De esta manera, dependiendo de las ventajas que se presenten en el paradigma OLI, las EMN decidirán en dónde invertir para obtener la máxima cantidad de beneficios. Estos movimientos de inversión son posibles debido al rápido desarrollo de las tecnologías de información y comunicaciones (TIC) y a la disminución de los costos de trasporte y transacción, pero, sobre todo, por la liberalización de las regulaciones nacionales sobre inversión extranjera. Como se mencionó anteriormente, desde el inicio de la OMC se creó el TRIMS, acuerdo relacionado con la regulación de la inversión; sin embargo, desde su puesta en marcha, todavía encuentra hoy opiniones que sugieren una ampliación de dicho acuerdo17. No obstante, existe evidencia empírica de que los países prefieren liberalizarse sin ningún tipo de normativa internacional y de que una mayor protección a través de normas de inversión no garantiza el aumento del flujo de IED, tal y como lo afirman los que promueven esa ampliación. De acuerdo con la UNCTAD (2007 y 2011), entre 1992 y 2010 se realizaron más de 2800 cambios regulatorios en las legislaciones nacionales sobre IED alrededor del mundo, de los cuales sólo el 10 % fueron menos favorables para la IED, mientras que el resto supuso una mayor liberalización18.
Esto es lo que vemos en el siguiente gráfico, en que está representada la llamada ‘curva de Lorenz’, uno de los indicadores más utilizados para medir la desigualdad, a nivel global. La desigualdad entre países llevará inevitablemente a la migración pero, si está se gestiona de forma adecuada, no solo beneficiará a los migrantes sino que también ayudará a reducir la pobreza y las diferencias sociales y económicas. Además, las diferencias económicas y sociales aumentan la inestabilidad política y erosionan la confianza en los gobiernos, cada vez más influenciados por los más afortunados.
Para verificar la relación de los diferentes factores es necesario analizar los efectos en su conjunto, para lo cual se utiliza el método de importancia relativa que a su vez nos permitirá identificar las variables menos significativas según el modelo de redes neuronales. Asteriou et al. (2014) indican que los países que exportan alta tecnología tienen menores niveles de desigualdad, para lo cual el gasto en investigación y desarrollo (I&D) y los créditos enfocados a tal rubro juegan un papel elementary, ya que permiten exportar tecnología en lugar de importarla. De igual forma, se incluyen las exportaciones de alta tecnología del sector manufacturero debido a que la eficiencia de este tipo de industria a través de la automatización reduciría el nivel de empleo sobre todo del no calificado. En la ecuación 2 se puede apreciar la dificultad de interpretar la estructura de una purple; para extraer información del modelo se han desarrollado una serie de métodos que analizan la contribución de cada variable en los modelos mpm, entre los que destacan el método de perturbación y el de importancia relativa basado en efectos marginales. La globalización ha generado numerosos beneficios para la humanidad, pero también ha generado desafíos en términos de desigualdad y distribución de la riqueza. A lo largo de este artículo, hemos explorado las causas de la globalización, las consecuencias que ha tenido en diferentes aspectos de la sociedad y la economía, y el impacto que ha tenido en la desigualdad.
Estos factores han generado un crecimiento económico sin precedentes, pero también han contribuido a un aumento en la desigualdad al beneficiar principalmente a las empresas transnacionales y a los países más desarrollados. De los 27 países miembros de la UE, 25 han aumentado su conectividad global desde 2017, lo que refuta la concept de que estamos en un periodo de desglobalización. El informe también destaca cómo los vínculos internacionales pueden acelerar el crecimiento económico, ampliar la variedad de bienes y servicios disponibles, reducir costes, potenciar el intercambio cultural y mejorar la difusión de ideas y la innovación.
La disminución de las restricciones a la inversión en la mayoría de los países y la favorable evolución de la IED en los últimos años indica que existe un incentivo por atraer ésta hacia las economías nacionales. Existe un gran debate sobre los posibles efectos de las EMN en el país huésped y más aún si éste se encuentra en un proceso de desarrollo. El análisis costo-beneficio de dicha relación suele ser complicado y subjetivo puesto que se ve fácilmente sometido a juicios de valor (Durán, 2001). En este sentido, las empresas desearán desplazar sus recursos, como capital y tecnología, al extranjero cuando el rendimiento potencial de éste sea alto, sobre todo en los mercados de recursos escasos.
Sin embargo, este esquema forzaría a un compromiso al puro estilo keynesiano de Bretton Woods en el que se mantiene la democracia dentro de cada Estado nación y la integración económica se realiza de forma limitada a través de medidas comerciales proteccionistas y selectivas. Estos métodos ya habían favorecido anteriormente al crecimiento de los países de la Triada (Europa, EE.UU. y Japón), así como algunos países asiáticos con modelos de desarrollo heterodoxos que les permitió reducir sus niveles de pobreza y tener tasas de crecimiento constantes por encima del 5%. No obstante, todos ellos hoy en día han abandonado este sistema y aprovechan la globalización económica para fortalecer su crecimiento (Rodrik, 2000 y 2007; Steinberg, 2007, p. 45). Las principales causas de la desigualdad en el contexto de la globalización incluyen la apertura de los mercados, los avances tecnológicos y las políticas de liberalización económica.
