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Oefa Perú Y El Bid Realizan Taller Pueblos Indígenas Y Las Brechas En La Participación En Licenciamiento Y Fiscalización Ambiental Superintendencia Del Medio Ambiente

Ana Tijoux, artista chilena, se unió en medio de la minga y agradeció cantando Calaveritas, una canción que honra a los muertos. El Ministro de Desarrollo Social y Familia ha solicitado apoyo al BID para consolidar un enfoque para la Promoción Integral de la Economía Indígena (PIEI), con acento en las compras públicas y financiamiento mediante capital de riesgo, favoreciendo el clima de negocios para empresas indígenas que les permita salir de su situación de pobreza material de manera sostenible y permanente y que apoye al fortalecimiento de capacidades de los empresarios indígenas. La directora de la institución, Marcela Sandoval, sostuvo que el informe cruza múltiples discriminaciones que influyen en la autonomía económica de las mujeres indígenas y aquellas que viven en sectores rurales. Ante este fenómeno, la consultoría de BID plantea que una de «las posibles causas» que justifican la menor inversión del Estado en territorios indígenas, está asociada a la «baja capacidad técnica de los equipos de municipios con alta concentración de población indígena», limitando, por consecuencia, sus posibilidades para obtener financiamiento público para este tipo de inversiones. [5] Se comparan los apellidos de personas nacidas entre 1940 y 1970, desde lo cual construyeron una lista con los 50 apellidos con mayor representación porcentual en las profesiones más prestigiosas (médicos, abogados e ingenieros) y otra lista con los 50 apellidos donde no hay un solo profesional de prestigio representado.

No obstante, uno de los caminos más seguros y directos es que el pueblo de Chile y los pueblos indígenas, creen sus propios partidos políticos y compitan bajo las reglas del juego. Esa asignación fue el germen de la clase alta tradicional chilena y de la hacienda, institución que perduró casi sin variación por tres siglos. Aunque parezca una aberración, aún hoy el aspecto físico resulta ser un buen predictor de la ubicación social de una persona. Todo ello, delata a una sociedad con escasa movilidad social, en la que han primado los prejuicios y la discriminación en el acceso a las oportunidades (PNUD, 2017). En referencia al anteproyecto constitucional, precisó que “el artículo 139, prescribe que Rapa Nui y el archipiélago de Juan Fernández, son los dos únicos territorios especiales del país, pero no crea territorios administrativos especiales para los pueblos indígenas”.

desigualdad de los pueblos originarios

En seguida, Angela Acevedo profundizó en los Derechos Colectivos relacionados a la Gestión Ambiental, entre los que destacan el derecho a la consulta y consentimiento, a la participación en los procesos de desarrollo, la propiedad de tierras y territorio, además del derecho al uso, administración y conservación de los recursos naturales que se encuentren en los territorios de pueblos indígenas, entre otros. La desigualdad territorial se profundiza cuando los servicios públicos funcionan como buzón de demandas que son resueltas en la capital, sin considerar el contexto territorial. Ello se valida por políticas públicas o simplemente por la pasividad del Estado al no dar respuesta oportuna a problemáticas locales, dificultando el desarrollo regional y en definitiva el crecimiento armónico del país.

El objetivo de la investigación se centró en describir las desigualdades socioterritoriales y de género en la región, caracterizar la oferta programática de PRODEMU y analizar los límites y posibilidades de mejora de la oferta programática para mujeres. A partir del estudio Desigualdades Socioterritoriales en La Araucanía realizada por la Fundación PRODEMU, Radio y Diario Universidad de Chile conversó con la directora de la institución y periodista especializada en género e investigación, Marcela Sandoval, respecto de los resultado del informe. En el documento no solo se refuerza la evidencia de que La Araucanía es una de las regiones más empobrecidas del país, sino que las mujeres de ese territorio son las más afectadas.

Por la noche, alrededor de un círculo de velas, una decena de representantes de las primeras naciones de América Latina —o Abya Yala como se le conoce a este territorio desde antes de la colonización española— entonaban canciones que eran también historias en las que se narraban sus orígenes, sus tradiciones, sus sueños y miedos. Formaban una minga o una minka, que en quechua se refiere a la vieja tradición de trabajo comunitario en beneficio de toda la sociedad y el buen vivir de la misma. Sentados en ronda, jugaron con algunos instrumentos, hablaron de sus territorios y denunciaron injusticias relacionadas al cambio climático.

