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El Gran Escape Salud, Riqueza Y Los Orígenes De La Desigualdad Fcechi Fcechile

La ministra Evelyn Matthei, que asistió a la presentación de los resultados preliminares del estudio, relevó los datos concretos recogidos de lo que pasa con los niños hasta 5 años, pero también de sus madres y la trayectoria laboral de éstas. Junto a lo anterior es importante recordar que la atención pediátrica debe considerar su aspecto social, en el que considera la niñez dentro de un contexto circundante influyente en ella, y debe incluir el cuidado, prevención y promoción de la salud. Así, por ejemplo, al saber que las enfermedades crónicas constituyen un factor de riesgo, se deberá poner especial énfasis en la prevención de alteraciones del desarrollo frente a estos pacientes.

“Es muy importante el esfuerzo que tiene que hacer la Universidad cuando un trabajador pasa de honorario a contrata, porque además de aportar para mantener el  salario líquido anterior y pagar otro porcentaje para las cotizaciones, la Institución paga adicionalmente alrededor de  a hundred mil pesos por cada persona por concepto de seguro de salud. Además, están otros beneficios asociados a bonos por desempeño, aniversario y otros elementos que se han ido sumando”, detalló Salgado. En tal sentido, la Institución a través de sus principales órganos colegiados ha tomado una serie de medidas concretas que permitirán mejorar las condiciones laborales de los trabajadores con los salarios más bajos y fortalecer la docencia en los espacios para la formación de los estudiantes.

«Por eso valoro el estudio del CMD, me dice los motivos y así podemos aplicar políticas específicas, por ejemplo si la presencia de la mujer en la casa, aunque sea muy pobre, tiene un impacto positivo en la formación del niño, hay que subsidiar a la mujer. Y si quieren mejores sueldos, el bono a la mujer trabajadora es una buena medida», detalló la ministra. Las mujeres en su vida laboral enfrentan múltiples complejidades, como la diferencia de salarios a igual labor o la subestimación de su rol profesional. Desde todos los sectores se critica esta situación y se buscan medidas específicas para superarlas.

Los gobiernos de manera periódica deben presentar informes sobre los progresos en el cumplimiento de todos los derechos. Conocer los derechos de las niñas y niños nos sensibiliza y nos hace responsable de su cumplimiento. Estos Derechos se crean para buscar el adecuado desarrollo de la infancia, la cooperación internacional en esta materia y que los derechos se apliquen de manera global. También, apoyamos a niñas y niños para que crezcan no sólo como sujetos de derechos, sino como ciudadanos/as globales capaces de compartir y empatizar con sus vecinos/as. Para lograr estos objetivos, adoptamos cuatro enfoques en la ejecución de nuestros programas educativos.

Respecto al cumplimiento del Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 8.7 acerca de eliminar la explotación laboral infantil en 2025, Rodríguez recordó que en 12 años, entre 2008 y 2020 América Latina y el Caribe sólo lograron reducirla de 14,eight a 8,2 millones de niños trabajadores. Las niñas y adolescentes son las más afectadas, representando el 84,6% entre las víctimas menores de edad. Un estudio realizado por la académica del Instituto de Sociología de la Universidad Católica, e investigadora del Instituto Milenio para la Investigación en Violencia y Democracia, Pilar Larroulet; junto al PhD.

El profesor del Departamento de Economía de la Universidad de Pennsylvania Jere Behrman desarrolló durante 2011 en Chile la investigación «Desarrollo infantil 2011». La principal conclusión que arrojó es que la condición socioeconómica en que nace el niño determina la calidad y cobertura de la educación preescolar, ya que en los sectores bajos ésta es menor al 20 por ciento. La Ministra Matthei en esta misma línea expuso que uno de los objetivos de su gestión es disminuir la desigualdad porque mientras menor es ésta, más cohesionada está la sociedad. «Para mí fue un desafío cuando me invitaron a revisar los datos, me abrió los ojos y me dio evidencia concreta sobre cómo enfrentar las brechas, no con ideología, sino con política pública», concluyó.

«Esas pueden ser buenas experiencias para mejorar la situación de la primera infancia, porque las brechas tienen que ver con lo que pasa dentro del hogar, con los factores que rodean la vulnerabilidad de los hogares. Medimos desde los seis meses en adelante y nos damos cuenta que ya desde los 10 meses las brechas existen y son muy importantes». Los resultados preliminares de la Encuesta evidencian que la relación entre el niño y la madre es very important y torna urgente medidas políticas que los contemplen a ambos, favoreciendo el desarrollo personal y laboral de la madre y otorgando cobertura prescolar de calidad a los niños. A su vez, explica que para convertirse en un miembro de INRICH, los investigadores deben demostrar su experiencia en el estudio de las desigualdades en salud infantil, a través de sus trabajos y publicaciones. Además, tienen que participar activamente en la investigación que examina la relación entre pobreza, desigualdades socioeconómicas y la salud de la niñez.

La subsecretaria de Evaluación Social, Paula Poblete, quien fue parte del panel de conversación, destacó que este tipo de instancias aportan con nueva evidencia a las políticas sociales. Parte de ese esfuerzo es lo que nos respecta como subsecretaria, y por un lado es precisamente caracteriza mejor a las personas. Justamente en estos días anunciamos las mejores al Registro Social de Hogares que utilizan la información de miles de registros administrativos de los que nosotros disponemos para poder reflejar de mejor manera la realidad de los hogares. Precisamente eso va en el camino de mayor justicia social, porque entre mejor sean caracterizados más van a poder acceder a las políticas sociales para ellos, si están en los tramos más vulnerables”.

La que más rechazo provoca en la población es la disparidad en el trato y dignidad que, por ejemplo, se materializa en la atención de salud. La sociedad se fragmenta en grupos sociales que viven como si habitaran en naciones de nivel de desarrollo opuesto. Así, hay personas que son denigradas y discriminadas, en tanto otras desarrollan una actitud de superioridad fundada en la posesión de cargos o tenencia de dinero. Esta es una pregunta clave, especialmente en un mundo “post-pandemia” desigualdad en el mundo 2022 donde la pobreza, la vulnerabilidad y las desigualdades se han agudizado de manera dramática en Chile, tanto a nivel territorial como también respecto de grupos específicos de niños, niñas y adolescentes. Mientras el promedio nacional de hogares con niños, niñas y adolescentes que viven en pobreza es 15,6%, esta cifra se acrecienta en aquellos pertenecientes a pueblos indígenas (17%); aquellos habitantes de zonas rurales (18%); y en situación migrantes (26%).

desigualdad infantil

Ahora, los investigadores buscarán información para contrastarla con el escenario educacional del 2022, donde ya fueron retomadas prácticamente en su totalidad las clases presenciales. Al calcular cuántas denuncias perdemos, es calcular de alguna manera el límite más bajo de lo que pudo haber ocurrido”, concluye la investigadora. “En la crianza de los hijos no debe haber muchas normas, sino solo algunas que sean claras, explícitas y que se apliquen de manera coherente. “Negar al que es diferente, descalificándolo y denostándolo por pensar distinto es algo muy común en nuestro continente”, señala el especialista. “Esto puede explicarse por las asimetrías sociales que tenemos en Latinoamérica, que implican una diferencia demasiado grande entre unos y otros. La desigualdad promueve una matriz en la que se reproduce la violencia, pero siempre atendiendo a este principio de la negación del otro, donde se rechaza al que es diferente, que amenaza e interpela”, afirma.

Esta interdependencia intergeneracional en el ingreso superior la probabilidad de permanecer ahí es de más de un 50%, es casi el doble que la del quintil más pobre”, explicó. En tanto, el Representante Adjunto de UNICEF, sostuvo que “la pobreza mata sueños, mata posibilidades. Mucha gente que podría ser un gran aporte a la sociedad se queda atrás porque no logra avanzar, por más que quiera.

Con estos elementos, estamos llamados a denunciar nuevamente este rostro de la pobreza y contribuir a la visibilización de la realidad de niños, niñas y adolescentes que hoy siguen trabajando. Este 12 de junio, conmemoramos un nuevo día contra el trabajo infantil y nos sumamos al llamamiento que la OIT hizo hace pocos días en su 5ta Conferencia Mundial sobre Trabajo Infantil, ya que se requiere fortalecer la protección social common para su erradicación, aumentando la inversión en esta materia. El estallido social (2019), la pandemia COVID-19 que aún atravesamos y la crisis migratoria dificultan los avances sostenidos para alcanzar la meta eight desigualdad estructural ejemplos.7 de los ODS que apuntan a erradicar cualquier forma de trabajo infantil al 2025 y el trabajo forzoso en 2030. A esto se suma que no contamos con datos actualizados sobre el fenómeno en nuestro país, ya que la encuesta de actividades de niños y niñas (EANNA 2012), no ha sido aplicada, quedándonos con el dato de que en el país existen 229 mil NNA ocupados, equivalentes al 6,9% de la población infantil. Desde mediados de la década de 1960 se produjo una importante transformación sociodemográfica, caracterizada por la reducción del número de hijos por mujer.

Los autores declaran que han seguido los protocolos de su centro de trabajo sobre la publicación de datos de pacientes. Los autores declaran que para esta investigación no se han realizado experimentos en seres humanos ni en animales.

Chile debe ser capaz de garantizar los derechos y proteger las trayectorias de vida de todos los niños, niñas y adolescentes. La pobreza representa una grave vulneración de derechos, pero los niños, niñas y adolescentes no están “condenados” a ello. Es rol del Estado protegerlos y garantizar que todos y todas cuenten con las condiciones de bienestar que le permitan un adecuado ejercicio de sus derechos, de manera que puedan tener una vida digna para desarrollar sus potencialidades. En primer lugar, es importante destacar la necesidad de incorporar siempre la voz de niños, niñas y adolescentes en este tipo de estudios. Desde un enfoque de derecho, y tomando uno de los principios de la CDN, la participación de niños, niñas y adolescentes es elementary, y el derecho de ser oídos es asimismo un derecho catalizador de otros derechos. “La investigación realizada da cuenta, por una parte, de la contundente evidencia respecto de las consecuencias dañinas y duraderas que tiene la pobreza y la vulnerabilidad en la etapa de desarrollo en que se encuentran niños, niñas y adolescentes”.

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El Grupo del Banco Mundial (GBM) ha respaldado el proceso de desarrollo de Chile durante más de 75 años, con una variedad de instrumentos que incluyen préstamos, seguros, donaciones, asistencia técnica e intercambio de conocimiento. Por último, el titular de Hacienda dijo que enfrentar la desigualdad “es absolutamente la convicción y la prioridad que hoy tiene Chile y lo que la Presidenta Bachelet prometió en su programa y que con mucho orgullo hoy, a pesar de todas las críticas que tenemos, estamos enfrentando. Sabemos que tenemos no sólo la convicción, sino que también el respaldo de la ciudadanía para avanzar con decisión en un crecimiento sustentable en Chile”.Puede revisar acá el video con la presentación del ministro Arenas. No obstante, en una mirada de futuro, manifestó que «el mayor desafío es abordar la creciente desigualdad para que nuestro país avance hacia el desarrollo inclusivo. Este diagnóstico es compartido transversalmente y hoy tenemos una oportunidad».

El cambio entre 2017 y 2022 muestra que ambas categorías disminuyeron su tasa de pobreza multidimensional. En efecto, la tasa de pobreza multidimensional en hombres disminuyó de 20,6% a 17,1%, mientras que en las mujeres este indicador disminuyó de 19,9% a 16,8%. Los datos regionales muestran que entre 2020 y 2022 casi todas las regiones disminuyeron su tasa de pobreza; en el caso de las regiones de Tarapacá, Antofagasta, Atacama y Magallanes, no hubo variaciones estadísticamente significativas. Esta cifra implica una disminución respecto al año 2020 (10,7%) de 4 desigualdad en los paises,2 pp. y respecto al año 2017 (8,5%) de 2 pp. La pobreza extrema, en tanto, aumentó de un 2,3% en el 2017 al 4,3% el 2020 y disminuyó a 2,0% el 2022 (entre 2017 y 2022 no hay diferencias estadísticamente significativas para pobreza extrema). La Convención Sobre los Derechos del Niño es un tratado internacional que existe para establecer las normas mínimas que aseguren la vida, el bienestar, la protección y la libertad de los niños y niñas.

