Las estimaciones actuales indican que cerca de 690 millones de personas en el mundo padecen hambre, es decir, el 8,9 por ciento de la población mundial, lo que supone un aumento de unos 10 millones de personas en un año y de unos 60 millones en cinco años. La calidad de vida es parte de la dignidad de la persona y, por ello, es una finalidad -quizás la primera- de la medicina y de las políticas públicas de salud. En ella se fundamenta un deber ético de ayudar a los demás para que dejen de estar vulnerados en sus derechos y necesidades básicas, para que sean menos vulnerables y para que disfruten de la mejor situación posible de libertad y de vida autónoma plena. Nuestra campaña de socios 2017 también lo es, porque outline la pobreza como la más profunda vulneración de los derechos humanos.
En un informe del año 2011 titulado “The Global status report on alcohol and health”, la OMS ha demostrado que, al contrario de lo que se podría pensar, son los estratos de mayores ingresos los que consumen más alcohol. Los datos muestran que al dividir el mundo en four grupos, el 25 % superior de ingresos (los más ricos) consumen un 38.5 % del total registrado en las estadísticas oficiales, mientras que los más pobres consumen sólo un 10.9 %. Sin duda un estudio transeccional como este no permite realizar todas las refinaciones estadísticas que podríamos desear. Sin embargo, es una primera luz de alerta en contra de nuestras erróneas creencias acerca de los más pobres. Según el Programa Mundial de Alimentos, alrededor de a hundred thirty five millones de personas padecen hambre severa , debido principalmente a los conflictos causados por los seres humanos, el cambio climático y las recesiones económicas. La pandemia de COVID-19 podría duplicar ahora esa cifra y sumar unos one hundred thirty millones de personas más que estarían en riesgo de padecer hambre severa a finales de 2020.
El consumo problemático de drogas tiende a estar relacionado con dificultades personales o familiares y con circunstancias sociales y económicas adversas. Estos factores son similares a los que a menudo se encuentran ligados también a otros problemas sociales como, por ejemplo, las enfermedades mentales y la delincuencia. En este sentido, también puede argüirse que cuanto más se generalice el consumo de drogas entre la población basic, más fácil será que las personas con los problemas anteriormente señalados se conviertan en consumidores problemáticos de drogas. Incluye el abuso, el consumo perjudicial y la dependencia, de acuerdo a la clasificación DSM IV y CIE 10.
Se han desarrollado diferentes técnicas de evaluación de la calidad de vida con instrumentos más o menos precisos, como los años de vida ajustados por calidad (QALYs) o por discapacidad (DALYs), que han sido incorporados al análisis bioético(14), y la calidad de la asistencia en salud también se intenta medir con criterios concretos evaluables(15). Con relación al porcentaje de la población clasificada en situación de malnutrición, esta se ha reducido desde 9% en 1992 a 5,9% en 2017. Esta evolución conjuga una positiva evolución en la desnutrición (que desciende desde 5,9% en 1992 a 1,1% en 2017) con un desempeño no tan favorable en los niveles de obesidad (que crecen desde 3,3% en 1992 a 4,9% en 2017).
Según las cifras de la Encuesta Nacional de Demografía y Salud en Colombia de 2015, la mortalidad infantil (designa el fenómeno que supone muerte de niños durante el primer año de vida en una población de cada mil nacimientos vivos, registrados en un periodo de tiempo determinado), ha tenido un descenso progresivo desde 1990, con una tasa de 27 hasta 14 por mil nacidos vivos. Además, encontró que en zona rural es 1,5 veces más alta que la tasa en zona urbana y se presenta con mayor frecuencia en las mujeres de estratos más bajos sin ningún tipo de educación. En el mundo aproximadamente 6,6 millones de niños menores de cinco años mueren cada año, o lo que es equivalente a que cada cuatro segundos muera un niño de este rango etario, la mayoría por causas prevenibles. Al mismo tiempo, el 15% de los niños y las niñas de todo el mundo realizan trabajos de explotación infantil y 11% de las niñas contraen matrimonio antes de cumplir 15 años; todo esto es parte de la definición de pobreza[6],[14]. Economistas de la salud plantean que las inversiones de capital no dirigidas a NNA pueden ser entendidas como un «desvío de los recursos» desde el punto de vista de la eficiencia [13].
