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Viviendas Hacinadas Y Campamentos: Dos Rostros De La Desigualdad Frente Al Covid-19

Recuperar con fuerza el empleo (sobre todo en grupos más vulnerables, donde debería existir un subsidio). Ser cautos en entregar muchos beneficios sociales a costa de dificultar el emprendimiento y la labor empresarial (aunque sea poco popular). Antes de querer imitar las políticas de Alemania, imitemos en parte su productividad que es menos de un tercio en Chile, para eso necesitamos focalizar en educación y capacitación de la mano de obra (¡aquí sí miremos a Alemania!).

Las condiciones para luchar contra el coronavirus y la Covid-19 hacen toda la diferencia. Estar confinado con todos los recursos necesarios para una familia es muy distinto al hacinamiento en viviendas que no tienen más que el refrigerador vacío. Y qué decir de los miles de adultos, jóvenes, niñas y niños olvidados en precarios campamentos. Lo mismo en las comunidades de etnias menos favorecidas y en los cinturones de pobreza. En ese tratamiento de la desigualdad, el desarrollo de cada medio resulta heterogéneo, no solo de acuerdo con la relevancia otorgada, sino también con otros aspectos importantes, como la autoría de los productos, las secciones en las que aparece o la función o funciones periodísticas que condicionan el desarrollo del relato. A la hora de abordar estas cuestiones es necesario considerar la relación que se da entre estos aspectos, puesto que la autoría del producto y la sección en la que se publica condicionan la función periodística del producto.

El periodismo está en crisis y así ha devenido desde la irrupción de la World Wide Web (Díaz-Noci, 2021). En plena Galaxia de Internet (Castells, 2001), nuestra forma de comunicarnos ha cambiado drásticamente. Nos relacionamos de un modo distinto con los demás y accedemos a la información mediante nuevos dispositivos y plataformas (Newman et al., 2021).

Paradojalmente, si bien señalamos las dificultades de investigadores asociadas al confinamiento, también hemos observado cómo la producción académica en términos de artículos científicos ha ido en aumento. Para algunos investigadores, la pandemia también ha permitido tener un mayor tiempo para socializar los resultados de investigaciones a través de publicaciones. En relación a esto hemos podido constatar un crecimiento notable en la recepción de artículos de nuestra revista, no solo para esta sección temática de COVID-19 sino que también en la recepción de artículos libres y otras secciones temáticas.

Fueron forty two preguntas, divididas en 10 temas, de las que se sacaron conclusiones respecto de cómo los chilenos miran el presente y el futuro del país. “Hay que poner sobre la mesa una realidad que es incontestable, más de 250 millones de personas podrían verse empujadas a la pobreza extrema. Esta diferencia, desde nuestro punto de vista muy grave, nos hace ver la necesidad de implementar medidas que corrijan una situación tan compleja como esta”, precisa Ernesto García, miembro de la organización Oxfam.

aguas de 1981, el cual señala que las aguas son bienes nacionales de uso público y se otorga a los particulares el derecho de aprovechamiento de ellas, es decir, queda a disposición de los privados el uso

Y en la misma línea, Calderón aseguró que durante la pandemia se incrementaron en toda la región el acceso a abortos legales y seguros. “Hay que determinar cómo las barreras llegaron a ser tan altas que vamos a ver en los próximos dos años un resultado de esta pandemia”, dijo. En parte por las dificultades para acceder a un acompañamiento médico por la emergencia del covid-19.

Así, la corrupción de los políticos (27%), la desigualdad social (27%) y el abuso del sistema financiero y comercial (12%) son consideradas las principales violencias que más pobreza producirán en el futuro, según creen los encuestados. En materia laboral, por ejemplo, se da cuenta de lo dispar del acceso al teletrabajo, que tuvo a solo 19% del estrato social bajo con acceso al beneficio, a diferencia del 31% del medio o el 48% del alto. Respecto de esta modalidad laboral, sobre el 70% en todos los sectores económicos aseguró que ha traído como consecuencia un aumento de la carga de trabajo.

En eso hay que sacarse el velo de que son unos que son pura virtud y otros son el resúmen de los males. P, ej, como hemos comentado, el Estado chino es el maximo conaminador mundial y possible generador de la disaster ambiental actual…ahi no se argumenta la desigualdad como los males. Entonces, en mi perspectiva, cualquier desigualdad en la justicia actividad humana produce alteraciones, las hagan privados, estados o cualquier tipo de organización. Por eso mismo digo que quisiera entender porque le atribuye a la desigualdad todos los males, amen de que lo diga una organización que es conocida por haber hecho orgías en Haití, pero que se busca erigir como un Catón moderno.

Sin embargo, cabe constatar las importantes brechas de género que la pandemia ha ido profundizando respecto de la productividad científica entre investigadoras e investigadoras, en desmedro de las primeras y con efectos sobre las trayectorias de científicas que recién estamos viviendo (Squazzoni et al., 2021). Rápidamente los territorios y los espacios públicos fueron militarizados y controlados generando medidas como los toques de queda y otras iniciativas de seguridad pública, que permitieron en Latinoamérica una disminución de la fuerte protesta social que se venía desarrollando desde fines del 2019 (Rivera-Aguilera et al., 2021). Al. (2021) la pandemia se transformó en una coartada que permitió una profundización de la inequidad social, generando las condiciones de posibilidad para legislar y gobernar sin mayor resistencia ciudadana. “En una era en la que nos enfrentamos a una pandemia mundial, conflictos crecientes y una disaster desigualdad en la distribución de ingresos climática que empeora, es más importante que nunca establecer un enfoque en el que se otorgue prioridad a la infancia. A medida que trabajamos con los gobiernos, los donantes y otras organizaciones con el objetivo de comenzar a trazar una ruta común para los próximos seventy five años, los niños y las niñas han de ser los primeros a la hora de recibir inversiones y los últimos a la hora de sufrir recortes.

Si logramos abstraernos de la pelea pequeña y egoísta, se ve una revaloración que nos hace bien como sociedad. Hay más consciencia de lo esencial que es el trabajo que realizan las personas en las áreas de salud y cuidado. Como padres, nos hemos dado cuenta de lo difícil e importante que es el trabajo de los profesores.

desigualdad en pandemia

La COVID-19 también pone en riesgo los escasos avances que se han conseguido en materia de igualdad de género y derechos de las mujeres durante las últimas décadas. Prácticamente en todos los ámbitos, desde la salud hasta la economía, desde la seguridad hasta la protección social, los efectos de la COVID-19 han agravado la situación de las mujeres y las niñas simplemente como consecuencia de su sexo. Norma Silva Sá y Francisca Sofía Pérez Cortés en ‘Involucramiento paterno y cuidados durante la disaster sociosanitaria’ plantean que, si bien los hombres están cada vez más dispuestos a participar en los cuidados de sus hijas e hijos, son mayoritariamente las mujeres las principales responsables de éstos. La vivencia de la cuarentena, medida sanitaria de prevención del COVID-19, dejó a las familias confinadas en sus hogares y visibilizó el tema de los cuidados globalmente. Desde un diseño exploratorio de carácter cualitativo y corte transversal, se entrevistó a cinco parejas heterosexuales durante el primer año de vida de su bebé.