Un contundente ensayo sobre los orígenes históricos de la desigualdad en Chile y sobre cómo salir de esta fatídica condición. Urante más de dos siglos Chile ha sido un país construido sobre la base de instituciones oligárquicas, las cuales han impedido un equitativo progreso social. Es lo que algunos analistas, a mediados del siglo XX, denominaron como “desarrollo frustrado”. Durante más de dos siglos Chile ha sido un país construido sobre la base de instituciones oligárquicas, las cuales han impedido un equitativo progreso social. Es lo que algunos analistas, a mediados del siglo XX, denominaron como «desarrollo frustrado». Es lo que algunos analistas, a mediados del siglo XX, denominaron como «desarrollo frustrado».

desigualdad historica

Es este relato —tanto en sus formas liberal como en la más radical— el que Graeber y Wengrow buscan desmantelar utilizando investigaciones antropológicas y arqueológicas recientes. C., los nativos americanos erigieron gigantescos movimientos de tierras para reuniones masivas, que atrajeron a personas de cientos de millas a la redonda —evidencia que destruye la noción de que todos los recolectores vivían vidas simples y aisladas. A nivel territorial, las regiones de Arica y Parinacota, Atacama, Tarapacá, Antofagasta, Valparaíso, Aysén y Magallanes anotaron una reducción de la incidencia de la pobreza por ingresos en sus poblaciones respecto de lo consignado en 2020, pero no en relación con 2017.

Es porque efectivamente hay una fuerza  de las ideas que hoy se imponen en Chile, que tiene que ver con un tema ético, ethical y de derechos humanos, que son transversales». En este modelo, argumenta Solimano, el escenario resulta muy favorable para los dueños de los grupos económicos y muy desfavorable para la inmensa mayoría del país. En el 2022 la tasa de pobreza multidimensional en hombres fue de 17,1% y en mujeres fue de sixteen desigualdad en la salud,8%.

Ese mismo año, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) fue creada, organismo que hoy vela por el cumplimiento del derecho internacional, el mantenimiento de la paz internacional, la promoción y protección de los derechos humanos, entre otros. En 1959, la Asamblea de la ONU aprueba la declaración de los Derechos del Niño y en 1989 aprueba la Convención sobre los Derechos del Niño, tratado internacional vinculante ratificado por 196 países. Más estratégicamente, se ha utilizado activamente la tecnología de la información y las comunicaciones (TICs) para desarrollar contenidos y aplicaciones, ampliando la oferta educativa a través de los medios de comunicación, apoyando a niñas y niños para que sean capaces de continuar y disfrutar su proceso de aprendizaje. Adicionalmente, se provee acceso a actividades extracurriculares en áreas de ciencias desde la robótica, artes desde la creación cinematográfica y al desarrollo socioemocional de forma específica y transversal en cada programa. En las últimas décadas se ha asentado con fuerza la noción de que el concepto de bienestar no solo es profundo sino multivariado.

Primero, debemos reconocer que América Latina es una de las regiones del mundo con la mayor desigualdad de ingresos y que esta es histórica y crónica (PNUD, 2017). No obstante, esta desigualdad crónica e histórica difícilmente puede explicarse por la mera presencia de algunas modernizaciones lideradas por el capitalismo y por el libre mercado en Latinoamérica. De hecho, son pocos los países de la región que han abrazado seriamente el libre mercado y las reformas impulsadas por la libertad económica y el libre comercio. Sin embargo, tanto los países capitalistas como los no tan capitalistas de América Latina obtienen resultados muy similares en las clasificaciones de desigualdad.

La Asamblea General de la ONU al aprobar la Declaración Universal de Derechos Humanos en 1948 reconoce el derecho a las madres y niños/as a “cuidado y asistencias especiales”, así como “protección social”. En los años sucesivos, la ONU exhorta a los Estados a velar por los niños en las situaciones de vulnerabilidad por emergencias y conflictos. En 1989, tras 10 años de negociaciones, se aprueba la Convención sobre los Derechos del Niño, que vincula a los Estados Partes a cumplir las normas de este tratado Internacional. La Convención sobre los derechos del niño/a ha sido ratificada por 196 Estados Parte de la Convención. Ha sido uno de los tratados sobre derechos humanos que más rápidamente ha sido ratificado y a la que más países se han adherido.

El 1% más rico de Chile aparece concentrando consistentemente al menos 10 puntos porcentuales más que el resto de las elites. “El único país que alcanza un nivel similar es Estados Unidos y solo desde mediados del 2000”, afirma el estudio. De los casi tres años que ha llevado sacar adelante esta investigación, buena parte de ellos se fueron en reunir la información, que no se encontraba en un solo lugar ni estaban organizados de la misma manera (por ejemplo, el  SII  cambiaba cada cierto tiempo los tramos de ingreso que informaba). Por ello, reunir  50 años de datos y hacer estimaciones a partir de ellos es uno de los grandes aportes de esta investigación.

Esta reforma marcó un hito entre el primer periodo de carácter regulatorio y el rol subsidiario del Estado, y el siguiente de ampliación de sus funciones, interviniendo no solo como administrador y fiscalizador, sino también como principal sostén económico. Pero era un sistema quebrado, sin recursos, y que debió enfrentar intereses sectoriales reacios a ver afectados unos derechos ya adquiridos. Para concluir, la trayectoria del Estado de seguridad social chileno sugiere que los esfuerzos por superar la estratificación social preexistente no dependieron tanto de esta reforma, sino que de la voluntad política para concretizar la efectiva inclusión de los trabajadores rezagados. Si bien se priorizaron otros intereses, el sistema sí fue exitoso en incorporar a sectores sociales cada vez más amplios y la acción médica realizada por la CSO dio a conocer el sentido de la seguridad social a la población. Al igual que otros países latinoamericanos, Chile organizó durante las décadas de 1920 a 1950, entre los gobiernos de Arturo Alessandri Palma y el segundo de Carlos Ibáñez, un sistema de protección social sobre la base del empleo. El anhelo de garantizar un mínimo de bienestar a cada habitante fue acogido por la Constitución Política de 1925 y traducido en una legislación articulada por el Código del Trabajo de 1931.

La reforma refundó el sistema, creando el Servicio Nacional de Salud y el Servicio de Seguridad Social, ministerios de Salud Pública y del Trabajo y Previsión Social desde 1959. Estableció que en las mismas circunstancias laborales se debía proveer similar protección a los trabajadores. Permitió la incorporación de la previsión, materia que no había comprendido el Código, las pensiones se hicieron reajustables y, en 1953, los obreros obtuvieron indemnización por años de servicios, asignación acquainted –que era un beneficio solo para algunos grupos de empleados– y salario mínimo para los trabajadores agrícolas. El régimen financiero del sistema se transformó en uno de reparto, posibilitando el pago de pensiones de vejez, viudez y orfandad. Hasta entonces, había que optar entre la modalidad de fondo común con cuota reservada o la de capitalización particular person. La primera opción permitía asegurar el monto de la pensión y su reajuste, mientras que la segunda no, pero era un ahorro forzoso.

En Desigualdad, Carles Lalueza-Fox ofrece una visión totalmente nueva de este tema al examinar las huellas genéticas dejadas por la desigualdad en los humanos a lo largo de su historia. Esta situación, a su vez, limita las posibilidades de progreso de las sociedades, ya que se pierden capacidades de generación de nuevos negocios y otras instancias de mejora del bienestar de la sociedad. Por último, la desigualdad tiende a causar situaciones de conflicto social que, a su vez, pueden derivar en consecuencias que afectan las posibilidades de desarrollo, ya sea a través de situaciones de inestabilidad política o por el tipo de políticas económicas implementadas. Al igual que otras naciones de América Latina, su origen se remite a la Colonia, cuando se constituyeron las instituciones que la inician, como la concentración en la propiedad de la tierra y la relación jerárquica entre la clase alta y el bajo pueblo. Con respecto a la metodología de tablas sociales, se trata de un procedimiento estándar y bastante validado. Por ello debemos ser conscientes de que a medida que nos alejamos del siglo xx el perfil del Gini es siempre más conjetural.

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Compromisos básicos a promover son elevar la educación pública, reformular el código laboral y eliminar las exenciones y beneficios tributarios de una minoría. Educarchile, el portal de la educación chilena, es producto de un convenio de colaboración desigualdad economica global mutua entre Fundación Chile y el Ministerio de Educación de Chile. El debate profundo ha sido reemplazado por la descalificación ruda e irracional. Fractura que se profundizó durante los 17 años de dictadura y que aún supura.

hemos instalado en un círculo vicioso cuya dinámica se fundamenta en el control que los más ricos ejercen sobre el poder político”. En palabras de Carlos Peña, los seres humanos venimos al mundo provistos de dotaciones o recursos muy desiguales. Algunos de ellos son fruto del azar natural (una discapacidad por ejemplo o, por la inversa, una especial aptitud física), otros son resultado de la historia (por ejemplo la clase social en que se vino al mundo). Esas diversas dotaciones situarán a su poseedor en un determinado lugar del espacio social, dirán en qué parte de las múltiples e invisibles escalas del prestigio y del poder podrá descansar. Este libro intenta, a la luz del conocimiento acumulado, responder esas preguntas.

desigualdad del mundo

La última vez que el coeficiente fue actualizado fue en 2016, cuando la organización entregó una lista de one hundred and one países. Hay propuestas como los impuestos a las grandes fortunas, que no son sólo propuestas de izquierda. El G7 en su última reunión publicó la idea de un impuesto del 15% a las trasnacionales, porque incluso para el capitalismo es malo que un sector canalice tanta riqueza, porque el dinero no circula. Hay una gran brecha en el acceso digital, los más golpeados son los sectores más desfavorecidos. En Costa Rica, por ejemplo, los colegios privados seguían funcionando, pero los públicos no, porque no podían garantizar el acceso a la educación.

La gran mayoría de los programas de desarrollo social están mal evaluados, pero siguen siendo financiados a pesar de no tener impacto. Tenemos la oportunidad de reformular el gasto fiscal privilegiando las transferencias directas que van directamente a quienes hoy tienen menos. En mayo de 2014, Christine Lagarde se dirigió a un grupo de líderes mundiales en una conferencia en Londres. Uno de los focos de su discurso fue la preocupación por los altos niveles de desigualdad que se observaban en el mundo. La excesiva desigualdad económica, argumentó, entorpece no solo el desarrollo del potencial de un grupo importante de personas, sino que, además, puede menoscabar la democracia y enlentecer el crecimiento económico para todos.

A este ciclo se le asigna cierto bienestar de la emergente clase media y de los trabajadores asalariados. Es por eso que, en general, la visión compartida es que los impuestos al consumo son eficientes para efectos de recaudación, pero son regresivos. En otras palabras, el Gini corregido da cuenta de una realidad aún más desigual de la que la simple comparación internacional sugiere.

El promedio de la OCDE para el mismo periodo fue de un 59%.[13] Por lo tanto, el sistema tributario chileno no solo recauda poco en términos comparados, sino que además le da mucha importancia a los impuestos al consumo y una menor importancia relativa a los impuestos al ingreso. Además, existen razones para pensar que la progresividad nominal del impuesto al ingreso está mermada por una masiva práctica de elusión tributaria por parte de los grupos más ricos (ver aquí y aquí). Primero, los percentiles de mayores ingresos concentran una parte sustantiva de los ingresos. Por ejemplo, como detallamos más abajo, en Chile el 10% más rico se apropia de más de la mitad de los ingresos totales. Por lo mismo, cree que es necesario ahondar más en otras variables que consideren la desigualdad como un fenómeno multidimensional, siendo el issue de ingresos insuficiente.

Sin embargo, dependiendo de la situación que se estudie, la desventaja social puede desarrollarse independientemente de la edad. Esto es lo que plantean algunos trabajos sobre los diversos impactos de la crisis en España, como el titulado “Las nuevas vulnerabilidades sociales generadas por la crisis. Análisis a partir de la atención desarrollada por Cáritas en Alcalá de Guadaíra (Sevilla)”. Su autor, José Torres, a partir de un esfuerzo metodológico para analizar expedientes familiares elaborados por Cáritas —organización de carácter benéfico y social—, destaca el significativo aumento de familias y perfiles atendidos por esta institución. La crisis ha sido un duro golpe para la economía no solamente de las clases más pobres, sino también de las familias de clase media conformadas por hogares jóvenes. En su reciente intervención ante la Asamblea de la ONU, el Presidente Boric remarcó que “Chile es uno de los países más desiguales del mundo”.

Hay países chicos, países grandes, más o menos democráticos que se ubican en los dos lados de la distribución”, indicó el Dr. Palma. Las desigualdades también están aumentando para las poblaciones vulnerables en países con sistemas sanitarios más deficientes y en países que se enfrentan a disaster humanitarias existentes. Además, el discurso de odio dirigido a los grupos vulnerables está en aumento. La COVID-19 ha intensificado las desigualdades existentes y ha afectado más que nadie a los pobres y las comunidades más vulnerables. A pesar de la existencia de algunos indicios positivos hacia la reducción de la desigualdad en algunas dimensiones, como la reducción de la desigualdad de ingresos en algunos países y el estatus comercial preferente que beneficia a los países de bajos ingresos, la desigualdad aún continúa. Apoyamos que todos los niños y niñas reciban el conocimiento y habilidades necesarias en derechos humanos, igualdad de género, paz, diversidad cultural (ODS 4), y protección del medioambiente, para que puedan convertirse en actores principales del desarrollo sostenible.