Además, las experiencias de discriminación no terminan ni disminuyen cuando las personas logran una movilidad social ascendente. Por ejemplo, tenemos el caso de Carlota[6] de Temuco, quien relata cómo la discriminación étnica y de género se entrecruzaron en su lugar de trabajo. “En mi trabajo hay casi sólo hombres, así que me sentí diferente, porque soy mujer y mapuche, así que eso fue demasiado. Por ejemplo, tenemos el caso desigualdad de los ingresos de Carlota[6] de Temuco, quien relata cómo la discriminación étnica y de género se entrecruzaron en su lugar de trabajo. La movilidad social intergeneracional es entendida como el cambio ascendente de posición a través de la estructura social (Bottero, 2005). Se trata de personas que logran mayoritariamente acceder a la educación universitaria y luego, experimentar cierto grado de movilidad ascendente en sus ocupaciones.

Por ello, si bien la Corte IDH no lo advierte expresamente aquí, está interpretando el derecho como derecho de organización y procedimiento que para poder ser ejercido requiere que el Estado cumpla con sus obligaciones de establecer procedimientos administrativos y judiciales eficaces para reclamar por sus tierras. Sobre la función de prestación positiva de los derechos y, además, sobre la función de organización y procedimiento, v. Alexy (1994, cap. 9); Clérico (2010); cfr. Que sus argumentos no formen parte del voto mayoritario permite a la vez dar cuenta de la decisión de la Corte IDH en el caso Castañeda Gutman, cuya pretensión es rechazada en tanto el demandante no logra probar que forma parte de un grupo desaventajado, aún más, siendo éste un integrante conocido de la dirigencia política mexicana. Sin embargo, como muestra Fraser, resulta cuanto menos difícil, sino contraproducente, disociar las desigualdades materiales de las desigualdades simbólicas, puesto que éstas se potencian mutuamente y deben ser comprendidas como bi-dimensionales.

Pensar las sociedades desiguales desde este lugar, implica superar aquellas visiones que entienden los estudios de la desigualdad centrados en variables como la ocupación y los ingresos, y ampliar la agenda de investigación a todos aquellos aspectos cotidianos e institucionales que se ven involucrados en la persistencia de los altos niveles de desigualdad observados en nuestro país. Esto, porque los actores e instituciones involucrados no constituyen entes monolíticos con cursos de acción lineal y completamente coherentes, sino que muchas veces presentan estructuras y formas de acción intermitentes y contradictorias. El informe del Relator Especial permitirá reunir, presentar y señalar a la atención de la Asamblea General y del Consejo de Derechos Humanos la situación y preocupaciones fundamentales que enfrentan los pueblos indígenas, para que estos órganos las examinen y adopten medidas al respecto. Además de subrayar a los Estados la necesidad de garantizar los derechos colectivos de los pueblos indígenas en el contexto de la pandemia, y garantizar políticas públicas y sociales para mitigar los efectos de la pandemia para los pueblos indígenas, de conformidad con el principio de igualdad y no discriminación. Si se analizan los pronunciamientos de los órganos del SIDH se concluye que esos procedimientos se refieren también a ámbitos de participación política. La Corte IDH y la CIDH han reiterado la obligación estatal de garantizar la consulta y participación de los pueblos indígenas en la determinación de acciones que afecten sus tierras.

Además, enfatizó la sobrecarga que tienen las mujeres al tener que ser proveedoras y a la vez hacer labores cotidianas para cuidar este recurso escaso. En segundo lugar, si la acción del Estado a través de subsidios y transferencias ha dado resultados en el corto plazo, el desafío es dar algunos pasos más allá de dichas medidas para que los resultados sean sostenibles en el tiempo e intergeneracionales. El riesgo de la autocomplacencia sobre estos resultados es creer que la receta de las transferencias monetarias de la mano de la focalización es la solución por sí sola, sin ir acompañada de otras medidas que son las que podrían darle permanencia en el tiempo y que son tan profundas como las raíces estructurales de la pobreza y de la desigualdad.