La globalización es un fenómeno que se refiere a la creciente interconexión e interdependencia de las economías, las sociedades y las culturas a nivel mundial. Se caracteriza por la libre circulación de bienes, servicios, personas y capitales, así como por la integración de los mercados y el intercambio de información y conocimientos a través de las tecnologías de la información y las comunicaciones. Y es urgente hacerlo porque en contra de lo que algunos sostienen desde púlpitos políticos, el desarrollo social y de las personas no es sinónimo de crecimiento económico. Así se manifiesta el FMI y la OCDE que alertan desde hace tiempo sobre que la desigualdad social frena el crecimiento, pues scale back las expectativas y desincentiva la formación y la productividad. Según el FMI si el 20% de la población más favorecida aumenta un punto porcentual su cuota de ingresos, el aumento del PIB de un país baja en un zero,008% en los cinco siguientes años. Sin embargo, cuando el 20% más desfavorecido aumenta un punto porcentual de su cuota de ingresos, el PIB aumenta en un zero,38% en los cinco años posteriores.
Se pronostica que los precios del petróleo alcanzarán un promedio de USD 90 el barril en el trimestre en curso, antes de descender a un promedio de USD eighty one el próximo año a medida que se desacelere el crecimiento económico mundial, y se prevé que los precios generales de los productos básicos caerán un four,1 % en 2024. Por su parte, según las proyecciones, los precios de los productos básicos agrícolas disminuirán el próximo año a medida que aumenten los suministros, los precios de los metales básicos caerán un 5 % en 2024, y los precios de los productos básicos se estabilizarán en 2025. El nuevo año se aproxima y el mundo se encuentra en el punto medio de lo que debía ser una década essential desigualdad y clases sociales para el desarrollo. El próximo informe Perspectivas económicas mundiales del Banco Mundial, que se publica el 9 de enero, ofrecerá un vistazo muy importante de los desafíos que se avecinan.
El desarrollo de la globalización no hubiera sido posible sin la apertura comercial, las innovaciones tecnológicas y la liberalización de la entrada de IED experimentada desde la mitad del siglo XX hasta la actualidad. Como consecuencia de estos avances, las EMN se han constituido como agentes importantes en la expansión de la integración económica internacional, porque modifican los patrones comerciales llevándolos de un comercio interindustrial hacia uno intraindustrial, así como también ejercen su poder en el sistema político internacional. Sin embargo, se duda de la validez de estas justificaciones teóricas, sobre todo en los países en desarrollo. Por ejemplo, los países desarrollados y algunos emergentes han tenido un crecimiento sostenido gracias a la implementación de barreras arancelarias, que después fueron reduciéndose paulatinamente; esto no coincide con los principios teóricos de una apertura inmediata.
La discriminación que efectúan personas o grupos sobre otros se basa en muchos aspectos dependiendo del contexto, siendo los más comunes la posición socioeconómica, lugar de residencia, género, raza y las creencias religiosas. La reducida accesibilidad a cargos laborales de calidad puede motivar a las personas a tomar trabajos precarios y de condiciones adversas para ellos por la ganancia mínima que perciban de ellos. Podemos destacar cuatro tipos de inequidad social que son relevantes en la actualidad y cuya comprensión nos facilita profundizar en el significado de desigualdad social. Y es urgente hacerlo porque está en juego nuestra sociedad, la propia democracia como sistema garante de bienestar, en definitiva, nuestro presente y futuro como civilización. 24 La fuga de capitales, entre otros factores, ocasionaron las diferentes disaster económicas que vivió México en 1995, Corea del Sur en 1997 y Argentina en 2001.
También influyeron la caída de las cotizaciones bursátiles, los menores beneficios de las empresas, el ritmo más pausado de las reestructuraciones empresariales en algunos sectores, y la conclusión de las privatizaciones en algunos países. A partir de 2003 el crecimiento del flujo de IED global propiciaría la recuperación de los indicadores anteriores, siendo los países desarrollados los que recibieron más IED, seguidos por los países del Sur, Este y Sureste Asiático y Oceanía, América Latina y, en último lugar, los países menos desarrollados de África. La caída de la IED que se presenta a partir del año 2007 se debe, principalmente, a los problemas financieros que ocasionarían la disaster mundial de 2008.
Repasaremos brevemente algunos puntos anteriores sobre desigualdad social, pero también abordaremos tres cuestiones no desarrolladas previamente. Lo anterior se fundamenta parcialmente en las notables diferencias en el nivel de ingreso de la población mexicana. Según el INEGI, el ingreso promedio de un mexicano del sector más acaudalado de la población es de 1.853 pesos diarios, mientras que un mexicano del sector más pobre recibe solamente 103 pesos por día. La discriminación racial en Estados Unidos ha sido un problema histórico y que es motivo de convulsión social en la actualidad.
Es importante comprender los desafíos y oportunidades que la globalización ha traído consigo, así como las posibles soluciones para promover un desarrollo más equitativo y sostenible. A lo largo del artículo, examinaremos de cerca estos temas y brindaremos información valiosa para todos aquellos interesados en comprender mejor los efectos de la globalización en la desigualdad y cómo podemos abordar este problema de manera efectiva. La desigualdad social reduce desigualdad y exclusion el conjunto de posibilidades y oportunidades de desarrollo de los jóvenes que están en desfavorecidos. También dificulta las relaciones con otras personas, ya que las desigualdades atentan contra la autoestima y son un factor que les impide involucrarse e integrarse en las dinámicas sociales de su edad. Una consecuencia muy visible de la desigualdad social en México es el movimiento migratorio hacia Estados Unidos.