de la escala. Luego, cada individuo representa una fracción del adulto equivalente según sus características. A fines de julio, se conoció que la pobreza por ingresos en nuestro país llegó a su menor nivel histórico según datos entregados por Casen.

Primero habrá un período de ajuste de los precios relativos, saneamiento y negociación de las deudas. Si el gobierno es exitoso en esta etapa puede tener un efecto de reactivación económica potencial, pero en este proceso habrá puja distributiva y los más pobres deberían ser los más cuidados para evitar desbordes en el sistema institucional”, indicó Salvia, con gesto adusto. Los expertos estiman que la pobreza podría incrementarse en la segunda parte del año, ya que la inflación seguiría empinándose. Y agregó que “la muy elevada inflación de los últimos tres meses generará a fin de año otro máximo de pobreza que incluso va a superar el peor momento de la pandemia”.

Sobre esto, el especialista comentó que hoy en día el 44% de los hogares recibe una transferencia de ingresos o una asistencia pública, y aun así no es suficiente porque “salen de la indigencia, pero no de la pobreza”. Se traduce en que la asistencia médica se disminuye, no es posible comprar medicamentos, que la inversión en capital humano y en educación para los hijos queda postergada, que arreglar la casa o tener un descanso vacacional se hace imposible”, agregó el sociólogo. En respuesta a los cuestionamientos de Fernández, Salvia sostuvo que el problema no radica en las mediciones, sino en las políticas implementadas. Salvia anticipó que, con una inflación mayor en 2024, la pobreza aumentará y con ella la precariedad del empleo y los ingresos. Los más afectados, advirtió en declaraciones a Infobae, serán aquellos sectores que están a punto de caer en la pobreza, en tanto el nuevo gobierno mantenga entre los más vulnerables la estructura precise de programas sociales. A días de dejar el poder, el presidente de Argentina, Alberto Fernández, en unos polémicos comentarios, había cuestionado la medición del índice de pobreza que lleva adelante el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), cuyo índice alcanzó a 40,1% en el primer semestre.

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En este sentido, las correlaciones son más fuertes con la escala de Barten, por lo que esta escala contrae más su línea de pobreza en comparación a las otras. En línea con el resultado teórico de Coulter, Cowell y Jenkins (1992), si los umbrales son relativos la tasa de pobreza no crece monótonamente con la escala. Respecto de la elección de las líneas de pobreza, no resulta obvio en la literatura cómo deberían ser los umbrales cuando se realizan comparaciones entre distintas escalas, y si los mismos debiesen modificarse o no de acuerdo con la escala. Por ello, aquí se emplean dos criterios distintos que permiten complementar la discusión de la sensibilidad de las estimaciones de pobreza y, a su vez, derivar conclusiones respecto del rol potencial que cumplen los umbrales cuando se comparan resultados con distintas escalas. Se sigue el enfoque de Coulter, Cowell y Jenkins (1992) y Duclos y Mercader-Prats (1999), quienes, además de evidencia empírica, proveen un marco conceptual que permite analizar y diferenciar los efectos de emplear distintas escalas en los resultados de pobreza.

La pobreza energética es un fenómeno que resulta de condiciones extrínsecas e intrínsecas al hogar, aunque es en el espacio interior donde se manifiesta con mayor intensidad. El artículo identifica y analiza las estrategias que despliegan los hogares y las mujeres, vistas como principales responsables históricas de la gestión de los recursos del hogar para atenuar las causas y consecuencias de la pobreza energética en una localidad urbana electro-dependiente de Argentina. Aplicando la técnica de grupo focal, el estudio toma la voz de las protagonistas y sus experiencias y vivencias para identificar y analizar, con un enfoque cualitativo, las estrategias y prácticas que las mujeres despliegan de manera cotidiana para atenuar las consecuencias de la pobreza energética. Estas estrategias y prácticas afectan la organización de los recursos del hogar y la salud física y mental de estas mujeres, debido al papel que poseen en las tareas domésticas y de cuidado del hogar. Si bien la propuesta de las mujeres es construir espacios de aprendizaje sobre el uso de la energía que fortalezcan sus estrategias, esto reforzaría la distribución sexual del trabajo doméstico por lo que este trabajo propone el diseño de políticas multiescalares. Este es el caso también de la elite de Bangladesh, que no percibiría a la pobreza como una amenaza ni como un problema urgente, y no se observarían sectores impulsados a movilizarse (Hossain & Moore, 2002).

Respecto a este punto en la franja del Rechazo se dicen cifras erróneas tanto para Argentina como para Chile. Hay que tener en cuenta que en el periodo que va del 2000 al 2005 fue producto de la crisis económica que vivió dicho país debido a la baja de su Producto Interno Bruto (PIB). Los ingresos de la ocupación que son capturados por la ESI se refieren a los ingresos netos (que excluyen los descuentos legales e impuestos).