Viviendas Hacinadas Y Campamentos: Dos Rostros De La Desigualdad Frente Al Covid-19

Aunque la mayor concentración de adultos mayores -en el Gran Santiago- se encuentra principalmente en el sector oriente de la ciudad, (Las Condes, Providencia y Ñuñoa) los espacios donde se encuentran más expuestos están en el sector norponiente y sur de la ciudad, donde el hacinamiento coincide con población de bajos ingresos. Bajos ingresos, deudas, una vida cotidiana en confinamiento, estados de ánimo depresivos y desigualdad. En el frente laboral, las mujeres se vieron más perjudicadas y se quedaron atrás en la recuperación. Los hombres perdieron 57 millones de puestos de trabajo en 2020, más que los 46 millones perdidos por las mujeres, pero en términos porcentuales, el daño fue más extenso para las mujeres, un three,6% frente al 2,9% de los hombres, según la Organización Internacional del Trabajo.

desigualdad en la pandemia

Esto significa que hoy 2,1 millones de personas están en situación de pobreza por ingresos, indicador que suma aquellos generados o recibidos por los hogares (como sueldos, pensiones, arriendos, entre otros) con los subsidios estatales. De ellos, poco más 831 mil están en condición de pobreza extrema, lo que en porcentaje significa que ese indicador empeoró desde 2,3% de los hogares en Chile a 4,3% en igual periodo. “El diseño metodológico de este proyecto no solo permitirá aproximarnos desde una mirada comprensiva a las transformaciones de la vida cotidiana en la Región del Biobío y en Chile producto de la pandemia, además nos dará la posibilidad de comparar algunas de estas dinámicas sociales, culturales y económicas con familias de otros 10 países. Otra fortaleza del proyecto es el trabajo interdisciplinar, ya que está integrado por colegas con vasta experiencia en el área de la psicología social, la antropología y la sociología de otras universidades chilena”, precisó Lagos. De esta manera, se aborda un análisis de carácter descriptivo que, mediante el examen sistemático de los símbolos de la comunicación y el análisis de las relaciones, permite describir la comunicación y hacer posibles inferencias sobre su significado (Riffe et al., 2019). El último gran cambio atañe a las rutinas periodísticas (Shoemaker & Reese, 2014), entendidas como las definen Lecaros y Greene como “procedimientos habituales, actuales y ajustados que se aceptan como prácticas profesionales apropiadas” (2012, p. 54).

Con algunas omisiones y datos ad hoc al argumento sugiere además que el alza del último tiempo de la morosidad de deudores del… En el marco de la conmemoración de los 50 años del Golpe de Estado en Chile, se encadenaron una serie de eventos produciendo que este hito tuviese un encuadre particular. Por un lado, el escenario político de las derrotas electorales para la izquierda  –en el plano… En Bío Bío se observa desigualdad entre clases sociales una reducción salarial más pronunciada, ya que el 70 % de los ocupados/as percibe menos de $500 mil. A esa realidad, es necesario agregar otras variables, como la tasa de desempleo acercándose a dos dígitos y el hecho de que una de cada tres personas adultas tiene deudas morosas. Las opiniones vertidas en este medio de comunicación no necesariamente representan el sentir de Crónica Digital y son de responsabilidad de quienes las emiten.

De esta manera, en todas las variables los niveles de acuerdo entre codificadores se mantienen en valores superiores a 0.eighty five, garantizando, por tanto, la fiabilidad del análisis. Asimismo, su elección se fundamenta en la presencia de líneas ideológicas diversas que abarcan perfiles socialdemócratas, liberales y conservadores en el contexto español. Algunos países han podido aprovechar el impulso de sus exportaciones de productos médicos y los productos agrícolas.

En el caso de los niños (entre 6 y 14 años) la mayoría se concentra en los sectores de bajos ingresos de la ciudad, los que justamente tienen promedio de hacinamiento alto. Si bien, generalmente presentan síntomas leves, son un factor de riesgo debido a que operan como un vector de contagio. Esto supone una adversidad y aumenta la vulnerabilidad del grupo familiar frente al contagio de esta enfermedad.

Así, el análisis de contenido ha permitido medir la relevancia dada a la desigualdad y la cobertura desarrollada en función de la ideología del medio. Sin embargo, el alcance descriptivo de la investigación no permite profundizar empíricamente en las razones específicas que motivan el desarrollo de los procesos de producción periodística y la organización de los diferentes contenidos en relación con esta problemática. El uso de técnicas cualitativas, como las entrevistas en profundidad o la observación directa desigualdad infantil mediante procedimientos etnográficos, permitirían llenar esos vacíos explicativos para seguir avanzando en el estudio del rol de los medios para abordar la desigualdad y el del nuevo sistema híbrido de medios y sus nuevos actores mediáticos. La COVID-19 ha intensificado las desigualdades existentes y ha afectado más que nadie a los pobres y las comunidades más vulnerables. Desde una aproximación cualitativa, se trabajó con entrevistas semiestructuradas a mujeres madres trabajadoras y mujeres mayores.

Los hallazgos presentados, sugieren que entre los trabajadores sanitarios, las mujeres pueden haber estado expuestas de manera desproporcionada a factores estresantes relevantes del COVID-19 a nivel individual y nacional. Esto resalta la importancia de considerar el género en los esfuerzos de respuesta a emergencias para salvaguardar el bienestar de las mujeres y garantizar la preparación del sistema de salud durante futuras crisis de salud pública. Los datos son preocupantes, pero también es necesario analizarlos de forma comparada para saber cómo otros países enfrentaron la pandemia y los resultados que obtuvieron. Los economistas expertos en temas laborales tendrán que explicarnos las razones de la extrema fragilidad del mercado laboral de los más pobres, que se derrumbó durante la pandemia, mientras la mitad con más ingresos del país pudo seguir viviendo de sus ingresos laborales.