Se encontró que en promedio la lactancia exclusiva fue de 0,5 meses en Atlántico y Sucre, y de 1,three meses en Bolívar[7],[44]. Por otro lado, existe actualmente una brecha de 921 cargos de médicos psiquiatras adulto e infanto-adolescente para atención ambulatoria; y de 421 para psicólogos(as), trabajadores(as) sociales, terapeutas ocupacionales, y enfermeros(as) [7]. Se observa asimismo un déficit en la cantidad de Centros de Salud Mental Comunitarios, Centros de Apoyo Comunitario para Personas con Demencia, Hospitales de Día, Unidades de Cuidado y Rehabilitación Intensiva, y Hogares y Residencias Protegidas.
Hoy en día, más de la mitad de los individuos identificados con carencias en salud son pobres multidimensionales. No obstante, preocupante es el hecho de que el nivel de asociación también ha decrecido significativamente durante las últimas décadas. Podríamos criticar que el gasto en salud no sería el producto de un proceso de maximización del bienestar que otorgue la importancia que los individuos libremente dan a su salud. Si la proporción del gasto en salud es baja, entre otras razones, puede deberse a que el sistema de salud y la educación enfatizan la medicina preventiva por sobre la curativa, no implicando esto que los individuos tengan una menor valoración por su salud. Así, los axiomas clásicos de la maximización de utilidad de la teoría económica clásica pueden ser inadecuados y, en consecuencia, más gasto en salud y más prestaciones curativas no estarían necesariamente asociadas a mayores niveles de bienestar.
Considerando el aumento en consultas por ansiedad, trastornos del sueño y cuadros depresivos durante los últimos meses, no habría de extrañarse en que unos de los problemas que se prevén submit Covid-19 sea la salud mental de las personas. Teniendo eso en cuenta es que las OMS entregó diferentes medidas para cuidar este aspecto de la vida de las personas, dentro de las que se encuentran mantener la actividad física, seguir conectados a través del teléfono o Internet con familiares y amigos y mantener una alimentación saludable. En 2019, antes de la pandemia, el 68% de la población mundial estaba cubierta por servicios sanitarios esenciales, como los servicios de salud reproductiva; de inmunización; el tratamiento del VIH, la tuberculosis y la malaria; y los servicios para diagnosticar y tratar enfermedades no transmisibles como el cáncer, las afecciones cardíacas y la diabetes.
La entidad llegó a calificar a la obesidad infantil como uno de los problemas de salud pública más graves del siglo 21; se ha multiplicado por 10 en los últimos forty años. El progreso en salud ha tenido lugar en países como México que coincide con Chile en aspectos como la liberalización comercial y el progreso tecnológico, pero no necesariamente en sus políticas públicas en salud26 . Por otra parte, el desarrollo del sistema mixto de seguros de salud ha contribuido, por una parte, a promover la cobertura common de salud, pero por otra, ha traído como consecuencia un creciente gasto de bolsillo de familias en salud, aumentando así el riesgo de padecer pobreza monetaria entre los hogares con menores ingresos. Por otra parte, el 80% de la población mundial que vive en condiciones de extrema pobreza se encuentra en zonas rurales. En la actualidad, ocho de cada diez personas que carecen de servicios básicos de agua potable viven en zonas rurales, al igual que siete de cada diez personas que carecen de servicios básicos de saneamiento. Es importante intensificar los esfuerzos para hacer llegar a las comunidades rurales los servicios de salud y otros servicios sociales básicos (en particular, el abastecimiento de agua y el saneamiento).
La evolución es también favorable cuando se observa la caída en la pobreza extrema desde 9% en 1992 a 2,3% en 2017. En relación con la medición del nivel de asociación en la identificación de los pobres/carentes, la Tabla 2 muestra la distribución conjunta existente entre dos carencias en dos dimensiones de bienestar j y j ’. Si las medidas de carencia no son independientes, y al menos una de las razones de conteo [ ℙ00jj′, ℙ11jj′, ℙ10jj′, ℙ01jj′ ] es distinta de cero, la medida de redundancia R 0 mide el grado de asociación o simultaneidad en la identificación de las carencias de las dimensiones j y j’ en la población25 .