Sin duda esta pandemia nos desafía respecto de cómo enfrentar estas situaciones, volviendo imperioso el diálogo intercultural y conocimiento de las particularidades territoriales y culturales de manera de generar medidas de prevención y management que tengan sentido y vuelvan partícipes a la población local. En Chile, no han sido visibilizados como un sector de mayor riesgo, ni tampoco se han desarrollado acciones específicas para abordar la incidencia de la pandemia. Incluso se han mantenido acciones de persecución política en algunos territorios como el desalojo del lof adkintue en Lonquimay y se ha propuesto continuar algunos procesos consultivos, los cuales según recomendaciones de CIDH no deben realizarse durante la pandemia. 21 V. Garay (1989); Bianchi y Gullco (2001); Clérico y Schvartzman (2007); Treacy (2006); Gargarella (2007); Clérico (2007b); Maurino (2007), p. 330.

En el caso del Norte Grande y el Norte Chico, resultaron particularmente relevantes la Ley Orgánica Constitucional de Concesiones Mineras de 1982 y el DFL 1122 de 1981 (Código de Aguas), que incentivaron la expansión de la minería y la especulación sobre el escaso recurso hídrico de la zona (Prieto y Bauer 2012; Bauer 2009, 2002; Budds 2004, 2007, 2009). En este marco, muchas de las comunidades de la zona perdieron sus derechos de agua, zonas de pastoreo desigualdad actual y transhumancia (Yáñez y Molina 2008, 2011), lo que desencadenó una importante migración desde las zonas altas a los centros urbanos, como Calama, Antofagasta, Iquique y La Serena. Hoy en día, las comunas rurales que albergan a las antiguas comunidades indígenas muestran importantes signos de despoblamiento y gran parte de la población que se autoidentifica como indígena en la zona reside en los grandes centros urbanos del norte del país.

A partir de esta instancia, Antonia Rivas (UDP) y Natalia Caniguan (IEI-UFRO/CIIR) estuvieron a cargo de comentar las presentaciones de las expositoras desde la perspectiva del derecho indígena y las políticas públicas. Finalmente, se buscó enriquecer el conversatorio con preguntas y comentarios de los y las asistentes a la actividad. Organizada por el Centro de Estudios Interculturales e Indígenas (CIIR) y el Programa de Investigación Cultura e Interculturalidad del Observatorio de Desigualdades UDP, la actividad contó con la presencia de Prosperina Queupuan (Identidad Territorial Lafkenche) y Carolina Sepúlveda (CECPAN), quienes  reflexionaron en torno a los procesos de implementación de la Ley Lafkenche desde sus respectivas experiencias de dirigencia organizacional y/o profesional. Tanto en la opinión pública como en la academia se ha hablado sobre la discriminación al pueblo mapuche en los servicios de salud, viéndose esta reflejada en indicadores como las mayores tasas de mortalidad.

Oefa Perú Y El Bid Realizan Taller Pueblos Indígenas Y Las Brechas En La Participación En Licenciamiento Y Fiscalización Ambiental Superintendencia Del Medio Ambiente

Ana Tijoux, artista chilena, se unió en medio de la minga y agradeció cantando Calaveritas, una canción que honra a los muertos. El Ministro de Desarrollo Social y Familia ha solicitado apoyo al BID para consolidar un enfoque para la Promoción Integral de la Economía Indígena (PIEI), con acento en las compras públicas y financiamiento mediante capital de riesgo, favoreciendo el clima de negocios para empresas indígenas que les permita salir de su situación de pobreza material de manera sostenible y permanente y que apoye al fortalecimiento de capacidades de los empresarios indígenas. La directora de la institución, Marcela Sandoval, sostuvo que el informe cruza múltiples discriminaciones que influyen en la autonomía económica de las mujeres indígenas y aquellas que viven en sectores rurales. Ante este fenómeno, la consultoría de BID plantea que una de «las posibles causas» que justifican la menor inversión del Estado en territorios indígenas, está asociada a la «baja capacidad técnica de los equipos de municipios con alta concentración de población indígena», limitando, por consecuencia, sus posibilidades para obtener financiamiento público para este tipo de inversiones. [5] Se comparan los apellidos de personas nacidas entre 1940 y 1970, desde lo cual construyeron una lista con los 50 apellidos con mayor representación porcentual en las profesiones más prestigiosas (médicos, abogados e ingenieros) y otra lista con los 50 apellidos donde no hay un solo profesional de prestigio representado.

