“Las protestas en la región tienen un hilo común que es la desigualdad y pueden convertirse en una oportunidad para el cambio social. A partir de las movilizaciones hemos visto cómo algunos gobiernos han accedido a avanzar en mejoras estructurales a bienes públicos esenciales, como salud, educación, pensiones y transporte”, afirmó Alicia Bárcena durante una intervención en la sesión sobre “Cómo convertir la protesta en progreso” (How to Turn Protest into Progress). Este seminario es uno de los espacios de intercambio y discusión académica más importantes de la región porque reflexiona sobre la definición y clasificación de las clases sociales, su conformación socio histórica, las fronteras entre ellas y las oportunidades de movilidad social.
El alza de 2,3 puntos porcentuales de la pobreza entre 2014 y 2018 en el promedio regional se explica básicamente por el incremento registrado en Brasil y Venezuela. En el resto de los países la tendencia dominante en ese período fue hacia una disminución, debido, principalmente, a un aumento de los ingresos laborales en los hogares de menores recursos, pero también a transferencias públicas de los sistemas de protección social, y privadas, como las remesas en algunos países. Entre 2002 y 2017, la participación de los estratos de ingresos bajos en el complete de la población disminuyó de 70,9% a fifty five,9% (porcentaje que incluye a las personas en situación pobreza extrema, pobreza y en estratos bajos no pobres). A su vez, la participación de los estratos de ingresos medios (divididos en medios-bajos, medios-intermedios y medios-altos) creció del 26,9% al 41,1%. A escala particular person, la movilidad cotidiana es un asunto relevante para las personas, porque una buena parte de la población es móvil en los términos definidos en este trabajo. En las cuatro metrópolis estudiadas, la movilidad es más frecuente entre los asalariados, en principio, más cercanos al mercado de trabajo formal.
El seminario propicia presentaciones de investigaciones que analicen estos procesos desde una perspectiva macrosocial y microsocial. En Chile, en tanto, según los datos de 2017, basados en la Encuesta Financiera de Hogares del Banco Central, sobre riqueza neta, se observa que el 1% más rico de los hogares chilenos tienen una riqueza de tres millones de dólares. «El decil más alto es de 770 mil dólares, lo que equivale a 2/3 de la riqueza en Chile», indicó el economista y prosiguió diciendo que, si miramos el 50% más bajo en esta distribución, en promedio la riqueza es alrededor de cinco, 2,1% de la riqueza neta, debido a que hay mucho endeudamiento. Los datos del último censo revelan que en Guatemala el 62% de la población censada de siete años en adelante utiliza un teléfono móvil, lo que significa un total de 7.75 millones de personas. Sin embargo, el acceso a una computadora es de un 21% y de Internet 29%; este último se ha facilitado gracias al uso extensivo de telefonía celular.
Se trata, finalmente, de un mecanismo dirigido de management sobre personas en situación de vulnerabilidad que son expuestas a intervenciones sin su consentimiento, reforzando la vulnerabilidad de las personas que son privadas incluso de la posibilidad para decidir sobre esas intervenciones. Esto sugiere ventajas específicas vinculadas a este patrón de localización, mismas que no debieran ser olvidadas por las políticas urbanas. Cuando se examina ahora el atractivo de los municipios o comunas para conmutantes de diferentes niveles socioeconómicos, se advierten algunos patrones relevantes, pero también bastante diversidad idiosincrásica. Por ejemplo, los municipios del BCD extendido, que incluyen a los céntricos y a los que están en el eje de localización principal de los grupos acomodados, tienden a concentrar el destino de los conmutantes.
En Perú hay muy poca variación regional, incluso en las categorías en mayor desventaja, y la brecha se ha reducido a una mínima expresión en 2017. En Chile la brecha regional también se recortó en todas las intersecciones, excepto en los indígenas rurales. En Colombia, a diferencia de los otros dos países, subsisten importantes brechas en la ruralidad, incluso desigualdad social en la globalizacion entre personas que no pertenecen a grupos étnicos. Pero las brechas regionales entre indígenas rurales son extraordinarias, pues la diferencia entre la región con más y menos tasa de analfabetismo llega a ser 20 p.p. Luego, en el año 1996, se pone término a 36 años de conflicto armado con la guerrilla Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca.
Las diferencias entre los censos introducen sesgos relevantes por ejemplo, por la ausencia de la categoría empleada/o doméstica/o en México) por lo que no cabe efectuar un análisis comparativo profundo entre ciudades. En cambio, las cifras del cuadro 1 sí permiten establecer al menos tres generalizaciones importantes para los propósitos del estudio. La primera es la preeminencia del empleo asalariado en todas las ciudades en un rango que va desde el 65% de los ocupados en Rio de Janeiro a un 75% en Santiago.
Cuando adoptamos el enfoque de género (Gráfica 2) vemos que hay importantes diferencias en Perú mas no en Chile o Colombia. En Perú en 2007 las mujeres tenían una tasa 7 puntos porcentuales (p.p. de ahora en adelante) mayor que la de los hombres (10.5% y 3.5%). En Colombia la tasa de analfabetismo de las mujeres es ligeramente inferior que la de los hombres en ambas rondas censales.