Debido a que la principal fuente de diferencias en el tamaño familiar de los hogares más pobres es el mayor número de niños, y ya que es para los menores que las escalas difieren en mayor cuantía, las tasas estimadas son sustancialmente mayores en los hogares con presencia de varios niños. En la literatura existe una amplia variedad de escalas, construidas bajo distintos métodos y supuestos (Buhmann et al., 1988), abriendo el interrogante de qué escala se debiera usar en los análisis distributivos. Al emplear diferentes escalas se obtienen distintas distribuciones de ingresos por adulto equivalente, afectando no solo las estimaciones de pobreza sino también las características de los hogares que son identificados pobres.

En explicit, como las escalas empleadas difieren fuertemente para los niños y como estos son la principal fuente de diferencia en el tamaño de los hogares, la distribución ajustada con las escalas de Barten resulta la más concentrada. Posiblemente, si los hogares difirieran solo en el número de adultos la distribución se correría a la izquierda con las escalas de Barten pero la forma no cambiaría, porque las escalas para adultos se parecen más entre los distintos ajustes. El apoyo a las políticas públicas analizadas fue explicado por menores creencias negativas sobre planes sociales, mayores niveles de ideología progresista y menor prejuicio manifiesto hacia las personas en situación de pobreza.

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Es por esto que se ha sugerido el estudio de las elites de poder, como actores/as sociales de relevancia en función de su rol político, debido a su participación en instancias de mediación de intereses y demandas ciudadanas (Brussino & Acuña, 2015). Asimismo, se revindica el estudio de los/as propios/as políticos/as en el desarrollo de la política, moviendo el foco de atención del rol de las instituciones hacia las mismas personas actoras de lo institucional (Alcántara Sáez, 2006). Sin embargo, el estudio de las elites en las ciencias sociales resulta complejo por diversos motivos prácticos y teóricos, referidos a cuestiones metodológicas sobre la selección de la muestra y su difícil acceso, y discusiones teóricas sobre su conceptualización (Osorio Rauld, 2018). A partir del modelo estimado se calcula el promedio de las probabilidades predichas de ser pobre (Tabla 3), de acuerdo con cada una de las medidas de ingresos equivalentes alternativas, para el complete de la muestra y para distintos tipos de familias y características demográficas de los hogares. Estos resultados explican, en gran medida, las diferencias entre la clasificación de los hogares pobres en función de la escala empleada y, consecuentemente, las diferencias entre los niveles de pobreza estimados. Contrariamente, la escala paramétrica mejora la posición relativa de los hogares más numerosos en la distribución de ingresos, en tanto las economías de escala operan con más fuerza.

Aún más, una escala más alta podría no asociarse siempre a una mayor tasa de pobreza estimada. En specific, los ingresos equivalentes están inversa y suficientemente globalización y desigualdad social correlacionados con la escala. Por ejemplo, una escala más alta puede deprimir los ingresos equivalentes (disminuyendo el umbral) tanto que el resultado de pobreza podría revertirse.

Ravallion (2015) ofrece una aclaración conceptual acerca del comportamiento de las líneas de pobreza en los análisis de sensibilidad a la elección del ajuste demográfico, y advierte que los resultados pueden modificarse sustancialmente, o incluso no variar, dependiendo de cómo se defina el umbral. Este trabajo analiza la evolución y niveles de pobreza monetaria en Argentina y explora cómo se modifica la composición demográfica de la población pobre al emplear tres escalas de equivalencia alternativas. Los resultados sugieren que las tasas de pobreza son sensibles a la elección de la escala de equivalencia, mientras que la evolución es robusta. Se evidencian cambios en el perfil de la pobreza a favor de ciertos tipos de hogares de acuerdo con la escala empleada.

Los resultados de la literatura varían considerablemente entre los distintos estudios, de acuerdo con las características de las escalas empleadas y a los países elegidos para el análisis. Por ejemplo, Coulter, Cowell y Jenkins (1992) consideran que las variaciones de las medidas de pobreza pueden llegar a ser muy considerables. Sin embargo, Burkhauser, Smeeding y Merz (1996) encuentran que las tasas agregadas de pobreza no se ven alteradas de manera importante pero sí se modifica la composición de la población pobre, al analizar el caso de Estados Unidos y Alemania utilizando tres escalas distintas. Pese a que la mayoría de los aportes de esta literatura son de carácter empírico, en todos subyace la misma premisa; emplear diferentes escalas altera la ubicación relativa de los individuos, afectando la magnitud de la pobreza y las características del colectivo identificado como pobre. En este sentido, el análisis y los resultados presentados en este trabajo son congruentes con la evidencia empírica internacional previa.