No obstante, uno de los caminos más seguros y directos es que el pueblo de Chile y los pueblos indígenas, creen sus propios partidos políticos y compitan bajo las reglas del juego. Esa asignación fue el germen de la clase alta tradicional chilena y de la hacienda, institución que perduró casi sin variación por tres siglos. Aunque parezca una aberración, aún hoy el aspecto físico resulta ser un buen predictor de la ubicación social de una persona. Todo ello, delata a una sociedad con escasa movilidad social, en la que han primado los prejuicios y la discriminación en el acceso a las oportunidades (PNUD, 2017). En referencia al anteproyecto constitucional, precisó que “el artículo 139, prescribe que Rapa Nui y el archipiélago de Juan Fernández, son los dos únicos territorios especiales del país, pero no crea territorios administrativos especiales para los pueblos indígenas”.

desigualdad de los pueblos originarios

En seguida, Angela Acevedo profundizó en los Derechos Colectivos relacionados a la Gestión Ambiental, entre los que destacan el derecho a la consulta y consentimiento, a la participación en los procesos de desarrollo, la propiedad de tierras y territorio, además del derecho al uso, administración y conservación de los recursos naturales que se encuentren en los territorios de pueblos indígenas, entre otros. La desigualdad territorial se profundiza cuando los servicios públicos funcionan como buzón de demandas que son resueltas en la capital, sin considerar el contexto territorial. Ello se valida por políticas públicas o simplemente por la pasividad del Estado al no dar respuesta oportuna a problemáticas locales, dificultando el desarrollo regional y en definitiva el crecimiento armónico del país.

El objetivo de la investigación se centró en describir las desigualdades socioterritoriales y de género en la región, caracterizar la oferta programática de PRODEMU y analizar los límites y posibilidades de mejora de la oferta programática para mujeres. A partir del estudio Desigualdades Socioterritoriales en La Araucanía realizada por la Fundación PRODEMU, Radio y Diario Universidad de Chile conversó con la directora de la institución y periodista especializada en género e investigación, Marcela Sandoval, respecto de los resultado del informe. En el documento no solo se refuerza la evidencia de que La Araucanía es una de las regiones más empobrecidas del país, sino que las mujeres de ese territorio son las más afectadas.

Por la noche, alrededor de un círculo de velas, una decena de representantes de las primeras naciones de América Latina —o Abya Yala como se le conoce a este territorio desde antes de la colonización española— entonaban canciones que eran también historias en las que se narraban sus orígenes, sus tradiciones, sus sueños y miedos. Formaban una minga o una minka, que en quechua se refiere a la vieja tradición de trabajo comunitario en beneficio de toda la sociedad y el buen vivir de la misma. Sentados en ronda, jugaron con algunos instrumentos, hablaron de sus territorios y denunciaron injusticias relacionadas al cambio climático.

Además, las experiencias de discriminación no terminan ni disminuyen cuando las personas logran una movilidad social ascendente. Por ejemplo, tenemos el caso de Carlota[6] de Temuco, quien relata cómo la discriminación étnica y de género se entrecruzaron en su lugar de trabajo. “En mi trabajo hay casi sólo hombres, así que me sentí diferente, porque soy mujer y mapuche, así que eso fue demasiado. Por ejemplo, tenemos el caso desigualdad de los ingresos de Carlota[6] de Temuco, quien relata cómo la discriminación étnica y de género se entrecruzaron en su lugar de trabajo. La movilidad social intergeneracional es entendida como el cambio ascendente de posición a través de la estructura social (Bottero, 2005). Se trata de personas que logran mayoritariamente acceder a la educación universitaria y luego, experimentar cierto grado de movilidad ascendente en sus ocupaciones.