El país procura lograr un crecimiento más rápido, más ecológico y más inclusivo, y las reformas en los ámbitos de la productividad, la tecnología, la competencia y el desarrollo del capital humano son cruciales para lograr este objetivo. La mantención de la desigualdad económica no solo atenta contra derechos fundamentales de las personas, sino que, deteriora moralmente a los pueblos, y permite que la captura de la política por parte de quienes controlan la mayor

Difícil explicar por qué después de 32 años de recuperada la democracia (1990), no hemos sido capaces de darle una vuelta de tuerca a un sistema que, con mínima regulación en áreas de la economía, salud y educación, enquistó la inequidad. La multitud se tomó las calles de muchas ciudades en protesta por la desigualdad que mastican, huelen e indigna a los millones que viven hacinados en poblaciones periféricas. Esa inequidad mata igual que la corrupción que se fue instalando y cooptando el sistema político, con leyes que no le han quitado ni una muesca al poder que desde hace décadas ostentan los grandes grupos económicos locales y multinacionales. Los gobiernos suelen reprimir esas protestas, y eso es terrible de por sí, porque la olla social sigue estando a presión. En la región compartimos problemas similares de desigualdad, pobreza y falta de oportunidades.

En la primera parte de esta reveladora serie sobre nuestro sistema tributario, los autores argumentaron que la forma en que recaudamos es resultado de un contrato social impuesto “que no le da un rol importante al Estado ni a la equidad”. En esta columna, sostienen que ese Estado mínimo es una decisión política para que los sectores de más altos ingresos tengan un sistema tributario que los beneficie. “Son decisiones políticas las que han transformado la globalización en desigualdad”, argumentan.

«Por otra parte, desde mi perspectiva de la sociología, nos invita a mirar otra dimensiones. Y en ese sentido el coeficiente Gini mide desigualdad respecto desigualdad de ingresos ejemplos de los ingresos, pero está también es multidimensional. Eso implica el acceso a servicios, a bienestar social, a vivienda, a salud, a educación.

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La desigualdad de Chile es intra e interregional, los ingresos del 10% de la población más rica del país son 27 veces mayores que el decil más pobre (OCDE, 2015)6, por sobre el promedio de los países de la OCDE, donde el 10% más rico gana 9,6 veces más que el 10% más pobre (siendo esta la mayor diferencia de los últimos 30 años) (Keeley, 2015). Actualmente en Chile, el 20% de mayores ingresos lo es 10 veces más que el 20% más pobre (OCDE, 2018). Sin embargo, los hallazgos evidencian que aquello no se presenta como tal en intervalos temporales acotados y con múltiples transiciones políticas, tal como se evidenció en el modelo n.° 10. Estos lapsos crean una inestabilidad de la serie que no permite la correcta estimación de la relación entre desigualdad y tasa de crecimiento del PIB, lo que obliga a tener una base de datos más representativa, situación que no se da en la historia política abarcada en la muestra.

Sin embargo, el escenario no cambia demasiado al jerarquizar el territorio, al menos no para las regiones mejor y peor catalogadas anteriormente. El (Gráfico 7) demuestra nuevamente que La Araucanía y Los Ríos son los territorios más desiguales, seguida del Biobío y la Región Metropolitana, la cual sube al puesto número cuatro. Por su lado, con menor desigualdad destacan las regiones de Arica y Parinacota, Atacama y Antofagasta (las misma regiones destacadas en el ratio 10/10, pero en un orden diferente). [9] Existe una tradición académica que sugiere que si no se le pueden poner impuestos a todos los bienes de consumo, el impuesto al consumo óptimo posiblemente impondrá distintas tasas a distintos bienes. Un problema de esta tradición es que no considera que impuestos diferenciados dificultan la fiscalización y abren espacio a la evasión y elusión, lo que a su vez afecta la eficiencia del sistema. Un segundo problema, más importante aún, es que los impuestos diferenciados óptimos dependen de elementos que no son observables, por lo que son muy difíciles de implementar.

A nivel de territorio chileno18, resulta interesante evaluar el IDH por regiones, lamentablemente, estos datos solo se encuentran disponibles para el año 2003 gracias al PNUD y Mideplan (2005). En la (Tabla 6) se puede apreciar que para el año 2003 los IDH más bajos correspondían a las regiones del Maule y La Araucanía, con un valor de 0,675 y 0,679 respectivamente. Resultados que actualmente podríamos comparar con los obtenidos por Bolivia y el Salvador, países con un nivel de desarrollo humano medio. Por su parte, las regiones con mayor desarrollo humano, como period de esperar, fueron la Región Metropolitana y la región de Magallanes, con resultados comparables actualmente con México y Santa Lucía respectivamente, países con alto nivel de desarrollo humano. Por su lado, mantienen su posición relativa, las regiones Metropolitana, de Los Lagos, de La Araucanía, del Biobío y del Maule.

desigualdades actuales

En estos textos hemos extensamente discutido el rol de los impuestos en esta tendencia, pero el problema es más complejo. La caída en la progresividad de los impuestos a los más ricos es sin duda una de las explicaciones. Otras causas son el estancamiento del salario mínimo, el debilitamiento de los sindicatos, la falta de competencia, y la falta de regulación financiera, entre otros. Cualquiera sea la explicación, lo relevante es ver que la consecuencia fue una decisión política, no una tendencia inevitable. Un sistema tributario que se toma en serio la desigualdad y la protección de la democracia debe considerar el mérito de los impuestos al patrimonio, en explicit a la herencia y a la riqueza. La revitalización de la discusión académica al respecto sugiere que la idea merece ser, al menos, discutida seriamente.

Porque ‘el genio femenino es necesario en todas las expresiones de la vida social; por ello, se ha de garantizar la presencia de las mujeres también en el ámbito laboral’ y en los diversos lugares donde se toman las decisiones importantes, tanto en la Iglesia como en las estructuras sociales” (EG, n° 103). Sin duda, las desigualdades internas al interior de la Iglesia mellan su credibilidad; dificultan que ella pueda tener una palabra profética más convincente en relación a las desigualdades o inequidades en la sociedad, promoviendo así un Reino de justicia y equidad. Chile ha presentado gran progreso en las últimas décadas en lo referente a indicadores de salud, con cifras comparables con países desarrollados en cuanto a mortalidad infantil y general. Sin embargo, igual como pasa con el crecimiento, estos logros no benefician a toda la población de la misma manera, existiendo diferencias a nivel regional. Este tipo de desigualdad suele crear malestar por parte de la ciudadanía y descontento hacia las autoridades públicas, a quienes se exige salud de calidad y para todos. Actualmente, en Chile el gasto total en salud representa el 7,2% de su PIB, por debajo del promedio de los países miembros de la OCDE, 9,3% (Instituto Nacional de Derechos Humanos, 2016), por lo que en materia de salud aún quedan muchos desafíos para el país y para la equidad en el territorio.

La herramienta fue financiada por el Fondo de Fomento al Desarrollo Científico y Tecnológico (FONDEF) de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo de Chile (ANID), y tiene por objetivo contribuir a la sensibilización y capacitación de la población respecto de la brecha salarial de género en Chile. Tanto sus cuentas de redes sociales como el sitio internet de NiMásNiMenos incluyen diversos cursos de e-learning con información relevante para la ciudadanía en esta materia y pretende también ser una guía para que las empresas puedan en el mediano plazo evaluar su propia brecha salarial. Si bien la herramienta fue lanzada en junio pasado, se trata de un sitio permanente que está pensado para que las y los jóvenes puedan calcular la mencionada brecha en el sector económico en el que desean trabajar. Calcular la brecha salarial de género es lo que permite la plataforma interactiva NiMásNiMenos, iniciativa creada por la Universidad de Talca (U. de Talca) en conjunto con la Universidad Adolfo Ibáñez (UAI) y en la que nuestra Superintendencia es una de las instituciones asociadas. De acuerdo con el reporte, a junio de 2022, alrededor de eleven,3 millones de afiliadas y afiliados habían realizado algún retiro de fondos y un sixty nine,9% efectuó los tres.

Comenzando por Kuznets (1955), cuya teoría sostiene que cuando una economía comienza a crecer, también lo hacen las disparidades, hasta llegar a un cierto punto de desarrollo, donde a pesar del mayor crecimiento económico, las desigualdades van disminuyendo, tomando la forma de una U invertida. Por su lado, la Nueva Geografía Económica plantea que las desigualdades entre regiones pueden mantenerse en el tiempo e incluso crecer junto con la economía de un país, al existir un centro que aprovecha los mayores beneficios del crecimiento, mientras que las regiones de la periferia pierden esa oportunidad (Merchand, 2009). En marzo del año 2010, bajo el segundo mandato de la presidente Michelle Bachellet, Chile se convirtió en el miembro número 31 de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y el primero a nivel Sudamericano. En su discurso, Angel Gurría (Secretario General de la OCDE), declara que la experiencia chilena enriquecerá el acervo de la OCDE en cuestiones clave, siendo un ejemplo al combinar crecimiento económico y mayor bienestar social.

Entonces, ese mérito se trata de un individualismo muy competitivo y ese quizás es uno de los legados más nocivos de esa estrategia de desarrollo, como lo fue el individualismo muy exacerbado. Si fue a la universidad, después trate de estudiar un postgrado y eso va a significar mayor salario’. A esta altura, también con los datos de la Casen de esta década, lo que se da en Chile es una alta variabilidad, no hay garantías. Es algo que los investigadores están constatando que es mundial, es decir, efectivamente tenemos generaciones jóvenes más preparadas que antaño, que sus padres, en el sentido de que tienen mayor escolaridad, pero eso no se condice con mayor ingreso, con mayor salario”.

La crisis también tiene el potencial de aumentar la presión política a favor de un cambio más progresivo. Si la flexibilización cuantitativa logra mantener a flote las economías y los avances médicos nos permiten contener el virus, podemos presenciar el regreso a alguna versión de los negocios como de costumbre, con todas las desigualdades arraigadas que esto conlleva. Pero si la crisis resulta ser más prolongada, si conduce a una depresión global o si las vacunas se retrasan mucho, la miseria in style y el descontento podrían llegar a niveles tales que las decisiones políticas más radicales se vuelvan más atractivas o incluso inevitables. Esto podría incluir intervenciones tales como nacionalizaciones de industrias privadas, esquemas de ingresos básicos universales y una tributación más alta y progresiva de los ricos. 12Los cambios metodológicos de la Encuesta CASEN aplicados a partir del año 2013 tuvieron también un impacto en el cálculo de los indicadores de desigualdad de ingresos.

La información necesaria para esta investigación fue obtenida de fuentes como el Banco Central de Chile, la Dirección de Presupuestos (Dipres) y del Instituto Nacional de Estadísticas (INE). «En el fondo la lucha por la igualdad de género es inclusiva, ya que abarca todas las discriminaciones”, sostuvo a CNN Chile la periodista y doctora en Historia de la Universidad de Stanford. A un año del inicio de una de las partes más crudas de la historia actual, la pandemia ha marcado un antes y un después. Aquellos que fuerzan la permanencia en el estatus de desigualdad cuando éstos se desequilibran, debido a un aumento de poder personal desigualdad y clases sociales de la mujer o una diminución del poder del hombre. Son conductas tales como el hipercontrol, el falso apoyo, la resistencia pasiva y el distanciamiento emocional, además de rehuir la crítica y evitar la negociación, prometer y hacer méritos, victimización y la búsqueda de compasión.

Actualmente, en contraposición del año 1990, no existen grandes brechas entre la esperanza de vida de una u otra región, siendo esta de 2 años en 2015 y 5 años en 1990 (ver Gráfico 11). En 2015, Coquimbo y la Región Metropolitana lideran con casi eighty años en promedio, mientras que la menor esperanza de vida se observa en Antofagasta y la región de Los Lagos, con aproximadamente 78 años. En cada una de las regiones, en 2015, las diferencias van de los cuatro años (Arica y Parinacota) a los casi seis años de diferencia en Los Lagos, a favor de las mujeres. A nivel territorial, el (Gráfico 5) expone las diferencias interregionales en ambos tipos de pobreza.

En ese sentido, los altos niveles de desigualdad en Chile no son consecuencia inevitable de la economía internacional. En la primera parte de esta reveladora serie sobre nuestro sistema tributario, los autores argumentaron que la forma en que recaudamos es resultado de un contrato social impuesto “que no le da un rol importante al Estado ni a la equidad”. En esta columna, sostienen que ese Estado mínimo es una decisión política para que los sectores de más altos ingresos tengan un sistema tributario que los beneficie. Siguiendo al texto Desiguales y a la OECD (2012), se necesita reducir las brechas que existen en la estructura productiva de la economía chilena, que se expresan en circuitos diferenciados de productividad, competencias laborales, salarios y estabilidad en los empleos.

