Contrariamente a un mito muy extendido, el desempeño económico del régimen de Pinochet fue, a lo sumo, mediocre. Durante la dictadura la inversión fue escasa y el crecimiento siguió siendo pobre, además de volátil –algo malo de por sí8. Es un mérito importante del período democrático haber revertido esta situación (Tabla 3).
Este marco, que denomino la “política de la pobreza”, contribuye a transformar los asentamientos en territorios gobernables. Los resultados que presentamos sugieren que sólo un porcentaje pequeño de chilenos percibe que goza simultáneamente de mínimos razonables de acceso a los tres tipos de ciudadanía (civil, social y política). Analizamos además en qué medida esas percepciones varían significativamente a nivel native cepal panorama social de américa latina 2021.
Es decir, si bien en Chile la mayoría prefiere la democracia, la insatisfacción con ella es creciente. Esta evolución es compartida con la mayoría de los países latinoamericanos (LAPOP 2021). Chile es uno de los países más desiguales del mundo según distribución de ingresos, pero la inequidad no es solo económica. Juan Pablo Luna explora en esta dimensión y analiza por qué y cómo se perciben diferencias de acceso a derechos de ciudadanía básicos. La confianza ciudadana en los congresos cae y se ubica en el 21% promedio regional, mientras la confianza ciudadana en los partidos políticos se desploma a un anémico 13% promedio regional. No son solamente los fines primarios del desarrollo; son también sus principales medios.
Es una comisión transversal en términos multidisciplinarios, con personas que vienen de la academia, de la sociedad civil, todos expertos en distintas áreas relacionadas con la pobreza y de una trayectoria profesional y académica muy importante que van a hacer un gran aporte en este sentido”. En función de nuestro argumento respecto a la importancia de la variación territorial en la percepción de acceso a derechos de ciudadanía, es necesario contar con una medición que permita estimar los índices a nivel local. La Figura four presenta la distribución de las tres ciudadanías para cada región del país en un gráfico de cajas, el que representa la distribución relativa de los encuestados para el 2017 (Encuesta LAPOP).
El aumento del gasto estatal logró suplir la caída de los ingresos autónomos. De hecho, los subsidios monetarios aumentaron de casi $37.000 en 2017 a casi $68.000 en 2022. Ello sin duda es una buena noticia, pues muestra que la ayuda del Estado efectivamente llegó a la gente más necesitada. Durante gran parte de su historia, Chile fue un país relativamente pobre con un pueblo también pobre.
De ser así, se debe tener cuidado a la hora de sacar cuentas alegres, pues ello reflejaría una disminución en términos contables, pero no una mejora real en las condiciones de vida de esa población. Debemos tener prudencia a la hora de interpretar estos datos, pero de todas formas la buena noticia es que no aumentó la pobreza y en ello jugaron un rol importante los subsidios estatales. Mientras que entre las que superan el promedio nacional encontramos a Tarapacá (23,8%), Atacama (20,3%), La Araucanía (19,8%) y Los Lagos (19,7%). La Universidad de Chile, responsable de la implementación de la Encuesta CASEN 2022, se mostró orgullosa de ser parte de esta iniciativa. Alejandra Mizala, Prorrectora de la universidad, afirmó que la CASEN es un hito para la institución y un aporte al desarrollo de Chile, dado que permite comprender la situación socioeconómica del país y abordar los desafíos relacionados con la desigualdad y el desarrollo social.
En términos generales se nota cierta disparidad, en tanto la ciudadanía civil tiende a estar más alta, un poco más abajo la ciudadanía política y en último lugar la ciudadanía civil. Al respecto, el Nobel de Economía, Paul Kurgman, advierte que el período de liberalización que vino a desmontar las políticas sociales y redistributivas del ‘New Deal’, sólo se tradujo en un aumento de la desigualdad en el ingreso (Krugman, 2007, p. 15). El trabajo de Procacci (1991) ilumina cómo el uso del concepto pobreza fue instrumental para homogeneizar y despolitizar a la población de los asentamientos informales durante los primeros gobiernos democráticos, y se constituyó en una forma de gobernar a los pobladores institucionalmente a través de políticas públicas de superación de pobreza.