Por ello, si bien la Corte IDH no lo advierte expresamente aquí, está interpretando el derecho como derecho de organización y procedimiento que para poder ser ejercido requiere que el Estado cumpla con sus obligaciones de establecer procedimientos administrativos y judiciales eficaces para reclamar por sus tierras. Sobre la función de prestación positiva de los derechos y, además, sobre la función de organización y procedimiento, v. Alexy (1994, cap. 9); Clérico (2010); cfr. Que sus argumentos no formen parte del voto mayoritario permite a la vez dar cuenta de la decisión de la Corte IDH en el caso Castañeda Gutman, cuya pretensión es rechazada en tanto el demandante no logra probar que forma parte de un grupo desaventajado, aún más, siendo éste un integrante conocido de la dirigencia política mexicana. Sin embargo, como muestra Fraser, resulta cuanto menos difícil, sino contraproducente, disociar las desigualdades materiales de las desigualdades simbólicas, puesto que éstas se potencian mutuamente y deben ser comprendidas como bi-dimensionales.

Pensar las sociedades desiguales desde este lugar, implica superar aquellas visiones que entienden los estudios de la desigualdad centrados en variables como la ocupación y los ingresos, y ampliar la agenda de investigación a todos aquellos aspectos cotidianos e institucionales que se ven involucrados en la persistencia de los altos niveles de desigualdad observados en nuestro país. Esto, porque los actores e instituciones involucrados no constituyen entes monolíticos con cursos de acción lineal y completamente coherentes, sino que muchas veces presentan estructuras y formas de acción intermitentes y contradictorias. El informe del Relator Especial permitirá reunir, presentar y señalar a la atención de la Asamblea General y del Consejo de Derechos Humanos la situación y preocupaciones fundamentales que enfrentan los pueblos indígenas, para que estos órganos las examinen y adopten medidas al respecto. Además de subrayar a los Estados la necesidad de garantizar los derechos colectivos de los pueblos indígenas en el contexto de la pandemia, y garantizar políticas públicas y sociales para mitigar los efectos de la pandemia para los pueblos indígenas, de conformidad con el principio de igualdad y no discriminación. Si se analizan los pronunciamientos de los órganos del SIDH se concluye que esos procedimientos se refieren también a ámbitos de participación política. La Corte IDH y la CIDH han reiterado la obligación estatal de garantizar la consulta y participación de los pueblos indígenas en la determinación de acciones que afecten sus tierras.

Además, enfatizó la sobrecarga que tienen las mujeres al tener que ser proveedoras y a la vez hacer labores cotidianas para cuidar este recurso escaso. En segundo lugar, si la acción del Estado a través de subsidios y transferencias ha dado resultados en el corto plazo, el desafío es dar algunos pasos más allá de dichas medidas para que los resultados sean sostenibles en el tiempo e intergeneracionales. El riesgo de la autocomplacencia sobre estos resultados es creer que la receta de las transferencias monetarias de la mano de la focalización es la solución por sí sola, sin ir acompañada de otras medidas que son las que podrían darle permanencia en el tiempo y que son tan profundas como las raíces estructurales de la pobreza y de la desigualdad.

Sin duda esta pandemia nos desafía respecto de cómo enfrentar estas situaciones, volviendo imperioso el diálogo intercultural y conocimiento de las particularidades territoriales y culturales de manera de generar medidas de prevención y management que tengan sentido y vuelvan partícipes a la población local. En Chile, no han sido visibilizados como un sector de mayor riesgo, ni tampoco se han desarrollado acciones específicas para abordar la incidencia de la pandemia. Incluso se han mantenido acciones de persecución política en algunos territorios como el desalojo del lof adkintue en Lonquimay y se ha propuesto continuar algunos procesos consultivos, los cuales según recomendaciones de CIDH no deben realizarse durante la pandemia. 21 V. Garay (1989); Bianchi y Gullco (2001); Clérico y Schvartzman (2007); Treacy (2006); Gargarella (2007); Clérico (2007b); Maurino (2007), p. 330.

En el caso del Norte Grande y el Norte Chico, resultaron particularmente relevantes la Ley Orgánica Constitucional de Concesiones Mineras de 1982 y el DFL 1122 de 1981 (Código de Aguas), que incentivaron la expansión de la minería y la especulación sobre el escaso recurso hídrico de la zona (Prieto y Bauer 2012; Bauer 2009, 2002; Budds 2004, 2007, 2009). En este marco, muchas de las comunidades de la zona perdieron sus derechos de agua, zonas de pastoreo desigualdad actual y transhumancia (Yáñez y Molina 2008, 2011), lo que desencadenó una importante migración desde las zonas altas a los centros urbanos, como Calama, Antofagasta, Iquique y La Serena. Hoy en día, las comunas rurales que albergan a las antiguas comunidades indígenas muestran importantes signos de despoblamiento y gran parte de la población que se autoidentifica como indígena en la zona reside en los grandes centros urbanos del norte del país.