En respuesta a los cuestionamientos de Fernández, Salvia sostuvo que el problema no radica en las mediciones, sino en las políticas implementadas. Salvia anticipó que, con una inflación mayor en 2024, la pobreza aumentará y con ella la precariedad del empleo y los ingresos. Los más afectados, advirtió en declaraciones a Infobae, serán aquellos sectores que están a punto de caer en la pobreza, en tanto el nuevo gobierno mantenga entre los más vulnerables la estructura precise de programas sociales. A partir de los resultados mencionados previamente, nos propusimos analizar comparativamente el comportamiento de las variables en estudio, respecto a los distintos grupos que componen esta elite, a fin de determinar si existen diferencias entre ellos. Por otro lado, Kalebe-Nyamongo (2012) analizó la percepción de la pobreza de la elite de Malawi, mediante la teoría de la conciencia social.

Utilizaremos el método de umbrales de Hansen con datos de panel que surgen de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), con el propósito de indagar qué fenómenos impiden que dichas mejoras, en la actividad económica y el mercado laboral, se traduzcan en una disminución de los niveles de pobreza en Argentina. Como intervenciones estatales, las políticas sociales inciden en las formas de reproducción de la vida de las personas e involucran diferentes prácticas. La proliferación y masividad que han asumido en las últimas décadas, bajo la modalidad de Programas de Transferencias de Ingresos (PTI), han suscitado numerosos análisis. De los diferentes aspectos que podrían observarse referente a esta modalidad de atención a la población en situación de pobreza, desde aquí reflexionaremos su relación con el consumo, al haber ganado diversas menciones y miradas en torno a la aplicación de estos programas. Adicionalmente, la probabilidad de que el hogar sea pobre aumenta, en todos los casos, con el número de miembros menores y mayores de 18 años.

El ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, atribuyó parte de la cifra a una pobreza estructural que existe por las sucesivas disaster económicas que golpearon al país trasandino en las últimas décadas. El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) difundió la jornada de este martes los datos de Canasta Básica Total y Canasta Básica Alimentaria en abril, que definen los límites de pobreza e indigencia en Argentina. La población total de los 31 aglomerados analizados por el ente de estadísticas es casi 29 millones de personas. Así, el estudio da cuenta de las características de un grupo que, en common, resulta poco estudiado (Kertzer & Renshon, 2021), y más aún respecto a la temática y desde la metodología propuesta (Dakduk et al., 2010).

El análisis abarca un período de 26 años, desde 1990 al 2015 y se realiza una estimación de pobreza anual3. El primer enfoque refiere a la evaluación de las necesidades del hogar por parte de expertos y agrupa a las escalas obtenidas a partir del criterio experto estadístico o del criterio experto de programas. Las escalas basadas en el criterio experto estadístico (denominadas paramétricas) consideran un parámetro que captura el costo relativo de hay pobreza los niños y otro que regula las economías de escala. Son útiles para comparaciones internacionales o para países que no poseen una escala propia oficial (Deaton y Zaidi, 2002), aunque los valores de los parámetros no poseen una justificación teórica. Las escalas basadas en el criterio experto de programas implican un juicio de valor explícito acerca del conjunto de necesidades mínimas (por ejemplo, nutricionales) que deberían ser satisfechas.

Índice De Pobreza En Argentina: En 2022 Subió A 39,2% Según El Indec

Hay desafíos mayores en algunas regiones, hay algunas áreas de la medición de pobreza multidimensional donde hay carencias que son mayores. Consideramos también el aporte que vamos a tener en el futuro por el aumento del ingreso mínimo, por el hecho que se está reduciendo la inflación y los aportes a los hogares a través de la política pública que esperamos financiar con el pacto fiscal. Creo que podemos decir que Chile va una dirección claramente positiva en esta materia y que quisiéramos intensificar durante los próximos años”. Tras la entrega de datos, la subsecretaria de Evaluación Social, Paula Poblete destacó las cifras, puntualizando que “estamos contentos porque Chile logró una reducción histórica de la pobreza y recuperó la senda previa a la pandemia. Ha sido un periodo difícil para el país y como Gobierno hemos respondido a los desafíos que nos impuso la recuperación post pandemia y el alza de la inflación. No somos complacientes y tenemos un compromiso con el bienestar de las familias y el desarrollo del país, por lo que seguiremos trabajando con fuerza, implementando medidas y acciones, tal como lo hemos hecho hasta ahora, que permitan avanzar en derechos y garantías sociales, mejorando la calidad de vida de las personas”.

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La tasa de empleo alcanzó el 66,9 por ciento en el segundo semestre de 2023, cerca de los niveles anteriores a la pandemia, debido al crecimiento sostenido, la menor inflación y el aumento de las remesas. En diciembre de 2023, la tasa de empleo de las mujeres aumentó significativamente hasta el fifty six,9 por ciento, pero sigue siendo sustancialmente inferior a la de los hombres. La pobreza, medida en three,65 dólares al día según las Paridades de Poder Adquisitivo (PPA de 2017), disminuyó del thirteen,1 por ciento en 2022 al 12,5 por ciento en 2023. Sin embargo, es esencial monitorear la calidad de los empleos generados, especialmente en ramas como el comercio o la agricultura, que a menudo están relacionados con empleos informales y de menor calidad.

