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Clase Desigualdad, Tecnología, Tecnología Y Productividad 1 Sebastián Fleitas Video

Este mismo comportamiento ha sido encontrado para Estados Unidos, Reino Unido, Costa Rica e India, en el trabajo de Deininger y Squire (1998). Sin embargo, concluye que esta relación (el PIB per cápita) no explica la mayor parte de las variaciones en la desigualdad entre países o a lo largo del tiempo. Por ello, en su estudio incluye variables como el nivel educacional, la apertura económica y el índice de democracia, como determinantes de la desigualdad de la renta. Desde hace décadas, existe consenso en la literatura económica, en que un país no debe ser evaluado únicamente por sus indicadores económicos de productividad, sino también por su capacidad para reducir la pobreza y la desigualdad, conceptos entendidos como males para una sociedad (Gasparini, Cicowiez y Sosa, 2014). Las actuales inequidades económicas y sociales del país generan constante rechazo y levantamientos por parte de la sociedad, por ello, un objetivo clave para cada Gobierno debe ser limitar al máximo las brechas que separan a los chilenos, de forma de tener una sociedad más justa y potenciar el crecimiento y desarrollo en cada uno de los territorios. Además, el hecho de obtener un ingreso insuficiente es consecuencia de las desigualdades estructurales de un sistema económico, por tanto “la eliminación de la pobreza requiere reformas estructurales e institucionales, económicas y sociales, que erradiquen las desigualdades que reproducen la pobreza” (Macías, 2014, pp. 121).

Desmintiendo, acorde con distintos autores (Arndt, 1983; Guillén, 2004 y Piketty, 2014) la teoría del “goteo”, la cual postula que, favorecer a los estratos más ricos de la población, tiende a favorecer al resto de la sociedad, a través de un goteo que llega a las personas menos favorecidas, en consecuencia la desigualdad se reduce. Según información recogida en encuestas de hogares de ocho países de América Latina en 2011, 7% de la población no indígena ni afrodescendiente es indigente o altamente vulnerable a la indigencia, porcentaje que se eleva a 11% en el caso de la población afrodescendiente y a 18% de los pueblos indígenas. De igual forma, mientras el 62% de la población no indígena ni afrodescendiente era considerada no vulnerable, esa cifra baja a 56% en el caso de la población afrodescendiente y a solo 33% en el de los pueblos indígenas.

Durante su intervención, Bárcena subrayó que existe un desencanto social que se manifiesta principalmente en los más jóvenes de la región, debido a que se generaron expectativas que no han sido cumplidas. Hasta las oficinas de la Cepal en Chile llegó la Presidenta de la República, Michelle Bachelet, acompañada por el ministro de Relaciones Exteriores, Heraldo Muñoz, para participar en la conmemoración de los 70 años de la CEPAL. “La inclusión de la perspectiva de género es basic para el diseño e implementación de estrategias de adaptación y mitigación al cambio climático. Esperamos que este encuentro facilite el intercambio de experiencias para que juntos, América Latina y Europa, emprendamos acciones concretas para enfrentar la disaster climática con una perspectiva inclusiva y que permita el empoderamiento de las mujeres”, indicó Ewout Sandker, jefe de cooperación de la Unión Europea en Chile.

Por ello, necesitamos avanzar de la cultura de los privilegios a la cultura de igualdad y la inclusión social”, afirmó Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), en la reunión del Foro Económico Mundial 2020 en Davos, Suiza. «En Chile se está llevando adelante una reforma fiscal que nos parece muy importante, porque es un instrumento de redistribución del ingreso», lo que permitirá «llevar adelante una mejor educación, mejor salud y mejor vivienda». No se trata de «sacar de la pobreza solamente, sino que hay una mayor concentración del ingreso en el decil más rico, ése es el tema», señaló, indicando que la forma de combatir la desigualdad es a través de «un programa de redistribución, lo que se lleva a cabo a partir de una política fiscal». La secretaria ejecutiva del organismo internacional, Alicia Bárcena, recordó que el organismo prevé una caída de 4% del Producto Interno Bruto (PIB) nacional en 2020, lo que influye directamente en las proyecciones entregadas hoy. Además, añadió la caída de las exportaciones y de los precios de los commodities, así como también el incremento del desempleo y la caída de ingresos laborales a los factores determinantes. Si bien el año pasado Chile fue el segundo país de la región con menor nivel de pobreza, siendo superado solo por Uruguay, no estaría ajeno a las consecuencias del brote de coronavirus en estos términos.