Reveló, además, que se debe reflexionar acerca de la pertinencia de mantener el modelo económico imperante, cuyas ineficiencias han sido puestas de relieve como nunca antes por la actual pandemia. De hecho, también se estima que con esta caída del Producto Interno Bruto y este aumento del desempleo, el número de personas que viven en pobreza se incrementaría de 186 millones a 219,1 millones. Ana Cecilia Vergara, docente de la Facultad de Humanidades de la Universidad de Santiago de Chile (Usach); mientras que la Dra.(c) Daniela Leyton Legües, académica de la carrera de Antropología UdeC, ejercerá como coordinadora regional. Don Arturo, que le quede claro que no estoy contra la desigualdad, más aún, la considero positiva y desde mi visión de astrónomo aficionado, puedo decir que gracias a ella funciona el universo y existe vida en nuestro planeta. La energía (riqueza) fluye de las estrellas a lugares (planetas) que carecen de ella y en el planeta la energía fluye y pasa de unos a otros.

Respecto a la salud psychological de las personas, Roberto Aceituno aseguró que la pandemia demostró la desigualdad en el acceso a la salud psychological en nuestro país, sobre todo en estos momentos “cuando se acrecienta la necesidad de apoyarse con ayuda profesional». Pablo Rivera-Vargas, Raquel Miño-Puigcercós, Ezequiel Passerón y Gustavo Herrera Urizar en su artículo ‘¿Hacia dónde va la escuela? Resignificar su sentido en la era del COVID-19’ sostienen que a raíz del pasaje obligatorio a la educación a distancia provocado por la pandemia del COVID-19, el sentido y rol de la escuela han sido activamente debatidos y cuando no tensados. La nostalgia de la presencia física y la digitalización masiva de los procesos de enseñanza y aprendizaje han generado un conjunto de retos inciertos a los que habrá que enfrentar una vez que se supere la crisis. A partir de un enfoque hermenéutico y una propuesta metodológica cualitativa basado en el codiseño, se da a conocer los resultados de los análisis de entrevistas realizadas a 21 voces expertas provenientes de España, Francia, Inglaterra, Argentina, Chile y Venezuela.

Por último, si bien las ayudas estatales cumplieron un rol, entre los más pobres el costo más alto lo pagaron algunos de los sectores históricamente más postergados, como las mujeres y los inmigrantes. Carmen Gloria Jarpa manifestó que su visión se sitúa en el trabajo social crítico de corriente emancipadora-liberadora, y que, desde ese lugar, las disaster sociales, políticas, económicas o sanitarias, como la pandemia por Covid-19, devela explícitamente los problemas estructurales de nuestra sociedad. “La gente mapuche es la población más empobrecida de la región de la Araucanía y eso lo dicen los datos.

En nuestro segundo capítulo de «Pandemia y Desigualdad», académicos y académicas revisan el problema del acceso a la vivienda en nuestro país, el hacinamiento y las precarias condiciones de vida de gran parte de la población en cuarentena. Desde nuestra vereda como organización social, en el caso de Simón de Cirene, nos hemos comprometido con la reducción de las desigualdades. El año pasado se secó el colihue, que indica grandes males y hambrunas, y el aumento de la población de ratones en el campo. Hay una tremenda sequía en el Wallmapu, que no se ha abordado de manera sistémica, aún no se discute el modelo forestal, al contrario, se ha aumentado el negocio de los camiones aljibes. Por ejemplo, es que mucha gente que tiene que ir a Temuco a trabajar o hacer un trámite, le alcanza para una bebida con pollo asado lleno de hormonas porque no puede criar sus gallinas. El conflicto entre las hortaliceras y Carabineros en medio de la pandemia se suma a la situación de inequidad «tremenda” en la que se encuentran las mismas comunidades mapuche, que cuentan con altos índices de diabetes e hipertensión arterial, producto de cambios alimenticios forzados por la reducción territorial.

Esa violación de derechos sociales se debe fundamentalmente a decisiones de políticas públicas que favorecen o no a ciertos sectores de la población. En el caso de Chile esas decisiones de políticas públicas nos han llevado a desigualdades estructurales, a tener un sistema de salud que se financia en gran medida con recursos de los hogares y en la existencia de un sistema fiscal regresivo. Sin embargo, tenemos esperanza de que el derecho a la salud y otros derechos sociales fundamentales queden plasmados en la nueva constitución para que otorgue garantías de una vida más digna para todas las personas”, afirma Rodrigo Bustos, director ejecutivo de Amnistía Internacional Chile. En Perú, por ejemplo, en el decenio que precedió a la pandemia, las autoridades no aumentaron el gasto público en salud a pesar del crecimiento económico sostenido durante años, y sólo invirtieron el 3,3% de su PIB. En México, más de 15 millones de personas perdieron el acceso a la cobertura de salud en los dos años previos a la pandemia debido a ineficiencias burocráticas en la política de salud del gobierno. Es fundamental reconsiderar las políticas basándose en los derechos humanos para evitar futuras calamidades en una región que, según muchos indicadores, es la más desigual del mundo.

Además, predomina la idea de que este problema aumentará en el futuro, con un 50% del complete de las preferencias. Eso sí, consultados sobre las distintas situaciones violentas que ocurren o pueden ocurrir en el país, las más graves señaladas no tuvieron que ver con seguridad, sino con la corrupción de los políticos (24%) y la desigualdad social (20%). Así, la corrupción de los políticos (27%), la desigualdad social (27%) y el abuso del sistema financiero y comercial (12%) son consideradas las principales violencias que más pobreza producirán en el futuro, según creen los encuestados. La evidencia disponible indica contundentemente que el impacto del Coronavirus ha sido mucho mayor en las áreas más pobres [1,2,3], y que aún más, estas diferencias fueron particularmente fuertes en edades más jóvenes [1]. Sin embargo, como el grueso de las muertes se concentra en grupos de edad avanzada donde los resultados dependen menos del nivel socioeconómico, no es claro la medida en que la pandemia ha cambiado el panorama general de la mortalidad.

Viviendas Hacinadas Y Campamentos: Dos Rostros De La Desigualdad Frente Al Covid-19

Chile adoptó esta agenda y, actualmente, se encuentra implementando sus 17 objetivos en sus diferentes partidas públicas, con el fin de alcanzar las metas que ahí se establecen (Consejo Nacional para la Implementación de la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible, 2017a). Si bien la desigualdad de ingresos es essential, también son facetas clave la salud, la educación y el respeto de los derechos humanos, según desigualdad rural y urbana el informe. Señala que las brechas surgen incluso antes de nacer, en una especie de “lotería” determinada por el lugar de nacimiento de un niño. Es posible que los niños de familias pobres no puedan pagar por educación y se encuentren en desventaja cuando intentan encontrar trabajo. Señala que las brechas surgen incluso antes de nacer, en una especie de «lotería» determinada por el lugar de nacimiento de un niño.

La Convención sobre los derechos del niño/a ha sido ratificada por 196 Estados Parte de la Convención. Ha sido uno de los tratados sobre derechos humanos que más rápidamente ha sido ratificado y a la que más países se han adherido. Uno de los Estados que aún no ha ratificado la Convención, pero que ha expresado su intención de hacerlo, es Estados Unidos. Los sistemas educativos deben procurar recursos financieros y no financieros para los alumnos de menores recursos para asegurar que todos los alumnos gocen de altos niveles de aprendizaje.