Scuro también expuso sobre la evidencia internacional en materia de discriminación en los sistemas de pensiones de los distintos países y cómo este fenómeno se relaciona con el funcionamiento del mercado laboral. «La región está avanzando en reconocer que el financiamiento desigualdad social y educativa en américa latina contributivo no tiene que estar asociado únicamente al estatus laboral de las personas», sostuvo. La mayor densidad de cotizaciones para mujeres y hombres en el sistema de pensioned chileno se ubica en los tramos de edad de años, de años y años.

La fecha fue elegida en conmemoración del brutal asesinato de Patria, Minerva y María Teresa Mirabal, activistas políticas de República Dominicana, crimen cometido en 1960 por orden del dictador Rafael Trujillo. Luego, las y los asistentes integran mesas de trabajo orientadas a reflexionar acerca de temáticas específicas en el abordaje y disminución tanto de brechas como de barreras de acceso, sesgos en la evaluación y desafíos actuales. Tenemos que reconocer, primer lugar, que de los valores “revelados” por Jesús mediante sus palabras y obras, al anunciar y anticipar en su contexto el Reino de Dios, permanecen vigentes y reclaman ser implantados con urgencia en la realidad global y local. Más aún, son parte constitutiva de la misión de las discípulas y los discípulos de Jesús, de los llamados a colaboran con él en la búsqueda del Reino y su justicia, en cada tiempo y lugar. 11Utilizan dos bases de datos, la Encuesta Nacional de Caracterización Socioeconómica (Casen) de 2003 y el Censo de Población y Vivienda de 2002. 1 La tarea de recopilación de datos no fue fácil, sobre todo al querer abordar el largo plazo, sin embargo, se debe agradecer a las distintas instituciones que cooperaron entregando información a través del Portal de Transparencia del Estado.

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Así, por la falta de un documento disponible que establezca una política pública en materia migratoria internacional ( De las Heras, 2016 ), y considerando que los documentos propuestos en el informe son de carácter privado, no es posible evaluarlos y, por lo tanto, no serán incluidos en esta investigación. No obstante, del complete de las veintiocho acciones públicas incluidas en el informe, esta es la única cuyos documentos no son de acceso público. Una de las principales críticas que se le ha hecho a este ODS se relaciona con la forma en que este fue concebido. Si bien los 193 países resolvieron en conjunto los objetivos que esta Agenda 2030 contemplaría, aún así hay quienes abogaron por no incluir un apartado especialmente dedicado a las desigualdades al momento de las negociaciones, principalmente debido a que este implica, de una forma u otra, un problema redistributivo ( Donald, 2017; Oestreich, 2018 ).

desigualdad de la riqueza

Independiente de que el país asiático se proponga exportar su “capitalismo político”, el modelo presenta un atractivo cierto para las élites políticas y los ciudadanos de a pie de otras naciones. Y los segundos, quizás prefieran perder libertades individuales en favor de mejores resultados económicos. Como cube el informe del Credit Suisse, la desigualdad de la riqueza es mucho más desigual.“Desde cualquier punto de vista, la desigualdad de riqueza es alta en todos los países y excepcionalmente alta en algunos. Por lo general desigualdad alimentaria en el mundo y de manera aproximada, los índices típicos serían 35% para la participación del 1% superior y 65% ​​para la participación del 10% superior». La medida de desigualdad de Gini se utiliza para medir la desigualdad general en ingresos y riqueza. En riqueza, los valores de gini son mucho más altos que los valores correspondientes para la desigualdad de ingresos o cualquier otro indicador de bienestar estándar.

Sin embargo, tanto los países capitalistas como los no tan capitalistas de América Latina obtienen resultados muy similares en las clasificaciones de desigualdad. Chile mide la pobreza con instrumentos pensados para países con grandes índices de miseria. Hace posible focalizar las políticas sociales hacia los más postergados para acelerar de abandono de las condiciones de la miseria. Normalmente solo el hecho del crecimiento económico sostenido, sin que mejore la brecha, conduce a que los miserables dejen su miseria para vivir con mayor dignidad.

Según la OCDE Chile es el tercer país –entre sus 36 miembros- en el que los ciudadanos gastan más de su bolsillo para acceder a la salud. Mientras el “gasto de bolsillo” promedio entre los países OCDE es de 20,6%, en Chile esta cifra llega al 35,1%. Mientras estas políticas fomenten la igualdad de oportunidades, reduzcan el malestar social y mantengan los incentivos económicos adecuados, serán propicias para el crecimiento económico. La desigualdad de riqueza está asociada con decisiones ineficientes de educación e inversión de los segmentos más pobres de la sociedad. Por lo tanto, tiene un efecto adverso en la asignación de talentos entre ocupaciones y reduce la eficiencia económica.

Estos resultados son robustos a múltiples especificaciones y se mantienen al enfocarse en las personas de más bajos ingresos, quienes deberían ser, en teoría, las más afectadas por la desigualdad. Las medidas que cada país pueda adoptar para combatir la desigualdad dependerán de los efectos políticos que puedan soportar cuando el crecimiento económico va acompañado de una elevada desigualdad. La misma inversión que se hace en bonos y subsidios podría hacerse para inversión en productividad a través de la creación de pequeñas y medianas empresas, subsidios de contratación de mano de obra, inversión en educación, políticas para estimular la igualdad, and so forth. Medidas que dependiendo de la naturaleza de cada país puedan llevarse a cabo, pero con un denominador común, que sean medidas sustentables en el tiempo con resultados a mediano y largo plazo. En Latinoamérica las políticas públicas están asociadas a las políticas de protección social a través de la entrega de bonos y subsidios a las clases más bajas, lo que hace que se transformen en medidas cortoplacistas y no fomenten el empleo y el salir de la pobreza extrema. Primero, la CASEN se enfoca en hogares y no considera los ingresos de los sectores institucionales de la economía.

Existen diversas razones por las que podríamos argumentar a favor de reducciones en los niveles de desigualdad que exhibe el país, desde juicios morales y éticos, hasta elementos puramente prácticos como son los efectos que produce sobre el crecimiento, el tejido social, y la concentración del poder político (además del económico). Parece existir una relación bastante directa entre los niveles de desigualdad sobre la ocurrencia de conflictos, que tiene que ser estudiada con mayor profundidad. El segundo argumento que expone Atkinson (2015) tiene que ver con la igualdad de oportunidades competitiva. Aquí, se garantiza que todos podrán acceder, por ejemplo, a un trabajo o al sistema de educación, entre otros. Sin embargo, existe una amplia gama desigual de recompensas, las cuales son construidas socialmente (Hopkins & Kornienko, 2010).

Es por eso que algunos países han implementado impuestos a la herencia como un tipo de impuesto al patrimonio (ver aquí para una discusión al respecto). La literatura académica sugiere que las tasas óptimas a la herencia podrían ser bastante altas (del orden del 50%-60%). En Chile, si consideramos las contribuciones para la seguridad social como parte de los impuestos al ingreso, este grupo de impuestos representa un 36,9% de la recaudación total del año 2016.

Asimismo, se observa que también hay acciones públicas que responden a otras de las metas contempladas para el ODS 10, es decir, cinco de estas responden a la meta 10.4, una a la 10.5 y una a la 10.7. En este sentido, se destaca un claro enfoque en las metas 10.2 y 10.three, y por el contrario, que no existen acciones públicas que respondan específicamente a las metas 10.6, 10.a, 10.b y 10.c del ODS 10, al menos de acuerdo a lo informado por el Consejo Nacional para la Implementación de la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible (2018). Ahora bien, estas últimas cuatro metas mencionadas, se enfocan en migración y las desigualdades entre los países. Si bien la novena acción pública analizada, el Proyecto de Ley de Migraciones, responde a una meta de migración, cabe destacar que esta se aprobó recién el pasado 20 de abril 2021 y aún no entra en vigencia, por consiguiente, no ha podido ser implementada aún. Por lo tanto, la estrategia chilena para reducir las desigualdades en el contexto de la Agenda 2030 entre los años 2015 y 2018, se concentró principalmente en lo que ocurre dentro del país, respondiendo la mayoría de las acciones públicas a la segunda y tercera meta de este ODS. Para este artículo, se analizaron 27 de las 28 acciones públicas presentadas en el reporte realizado por el Consejo Nacional para la Implementación de la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible sobre el ODS 10, específicamente, entre los años 2015, el inicio de la agenda y el año 2018, año de la publicación del único informe presentado a la fecha.

En esa línea, este artículo busca dar cuenta de cómo cambian en el tiempo estas razones, en el contexto de una sociedad que ha tenido grandes transformaciones estructurales en las últimas décadas, donde además se mantiene una alta desigualdad de ingresos, como es el caso de la sociedad chilena. Estos cambios en los patrones de atribución se discuten en el marco de las transformaciones económicas y culturales de la sociedad chilena. Esto, por una parte, propone un nuevo cuestionamiento a la estrategia chilena para la reducción de las desigualdades en el contexto de la Agenda 2030, ya que la disaster actual ha mostrado y ha dejado nuevas disparidades que atender. Por lo tanto, las circunstancias sugieren replantear las acciones públicas para el Objetivo de Desarrollo Sostenible 10 – y los otros 16 desigualdad capitalismo – con el fin de hacer frente a este problema en el país de manera efectiva, reparando en las nuevas dificultades que se presentan y cómo prevenir que estas vuelvan a ocurrir en un futuro. Una de las estrategias para disminuir la desigualdad económica son las políticas de redistribución que consisten en impuestos a las personas más aventajadas y transferencia de recursos para reducir la inequidad.

Las fortunas de los más ricos aumentan 2.700 millones de dólares al día, mientras que 1.seven-hundred millones de trabajadores viven en países donde la inflación supera el aumento medio de los salarios. Por otra parte, los resultados encontrados, luego de examinar las acciones públicas para reducir las desigualdades, proponen la necesidad de realizar un análisis sobre los indicadores que están siendo utilizados para cuantificar las disparidades en el país y cómo se están utilizando para tomar decisiones. Como se explicó en el primer apartado de este artículo, los indicadores son una herramienta que cuantifica una realidad y facilitan los procesos de toma de decisiones. En este sentido, es importante destacar que no son el único instrumento utilizado para decidir a nivel de autoridades, pero sí una parte importante ( Mügge, 2015 ; Coyle, 2016 ).

Y Sichel es uno de ellos, de la élite, fue director de un banco, más allá de su origen familiar, hay un componente de cercanía, de su círculo social, componente empresarial. En el caso de la derecha, se ven varios elementos, uno expresado en la constituyente, que se atrinchera en que deben expresar sus valores y tradicionales, eso los aísla, como Marcela Cubillos o Teresa Marinovic, que si mantienen esa postura, no van a influir nada en la Constitución. Y otro segmento, para mí más lúcido, como el de Desbordes, quien facilitó la salida institucional del estallido, en un contexto donde la derecha dura quería sacar a los militares, lo que no pasó, para mí es el más lúcido, y que no es casualidad que no tenga orígenes en la élite, pero le fue peor en las primarias.

A pesar de que estas cifras pueden ser informativas, siguen escondiendo una heterogeneidad territorial de la que pocas veces se habla. La reflexión respecto a las especificidades de los territorios es basic para comprender la profundidad de la centralización en Chile, y asimismo para explorar la relación existente entre conflicto social y concentración de la riqueza. A pesar de esta evidencia, los datos sobre desigualdad comúnmente se relativizan frente a las percibidas bondades del modelo económico. Así, estas movilizaciones continuaron hasta el Estallido Social del año 2019, don-de los/as chilenos/as se tomaron las calles debido a un malestar generalizado, entre otras causas, por la desigualdad del país, demandando un cambio profundo en este, el cual logró un acuerdo para cambiar la constitución que rige a Chile ( Güell, 2019 ).

Según Carter, «tener a cuatro candidatos o cinco candidatos de la oposición lo único que hace es debilitar lo único importante, que es derrotar a la izquierda». La arquera chilena, quien sigue respaldando el aborto en tres causales, dijo en CNN Íntimo que «cuando tú estás en proceso de querer ser madre, la visión cambia un poco». “Mientras no tomemos conciencia como sociedad de la clausura social, no vamos a avanzar lo suficiente“, apuntó Méndez. Chile ha evolucionado en cosas que importan harto para ser una sociedad más justa”, destacó Sapelli. Al respecto, María Luisa Méndez, directora del Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social (COES), agregó que “hubo una toma de conciencia respecto de las dificultades de pensar en una meritocracia más actual, porque estamos en una sociedad que tiende a generar  acaparamiento de recursos materiales y simbólicos“.