Lo que más requieres tú cuando eres un mayor y tienen mayor probabilidad de enfermar es acceso a la salud, a los remedios, a los tratamientos. De acuerdo a la reciente Encuesta Nacional de Caracterización Social (CASEN), la pobreza en Chile descendió a niveles históricos con un 6,7% en la medición de pobreza por ingresos; un 16,9% en la de pobreza multidimensional; y un 2% de pobreza extrema. En 1990, un grupo de investigadores independientes y el Banco Mundial examinaron las líneas nacionales de pobreza de algunos de los países más pobres del mundo y las convirtieron a una moneda común utilizando tipos de cambio basados en la paridad de poder adquisitivo (PPA).

En este panorama también hay que considerar que el país se encuentra sumido en una gran disaster política que ha llevado a Daniel Ortega a asumir su quinto periodo en el 2022. En recientes informes el Banco Mundial también ha estimado que bajo el gobierno de Daniel Ortega la pobreza subió un 13% en el 2022. Hasta que el gobierno no cierre la frontera, comience las deportaciones masivas y aprueben leyes que le hagan la vida imposible a los inmigrantes ilegales para que se vayan solos, el futuro del país está en riesgo. En el marco del proyecto y con la supervisión de agentes sanitarios de la propia comunidad, las madres se reúnen una vez al mes para intercambiar prácticas de nutrición esenciales para niños pequeños y familias. Afecta a 1 de cada 4 pobreza extrema pdf niños en el mundo que no pueden consumir una alimentación nutritiva y variada para que su crecimiento sea óptimo.

Las restricciones fiscales y monetarias estabilizaron la economía, pero frenaron el crecimiento en 2023. El país procura lograr un crecimiento más rápido, más ecológico y más inclusivo, y las reformas en los ámbitos de la productividad, la tecnología, la competencia y el desarrollo del capital humano son cruciales para lograr este objetivo. El número de personas en riesgo de pobreza se ha incrementado en los últimos tiempos, también teniendo en cuenta la galopante inflación que ha llevado a que, cada vez más personas, tengan problemas para llegar a fin de mes con su sueldo.

El Gobierno nicaragüense ha renovado continuamente sus políticas para abordar casos de terremotos, tormentas tropicales y exceso de precipitaciones. Actualmente, este seguro es uno de los principales instrumentos de financiamiento del riesgo de desastres disponible en el país para proporcionar liquidez a corto plazo en una situación de catástrofe, posibilitando una respuesta inmediata y la movilización de otros tipos de financiamiento. El país recibió 30,6 millones de dólares para pólizas relacionadas con el exceso de lluvias y los ciclones tropicales después del paso de los huracanes Eta e Iota.

Desde ese año, el cálculo de pobreza se ha basado en la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH), que el Inegi levanta regularmente cada dos años —los años pares—. Chile recibió el primer préstamo del BM a nivel global para promover el hidrógeno verde y apoyar los esfuerzos de mitigación del cambio climático. El proyecto busca incentivar la inversión en proyectos de hidrógeno verde en Chile, lo que permitirá acelerar el crecimiento verde del país, su transición energética y apoyar su compromiso de neutralidad de carbono en 2050. Diversos investigadores del Banco (i) y de otros ámbitos (PDF, en inglés) han observado en common estabilidad en los métodos del Programa de Comparación Internacional entre las rondas de 2011 y 2017. Por lo tanto, el Banco ha decidido adoptar las PPA de 2017 para monitorear la pobreza mundial a partir del otoño boreal de 2022. La decisión de utilizar los datos de PPA de 2017 también se corresponde con la práctica de emplear datos más recientes y de mayor calidad cuando se dispone de ellos.

La evolución de las transferencias y el alza espectacular de los beneficios de los programas sociales indudablemente presionaron a la reducción de la pobreza en el año 2020 y 2022, sin embargo, la pregunta es en cuánto. No se debe olvidar que las transferencias sólo contribuyen entre 15 y 17 % del ingreso corriente, y los programas sociales, en el mejor de los casos, un sixteen.four % de las transferencias, lo que equivale a menos del 3 % del ingreso corriente total. En el año 2022, los cambios más marcados en la prevalencia de la pobreza se observan en el espacio económico (o espacio del bienestar en la terminología del Coneval) tanto en pobreza extrema como en pobreza por ingresos, a punto tal que son las menores del período 2018 a 2022. En 2016 el Inegi realizó una serie de modificaciones a los operativos de campo de la ENIGH, que rompió la comparabilidad de la información de ingreso respecto a los años previos. Para recuperar la comparabilidad con la serie iniciada en 2008, el Inegi diseñó el Modelo Estadístico de Continuidad (MEC), que corrige los ingresos laborales de la ENIGH basándose en los datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE). La aplicación del MEC permitió extender la serie de pobreza multidimensional iniciada en 2008 hasta el año 2020.