En los municipios acomodados pero más bien excéntricos del BCD como Niterói, Sao Caetano do Sul, Miguel Hidalgo, y La Reina y Nuñoa, la élite todavía debe ir masivamente a otro municipio para trabajar, aunque el análisis efectuado en este trabajo no permite concluir si tal egreso implica efectivamente una salida del habitat histórico de la élite. Ahora bien, al comparar ciudades, sobresale el diferencial de las metrópolis brasileñas (véanse el gráfico four y el cuadro 3). Esto ciertamente se vincula con su configuración político-administrativa, por cuanto la migración en ellas es en su gran mayoría desde el municipio central a los periféricos, pero los puestos de trabajo siguen concentrados en los municipios centrales, de manera tal que la salida de ellos conduce con mucha facilidad a la conmutación. En common, los municipios ricos están sobrerrepresentados entre los que reciben conmutantes o, lo que es lo mismo, tienden a tener una sobreconcentración de puestos de trabajo. El municipio central aparece sistemáticamente como el más concentrador de puestos de trabajo.
Teniendo en cuenta los altos niveles de desigualdad y pobreza que preexistían en la región, no sorprende que sea una de las más afectadas por la pandemia. Chile mantuvo sus altos niveles de desigualdad, según reveló la última edición del informe Panorama Social de América Latina, elaborado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), que analizó la evolución de la pobreza, gasto e inclusión social. Según comunicaron desde el organismo internacional, en el reporte “Panorama Social de América Latina”, se estableció que la tasa de pobreza extrema creció de 13,1% a un thirteen,8%, mientras que la pobreza bajó del 33% al 32,1%, alcanzando a 201 millones de ciudadanos latinoamericanos. Por otra parte, el estudio arrojó que la pobreza extrema en América Latina aumentó en un 0,3% alcanzando el más alto nivel en los últimos a hundred años. La combinación sostenida de alta desigualdad y bajo crecimiento genera un equilibrio social frágil. El PNUD, presente en más de forty países y territorios de América Latina y el Caribe, continuará trabajando con los estados y actores no gubernamentales para discutir, extraer lecciones y proponer vías de acción que permitan a los países avanzar hacia el desarrollo inclusivo y sostenible.
Pero más crucialmente, comprender el nivel, la variación y la naturaleza de la desigualdad subnacional es en sí mismo un importante motivo. Las páginas que siguen abordan estas preguntas aplicando el enfoque interseccional desde una metodología cuantitativa y descriptiva (Else-Quest y Hyde 2016; Bowleg y Bauer 2016; Bauer y Scheim 2019). Utilizando microdatos provenientes de las últimas dos rondas censales en Colombia (2005 y 2018), Perú (2007 y 2017), Chile (2002 y 2017), el estudio se desarrolla en dos momentos. En el primero realiza una caracterización de las diferencias en la prevalencia del analfabetismo según cuatro atributos importantes para la definición de la identidad y el acceso a recursos -género, etnia, condición de ruralidad, región y su intersección. Primero, demuestra que cuando nos enfocamos en promedios nacionales o promedios para grandes categorías sociales como el género o la etnia enmascaramos importantes desigualdades que valen la pena atender y reducir. Segundo, cuantifica la magnitud de las brechas sociales existentes entre grupos y su evolución en el tiempo.
Stiglitz, que ha escrito distintos libros sobre desigualdad, observa «un círculo vicioso» en la región. Esta brecha supera incluso la de África subsahariana y muchos la señalan como una de las explicaciones detrás de la ola de protestas que recorrió países latinoamericanos recientemente. Segregación residencial socioeconómica (SRS)y sus relaciones con la migración y la movilidad intrametropolitanas. El caso del Área Metropolitana del Gran Santiago (AMGS) en los decenios de 1980 y 1990. Documento presentado al IX Seminario de la RII, Bahía Blanca (Argentina), mayo de 2006.
En otras literaturas se le conoce a esto como “efectos heterogéneos”, “retornos”, o “susceptibilidades” (Jackson y VanderWeele 2019). Mi propuesta es llamar a estas dos porciones de desigualdad subnacional como la composicional y la interseccional. La descomposición realizada en la sección anterior nos permite entender la desigualdad subnacional –o la brecha entre regiones– como la conjunción de dos tipos de fenómenos.
Veamos algunos datos que nos proporcionará un panorama global de la desigualdad en algunos países de la Región. Significa que en ese año el quintil V de mayores recursos concentró el 45% de los ingresos de los hogares, mientras que el ingreso del quintil de menores recursos (quintil I) obtuvo en promedio un 6% de los ingresos totales. Se observa que los países más desiguales de la muestra son Guatemala, Brasil y Chile. América Latina se ha convertido en la región más desigual del mundo y con una mayor cantidad de personas en condiciones de pobreza. Limitan las oportunidades y en basic desigualdad social caracteristicas socavan la calidad de vida de los individuos.
En los distintos análisis desarrollados por el organismo, Cecchini mostró el aumento relativo a nivel mundial acumulado de los ingresos, desde 1980 a 2016, donde se ve un aumento bastante elevado hasta el percentil forty y después muy alto en el percentil ninety nine. En México, las brechas de género, acceso, consumo y apropiación de la tecnología prevalecían antes de la pandemia y en esta crisis se han ido recrudeciendo. La Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información (ENDUTIH) de 2019, muestra que solo el 44% de los hogares mexicanos tienen una computadora. Además, tan solo el 56% hace uso de internet y cuenta con un acceso que se utiliza de manera continua. El país que ha provocado preocupación internacional por su impactante descontento social ha sido Guatemala.