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Por primera vez en 25 años, crece la discrepancia entre la extrema riqueza y la extrema pobreza. En el periodo de dos años de pandemia, el 1% más rico de la población vio aumentar el valor de sus activos en 26 billones de dólares, acaparando el 63% del incremento complete de la riqueza neta mundial, o casi el doble de la parte (37%) que desigualdad de economica fue a parar al 99% restante de la población más pobre. El índice de riqueza de los multimillonarios parece no tener límites, mientras que la población menos acomodada lucha por llegar a fin de mes. Según el Banco Mundial, probablemente estemos asistiendo al mayor aumento de la desigualdad y la pobreza en el mundo desde la Segunda Guerra Mundial.

desigualdad de la riqueza

Como aporte a este llamado a imaginar alternativas, propone un “socialismo participativo”, no centralizado, donde los trabajadores tomen parte en la gestión de sus empresas y compartan el poder con los accionistas privados. Basándose en diferentes antecedentes, los académicos exponen las consecuencias que implica no tener instancias de educación financiera, como el aumento en la desigualdad de la riqueza. Para resaltar el nivel de desigualdad en la economía global, Behar citó el caso de una mujer llamada Buchu Devi en India que pasa de 16 a 17 horas al día trabajando, ya que va a buscar agua después de caminar 3 km, cocina, prepara a sus hijos para el colegio y trabaja en un trabajo mal pagado. Cabe destacar, entonces, que en Chile la burocracia del Estado es hoy enorme y es además ineficiente y anticuada (CEP, 2017). Por ejemplo, el Congreso Nacional empleaba a menos de 350 personas en 1990 y hoy a casi a 3 mil. Al 2018, según estadísticas del INE, alcanzamos un millón de empleados públicos, con un crecimiento del número de funcionarios de un 26,3% en solo cinco años.

Pero muchos siguen muy enamorados de lo que consideran que fue un éxito, que es el modelo socioeconómico, que tuvo cosas exitosas y otras no, pero que sobre todo está agotado. Durante algunos años eso generó movimiento económico, movilidad social, pero hace rato que no la genera. Como afirmaba un ex Secretario Ejecutivo de Cepal “la evidencia estadística demuestra que los efectos redistributivos del gasto público social son más importantes cuanto mayor es la cobertura de los servicios sociales; en otras palabras, que la mejor focalización es una política universal” (Ocampo, 2008). Las desigualdades son la consecuencia directa de una gran “policrisis”, compuesta por factores económicos, sociales pero también climático-ambientales. Finalmente, en el contexto actual, muchas de las desigualdades se tomarán la agenda política que definirán las leyes con las cuales procuraremos el desarrollo del país.

A pesar de que estas iniciativas se proponen reducir la desigualdad y tienen efectos positivos, no son siempre muy populares ni son apoyadas por la mayoría de la población. En concreto, se culpabiliza a las personas pobres de su contexto a la vez que se percibe que las personas más ricas se han esforzado para conseguir su situación privilegiada. Además, algunas personas pueden no ser conscientes de los beneficios de la redistribución o no entender el potencial impacto positivo de algunas políticas públicas. Otra razón para la falta de apoyo a estas políticas es que los individuos generalmente subestiman los niveles reales de desigualdad porque no conocen la acumulación de riqueza de las élites. Por último, también se desconfía de la capacidad de los gobiernos para redistribuir de forma eficaz los recursos materiales que produce una sociedad (Brown-Iannuzi et al., 2015). Por una parte, es una nación que se caracteriza por muchos aspectos positivos en esta área.

5Para más información sobre los factores causales de la desigualdad en Chile revisar López & Miller (2008); Castillo (2012); PNUD (2017). CIPER/Académico es un espacio abierto a toda aquella investigación académica nacional e internacional que busca enriquecer la discusión sobre la realidad social y económica. [8] Estos números y los reportados por la OCDE no coinciden con exactitud dado el ajuste con datos administrativos a los ingresos altos. Estos cálculos balancean los potenciales efectos negativos sobre la eficiencia y positivos sobre la redistribución que tienen este tipo de impuestos. Pero esta condición no se remite solo a diferencias en calidades de vida, ya que tiene asociado un conjunto de problemas que implican, especialmente, trabas a la justicia, a la convivencia y al desarrollo económico.

Uno de los focos de su discurso fue la preocupación por los altos niveles de desigualdad que se observaban en el mundo. La excesiva desigualdad económica, argumentó, entorpece no solo el desarrollo del potencial de un grupo importante de personas, sino que, además, puede menoscabar la democracia y enlentecer el crecimiento económico para todos. Diversos trabajos académicos han profundizado el estudio sobre las causas y la evolución de la desigualdad en el país. Durán (2018) plantea que, al hablar de desigualdad, existen diferentes enfoques normativos sobre que entendemos por ella, así como formas de medición, incluyendo la desigualdad de riqueza, ingreso y salarios, para los cuales existen diferentes indicadores utilizados por la literatura económica. Respecto del Índice de Gini, el autor plantea que Chile ha tenido históricamente un valor elevado, con solo ocho años, de un whole de 161, con un valor bajo zero,forty five.

Esos recursos, plantea el economista, podrían usarse para financiar una dotación common de capital. En Capitalismo progresista, Joseph Stiglitz se pregunta cuáles son las fuentes de enriquecimiento de las naciones. En su análisis adjudica la culpa de la ralentización del crecimiento y el incremento de la desigualdad en Estados Unidos principalmente a la falta de inversión, en las últimas cuatro décadas, en educación, infraestructura y tecnología. “Puede que, hace mucho tiempo, la imagen de una competencia innovadora, si bien implacable, de una miríada de empresas luchando por prestar un servicio mejor a los consumidores a costes más bajos, fuera una buena caracterización de la economía estadounidense”, comenta el premio Nobel de Economía. “Pero hoy vivimos en una en que unas pocas empresas pueden recoger cantidades ingentes de beneficios para ellas mismas y seguir en su posición dominante durante años y años, sin ser desafiadas”.

Los y las autores mantienen la propiedad intelectual, y el derecho a copia lo pueden ejercer libremente solicitándoseles sólo la deferencia de indicar fuente de publicación authentic. Esta columna resume los hallazgos de una investigación sobre cómo se organizaba la oligarquía en el siglo XIX, cuando su núcleo lo componían ocho familias que usted probablemente conoce (puede intentar adivinar cuáles son antes de leer el artículo). El autor muestra que el momento constitucional de 1925 marcó el declive político de esa elite, pero que su preponderancia social se ha visto poco afectada hasta el día de hoy.

También puede producir malas políticas públicas si quienes están en el gobierno usan su posición para favorecer a empresas que los contratarán cuando salgan del gobierno. En tercer lugar, esta puede modelar el entorno social mediante la contratación de empresas de comunicaciones o vía donaciones a universidades, museos y galerías de arte. Además, la riqueza controla directamente a las empresas, lo que por supuesto tiene un gran impacto en cómo funciona la sociedad y las ciudades, por ejemplo.

Aquí, las coyunturas individuales definen, en parte, el alcance de lograr ciertos objetivos propuestos, como, por ejemplo, el género, contexto acquainted, acceso a la salud, a la educación, entre otros. Es decir, que si existiera igualdad de oportunidades para todos los individuos o países, el resultado de sus metas dependería únicamente del esfuerzo ejercido para lograrlas ( Roemer, 1998 b; Kanbur & Wagstaff, 2014; Atkinson, 2015). Se concluirá que el sistema tributario Chileno responde a un pacto social -impuesto, no acordado- que desigualdad del mundo le asigna un rol acotado al Estado tanto en la recaudación como en la corrección de las desigualdades del mercado. En ese sentido, los altos niveles de desigualdad en Chile no son consecuencia inevitable de la economía internacional. Datos de Banco Mundial (2016) muestran que los países que presentan una mayor diferencia en los ingresos tienden a presentar un menor grado de movilidad intergeneracional. Esto significa que hay una correlación clara entre la disparidad de los resultados y la de oportunidades –que determina la movilidad social–.

La contrapartida de la concentración en el tope son los bajos sueldos que obtiene la mitad de los asalariados, cuya remuneración es inferior al ingreso que necesita un hogar promedio para cubrir sus necesidades básicas (línea de pobreza). Esto no se traduce en una situación generalizada de precariedad, porque hay más fuentes de ingresos. También hay un agravante de género a considerar, por cuanto más de un 70% de las mujeres asalariadas con educación media completa y que trabajan más de 30 horas semanales, obtiene una remuneración por debajo del umbral citado.

En esta sociedad, va a sonar feo, pero creo que hay que tener harto pituto”, señaló el hombre de 30 años. Valdés, debatió que “el tema del impuesto a los superricos es muy interesante, pero también hay que analizar los riesgos porque en la práctica tiene bastantes deficiencias y no hay que ser demasiado optimistas pensando que resolverá todos los problemas de fondo”. También explicó que «el tipo de impuesto a los tremendous ricos que se discute en Chile es distinto al que se implementó en Europa hace tiempo atrás». También, sostuvo que «el margen extensivo de si emprender o no emprender debido a los impuestos, no me parece un argumento demasiado convincente y tampoco conozco demasiado evidencia al respecto.

Finalmente, la temporalidad de la mayoría de las acciones analizadas podrían dar cuenta de la etapa primeriza en la que se encuentra la Agenda 2030 en el país, encontrándose esta en una fase inicial de implementación, en la cual se puede observar cómo este marco que guía a los países aún no penetra con fuerza en las diversas reparticiones públicas de Chile. Luego de haber adoptado la Agenda 2030 en el año 2015, Chile decidió crear el Consejo Nacional para la Implementación de la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible. Esta entidad está dirigida por el Ministerio de Relaciones Exteriores y tiene la misión de aconsejar al Presidente/a de la República sobre implementar y hacer seguimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Igualmente, este se compone de los Ministerios de Economía, Fomento y Turismo, el Ministerio de Desarrollo Social y Familia, el Ministerio del Medio Ambiente, y el Ministerio Secretaría General de la Presidencia, que en conjunto trabajan para el logro exito-so de estos objetivos en Chile (Ministerio de Relaciones Exteriores, 2016; 2019). Este organismo publica en su sitio 6 , a su vez, las diferentes acciones públicas que se han realizado para cada uno de los objetivos, describiendo su aporte para estos fines determinados, como también informes sobre los avances en esta materia o diagnósticos previos y las resoluciones del Consejo. Finalmente, pero no menos importante, Sen (2000) establece que la familia es la unidad básica a considerar para estudiar los resultados que se podrían alcanzar.

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Al adoptar un enfoque holístico que reconozca los determinantes sociales de la salud psychological, los psicólogos clínicos podemos desempeñar un papel fundamental a la hora de abordar las implicaciones de la desigualdad de ingresos en la salud psychological. Esto implica incorporar una evaluación exhaustiva de los contextos sociales de los pacientes, colaborar con las partes interesadas para abogar por el cambio de políticas e integrar estrategias de fomento de la resiliencia en las intervenciones terapéuticas. Según Richard Wilkinson y Kate Pickett, dos epidemiólogos con residencia en Londres, en su libro Desigualdad (2009), argumentan que la alta desigualdad de ingresos en países se correlaciona con una peor salud física, niveles más altos de violencia y economías menos productivas. Luego,  en una publicación posterior estos autores trabajan aún más este argumento enfatizando que las sociedades desiguales también están afectadas psicológicamente, puesto que sus habitantes sufren más de ansiedad, estrés crónico, depresión, adicción y trastorno bipolar.

la desigualdad en la salud

El informe recomienda a los gobiernos forty medidas, que van desde la creación de infraestructuras físicas hasta la formación del private sanitario. El Informe Mundial sobre la Equidad Sanitaria para las Personas con Discapacidad la desigualdad en américa latina asegura, también, que existe un mayor riesgo de presentar enfermedades crónicas, con hasta el doble de riesgo de tener asma, depresión, diabetes, obesidad, enfermedades bucodentales, de transmisión sexual y los accidentes cerebrovasculares.

A inicios de 2020 el promedio nacional period de 214 camas de hospital por cada 100 mil habitantes. Santiago tenía 227, cifra muy superior a las 132 de Coquimbo, las 153 de O’Higgins o las 154 en Tarapacá. Además, este informe indica que el número de personas con discapacidad significativa creció a 1.300 millones de personas, es decir, una de cada seis personas en el mundo vive con una discapacidad moderada o severa. Estos riesgos son producto de “factores evitables, injustos y poco equitativos” y no por las condiciones de discapacidad de cada persona, cube el informe.

Paula Martínez y en la que estuvieron presentes el decano Dr. Humberto Guajardo, y el representante de la Organización Mundial de la Salud en Chile (OMS), Dr. Luis Fernando Leanes. No en vano, una parte significativa de las chilenas y los chilenos han dicho basta, no quieren seguir discriminados solo por vivir en regiones. Post Título Terapia Familiar Sistémica del ICHTF, Diplomada en Psicología Jurídica y Forense, Facultad de Ciencias Sociales y Educación de la UDP, Magister en Psicología Clínica Trauma y Psicoanálisis Relacional, UAH/ILAS.