“Quienes argumentan que el salario mínimo puede generar inflación y desempleo pueden tener razón, pero dado que el salario mínimo en México ha sido tan bajo, estos temores son menores”. El ingreso actual por habitante se redujo en 1,0% entre los años 2022 y 2023 (de S/ 1,one hundred sixty a S/ 1,148 soles). El ingreso actual por habitante en el resto urbano disminuyó en three,0% al pasar de S/ 1,241 a S/ 1,204. Sin embargo, en Lima Metropolitana y la Provincia Constitucional del Callao creció en 0,7% (de S/ 1,323 a S/1,332), seguido del área rural en 0,3% al aumentar de S/ 699 a S/ seven hundred. En segundo lugar, porque la media se obtiene con numerosos salarios bajos que pesan poco y escasos salarios altos que pesan mucho.

Entre los productos que presentaron mayor variación de precios entre los años 2022 y 2023, destacaron el tomate (30,0%), cebolla de cabeza (27,3%), huevos a granel de gallina (24,1%) y el limón (21,4%), a nivel nacional. En Somalia, por ejemplo, un país afectado por los conflictos, las sequías y las inundaciones, el 63% de los niños y niñas viven en situación de pobreza alimentaria infantil grave y, en las comunidades más vulnerables, más del 80% de los cuidadores declararon que sus hijos no habían podido comer durante un día entero. La línea de pobreza se outline pobreza en la república dominicana como un indicador de la capacidad de satisfacer las necesidades básicas de una persona. Así, un hogar está en situación de pobreza si su ingreso por persona o ingreso del hogar es inferior al valor de la línea de pobreza. A su vez, se considera que un hogar está en situación de pobreza extrema si su ingreso por persona es inferior a la línea de pobreza extrema.

Cabe recordar que según la última encuesta Casen, realizada en 2020, la pobreza en nuestro país subió hasta un 10,8 por ciento. Estas proyecciones, de todas maneras, no incluyen las reformas tributarias y sociales que prepara el Gobierno y que deben ser debatidas en el Congreso. «Se espera una cierta estancación en la creación de empleo, la inversión continúa corrigiendo a la baja y las expectativas de inflación siguen altas», alertan expertos.

El último informe publicado por el Instituto Nacional de Estadística, en junio de 2022, señala que el riesgo de pobreza en España, en base a los datos de 2021, se ha incrementado hasta el 27,8%, casi un punto más respecto a 2020, cuando el riesgo era del 27%. En los últimos meses, hemos sabido que, en realidad, ese riesgo podría ser superior al 33%, unos datos que no se expondrán definitivamente hasta el próximo informe. Exponemos el desglose por comunidades autónomas, indicando cuáles son las que más riesgo padecen y también las que menos, a continuación.

Olivera, al igual que un número destacado de expertos, coinciden en que este sistema «es regresivo» y necesitaba un cambio. Este modelo se denomina comúnmente como sistema paralelo, vigente en Colombia desde 1993 y donde las personas pueden contribuir al sistema de reparto, el público, o al de aporte individual que administran fondos privados. La concept es fortalecer el rol de la adminstradora estatal Colpensiones, reducir los subsidios a las altas jubilaciones y ampliar la cobertura del sistema actual.

La proyección es menor a la del año previo que fue colocada en 2.4% del PIB, una posición detrás de México. Con respecto a jornadas pasadas, invirtió el valor de la jornada anterior, cuando obtuvo un incremento del 0,85%, sin ser capaz de establecer una tendencia estable últimamente. La volatilidad referente a la última semana presentó un stability algo inferior a la volatilidad que reflejaron las cifras del último año, así que en esta última fase está tendiendo menos cambios de lo esperado. Entre quienes acudieron a Caritas en busca de ayuda priman las mujeres, con un 51,5 por ciento, por lo que los hombres suman 48,5 puntos porcentuales y la edad media fue de 47,2 años superior a la de 2022, cuando se calculó en 46.