Este perfil regional de igualdad de género no solo proporciona una herramienta estratégica para mejorar la comprensión y promoción de la igualdad de género, sino que también es un recurso clave para apoyar la programación basada en evidencia, contribuyendo significativamente al avance de la igualdad de género a nivel nacional, regional y global. En el 2016, el hambre afectó a 815 millones de personas, es decir, al 11% de la población mundial, y a 38 millones de personas más que en 2015, según el informe sobre seguridad alimentaria mundial de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). Unas diez empresas en el mundo obtuvieron una facturación superior a los ingresos públicos de 180 países juntos.

desigualdad segun la onu

Las mujeres también se ven más afectadas por los efectos económicos de la COVID-19, ya que trabajan, de manera desproporcionada, en mercados laborales inseguros. Cerca del 60 % de las mujeres trabaja en la economía informal, lo que las expone aún más a caer en la pobreza. La igualdad de género no solo es un derecho humano elementary, sino que es uno de los fundamentos esenciales para construir un mundo pacífico, próspero y sostenible.

No obstante, las estimaciones del Catastro Nacional de Campamentos (MINVU, 2019) indican que el 55,3% de los hogares de campamentos cuentan con una mujer como jefa de hogar y, además, el 19,5% de las jefaturas de hogares de campamentos son llevadas por madres solteras. Frente a este escenario, los expertos plantean la urgente necesidad de legitimar las instituciones del Estado y canalizar la participación ciudadana en la política para lograr la inclusión, cooperación y conexión entre todos los actores sociales. Esto, además de acabar con las brechas que reproducen la desigualdad y hacer frente a las transformaciones culturales para avanzar hacia un país con las mismas oportunidades para hombres y mujeres. En ese contexto, en septiembre de 2018 la Superintendencia dio a conocer el Informe de Género sobre el Sistema de Pensiones y Seguro de Cesantía, el primero de su tipo realizado por una institución pública y que será elaborado todos los años. Con un importante detalle estadístico, esta investigación dio cuenta de significativas brechas de género en materia previsional como, por ejemplo, que la pensión promedio de las mujeres es un 37,9% menor a la de los hombres y que el saldo con que cuentan al momento de jubilarse también es un 62,2% más bajo. Entre otras razones, revela el estudio, porque el sueldo imponible de las mujeres es un 10,3% menor a los de los hombres y, además, sólo cotizan el 45% de su vida laboral activa.

Las investigaciones de Colombo han permitido que miles de niñas y niños en Chile no sufran discapacidad ni retrasos en su desarrollo cognitivo. Esto, gracias al tratamiento de enfermedades metabólicas como son el hipertiroidismo congénito y la fenilquetonuria. Esta última es una afección que impide al cuerpo procesar de forma correcta las proteínas de los alimentos, lo cual provoca una acumulación que puede llegar a ser mortal. De hecho, trabajó por más de 20 años para que el Ministerio de Salud implementara -en el Programa de Pesquisa Neonatal para esas dos enfermedades. Además, entre 1976 y 1993, Colombo impulsó el Laboratorio de Genética y Enfermedades Metabólicas del Instituto de la Universidad de Chile (INTA). Posteriormente, se trasladó a Valparaíso, donde se desempañó como jefa del Laboratorio de Enfermedades Metabólicas del Hospital Dr. Carlos Van Buren hasta 2019, año en que se retiró.

Chile está a la cabeza entre los países vecinos, pero la desigualdad y las diferencias de género son altas y representan el principal desafío para el país. A nivel global se aprecia una reducción en el Índice de Desarrollo Humano (IDH) que se explica por la situación económica y financiera. A nivel global debemos considerar también los conflictos, pues las más perjudicadas son las mujeres y las niñas.

Buscamos tener una voz nítida y respaldada técnicamente, queremos llegar con nuestro mensaje a la opinión pública, y ser capaces de construir una red amplia de vínculos con la sociedad. A nivel mundial la desnutrición sigue siendo un tema que distintas organizaciones se encuentran trabajando para subsanarla. En Chile, hace unas décadas, también había una preocupación por ella, pero en el último tiempo ha surgido también la preocupación por los altos índices de sobrepeso, la obesidad y las enfermedades crónicas derivadas de una dieta poco saludable, como hipertensión, diabetes, enfermedades al corazón y diversos tipos de cáncer.

Según un análisis de Oxfam, de acuerdo con datos de la UNESCO, en los países en desarrollo, niñas y niños de familias pobres tienen siete veces menos probabilidades de terminar la escuela secundaria (media) que niños de familias ricas. Además, en los países desarrollados, solo un 75% de niñas y niños de familias más pobres se gradúan de las instituciones de educación secundaria, mientras que un 90% de los niños de familias ricas se gradúan. Si una buena educación es más accesible a los más ricos de la sociedad, eso crea más desigualdad en el futuro ya que las personas ricas se seguirán asociando con otros ricos y obteniendo los trabajos más lucrativos mientras las personas pobres continuarán siendo pobres y permanecerán en la sociedad, completando un ciclo de la pobreza debido a la desigualdad educativa y social.

Por ejemplo, la guerra en Ucrania –que ya lleva dos años–, ha provocado que 56 por ciento de los 3,7 millones de desplazados sean mujeres y niñas, y hará que más de eight millones de mujeres y niñas necesiten ayuda humanitaria durante 2024 (según estimaciones de ONU). En el conflicto en Gaza, ya han sido asesinadas más de 9 mil mujeres desde los ataques de Hamas a principios de octubre, y se estima que 37 madres son asesinadas cada día, devastando a sus familias y dejando a las niñas y niños desprotegidos. Cuando hablamos de trabajo de cuidados no remunerados, las mujeres le dedican alrededor de tres veces más tiempo que los hombres, y no sólo al cuidado de los hijos e hijas, sino también de personas enfermas, discapacitadas y personas mayores. Si a estas actividades se les asignara un valor monetario, en Chile representaría 25,6% del PIB ampliado de 2020 (aumentando respecto del 2015 debido a la pandemia), según estimaciones del Banco Central. Debemos volver a pensar una nueva organización social y entender el cuidado de otra manera, no solo fomentando la corresponsabilidad, sino que debemos crear una sociedad que permita una repartición más justa de esas horas destinadas al cuidado. A nivel mundial, hay 122 mujeres de entre 25 y 34 años viviendo en condiciones de pobreza extrema por cada 100 hombres del mismo rango de edad.