Utilizando herramientas de post-estratificación en base a datos censales, tal como lo propone Kastellec et al. (2010), logramos estimar indicadores robustos respecto a los niveles percibidos de acceso a las tres ciudadanías para 100 comunas chilenas (sobre un whole de 345)[5]. Con el fin de ilustrar la variación observada a nivel municipal, en la Figura 5 presentamos la segmentación territorial de las ciudadanías para las comunas de la provincia del Gran Santiago a través de correlaciones contra la pobreza (cuánto del nivel de acceso percibido a un tipo de ciudadanía coincide con el nivel de acceso percibido en otra) entre los tres tipos de ciudadanías. Algunas de las democracias latinoamericanas, Uruguay, Costa Rica y Chile están entre las mejores del mundo. En 2018 Uruguay fue el único país latinoamericano que logró las más altas calificaciones en los cinco atributos democráticos. Empero, a nivel regional, existe una gran heterogeneidad en materia de calidad de la democracia entre los países de la región.
4A partir de los 2000, nuevos conceptos se proponen para entender los campamentos. Sin embargo, la interpretación de los campamentos como territorios de pobreza sigue estructurando el régimen de gobierno de los asentamientos informales hasta el presente. La implementación del programa Chile Barrio marca un cambio paradigmático en la forma de representar los campamentos, consolidando la asociación conceptual entre pobreza y asentamientos precarios, que gradualmente se había desarrollado en el lenguaje gubernamental. La política de la pobreza, es decir, el marco interpretativo que visualiza, enuncia e interviene los campamentos como territorios de pobreza, se instala en la narrativa gubernamental.
Se escogieron estos tres países por sus importantes similitudes presentes y diferencias históricas. De hecho, estos países, junto a México, conforman un grupo casual denominado Alianza del Pacífico, que se explica por estos elementos comunes. Por otro lado, responden a subregiones distintas de Sudamérica, las que tendrían rasgos culturales específicos. Lo crucial es que los tres responden a formas de democracias similares, por lo que se puede evaluar mejor la respuesta de sus respectivas ciudadanías. Asimismo, se escogió el período que va de 2000 a 2011, abarcando momentos de auge y caída importantes en la actividad económica -entre ellos el fuerte crecimiento que va de 2003 a 2007 y el impacto de la disaster internacional en lo que permitiría observar más claramente la existencia o no, de un correlato con la opinión de la ciudadanía sobre su sistema político. A todo lo anterior debemos sumar la existencia de una ola creciente de demandas y expectativas insatisfechas aunado a escándalos de corrupción y altos niveles de inseguridad, cuya letal combinación coloca a la política bajo sospecha, erosiona la legitimidad de la democracia y debilita la credibilidad de sus principales instituciones.
¿Cuáles sus modalidades, y cuál su singularidad respecto de otras formas de manifestación históricas? ¿De qué modo el desarrollo del capitalismo y la Revolución Industrial han contribuido a labrar su peculiar fisonomía? Que acompaña la evolución de ambos fenómenos económicos y qué formas de redención cabe esperar de la misma?
Sus riquezas más importantes fueron el salitre a fines del siglo XIX y comienzos del siguiente, en tanto el cobre se transformó en la principal fuente de recursos en el siglo XX. Entre las innovaciones de esta nueva versión se empleó el nuevo marco muestral de viviendas creado por el INE a partir del Censo 2017. Este marco amplió la muestra a 335 comunas e incluyó la dimensión socioeconómica en el proceso de estratificación territorial. Entre las regiones, Ñuble (12,1%), La Araucanía (11,6%), Tarapacá (11%) y Arica y Parinacota (9,2%) presentan las tasas de pobreza por ingresos más alta en el país, mientras que en Magallanes (3,4%), Aysén (4%), Metropolitana (4,4%) y Los Ríos (5,9%) se observan las tasas más bajas.
Esto con el fin de determinar si el público de los países estudiados hace alguna relación causal entre bienestar social y derechos civiles y políticos, que es lo que plantean los teóricos aquí citados. Asimismo, la Presidenta hizo un diagnóstico de los problemas más graves que enfrentan las sociedades y afirmó que “Creemos que la desigualdad -de ingresos, de acceso a servicios básicos, de oportunidades y resultados- es una de las mayores amenazas para el desarrollo de nuestros países, para la democracia y para la paz. Porque pone en entredicho la comunión de intereses y valores que es la única que posibilita la convivencia nacional, agudiza las tensiones sociales, genera resentimiento y, en los casos extremos, violencia armada.