Indec  Datos Que Duelen: El Fifty Four,2 % De Las Niñas Y Niños Son Pobres

El investigador establece como hipótesis que las acciones ejecutadas durante los dos últimos años de la Administración Alvarado Quesada (2018 – 2022) para garantizar el acceso de los niños y las niñas de familias no pobres a los servicios de la REDCUDI, son coherentes con el enfoque de derechos de la niñez. Esta investigación identifica la coherencia entre el enfoque de derechos de la niñez y las acciones implementadas por el Gobierno de la República, para garantizar el derecho de los niños y las niñas no pobres a recibir atención integral de calidad. Desde este enfoque, la gestión de Gobierno debe cumplir con los compromisos asumidos internacionalmente, en los cuales se ha reafirmado el principio del interés superior de los niños y las niñas, así como su condición de sujetos portadores de derechos. Las dificultades económicas que están enfrentando las familias a nivel mundial podrían revertir años de avances en la reducción de la pobreza infantil y privar a los niños y niñas de los servicios esenciales. Antes de la pandemia, dos terceras partes de los niños del mundo carecían de acceso a cualquier forma de protección social, lo cual impide a las familias resistir las crisis económicas y perpetúa el ciclo vicioso de la pobreza intergeneracional.

pobreza infantil 2022

Tenían expectativas en que el private de la escuela se diera cuenta de lo que estaban viviendo, que los escucharan, que cesaran las peleas y disrupciones, y que mejoraran la calidad y la calidez de las clases. Esto lleva a considerar que la escuela, a la vez que reproduce la exclusión social de las infancias y juventudes marginalizadas, conserva un alto valor simbólico como espacio de inclusión y desarrollo (Gómez & Zurita, 2013; Rojas et al., 2019). Por otra parte, los resultados permitieron ver que los niños y las niñas que observaban y recibían agresiones también necesitaban atención, escucha y reconocimiento en su experiencia e identidad (Fierro, 2017; GarcésDelgado et al., 2020; Yáñez et al., 2018). Esta arista lleva a considerar que la gestión focalizada de la convivencia establece una distribución inequitativa de los recursos psicosociales en la escuela (Kaplán, 2006, 2009; Tomasini et al., 2014), organizada en torno a la gestión del riesgo psicosocial de la infancia (Grinberg, et al., 2014; Infante et al., 2011) y a su subsidio compensatorio (Bonal & Bellei, 2018; Llóbet, 2006). Esta inequidad en la distribución de recursos psicosociales puede interpretarse como una situación de injusticia educacional (Rojas et al., 2019), en tanto las experiencias de fastidio, tristeza, miedo, vergüenza, desesperanza y culpa manifestadas por los estudiantes que observaban y que recibían agresiones quedaban desatendidas.

Con ello se confirma el estereotipo negativo que los adultos de la escuela tendrían asociado con la cultura de las familias y comunidades de origen de los estudiantes. Este estudio se enmarcó en un proyecto de investigación-acción participativa (Flores et al., 2009), desde un paradigma de investigación transformacional (Suárez, 2002). Esta perspectiva considera a la escuela como un laboratorio y a la acción profesional como una hipótesis a contrastar (Díaz-Bazo, 2017). Este tipo de investigación suele explorar los límites y las posibilidades de transformar la escuela y de transformarse junto a ella (Rowell et al., 2015). Así, la investigación-acción apunta al desarrollo de la escuela y, a su vez, al desarrollo de las capacidades de los involucrados (Flores et al., 2009). Para Díaz-Bazo (2017), lo participativo radica en que los integrantes del equipo de investigación colaboran en las decisiones metodológicas del proceso.

De ellos, participaron 15, pues un seleccionado fue retirado del establecimiento y otros dos presentaron inasistencias de manera intermitente durante el período de producción de información (octubre de 2018). Entre quienes participaron hubo cuatro mujeres y eleven hombres, uno de los cuales estaba categorizado entre los estudiantes disruptivos. En coherencia con el modelo neoliberal, el Estado de Chile opera como subsidiario del acceso a los derechos, auxiliando con financiamiento additional en los casos en que los estudiantes demuestren estar en riesgo de exclusión (Bonal & Bellei, 2018). Para acreditarlo, se aplican instrumentos1 que registran información socioeconómica y académica del estudiante y de su familia. Sus resultados indican la categoría de vulnerabilidad en la que el estudiante se encuentra, así como un índice agregado con el porcentaje de estudiantes vulnerables de cada centro escolar. Una persona vulnerable está ante la posibilidad de sufrir un detrimento en sus derechos, tanto por circunstancias personales como por las de su entorno social (Grinberg, 2015).

Se trataba de situaciones sociales en las que se habían sentido importantes para la institución y en las que se les había dado oportunidades de logro. En las siguientes citas, se desprende que la violencia en y hacia la escuela, además de permitir a los estudiantes evadir las clases que les parecían aburridas, les permitía ser atendidos por el personal de la escuela. Esto ocurría pues la institución focalizaba la intervención psicosocial exclusivamente en los estudiantes que se comportaban de manera disruptiva o violenta. Los participantes indicaron que en cada curso había estudiantes que se involucraban en peleas entre ellos, explicando que, por una parte, se debía a factores individuales, tales como la desmotivación e irritabilidad (Figura 2). Por otra parte, respondía a que las clases eran aburridas y monótonas, lo que profundizaría la desmotivación y facilitaría que los estudiantes se molestaran entre sí. De este modo, las peleas entre compañeros pueden entenderse en buena medida como una violencia que se da en la escuela, mediada por la propuesta pedagógica.