La actividad también tiene, entre sus objetivos, el de impulsar la creación y el fortalecimiento de una Red por la Igualdad de Género y Cambio Climático de ALC, que trabaje en una hoja de ruta para promover en los gobiernos la incorporación del enfoque de igualdad de género en la acción climática. En 1947 el Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas, siguiendo la thought de creación de organismos regionales de desarrollo originados en Europa y el lejano oriente tras la posguerra, propuso la creación de una Comisión Económica para América Latina… En esta versión de CONCAUSA se recibieron 341 proyectos que jóvenes de entre 15 y 17 años de toda la región se encuentran implementando. Del complete de participantes, el jurado eligió 18 proyectos de Argentina, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Haití, México, Paraguay, Perú y Uruguay.

Es en lo último donde radica la novedad del estudio, ya que contribuye al tema de la desigualdad, anteriormente estudiado en Chile, pero desde un punto de vista regional. Para lograr el objetivo se trabaja con la base de datos construida en el trabajo anterior de Mieres (2019). La segunda sección muestra los principales factores mencionados en la literatura por su impacto en la desigualdad del ingreso. Por ello, dijo, es urgente avanzar en la construcción de Estados de Bienestar, basados en derechos y en la igualdad, que otorguen acceso a protección social y a bienes públicos de calidad, como salud y educación, vivienda y transporte. Duele y preocupa que, tras años de tendencias a la baja con políticas progresivas sociales y laborales, en la región hay aún 184 millones de personas viviendo en la pobreza, de las cuales 62 millones viven en la extrema pobreza. “Es urgente avanzar hacia una cultura de la igualdad en la región a través de políticas universales de inclusión social y laboral que contribuyan a aumentar las capacidades humanas, la productividad y el crecimiento económico, a la vez que instalan una cultura de derechos y de ciudadanía social”, concluyó.

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Para reducir la resistente desigualdad del ingreso en el país, son necesarias más políticas distributivas que se preocupen a priori de la generación del ingreso (Sunkel e Infante, 2009). Épocas en que se incrementan más (proporcionalmente) los ingresos de los hogares más ricos, se condicen con períodos decathlon fundación de mayor desigualdad. Mientras que, en años donde se incrementan más los ingresos de los hogares más pobres, la desigualdad es menor. Si los esfuerzos políticos se enfocaran en aumentar los ingresos de esta parte de la población (ceteris paribus) se aplacaría más la brecha entre ricos y pobres.

Desmintiendo, acorde con distintos autores (Arndt, 1983; Guillén, 2004 y Piketty, 2014) la teoría del “goteo”. Cuando no existe ánimo o motivación para reducir las riquezas excesivas de la población de mayores ingresos, a través de política pública que, por ejemplo, obliguen a una mayor participación de los trabajadores en las ganancias de las empresas y una mayor fiscalización de la misma, es muy difícil solucionar el problema de la desigualdad desde este punto. Se observa en la (Tabla 2), que la variable tiempo mejora el ajuste del modelo en todos los casos, destacan los modelos X, XI y XII. De la segunda columna se extrae que el efecto del año 2000 sobre la desigualdad del ingreso fue 0,038 puntos superior, en promedio, al del período base (1994).