Esto significa que hay una correlación clara entre la disparidad de los resultados y la de oportunidades –que determina la movilidad social–. Es muy probable que la causalidad opere en ambas direcciones, puesto que una alta desigualdad de ingresos dificulta la igualación de oportunidades en ámbitos como el desarrollo infantil temprano y el sistema educacional, por las grandes divergencias que existen en el capital económico, social y cultural de los hogares de origen. Estos ciclos de alza y baja pueden observarse a través de la evolución del coeficiente de Gini, el cual desigualdad social actual es un indicador que se encuentra entre 0 y 1, donde un mayor número indica más desigualdad en la dimensión de los ingresos. Llama la atención que en ningún período de nuestra historia el coeficiente haya estado en un nivel comparable a los que muestran los países actualmente más desarrollados (figura 1). Esta persistencia en el tiempo contrasta con el avance de otros indicadores sociales y económicos, los que han permitido reducir significativamente la pobreza en el país. Aunque la pobreza ha disminuido en el país, la distancia entre ricos y pobres sigue siendo muy importante.

Los últimos resultados de la Encuesta Casen en Pandemia 2020, han entregado datos relevantes y poco alentadores en cuanto a la situación de pobreza por ingresos de las personas y los hogares; los que repercuten en las áreas de educación, salud, vivienda, trabajo e ingresos. El domingo 10 de diciembre se cumplieron 75 años de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que consagra los derechos inalienables que toda persona tiene como ser humano, independientemente de su raza, colour, religión, sexo, idioma, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición. El informe destaca, por ejemplo, cómo en Latinoamérica y el Caribe por cada a hundred hombres que viven en hogares pobres hay 117 mujeres en esa situación, una situación peor que la que se daba a finales de los años 90 a pesar de la reducción de la pobreza experimentada en el continente. El tercer Objetivo del Milenio, precisamente reducir la discriminación de la mujer, se ha conseguido en la educación primaria, pero se mantiene en los niveles más altos y en el mercado laboral, el acceso a la riqueza y el poder político.

Como se mencionó anteriormente, las mujeres no son un grupo minoritario, muy por el contrario, son al menos la mitad de la población mundial, por lo tanto, un grupo a incorporarse en la misma medida, con sus propias características que la hacen única. Si nos centramos en los roles de género, altamente separados, nos llevará a la falta de cooperación, colaboración y compañía. Un estudio de la OMS reveló que la pandemia ha afectado o paralizado los servicios de salud mental esenciales del 93% de países. Lo que es especialmente preocupante en el caso de las mujeres que son víctimas de violencia doméstica.

Viviendas Hacinadas Y Campamentos: Dos Rostros De La Desigualdad Frente Al Covid-19

Pero, precisamente, la necesidad de que el Estado intervenga es evidencia de que el sistema en sí mismo no funciona como garante de derechos de todas las personas. Este curso sirvió como instancia preparatoria para el VI Congreso Chileno de Salud Pública y VIII Congreso Chileno de Epidemiología, el cual se está desarrollando durante los días 6, 7 y 8 de mayo, bajo el lema “La equidad en salud para una sociedad en creciente complejidad”. CIPER/Académico es un espacio abierto a toda aquella investigación académica nacional e internacional que busca enriquecer la discusión sobre la realidad social y económica. Finalmente, las listas de espera para consultas de especialidad médica han exhibido un aumento constante desde 2017. Sin embargo, los tiempos de espera promedio han mostrado una tendencia decreciente desde 2021, aunque todavía superiores al periodo prepandemia. El análisis de las Figuras N°s eight, 9 y 10 muestra la evolución en la cantidad de pacientes en espera y el tiempo promedio de espera según el tipo de servicio requerido, durante el periodo comprendido entre 2017 y 2023, para el mes de junio de cada año.

De acuerdo con el reporte, a junio de 2022, alrededor de 11,three millones de afiliadas y afiliados habían realizado algún retiro de fondos y un sixty nine,9% efectuó los tres. Respecto del seguro de cesantía, se flexibilizó su acceso entre 2020 y 2021 con el fin de hacer frente a la pandemia por el COVID-19. Esto hizo que las solicitudes aprobadas para mujeres fueran significativamente más altas que para los hombres. El reporte indica que la evolución de los indicadores por sexo muestra un mayor dinamismo relativo de las cotizantes mujeres respecto de los hombres, un deterioro de la brecha de remuneración promedio y un mayor aumento relativo de los períodos sin cotizaciones en mujeres. Hoy en día las mujeres tienen un promedio de 15 horas más de trabajo por semana que los hombres o casi dos jornadas más de trabajo. A esto se agrega que en Latinoamérica las principales cuidadoras de padres, maridos y niños son las mujeres, casi en un 90%.

En conclusión, hay regiones que, entregando un aporte al Estado, no reciben una retribución equivalente mediante gastos sociales produciendo un efecto distributivo complete negativo, lo que se observa en el IDHR. Uno de los informes principales fue el referido al índice de desarrollo humano regional (IDHR) (2), que mostró brechas enormes entre las regiones en las dimensiones de Salud, Ingreso y Educación (PNUD, 2018). En este estudio, examinamos el IDHR del 2017 informado por el PNUD, comparándolo con los ingresos fiscales generados por Impuesto Global Complementario (IGC), luego mostraremos estos datos y realizaremos una nueva comparación con los datos del avance de la pandemia COVID-19 (3). Los resultados nacionales, como medianas de indicadores comunales, son mayores que los reportados por el MINSAL 26, dado que los promedios tienden a ocultar las diferencias existentes, siendo las medianas más representativas ante disparidad. Este concepto se conoce como “tiranía de los promedios”, en el cual, cifras de unidades territoriales mayores pueden esconder las diferencias observables entre sus distintos sectores, por lo que el análisis debe hacerse en la menor unidad territorial posible 34, 35.

desigualdad sanitaria

Ante esta publicación, el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, director basic de la OMS, declaró que “el derecho a la salud incluye el derecho a las vacunas. Sin embargo, este nuevo informe muestra que las dinámicas del libre mercado están privando de ese derecho a una parte de la población más pobre y susceptible del mundo”. En el aspecto económico, la vacunación evita la atención y cuidados en enfermedades prevenibles por ellas, mejora la salud y produce un aumento de la productividad, reduciendo la mortalidad y morbilidad. En la ocasión, Scuro, quien es oficial de la División de Asuntos de Género del organismo internacional, dio a conocer los principales contenidos del libro Las mujeres en los sistemas de pensiones de América Latina, del que fue coautora. Una interesante charla sobre desigualdades de género en el sistema de pensiones dirigida a funcionarias y funcionarios de la Superintendencia de Pensiones (SP) ofreció la investigadora de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Lucía Scuro, el pasado 7 de mayo de 2019. Paulina Quezada y Paula Sepúlveda, jefa y analista, respectivamente, de la División de Servicios y Atención al Usuario (DASU), se sumaron al Comité de Género de la Superintendencia de Pensiones a partir de julio.