Todo este proceso histórico siempre ha sido analizado desde un ámbito social y económico. Por lo mismo, hoy queremos poner el foco en cómo la inequidad afecta la salud mental. Sabemos que el fenómeno es real, y más allá de un eslogan de campaña, la evidencia apunta a que existe una gradiente social inversa, esto es, que personas que tienen menor nivel educacional, menores ingresos económicos, o que ocupan posiciones sociales más bajas, son personas que tienen más enfermedades. Y las mujeres para ellos son más riesgosas por tener útero, ya que podemos enfermarnos o embarazarnos”, por lo que pagan más que un hombre de la misma edad por un seguro o plan de salud. Esta situación, a su vez, limita las posibilidades de progreso de las sociedades, ya que se pierden capacidades de generación de nuevos negocios y otras instancias de mejora del bienestar de la sociedad. Por último, la desigualdad tiende a causar situaciones de conflicto social que, a su vez, pueden derivar en consecuencias que afectan las posibilidades de desarrollo, ya sea a través de situaciones de inestabilidad política o por el tipo de políticas económicas implementadas.

Son percibidas como injustas en sus orígenes, moralmente ofensivas en sus consecuencias, o ambas. Esto no se expresa solo en términos de ingreso y riqueza, sino también en educación y salud; trato social y dignidad; seguridad económica y física, además de poder y capacidad de influencia sobre las decisiones públicas. En este capítulo se estudia la cobertura de esquemas previsionales de salud y el uso de servicios de salud de la población inmigrante y se compara con la población local en Chile. Se encuentra que para un inmigrante la probabilidad de estar afiliado a algún esquema (Fonasa, Isapres u otros) es de alrededor de 80 por ciento para quienes llevan un año o menos en el país. Sin embargo, esta proporción aumenta con el tiempo, alcanzando niveles similares a los de la población local (97,5 por ciento). Respecto del uso de los servicios de salud, los hallazgos muestran que, a igualdad de condiciones, los inmigrantes usan menos las consultas médicas y consecuentemente los exámenes (que derivan casi en su totalidad de las consultas).

Éste es un tema muy presente en las clases de prevención que enseño a mis estudiantes en Berlín, y creo que es muy relevante a los colegas en Latinoamérica. La desigualdad es un desafío ético porque implica una injusticia, ya que todos tenemos una dignidad por ser personas y el derecho a participar de los bienes y servicios que se producen en la sociedad; y es injusta porque esta realidad podría ser distinta mediante políticas públicas. Desde la tradición del pensamiento social cristiano, san Alberto Hurtado define la justicia social como “aquella virtud por la que la sociedad, por sí o por sus miembros, satisface el derecho de todo hombre a lo que le es debido por su dignidad de persona humana”.

Por ejemplo, la depresión y esquizofrenia aumentan entre 40 y 60% la probabilidad de morir prematuramente por suicidio o problemas de salud física, tales como cáncer, enfermedades cardiovasculares, diabetes o infección por VIH (OMS, 2013). A su vez, las condiciones neurológicas y psiquiátricas son el grupo de enfermedades que más impacto tienen en la pérdida de años de vidad saludable (AVISA; MINSAL 2007) en Chile, ya sea porque la persona que la padece vive con discapacidad o porque muere de forma prematura. Un ejemplo de ello es que previo a la disaster actual las enfermedades mentales ya ocupaban el primer lugar entre las razones de licencias otorgadas y, tanto en el sistema público como el privado, representaban más del 20% del costo total de licencias médicas (MINSAL, 2017). Más allá de las diferencias de ingresos, la desigualdad socioeconómica se manifiesta en otras dimensiones de la vida de las personas. La que más rechazo provoca en la población es la disparidad en el trato y dignidad que, por ejemplo, se materializa en la atención de salud.

Una condición necesaria para que se produzcan efectos duraderos en el tiempo es el tránsito a una cultura de respeto por la persona, por la igualdad de dignidad y respeto, y por los valores de justicia y solidaridad social. Bajo su alero surgieron grandes fortunas, cuyo origen se centra en la minería, las finanzas y el comercio. Hacia fines de esa centuria se inició un periodo de inestabilidad en el marco de la “cuestión social”, que culminó con la elección la desigualdad creciente de Arturo Alessandri en 1920 y el inicio del Estado benefactor. A este ciclo se le asigna cierto bienestar de la emergente clase media y de los trabajadores asalariados. La desigualdad territorial se agudiza aún más cuando se pone el foco en médicos especialistas. En efecto, y solo como ejemplo, en marzo 2021 solamente algunos Servicios de Salud cuentan con oncólogos médicos, especialistas en medicina nuclear o geriatras como parte de su dotación efectiva.

Salud Un Derecho señala que los afiliados a los seguros privados de salud aportan montos adicionales de su sueldo para cubrir los planes de salud privados que son más caros. Según los datos reportados en el informe, más de un millón y medio de personas se encuentran en espera de atención médica y 240 mil aguardan una cirugía para patologías no AUGE, al mes de agosto de 2016. Según cuenta, el equipo ha trabajado durante cuatro años y la evidencia es que la posibilidad de elegir entre prestadores públicos o privados de salud y cerca del lugar de residencia es una opción que está disponible en muy pocos territorios. Lo primero es que el Estado de Chile reconozca su rol de entidad que surge del pueblo mismo y que se encuentra al servicio de las personas. Docentes de la Facultad de Ciencias de la Salud detallan algunas de las desventajas que enfrentan las mujeres en esta área y hacen un llamado al autocuidado y la prevención de enfermedades.

Desde ahí,  queremos poner el foco y la mirada sobre cómo la inequidad afecta la salud mental. Estos ciclos de alza y baja pueden observarse a través de la evolución del coeficiente de Gini, el cual es un indicador que se encuentra entre 0 y 1, donde un mayor número indica más desigualdad en la dimensión de los ingresos. Llama la atención que en ningún período de nuestra historia el coeficiente haya estado en un nivel comparable a los que muestran los países actualmente más desarrollados (figura 1). Esta persistencia en el tiempo contrasta con el avance de otros indicadores sociales y económicos, los que han permitido reducir significativamente la pobreza en el país. La desigualdad socioeconómica puede entenderse en relación con las diferencias en la vida social de las personas, las que implican ventajas para unos y desventajas para otros.

Sin embargo, no ha solucionado, sino que ha agravado, las necesidades básicas de tipo material, sociocultural y espiritual de gran parte de la humanidad. Y es que una concepción ingenua del progreso humano o una visión tecnocientífica demasiado easy no permite valorar adecuadamente el conjunto de la realidad del planeta ni de todos los seres vivos que en él habitan. Ante un escenario tan difícil y complejo como peligroso, este libro quiere aportar algunas respuestas a temas tan cruciales para la salud y la equidad como la política y la desigualdad, la disaster ecológica y el sistema capitalista, el desempleo y la precarización laboral, la mercantilización sanitaria y la reciente pandemia del coronavirus. Y hace una apuesta decidida por la salud pública, entendida de una manera integral. El futuro de la vida y de la salud están en nuestras mentes y en nuestras manos. En Chile, Salud Un Derecho hizo un respetable esfuerzo de sistematización de cifras que están disponibles públicamente por parte de entidades como la OCDE.

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Actualmente el cambio climático antropogénico –comprendido como la manifestación más difundida del Antropoceno– es catalogado como el mayor desafío de nuestro tiempo, debido a los impactos que sobre el bienestar y funcionamiento de las comunidades y los ecosistemas tiene el aumento anormal de la temperatura ambiental. Sin embargo, en este escenario no todos los países ni todas las personas se hallan expuestas al mismo tipo y grado de riesgo. Al respecto, la literatura es enfática en sostener que los efectos del cambio climático reproducen las desigualdades entre ricos y pobres, pues los grados de vulnerabilidad, capacidad de adaptación y mitigación expresan una relación inversamente proporcional a la riqueza de los países y las personas. Esta es la razón por la cual las personas más precarizadas, y dentro de estas, las personas de la calle, son quienes experimentan con mayor rigurosidad los efectos derivados de este fenómeno.

Lo cierto es que los sistemas tributarios se componen de múltiples tipos de impuestos, todos ellos con diferentes ventajas y limitaciones. Sin entrar en los detalles de su cálculo, hay que saber que éste toma valores entre zero y 1, y que un mayor Gini implica una distribución de ingresos más desigual. En los casos extremos, 0 implica que todos los individuos tienen los mismos ingresos, y 1 que sólo una persona recibe todos los ingresos. Así, estas movilizaciones continuaron hasta el Estallido Social del año 2019, don-de los/as chilenos/as se tomaron las calles debido a un malestar generalizado, entre otras causas, por la desigualdad del país, demandando un cambio profundo en este, el cual logró un acuerdo para cambiar la constitución que rige a Chile ( Güell, 2019 ). Un ejemplo lo podemos encontrar en los gemelos monocigóticos, que comparten la misma información genética, pero que pueden tener diferencias importantes en el volumen y funcionamiento de algunas estructuras cerebrales lo cual sugiere que existen otras influencias en juego.

Una vez hecho el diagnóstico inicial, es imperativo generar herramientas más precisas y profundas que nos permitan complejizar los cuestionamientos que nos hacemos cuando nos referimos a la desigualdad. ¿Es esta una discusión que concierne principalmente a quienes viven en la Región Metropolitana, pero que omite la presencia de otros fenómenos y problemáticas más urgentes a resolver en otras partes del territorio nacional? ¿Puede existir alguna relación entre los niveles de conflicto que se observan en el territorio, la desigualdad y el porcentaje de la desigualdad que explica el 1% más rico?

Es un recordatorio de que la lucha contra la desigualdad y una sociedad más justa no solo es un asunto social y político, sino que también tiene un impacto profundo en nuestra salud cerebral, psychological y en nuestro bienestar a largo plazo. En Capitalismo progresista, Joseph Stiglitz se pregunta cuáles son las fuentes de enriquecimiento de las naciones. En su análisis adjudica la culpa de la ralentización del crecimiento y el incremento desigualdad de economica de la desigualdad en Estados Unidos principalmente a la falta de inversión, en las últimas cuatro décadas, en educación, infraestructura y tecnología. “Puede que, hace mucho tiempo, la imagen de una competencia innovadora, si bien implacable, de una miríada de empresas luchando por prestar un servicio mejor a los consumidores a costes más bajos, fuera una buena caracterización de la economía estadounidense”, comenta el premio Nobel de Economía.

desigualdad autores

Algunos de ellos son fruto del azar pure (una discapacidad por ejemplo o, por la inversa, una especial aptitud física), otros son resultado de la historia (por ejemplo la clase social en que se vino al mundo). Esas diversas dotaciones situarán a su poseedor en un determinado lugar del espacio social, dirán en qué parte de las múltiples e invisibles escalas del prestigio y del poder podrá descansar. [17] Por ejemplo, en Estados Unidos, los actuales precandidatos presidenciales del partido demócrata Bernie Sanders y Elizabeth Warren han propuesto impuestos a la riqueza con tasas máximas de hasta 8% y 6%, respectivamente para fortunas del orden de 1 billón de dólares (es decir, fortunas con una cantidad importante de ceros). [9] Existe una tradición académica que sugiere que si no se le pueden poner impuestos a todos los bienes de consumo, el impuesto al consumo óptimo posiblemente impondrá distintas tasas a distintos bienes. Un problema de esta tradición es que no considera que impuestos diferenciados dificultan la fiscalización y abren espacio a la evasión y elusión, lo que a su vez afecta la eficiencia del sistema.

No obstante, desde la década del 2000, se ha podido observar un incremento generalizado de movi-mientos sociales que, entre otras causas, dan cuenta del malestar que existe en la población chilena, exigiendo mayor igualdad ( Grez, 2011 ; Segovia & Gamboa, 2012). Estas demostraciones de descontento social detonaron en octubre de 2019 con el “Estallido Social”, donde millones de chilenos y chilenas marcharon y protestaron, entre otras razones, debido a la desigualdad que existe en Chile ( Güell, 2019 ; Jiménez-Yañez, 2020 ). Por lo tanto, en este sentido, los resultados obtenidos abren paso a otras preguntas investigativas. Si bien este último comprende una variedad de demandas, entre ellas se encuentra la gran desigualdad que existe actualmente en el país, la cual, en palabras de Güel (2019), “…no se trata solo ni principalmente de un problema de distribución del ingreso” (párrafo 8). Es decir, que las disparidades que viven a diario los/as habitantes de Chile van más allá de su salario, experimentándose en otras áreas, como en la educación, la salud, la protección social, entre otras, que fueron aludidas dentro de las acciones públicas y otras que aún quedan por resolver. Ahora bien, la desigualdad de oportunidades es la faceta ex-ante del problema en cuestión.