El análisis expone el preocupante panorama de la pobreza infantil en Chile, evidenciando desafíos pendientes. Ya que, aunque se observa una disminución general, los datos reflejan la importancia de abordar la pobreza infantil desde una perspectiva multidimensional, reconociendo que las necesidades de los niños y adolescentes van más allá de los ingresos económicos. Una gestión que escuche lo que está pasando implicaría, en primer término, mirar más ampliamente la violencia escolar, reconociendo la indefensión y el desamparo de quienes la reciben y son testigos de ella. En un segundo término, visibilizar y validar socialmente otras posiciones e identidades que se encuentran silenciadas en la cultura de la escuela.

Para los participantes, había relación entre la indisciplina en clases, las fugas y la escuela como institución. Para ellos, las acciones de desobediencia implicaban una protesta por no entender ni estar a gusto en clases, pudiendo entenderse como formas de violencia hacia la escuela. La vocera de Unicef y especialista en Políticas Sociales, Paula Pacheco, explica que las cifras de Casen 2020 reportaron en general un aumento en las cifras de pobreza en el país, pero “que afecta en mayor medida a la niñez y la adolescencia”.

Desde Unicef afirman que “es importante que se entienda que el problema de la pobreza infantil tiene particularidades propias de la etapa del ciclo de vida de este grupo, que va desde la gestación a los 17 años. Durante esta etapa las personas tienen necesidades de desarrollo que, si no son abordadas de manera oportuna y pertinente, pueden traducirse en situaciones de inequidad que persistan hasta la adultez, propiciando la reproducción intergeneracional de la pobreza”. “Históricamente, las zonas rurales son las más afectadas, más que las urbanas, y en ese sentido nosotros proyectamos un aumento de la situación de pobreza en cerca de 126 mil niños, niñas y adolescentes respecto de la medición pasada”, añade Contreras. En promedio, las estudiantes mujeres tienen peores desempeños en matemática y ciencias durante la educación básica, disparidades que se profundizan en los cuartiles de ingresos más bajos. Asimismo, en la mayoría de los países de la región la proporción de mujeres graduadas en carreras CTIM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) no supera el 40%.

Con base en ello, puede diseñarse y sostenerse una distribución más equitativa de la atención psicosocial, con perspectiva transformadora. Estos actos posiblemente simbolicen una disputa del poder vertical ejercido desde los docentes hacia los estudiantes en el aula, en la cual los niños y las niñas se volvían parcialmente conscientes de la posición construida sobre ellos (Grinberg et al., 2014; Kaplán et al., 2012) e intentaban una salida (im)posible y efímera. Estos actos corresponderían no a estudiantes aislados causando problemas, sino a situaciones de violencia en la escuela, en tanto los actos de disrupción y agresión tomaban forma y sentido dentro de ella. También implicarían violencia hacia la escuela, pues intentarían romper con los diseños y regímenes sostenidos por la gestión de la convivencia. Las últimas citas muestran que los estudiantes han aprendido que quienes reciben o son testigos de agresiones por parte de sus pares no son atendidos por el private de la escuela. Han aprendido que entre las pocas alternativas de acción que tienen en esta situación se encuentra el auto silenciamiento y el distanciamiento del contexto en el que se ejercen agresiones entre estudiantes.

Qué Es Ser Pobre Y Ser Indigente, Según El Indec

Además, los pueblos indígenas tienen pocas oportunidades de conseguir un empleo de calidad y tienen un 31,5% más de probabilidades de trabajar en la economía casual que los trabajadores no indígenas, lo que supone la mayor brecha de informalidad en todas las regiones. Alrededor de one thousand millones de personas, por ejemplo, se ven expuestas a riesgos sanitarios debido al uso de combustibles sólidos para cocinar, otros one thousand millones viven con un saneamiento inadecuado, y otros one thousand millones habitan en viviendas precarias. Para proponer soluciones a este problema, los autores ponen de ejemplo a los dos grupos étnicos más pobres de Gambia, que tienen más o menos el mismo valor en el Índice, pero tienen diferentes privaciones, para mostrar que se necesitan diferentes acciones políticas para encontrar soluciones efectivas para los diferentes casos. En 2016, la pobreza extrema infantil en el país fue de 9,9%; en 2017 de 10,6%; en 2018 de 11%; en 2019 de thirteen,8%; en 2020 de 15,9%; y en 2021 de 16%.