A partir de esta instancia, Antonia Rivas (UDP) y Natalia Caniguan (IEI-UFRO/CIIR) estuvieron a cargo de comentar las presentaciones de las expositoras desde la perspectiva del derecho indígena y las políticas públicas. Finalmente, se buscó enriquecer el conversatorio con preguntas y comentarios de los y las asistentes a la actividad. Organizada por el Centro de Estudios Interculturales e Indígenas (CIIR) y el Programa de Investigación Cultura e Interculturalidad del Observatorio de Desigualdades UDP, la actividad contó con la presencia de Prosperina Queupuan (Identidad Territorial Lafkenche) y Carolina Sepúlveda (CECPAN), quienes  reflexionaron en torno a los procesos de implementación de la Ley Lafkenche desde sus respectivas experiencias de dirigencia organizacional y/o profesional. Tanto en la opinión pública como en la academia se ha hablado sobre la discriminación al pueblo mapuche en los servicios de salud, viéndose esta reflejada en indicadores como las mayores tasas de mortalidad.

Oefa Perú Y El Bid Realizan Taller Pueblos Indígenas Y Las Brechas En La Participación En Licenciamiento Y Fiscalización Ambiental Superintendencia Del Medio Ambiente

En cuanto a las amenazas se plantean como tales los riesgos de la contaminación transfronteriza; la pobreza como impedimento para alcanzar niveles adecuados de protección ambiental; la desigualdad tecnológica; el desuetudo de sus normas; la inexistencia de una organización internacional ambiental, and so on. Entre las tendencias que plantea la globalización se cuentan el fenómeno constitucionalizador de la protección ambiental y el rango de principio de Derecho internacional público que alcanza la protección ambiental. En este punto se analizan las diversas implicancias que dicho principio plantea, fundamentalmente para la calidad de vida, la solidaridad intergeneracional y el uso razonable de los recursos naturales. Otro aspecto importante es el que se relaciona con la capacidad de ciertos grupos socioeconómicos de desplegar mecanismos que les permiten disminuir en cierto grado su vulnerabilidad frente a las amenazas naturales.

Esto representa una oportunidad de desarrollar mejores instrumentos de planificación que equilibren lo urbanizado con el entorno. La primera declaración sobre los derechos del niño information de 1920 aprobada por la Liga de las Naciones, la cual se disolvió en 1946. Ese mismo año, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) fue creada, organismo que hoy vela por el cumplimiento del derecho internacional, el mantenimiento de la paz internacional, la promoción y protección de los derechos humanos, entre otros.

Y es que el cambio climático es, sin duda, otro gatillador de desigualdades y un freno importante para el desarrollo sostenible de los países. De modo específico se caracteriza la situación actual e histórica existente en torno a los eventos catastróficos ocurridos, analiza los instrumentos de planificación territorial vigentes, identifica el rol de los actores e instrumentos que inciden en la planificación y gestión del riesgo, enfocado en el cómo es socialmente construido. Para finalmente, conjugar estos factores, tendiente a generar una propuesta metodológica que fomente una planificación resiliente para la comunidad de Copiapó frente a las catástrofes socio-naturales. Para dar cumplimiento a lo anterior, fue necesario establecer una delimitación teórico conceptual de los principales aspectos determinantes de la gestión del riesgo de desastres en la planificación urbana y en la reconstrucción submit desastre en el país. Gran parte de la literatura sobre justicia ambiental documenta si una comunidad que sufre un peligro ambiental no es blanca o tiene bajos ingresos, ignorando el contexto de la comunidad y las relaciones entre ellos.

De este modo, respecto nuestra situación nacional, esto siempre, considerando los fracasos de las metas del Acuerdo de París, además, que la Organización de Naciones Unidas en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático ha señalado que Chile cumple con 7 de 9 criterios de vulnerabilidad frente al cambio climático señalado, es importante preguntarse lo siguiente. Actualmente, la ciudad de Melipilla pertenece a la provincia menos poblada de la Región Metropolitana y la que dispone de más recursos naturales y agrícolas. Paralelamente, proyectos de desarrollo territorial configuran a esta urbe como un enclave importante que podría significar un aumento en la demanda de suelo.