Estudios internacionales como los de Parcel, Dufur y Cornell (2010) coinciden en afirmar que la pobreza material es un issue de riesgo para niñas y niños, ya que implica menor acceso a recursos educativos que apoyen el proceso de aprendizaje, como materiales y actividades educativas. Por su parte, Weiss y otros (2009) establecen que «padres, madres o cuidadores que viven en condiciones de pobreza o estrés económico experimentan más problemas de salud psychological, que pueden limitar su habilidad para apoyar los estudios de niñas y niños e incrementar la probabilidad de uso de prácticas punitivas. También enfrentan más barreras logísticas para acercarse a la escuela como falta de transporte, falta de flexibilidad de tiempo diario y falta de tiempo para vacaciones». En Chile, si consideramos las contribuciones para la seguridad social como parte de los impuestos al ingreso, este grupo de impuestos representa un 36,9% de la recaudación whole desigualdad de economica del año 2016. El promedio de la OCDE para el mismo periodo fue de un 59%.[13] Por lo tanto, el sistema tributario chileno no solo recauda poco en términos comparados, sino que además le da mucha importancia a los impuestos al consumo y una menor importancia relativa a los impuestos al ingreso.

Fue consejero económico y director del Departamento de Estudios del Fondo Monetario Internacional (FMI) entre los años 2008 y 2015. Blanchard es autor de numerosos libros y artículos, y ha dirigido importantes revistas académicas como Quarterly Journal of… Además, esta desigualdad también conduce a la pobreza, creando un ciclo en la relación. Una buena educación, según expertos, tiene la función de adquirir habilidades y certificar conocimientos para participar aún más en la sociedad, y sirve para “socializar”. [3] Los datos tributarios, si bien representan una mejora sustantiva en relación a las encuestas de hogares, tampoco son perfectos. En contextos en donde existe mucha evasión y elusión, éstos también subestiman los ingresos de las personas de más altos ingresos.

Ahora bien, estas últimas cuatro metas mencionadas, se enfocan en migración y las desigualdades entre los países. Si bien la novena acción pública analizada, el Proyecto de Ley de Migraciones, responde a una meta de migración, cabe destacar que esta se aprobó recién el pasado 20 de abril 2021 y aún no entra en vigencia, por consiguiente, no ha podido ser implementada aún. Por lo tanto, la estrategia chilena para reducir las desigualdades en el contexto de la Agenda 2030 entre los años 2015 y 2018, se concentró principalmente en lo que ocurre dentro del país, respondiendo la mayoría de las acciones públicas a la segunda y tercera meta de este ODS. Para este artículo, se analizaron 27 de las 28 acciones públicas presentadas en el reporte realizado por el Consejo Nacional para la Implementación de la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible sobre el ODS 10, específicamente, entre los años 2015, el inicio de la agenda y el año 2018, año de la publicación del único informe presentado a la fecha. El análisis realizado contempló, primeramente, la identificación de los componentes de cada una de las acciones públicas, los cuales fueron examinados detalladamente, para luego determinar cómo estas ayudan a reducir las desigualdades económicas.

A principios de la década de 1970, la política federal respecto a la vivienda pública se desplazó de nuevas construcciones a un sistema de vouchers, permitiendo que los hogares elegibles pudieran arrendar a propietarios privados. El objetivo period no sólo trabajar en contra de la concentración de la pobreza en los desarrollos de vivienda pública, sino también apoyar las iniciativas impulsadas por el mercado y acabar con el rol directo del gobierno federal en la construcción de viviendas. Una restricción adicional a la vivienda pública se introdujo mediante la Enmienda de Faircloth a las más amplias reformas de asistencia social implementadas en la Acta de Calidad de la Vivienda y Responsabilidad Laboral de 1998.

Ahora bien, muchos de estos factores, ex-ante o ex-post, que influyen en la desigualdad económica, pueden ser aumentados o disminuidos por las acciones públicas de los gobiernos 2 . Sachs (2015) concluye firmemente que el rol de estos mismos es fundamental a la hora de fomentar o mermar la desigualdad. Por ejemplo, si los gobiernos utilizan los ingresos públicos para beneficiar a una pequeña porción más aventajada de su población, entonces estarían fomentando la desigualdad económica, pero si, por el contrario, utilizan estos mismos para dar acceso a la educación o salud a quienes más lo necesitan, entonces estarían potenciando la reducción de estas disparidades. Los principios subyacentes al desarrollo inmobiliario juegan un papel central en el establecimiento de estas relaciones. La recaudación anual de impuestos a la propiedad sobre el valor del suelo y los edificios son la fuente más significativa de ingresos de los gobiernos locales para el sustento de los servicios públicos(17). En consecuencia, los valores inmobiliarios locales –y no el patrimonio complete de la ciudad, estado o nación– son uno de los indicadores más claros de la calidad de la educación, los servicios y la seguridad en los barrios de Estados Unidos.

Estos son los mayores niveles de desigualdad de riqueza registrados por la Reserva Federal desde que comenzaran a recopilar datos treinta años atrás (Fry y Kochhar, 2014)(1). A escala mundial, según un estudio de 2014, el patrimonio de las ochenta y cinco personas más ricas del mundo es equivalente al de los three.500 millones más pobres(2). Por consiguiente, en el ámbito de la vivienda, las discusiones sobre la desigualdad en los Estados Unidos ya no se refieren solamente a factores físicos –tamaño inadecuado o falta de servicios básicos como agua potable o electricidad– sino a aspectos financieros como asequibilidad y desigualdades en la distribución de la riqueza de acuerdo a la propiedad de la vivienda. En este sentido, la dimensión ex-post, que hace referencia a los resultados e ingresos se encuentra presente, como también la dimensión ex-ante, que hace referencia al punto de partida sobre el cual los individuos podrán alcanzar los objetivos o calidad de vida que desean. Otra característica que resalta de las acciones públicas analizadas tiene que ver con la temporalidad de estas respecto de la Agenda 2030. En este sentido, de las 27 acciones públicas examinadas, solo nueve son posteriores a esta misma y un contenido de una de ellas, es decir, el Programa de Educación Financiera para Niños que es parte de unas de las acciones llevadas a cabo por el Fondo de Solidaridad e Inversión Social del año 2017.

Por ejemplo, la meta 10.2 sobre promover la inclusión, tiene como indicador “Proporción de personas que viven por debajo del 50% de la mediana de los ingresos, desglosada por sexo, edad y personas con discapacidad”. En este sentido, este indicador podría dar luces sobre la inclusión económica de las personas, pero no así de los aspectos sociales o políticos. O bien, la meta 10.three que busca garantizar la igualdad de oportunidades y reducir la desigualdad de resultados, tiene como indicador la “proporción de la población que declara haberse sentido personalmente discriminada o acosada en los últimos 12 meses por motivos de discriminación prohibidos por el derecho internacional de los derechos humanos”. Aquí, por ejemplo, existe la limitante de la subjetividad, es decir, que el sentimiento de discriminación por motivos prohibidos por el derecho internacional implica que la población está consciente de todos sus derechos y que puede reconocer fácil-mente cuando sufre algún tipo de exclusión.

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Ha sacado a la luz las desigualdades económicas y las frágiles redes de seguridad social que hacen que las comunidades vulnerables tengan que sufrir las consecuencias de la disaster. Al mismo tiempo, las desigualdades sociales, políticas y económicas han amplificado los efectos de la pandemia. Por su lado, la Región Metropolitana, como no es de extrañar, ostenta los mejores resultados junto con regiones del norte como Antofagasta y Tarapacá. Las regiones que más han mejorado su nivel de escolaridad promedio son Los Ríos, Aysén y Coquimbo, mientras que las regiones de menor avance han sido Atacama, la Región Metropolitana y Antofagasta.

Así, lo que hoy se observa en los datos sería una consecuencia inevitable de los tiempos modernos. 12Los cambios metodológicos de la Encuesta CASEN aplicados a partir del año 2013 tuvieron también un impacto en el cálculo de los indicadores de desigualdad de ingresos. Para entender la evolución de la desigualdad a largo plazo, se expondrán también los resultados del índice de Gini bajo la metodología tradicional. Con los datos regionales obtenidos, se realiza un análisis de convergencia para comparar si los territorios más pobres, crecen más rápido que los más ricos.

la desigualdad economica

La desigualdad es un desafío ético porque implica una injusticia, ya que todos tenemos una dignidad por ser personas y el derecho a participar de los bienes y servicios que se producen en la sociedad; y es injusta porque esta realidad podría ser distinta mediante políticas públicas. Desde la tradición del pensamiento social cristiano, san Alberto Hurtado define la justicia social como “aquella virtud por la que la sociedad, por sí o por sus miembros, satisface el derecho de todo hombre a lo que le es debido por su dignidad de persona humana”. En los últimos 15 años ha habido una reducción de la desigualdad de los ingresos, aunque el coeficiente de Gini de 0.forty eight en la última medición disponible para Chile (2017) está lejos aún del promedio de las economías desarrolladas (figura 2). Entre 1930 y 1970, hubo una moderación del fenómeno en el contexto de una creciente democratización del país, revertida durante la dictadura militar, cuando grandes transformaciones domésticas y de la economía mundial generaron innovaciones tecnológicas y de otro tipo que impactaron sobre la desigualdad de ingresos.

Para el caso de Chile no se ha desarrollado una línea investigativa sistemática que evidencie el tipo de relación entre las variables, situación que repercute directamente en la toma de decisiones y diseño de políticas que buscan disminuir la desigualdad por medio de una redistribución de la riqueza. Considerando este escenario, resulta necesario recopilar información que estime la relación entre ambas variables, de modo de poder establecer una base que sirva para la toma de decisiones de política económica que logre determinar la incidencia que tiene la desigualdad de la distribución de los ingresos y la tasa de crecimiento del PIB. En este sentido, la presente investigación busca determinar los efectos que ha causado la desigualdad global la actual distribución de la riqueza en la tasa de crecimiento del PIB. Esto apoyado por una fuerte evidencia empírica que recorre desde la teoría clásica de la curva de Kuznets, hasta investigaciones contemporáneas, como la realizada por José Gabriel Palma. Para lograr este objetivo, en el segundo apartado de este trabajo se efectúa una revisión de la literatura internacional para establecer un marco teórico y empírico que sirva como fundamento para el desarrollo de la medición en la economía chilena, además de constituir la base del análisis de los resultados por obtener. En el tercer capítulo se abordan la metodología de evaluación y los resultados de las diferentes pruebas econométricas llevadas a cabo.

El estudio de Flores, Sanhueza, Atria y Mayer encuentra una concentración en torno al 24% usando datos tabulados. Fairfield y Jorrat usan microdatos administrativos de 2005 al 2010 y, ajustando por evasión y elusión, encuentran cifras en torno al 33%. Todos los estudios son relativamente consistentes y sugieren que los individuos en el 1% más rico reciben entre un cuarto y un tercio del ingreso nacional. Con esta publicación, el PNUD reitera su compromiso con la generación y difusión de conocimiento que sirva como base de discusiones informadas para la construcción de consensos respecto de los cambios que el país requiere. Aspiramos a que todos los ciudadanos, especialmente aquellos en los grupos menos aventajados, tengan mayor management sobre sus propias vidas para perseguir los objetivos que ellos mismos consideren valiosos, integrándose de manera efectiva y participativa al proceso de desarrollo humano inclusivo y sostenible. Las desigualdades también están aumentando para las poblaciones vulnerables en países con sistemas sanitarios más deficientes y en países que se enfrentan a disaster humanitarias existentes.

Sin embargo, tanto los países capitalistas como los no tan capitalistas de América Latina obtienen resultados muy similares en las clasificaciones de desigualdad. Para las variables PIB per cápita de los ocupados y transferencias corrientes, el signo evidenciado en el coeficiente se condice con la teoría económica (Berg, Ostry y Tsangarides, 2014), siendo en ambos casos positivo en relación con la tasa de crecimiento del PIB. Con esto se cumple con las hipótesis de relación directa planteadas al inicio de la investigación. En este texto sostengo que, por un lado, la desigual exposición a la incertidumbre es un problema relevante, que impacta fuertemente en la calidad de vida de quienes viven en Chile.

diversidad de valores, preferencias y capacidades que nos distinguen como personas. Usando tanto métodos observacionales como experimentales, los autores concluyen que el bienestar está mucho más fuertemente relacionado con el ingreso que con la desigualdad. Estos resultados son robustos a múltiples especificaciones y se mantienen al enfocarse en las personas de más bajos ingresos, quienes deberían ser, en teoría, las más afectadas por la desigualdad. Otro de los pilares de la desigualdad económica, nos detalla el economista, es la alta concentración del mundo empresarial, en donde ciertas familias son dueñas de grandes conglomerados comerciales, el mar, la banca, las ISAPRES, los centros comerciales y las clínicas son solo ejemplos de estos casos. Para el resto de variables no fue necesaria una expansión de las observaciones Sin embargo, para determinar el PIB per cápita se dividió el valor del PIB trimestral entregado por el Banco Central de Chile por la cantidad de personas ocupadas en el país según el Instituto Nacional de Estadísticas.