La disaster sanitaria enfrenta al país no solo a una situación compleja, sino que además ha dejado al descubierto realidades difíciles de resolver. Así, por ejemplo, muestra el análisis, en dos tercios de los hogares del segmento D y E, el más weak de la población, las personas viven en casas de menos de 60 metros cuadrados. Además, son quienes muestran mayor densidad por hogar, lo que implica menos metros cuadrados por habitante. La desigualdad es un problema arraigado por años y desde cada vereda en la que nos toca transitar reconocemos diversas manifestaciones de ella. Existe desigualdad económica, acceso a la educación, cultura, religión, acceso a la salud y temas de género.

En la ciudad hay tremendas consecuencias, ya que mucha gente mapuche –también lo muestra la última encuesta Casen– vive en situación de pobreza. Muchos emigraron del campo a la ciudad, perdiendo su vinculación territorial; otros la mantienen, pero esta cuarentena ha hecho emerger los problemas socioeconómicos que derivan también en violencia o alcoholismo sobre todo en el contexto urbano. Por tanto, esas consecuencias socioeconómicas aumentan en contexto de pandemia en la población mapuche que es la población más empobrecida de la región de la Araucanía. Si la desigualdad e inequidad ha aflorado aún más con la pandemia, en la población mapuche el estrago es mayor, porque la pandemia nos encuentra a los pueblos indígenas en general desigualdad por la globalizacion con tremendas desigualdades en lo socioeconómico, territorial y en lo socioespiritual, dada las transgresiones al ecosistema.

En el frente económico, la pandemia de la COVID-19 ha aumentado significativamente el desempleo mundial y ha recortado drásticamente los ingresos de los trabajadores. A pesar de la existencia de algunos indicios positivos hacia la reducción de la desigualdad en algunas dimensiones, como la reducción de la desigualdad de ingresos en algunos países y el estatus comercial preferente que beneficia a los países de bajos ingresos, la desigualdad aún continúa. «Este nivel de carga laboral remunerada y no remunerada de las mujeres hace que haya que poner ahí el foco pensando en una próxima pandemia. Si esa estructura social se mantiene, es poco probable que haya algún cambio general”, dice el profesor Ramírez. El informe explica que en Chile el gasto en salud se financia por medio de las cotizaciones legales y obligatorias de los trabajadores, equivalente al 7% del sueldo; estas cotizaciones se colocan en fondos de seguros de salud que se diferencian entre uno público (Fondo Nacional de Salud, FONASA) y otros privados (ISAPRE).

Para tratar de entender esta paradoja, realizamos un estudio sobre el impacto de las cuarentenas en el suicidio en Chile. Nuestro primer hallazgo fue que el número de suicidios en Chile disminuyó significativamente durante 2020. Luego, al comparar comunas de todo Chile que estuvieron en cuarentena con aquellas que no lo estuvieron durante 2020, y al comparar los suicidios en esas mismas comunas durante el periodo pre-pandémico (2016 a 2019), encontramos que hubo una reducción de al menos un 13% en suicidios en comunas en cuarentena en comparación con comunas sin cuarentena. Puesto que utilizamos un diseño de investigación cuasi-experimental en base a datos poblacionales, podemos decir que las cuarentenas han sido una de las causas de la reducción del suicidio en Chile durante la pandemia. Nuestra interpretación de este resultado es que las condiciones de cuarentena y contacto regular con personas cercanas podría haber actuado sobre los moderadores motivacionales del comportamiento suicida, y que las cuarentenas, es decir, el hecho de estar confinado con familiares o cercanos, representarían un factor disuasivo del suicidio. De hecho, es altamente possible que volvamos a las tendencias pre-pandémicas, por lo que debemos mantener la vigilancia epidemiológica, fomentar la búsqueda de ayuda en personas que presenten problemas de salud psychological y reforzar los programas preventivos, integrando lo que hemos aprendido bajo la condición pandémica.

El Informe Mundial sobre la Equidad Sanitaria para las Personas con Discapacidad asegura, también, que existe un mayor riesgo de presentar enfermedades crónicas, con hasta el doble de riesgo de tener asma, depresión, diabetes, obesidad, enfermedades bucodentales, de transmisión sexual y los accidentes cerebrovasculares. “Factores evitables, injustos y poco equitativos” y no la condición de discapacidad de las personas son los motivos de los riesgos que viven las personas con discapacidad. A continuación, el informe indica que del subcomponente del gasto que se canaliza en los fondos de seguros de salud -que suma el 6,9% del PIB- un 2,4% del PIB está constituido por cotizaciones a fondos privados y gasto de bolsillo de afiliados a los seguros privados. Por otra parte, el financiamiento de los beneficiarios de FONASA concentra el four desigualdad social en tiempos de pandemia,5% del PIB, que incluye las cotizaciones, los gastos de bolsillo y el aporte fiscal. Otra fuente de financiamiento del gasto en salud en Chile son los aportes directos que hace el Estado tomando recursos recaudados por impuestos generales.

Urge que avancemos hacia una sociedad más igualitaria con políticas de género e implementación de medidas que potencien la igualdad en todos los ámbitos de la sociedad, estas desempeñan un papel esencial para abordar esta problemática, reducir la brecha de género y mejorar la salud mental y bienestar de toda la sociedad. El Embarazo Adolescente (EA) es aquel que ocurre en mujeres de 10 a 19 años, según la definición de adolescencia de la Organización Mundial de la Salud (OMS) 1. Se considera un problema de salud pública debido a sus negativas consecuencias socioeconómicas y sanitarias en las madres, sus hijos y entorno. Asimismo, implica altos costos para los sistemas sanitarios debido al mayor riesgo de estos embarazos. Se ha visto que las adolescentes tienen mayor morbimortalidad gestacional, tasa de complicaciones obstétricas, cesáreas, parto instrumentalizado y riesgo de resultados adversos neonatales (bajo peso de nacimiento, prematurez y mortalidad infantil) 3-6.

El Día Internacional de la Mujer tiene su origen en los movimientos sindicales que a principios del siglo XX afloraban en América del Norte y Europa. Eran días en que las mujeres trabajadoras comenzaban a luchar de manera organizada por obtener más derechos, acceder a mejores salarios y para que se les permitiera votar. Los libros de historia han establecido como fecha possible el 8 de marzo de 1857 como el día en que cientos de mujeres de la industria textil en Nueva York marcharon por los barrios adinerados de la ciudad contra las precarias condiciones en las que trabajaban.