De acuerdo a los datos entregados por el Ministerio de Desarrollo Social, el porcentaje de inmigrantes en condición de pobreza pasó de 10,8% en 2017 a 17%. En tanto, en los pueblos indígenas bajó de 14,5% a thirteen,2% y registró la menor brecha con quienes no se identifican como miembros de estos pueblos. En América Latina y el Caribe los pueblos originarios constituyen más del eight,5% de la población, la proporción más elevada de todas las regiones del mundo, pero también son los que tienen a la mayor proporción de personas en situación de pobreza extrema, revela un nuevo informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

“Los niños y niñas indígenas son los más pobres de los niños pobres de Chile, entonces podemos evidenciar una doble y triple discriminación y segregación política, cultural y económica y es nuestro pueblo originario el que está afectado en mayor medida con la pobreza. Por de pronto, que devele las cifras que le son propias y las utilice en la perspectiva de generar políticas públicas para enfrentar las situaciones de mayor vulneración de derechos que están ancladas en el nivel territorial”. La población indígena mundial es de más de 476 millones de personas y, al contrario de lo que sus condiciones harían pensar, el 80% de ellas vive en países de renta media. También es especialmente significativa la condición laboral de los referentes del hogar.

Esto puede ser por problemas familiares, ludopatía, temas de drogas o por no encontrar un puesto en el mercado de trabajo. Este no solo utiliza la renta, sino que también recoge otros aspectos elementales en el desarrollo de cualquier persona, como pueden ser la educación, la salud y el estándar de vida. La indigencia es una situación que experimenta una persona, caracterizada por no poder costearse las necesidades más elementales, principalmente en lo referente a domicilio, alimentación, agua y saneamiento, entre otros.

Se trata de los datos que describen qué porcentaje del gasto de los hogares se destina a la alimentación y qué porcentajes a otros rubros, como transporte, vivienda, indumentaria, salud o educación. Argentina atraviesa una disaster económica y social, con una inflación que se situó en el 254,2 % en enero pasado y una pobreza que supera el 40 %, en un contexto en que Milei heredó fuertes desequilibrios macroeconómicos y, para intentar solucionarlos, aplica un fuerte ajuste para lograr el equilibrio fiscal este año. De ahí se desprende que en el transcurso de un año los ingresos de los trabajadores aumentaron 89,4 puntos porcentuales menos. Al combinar ambos universos, la organización determina que existe un 31% de menores de 18 años en la Argentina que son pobres en ambas dimensiones de forma simultánea. Se trata del segmento crítico de la pobreza estructural, que comprende a 3,8 millones de chicos. En concreto, aumentó un 36,6% en lo que va del año y tuvo una aceleración de 276,2% interanual.

De esta manera, los hogares que no cuentan con ingresos suficientes para adquirir esa canasta son considerados indigentes. Se establece una Canasta Básica de Alimentos (CBA) determinada en función de los hábitos de consumo de la población y de los requerimientos normativos kilocalóricos y proteicos. Una vez establecidos los componentes de la CBA se los valoriza con los precios relevados por un Índice de Precios al Indigente. En definitivas, estas “brechas” equivalen al aumento mínimo que tienen que tener un pobre o un indigente para dejar de serlo.

pobreza indigente

La CBA se valoriza cada mes con los precios relevados por el índice de precios al consumidor del Gran Buenos Aires (IPC-GBA). Así, según datos de febrero del Indec, una familia tipo necesitó $27.570,43, para no ser pobre, o unos USD 617,5 según el cambio de hoy. El Ministerio de Capital Humano -encargado de la distribución de alimentos y el pago de los planes sociales- busca eliminar a los intermediarios en el reparto de comida y tratar de ir reemplazándolo por la entrega de dinero para eliminar la corrupción. Los intermediarios que busca eliminar el Gobierno de Milei están enrolados en las organizaciones sociales que protestan este lunes. También compartió su opinión el economista José Vargas, director de la consultora Evaluecon.

Así, estas líneas constituyen el límite entre quiénes son pobres y quiénes no lo son y entre quiénes son indigentes y quiénes no lo son. Entre 1990 y 2017 Chile fue reconocido a nivel mundial tras avanzar significativamente en la reducción de la pobreza, desde un sixty eight,5% de la población a un eight,6%. Fue la disaster del covid-19 y su shock económico el que quebró la tendencia y nos hizo retroceder, llevando a casi medio millón de personas bajo la línea de la pobreza, aumentando a un 10,8% la tasa de incidencia de pobreza en el país.

A pesar de que la pobreza multidimensional sigue siendo elevada, en algunos países ha habido signos de progreso, al menos hasta el comienzo de la pandemia. El Índice de Pobreza Multidimensional (IPM) mundial, elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo de la ONU y la Iniciativa de Oxford para la Pobreza y el Desarrollo Humano, muestra también que en nueve grupos étnicos específicos encuestados, más del 90% de su población está atrapada en la pobreza. También sobre el presupuesto, Unicef asegura que “algunas partidas presentan niveles de ejecución nulos o casi nulos” a principios de febrero de 2024; éstas incluyen las transferencias al Hospital Garrahan. Entre 2022 y 2023, el presupuesto para servicios sociales bajó un 9,7%, según el informe analizado.