Las normas ambientales que regulan la calidad de aire de nuestro país deben someterse de manera periódica a una revisión y actualización en base a nuevos antecedentes científicos y técnicos que surgen desde la comunidad científica, además debido a la aparición y uso de nuevas tecnologías en los sistemas de monitoreo y abatimiento de emisiones. Esta información debe ser utilizada por el Estado a fin de revisar la normativa vigente conforme a los nuevos avances señalados, con el objetivo de ajustar los criterios a los que establece la Organización Mundial de la Salud (OMS). Bajo la premisa del Programa de Gobierno el cual plantea una orientación de Equidad Ambiental, en la cual se plantea que la desigualdad se expresa en el medio ambiente afectando la calidad de vida de la población más weak, existe la necesidad de cambiar la realidad de los sectores priorizados en el Programa de Recuperación Ambiental y Social. Por su parte, Ignacio Fernández finaliza diciendo que “este estudio demuestra que invertir en calidad ambiental urbana no sólo es beneficioso en términos de calidad de vida, sino que puede repercutir positivamente en otros aspectos, como el rendimiento académico.

desigualdad ambiental

La Región de Antofagasta a pesar de triplicar el PIB per cápita del país, presenta importantes desafíos en áreas rezagadas, en temáticas como inversión en investigación y desarrollo, el acceso a vivienda, servicios básicos en áreas rurales y medioambientales, como el tratamiento de desechos. Ante esta situación y desde hace un tiempo, es una prioridad a nivel mundial el tener distintos indicadores que hablen de desarrollo inclusivo en las economías, “las Naciones Unidas y en los países del mundo han desarrollado una matriz de ODS, donde los países y las economías van fijando prioridades territoriales y avances”, expresó el director del Instituto de Políticas Públicas UCN – Coquimbo, Cristian Morales. Estas desigualdades para el experto tienen un correlato con las desigualdades ambientales, ya que tal como lo manifestó “Hay muchas evidencias que dan cuenta que, a mayor desigualdad social, mayores son los problemas ecológicos y también existe una responsabilidad diferenciada entre más ricos y más pobres con relación a las causas de la disaster climática, por ejemplo. El 10% de la población más rica del planeta causa el 50% de las emisiones de gases a efecto invernadero globales, mientras el 50% más pobre es responsable de apenas el 10%”, sostuvo. El principal desafío en materia de transición hídrica justa es co-liderar un proceso de diseño institucional innovador en materia de gestión de recursos hídricos, plasmándolo en experiencias territoriales que requerirán una coordinación política y técnica altamente demandante.

Al omitir el marco del conflicto ambiental en relación con el derrame, enfoque que corresponde a la condición de desigualdad socioambiental de Quintero-Puchuncaví, el medio impreso lo deja fuera de la esfera pública native, constituyéndose así en un issue de desigualdad comunicacional. Deberíamos empujar, entonces, que la política social incluya en su focalización variables como los riesgos ante catástrofes climáticas, y el nivel de acceso a energía y agua. Junto con esto, profesionalizar la administración y propiedad de las comunidades de agua potable rural (APR); subsidiar el transporte público limpio (rebajar la tarifa un 50% podría financiarse aumentando el impuesto específico al diésel al doble y eliminando el reintegro); e implementar potentes planes de inversión pública con foco en proyectos «verdes». Todo esto, acompañado de políticas educativas y campañas de comunicación para impulsar un cambio cultural para que comprendamos que la naturaleza, su biodiversidad y los seres humanos, subsistimos gracias a nuestra relación de interdependencia.

“Hay muchas más cosas por investigar, desde los basurales, contaminación, animales vagos -que también son un problema ambiental- y otras que no necesariamente están vinculadas a las áreas verdes y que la gente no ve. Hay que hacer una purple e invitar a personas de países sin investigación y que más gente se sume a esto, ya sean estudiantes, profesores o gente de otros sectores, porque es un tema súper relevante y que necesitamos que se hable desde todas las áreas”, finalizó Fernández. Recientemente, Noruega ha presentado planes para enterrar CO2 en campos de gasoline y petróleo agotados bajo el Mar del Norte, y Nueva York ha anunciado una importante inversión en tecnologías de captura de carbono.