Además, en las sociedades con más desigualdad hay menos movilidad social, por ende, el querer salir adelante y que no estén las condiciones del medio para lograrlo genera una frustración constante y debilitamiento de los lazos sociales. Por otra parte, al last del embarazo un 4,3% del complete de mujeres habían sido trasladadas a otro centro y un 10,9% no asistió al management luego del parto. Las mujeres inmigrantes son las que significativamente ostentan mejores resultados de parto, presentando menos embarazos de pre término, recién nacidos con bajo peso al nacer y partos por cesárea a o fórceps (Figura 1). Esta situación se mantiene incluso tras estratificar por edad, derivación a COPAR, ingreso tardío a controles maternales y riesgo biopsicosocial. La autoridad agregó que se «ha decidido avanzar en este tema, mientras se tramita el proyecto de ley que actualmente está en el Congreso, porque las personas no pueden seguir esperando. No podemos llegar a abril del próximo año -cuando se produce el reajuste de los planes de salud-, sin haber tomado medidas para solucionar este tema, que es una deuda que se arrastra por años».

Este estudio muestra que en migrantes embaraza das destaca un alto porcentaje de mujeres sin previsión de salud, que inician control tardíamente y en riesgo psicosocial comparado con chilenas. Respecto del perfil sociodemográfico, destaca la mayor proporción de niños migrantes en pobreza mul tidimensional y el mayor porcentaje de escolares años que dejan sus estudios inconclusos. En el análisis de hospitalizaciones, se observa un alto porcentaje de niños migrantes sin previsión de salud. Este es uno de los primeros estudios que describe la salud de los niños migrantes en Chile usando tres fuentes de información cuantitativa.

Asimismo, revela que la mediana de densidad de cotizaciones para los hombres fue de 63,4% y para las mujeres llegó a 45,3%. Respecto de los saldos acumulados, a junio de 2020 las mujeres registran un saldo promedio de 663 UF, en tanto que el de los hombres es de 1.842 UF, lo que indica una brecha de -64,0%. En esto incide, además de las densidades de cotizaciones, el período de acumulación de ahorros, a su vez, determinado por las diferencias en las edades legales de jubilación por sexo (60 años para las mujeres y 65 años para los hombres), lo cual resulta en un menor período de acumulación en el caso de las mujeres.

Viviendas Hacinadas Y Campamentos: Dos Rostros De La Desigualdad Frente Al Covid-19

Quizá esto suena utópico, sin embargo, en aquellos lugares en donde el Estado y el sistema capitalista han resuelto no poner atención, o peor aún, ponerla únicamente para despojar y violentar, la alternativa pure ha sido resolver los problemas colectivos a partir de la autogestión y la organización comunitaria. Es en esas regiones y pueblos, con procesos sociales autogestivos potentes, en donde tenemos la oportunidad de aprender distintas maneras de relacionarnos con la naturaleza visualizándonos como parte de ella, mirar resistencias frente al sistema capitalista y conocer formas de desarrollo integral comunitario. Entonces, es esperable que el efecto de este shock se prolongue por más años y contribuya a incrementar los niveles de desigualdad percibidos en la población, y este asunto debería ser investigado. Una pregunta importante es cómo van a evolucionar estas cantidades en los años siguientes. Sin embargo, sabemos que también la pandemia ha tenido un efecto indirecto en otras enfermedades; por ejemplo, la falta de disponibilidad de servicios médicos puede tener un efecto a largo plazo en la detección del cáncer [8], y ahí, una vez más, el efecto puede ser desigual.

la desigualdad en la pandemia

A su vez, la pobreza extrema afectará a 15,9 millones más, sumando en whole 83,four millones de personas. La pandemia habrá ocasionado el cierre del 2,7 millones de empresas latinoamericanas, es decir el 19% del total de las empresas. Pero las medidas de distanciamiento social y las limitaciones a la movilidad han afectado de forma desigual a las actividades económicas. La pandemia de covid-19 se ha saldado con una caída del 8,1% del PIB en América Latina, superando el impacto de la disaster en la Unión Europea y de otras economías emergentes. No obstante, las economías latinoamericanas ya mostraban importantes debilidades antes del inicio de la emergencia sanitaria. Es decir, la pandemia ha recrudecido los problemas productivos y sociales de América Latina, como la perversa especialización comercial de la región, la debilidad del tejido productivo y del mercado de trabajo, y los problemas sociales.

En definitiva, el panorama social actual no es más que la desnudez completa de un sistema que pone la atención más en la economía que en las personas y su salud o integridad física, agregó. Tener conciencia de especie es necesario para nuestra supervivencia y no es viable continuar con divisiones clasistas, racistas, geográficas, económicas, culturales y de género que derivan en la aceptación y normalización de la existencia de “humanos de segunda”. Es aquí donde la ética y la corresponsabilidad juegan un papel importante para pensarse desde lo comunitario. Nuestro análisis muestra patentemente las inmensas desigualdades en mortalidad, sin embargo, en el diseño actual del sistema de seguridad social se considera a Chile como una estructura monolítica, ignorando la existencia de esta heterogeneidad. Una interesante discusión internacional comenta sobre la necesidad de dar cuenta de estas diferencias a la hora de fijar criterios como edad de jubilación; el no hacerlo compromete la progresividad, justicia actuarial y sostenibilidad del sistema [9,10].

Si medimos la evolución temporal del coeficiente de Gini de estas distribuciones, observamos un aumento abrupto, en el rango 30-40% en 2020, en las áreas urbanas (pero no en las rurales). Sin embargo, como la esperanza de vida promedia las mortalidades en todas las edades, puede no ser la mejor medida si se quiere observar efectos dependientes de la edad. Muchas revistas académicas han publicado números especiales sobre el COVID-19, algunos de ellos en una etapa muy inicial de la pandemia, con énfasis en la envergadura del impacto de la pandemia en la sociedad desde el punto de vista epidemiológico y en las consecuencias de esta sobre los grupos de mayor riesgo. Por razones evidentes, la producción de conocimientos provenientes de metodologías cualitativas y mixtas se vio mermada durante el primer periodo de investigación sobre la pandemia, concentrándose la investigación en el ámbito psicosocial principalmente en enfoques cuantitativos. Por ello, desde Psicoperspectivas preferimos esperar un tiempo antes de iniciar esta convocatoria, principalmente para dar espacio a las investigaciones cualitativas sobre el tema en cuestión. Los datos son preocupantes, pero también es necesario analizarlos de forma comparada para saber cómo otros países enfrentaron la pandemia y los resultados que obtuvieron.