Chile ha informado en la OCDE sobre la mejora las condiciones de enseñanza y se comprometió a suministrar administradores y docentes escolares competentes a las escuelas para implementar mejoras. Ha priorizado desarrollar las capacidades de administradores educativos, docentes la desigualdad y pobreza y otros profesionales de la educación para promover la inclusión y la diversidad de los/as estudiantes. Otra nueva prioridad es fortalecer las capacidades de administradores escolares locales y de nivel medio para mejorar la calidad y la equidad de la educación.

Actualmente, en Chile el gasto whole en salud representa el 7,2% de su PIB, por debajo del promedio de los países miembros de la OCDE, 9,3% (Instituto Nacional de Derechos Humanos, 2016), por lo que en materia de salud aún quedan muchos desafíos para el país y para la equidad en el territorio. A nivel de territorio chileno18, resulta interesante evaluar el IDH por regiones, lamentablemente, estos datos solo se encuentran disponibles para el año 2003 gracias al PNUD y Mideplan (2005). En la (Tabla 6) se puede apreciar que para el año 2003 los IDH más bajos correspondían a las regiones del Maule y La Araucanía, con un valor de 0,675 y zero,679 respectivamente. Resultados que actualmente podríamos comparar con los obtenidos por Bolivia y el Salvador, países con un nivel de desarrollo humano medio.

Una realidad que no se condice con la del 10% más afluente, cuyo nivel de vida es propio de un país desarrollado. Hay desigualdad de trato, entre grupos sociales y ante la ley, así como menoscabo de la dignidad ante situaciones de abuso. Muchas veces los tomadores de decisiones en el Ejecutivo y en el Parlamento viven muy alejados de los problemas de las mayorías. También ha habido oposición de quienes ven en las medidas redistributivas un riesgo para el crecimiento económico.

Esto con el fin de determinar qué concepto de desigualdad está justificando el plan de acción de Chile respecto del objetivo anteriormente señalado, argumentando inicialmente que el concepto utilizado para justificar este plan es la desigualdad de ingresos principalmente. Sin embargo, y como se presentará a continuación, esta no sería la única dimensión de las disparidades a la que hay que aludir para disminuir las brechas existentes en Chile de manera efectiva. Por otra parte, el año 2015, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó una nueva resolución que compromete a los 193 miembros de esta organización a trabajar en un programa de 17 objetivos, llamada Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Entre estos objetivos se encuentra el número 10, sobre “Reducir las desigualdades en los países y entre ellos” (Naciones Unidas, 2018). Chile adoptó esta agenda y, actualmente, se encuentra implementando sus 17 objetivos en sus diferentes partidas públicas, con el fin de alcanzar las metas que ahí se establecen (Consejo Nacional para la Implementación de la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible, 2017a).

Asimismo, se expone que las regiones del sur, así como la Metropolitana, tienden a tener comunas con mayor nivel de desigualdad del ingreso (similares resultados obtuvieron Ramírez et al. [2009] en su estudio comunal). Respecto a la tasa de crecimiento, en 2016, La Araucanía es la región con mayor crecimiento a nivel real, a pesar de los bajos indicadores socioeconómicos que se darán a conocer más adelante. Mientras tanto, la menor variación se observó en el norte, en la región de Antofagasta, cuyo PIB disminuyó un 2,9% respecto al año anterior, sin embargo, sigue siendo una de las regiones que más aporta al PIB nacional (9,7%), gracias al producto minero de esta zona. La Región Metropolitana es por excelencia la región que más produce en el país, por sí sola aporta el 42% al PIB nacional, sus principales ingresos provienen del sector de servicios financieros y empresariales y del comercio (Ver Anexo B). Chile enfrenta una grave disaster social estos días, a pesar de tener el ingreso per cápita más alto de la región.

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«Lo que ha pasado es que la brecha entre las personas que crecieron con ambos padres y los que crecieron con sólo uno de ellos o con ninguno de sus dos padres, no se ha cerrado. El hecho que no haya nada en el sistema que cierre este paralelismo en 60 años, es una mala señal de cómo ha funcionado el sistema educacional. El sistema educacional debió haber permitido que estas diferencias no existiesen, y no ha ocurrido», dice el experto durante una exposición realizada en el CEP. Es necesaria, a juicio del académico, una intervención temprana que complemente lo que pasa en el hogar y que apunte a que los niños tengan estimulación.

Aspiramos a que todos los ciudadanos, especialmente aquellos en los grupos menos aventajados, tengan mayor control sobre sus propias vidas para perseguir los objetivos que ellos mismos consideren valiosos, integrándose de manera efectiva y participativa al proceso de desarrollo humano inclusivo y sostenible. La desigualdad sería menos problemática si el lugar que ocupan las personas en el orden social fuese pasajero, sujeto a cambios durante el ciclo de vida o, por último, si la posición social de los hijos no dependiera de la de los padres. Conocer los derechos de las niñas y niños nos sensibiliza y nos hace responsable de su cumplimiento. Estos Derechos se crean para buscar el adecuado desarrollo de la infancia, la cooperación internacional en esta materia y que los derechos se apliquen de manera world. Sumado a lo anterior, atendiendo a la digitalización y el contexto actual, realizamos publicaciones que constantemente apoyan la educación en derechos humanos y/o la contención emocional en tiempos de crisis a través de recursos descargables.

Gracias a la investigación de autoras como Gerda Lerner, sabemos que para entonces la desigualdad entre hombres y mujeres ya hacía tiempo que había empezado a asentarse como un hecho social de profundo alcance. Por eso, si queremos rastrear sus comienzos debemos ir más atrás, al tiempo de las sociedades ágrafas. En los años 60 y 70, del siglo XX, se concedían préstamos a los países del tercer mundo a bajo interés. Los créditos se pidieron contando con unos ingresos que van decreciendo, ya que el valor de los productos de estos países (materias primas) no hace más que devaluarse.

Menos del 5% de los estudiantes de Chile son capaces de alcanzar los niveles máximos de aprendizaje en la prueba PISA”. En concordancia con lo observado en la literatura internacional, la mayor parte de los colegios de élite cuenta con sofisticados mecanismos de selección, ya sean académicos (exámenes de admisión) o sociales, suponiendo desafíos incluso para las familias de élite. El quiebre de la élite con la educación pública en Chile se comienza a producir con los procesos de masificación del sistema escolar, particularmente durante el gobierno de Frei Montalva a mediados de la década de 1960. La extensión y popularización de la educación escolar gatilló, por una parte, la migración de la élite liberal desde los liceos emblemáticos hacia colegios privados con proyectos liberales (laico o católicos progresistas). Los modos de elegir colegio, plantea, no son totalmente diferentes de los que desarrollan las familias de las clases medias, aunque la diferencia opera más bien en las amplias habilidades y ventajas que implementan las familias de élite. Estas capacidades serían económicas (pagar el acceso), de redes sociales, para poder incorporarse a la comunidad educativa, y geográficas, para poder ubicarse en sectores privilegiados.

Aunque existe cierto consenso de que las causas de esta crisis radican en la gran desigualdad que aún existe en el país, la hipótesis convencional se centra en la desigualdad materials (desigualdad de ingresos). En este artículo revisamos esta hipótesis, y analizamos la posibilidad de que en realidad el origen se encuentre en la desigualdad formal (de trato), es decir, en la corrupción y en la existencia de enormes privilegios para algunos en desmedro de otros. Es indudable que la pobreza y las desigualdades sociales no surgieron en el país en la década de 1880, como tampoco han desaparecido en la moderna realidad del Chile actual. Chile ha informado en la OCDE sobre la mejora las condiciones de enseñanza y se comprometió a suministrar administradores y docentes escolares competentes a las escuelas para implementar mejoras.

De hecho, al examinar en una perspectiva histórica esta encuesta que vienen haciéndose desde 1987 los autores detectaron que la Casen permanentemente  “ha subestimado a niveles irreales los ingresos más altos”, por lo que consideran que no es un buen instrumento para analizar la desigualdad. Fue a lo largo de estos años que se pusieron en marcha una serie de movimientos sociales que transformaron la cuestión social en un problema que afectó no sólo a los trabajadores sino a todo el país. Desde entonces, surgieron a la luz pública una serie de innumerables escritos, ensayos, artículos de prensa y tesis de grado que comenzaron a analizar sus causas y motivos, además de las posibles alternativas de solución. La historiadora española Marta Cintas Peña sondeó el origen de la desigualdad de género en la prehistoria y detectó que en el Neolítico (6.000 – 4.000 A.C.) aparecieron por primera vez diferencias culturales entre hombres y mujeres.

Esto es importante porque las habilidades cognitivas y no cognitivas son importantes para el éxito en la escuela y en otros aspectos. Sin estos éxitos, no habrá buenas perspectivas económicas en el futuro lo que conduciría a una falta de movilidad social. La desigualdad educativa es provocada por las diferencias en las oportunidades formativas que afectan las condiciones de vida a futuro. Para el economista jefe del área de políticas sociales del Centro de Estudios Públicos (CEP), Sergio Urzúa, el problema de la desigualdad social tendría su origen en la composición acquainted y su nivel de estudio.

La primera declaración sobre los derechos del niño knowledge de 1920 aprobada por la Liga de las Naciones, la cual se disolvió en 1946. Ese mismo año, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) fue creada, organismo que hoy vela por el cumplimiento del derecho internacional, el mantenimiento de la paz internacional, la promoción y protección de los derechos humanos, entre otros. En 1959, la Asamblea de la ONU aprueba la declaración de los Derechos del Niño y en 1989 aprueba la Convención sobre los Derechos del Niño, tratado internacional vinculante ratificado por 196 países. Una buena educación, según expertos, tiene la función de adquirir habilidades y certificar conocimientos para participar aún más en la sociedad, y sirve para “socializar”.

El propósito de este estudio fue describir el proceso de construcción de representaciones acerca de la pobreza y desigualdad social en 500 estudiantes de ambos sexos, con edades entre 6 y 18 años, de la IX Región, Chile. Los resultados obtenidos indicaron la presencia de tres niveles de construcción de las explicaciones elaboradas por los sujetos. El nivel I se caracteriza por concepts dispersas y anecdóticas, en el nivel II predomina la concept de un Estado protector que interviene los problemas de pobreza desde una posición de beneficencia.

Esa limitación de datos impidió también realizar estimaciones sobre los ingresos que posee el 0,1% de la población y el 0,01% y solo se pudo trabajar el 1% más rico. La investigación también muestra que desde 2010 hasta 2014 la desigualdad ha vuelto a crecer en Chile, lo que contradice lo afirmado paises con mayor desigualdad de genero a partir de la encuesta Casen 2015, donde los datos sugirieron que la desigualdad estaba bajando levemente. Hoy, en las áreas urbanas y, especialmente, en los sectores metropolitanos, esto no se cumple, porque el estado se ve arrastrado por lógicas de mercado en sus decisiones de política pública.

origen de la desigualdad social

Las grandes brechas y desigualdades sociales son una parte integral de la cultura actual, pero no son imposibles de reducir y de desarticular. En el año 2010 Chile entró en la OCDE, el membership de los países desarrollados, confirmando el gran éxito económico del país. Varios rankings internacionales mostraban origen de la desigualdad social a Chile como una de las economías más sólidas de la región, con un ingreso per cápita sobresaliente en América Latina, con una inflación controlada. Repentinamente surgieron manifestaciones masivas, saqueos e incendios, terminando con la declaración de estado de emergencia, una situación que no se veía desde hace tres décadas.

Reducir las desigualdades y garantizar que nadie se queda atrás forma parte integral de la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Aunque las evidencias internacionales reconocen avances importantes desde los eighty, todavía el decil más rico gana 27 veces más que el decil más pobre. Las urbes que habitamos en el país no aseguran una convivencia armónica, con acceso a beneficios iguales para todos. Tres expertos ayudan a dibujar el mapa que habitamos en Chile y a detectar las posibles causas de esta condición.

Esta situación implícitamente fomenta a las iniciativas de corto plazo, las inversiones “de pasada”, en vez de las actividades realmente emprendedoras e innovadoras, que crean capital y no meras transferencias de riqueza que no suman valor agregado. Los comportamientos alejados de la ética, revelados en los últimos años, indican la necesidad de reformas profundas que se requieren en las superintendencias regulatorias, la normativa jurídica y la acción de los tribunales, aparte de un cambio profundo en las entidades gremiales empresariales. C) Un sistema tributario que permitió en forma tradicional que los sectores de más altas rentas evadieran o eludieran el pago de impuestos progresivos, bajo el pretexto que había que fomentar el ahorro y la inversión empresarial. Sus símbolos fueron el FUT, el tratamiento a las sociedades financieras, las ganancias de capital y a las grandes empresas mineras. La Reforma Tributaria, a pesar de todas sus fallas, marca el inicio de una tributación más equitativa.