En esta propuesta para avanzar hacia el desarrollo, el Estado ocupaba el rol de gran estratega para reducir el desempleo, terminar con el desequilibrio externo y el deterioro de los términos de intercambio”, afirmó. América Latina y el Caribe (ALC) contribuye con menos del 10% a las emisiones mundiales de dióxido de carbono (CO2). Sin embargo, es una región altamente weak a los efectos del cambio climático, que se agravan por la desigualdad social y de género, lo que incrementa la fragilidad y disminuye la resiliencia. En particular, los grupos especialmente vulnerables a la crisis serían las mujeres, las personas de estratos de ingresos bajos y medios-bajos, los trabajadores informales, las trabajadoras domésticas remuneradas, los niños, niñas y adolescentes y los jóvenes, entre otros.

Es lamentable ver que a nivel de desigualdad del ingreso, las regiones del sur suelen encontrarse en una posición desfavorecida versus las regiones nortinas. Los territorios más desiguales, son también aquellos con menor PIB per cápita y menores indicadores de desarrollo. Además se concluyó que existe convergencia absoluta en términos de PIB per cápita y desigualdad del ingreso. Asimismo, las regiones más desiguales inicialmente, son las que tienden a reducir más rápido este indicador. Estos resultados motivan el análisis econométrico que busca exponer los principales determinantes de la desigualdad del ingreso en Chile.

Se demuestra que la variable tiene un efecto positivo y significativo sobre la desigualdad del ingreso. En Chile, mayores ingresos son consecuentes con mejores oportunidades de acceso a un sistema de educación y de salud de calidad4. Las personas que gozan de mayores ingresos tienen la posibilidad de ir a mejores escuelas, asistir a clases particulares y extracurriculares, ir a mejores centros médicos e incluso tomar mejores medicinas, que una persona pobre. Estas mismas condiciones sociales y otras medioambientales y de seguridad, son determinantes para el futuro nivel de ingresos de las personas, por tanto, peores condiciones sociales pueden aumentar las desigualdades del ingreso. América Latina y el Caribe sufrió el apagón educativo más prolongado a nivel internacional (en promedio 70 semanas de cierre de establecimientos frente a 41 semanas en el resto del mundo), lo que exacerbó las desigualdades preexistentes en materia de acceso, inclusión y calidad.

A Latinoamérica le hace falta avanzar “mucho más” para consolidar el sistema de protección social universal, pero ha avanzado en los últimos 10 años, indicó a Efe Hopenhayn. «Esto significa que aproximadamente 185 millones de personas se encontraban bajo el umbral de la pobreza en 2018, de los cuales sixty six millones de personas estaban en la pobreza extrema», indica el informe. Sin embargo, en 2019 el número de personas en la pobreza aumentaría a 191 millones, de los cuales 72 cepal pobreza millones estarían en la pobreza extrema. «Destaca, en esa evolución, el hecho de que prácticamente todas las personas que se suman este año a la estadística de la pobreza se integran directamente a la pobreza extrema», alerta el organismo. Precisó que a 2017, más de la mitad de la población adulta (52%) de los estratos medios no había completado 12 años de escolaridad, mientras que el 36,6% tenía ocupaciones con un alto riesgo de informalidad y precariedad.

El alza de 2,three puntos porcentuales de la pobreza entre 2014 y 2018 en el promedio regional se explica básicamente por el incremento registrado en Brasil y Venezuela. En el resto de los países la tendencia dominante en ese período fue hacia una disminución, debido, principalmente, a un aumento de los ingresos laborales en los hogares de menores recursos, pero también a transferencias públicas de los sistemas de protección social, y privadas, como las remesas en algunos países. Lo que marca la desigualdad en Chile es su aún elevado nivel y su persistencia, ya que, a pesar de existir convergencia, el Gini al comienzo de un período tiene un efecto positivo sobre el Gini al final de este. Los resultados indican que el sector económico más potente, en el sentido del aporte al PIB regional, es muy importante para determinar las desigualdades en Chile, destacando los sectores secundario y minería.