Los académicos de la Universidad de Chile Mariela Muñoz, Guillermo Zepeda y Cristián Rebolledo destacan la medida, comparten algunas recomendaciones y reiteran el llamado a vacunarse. Esta obra está bajo licencia internacional Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-CompartirIgual 4.0. Patricio Aroca, académico e investigador CEPR-UAI y del Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social (COES) fue entrevistado en el diario El Mercurio de Antofagasta con respecto al aumento de la brecha salarial en el país, tema del mes del último Boletín Laboral CEPR (AMJ-2021). Amina J. Mohammed, Vicesecretaria General de las Naciones Unidas (ONU), advirtió que “no podemos permitirnos el lujo de volver al mundo que teníamos antes de esta crisis. Eso significaría dejar sin abordar las vulnerabilidades y fragilidades que esta crisis ha puesto a la vista”. Estoy trabajando en un proceso inductivo de consulta a las comunidades y entrevistas con el equipo de salud para diseñar un nuevo modelo de atención y gestión que esté vinculado al territorio, respecto a lo que la gente hace, cómo se cuida en salud, pero sobre todo con las características de Maquehue que son diferentes a las de otros territorios.

“La gente mapuche es la población más empobrecida de la región de la Araucanía y eso lo dicen los datos. La pandemia nos encuentra a los pueblos indígenas con tremendas desigualdades socioeconómicas y territoriales, dada las transgresiones al ecosistema”, dice el doctorando en Ciencias en Salud Colectiva, miembro del departamento de Salud Pública de la UFRO y trabajador del Hospital de Makewe. El estudio, que se realiza por segundo año consecutivo, entrevistó a 1.451 personas de las siete principales capitales regionales del país, divididas en tres estratos (bajo, medio y alto), entregando pistas de la percepción que los chilenos tienen en materias sociales y económicas. Fueron forty la desigualdad humana two preguntas, divididas en 10 temas, de las que se sacaron conclusiones respecto de cómo los chilenos miran el presente y el futuro del país.

Primero, hay que generar acuerdos sociales amplios (en este sentido la convención constituyente es una buena oportunidad, pero con mucho riesgo de no resultar satisfactoria). Recuperar con fuerza el empleo (sobre todo en grupos más vulnerables, donde debería existir un subsidio). Ser cautos en entregar muchos beneficios sociales a costa de dificultar el emprendimiento y la labor empresarial (aunque sea poco popular). Antes de querer imitar las políticas de Alemania, imitemos en parte su productividad que es menos de un tercio en Chile, para eso necesitamos focalizar en educación y capacitación de la mano de obra (¡aquí sí miremos a Alemania!). Los efectos de la pandemia sobre la economía del mundo han sido profundos y se espera sean de largo alcance.

En particular, muchos de estos estudios apuntan a una diferencia de género, señalando que es más probable que las mujeres presenten este tipo de síntomas. Una de las causas es que la pandemia ha tenido un impacto mayor en sectores económicos donde el empleo femenino es más prevalente, como los sectores de hospitalidad y retail. Esto llevó a mayores tasas de desempleo, caída de ingresos, y salida del mercado laboral para las mujeres, en relación a los hombres. Otra causa importante se relaciona con un aumento en el tiempo dedicado a tareas domésticas y de cuidado, asociadas a las cuarentenas y al cierre de escuelas, que recayeron en mayor medida en las mujeres. La llegada del virus COVID-19 generó un efecto internacional que impactó -y continúa impactando- fuertemente en la vida cotidiana de las personas, grupos y culturas a nivel internacional, modificando las pautas de comportamiento, así como las expectativas sobre el futuro. La crisis sanitaria ha producido efectos diversos en ámbitos sociales claves como el trabajo, la educación, así como en la salud psychological, las formas de sociabilidad y el uso del espacio.

Debemos no solo apropiarnos rápidamente de los medios digitales, sino también hacerlo de forma crítica, sin dejar de pensar en cómo éstos pueden contribuir al fortalecimiento del tejido social democrático”, relevó Saravia. Si alguien no resuelve sus problemas de salud con la biomedicina, se le ofrece llevarlo a una especialista mapuche, pero el gran plus que tiene el hospital es que la gente de comunidades puede acceder al sistema de salud biomédico en el mismo territorio y eventualmente mapuche si es que lo necesitara. El año pasado se secó el colihue, que indica grandes males y hambrunas, y el aumento de la población de ratones en el campo.

Para la población indígena esta pandemia se suma al extractivismo que tiene sin agua a los territorios y los empobrece, además de la militarización. Esta pandemia es una más, y no solo me refiero a cuando llegaron lo españoles, sino que cuando se instalan los distintos Estados que encuentra a los pueblos indígenas sin memoria inmunológica. Por ejemplo, es que mucha gente que tiene que ir a Temuco a trabajar o hacer un la desigualdad en la salud trámite, le alcanza para una bebida con pollo asado lleno de hormonas porque no puede criar sus gallinas. El conflicto entre las hortaliceras y Carabineros en medio de la pandemia se suma a la situación de inequidad «tremenda” en la que se encuentran las mismas comunidades mapuche, que cuentan con altos índices de diabetes e hipertensión arterial, producto de cambios alimenticios forzados por la reducción territorial.

Eso indica que el efecto neto de aumento de desigualdad en la esperanza de vida whole se explica principalmente por cambios de mortalidad en el grupo de edad joven. La evolución de la esperanza de vida y probabilidad de morir joven muestran grandes avances en los últimos 20 años, que se vieron fuertemente interrumpidos por el efecto de la pandemia. Tenemos que ser muy cuidadosos para leer el panorama económico y social que se avecina. Esta pandemia nos obligó a avanzar una década en digitalización, pero al mismo tiempo, retrocedimos más de una década en bienestar social, y la desigualdad está en su punto máximo. Pero esta disaster es diferente, los más favorecidos se han enriquecido aún más, y la lucha contra la pobreza retrocedió 15 años en Latinoamérica. Estados Unidos invirtió billones de dólares en su economía, más que cualquier otro país, y la ayuda llegó a un amplio sector de la sociedad.

Hay personas que han sacado proyectos de riego y llevan sus lechugas de Boyeco, ¿quién las va a comprar? Como organizaciones de salud y desde el punto de vista de la salud pública, hemos venido proponiendo hace mucho tiempo que los programas deben adecuarse al territorio y no al revés, pero hasta ahora siempre son los territorios los que se adecuan a los programas. En conversación con INTERFERENCIA, Andrés Cuyul, quien además es colaborador en el Hospital Intercultural de Maquehue, analiza desde su experiencia cómo afecta a la sociedad indígena la pandemia. “Desde las autoridades sanitarias no ha existido ningún mensaje hacia los territorios”, afirma Cuyul, quien además es integrante de la Comunidad de Historia Mapuche. En vista de esta ausencia de Estado que relata Cuyul, han surgido iniciativas de inmunización «donde se han hecho barreras sanitarias por parte de las mismas personas mapuche, como en Lautaro, Lonquimay, Cañete y Tirúa”.