La iniciativa, que comenzó su tramitación legislativa antes de que ocurriera el estallido social, y por tanto, que fueran tan evidentes las desigualdades que existen en el país, ya había prendido la alerta en organizaciones ambientales. Este es capacitarlos y entrenarlos en estos nuevos enfoques que son cada vez más necesarios para situaciones complejas de contaminación como las que observamos en nuestra región y en el resto del país”, señala el académico UdeC, Ricardo Barra. En Chile la actividad Forense Ambiental se inició el año 2007 a consecuencia de un derrame de petróleo crudo en la Bahía de San Vicente en nuestra región. desigualdad de genero economico A pedido del director regional de la Comisión Nacional del Medio Ambiente (Conama) de la época, se convocó a académicos de la Universidad de Concepción, Universidad Católica de la Santísima Concepción y de la Universidad de Bangor, en Gales. El equipo trabajó en la evaluación del impacto, remoción y biodegradación de petróleo crudo en la zona intermareal de la bahía. “Se logró remover el 90% del petróleo crudo en las áreas afectadas, recuperándose la biodiversidad intermareal de dicho cuerpo de agua”, rememora el Dr. Jorge-Enrique Muñoz, especialista en la materia y miembro del comité organizador de esta II Jornada.

Por el contrario, la localización inicial de los sectores más pobres en la parte baja de la cuenca hace que estén expuestos sobre todo a inundaciones, producidas por la acumulación de volúmenes de agua provenientes desde la parte alta de las cuencas, conducidas inicialmente por sus cauces naturales (quebradas), que luego penetran en el sector urbano generalmente en forma de calles y avenidas pavimentadas. Es interesante destacar que existe un alto porcentaje de la superficie ocupada por el nivel socioeconómico ABC1 expuesto a remociones en masa, como consecuencia principalmente de la ocupación de sectores escarpados sobre los cerros en torno a ambas lagunas. Es posible observar que los hogares de nivel socioeconómico más alto (ABC1) se ubican en un forty seven,7% en zonas exentas de amenazas (Figura N° 6). Sin embargo, un 20,3% y un 16% de la superficie ocupada por este GSE se encuentra bajo la amenaza de inundación mareal y deflación eólica, respectivamente, debido antes que todo a su reciente y desaprensiva localización costera (Figura N° 7). En basic, las descargas de aguas contaminadas ocurren en sectores deshabitados (Figura N° 4), aunque se pueden identificar claramente dos puntos localizados en lagunas muy cercanas a los sectores residenciales del estrato C2, predominantes en esa área.

Estudios internacionales como los de Parcel, Dufur y Cornell (2010) coinciden en afirmar que la pobreza material es un factor de riesgo para niñas y niños, ya que implica menor acceso a recursos educativos que apoyen el proceso de aprendizaje, como materiales y actividades educativas. Por su parte, Weiss y otros (2009) establecen que «padres, madres o cuidadores que viven en condiciones de pobreza o estrés económico experimentan más problemas de salud psychological, que pueden limitar su habilidad para apoyar los estudios de niñas y niños e incrementar la probabilidad de uso de prácticas punitivas. También enfrentan más barreras logísticas para acercarse a la escuela como falta de transporte, falta de flexibilidad de tiempo diario y falta de tiempo para vacaciones».

Podemos entregar con mayor confianza a las autoridades que fiscalizan, o a los mismos tribunales ambientales, evidencias más sólidas de quien es responsable frente a un cierto incidente o accidente ambiental. Con una aproximación forense se cuenta con una aproximación metodológica y sistemática”, señaló el director del Centro EULA Chile y académico de la Facultad de Cs. De esta forma, este trabajo, titulado “La desigualdad no es solo de ingresos”, desigualdad de ingresos ejemplos concluye que parte de las diferencias que se encuentran en el SIMCE tienen que ver con las condiciones medioambientales en que los niños vulnerables crecen y se educan. En tanto, el investigador del Centro de Modelación y Monitoreo de Ecosistemas (CEM), Ignacio Fernández, agrega que “la fecha y hora en que se da la prueba modifica los niveles de contaminación atmosférica, lo que podría generar diferencias en el rendimiento de los niños”.